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domingo, 21 de julio de 2019

ARA San Juan: Informe final de la Comisión Bicameral al Congreso de la Nación

Informe final del ARA San Juan sostiene que la "avería" inicial "fue subestimada por toda la cadena de comando"

Por Urgente24


Se presentó Congreso el informe final de la Comisión Bicameral que investigó las circunstancias de la desaparición y hundimiento del submarino ARA San Juan con sus 44 tripulantes.



ARA San Juan.

Se presentó este jueves en el Congreso el informe final de la Comisión Bicameral que investigó las circunstancias de la desaparición y hundimiento del submarino ARA San Juan con sus 44 tripulantes, el 15/11 de 2017.

Una de las "ideas generales" del informe que fueron expuestas en una conferencia de prensa es que la "avería" que generó un "principio de incendio" en los tanques de batería por ingreso de agua previo al siniestro fue "subestimada por toda la cadena de mando" a cargo de la nave.

"Los incendios en los tanques de baterías de los submarinos son accidentes muy graves, son sumamente difíciles de extinguir y obligan en todos los casos a que el submarino se mantenga en la superficie. Esta avería fue subestimada por toda la cadena de mando", señala el resumen.

"Se puede afirmar con certeza que un incendio eléctrico en su batería N°3 desencadenó otros incidentes de magnitud que no pudieron ser controlados por su dotación, con la consiguiente pérdida de plano hasta producirse la implosión por sobrepasar su profundidad de colapso del casco resistente del submarino ARA San Juan", se sostuvo.

En el resumen presentado por la Comisión, se expresa que "no existen indicios" de que la reparación de media vida realizada sobre el submarino "hubiera sido la causa" de la "pérdida" de la nave "ni que alguna deficiencia de la misma hubiera podido impedir la resolución de la emergencia".




En el inicio de la presentación, el presidente de la comisión, el senador justicialista José Ojeda (Tierra del Fuego), leyó un texto en el que se habló de las "dificultades" de "diverso origen" que surgieron durante el trabajo del conjunto.

"No fuimos recibida por la presidente del Senado (Gabriela Michetti) ni por el presidente de Diputados (Emilio Monzó)", reprochó.

También afirmó que hubo "limitaciones para obtener información del Poder Judicial".

"Sabemos a muchos este informe no les va a caer nada bien. Muchos quieren que se indique un autor, a alguien a quien condenar. Pero aquí hay varias responsabilidades compartidas. Vimos más preocupación por deslindar responsabilidades que por asumirlas, en todos los estamentos", leyó Ojeda.



miércoles, 15 de agosto de 2018

ARA San Juan: Ahora le echan la culpa a un suboficial

ARA San Juan: para uno de los investigadores, el submarino implosionó por un error humano



Por Andrés Klipphan | Infobae



El submarino ARA San Juan (Reuters)

La principal hipótesis por la que el ARA San Juan implosionó y se precipitó al fondo del océano es porque cuando zarpó del puerto de Ushuaia el suboficial que debía cerrar de manera manual una válvula lo hizo mal. Por esa razón ingresó agua al submarino, esta entró en contacto con las baterías, se produjo un incendio, concentración de hidrógeno e implosionó. Así de sencillo y de trágico.

No lo dijo cualquiera, sino uno de los integrantes de la junta de investigación creada ad hoc por el Ministerio de Defensa.

Es decir que se trató de un error humano, que sumado a la inclemencia del tiempo, mató a los 44 tripulantes y la Armada perdió el único submarino que tenía en condiciones de patrullar el mar.

Un grupo de familiares de víctimas, los que actualmente acampan frente a Casa de Gobierno hasta que comience la búsqueda del navío, que quedó en manos de la empresa norteamericana Ocean Infinity, ya repudió las declaraciones que durante una exposición en una universidad realizó Jorge Bergallo.

Capitán de navío retirado, Bergallo fue comandante del ARA San Juan; es padre de Jorge Ignacio, uno de los tripulantes desaparecidos el pasado 15 de noviembre; y es uno de los tres integrantes de la junta de accidentes que ya entregaron sus conclusiones al ministro de Defensa, Oscar Aguad.

