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lunes, 25 de noviembre de 2024

Crisis del Beagle: IKL 209 vs clase Oberon


Crisis del Beagle: ¿Y si se enfrentaban los U209 y los clase Oberon?

Por Esteban McLaren




 

El enfrentamiento hipotético entre un submarino alemán IKL 209/1200 y un submarino británico de la clase Oberon, ambos producidos entre 1975 y 1980, en un escenario como la crisis del canal de Beagle, nos ofrece un intrigante análisis sobre cómo se habrían desempeñado dos máquinas de guerra submarina, representativas de la tecnología naval de la época. Si bien cada uno de estos submarinos tenía ventajas únicas, la evaluación de sus especificaciones técnicas, capacidades operativas, armamento y sensores sugiere un duelo que habría sido tan estratégico como letal.

El IKL 209/1200: Furtividad y modernización alemana

El IKL 209/1200 fue un submarino diseñado por los ingenieros alemanes de Howaldtswerke-Deutsche Werft (HDW). Su diseño representaba una evolución de las tecnologías alemanas de posguerra y estaba optimizado para operar en aguas costeras y de mar abierto. Con un desplazamiento en inmersión de alrededor de 1,285 toneladas, el IKL 209/1200 era un submarino ligero y maniobrable. Su diseño compacto le otorgaba una ventaja en términos de furtividad, siendo más difícil de detectar por los sistemas de sonar enemigos.

Este submarino estaba equipado con seis tubos lanzatorpedos de 533 mm y podía llevar hasta 14 torpedos. El armamento principal consistía en torpedos filoguiados, diseñados para alcanzar con precisión objetivos navales en entornos complejos. Aunque no contaba con misiles como otros submarinos contemporáneos, su poder de fuego era suficiente para comprometer gravemente a cualquier buque de superficie o submarino enemigo en las aguas del canal de Beagle.

En cuanto a los sensores, el IKL 209/1200 integraba sistemas de sonar de casco y pasivo, con una capacidad limitada de detección en entornos de alta profundidad, pero eficiente en aguas costeras. Su autonomía le permitía realizar patrullas prolongadas, siendo ideal para misiones de vigilancia y control en áreas estratégicas. Sin embargo, su tamaño más reducido significaba que su habitabilidad y resistencia oceánica eran inferiores a las de otros modelos más grandes.

El Clase Oberon: Tradición y resistencia británica

Por otro lado, la clase Oberon, diseñada y construida por astilleros británicos, representaba una evolución de los submarinos británicos de la clase Porpoise, mejorados para aumentar su durabilidad y capacidades operativas. Con un desplazamiento de 2,410 toneladas en inmersión, el Oberon era un submarino significativamente más pesado que el IKL 209, pero esto le otorgaba una mayor resistencia para misiones en mar abierto y océano profundo.



El Oberon también estaba equipado con seis tubos lanzatorpedos de 533 mm, pero su capacidad de carga era superior, con la posibilidad de llevar hasta 20 torpedos. Los torpedos Mk 24 Tigerfish eran su principal armamento, y, aunque tenían un rango de precisión considerable, se destacaban en enfrentamientos de largo alcance. Esto habría dado al Oberon una ventaja en situaciones donde la detección a larga distancia era crucial.

En cuanto a sensores, el Oberon estaba equipado con sistemas de sonar activos y pasivos más avanzados que el IKL 209/1200, lo que le otorgaba una ventaja en términos de detección temprana. Estos sistemas, junto con la mayor capacidad de inmersión del Oberon (aproximadamente 300 metros), le permitían operar en aguas más profundas, lo que podía ser una ventaja táctica en el caso de un enfrentamiento submarino prolongado.

Capacidades Oceánicas y Furtividad

El diseño del IKL 209/1200 priorizaba la maniobrabilidad y la furtividad en aguas costeras. Esto lo convertía en un depredador formidable en el entorno confinado del canal de Beagle, donde su capacidad para evitar la detección mediante su menor firma acústica le habría permitido acercarse sigilosamente al Oberon. Sin embargo, en mar abierto, las limitaciones de alcance de sus sensores y su menor resistencia lo habrían colocado en una desventaja relativa frente a un adversario como el Oberon.

