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domingo, 1 de junio de 2025

Crisis del Beagle: La impotencia submarina y los piedrazos de Chile

A piedrazos contra la Armada Argentina



 

Hablemos con claridad. Así como la FACh quedó prácticamente fuera de combate debido a una combinación de inoperancia y una cadena de infortunios que desafían cualquier noción de competencia estratégica, la fuerza de submarinos chilena no corrió mejor suerte. Durante la crisis del Beagle, cualquier referencia al "poder aéreo" o "poder submarino" de Chile roza más la fantasía épica que el análisis militar serio; evocaría con mayor precisión un relato de Tolkien que un estudio sobre las campañas de Eisenhower. Para un analista de defensa, resulta exasperante que un militar profesional sugiera evaluar con seriedad la viabilidad de enfrentar una ametralladora con un palo de escoba. Con ese mismo rigor, examinemos qué reales capacidades de combate tenía el único submarino chileno operativo en aquel crítico momento. Este artículo está basado en el aporte de El Snorkel.

 

El submarino que casi hace historia... pero no tenía snorkel

El capitán de navío (R) Rubén Scheihing tuvo en 1978 la misión más difícil de su carrera: impedir por las armas la invasión argentina. Fácil, ¿no? Excepto que tenía que hacerlo a bordo del Simpson, un submarino de la Segunda Guerra Mundial que, con suerte, servía para museo flotante. Y encima, solo. Sí, Chile apostó todo a un viejo tubo de hierro en el que 81 marinos esperaban ansiosos el inicio de una guerra en la que tenían, como ventaja principal... el espíritu patriótico.

Por si la situación no era ya lo suficientemente desesperada, la orden del almirante Merino era clara: hundir cualquier embarcación argentina que intentara desembarcar en las islas del Beagle. ¿Y qué tenía el Simpson para cumplir semejante encargo? Bueno, además de toneladas de óxido y una tripulación con más moral que equipo, contaba con torpedos MK 14 y MK 27, reliquias casi tan vetustas como el propio submarino. "No había otra cosa. Si había que tirarles piedras, se les tiraban", explica. Claro, los argentinos tenían torpedos eléctricos MK 37, más modernos y precisos, pero ¿quién necesita tecnología cuando se tiene entusiasmo? 

Simplemente para meditar: Argentina poseía más de 10 aviones P-2 Neptune y media docena de S-2 Tracker, todos ellos con equipos electrónicos actualizados para enfrentar una flota submarina de la Guerra Fría, siendo los submarinos de la Segunda Guerra Mundial blancos para los cuales estaban altamente preparados para detectar y anular como el Simpson chileno. ¿Y si encima el submarino estaba sin snorkel? Un palo de escoba contra una ametralladora.

Un submarino sin snorkel y sin compañía

A principios de 1978, la Armada chilena tenía cuatro submarinos, pero solo tres en condiciones de navegar. Y a finales del año, la cifra se redujo a uno: el Simpson. Mientras tanto, Argentina tenía cuatro submarinos operativos, incluyendo dos flamantes modelos alemanes. Pero tranquilos, que la Marina chilena tenía un arma secreta: discursos motivacionales. ¡Llame ya!

Capitán de navío (R) Rubén Scheihing

Porque si algo le faltaba a la desafortunada tripulación del Simpson era que, además de estar en un submarino obsoleto y solos contra la flota argentina, su nave tampoco tenía snorkel. Es decir, cada cierto tiempo tenían que salir a la superficie durante ocho horas para recargar baterías. O lo que es lo mismo: hacerle señas al enemigo diciendo "Aquí estamos, húndannos por favor".

Pero nada de eso detuvo a Scheihing. Cuando recibió la orden de Merino, tomó el micrófono y le soltó a su tripulación un discurso digno de película de serie B:

"¡Esto significa que estamos viviendo, a partir de este instante, una situación de guerra con Argentina! Como todos sabemos, es posible que nos hundan, pero me comprometo con ustedes a que, antes de que eso suceda, a lo menos, nos llevaremos a dos de ellos!"

Silencio sepulcral. Y luego, un rugido de patriotismo enlatado:

"¡Viva Chile, m...!"

Qué importa que tuvieran menos posibilidades de sobrevivir que una balsa en un tifón. Lo importante es el entusiasmo.

¿Hubo acción o solo tensión?

Según el experto argentino Ricardo Burzaco, el Simpson fue detectado dos veces por submarinos enemigos. Primero por el Santiago del Estero, cuando el submarino chileno estaba en la superficie recargando baterías (porque no tenía snorkel, por supuesto). Luego por el Salta, justo antes de la famosa "hora H". La situación se puso tan tensa que el capitán argentino incluso ordenó preparar torpedos.

Pero, al final, no pasó nada. Ni ataque, ni torpedos, ni gloria. Todo quedó en rumores. Scheihing, tajante, lo niega:

"No hubo lanzamiento. Nunca disparamos nada. Estábamos listos, pero le garantizo que no (disparamos)".

Porque claro, una cosa era el discurso patriótico y otra muy distinta era entrar en combate con tecnología sacada de un museo de guerra. Recordemos que un espíritu de combate superior hizo que los banzai japoneses derrotaron a la fuerzas norteamericanas en el Pacífico... ¿o no fue así?

Hacia el final de la patrulla, la tripulación estaba al borde del colapso: sin comida fresca, respirando aire viciado y sin poder bañarse más que con una esponja húmeda cada tres días. Pero bueno, no hay nada que el sacrificio y el amor por la patria no puedan compensar, ¿verdad?

Al final, no fue ni la destreza chilena ni la voluntad divina lo que salvó la situación, sino una tormenta con olas de 15 metros y la mediación del Papa Juan Pablo II. Gracias a eso, el Simpson pudo volver a su base, sin hundir ni ser hundido. Y así terminó la gran odisea del submarino que casi entra en combate, pero no tenía snorkel.

El temporal que salvó a la Armada chilena de una catástrofe

Hay eventos que cambian el curso de la historia. En este caso, no fue la estrategia militar, ni la valentía de los marinos, ni siquiera la superioridad técnica (porque, seamos honestos, de eso Chile no tenía mucho en 1978). No. Lo que realmente salvó a la Armada chilena de un desastre fue... el clima. Sí, un temporal de proporciones bíblicas que convirtió la Operación Soberanía en un caos meteorológico imposible de ejecutar.

"Nunca había visto un tiempo tan malo, estaba pésimo. Estaba tan malo que no había posibilidad de operaciones aéreas ni anfibias."

Así lo recuerda el vicealmirante (r) Hernán Rivera, quien admite sin rodeos que si el tiempo hubiera estado más tranquilo y los argentinos hubieran seguido adelante con su plan, no habría habido forma de detenerlos. Un detalle menor, ¿no?

El Prat, listo para ser el primer blanco

Si el Simpson lograba abrir fuego contra una eventual invasión argentina (lo cual ya vimos que era bastante dudoso, considerando sus capacidades), el siguiente en entrar en acción sería el crucero Prat, el buque insignia de la Escuadra chilena. Su misión: disparar artillería contra la flota de desembarco enemiga y, en el proceso, convertirse en el objetivo prioritario de la aviación, la artillería y los submarinos argentinos. Un verdadero sacrificio heroico... o suicida, Yamatista, según se mire.

Pero tranquilidad, que la tripulación del Prat no tenía miedo. Según Rivera, la moral estaba intacta:

"En la gente nuestra no había ninguna duda. El espíritu era ir cuanto antes a la guerra y definir esta cuestión."

Ah, el clásico optimismo chileno. Porque una cosa es estar listos para pelear y otra muy distinta es tener posibilidades reales de ganar. Y ahí es donde las cosas se complicaban.

Un portaaviones vs. fondeaderos camuflados

La gran ventaja de la Armada Argentina era evidente: el portaaviones 25 de Mayo, que le daba supremacía aérea total y convertía a los buques chilenos en blancos flotantes. Más aún, nos enteramos en los 2000s que el portaaviones argentino albergaba apenas 4 cazabombarderos menos que toda la FACh en todo su inventario operativo. Mientras tanto, la Escuadra chilena tenía... refugios naturales en los canales del sur. Sí, porque cuando no tienes un portaaviones, lo mejor que puedes hacer es esconderte.

"Ellos sabían que estábamos en el sur, pero no sabían dónde (...) Los fondeaderos de guerra son lugares absolutamente camuflados donde es imposible ver los buques, ni siquiera sobrevolando."