 

Por estas razones sus palabras no pasaron desapercibidas entre los otros dolientes. Las dijo ante un numeroso auditorio de la Universidad del CEMA.
Parado frente a los atentos concurrentes a la conferencia, el marino emitió una sentencia que es un canto celestial para funcionarios y oficiales superiores investigados por la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yañez, por la desaparición del navío hace casi nueve meses.

—¿Por qué entró agua al submarino? ¿El snorkel, estaba cómo debía? ¿La violencia del mar de alguna manera lo dañó?, le preguntaron desde la tribuna cuando ya llevaba 106 minutos de exposición.

Fue allí cuando el padre del segundo comandante de a bordo del ARA San Juan respondió sin dudar:

—En uno de los mensajes (navales) se dice 'Por entrada de agua de mar al sistema de ventilación se produce el incendio'. Esto quiere decir que entró agua, y si entró agua de mar tiene que haber pasado por la famosa válvula E19. Ahora ¿por qué lo hizo? ¿Por qué se acumuló agua ahí? Tenemos diferentes teorías. Excepto que se encuentre el buque, y que se pueda llegar hasta ese lugar para ver si la válvula está abierta o está rota, las teorías van desde que la válvula quedó mal cerrada cuando zarparon de Ushuaia, porque es una válvula que se cierra al zarpar. No se toca, cuando el submarino va a zarpar, como en los aviones, se hacen una serie de chequeos, de pruebas, y de preparación de mecanismos. Esta válvula se cierra cuando se va a zarpar y no se toca más. Excepto en casos muy imprescindibles, hasta llegar otra vez a puerto. El agua tiene que haber entrado por ahí. Hay alta probabilidad de que el agua de mar entró por ahí. Es la única válvula que se cierra de manera mecánica. El indicador "abierto o cerrado" también es mecánico. Si bien hay varios que chequean cuando pasan por ahí, puede haber quedado mal cerrada porque quien la tiene que cerrar, cerró hasta que se puso dura, como una canilla, como un grifo, pero quedó un poquito abierta y entonces fue entrando agua de a poco, y ese de a poco, no generó problema hasta que los agarró el temporal y el agua que había en el balcón de baterías armó el corto circuito con las baterías al tocar dos conductores diferentes y ser agua salada.

No conforme con cargarle el San Benito a quien debería haber cerrado de manera correcta la válvula que presuntamente fue mal cerrada, el integrante de la junta de investigación agregó: "Desde el punto de vista del alistamiento, el submarino estaba en condiciones de navegar".

Para el final, el submarinista sostuvo que "siempre hay imponderables" y opinó: "Si la válvula estuvo poco abierta o muy abierta eso no lo vamos a saber. En mi fuero íntimo, y en mi familia, nosotros no queremos que se encuentre el submarino. Es absurdo decir: 'Este hombre está investigando y tendría que encontrarlo'. Pero yo no quiero saber cómo está el buque. Ojalá nunca lleguemos a saber cómo estaba la válvula. Ahora, como comisión investigadora puedo decir que el incendio fue por agua y la única forma de ingreso de agua es por esa válvula".
 

El imbécil del ministro de Defensa Oscar Aguad

Aguad ya recibió el adelanto de las conclusiones de la junta investigadora –y que coincide con las palabras del marino retirado expuestas en la conferencia universitaria– pero hasta el momento no fue girada al juzgado de la jueza Yáñez, ni a la Comisión Bicameral parlamentaria que también intenta esclarecer la peor tragedia de la Marina Argentina en tiempos de paz.

En los próximos días la causa volverá a ser novedad: una de las tres querellas le pedirá a la magistrada de Caleta Olivia la imputación de los principales responsables de la zarpada del ARA San Juan y, entre otros, del ministro Aguad.

En el escrito se sostiene todo lo contrario a lo que expuso el padre de uno de los oficiales desaparecidos. El ARA San Juan no estaba en condiciones de patrullar. Ya había tenido problemas en la navegación anterior, y entre otras irregularidades, no se le realizó el mantenimiento obligatorio. Un combo que resultó fatal.

