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miércoles, 27 de junio de 2018

SSK: ORBAT del Mediterráneo

SSK del Mediterráneo


En la siguiente infografía, llamada The Attack Submarines of the Mediterranean en 2018, describe todos los submarinos de ataque que están en servicio activo en el Mar Mediterráneo en este momento (y continuaran siendo parte de sus Armadas hasta finales de 2018).

Tenga en cuenta que en comparación con los gráficos anteriores sobre The Attack Submarines of Europe en 2017 (actualizado para 2018) y The Attack Submarines of Latin America en 2018, hay submarinos de propulsión nuclear (SSN) en la región, y específicamente solo Francia tiene ese tipo en su inventario.

También hay submarinos que tienen capacidad de misiles de crucero lanzados desde submarinos que pertenecen a Argelia (clase Kilo con Club-S) e Israel (clase Dolphin I / II con Popeye Turbo).

Además, hay dos países en la región con submarinos en sus inventarios equipados con sistema de Propulsión Independiente del Aire (AIP), que es Grecia (cinco en su inventario) e Israel (dos en servicio activo). También se debe mencionar que desde los 21 países con costas en el Mar Mediterráneo, solo siete marinas (7) tienen submarinos en su flota.

Específicamente, Turquía tiene la flota más numerosa, pero Francia tiene todos sus submarinos con propulsion nuclear, mientras que Grecia tiene cinco (5) de sus once (11) submarinos (solo un barco menos que Turquía) equipados con AIP.

Además, Egipto tiene en su inventario los submarinos más largos de la región (clase Romeo: 76.6 metros de eslora) y los más antiguos también, y Argelia los más grandes (clase Kilo: aproximadamente 3.200 toneladas sumergidas).
Autor:D-Mitch

Fuente: http://www.navalanalyses.com/

lunes, 9 de abril de 2018

ARA San Juan: Así fueron sus últimos momentos

Así fueron los momentos finales del ARA San Juan, según la comisión oficial de la investigación

Según el Informe de la Comisión Investigadora, los momentos finales del ARA San Juan no fueron segundos, ni minutos, sino horas donde una serie de hechos, algunos simultáneos y otros concatenados, llevarían a la implosión del submarino que yacería en el fondo del Mar Argentino.




A esta conclusión arribaron los tres expertos de la comisión investigadora y ad honorem que creó el Ministerio de Defensa a un mes del último contacto con la nave argentina. LA NACION accedió al borrador del informe final que será entregado a fin de mes a Oscar Aguad .

Para llegar a estas conclusiones, los integrantes del equipo analizaron casos anteriores y bibliografía internacional. Además, se reunieron con otros expertos internacionales, con personas que llevaron adelante la reparación de media vida del submarino y mantuvieron contactos con la Organización del Tratado de Prohibición de Ensayos Nucleares (CTBTO, por sus siglas en inglés) que detectó la "anomalía hidroacústica" el 15 de noviembre pasado.


Una larga noche en medio de un temporal

Según el borrador del documento, lo que se estima que ocurrió, y que sólo podría ser confirmado en caso de encontrar el submarino y sacarlo a superficie, comenzó con un incendio en el tanque de baterías ubicado en la proa. El incidente habría sido provocado por la entrada de agua a través del snorkel.

El temporal del 14 de noviembre era desde el sudoeste, es decir que el submarino en superficie debía navegar hacia el noreste para que las olas vinieran de popa y afectaran menos la navegación.

El incendio obligó a que el ARA San Juan saliera a superficie, de noche, y en medio de una tormenta. Controlar ese incidente, sacar el humo y el hidrógeno podría haber llevado horas, en la oscuridad y con clima hostil. Según el reporte, cuando se pudo controlar [aunque sea parcialmente] la situación, se decidió ir a inmersión con intención de navegar hacia Mar del Plata y seguir trabajando en las reparaciones.

Para los expertos, llegado este punto, la tripulación acumulaba desgaste "físico y psíquico" por haber estado en esa situación toda la noche. Eso no fue reportado en la última comunicación de las 8.52 del 15 de noviembre.

A partir de allí, el algún momento se habría reavivado el incendio o desatado uno nuevo. Otra vez a oscuras y ahora con la tripulación cansada, una nueva explosión podría haber generado descontrol. Ante esa situación, se perdió o se vio afectado el "sistema de gobierno" de la embarcación, que se habría ido hasta el fondo.