Básicamente, la estrategia chilena consistía en jugar al escondite hasta que la situación mejorara. Y, para su fortuna, así fue. Igualmente, es la esperanza chilena que los medios aéreos argentinos nunca los descubrieron pese que poseían más de 20 aviones ASW/MPA con capacidad de detectar un snorkel en superficie a decenas de millas. Que no lo publiquen, no quiere decir que no se sepa que las islas del Cabo de Hornos eran ese refugio indetectable.

Además, había otro problemita: el embargo de Estados Unidos había dejado a la flota chilena con una escasez preocupante de pertrechos. Pero bueno, nada que un buen discurso patriótico no pudiera compensar.

De todas formas, Rivera reconoce que la situación no era ideal:

"El Prat habría sufrido daños importantes como consecuencia del ataque de los aviones del 25 de Mayo."

Por eso, la estrategia era usar primero los buques misileros, que serían los encargados de decidir el combate de superficie. En otras palabras, mandar primero a los barcos pequeños y esperar que algo bueno pasara.

El zafarrancho de combate... contra una sonda meteorológica

El 20 de diciembre de 1978 fue el momento más crítico. La Escuadra chilena recibió la orden de salir al encuentro de la flota argentina. El comandante en jefe, vicealmirante Raúl López Silva, reunió a los capitanes y les soltó la arenga final:

"Señores, vamos a definir esta situación de una vez por todas. Se acabaron los ejercicios. La próxima vez que toque un zafarrancho de combate significa que estamos enfrentados a los argentinos."

Todo estaba listo. La tensión era máxima. Y entonces...

¡Sonó el zafarrancho de combate!

Los marinos corrieron a sus puestos con una rapidez jamás vista. El enfrentamiento estaba por comenzar.

Solo que no.

Porque el supuesto contacto enemigo resultó ser... una sonda estadounidense recolectando datos atmosféricos.

Sí, después de tanto drama y preparación, el primer "enemigo" detectado fue un aparato meteorológico.

Al final, las dos flotas estuvieron a menos de 10 horas de atacarse con misiles. Pero una vez más, el destino intervino. La mediación papal y un temporal con olas de 15 metros retrasaron la ofensiva argentina, evitando la guerra.

Rivera, por supuesto, no duda en darle crédito a la Divina Providencia:

"De no haber mediado las condiciones de tiempo, y si los argentinos hubiesen cumplido el plan Soberanía, esto no se habría podido parar."

Así que, en resumen: la Armada chilena, con su flota envejecida, sus pertrechos escasos y su estrategia de esconderse en los canales, estaba a punto de enfrentarse a una fuerza superior. Y justo cuando todo parecía perdido, la guerra fue evitada por una tormenta y la intervención del Papa.

A veces, el mejor plan de batalla es que el clima juegue a tu favor. ¡Qué nivel de impotencia!

lunes, 26 de mayo de 2025

Corbeta ASW: Proyecto 1124M (Rusia)

MPC universal o corbeta antisubmarina





En español, Proyecto 1124 pequeños buques antisubmarinos de diversas modificaciones amarrados en la bahía sur de Sebastopol (2008), distinguibles por los postes de antena de radar de búsqueda general en los mástiles (de izquierda a derecha): Proyecto 1124MU pequeño buque antisubmarino Yeysk con el radar MR-755 Fregat-MA-1; Proyecto 1124M pequeño buque antisubmarino Muromets con el radar MR-320 Topaz-2V; Proyecto 1124 pequeño buque antisubmarino Aleksandrovets con el radar MR-302 Rubka.


MPC universal o corbeta antisubmarina

"Este es un caso especial en esta línea de barcos. Tenía que aparecer como ningún otro", dicen Alexey Nikolaevich Sokolov, autor del libro "Alternativa. Buques no construidos de la flota imperial rusa y soviética ". Pertenecen al proyecto 1126 de cruceros de misiles Defense, que se suponía que serían incluidos como buques insignia en los grupos de búsqueda y ataque destinados a combatir los portamisiles submarinos nucleares enemigos.

En la década de 1960, la implementación del Proyecto 1126 se estancó en la etapa preliminar de desarrollo. El artículo titulado "Proyecto 1126" abordará la creación de un pequeño buque antisubmarino, una pequeña corbeta o una corbeta para la protección de aguas, diseñada para reemplazar al pequeño buque antisubmarino "Albatros" del Proyecto 1124M, que data de esa misma década. Quizás la reencarnación del Proyecto 1126 con un casco más pequeño se vea facilitada por la urgencia de reemplazar los buques que se merecían.

Desventajas del Proyecto 1124M

  • La forma de "hacha" de la proa del casco resultó ineficaz en operación. El buque "corta" las olas y, en condiciones de fuerte viento, se salpica e inunda con fuerza, presentando un cabeceo brusco;
  • Mayor ruido de la planta motriz al operar con motores diésel de 112 cilindros (alta velocidad, escape a nivel de la línea de flotación);
  • Tres hélices de paso fijo de un diámetro relativamente pequeño, pero que operan a altas velocidades (el número de revoluciones del eje de la hélice alcanza las 585 rpm. En el proyecto 1135, proyecto 61, proyecto 1134B - 300 rpm, en el proyecto 1155 - 327 rpm);
  • En comparación con los últimos buques multipropósito extranjeros de la clase "corbeta" o "fragata pequeña", son inferiores a estos últimos en términos de capacidades de ataque (los sistemas de misiles antibuque no se instalaron en los buques soviéticos de esta clase) y en términos de la capacidad de iluminar la superficie y la situación submarina;
  • La baja cadencia de fuego de la familia de sistemas de defensa aérea Osa (2 lanzamientos por minuto al disparar a objetivos aéreos) no les permite repeler ataques simultáneos de varios objetivos aéreos o misiles antibuque, por esta razón, a principios del siglo XXI, todas las modificaciones del sistema de defensa aérea Osa son armas obsoletas e ineficaces .

Carcasas, hélices, motores

Empecemos por el último. Imaginen imágenes de barcos con dos características interrelacionadas: 1) potencia del motor: 5500 CV, velocidad: 20 nudos; 2) P: 17000 CV, velocidad: 25 nudos; 3) P: 24000 CV, velocidad: 27 nudos. Resulta que el primero es un submarino moderno del Proyecto 636.3 con un desplazamiento submarino de 3950 toneladas; el segundo es el crucero de cubierta acorazado de segunda clase "Novik" de la Guerra Ruso-Japonesa, con un desplazamiento de 3080 toneladas; y el tercero es una corbeta moderna del Proyecto 20380, con un desplazamiento de 2250 toneladas. Podemos terminar esta serie con nuestro antihéroe, el MPK Proyecto 1124M, con una potencia total del motor de 38000 CV, una velocidad de 32 nudos y un desplazamiento de 1120 toneladas.

¿Soy el único que "piensa" que un crucero de vapor de 120 años podría "combinar" una corbeta moderna de menor cilindrada si tuvieran la misma potencia? ¿Y por qué una corbeta con un solo motor (6000 hp) no puede alcanzar a un submarino, teniendo en cuenta que tienen la misma edad? Hasta que responda las preguntas con sinceridad, no juzgue duramente al autor por los cálculos "científicos" del artículo; se esforzó mucho por el bien de la Patria.

Para la planta motriz del buque del Proyecto 1126, se seleccionaron dos turbinas M75RU como motores de crucero, y la función de motor de postcombustión recaerá en la turbina M70FRU.


En total, esto supone 10.000 CV menos que su predecesor, el Albatross, pero 4.000 CV más que su competidor, el Steregushchy. Quién lo hubiera pensado, pero, curiosamente, los buques antisubmarinos mencionados contaban con sistemas de propulsión de turbina de gas, y esta elección no perjudicó especialmente la imagen de los buques antisubmarinos. Digan lo que digan, dado que se optó por motores de turbina de gas, será necesario crear reductores para transmitir la rotación a tres hélices de paso fijo.

Además de los tres requisitos estándar para ellos: bajo nivel de ruido, fiabilidad y compacidad; también mencionaremos tres específicos. En primer lugar, cuando el buque esté en movimiento, pero el motor no esté en marcha, la conexión mecánica entre la caja de cambios y el motor debe desconectarse.

En segundo lugar, cuando el buque está en movimiento, pero el motor no está en marcha, se debe conectar un motor eléctrico al reductor para que la cadena de la hélice, la línea de ejes y el reductor no ralenticen el movimiento del buque, sino que generen un pequeño empuje en la hélice. Algo similar se implementa en el submarino Varshavyanka, donde, además del motor eléctrico de propulsión principal de 5500 CV, se puede utilizar un motor eléctrico adicional de 190 CV para una marcha silenciosa y económica. En nuestro caso, nos limitaremos a la potencia de los motores eléctricos de 155 kW (210 CV).