Será difícil que la jueza conceda la medida, ella maneja sus propios tiempos.

domingo, 17 de junio de 2018

ARA San Juan: ¿Hubo pedidos de auxilio?

Investigan un audio que probaría un supuesto pedido de auxilio del ARA San Juan

Son sonaristas que detectaron el 22 de noviembre un sonido de un objetivo de al menos 30 metros de largo en el fondo del mar. La jueza mandará a peritar el audio.
Frente a Cano



A siete meses de la desaparición del ARA San Juan, la investigación que busca determinar qué ocurrió con la nave gira en torno a un audio que aportó un sonarista de la Armada en el que se pueden oír supuestos golpes de casco que provendrían del submarino.

Fuentes judiciales informaron a TN.com.ar que tres suboficiales de la corbeta Spiro declararon esta semana en el juzgado de Caleta Olivia y dos de ellos consideraron "altamente probable" que el sonido pertenezca a la embarcación perdida, pese a que en su momento fue descartado por el Comando de Operaciones de Adiestramiento y Alistamiento de Puerto Belgrano.

La historia del extraño audio comenzó en abril, cuando un testigo de identidad reservada, quien se desempeñó como sonarista durante la búsqueda del submarino, le llevó un pendrive a la jueza Marta Yáñez con una grabación registrada el 22 de noviembre de 2017 -una semana después de la desaparición de la nave- en la que captó golpes efectuados contra un casco metálico desde las profundidades del mar.

Ante la aparición de este dato, la magistrada decidió tomar declaración testimonial al resto de los sonaristas que participaron de esa operación. Y, según pudo saber TN.com.ar de fuente de la causa, todos ratificaron el audio. El cabo principal de operaciones, Vázquez, el suboficial Tapia y el cabo primero Brighi, aseguraron que el sonido es real y dos de ellos expresaron que "existen altas probabilidades" de que sea del submarino. Explicaron que se trata de un método de emergencia antiguo, que consiste en golpear las paredes de la unidad para dar aviso de su localización.

Los oficiales también confirmaron que tras reportar la situación al comando de la Base de Alistamiento y Adistramiento, y luego de que el destructor Almirante Brown se acercara a la zona y también detectara el sonido, el contralmirante Luis López Mazzeo ordenó que ambas naves se retiren de la zona. La respuesta de las autoridades fue que se trataba de una sonoboya de Estados Unidos, cuya función se desconoce ya que es de carácter reservado.

Sin embargo, ante la Justicia, los marinos dejaron en claro no estar de acuerdo con esta hipótesis. Los suboficiales aseguraron que el objeto de donde prevenían los sonidos tenía al menos 30 metros de largo y estaba fijo en el fondo del mar, a unos 300 metros de profundidad aproximadamente y a unas 200 millas de la Península Valdés. Explicaron, a su vez, que los ruidos eran irregulares. "No eran golpes constantes, había lapsos de tiempo entre serie y serie, como si la tripulación se fuera turnando. Estuvimos entre 10 y 12 horas escuchándolo", sostuvo uno de los suboficiales.

Los siguientes en visitar el juzgado de Caleta Olivia serán los sonoristas del destructor Almirante Brown. Una vez que se culminen las testimoniales se procederá a la pericia del audio. "Eran momentos de mucha ansiedad, desesperación y los marinos pudieron haberse dejado llevar por esa sensación, por eso este proceso debe ser certero", sostuvo a TN.com.ar una fuente de acceso al caso.

La válvula ECO-19


La jueza Yáñez tiene practicamente probado que la unidad naval no estaba en condiciones de navegar debido a la falta de mantenimiento. En este sentido, una cuestión aún la desvela como publicó TN.com.ar semanas atrás: el supuesto desperfecto de la válvula ECO-19, que se encuentra en la tubería de ventilación del tanque de baterías de proa y debió evitar el ingreso de agua y por algún motivo no lo hizo.