El Oberon, con su mayor tonelaje y sensores más sofisticados, era una plataforma diseñada para misiones de patrulla oceánica de larga duración. Esto le habría permitido detectar al IKL 209/1200 antes de que el submarino alemán pudiera acercarse demasiado, dándole una ventaja estratégica inicial en mar abierto. No obstante, en un enfrentamiento en aguas poco profundas como el canal de Beagle, la mayor maniobrabilidad y menor firma del IKL 209 habrían compensado su desventaja en términos de tamaño y sensores.

Un enfrentamiento hipotético

Si estos dos submarinos se hubieran enfrentado en el canal de Beagle durante la crisis de 1978, el resultado habría dependido del entorno específico. En un combate en aguas abiertas, el Oberon habría tenido la ventaja con su mejor capacidad de detección y mayor capacidad de inmersión, lo que le permitiría atacar al IKL 209 desde la distancia. Sin embargo, en las aguas costeras más estrechas y menos profundas del canal, el IKL 209 podría haber aprovechado su superior maniobrabilidad y furtividad para acercarse y lanzar un ataque sorpresa.

En resumen, el IKL 209/1200, con su diseño más moderno y capacidad de furtividad, habría sido un oponente difícil de detectar en un combate cercano, mientras que el Oberon, con su mayor capacidad de detección y resistencia oceánica, tendría la ventaja en enfrentamientos de largo alcance. En un enfrentamiento directo en el canal de Beagle, el desenlace sería incierto, pero probablemente dependería de quién pudiera localizar primero al otro submarino y lanzar el ataque inicial.

Para más detalles técnicos sobre el IKL 209/1200 puedes consultar Global Security y sobre la clase Oberon en Naval Encyclopedia.

domingo, 17 de noviembre de 2024

Crisis del Beagle: Torpederas de la ARA en la zona

Lanchas torpederas “Towwora” (P-82) y ARA “Alakush” (P-84)



Al comenzar su vida operativa por las aguas australes las torpederas LT-3/P-82 y LT-5/P-84 recibieron nombres de bautizo de origen Yagán o Yámana (aborígenes que habitaron la zona del Canal de Beagle), siendo denominadas ARA “Towwora” (“Viento que pasa”) y ARA “Alakush” (Pato Vapor en lengua Yámana) respectivamente.
Previo a su despliegue a Ushuaia estas dos unidades fueron modernizadas y reequipadas, con el agregado de una carroza de aluminio (para proteger sus cascos de madera) y una potencia de fuego considerable para su poca eslora que consistía en:
- 2 montajes simples de cañones Bofors de 40mm
- 2 montajes dobles de ametralladoras Browning M2 de 12,7mm
- 2 coheteras óctuples Mk50 para cohetes Mk7/Mk10 de 5” (127mm)
- 2 cunas para cargas de profundidad Mk6
- 4 cunas para torpedos Mk13 de 22,4” (569mm)
Durante su estadía en el sur fue reemplazado su esquema de color “gris horizonte” estándar de las unidades de superficie por diversos esquemas de camuflaje que fueron variando a lo largo del tiempo. Tenían su asiento en la Base Naval de Ushuaia (BNUS)


ARA Towwara (P-82) con su armamento alistado navegando por el canal


ARA Alakush (P-84), detrás un lancha tipo Dabur

Fuente: Lanchas patrulleras argentinas


domingo, 10 de noviembre de 2024

COAN: Informe sobre la posibilidad de F/A-18 Super Hornet

Super Hornet sobre el puerto de Ingeniero White


Capacidades de Ataque a Larga Distancia del F/A-18 Super Hornet


Capacidades de Ataque a Larga Distancia

Aeronave: F/A-18 Super Hornet

Roles Principales: Caza polivalente, ataque, apoyo aéreo cercano, reconocimiento

Radio de Combate Máximo: Aproximadamente 926-1.160 km con combustible interno, extensible con tanques de combustible externos y reabastecimiento en vuelo

Alcance Máximo de Ferry: Más de 3.330 km con tres tanques de combustible externos

Carga Óptima de Combustible y Armas para Misiones de Larga Distancia

Tanques de Combustible Externos:

  • Configuración: Hasta tres tanques de 1.249 litros

Configuración de Armas:

  • Misiles Aire-Superficie (ASM):
    • AGM-84 Harpoon (antibuque)
    • AGM-88 HARM (anti-radar)
  • Bombas Guiadas:
    • JDAM (Munición de Ataque Directo Conjunto)
    • Bombas Guiadas por Láser Paveway II/III
  • Misiles Antibuque (AShM):
    • AGM-84 Harpoon
    • AGM-158C LRASM (Misil Antibuque de Largo Alcance, si está disponible)
  • Adicional:
    • AIM-120 AMRAAM (para superioridad aérea)

F/A-18 Super Hornet armado con 4 AGM-84 Harpoon



Consideraciones para la Base Aeronaval

Bases operacionales potenciales:

  • Comandante Espora
  • Almirante Zar
  • Río Grande

Qué modificaciones debiera hacerse a las bases aeronavales:

  • Longitud de pista: Mínimo 2,438 metros
  • Espacio de hangar: Al menos 30 metros de largo, 15 metros de ancho, 8 metros de alto
  • Infraestructura de soporte: Instalaciones de mantenimiento, almacenamiento de combustible, depósitos de armamento, salas de información para pilotos



Costos de Adquisición y Operación

Componentes del Costo:

  • Costo de la Aeronave: Aproximadamente $70 millones por unidad
  • Entrenamiento: $10 millones para el entrenamiento de pilotos y personal de tierra
  • Infraestructura Operativa: $30 millones para la actualización de hangares y instalaciones de soporte
  • Mantenimiento y Repuestos: $15 millones anuales

Capacidades de Ataque a Larga Distancia del F/A-18 Super Hornet para la Aviación Naval Argentina


El F/A-18 Super Hornet, un caza polivalente versátil y formidable, ofrece capacidades significativas de ataque a larga distancia que podrían mejorar el alcance operativo y la efectividad de la Aviación Naval Argentina. Al considerar operaciones potenciales desde estaciones aéreas navales clave como Comandante Espora, Almirante Zar y Río Grande, es esencial comprender las configuraciones óptimas y los requisitos logísticos asociados con el despliegue del Super Hornet.

Configuraciones de Combustible y Armas para Misiones de Larga Distancia

Para maximizar el alcance y la efectividad en combate del Super Hornet, una configuración óptima incluiría hasta tres tanques de combustible externos de 1.249 litros, extendiendo significativamente su alcance más allá de su capacidad de combustible interno. Esta configuración permite que el Super Hornet logre un alcance de ferry de más de 3,330 kilómetros, haciéndolo adecuado para misiones de ataque a larga distancia.

En términos de armamento, el Super Hornet puede equiparse con una variedad de misiles aire-superficie y antibuque. El AGM-84 Harpoon es un misil antibuque principal (AShM) que proporciona capacidades robustas para misiones de ataque naval. Además, la aeronave puede armarse con misiles AGM-88 HARM para roles anti-radar y municiones guiadas de precisión como las JDAM y las bombas guiadas por láser Paveway.

Requisitos para la Base Aeronaval

El despliegue del Super Hornet desde estaciones aéreas navales argentinas requiere una infraestructura específica para apoyar sus operaciones. La longitud mínima de la pista necesaria es de 2,438 metros para acomodar despegues y aterrizajes con cargas de misión completas. Los requisitos de espacio de hangar también son significativos, con cada hangar necesitando al menos 30 metros de largo, 15 metros de ancho y 8 metros de alto para albergar la aeronave y facilitar las operaciones de mantenimiento.

La infraestructura de soporte debe incluir instalaciones de mantenimiento capaces de realizar servicios de rutina y extensivos a la aeronave, almacenamiento de combustible suficiente para operaciones prolongadas y depósitos de armamento para almacenar diversas municiones. Además, las salas de información para pilotos y las instalaciones de entrenamiento son cruciales para mantener la preparación operacional.

Costos de Adquisición y Operación

El costo de adquisición del F/A-18 Super Hornet es de aproximadamente $70 millones por unidad. Este costo incluye la aeronave en sí, pero no cubre el entrenamiento ni los requisitos de infraestructura adicionales. El entrenamiento para pilotos y personal de tierra se estima en $10 millones, asegurando que el personal esté adecuadamente preparado para operar y mantener el Super Hornet.



La actualización de la infraestructura de las estaciones navales para apoyar las operaciones del Super Hornet se espera que cueste alrededor de $30 millones, abarcando modificaciones en los hangares, instalaciones de mantenimiento y otras estructuras de soporte esenciales. El mantenimiento anual y las piezas de repuesto probablemente agregarán $15 millones adicionales al presupuesto operacional.