En este contexto, anunciaremos de inmediato la composición de la ingeniería eléctrica interna del buque: un generador diésel DGA-500-2 y dos generadores diésel DGA-315-1. Un generador de 500 kW por sí solo podrá proporcionar una marcha silenciosa y económica del buque, alimentando tres motores eléctricos simultáneamente al remolcar el GPBA. O bien, un generador con una capacidad de 315 kW impulsará dos hélices cuando el barco se mueva sobre una de las turbinas. En general, una modificación pequeña y asequible para la industria de las cajas de engranajes aumentará significativamente la eficiencia del sistema de propulsión del buque.


En tercer lugar, la salida del eje de la hélice desde la caja de cambios debe ser lo más baja posible. En un plano bastante detallado del proyecto 1124M, se midió el ángulo de inclinación de los ejes de la hélice con respecto a la horizontal. El valor aproximado fue de 5,5 grados, lo que significa que la dirección del vector de potencia de la hélice también se desvía hacia arriba. Si utilizamos la función trigonométrica del seno del ángulo, podemos determinar la componente vertical de la potencia total de los motores del barco, de 38 000 CV, lo que representa un valor significativo de 3640 CV, o el 9,5 % de la potencia total.

Es cierto que los Albatros no se ven amenazados en absoluto por el planeo. Sin embargo, la potencia aplicada en la popa del barco contribuye a un mayor hundimiento del extremo de proa, que se encuentra en el lado opuesto al centro de masas del barco, durante el cabeceo. ¿No es esta la razón que agrava el primer inconveniente del barco, mencionado anteriormente? Para reducir la influencia de este factor en el Proyecto 1126, se supone que será posible inclinar el eje de la turbina de postcombustión desde la sala de máquinas delantera en 2 grados (la longitud máxima del eje de la hélice), y los ejes de las turbinas laterales reducirán la inclinación a 4 grados.

Después de los motores, es lógico pasar a la discusión sobre los dispositivos de propulsión. Como preludio a una acalorada discusión, se ofrece una cita de Wikipedia:

El 23 de septiembre de 1901, durante las pruebas de aceptación del crucero Novik, especialistas alemanes solucionaron un grave problema: detectaron un movimiento significativo del casco en el plano horizontal cerca de la mitad de la eslora del buque, es decir, en la zona de las salas de máquinas de a bordo. Para eliminar este fenómeno, la planta modificó los parámetros de las hélices, revisó los mecanismos e igualó las revoluciones de las máquinas central y de a bordo (inicialmente daban 155-160 y 170-175 rpm, respectivamente, y posteriormente, 160-165 rpm). Varias pruebas confirmaron la acertada decisión tomada.

Inicialmente, las hélices de eje lateral diferían poco de las centrales: la primera tenía un diámetro de 4 m y la segunda, de 3,9 m. Tras el accidente del 11 de mayo de 1901, cuando la válvula del cilindro de media presión del motor izquierdo se rompió durante las pruebas, se instalaron hélices nuevas de diámetro ligeramente menor: 3,9 y 3,76 m, respectivamente. Las fuertes vibraciones del casco obligaron a cambiar las hélices en octubre de 1901. En la versión final, las hélices laterales de tres palas tenían un diámetro de 3,9 m y un paso de 5,34 m, y la hélice central de cuatro palas, de 3,56 y 5,25 m.

Por supuesto, la tecnología de procesamiento de hélices de hace 120 años no puede compararse con el procesamiento de productos en máquinas CNC de cinco planos en la actualidad. La mayor precisión y pureza de los productos terminados individualmente permite evitar numerosos problemas durante su funcionamiento en el complejo armamento del buque. Pero la minuciosidad y escrupulosidad en el enfoque para resolver problemas de ingeniería en aquellos tiempos lejanos llama la atención.

Diez años antes de la construcción del crucero Novik, los británicos se encontraron con el entonces desconocido fenómeno de la cavitación de la hélice en un destructor con el simbólico nombre de Dering. Y probablemente no sea casualidad que los buques antisubmarinos de la URSS, equipados con turbinas de gas, varias veces más rápidas que los motores diésel, estuvieran limitados a 300-327 revoluciones por minuto en sus ejes de hélice.

La lucha por aumentar la velocidad se trasladó al ámbito de la mejora de las propias hélices, a la selección óptima del número y la forma de las palas, el diámetro y el paso de la hélice, la elección del material y la mejora de las tecnologías de procesamiento. Desafortunadamente, parece que en los proyectos 1124 y 1124M los diseñadores no se preocuparon mucho por esta optimización y, con 38.000 CV a bordo, que proporcionaban casi 34 CV por tonelada de desplazamiento completo (como un barco con motores de gasolina), simplemente impusieron a la flota la velocidad máxima ordenada de 36 y 32 nudos, respectivamente, según el proyecto.

El famoso "lo pensaré mañana" condujo a las desventajas innatas de los buques: el aumento del ruido durante sesenta años de operación. Una búsqueda superficial en internet no respondió a las preguntas: ¿cuándo y por qué se reemplazaron las hélices laterales de tres palas por otras de cinco palas? ¿O viceversa?



El submarino "Varshavyanka" es considerado la autoridad reconocida en cuanto a navegación silenciosa en nuestra flota. En cuanto a la eficiencia de la potencia disponible a bordo, este tipo de buque supera a todos los mencionados en el artículo. Según los planos y fotografías disponibles, el diámetro de la hélice de siete palas de baja velocidad del submarino se estima en aproximadamente 2,87 metros. Para evitar atribuir la "maldición ancestral" del alto nivel de ruido al buque del proyecto 1126, nos arriesgamos a asumir los siguientes parámetros, basándonos en los datos de su predecesor.

El diámetro de las hélices exteriores de cinco palas debería aumentarse a 2,1 m (2,0 m en el proyecto 1124M), lo que resultará en una reducción del número de revoluciones del eje y una menor potencia de las turbinas M75RU en comparación con los monstruosos motores diésel M-507A1. La hélice central debería mantener el mismo diámetro de 2,4 metros que en el Proyecto 1124M, pero con cuatro palas. Considerando la potencia ligeramente menor de la turbina M70FRU en comparación con la M-8M, esta combinación también resultará en una disminución del número de revoluciones.

La siguiente figura confirma fehacientemente que, en la actualidad, la Armada ha comenzado a prestar mucha atención a la reducción del ruido de los buques, la lucha contra la cavitación y el aumento de la eficiencia de los sistemas de propulsión.


El buque de la izquierda del Proyecto 20380 es la quinta corbeta de esta clase, Retivy, antes de su botadura, posteriormente rebautizada como Mercury; a la derecha se encuentra la corbeta hermana del Proyecto 20385, Gremyashchy, en la misma situación. Es fácil apreciar la diferencia entre los pares de hélices de cinco palas. A modo de comparación, el supuesto tipo de hélice de siete palas de bajo ruido del submarino Varshavyanka se inserta en el centro de la imagen, y encima se encuentra la hélice lateral de cinco palas del buque del Proyecto 1126.

Ahora bien, considerando todo lo anterior sobre los motores y hélices del futuro buque, es lógico pasar a su casco y asiento. Se espera que mejore la navegabilidad y la velocidad del buque al aumentar la relación entre la eslora del casco y la manga en la línea de flotación. Para mantener las características de control, el nuevo buque cuenta con un área de timón un 7 % mayor y una forma modificada con un ligero aumento de altura debido a la reducción de la eslora. La principal diferencia radicará en la instalación de estabilizadores y quillas laterales, como en las corbetas del proyecto 20380. Al mismo tiempo, quizás no debamos abandonar el legado científico de la Unión Soviética.

Tabla № 1

Proyecto / NombreDesplazamiento, t estándar/plenaEslora / Manga / Calado, mPotencia, hpVelocidad, nudos económica/plena
Pr. 20380 “Steregushchiy”1800 / 2250104,5 (90) / 13 (11,1) / 7,95 (3,7)4 × 600014 / 27
Pr. 1126960 / 112675 (68) / 10 (9,8) / 7,0 (3,7)2 × 7000
1 × 14000
15 / 30
Pr. 1124M “Albatros”990 / 112071,1 (66) / 10,15 (9,5) / 6,0 (3,71)2 × 10000
1 × 18000
21 / 32
Pr. 21631 “Buyan-M”850 / 94974,1 / 11 / 2,62 × 600012 / 25
Pr. 22800 “Karakurt”800 / 87067 / 11 / 43 × 800012 / 30

Notas sobre los datos:

  • Desplazamiento (t): peso del buque en toneladas, en condiciones estándar y a plena carga.