La magistrada cree que no funcionó debido a su falta de mantenimiento. Es que varios submarinistas le recalcaron que la válvula solo puede repararse cuando el submarino está en dique seco, lo que no ocurrió en los últimos 39 meses de servicio de la embarcación.

En su reciente declaración ante la Comisión Bicameral del Congreso de la Nación, López Mazzeo dijo que la válvula fue reparada, pero Yáñez no entiende cómo si la nave nunca salió del agua.

Fuente: TN

jueves, 31 de mayo de 2018

ARA San Juan: Enormes problemas de mantenimiento

Exclusivo: el oxígeno de emergencia del ARA San Juan era insuficiente, había víveres vencidos y hasta pan en mal estado


Por Andrés Klipphan | Infobae




Estudiar de manera detallada los documentos "SECRETOS" y "RESERVADOS" que se incorporaron a la causa judicial que investiga la desaparición y la búsqueda del ARA San Juan y sus 44 tripulantes -el 15 de noviembre de 2017- es la triste muestra de la degradación a la que se vieron sometidas las Fuerzas Armadas durante los últimos gobiernos democráticos, y que se profundizó en los últimos años.

La jueza federal Marta Yañez ya recibió un informe de auditoría elaborado por la propia Armada en la que reconoce que el ARA San Juan ya había suspendido un "adiestramiento específico y combinado en operaciones de escape, rescate y asistencia del personal submarino siniestrado" con la "Marina de Brasil por estar pendiente la certificación de escotilla", es decir por el lugar dónde los tripulantes deberían ser evacuados en caso emergencia. Que la escotilla no estuviese certificada quiere decir que no había sido homologada. En otras palabras, no había certeza que se abriera, al menos de la manera correcta.

Por eso Luis Tagliapietra, abogado querellante y padre de Alejandro, una de las víctimas, se preguntó ante Infobae si aunque el amplio despliegue nacional e internacional hubiese resultado exitoso, habrían podido rescatar a los submarinistas. Una pregunta que ya no se podrá responder, al menos si no se encuentra al buque en el fondo del océano.



La lectura de la causa revela también la poca atención que los responsables de la Marina, y el ministerio de Defensa, le otorgaron a los reclamos y sugerencias que Pedro Martín Fernández, el comandante del submarino, realizó después del último patrullaje, entre el 1 y el 19 de julio de 2017 y que podrían haber evitado la tragedia.

Aunque parezca increíble, el Capitán de Fragata, y responsable del único submarino argentino que estaba en operaciones, se quejó ante sus superiores porque el pan con el que lo aprovisionaron era "común" y no lactal con lo cual "se puso en mal estado con el correr de los días" y que "las bebidas y algunas golosinas fueron adquiridas por el propio personal", ya que gaseosas y jugos no fueron incluidos en el suministro.

El expediente también revela que el 25 de octubre pasado el buque de guerra zarpó de la Base Naval de Mar del Plata, con material vencido y en menor cantidad. Algunos ejemplos.

El 95% de los filtros, los llamados canisters, que evitan la contaminación por hidróxido de carbono, léase los que hacen respirable el aire, estaban fuera de la fecha de vencimiento. Además de llevar casi 600 menos de los previstos por el fabricante alemán.

El propio jefe de Gabinete, Marcos Peña, en su exposición ante los senadores reconoció que en vez de los "1.600 recipientes comúnmente denominados canisters de cal soda que actúan como agente absorbente de dióxido de carbono, el ARA San Juan zarpó con 1.059" y de esa cantidad, "51 vencían en 2021, otros 448 habían vencido en junio de 2014 y los restantes 560 vencieron en septiembre 2015".


Enorme inútil, persona muy dañina para todo el país, el jefe de Gabinete Marcos Peña 

Pero eso no es todo. La nave siniestrada "también llevaban 24 dispositivos de oxígeno OR 3000 (denominadas comúnmente candelas), para provisión de 6 días de oxígeno de emergencia, cuando el fabricante del submarino estipula 100".

En la causa, y a través de declaraciones testimoniales, ya está probado que otras 36 candelas "habían quedado estibadas en tierra desconociéndose la causa por la cual el Comando del Submarino no las embarcó".