En conclusión, la integración del F/A-18 Super Hornet en la Aviación Naval Argentina mejoraría significativamente sus capacidades de ataque a larga distancia. Si bien la inversión inicial y los costos operacionales son considerables, las ventajas estratégicas y las capacidades mejoradas de misión proporcionadas por el Super Hornet lo convierten en un activo valioso para modernizar y fortalecer las capacidades de aviación naval de Argentina.


Sistema País Fabricante Notas
Cañón Bandera de Estados Unidos General Dynamics
General Electric
M61 Vulcan rotativo de 20 mm
Kit de guiado láser Paveway II para bombas de caída libre Bandera de Estados Unidos Lockheed Martin
Raytheon
Texas Instruments

Kit de guiado láser Paveway III para bombas de caída libre Bandera de Estados Unidos Raytheon
Texas Instruments

Kit de guiado GPS/láser Enhanced Paveway II para bombas de caída libre Bandera de Estados Unidos Raytheon
Lockheed Martin

Kit de guiado JDAM para bombas de caída libre Bandera de Estados Unidos Boeing
Bomba planeadora furtiva AGM-154 Joint Standoff Weapon Bandera de Estados Unidos Raytheon
Misil antirradiación AGM-88 HARM Bandera de Estados Unidos Raytheon
Misil aire-superficie AGM-65 Maverick Bandera de Estados Unidos Raytheon
Misil de crucero aire-superficie furtivo AGM-158 JASSM Bandera de Estados Unidos Lockheed Martin
Misil de crucero aire-superficie y antibuque AGM-84H/K SLAM-ER Bandera de Estados Unidos Boeing Defense, Space & Security
Misil antibuque AGM-84 Harpoon Bandera de Estados Unidos Boeing Defense, Space & Security
Misil de crucero furtivo antibuque AGM-158C LRASM Bandera de Estados Unidos Lockheed Martin
Misil aire-aire de corto alcance AIM-9X Sidewinder Bandera de Estados Unidos
Bandera de FinlandiaBandera de Noruega
Raytheon
NAMMO

Misil aire-aire de medio alcance AIM-7 Sparrow Bandera de Estados Unidos Raytheon
Misil aire-aire BVR AIM-120 AMRAAM Bandera de Estados Unidos
Bandera de FinlandiaBandera de Noruega
Raytheon
NAMMO

Kit de conversión a mina naval Quickstrike para bombas de caída libre Bandera de Estados Unidos Sechan
Bomba Mark 82 Bandera de Estados Unidos General Dynamics
Bomba Mark 83 Bandera de Estados Unidos General Dynamics
Bomba Mark 84 Bandera de Estados Unidos General Dynamics

PD: El paquete no incluye a Tom Cruise como Maverick.















domingo, 3 de noviembre de 2024

Malvinas: El desempeño de la ARA hasta el 4 de Mayo


El desempeño de la Armada de la República Argentina



La Fuerza de Tareas 79, más conocida como la Fuerza de Tareas del Atlántico Sur (FLOMAR) de la Armada Argentina, jugó un papel crucial durante el conflicto de las Islas Malvinas en 1982. La FLOMAR, integrada principalmente por buques de la Flota de Mar de la Armada Argentina, fue una pieza central en la estrategia argentina para recuperar y mantener el control de las islas frente a la respuesta militar británica. A continuación, se presenta un informe detallado sobre el desempeño de la FLOMAR hasta el 4 de mayo de 1982.

Contexto Operacional

La FLOMAR, en su núcleo, estaba diseñada para operaciones de alta mar y protección de la soberanía marítima argentina. Para el conflicto de Malvinas, la Armada Argentina desplegó una flota diversa que incluía destructores, fragatas, corbetas, submarinos y un portaaviones, el ARA Veinticinco de Mayo. La misión principal de la FLOMAR era proporcionar apoyo naval a las fuerzas terrestres argentinas desplegadas en las islas y, al mismo tiempo, enfrentar y neutralizar la Task Force británica enviada para recuperar las Malvinas.

Composición de la FLOMAR

A comienzos de abril de 1982, la FLOMAR estaba compuesta por varias unidades clave:

  1. ARA Veinticinco de Mayo: Portaaviones clase Colossus modificado, que era el buque insignia de la Armada. Su capacidad para operar aviones de combate A-4Q Skyhawk y S-2 Tracker era crucial para las operaciones de ataque y reconocimiento.