  • Eslora / Manga / Calado (m): largo, ancho y profundidad del casco; los valores entre paréntesis indican dimensiones al nivel de la línea de flotación o estructura interna.

  • Potencia (hp): caballos de fuerza del sistema de propulsión (motores).

  • Velocidad (nudos): velocidad en modo económico y máxima.


 
En 1965, se reacondicionó y probó un buque fluvial de carga seca no autopropulsado con un desplazamiento de 3270 toneladas, una eslora de 84,6 m, una manga de 14 m y un calado de 3,2 m. Fue necesario instalar siete cavitadores a lo largo de su eslora y realizar 14 orificios para el suministro de aire. El consumo de aire durante las pruebas fue de 135 l/s, y un aumento en su suministro no provocó una mayor disminución de la resistencia. Las pruebas demostraron que el uso de cavitación controlada reduce la resistencia de la barcaza entre un 23 % y un 26 % a una velocidad de remolque de 16-18 km/h. En 1967, se realizaron pruebas similares utilizando un buque a motor autopropulsado del tipo Volga-Don con un desplazamiento total de 6730 toneladas, una eslora de 135 m, una manga de 16,5 m y un calado de 3,2 m. El consumo de aire fue de 230 l/s y la ganancia total de potencia gastada en el movimiento del buque, teniendo en cuenta la potencia consumida por el soplador, fue del 16-17% a una velocidad del buque de 20 km/h.

Tiene sentido probar un dispositivo de este tipo en uno de los buques del proyecto 1124M de la Armada de Ucrania que se retirará del servicio, con posterior implementación o rechazo en buques del proyecto 1126. Al fin y al cabo, aumentar la eficiencia de un buque y la velocidad de crucero prácticamente sin coste alguno nunca ha perjudicado a ningún proyecto.

La única innovación del buque del Proyecto 1126 que podría considerarse "sin parangón en el mundo" debería ser el casco de fibra de vidrio monolítica, formado mediante el método de infusión al vacío.

JSC SNSZ es la única planta en Rusia que cuenta con esta tecnología y la única en el mundo capaz de crear cascos monolíticos de hasta 80 metros de largo. La ventaja de este casco "no magnético" es su mayor resistencia en comparación con los cascos de acero, lo que garantiza una mayor supervivencia del buque en la búsqueda de minas. Su vida útil es mayor que la de un casco de acero de baja magnetización y su peso es significativamente menor.

Esta es una cita de un artículo de Wikipedia sobre el dragaminas doméstico Proyecto 12700. Probablemente no me equivoque si asumo que la capacidad de producción del Astillero Sredne-Nevsky no podrá manejar ni siquiera la serie más grande en Rusia para la producción de cascos de fibra de vidrio para el Proyecto 1126, destinado a reemplazar los buques del Proyecto 1124M.

Para evitar sospechas de proteccionismo, propongo construir una empresa similar a SNSZ en el Volga, en Tver, aunque ya era hora de hacerlo en Zelenodolsk, donde termina la serie de pequeños buques lanzamisiles del proyecto 21631 "Buyan-M". Con el lanzamiento de dos cascos al año, podremos reemplazar todos los buques de los proyectos 1124, 1124M y 1331M para mediados de este siglo. Pero mejor no hablar de cosas tristes.

Un casco de fibra de vidrio para un barco no es un fin en sí mismo ni siquiera una búsqueda de sensaciones. Al igual que los dragaminas, tendrá que operar en aguas poco profundas con mucha más frecuencia que las corbetas y fragatas de mayor tamaño, lo que garantiza un riesgo de minas al cien por cien. Por lo tanto, el ahorro inmediato en la introducción de nuevas tecnologías y el desarrollo de materiales no tradicionales en la construcción naval moderna puede resultar en pérdidas injustificadas en los momentos más críticos de un futuro tan alarmante, inexorablemente desconocido y inminente.

La superestructura del barco se extiende de lado a lado y está hecha de materiales compuestos multicapa (fibra de vidrio multicapa difícil de quemar y materiales estructurales a base de fibra de carbono), lo que se realizó teniendo en cuenta los requisitos de baja visibilidad de radar (la llamada tecnología "stealth").

Una cita de Wikipedia sobre la corbeta pr. 20380, pero no se puede expresar mejor, y no hay nada que añadir en relación con el proyecto 1126. Quizás debería prestar atención a la necesidad de fabricar las cajas de escape de las turbinas en funcionamiento con titanio, y en general, ¿qué es peor que un diésel? Así es como se puede imaginar el casco del futuro caballo de batalla de la Armada Rusa en términos generales.


Cohetes y bombas, proyectiles y torpedos


El objetivo declarado al principio del artículo de construir un nuevo buque como sustituto digno, universal y económico de los pequeños buques antisubmarinos de diseño soviético implica, de alguna manera, la prioridad de la defensa antisubmarina. Por lo tanto, con el buen sentido del humor del lector, ¡solo el BPK pr. 1155.1 puede superarlo en este aspecto!

El sistema de disparo universal embarcado, con una unidad de lanzamiento vertical bajo cubierta 3S14 para ocho celdas, es capaz de almacenar y utilizar diversas combinaciones de misiles antisubmarinos y antibuque, y, de ser necesario, misiles de crucero de mediano alcance contra objetivos costeros. De este modo, se ha eliminado el cuarto inconveniente del MPC pr.1124M, que lo convertía en un buque de especialización limitada.

Anotemos las ventajas obtenidas con la transición de torpedos de 533 mm, como armamento principal del buque del Proyecto 1124M, a misiles del mismo calibre: en primer lugar, un aumento de la carga de munición de 4 a 8 unidades con la posibilidad de combinarlas según las tareas; En segundo lugar, el alcance del objetivo ha aumentado al menos dos veces (el alcance del torpedo es de 15-20 km frente a los 40 km del misil); y en tercer lugar, la velocidad supersónica del misil en comparación con el vuelo submarino del torpedo reduce al mínimo el tiempo desde que detecta al enemigo hasta que le dispara, reduciendo también el tiempo del enemigo para tomar contramedidas o realizar una maniobra evasiva.

Características de los misiles:

Característica3M-54TЭ3M-54TЭ13M-14TЭ91PTЭ2
Longitud del misil con TPC, m8,9168,9168,9168,916
Diámetro con TPC, m0,6450,6450,6450,645
Masa con TPC, kg3655321031303100
Longitud sin TPC, m8,1326,1096,1096,5
Diámetro sin TPC, m0,5140,5140,5140,512
Masa sin TPC, kg1951150514471400
Tipo de ojivaPenetrante de alto explosivoPenetrante de alto explosivoAlto explosivoTorpedo antisubmarino APR-3ME
Masa de la ojiva, kg200400450500 (long. 3,2 m; calib. 0,35 m)
Tipo de sistema de guiado a bordoInercial + radar activo autoguiadoInercial + radar activo autoguiadoInercial + Doppler + GPS y GLONASSInercial único + sónar acústico autoguiado
Alcance de disparo, km15–22015–300hasta 3005–40
Precisión de disparo, mImpacto directoImpacto directo50...100Impacto directo
Alcance de vuelo del módulo de combate, kmhasta 20
Velocidad máx. del módulo de combate, m/sno menos de 700
Altura de vuelo del módulo de combate, m5...105...1050...150
Profundidad de destrucción de blancos subacuáticos, mhasta 800


Para utilizar eficazmente un arma tan formidable a pleno alcance (lo único más potente que los misiles antisubmarinos en los barcos es un cazasubmarinos), el buque debe estar equipado y armado con sistemas de reconocimiento, guía y control no menos avanzados.


Y aquí, en primer lugar, el helicóptero antisubmarino intenta cobrar protagonismo, aunque hace 40 años la flota casi demostró ser igual de productiva en la búsqueda y destrucción de submarinos utilizando un hidroplano del proyecto 11451. Seamos sinceros: no existe ningún helicóptero antisubmarino ruso para su base en barcos, ni hay planes para ello. Apostar a largo plazo por tecnologías y competencias perdidas resulta impragmático para un país involucrado en un conflicto armado de intensidad media y prolongada en su territorio. Incluso para las máquinas restantes de la era soviética, pero basadas en corbetas modernas con un desplazamiento de 2000 toneladas, existen numerosas razones y limitaciones, tanto técnicas como meteorológicas, que ponen en duda el cumplimiento incondicional de la misión de combate de búsqueda y destrucción de un submarino enemigo. Por lo tanto, en el diseño de un nuevo buque con un desplazamiento de poco más de 1000 toneladas, descartamos por completo la presencia de un helicóptero antisubmarino a bordo en su forma actual, pero no abandonamos los métodos y medios de guerra antisubmarina típicos de los helicópteros.