A estas alturas, los tripulantes ya habrían tomado conciencia de su destino final. Cabe destacar que, a la hora de salir a superficie, no se tiene en cuenta la profundidad del mar en ese sector porque no se imaginaba que pudiera ocurrir una falla que dejara al submarino sin control.

Según la Comisión, la explosión que se detectó, en realidad fue una implosión y el abollamiento del casco por la presión del agua. Eso es lo que se pudo chequear a través del CTBTO.

La comisión

Los miembros de la comisión son los contraalmirantes Adolfo Trama y Alejandro Kenny y el capitán de navío Jorge Bergallo, quien además es el padre de Jorge Ignacio Bergallo, uno de los 44 tripulantes del ARA San Juan.

El trabajo de los expertos comenzó con el armado de una planilla de dos carillas que le entregaron a Aguad con todas las teorías que se habían mencionado hasta el momento. Luego fueron descartando, una por una, todas esas hipótesis, hasta llegar a su conclusión final.

La primera definición fue que el submarino estaba en condiciones de navegar sumergido con seguridad. Esto surge de los informes del mismo comandante y de las inspecciones efectuadas por la Armada. Ninguna de las pruebas que se efectuaron antes de salir a navegar - tal como se hace con los aviones antes de iniciar un vuelo- evidenciaron señales de alerta o sistemas que funcionaran mal.

No presentó ninguna falla ni en la navegación de julio ni en los 20 días de iniciada la misión hasta el 15 de noviembre. Para los expertos, y según reza el informe que llegará a las manos de Aguad, los submarinistas "no hubieran corrido el riesgo de salir a navegar en inmersión en Ushuaia con invitados y autoridades si hubiera existido la posibilidad de algún accidente o evidenciar alguna falla". Por eso, descartaron como causal del hundimiento fallas de mantenimiento o de la reparación de media vida.

Luego descartaron "completamente" que haya sido embestido por otro barco estando en superficie. Para la comisión, si eso hubiese ocurrido, se habría hundido la otra nave en lugar del submarino, ya que el casco es muy duro para soportar grandes presiones de agua y explosiones durante una eventual guerra. Además, hubieran aparecido en la superficie del mar numerosos elementos de ese barco.

La tercera opción descartada fue que el ARA San Juan haya sido torpedeado por otro barco o submarino. Para ello tuvieron en cuenta que no se registró ninguna explosión equivalente y recordaron que la Armada hizo en diciembre último una prueba con explosivos similares a un torpedo y que no guarda similitud alguna con la detectada por la CBTBO.

Sobre el documento que se envió a Diputados con coordenadas cercanas a Malvinas , dijeron que no son posibles porque siempre navegó dentro de la zona de exclusión. Lograron establecer que estaban en un área de patrulla detectando pesqueros ilegales y en una zona cercana a donde estuvieron en julio.

A esa conclusión arribaron al leer los sucesivos informes que indicaban la posición por donde navegaba el submarino. "El riesgo Malvinas fue descartado, nada ocurrió en relación con ese aspecto", dice el borrador.

También descartaron la presencia de un submarino inglés, tal como habían denunciado familiares de algunos de los tripulantes. Una grabación de ruidos realizada en julio hacía suponer que el ARA San Juan podría haber estado cerca de una embarcación británica, pero esa hipótesis fue desestimada por el organismo naval que hace esos análisis antes de iniciarse la nueva navegación, en octubre.

Por último, analizaron todas las comunicaciones y remarcaron que, en todo momento, la tripulación transmitió tranquilidad y control de la situación. Nunca se pidió socorro ni algún tipo de apoyo. " Todas las comunicaciones intentadas se establecieron" dice la comisión, y remarcó que "la tan mencionada prueba de comunicarse cerca de las 14 fue descartada porque lo único parecido es la frecuencia usada".

Para el comité asesor, si el ARA San Juan hubiera estado en situación crítica y con intención de comunicarse, habría utilizado también las frecuencias de emergencia que tienen todos los barcos. No hay ningún registro de ello.

El informe de la comisión será entregado a Aguad y no forma parte de la causa judicial, a cargo de Marta Yañez. Incluso, hasta la publicación de esta nota, ninguno de los expertos fue contactado por la Justicia que intenta esclarecer lo que sucedió con el ARA San Juan el 15 de noviembre.


La palabra de Defensa

El Ministerio de Defensa emitió hoy un comunicado para informar que la comisión "aún no concluyó" su trabajo y que "no se evalúa la hipótesis de la agonía de los 44 tripulantes" del submarino. "En los análisis preliminares no se hace referencia alguna a que los 44 tripulantes hayan agonizado. Por el momento, los especialistas no finalizaron su informe", insistió la Dirección de Comunicación Social de la cartera.