Raciones insuficientes


Infobae ya informó de manera exclusiva que Fernández había solicitado al jefe del Comando de la Fuerza de Submarinos (COFS), a cargo del Teniente de Navío Fernando Villamide; y al comandante de Alistamiento y Adiestramiento Naval (COAA), vicealmirante Luis López Mazzeo, que no se le ordenara más al ARA San Juan realizar control de mar, esto es fotografiar y filmar a la flota pesquera extranjera y a aeronaves y la flota inglesa porque esta actividad ponía en riesgo la integridad física del personal y del propio buque.

Ahora también se sabe que los trajes de escape no alcanzaban para los 44 tripulantes, y que algunos estaban vencidos; que tampoco alcanzaban los víveres de emergencia, que en las dos balsas no entraban todos los marinos y que hasta el oxígeno de auxilio eran tres veces menor a las 100 horas que en sus conferencias de prensa, el capitán Enrique Balbi sostuvo.

Durante su declaración testimonial en Caleta Olivia, al ser consultado sobre el tema, Balbi, vocero de la Armada Argentina, dijo que todo lo que le transmitía a la prensa era "información verbal que recibíamos por parte del ministerio de Defensa o del Jefe de la Armada (Almirante Marcelo Srur)" y que todos esos datos eran volcados "en un parte que era visto por el Jefe de la Armada y si se aprobaba era trasmitido a los medio".


Enrique Balbi

Un minucioso trabajo de la abogada querellante Valeria Carrera, del estudio de Fernando Burlando, y en base a la documentación oficial aportada por el ministro Marcos Peña al Congreso, demuestra que las raciones de alimento de emergencia "para siete días" embarcados y que debían ser utilizados en caso de ocurrir un incidente mayor, no alcanzaban para los 44 tripulantes.

El ARA San Juan había sido provisto con solo "240 unidades de conserva mixta ración de emergencia en paquete termosellado sabores varios". La marca era "Sabor de reyes". El suministro "para siete días", solo alcanzaban para 34 tripulantes.

Los mismo ocurría con las 240 unidades de "bebida energizante" de medio litros de la "Gatorade", con las dos unidades para cada tripulante de "barra de cereal de 21 gramos sabor dulce de leche" y las dos barras por tripulante de "barra de chocolate de 14 gramos" marca "Aguila". Todo calculado, según los cálculos de la querellante, para "tan solo treinta y cuatro tripulantes, diez menos que la dotación desaparecida".

"La información, hasta ahora reunida en la causa me recuerda el paracaídas vencido que no se abrió y le costó la vida a Julio Martín Acosta, aunque luego culparan al pobre fallecido", recuerda la abogada Carreras haciendo referencia al caso del incidente ocurrido el 29 de julio del año pasado, fecha en el que murió el buzo táctico de 33 años durante un ejercicio programado de adiestramiento de salto en paracaídas.

Gastritis y pan en mal estado


En febrero de 2017, cuando el mando del ARA San Juan paso del Capitán de Fragata Eduardo Cella Irigoyen al Capitán de Fragata Pedro Martín Fernández, se realizó una auditoría con vista a la "entrega y recepción del comando SUSJ". Allí, entre todas las novedades volcadas en el acta, el subinspector auditor Juan Carlos Fuentes, que tenía el grado de capitán de navío, se encontró con que el 60% de los víveres para EMERGENCIA, indicado en el acta con las siglas "EGA" estaban vencidos desde agosto del año 2016 y el 40% restante vencerían en abril de 2017.

Esto, claro está, además del resto de los problemas que ya venía arrastrado como pérdida de aceite, mal estado en algunas baterías y válvulas, averías en el periscopio, imprescindible para las fotografiar los buques pesqueros y de la defensa británica en las Islas Malvinas -según la orden de operaciones-, y hasta la falta de calibración en los inyectores de los motores diesel. Inconvenientes que no se superaron.