La posibilidad de que el nuevo buque se convierta en un campeón olímpico en guerra antisubmarina debería estar dada por un conjunto de medios hidroacústicos (HSM) de búsqueda activa y pasiva, que cubra todo el rango de frecuencias accesible a la hidroacústica moderna, utilizando antenas bajo la quilla, bajadas y remolcadas, en combinación con el uso de las capacidades de información de boyas hidroacústicas autónomas activas y pasivas y un sistema estacionario de iluminación de la situación submarina (SOPO). Es imposible predecir el futuro con alta fiabilidad, pero tenemos derecho a nombrar sus prototipos modernos.

El sistema de iluminación de la situación submarina de la corbeta de la serie Steregushchiy incluye la estación hidroacústica Zarya-2 (GAS), ubicada en el carenado del bulbo de proa, con un alcance de energía para detectar submarinos de hasta 19 km, el GAS Viniteka-M con una antena remolcada flexible, que opera en modo pasivo para detectar submarinos con un alcance de hasta 20 km, en modo activo - hasta 60 km.

Los análogos de estas armas electrónicas, con las modificaciones pertinentes, formarán la base del sistema de control de cruceros (CGS) del nuevo buque. Además, integrará una estación de sonar abatible (OGAS) similar a las utilizadas en los hidroalas "Alexander Kunakhovich" y "Sokol". Así, si el OGAS MG-339 "Shelon", instalado en el CPC "Alexander Kunakhovich" y el MPC proyecto 1124M, descendió a una profundidad de 100 metros, el OGAS "Sheksna" con el MPC "Sokol" operó a una profundidad de hasta 150 metros, y el prometedor sonar MG-369 "Zvezda-M1-01", para el MPC proyecto 11451, de serie en la década de 1980, asumió la operación a profundidades de hasta 200 metros.

La amplia experiencia en la operación del Shelon OGAS y las estadísticas indican que el alcance de detección de submarinos, según algunos datos, oscila entre 2 y 15 kilómetros, mientras que, según otros, puede alcanzar los 50 km. Este amplio alcance se debe tanto a las diferencias en las características de los propios submarinos como al estado del mar a distintas profundidades. Considerando todo lo anterior, cabe suponer que duplicar la profundidad de inmersión del OGAS en comparación con las capacidades de los Albatros, y posiblemente aumentar el tamaño y el potencial energético del nuevo OGAS, en combinación con una moderna base de elementos y procesamiento digital de información, aumentará la probabilidad de detección de submarinos a distancias cercanas a los 40-50 kilómetros.

De esta manera, se logra una armonía en la combinación del alcance del equipo de reconocimiento del buque con el alcance de destrucción de las armas disponibles. A primera vista, puede parecer excesivo tener tantos equipos de reconocimiento hidroacústico a bordo del buque (sonda bajo la quilla en el bulbo de proa; POU con sonar en la parte media del casco; GAP en la popa...), pero no necesito hablarles de las perspectivas de "desarrollo y crecimiento" de la patrulla básica y la aviación antisubmarina basada en buques , sobre la reconfiguración de los grandes buques antisubmarinos del Proyecto 1155 en fragatas "universales" y sobre las capacidades antisubmarinas neutralizadas de las fragatas del Proyecto 22350 y Proyecto 11356, y las corbetas del Proyecto 20380 y Proyecto 20385.

Las cuestiones de garantizar el despliegue de SSBN (con un aumento gradual y constante de su número), la protección de las aguas de las bases navales de todos los niveles (sin rastro de FOSS), y por delante está la organización de la escolta de buques civiles... En este punto, los estadounidenses y los chinos ya están perdiendo fuelle, debido a su falta de experiencia histórica; tienen una idea vaga de los posibles desafíos; los europeos simplemente se dejan llevar por la corriente. No podemos llegar tarde. Y es positivo que India esté creciendo en "su" océano.


Tras definir, por así decirlo, el "calibre principal" del buque, tanto literal como figurativamente, profundicemos en los problemas de la rutina de autodefensa del buque, aunque no sin un giro. En teoría, la hidroacústica puede guiar a un submarino moderno en condiciones marítimas difíciles y registrar una salva de torpedos o misiles antibuque contra su buque o un convoy protegido. Para este fin, casi todos los buques de la Armada, desde corbetas hasta buques de mayor eslora, comenzaron a recibir dispositivos de cuatro tubos de 324 mm del sistema de defensa antitorpedo del buque "Paket-NK", con la única excepción de las fragatas de la serie Almirante del proyecto 11356R de la Flota del Mar Negro.

Según Maxim Klimov, la carga de munición de ocho torpedos antisubmarinos y antitorpedos es críticamente insuficiente para un buque de combate que los porta, y el autor coincide con él. En el buque del Proyecto 1126, se deberían instalar dos dispositivos de seis tubos. Los problemas de los negros del sheriff no me preocupan, y tanto yo como el Mando de la Flota deberíamos ser aún más indiferentes a cómo los ingenieros de diseño resuelvan este problema. Quizás aumenten la altura del espacio entre cubiertas en el compartimento de torpedos o la anchura de la escotilla lateral. Una carga de munición lista para usar de 12 torpedos y antitorpedos debería estar ubicada en los lanzadores SM-588; quizás, al menos en este aspecto, el buque se vuelva "inigualable" en la construcción naval nacional.

Ahora hablemos de la guinda del pastel prometida. El buque estará equipado con dos lanzadores de bombas a reacción RBU-1000 Smerch-3 de 300 mm. Convengamos de inmediato que, en nuestro caso, esta arma no está destinada contra submarinos, aunque "también pueden usarse allí". Seis cargas de profundidad a reacción RGB-10 de 300 mm transportan 582 kilogramos de explosivo pesado en una salva. Los doce RGB-60, anteriormente más comunes, del RBU-6000 Smerch-2 de 212 mm, transportan solo 276 kg de explosivo por salva. Como dicen, la diferencia se nota el doble.

A principios de la década de 1960, de donde provienen ambos lanzabombas, la carga de 23 kg de explosivos del RGB-60 era suficiente para causar daños críticos a los submarinos de la época. Hoy en día, la resistencia de los cascos de los submarinos ha aumentado significativamente debido al aumento de la profundidad de inmersión, y su tamaño se ha multiplicado por mucho. Sin embargo, el casco del RGB-10 contiene 97 kg de explosivos, lo que aún supera las cargas de las ojivas de torpedos y antitorpedos modernos del complejo Paket-NK.

Pero lo cierto es que en la actualidad ha surgido una seria amenaza para los buques de superficie: los BEK, cuyo alcance de detección real probablemente no difiera mucho de 1 kilómetro o 6 cables con todos los medios disponibles. El buque del proyecto 1126, por supuesto, tiene espacio para 2-4 MTPU de 14,5 mm, pero en caso de un ataque masivo, podrían no tener tiempo para transferir el fuego y disparar a todos los objetivos. Un argumento de salvación en tal caso podría ser una salva de dos RBU-1000, cuyo alcance nominal de disparo está entre 100 metros y un kilómetro, con cobertura de un área determinada y destrucción garantizada. Sería conveniente desarrollar una munición de racimo moderna para tal caso, con la carga de munición del antiguo RBU-1000.

Además de combatir submarinos y vehículos aéreos no tripulados (UAV), los lanzadores de bombas de gran calibre podrían actuar como inhibidores, disparar boyas hidroacústicas pasivas y activas a cierta distancia, reemplazando su despliegue desde un helicóptero, y, como un sueño, proporcionar el lanzamiento de una fuente desechable de iluminación activa de baja frecuencia del entorno submarino. El tiempo no se detiene; las condiciones, los requisitos y las tecnologías cambian. Los lanzadores de bombas existentes pueden transferirse de grandes buques antisubmarinos desmantelados a un buque de un nuevo proyecto sin costos financieros innecesarios. Sin embargo, mirando hacia el futuro y teniendo en cuenta las deficiencias identificadas en el pasado, no estaría de más aumentar el número de guías de seis a ocho en el nuevo modelo del lanzabombas.

Así es como se ve la composición de armas y medios de guerra antisubmarina para su colocación en el casco de un nuevo buque, comparable en tamaño al pequeño buque antisubmarino soviético.