Además, Defensa reiteró su compromiso de "llegar al fondo de la investigación" y por esa razón informó que "los datos y conclusiones a los que arribe la comisión creada con el sólo fin de llegar a la verdad de lo sucedido" serán dados a conocer "una vez que el informe esté finalizado". (José María Costa - LA NACION)

Fundación Nuestro Mar

miércoles, 31 de enero de 2018

ARA San Juan: Habría detectado un SSN británico y tenía problemas operativos

Exclusivo: un documento secreto reveló que el ARA San Juan había detectado un submarino nuclear británico en una misión anterior

Los registros detallan además severas falencias operativas que tenía el buque desaparecido

Por Andrés Klipphan ||  Infobae




El ARA San Juan está desaparecido desde el 15 de noviembre. Foto: Sergio Galiñanes (ObturArte)

El 9 de julio de 2017, a las 19:48, el ARA San Juan "detectó por audio el rumor sonar de un posible submarino nuclear". El acercamiento de la supuesta nave de guerra del Reino Unido había sido "constatado una hora antes ya que se la tenía por registrador". Por ese motivo, la tripulación que había zarpado de la Base Naval de Mar del Plata el 1° de julio, a las 15:00, recibió la orden de "disminuir los ruidos al máximo" y proceder "a grabarlo".

Los tres sonaristas con los que contaba el buque argentino en esa misión -la anterior a la del trágico desenlace con la desaparición de 44 tripulantes y la embarcación- "coincidieron en la clasificación" del submarino, es decir que se trataba de un navío "nuclear".

Las tres grabaciones de los ruidos del submarino que los acechaba tuvieron una duración de "10, 6 y 2 minutos" y fueron enviadas a la Armada Argentina. El dato hasta hoy se mantuvo en secreto.

No fue el único ocultamiento que realizó la fuerza durante las horas de crisis que precedieron a la desaparición del ARA San Juan. A través de un "mensaje naval" con el sello de "SECRETO", y fechado el 10 de noviembre de 2016, es decir un año y cinco días antes de su desaparición, el ARA San Juan había sido "limitado" en su "profundidad operativa" a solo "100 metros". Había una razón: a una mayor profundidad "no permite garantizar su estanqueidad", especifica el documento.

Por estrictas cuestiones de seguridad, los submarinos deben ingresar a un dique seco para las pruebas hidráulicas de válvulas de casco y tuberías cada 18 meses y realizar las verificaciones y reparaciones que aseguren su navegabilidad y que no se pueden hacer a flote mientras el submarino está en el agua.

El ARA San Juan no lo hacía desde "un tiempo sustancialmente mayor de los 18 meses previstos doctrinariamente", según los registros a los que accedió Infobae. Es más del doble del lapso recomendado por el fabricante de la embarcación. Por esa razón se limitó la "profundidad operativa" a 100 metros para garantizar la navegabilidad del submarino.

El "mensaje naval" titulado "Estado Operativo-Limitaciones" del ARA San Juan fue firmado por el capitán de navío Héctor Aníbal Alonso, jefe del Estado Mayor del Comando de la Fuerza de Submarinos, y por el capitán de navío Carlos Alberto Acuña, comandante de la Fuerza de Submarinos, entre otros.

Por entonces ese no era el único inconveniente que tenía el submarino ARA San Juan. "A partir del quinto día de navegación y al momento de querer propulsar en etapa 1 para comenzar la exploración en el área de patrulla, falló el sistema de propulsión, entrando recién en el tercer intento". Según el reporte "CONFIDENCIAL" de la Armada Argentina fechado el 14 de agosto de 2017,  cuyos detalles se publicarán en varias notas, la falla de propulsión del navío "se mantuvo en toda la navegación", esto es, hasta el 19 de julio, día en que el submarino regresó a la Base de Mar del Plata.

El buque de guerra también navegaba con otra serie de inconvenientes, entre ellos la pérdida de "50 litros diarios de aceite", lo que provocó "una disminución en los niveles en los reservorios del sistema hidráulico".

Infobae también pudo establecer a través de una serie de documentos secretos que antes de desaparecer el ARA San Juan tenía a bordo "80 trajes de escape", todos vencidos. Además, de las 100 pastillas que debía portar para la producción de oxígeno en caso de una emergencia, solo había 14.