El 14 de agosto de 2017, un mes y medio antes de su última zarpada desde la Base Naval de Mar del Plata, el comandante Fernández elevó al jefe del Comando de la Fuerza de Submarinos, un contundente "Informe de actividades del ARA San Juan", en la que relata, tal como ya publicó Infobae, que habían detectado en dos oportunidades el "rumor sonar" de un "submarino nuclear" presumiblemente británico, y que durante su patrullaje de "control del mar" el pesquero de bandera china Lu Rong Yuan Yu 833, intentó embestirlo.

Estas dos novedades siguen siendo negadas por el ministro de Defensa, Oscar Aguad. Sin embargo, en la causa ya está acreditado a través de esa documentación y de testimonios de tripulantes del patrullaje del 1 al 19 de julio.


La última imagen: dos meses antes de partir a Ushuaia

En esa patrulla, 12 tripulantes pasaron por la enfermería. Cuatro tenían "cefalea"; uno "micosis", otro "contractura muscular", un oficial se cortó la pierna derecha por lo cual tuvieron que "cerrar la herida con gotita"; otro tripulante estuvo con un "síndrome gripal"; otro oficial sufrió "síndrome vertiginoso"; otro tuvo una infección en una muela y cinco tripulantes debieron ser tratados por "gastritis", un cuadro del que también padecía el comandante Fernández ya que en la última patrulla, cuando hicieron base en Ushuaia, fue atendido en el hospital local con ese síntoma.

Fue justamente el capitán del ARA San Juan quien también reportó -después de la novedades de la "situación sanitaria" de sus marinos, en el "apartado número 4" los "víveres embarcados", para 23 días y que iban desde aceite, dulce de batata, harina, levadura, jamón y kétchup; hasta pan, papas, perejil y pollo.

En otra de las planillas elevada a la jefatura del Comando de la Fuerza de Submarinos, el ahora desaparecido comandante del ARA San Juan volcó los menús de abordo. Milanesas de pescado con verduras asadas; pollo arrollado con puré de papas hasta bife a la provenzal y fideos al pesto.

A la hora de las "conclusiones", el Capitán Fernández fue tajantes con sus superiores: "Si bien los víveres embarcados fueron de muy buena calidad (…) durante este tipo de navegaciones prolongadas sería conveniente utilizar insumos enlatados, disecados y mejoras de rancho". La explicación es tan didáctica que cuesta creer que nunca se haya adoptado -tampoco se aplicó en la última y fatal-. "Las comidas que requieran agua hervida, fideos, arroz, ravioles; ponen en riesgo la seguridad del personal de la cocina ante la maniobra de la Unidad, por lo que sería conveniente reducir los menús".

Fernández también aconsejo -y otra una vez más no le hicieron caso- que "es conveniente que el pollo sea provisto deshuesado, o con la antelación suficiente para que lo haga la Unidad, a fin de disminuir el volumen que ocupa en el frigorífico".

Los dos últimos puntos del informe del comandante del submarino sobre los alimentos, al parecer, tampoco revistieron importancia para su jefe Villamide, porque en la última patrulla repitieron las dos lamentables situaciones.

La primera: "Es conveniente embarcar en este tipo de navegación pan lactal ya que la forma en la que está envasado facilita su estiba y además, por sus conservantes, se degrada en un tiempo mayor al pan común. El pan común embarcado se puso en mal estado con el correr de los días".

La segunda: "Sería conveniente que dentro de las provisiones para la navegación, de patrulla prolongada, la inclusión de bebidas (gaseosas, jugos) (…) Para esta navegación las bebidas y algunas golosinas fueron adquiridas por el propio personal".