Ahora, centrémonos en la protección del buque en el hemisferio aéreo superior. Incluso con criterios modernos, el Proyecto 1124M MPC no puede considerarse ineficaz en términos de defensa aérea: el sistema SAM Osa-MA con 20 misiles y un alcance de hasta 15 km; un montaje de artillería de 76,2 mm con un alcance de 11 km contra objetivos aéreos y una cadencia de tiro de hasta 125 disparos por minuto; un fusil de asalto AK-630 de seis cañones y 30 mm con un alcance de hasta 4 km contra objetivos aéreos y una cadencia de tiro de 5000 disparos por minuto; y dos MANPADS.

Si consideramos brevemente una salva de cuatro misiles antibuque Harpoon contra un buque, entonces, teóricamente, dos misiles antibuque podrían ser destruidos por el Osa-MA con una cadencia de fuego de dos disparos por minuto, y dos misiles antibuque más podrían derribar conjuntamente dos montajes de artillería controlados por un solo radar de control de fuego MP-123 Vympel. Pero ¿cuál es la probabilidad de que ocurran tan felices acontecimientos? El reconocido experto en artillería , Serguéi Linnik, también se suma al optimismo: «Durante las pruebas y los disparos de entrenamiento, se demostró repetidamente que el AK-176 alcanza con éxito objetivos que simulan misiles antibuque con un consumo de 20 a 25 proyectiles». Pero

no confundamos las ilusiones con la realidad. La modificación del sistema de misiles antiaéreos Osa-MA entró en servicio en 1976. El último buque construido para la Armada rusa con dicho sistema fue el MPK-59 en 1994 (posteriormente renombrado Snezhnogorsk), aunque Ucrania completó la corbeta Ternopil del Proyecto 2005MU para su Armada en 1124. Un sustituto asequible y adecuado para el veterano de cincuenta años del nuevo buque es el sistema de misiles antiaéreos y artillería Pantsir-ME, instalado en la popa. A continuación, se presentan brevemente las ventajas en comparación con su predecesor. El alcance de destrucción del VC con sistemas de misiles antiaéreos es de 20 km, frente a los 15 del Osa-MA; el número de disparos simultáneos contra VC es de 4 frente a 1; la carga de munición de los sistemas de misiles antiaéreos a bordo (listos para disparar al lanzador) es de 40 (8) unidades, frente a 20 (2) unidades.

Características del misil SAM

Característica9M33M3 (SAM "Osa-MA")57Э6-E (CIWS "Pantsir-ME")
Masa del misil, kg126,374,5
Masa de la ojiva, kg1520
Longitud del misil, mm31583160
Diámetro del cuerpo, mm206170 / 90 (bicilíndrico)
Velocidad máxima de vuelo, m/s5001300


Incluso a simple vista, la ventaja en las características de los misiles es visible.

Lamentablemente, no observamos una ventaja tan evidente en el montaje de artillería AK-176MA-01 propuesto para el nuevo buque, pero nos consolamos con su fiabilidad y calidad probadas. Intentaremos lograr la superioridad sobre sus homólogos nacionales y extranjeros gracias al sistema universal de control de tiro por radar de artillería naval "Puma-5P-10-01" en su configuración básica, con la presencia de un radar de vigilancia de dos coordenadas. Estos son precisamente los radares del sistema de control de tiro que equipan las "obras maestras" de la construcción naval rusa: fragatas del proyecto 22350, fragatas indias del proyecto 1135.6 "Talwar" y fragatas del Mar Negro de la serie Almirante.

Las corbetas del proyecto 20380, a pesar del montaje del cañón principal de 100 mm, se conforman con una versión simplificada del 5P-10-02 sin canal de búsqueda circular. Imagine la precisión de disparo del cañón si la distancia entre los ejes del AG y el radar FCS es de unos 40 metros. Este es el caso de la fragata del proyecto 22350, y el "Puma" es igualmente distante (y quizás igualmente inútil) tanto para el A-192M de 130 mm como para el "Broadsword" de 30 mm al disparar misiles antibuque. En el buque del proyecto 1126, esta distancia no supera los cinco metros entre el objetivo de control y el objetivo. Cabe destacar que el radar de control del "Pantsir" se encuentra en la misma plataforma que los cañones de tiro rápido. Los medios

de comunicación electrónicos mencionaron la posibilidad de instalar lanzadores MANPADS, en nuestro caso Verba, en el casco del radar Puma FCS a petición del cliente. Se obtendría una combinación original si, en los intervalos entre ráfagas de proyectiles de artillería utilizados para transferir fuego a otro objetivo, corregir la guía del cañón basándose en datos actualizados del objetivo o simplemente para enfriar el cañón, el operador pudiera lanzar un misil con una cabeza de guiado IR. Este tándem de sistemas de radar y guía IR contribuiría a mejorar la resistencia de las armas del buque a las interferencias.

Condicionalmente, también se pueden considerar cuatro ametralladoras KPV de 14,5 mm para participar en la repelencia de un enemigo aéreo. Probablemente, a partir de algún tiempo, su instalación en los buques se convertirá en un atributo obligatorio. Pero sería necesario decidir en qué forma se utilizarán las ametralladoras: ya sea al estilo tradicional con MTPU en control manual, o como módulos de combate controlados a distancia. En este último caso, se podrían utilizar los canales optoelectrónicos del Puma y el Pantsir o dispositivos de cubierta especialmente ubicados, como el Sfera-2.

El armamento electrónico del buque no presenta nada intrigante; se podría decir que fue tomado prestado del buque de la clase Buyan-M. En la parte superior se encuentra un radar de detección general de tres coordenadas 5P26M1 (MR-352-M1) “Pozitiv-M1”; debajo, en la parte delantera, un radar de navegación NR-231-1 “Pal” con una antena de ranura de guía de ondas de tres metros; una estación de comunicaciones por satélite a bordo “Centaur-NM”; un sistema de control de información de combate “Sigma” y un complejo EW TK-25-2, que opera en varios rangos de frecuencia, proporcionando una detección oportuna y una supresión efectiva de los equipos electrónicos enemigos (RES). Este párrafo podría haberse omitido, ya que, a juzgar por la primera foto del artículo y la inscripción que aparece debajo, el armamento electrónico de los buques de la serie completa podría cambiarse fácilmente tanto durante la construcción del próximo gallardete como durante la modernización planificada de los existentes.

Comparaciones, análisis, conclusiones


Existe cierto apoyo entre los lectores de VO a la idea de que una corbeta antisubmarina para la flota rusa moderna se construya sobre la plataforma MRK Karakurt. Aún es posible aceptar de alguna manera el casco tipo barco, ya que sin duda cambiará debido al inevitable aumento de desplazamiento. Pero no se puede transigir con un motor que se remonta al desarrollo de los motores diésel de "aviación" en los albores de la motorización aeronáutica.

Condenamos unánimemente el largo proceso de renovación del motor del Su-57 y nos echamos cenizas en la cabeza por el aplazamiento de los plazos para la creación de motores para la aviación civil rusa, y estamos dispuestos a dar luz verde a varias generaciones más de especialistas en motores navales por trabajar en los diésel M504 y M507. Comparemos rápidamente las características del motor de turbina de gas del nuevo buque con las de su predecesor. Los datos de diversas fuentes pueden variar ligeramente entre modelos, pero la verdadera superioridad de los motores de turbina de gas es difícil de refutar.

Especificaciones de los motores

CaracterísticaM75RUM70FRUM-507
Potencia máxima, hp (kW)7000 (5148)14000 (10297)10000 (7355)
Consumo específico de combustible,
kg/hp·h (kg/kWh)
0,190
(0,258 kg/kWh)
0,172
(0,234 kg/kWh)
0,155–0,159
(0,23 kg/kWh)
Masa, kg2250284017100
Vida útil, horas
total / entre mantenimientos
40000 / 2000040000 / 20000— / 10000
Longitud, mm256031257000
Ancho, mm120014701820
Altura, mm132015002420


La mínima ventaja condicional del motor diésel solo se evidencia en el valor de consumo específico de combustible. Como dice el director de la serie de televisión "La Investigación": "Siempre hay una opción". Un lector meticuloso puede realizar comprobaciones sencillas utilizando los datos de la tabla. Si comparamos el buque propuesto con los parámetros especificados en la primera tabla en la versión con tres motores de turbina de gas y en la versión hipotética con tres motores diésel M-507 de la tabla comparativa (en el "Karakurts" M-507D con una capacidad de 8000 CV), el consumo de combustible a plena potencia en ambas configuraciones es prácticamente el mismo. Si bien la versión con motor de turbina de gas tiene 2000 CV menos de potencia, es 40 toneladas más ligera (hemos realizado un ajuste para las cajas de cambios con motores eléctricos). También conviene prestar atención a los posibles volúmenes de los compartimentos del motor, teniendo en cuenta las dimensiones de estos. Aquí será útil retomar la comparación de un submarino, un antiguo crucero y una corbeta que presentamos al principio del artículo...