  2. Destructores Clase Type 42: Como el ARA Hércules y el ARA Santísima Trinidad, equipados con misiles superficie-aire Sea Dart, diseñados para la defensa aérea de la flota.

  3. Destructores Clase Fletcher y Gearing: Como el ARA Piedra Buena y el ARA Bouchard, con roles de escolta y defensa antiaérea.

  4. Corbetas Clase A69: Como el ARA Drummond, destinadas a tareas de patrullaje y guerra antisubmarina.

  5. Submarinos Clase Balao y Tipo 209: Como el ARA Santa Fe y el ARA San Luis, que realizaron operaciones de reconocimiento y ataque.


 

Operaciones Iniciales

El 2 de abril de 1982, Argentina recuperó las Islas Malvinas mediante la Operación Rosario. Posteriormente, la FLOMAR se movilizó para asegurar el control del área marítima alrededor de las islas y preparar la defensa ante la inminente respuesta británica. El ARA Veinticinco de Mayo desplegó aviones para misiones de patrullaje y reconocimiento en el Atlántico Sur.

La FLOMAR operó principalmente en dos áreas:

  1. Área de Operaciones de la Fuerza de Tareas 79.1: Comandada por el Contralmirante Gualter Allara, esta fuerza incluía al ARA Veinticinco de Mayo y varios destructores. Sus misiones se centraron en establecer una presencia naval disuasoria y estar lista para interceptar cualquier incursión británica.

  2. Área de Operaciones de la Fuerza de Tareas 79.3: Incluía submarinos como el ARA San Luis y unidades de superficie encargadas de tareas de patrullaje y protección de las islas.

Enfrentamiento con la Task Force Británica

A mediados de abril, la FLOMAR comenzó a enfrentar la realidad de la Task Force británica, liderada por los portaaviones HMS Hermes y HMS Invincible. La FLOMAR intentó utilizar su ventaja inicial en términos de proximidad y familiaridad con las aguas del Atlántico Sur.

Operación Algeciras: Una operación de comandos en Gibraltar, destinada a atacar unidades navales británicas, fue cancelada antes de su ejecución, privando a la FLOMAR de un golpe estratégico significativo.

Patrullas de Submarinos: El ARA San Luis desempeñó un papel crucial en las operaciones de guerra submarina. Sin embargo, los problemas técnicos y la falta de coordinación en los ataques con torpedos limitaron su efectividad.

El 1° de Mayo de 1982: Primeros Combates Directos

El 1 de mayo marcó el primer enfrentamiento directo entre las fuerzas argentinas y británicas. La FLOMAR fue parte de una operación más amplia para hostigar a la Task Force británica, intentando atacar sus posiciones.

Ataques Aéreos: Los aviones del ARA Veinticinco de Mayo realizaron salidas para identificar y atacar unidades británicas. Sin embargo, las condiciones meteorológicas y la eficiencia de las defensas británicas complicaron estas misiones.

Intento de Ataque con el ARA Veinticinco de Mayo: El portaaviones argentino intentó lanzar un ataque aéreo con sus A-4Q Skyhawk. A pesar de las dificultades logísticas y tácticas, la misión fue abortada cuando se confirmó que los portaaviones británicos se encontraban fuera del alcance efectivo.

Pérdida del ARA General Belgrano

El 2 de mayo de 1982, la FLOMAR sufrió una de sus pérdidas más significativas. El crucero ARA General Belgrano, que formaba parte de la Fuerza de Tareas 79.3, fue torpedeado y hundido por el submarino nuclear británico HMS Conqueror. Esta acción marcó un punto de inflexión en la guerra naval. El hundimiento del General Belgrano resultó en la muerte de 323 marinos, representando casi la mitad de las bajas argentinas en el conflicto.

Este evento tuvo consecuencias estratégicas y operativas inmediatas. La Armada Argentina retiró el ARA Veinticinco de Mayo y otras unidades principales hacia aguas más seguras, cerca de la costa argentina, para evitar nuevas pérdidas. Este repliegue limitó las opciones ofensivas de la FLOMAR y permitió a la Task Force británica operar con mayor libertad en la zona de exclusión alrededor de las Malvinas.