Por si alguna autoridad quiere desmentir la afirmación del Comandante Fernández, antes debería leer los folios 34 y 35 que lleva el sello de la "Armada Argentina, submarino ARA San Juan" y está acompañado por el sello y firma del Capitán de Fragata desaparecido junto a sus tripulantes y en la causa de la jueza Yañez figura entre la documentación del "Agregado 17".

martes, 1 de mayo de 2018

ARA San Juan: Se detectaron golpes de casco y fueron descartados por la comandancia

ARA San Juan: un testigo asegura haber registrado en su sonar golpes de cascos que serían del submarino desaparecido

Infobae accedió a la declaración de un sonarista de una de las corbetas que participó en el operativo de búsqueda

Por Andrés Klipphan | Infobae



ARA San Juan (AFP)

La declaración sorprendió a la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yañez. Los dichos figuran a partir de la foja 1.527 y fue volcada al expediente el pasado 16 de abril. De corroborarse esos dichos con otros protagonistas de la historia, la causa por la desaparición del ARA San Juan con sus 44 tripulantes podría dar un giro insospechado. Un suboficial sonarista de una de las Corbetas de la Armada Argentina que participó en el operativo de búsqueda y rescate del submarino juró que el martes 21 de noviembre de 2017, seis días después de la desaparición del sumergible, escucharon, registraron y grabaron "unos golpes de casco" y una detección en el registro del sonar "que reunía muchas condiciones para ser un submarino".

"El golpe de casco se hace con algún elemento metálico fuerte. No seguía un ritmo para que nosotros pensemos que fuese un motor o algo, y ningún animal puede hacer un sonido de ese tipo", dijo y afirmó que el Comando de Adiestramiento y Alistamiento (COAA), por entonces a cargo del Contraalmirante Luis Enrique López Mazzeo, envió al destructor Almirante Brown "para que corrobore el posible contacto (con el ARA San Juan) porque tiene mejor sonar y a nosotros nos solicitaron que nos corramos del lugar".

—¿Y el destructor Brown detectó algo?, le preguntó la jueza al militar.

—En ese momento también escuchan el contacto. También lo califican como posible SUB (submarino) y confirman que escuchan golpes de casco. A raíz de ello se solicitó al Comando otro medio de búsqueda. En ese momento estábamos buscando un submarino posiblemente asentado. En ese primer contacto estábamos a unos 300/400 metros de profundidad. Estuvimos aproximadamente 48 horas ahí y después una orden del COOA que nos destaca a otra posición y al Brown también lo enviaron a otro lado. A nosotros nos llamó mucho la atención. Después si fue alguien a ese lugar no lo sé, pero en ese momento no llegó nadie más al lugar. La colaboración internacional llegó después.

El suboficial que declaró durante cuatro horas ante la jueza solicitó que se preservara su nombre por temor a represalias dentro de la Armada. De todos modos, sus datos personales quedaron asentados en la primera foja de su exposición judicial.

Por esa razón Infobae no reproduce su apellido y la embarcación en la que se desempeñaba cuando realizó, según su opinión profesional, un posible "contacto" con los tripulantes del submarino que habrían estado golpeando el caso del ARA San Juan como señal de socorro, ya que no tenían otra forma de comunicación.

La pericia del suboficial sonarista, que implica ser los oídos y los ojos de la unidad de superficie bajo el mar, está probada. Tiene experiencia en la Armada Argentina como sonarista de 17 años, según consta en su foja de servicio. Se desempeña como "supervisor de sonar", aunque durante la búsqueda del ARA San Juan, se desempeño como "operador de sonar". El marino llegó a la causa de la mano de Luis Tagliapietra, el representante de la principal querella y padre de Alejandro, uno de los 44 desaparecidos.

El sonarista le explicó a la magistrada que su especialidad es "escuchar a un submarino" y detalló que "cuando el sonar detecta un posible contacto, se ve en la pantalla un punto que de acuerdo con su intensidad puede tener alguna relevancia, como lo fue en este caso".

El capitán Enrique Balbi, el vocero de la Armada, nunca informó sobre este supuesto contacto con los tripulantes del San Juan.

Infobae, por fuentes de la Armada, confirmó que desde la Corbeta en la que se desempeñaba el testigo, se emitió un Mensaje Naval, con el posible contacto. Y que lo mismo ocurrió con el Almirante Brown. Sin embargo, desestimaron la información y no continuaron la búsqueda en ese "cajón", es decir la zona que tenía delimitada la embarcación porque el Comando de Adiestramiento y Alistamiento, después de enviar la grabación de esos sonidos a los Estados Unidos, se descartó que fuese del buque de guerra desaparecido.