El montaje de artillería naval AK-176MA-01 (KAU), tras un largo proceso de mejora y modernización, es bueno. Pero ¿por qué no vemos la misma evolución en su munición? ¡Su capacidad de disparo es la misma que la del AK-726! En los últimos 60 años, han surgido en Occidente muchas novedades, incluso revolucionarias. Por cierto, el Oriente moderno no se queda atrás. Es difícil encontrar tal estancamiento en la mejora de los proyectiles de artillería naval en la historia de la flota desde su construcción bajo Pedro el Grande. Entonces, ¿por qué se introdujeron proyectiles semiperforantes en la munición del KAU occidental?

Comparativa de cañones navales de 76 mm

Característica76 mm/62 Super RapidAK-176MAK-175 (% respecto al AK-176M)
Calibre, mm76,276,275
(−1,6 %)
Masa del proyectil, kg6,35,96,0
(+1,7 %)
Longitud del proyectil, mm355 (HE); 366 (AP)355 (OF-62)360
(+1,4 %)
Masa del explosivo, g750 (HE); 460 (AP)400 (OF-62); 480 (ZC-63)500
(+4 % sobre ZC-63)
Velocidad inicial, m/s925980960
Energía, kJ269528332765
Longitud del cañón, cal/mm62 / 472459 / 449660 / 4500
Cadencia de tiro, disparos/min10–8530; 60; 12030; 60; 90


La única forma de superar la inercia en este asunto parece ser cambiar el calibre a 75 milímetros. Un proyectil más pesado y de menor calibre es más efectivo tanto en términos balísticos (pierde su energía inicial más lentamente en vuelo) como en términos de su efecto sobre el objetivo (tiene una mayor reserva de explosivos). Reproducir el AK-176 con un calibre menor para la industria moderna no es como copiar el B-29 después de la Segunda Guerra Mundial en un país devastado. La producción de nueva munición de 75 mm podría justificarse a largo plazo si las fuerzas terrestres de la "Derivación de Defensa Aérea" abandonan el calibre de 57 mm y la munición antigua en favor de un arma moderna tanto para la defensa aérea del ejército como para el futuro vehículo pesado de combate de infantería. Para este último, una palanca de uranio de subcalibre sería muy útil.

En vista de la próxima anulación del último tratado fundamental START en menos de un año, debemos dejar de jugar a ser nobles con la construcción de diminutos buques lanzamisiles con misiles euroestratégicos y comenzar a reponer las capacidades de la flota en defensa antisubmarina.

domingo, 6 de abril de 2025

Malvinas: El ARA San Luis navegando debajo del enemigo

El enemigo desde abajo: la patrulla de guerra del ARA San Luis durante la Guerra de las Malvinas de 1982

El impacto que tuvo el ARA San Luis en la Marina Real Británica

Por el subteniente Grant T. Willis, USAF || Naval Institute

Después de 1945, el uso de submarinos en operaciones de combate se ha limitado al juego del gato y el ratón de la Guerra Fría, con su introducción como plataforma de ataque sumergida guiada con precisión. En 1982, el submarino volvería a hacerse a la mar para hundir buques de guerra enemigos en una batalla convencional, pero estos submarinos no luchaban en nombre de las dos superpotencias de la época. La junta militar argentina, bajo el liderazgo del general Leopoldo Gualtieri, buscó unir a la nación y distraer a su gente de la agitación interna recurriendo a la causa nacional para recuperar las Malvinas, o, como las conocían los británicos, las Islas Malvinas.

Después de mucha presión diplomática de Argentina y reconocidas tensiones económicas y políticas en Gran Bretaña para recortar su gasto militar, la junta lanzó su invasión del archipiélago del Atlántico Sur el 2 de abril de 1982. La primera ministra británica Margaret Thatcher envió una fuerza de tarea naval, cuyo tamaño no se había visto desde la Crisis de Suez de 1956. Los argentinos, después de asegurar las islas con poca resistencia de una unidad ligera de 69 infantes de marina reales, tuvieron que preparar su defensa contra un posible intento de Gran Bretaña de recuperar las islas.

La probabilidad de guerra aumentó a medida que la fuerza de tarea de la Marina Real avanzaba más hacia el sur. Los tres submarinos británicos de propulsión nuclear estacionados en el área dieron la alarma para la flota argentina del almirante Jorge Isaac Anaya. La marina argentina estaba bien armada y era una de las mejores fuerzas navales de América del Sur. El almirante Anaya y su personal habían elaborado el plan para lanzar la invasión y lo presentaron a la junta y al general Leopoldo Gualtieri para su aprobación en 1981. La introducción de los submarinos nucleares de la Marina Real en el Atlántico Sur requirió la implementación inmediata de la invasión el 2 de abril.

Orden de batalla

Muchos de los que estudian la Guerra de las Malvinas de 1982 entienden las hazañas del ARA Santa Fe, un antiguo submarino de la clase Guppy de la Marina de los EE. UU. de la Segunda Guerra Mundial que sufrió graves daños y encalló durante el asalto británico a la isla de Georgia del Sur el 25 de abril. Sin embargo, el Santa Fe no fue el único submarino argentino que participó en combate durante el conflicto de las Malvinas.

Argentina también poseía varios otros submarinos, incluido un nuevo submarino diésel-eléctrico de ataque rápido Tipo 209 construido en Alemania Occidental, el ARA San Luis. El servicio submarino argentino tendría que combinar sus activos de flota y sus camaradas de la Fuerza Aérea y la fuerza aérea naval para intentar cortar la sangre vital de Gran Bretaña y recuperar con éxito las Malvinas en un asalto anfibio. Debido al mantenimiento y la falta de preparación para el mar, solo el San Luis y el Santa Fe estaban listos para el combate durante la Guerra de las Malvinas.1 Si el ARA Salta y el Santiago del Estero hubieran estado listos para el mar a tiempo para la Operación Rosario, tal vez hubieran podido aplicar más tensión y presión sobre los activos de guerra antisubmarina (ASW) de la fuerza de tareas británica.

Muchos de los mejores comandantes de submarinos de la flota argentina en ese momento estaban siendo entrenados en Alemania Occidental, lo que obligó a los oficiales de menor rango y menos experimentados a capitanear sus barcos en el conflicto más importante que los argentinos lucharían en su historia desde su declaración de guerra a la Alemania nazi en 1945.2 Aunque la historia militar de las fuerzas armadas argentinas ha sido ligera, los recursos que Buenos Aires podía aplicar a una guerra en el Atlántico Sur le dieron una ligera ventaja a un ejército argentino que podría, si se hacía correctamente, aplicar sus fuerzas con el máximo efecto en la fuerza de tarea entrante. La aplicación de estos recursos se vería obstaculizada por motivaciones políticas entre sus comandantes superiores y una falta de estándares de entrenamiento y mantenimiento.

Acerca de enfrentar a la flota

Para mantener el poder político en el continente y dentro de la junta, el almirante Anaya regresó su flota de batalla a su puerto de origen en la Base Naval de Puerto Belgrano. 3 Después del hundimiento del General Belgrano, sintió que retener sus buques de guerra restantes mantendría su posición política para ejercer influencia, en lugar de lanzarse a la situación más importante que la Armada Argentina haya enfrentado en su historia. Es fácil decir que la Marina Real hubiera aniquilado a la flota argentina; sin embargo, la combinación de aviones de ataque argentinos con base en tierra, misiles Exocet aéreos, marítimos y terrestres y un portaaviones, la fuerza de tareas de Thatcher, podría haber tenido un resultado mucho más costoso para la recuperación de las Malvinas de lo que experimentó. La fuerza submarina del almirante Anaya parecía ser el único activo de la flota que estaba dispuesto a utilizar en acciones ofensivas de la flota contra la Marina Real.