Operaciones hasta el 4 de Mayo

Después del hundimiento del General Belgrano, la FLOMAR adoptó una postura más defensiva. La flota argentina se concentró en proteger los accesos al continente y en evitar un enfrentamiento directo con la Task Force británica, que contaba con superioridad tecnológica y de alcance, especialmente con sus submarinos nucleares y aeronaves embarcadas.

Submarino ARA San Luis: Continuó sus operaciones, pero sin éxito significativo debido a fallas en sus sistemas de armamento, como torpedos que no impactaron a pesar de detectar blancos enemigos.

Protección del ARA Veinticinco de Mayo: Con el portaaviones alejado de la zona de conflicto directo, su capacidad ofensiva quedó severamente restringida, limitando el alcance de las operaciones aéreas argentinas.

Conclusiones hasta el 4 de Mayo

Hasta el 4 de mayo de 1982, la FLOMAR enfrentó un entorno extremadamente desafiante. La combinación de la tecnología avanzada de la Task Force británica, junto con la superioridad en inteligencia y logística, puso a la Armada Argentina en una situación difícil. La pérdida del ARA General Belgrano y las limitaciones operativas del ARA Veinticinco de Mayo obligaron a la FLOMAR a revaluar su estrategia, enfocándose más en la defensa que en la ofensiva.

El desempeño de la FLOMAR hasta esta fecha muestra tanto la valentía como las limitaciones técnicas y estratégicas de la Armada Argentina en un conflicto moderno contra una potencia naval como el Reino Unido. La guerra de las Malvinas se convirtió en un conflicto asimétrico, donde la FLOMAR intentó maximizar sus recursos en un escenario adverso, enfrentando desafíos significativos que finalmente influyeron en el curso de la guerra.



domingo, 27 de octubre de 2024

ARA: El sueño de ser suboficial de la Armada

El sueño de convertirse en una mujer militar


La Suboficial Mayor Enfermera Beatriz Hernández pertenece a la sexta promoción de mujeres enfermeras. Fue de las primeras en participar en las Misiones de Paz de la ONU en el extranjero.

Gaceta Marinera



Puerto Belgrano – Con tan sólo 15 años, Beatriz Hernández decidió ingresar a la Armada Argentina junto a una amiga del secundario, con el único conocimiento de que estaría entre las primeras mujeres de la Fuerza en vestir un uniforme.

Corría 1988 y las jóvenes pioneras ingresaban a la Armada Argentina en las únicas especialidades disponibles, Enfermería y Operaciones. Así, Beatriz comenzó a recorrer su camino en la carrera naval, con esfuerzo y dedicación en un ámbito predominantemente masculino, en aquel entonces.

“La Armada fue brindándome las oportunidades y no desaproveché ninguna”, enfatizó la enfermera con más de 35 años de servicios, quien a fin de año se retira.

La Suboficial Mayor Enfermera Beatriz Hernández pertenece a la sexta promoción de mujeres enfermeras. Fue de las primeras en participar en las Misiones de Paz de la ONU en el extranjero, en Haití (MINUSTAH); en realizar campañas en el terreno junto a los Infantes de Marina; en asistir a los buzos tácticos y de salvamento, y también en embarcar en los buques de guerra de la Armada como la corbeta ARA “Granville” y el transporte ARA “King”.



Además de la especialidad de enfermería que obtuvo en la Escuela de Suboficiales de la Armada Argentina en 1990, Beatriz es Mecánica Dental. Estudió histopatología forense y se recibió como Técnica Evisceradora, finalizando luego la Licenciatura en Enfermería.

En la Armada tuvo la oportunidad de capacitarse en QBN (Guerra Química, Biológica y Nuclear), en evacuación médica aeronaval y cursos de Sanidad en Combate como el C4.



La enfermera, de González Catán, se lanzó en paracaídas, buceó, aprendió a manipular diversas armas de fuego, y navegó miles de millas por el Mar Argentino. Y entre sus logros más preciados, nombra la oportunidad de ascender y llegar al grado de Suboficial Mayor.

“Ingresé con una mochila llena de ilusiones y me estoy retirando con la satisfacción de haber crecido profesionalmente, y vivido plenamente una carrera operativa con entusiasmo y emoción”, destacó la Suboficial Hernández.
De González Catán al mar

Beatriz nació en la Ciudad de Buenos Aires y a los pocos años su familia se trasladó cerca de Cañuelas, en González Catán, Municipio de La Matanza, ubicado en la Zona Oeste del Gran Buenos Aires. Allí transcurrió su infancia y adolescencia.