Desconfianza bajo el agua

Ese 9 de julio de 2017 no fue la única vez que el ARA San Juan identificó a un submarino nuclear en la zona que patrullaba para identificar a pesqueros y buques, principalmente de origen asiático, que operan ilegalmente en el mar argentino o en las adyacencias a la zona económica exclusiva de Argentina.

Así se asegura en la documentación confidencial que está en poder de la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez. En el "Anexo 04", titulado "Informe de actividades Submarino ARA San Juan", se detalla que el 10 de julio, a las 03:45, se detectó al submarino nuclear "nuevamente maniobrando en apuntamiento al contacto apreciándose una rápida variación de su marcación, bien marcado en el registro sonar". El reporte, firmado por el capitán de fragata Pedro Martín Fernández, también destaca que, como el día anterior "se obtuvo una grabación (4 minutos)", que fue "elevada".

La firma tiene un valor trascendental. Fernández fue el comandante del ARA San Juan no solo en esa misión, sino también en la de noviembre, cuando desapareció junto a sus 43 subordinados. Tucumano y de 45 años de edad, el capitán de fragata le había prometido a su madre de 80 que ese sería su último viaje en el submarino aún desaparecido.

El ARA San Juan patrullaba además un área cuyo interés comparten Argentina e Inglaterra pese a que los tratados de paz firmados por ambos países en Madrid obligaban a la Armada a informar al Reino Unido antes de iniciar una misión de este tipo. El submarino argentino hacía caso omiso de dicha prevención presuntamente por orden de la jefatura de la fuerza.

Fuentes navales dicen que no es descabellado que los encuentros entre el ARA San Juan y el submarino nuclear británico se hayan repetido en la última misión. Máxime si el navío de guerra británico tenía registrado que un buque extranjero invadía lo que ellos consideran territorio propio y con derecho a ser defendido. De hecho, para eso tienen unidades de la marina y la fuerza aérea británicas con asiento permanente en el archipiélago.

Es lógico que un submarino nuclear de ese país controle lo que los británicos consideran una zona de conservación interna y externa (aledaña a las Islas Malvinas) en la que otorgan los permisos de pesca, principal ingreso económico para los habitantes de las islas. Diarios británicos ya habían informado que la Armada de ese país había despachado hacia Malvinas submarinos nucleares, aunque Londres siempre lo negó.

¿Es posible que el ARA San Juan, con sus 44 tripulantes, se haya hundido el 15 de noviembre pasado intentando evadir a un submarino nuclear sumergiéndose dentro de la profundidad operativa de diseño pero por debajo del límite de los 100 metros establecido a causa de su falta de mantenimiento en dique seco y que las válvulas y tuberías no hayan resistido? Es una de las hipótesis que investiga la Justicia.

viernes, 30 de junio de 2017

Portaaviones: HMS Hard Target

Esta imagen muestra las especificaciones de HMS Queen Elizabeth, el barco de guerra británico de 3 mil millones de libras que enana a las Cataratas del Niágara

Tom Murray | Business Insider



Portaaviones Queen Elizabeth - Ensayos de mar.
Reina Elizabeth Aircraft Carrier ensayos en mar. Copyright ACA / John Linton

El lunes, la HMS Queen Elizabeth se marchó para los ensayos marítimos - su viaje inaugural.

El portaaviones de la clase QE tardó ocho años en construir (con seis años de retraso) y costó a la Royal Navy 3.500 millones de libras esterlinas. El resultado, sin embargo, es un barco más largo que las Casas del Parlamento y más poderoso que cualquier cosa en la historia naval británica.

Está equipado para defender, no para atacar, así que viene con el último sistema de armas Phalanx, armas de 30mm y mini-guns. La nave también tiene sus propias células de policía y hospital.

Un infográfico publicado por la Aircraft Carrier Alliance detalla las especificaciones del barco:

Detalles de los detalles infográficos dentro de la nave de superficie más grande construida para la Marina Real, HMS Queen Elizabeth. Copyright de la Corona



Aquí hay algunas estadísticas que ponen al Queen Elizabeth en perspectiva:

  • Las hélices de la nave producirán energía suficiente para mover a 1.000 vehículos.
  • Es más alto que las Cataratas del Niágara.
  • La cabina de vuelo tiene suficiente espacio para tres campos de fútbol.
  • Los ascensores de la aeronave pueden mover dos aviones de combate F-35 de suspensión a cubierta en 60 segundos - también podría levantar la tripulación de la nave entera.
  • El sistema de energía a bordo podría hervir 300.000 teteras.
  • Tiene 45 días de comida en sus tiendas.

NdA: Un blanco muy duro pero nunca imposible para el escenario Malvinas.