La patrulla de guerra del San Luis en la guerra del Atlántico Sur ha estado marcada por la controversia. Durante el conflicto, Gran Bretaña perdió seis barcos por bombas y misiles lanzados o lanzados por aviones de ataque argentinos con base en tierra. Estos impactos y hundimientos son, no obstante, notables si se considera la falta de entrenamiento o conocimiento de tácticas antibuque de los pilotos argentinos que volaron contra estos buques fuertemente defendidos. Sin embargo, la guerra en el mar no se limitó completamente al hundimiento del ARA Belgrano (Clase Brooklyn) por el HMS Conqueror (SSN clase Churchill). Después del hundimiento del Belgrano, el resto de la flota argentina fijó un nuevo rumbo hacia su base de origen en Mar del Plata, temiendo nuevos ataques de submarinos nucleares de la Marina Real y pérdidas de más buques capitales que podrían dañar el prestigio y los limitados activos de la junta.

La patrulla de guerra

El San Luis comenzó su patrulla para atacar a la fuerza de tarea al norte de las Islas Malvinas. Durante su única patrulla continua, reivindicó tres ataques con torpedos contra buques británicos. Afirmó haber disparado dos torpedos antisuperficie SST-4 de fabricación alemana y un torpedo antisubmarino Mark 37 estadounidense. Su primer ataque fue contra el HMS Yarmouth (fragata Tipo 12) y el HMS Brilliant (fragata Tipo 22). El ataque del San Luis no tuvo impactos y el buque sostuvo una batalla ASW decidida durante 20 horas, sobreviviendo a cargas de profundidad y un torpedo. El San Luis rompió el contacto y comenzó su segunda incursión el 8 de mayo contra un submarino británico. Doce minutos después de disparar su torpedo, el San Luis escuchó una explosión en el mismo rumbo de su objetivo; sin embargo, la Marina Real no afirmó haber sufrido pérdidas de submarinos durante el conflicto, y se especula que el torpedo del San Luis pudo haber tocado fondo. Su última incursión se llevó a cabo el 10 de mayo contra otros dos buques de guerra, disparando un torpedo contra el HMS Arrow (fragata Tipo 21) y el HMS Alacrity (fragata Tipo 21). Después de seis minutos, se escuchó una pequeña explosión en el rumbo de la fragata, y cuando el HMS Arrow recuperó su contramedida remolcada, fue evidente que había sido alcanzado.4

¿Qué salió mal?

Hubo muchos problemas con el rendimiento de los torpedos SST-4 que había disparado la tripulación del San Luis. Según un análisis de posguerra realizado por el Departamento de la Marina de los EE. UU. en septiembre de 1983:

La principal Fuerza de Tareas británica fue localizada y atacada sin éxito por el Tipo 209, San Luis. Ese submarino estuvo en el mar, y a veces en el área de la fuerza británica, durante aproximadamente 36 días. La amenaza de los submarinos argentinos fue una preocupación constante para el comandante de la Fuerza de Tareas británica, y se realizaron numerosos ataques contra presuntos contactos submarinos, con un gran número de armas ASW que se gastaron. En cualquier caso, el San Luis sobrevivió a todos los esfuerzos ASW británicos, pero al mismo tiempo no pudo infligir daño a la fuerza británica debido a problemas materiales.


Se ha identificado al submarino como alguien que disparaba sus municiones a demasiada profundidad, con un sistema de control de fuego obsoleto que requería que la tripulación calculara sus soluciones manualmente; cables rotos después de que se dispararan los torpedos, lo que impidió la capacidad de dirigir a los peces hacia sus objetivos; la falta de preparación de los SST-4 en los tubos de la sala de torpedos, que no permitían que los torpedos se armaran solos después de dispararse, y una tripulación inexperta.5 Todos estos factores se combinaron para permitir que los buques objetivo escaparan de los ataques del San Luis. Los ataques fueron pobres, pero el hecho de que el San Luis pudiera hacer estas aproximaciones contra lo mejor de la Royal Navy muestra cuán diferente podría haber sido el resultado si el San Luis hubiera estado completamente aprovisionado y preparado para operaciones de combate.

Sin embargo, es significativo que estos ataques y batallas ASW tuvieran lugar. Un submarino de diseño y fabricación alemana había disparado torpedos reales en señal de ira contra buques de guerra de la Royal Navy de Su Majestad por tercera vez en el Atlántico durante el siglo XX. Esta vez, los submarinistas de esta versión latinoamericana de Das Boot habían tenido un golpe de suerte, ya que lograron eludir los decididos ataques con cargas de profundidad y torpedos de la Royal Navy y regresaron a casa sin un rasguño.

Resultados

El 14 de junio de 1982, la Union Jack volvió a ondear sobre Puerto Stanley mientras la guarnición argentina bajo el mando del general Menéndez se rendía. La conmoción y el daño al orgullo nacional argentino dieron como resultado el regreso de la democracia a Buenos Aires, el rechazo del régimen militar y la aplicación por parte del gobierno de la “guerra sucia”, o reinado del terror contra los disidentes del régimen de la junta. Aunque Argentina perdió la guerra, había recuperado su democracia. Para el gobierno de la primera ministra Thatcher, su supervivencia política estaba asegurada y la guerra provocó un aumento del orgullo y el prestigio británicos.6 Lo que comenzó como una humillación nacional había resultado en éxito y redención. La Marina Real sobrevivió y los recortes a sus capacidades y tamaño terminaron debido a la demostración cinética de su importancia para mantener el poder internacional de Gran Bretaña.
Lo que podría haber sido

El resultado de la Guerra de las Malvinas habría sido muy diferente si los torpedos del San Luis hubieran funcionado y golpeado correctamente solo se puede especular. Si las bombas de la fuerza aeronaval y aérea argentina hubieran que impactaron hubieran detonado, tal vez más de nueve barcos podrían haberse hundido. Si el portaaviones ligero ARA Veinticinco de Mayo hubiera podido lanzar un ataque contra los portaaviones británicos con sus diez A-4Q Skyhawks en lugar de abortar debido al mal tiempo y si los torpedos del San Luis hubieran funcionado como se esperaba, la Marina Real podría haber sufrido una humillante derrota a manos de los argentinos. Todos estos factores coincidieron con el hecho de que los británicos tenían poco o ningún avión de alerta temprana y tuvieron que depender de fuerzas especiales, submarinos y radares a bordo de los barcos para detectar aviones que se acercaban en vuelo bajo.

Muchas situaciones contrafácticas posibles podrían resultar en la derrota de un intento británico de recuperar las islas, pero la lucha fue decidida por hombres dispuestos a hacer un esfuerzo extraordinario a pesar del terreno difícil, el clima y las largas distancias. La guerra en el mar puede parecer una cosa de película con capitanes tranquilos y calculadores que atraviesan el periscopio, como cazadores que acechan a sus presas en alta mar, pero guerras como la de las Malvinas aún muestran el papel clave que los submarinos y sus intrépidas tripulaciones pueden desempeñar en la guerra moderna. Hoy, mientras miramos hacia el futuro del combate sumergido, las grandes potencias y sus armadas pueden aprender lecciones valiosas del Atlántico Sur y las hazañas de sus veteranos como el San Luis.

Mirando hacia el futuro desde las Malvinas

En el futuro, los submarinos seguirán desempeñando un papel fundamental en la guerra de expedición, así como en entornos de antiacceso/denegación de área (A2/AD). La combinación de poder aéreo naval y terrestre en un entorno de expedición es un componente clave de las amenazas que enfrentan hoy Estados Unidos y sus aliados del Pacífico. Los oficiales militares estadounidenses deben ser conscientes de la importancia de comprender e integrar todos los dominios de la guerra para mantener la superioridad en los puntos calientes. El Mar de China Meridional, el Pacífico occidental y las aguas del Golfo Pérsico pueden brindar futuras oportunidades para que los buques diésel eléctricos, junto con los submarinos submarinos más modernos, demuestren la importancia de mantener en perfecto estado los procedimientos de guerra antisubmarina, logística, mantenimiento y alerta temprana en tiempos de paz para prepararse para posibles acciones de enfrentamiento y conflictos de mayor alcance. Tal como el Duque de Wellington describió su victoria sobre Napoleón Bonaparte en Waterloo, la Guerra de las Malvinas fue, en efecto, “una cosa condenadamente buena, la más reñida que hayas visto en tu vida”.


Referencias

1. Steven R. Harper,  “Submarine Operations during the Falklands War,” Department of Operations Paper, Naval War College, 1994.

2.Harper, “Submarine Operations during the Falklands War.”

3. Maciej Jonasz “Falklands War: Why Did Argentina Fail?” Modern War, n.d.

4. Harper, “Submarine Operations during the Falklands War.”

5. Harper, “Submarine Operations during the Falklands War.”

6. Bogdanor, Vernon. “The Falklands War, 1982 .” Gresham College, 6 April 2016.