Cursando el tercer año del secundario, la mamá de su amiga Claudia Villafañe la motivó a considerar una carrera de Armas, cuando las mujeres recién comenzaban a transitar el ámbito castrense. “¿Querés ser una mujer militar?”, le preguntó un día y ella respondió “Sí, quiero”.

Había decidido su destino y se fue con esa inquietud a su casa, a contarle a sus padres lo que quería. “Recuerdo que papá me miró y me dijo: ‘hija, pero ¿dónde te van a querer más que en tu casa?’ y acá estoy”, rememoró.

Cuando llegó a su domicilio la notificación de su incorporación a la Armada, sus padres empeñaron las alianzas de matrimonio para poder comprar todo lo necesario para su ingreso. Preparada para emprender el viaje en tren, directo de Constitución hacia la Base Naval de Puerto Belgrano, su mirada no alcanzaba a ver la inmensa cantidad de jóvenes congregados en la estación aquel día. “Éramos cientos de chicos de todas partes subiéndonos a ese tren que nos llevaría a un destino desconocido pero prometedor”, recordó con entusiasmo.




Cuenta que pensaba en un trabajo administrativo como furriel en la Armada, pero esta especialidad naval aún no contaba con cupos femeninos y le asignaron enfermería, ya que las mujeres de operaciones debían ingresar con secundario completo. “Comencé a conocer la especialidad, le tomé cariño, y descubrí que había nacido para cuidar y ayudar a otros”, enfatizó con convicción profesional.

Una vez recibida y con el uniforme puesto, sintió felicidad plena. Había logrado el sueño de ser una mujer militar. Su primer destino fue en Buenos Aires, en el Hospital Naval “Cirujano Mayor Doctor Pedro Mallo”, donde su empatía ante el dolor y el sufrimiento ajeno reforzó su amor y vocación de servicio.

Los siguientes pases en destinos de la Infantería de Marina terminaron de forjar un carácter enérgico y dinámico: sirvió a la lo que hoy es la Brigada Anfibia de Infantería de Marina, y al Batallón de Infantería de Marina Nº2: “Aprendí de camaradería más que nunca y de trabajo en equipo, también que necesitamos siempre del otro para cumplir un objetivo”, subrayó.

De allí, siguió incursionando en destinos poco transitados para las mujeres de la Fuerza, como el Servicio de Salvamento de la Armada (SISA), hasta que en el 2006 la Armada Argentina habilitó a las militares de promociones anteriores a poder elegir ser personal operativo y embarcar en cualquier unidad de superficie.

“Yo quería navegar y ante la posibilidad de hacerlo, elegí ser operativa. En ese momento, ya era mamá de Victoria, que había nacido en el 2002 y hoy tiene 21 años, aunque ya estaba divorciada; pero nunca olvidaré las palabras de mi ex marido cuando busqué su apoyo, me dijo: ‘No esperaba menos de vos, cumplí tus sueños’ y seguí en carrera”, apuntó agradeciendo siempre su sostén.



Así, navegar fue una experiencia hermosa que sumó a las realizadas hasta entonces. “Es que el trabajo de un enfermero en la Armada va más allá de la asistencia en el ámbito hospitalario”, explica Beatriz, conforme de su trayectoria y logros alcanzados.

Sus últimos años de carrera los transitó en el Hospital Naval Puerto Belgrano como encargada del Departamento de Gestión y del Detall Administrativo. Adoptó a Punta Alta, ciudad cercana a la Base Naval, como su segunda casa, aunque su corazón palpita en Mar del Plata.

“La Armada Argentina jamás fue un trabajo para mí, es una forma de vivir con disciplina, responsabilidad, compromiso, y mucho sentido de pertenencia; todo es vocación y honor de servir a la Patria”, destacó.

Las mismas lágrimas de entusiasmo y emoción que brotaron de su rostro el día que tomó el tren hacia Puerto Belgrano, con 15 años, para su ingreso, corren por su rostro hacia el fin de su carrera, a los 48: “Agradezco a la Armada Argentina porque pude cumplir mi sueño de ser una mujer militar”.