Con pesar, el sonarista se lo contó así a la jueza Yañez: "Nuestro Comandante no descartó la información, sino que la envió al COOA y el COOA (a cargo de López Mazzeo) es el que la descarta. En ese momento solo nos mandaron a otro lugar, pero sin ningún tipo de fundamento. No me consta que haya habido algún otro buque investigando en la zona del posible contacto".

—¿Qué le dijeron sobre los sonidos que grabaron?, quisieron saber desde el juzgado.

—El Capitán me dijo que según le explicaron a él, los audios habían sido analizados y enviados posteriormente a los Estados Unidos. Pero eso no me convenció. En ese momento le dicen al comandante (de la Corbeta que detectó el supuesto contacto con el San Juan) que lo que nosotros escuchamos fueron mini drones americanos que supuestamente están ahí para medir condiciones meteorológicas.

—¿Y antes o después de ese día, habían escuchado esos mismos ruidos?, preguntó el abogado Tagliapietra.

—No. Nunca. Para mí eran golpes de casco de submarino, respondió de manera tajante el testigo.

—¿Tiene para aportar material probatorio?, insistió la querella.

—Sí, tengo el informe de los contactos y hay archivos de audio de los golpes de casco que tomé durante mi turno. Esas grabaciones son archivos confidenciales que tienen que estar en la Corbeta. Las comunicaciones del contacto sonar en el momento de la búsqueda se informo con un Mensaje Naval, con la posición, el grado de confianza, que en este caso era alto, y alguna característica especial, en ese caso, los golpes de casco. Esa información la bajé en mi pen drive que es lo que aportó.






Por último, el marino y actual integrante de la Armada Argentina dijo, ante una pregunta de la fiscalía que "ese momento se vivió con mucha expectativa porque se tenía confianza de que podía ser el ARA San Juan".

Búsqueda y rescate ineficiente.


Después de su participación en el operativo SARSUB (búsqueda y rescate de submarino) el suboficial tuvo dos noticias, una buena y otra mala.

En primer lugar, fue ascendido porque había aprobado los cursos de especialización y había cumplido los años necesarios para que esto ocurriese.

Pero también fue castigado con cinco días de arresto por criticar con dureza a través de las redes sociales a la cúpula de la Armada por la supuesta tardanza en ordenar las tareas para hallar a los submarinistas perdidos.

Estos dos hechos también quedaron plasmados en su declaración.
"Como militar no debí realizar esos comentarios. Me arrepiento de eso, y tuve mis consecuencias, pero yo sabía que las cosas se hicieron mal según los protocolos (…) Todo lo que iba pasando me iba molestando (…) Inicialmente la búsqueda fue mal hecha. Se tomaron entre 36 y 48 horas de la última comunicación. No se cumplió con el protocolo para la fase inicial. Primero se preveía un problema de comunicación y se esperaba que aparezca en Mar del Plata. Yo creo que en Puerto Belgrano iba muy despacio la coordinación porque seguían esperando a que se comunique. El protocolo habla que después de 12 horas se debía desplegar el SARSUB", es decir la búsqueda y rescate del submarino. De acuerdo con la última comunicación se tendría que haber activado el plan antes".

Tanto el Capitán Balbi, como el ministro de Defensa Oscar Aguad, en la Comisión Bicameral que investiga la desaparición y búsqueda del ARA San Juan opinaron distinto y, es más, afirmaron antes los familiares de los 44 tripulantes, diputados y senadores, que el SARSUB "comenzó antes".

El debate está planteado y los funcionarios, en este punto, parecen estar en desventaja. Así lo creen las querellas y Marcelo Covelli, el capitán de Ultramar que colabora con Tagliapietra como asesor y perito.

Consultado por Infobae sobre un tema tan técnico, pero central, reflexionó:
"Primero cabe aclarar que, acorde el protocolo SARSUB, es absurdo decir que una búsqueda haya comenzado antes de tiempo, eso es imposible, es como si afirmáramos que una persona apretó antes el botón anti-pánico, eso es ridículo ya que la prueba que indica que la persona tenía miedo es precisamente el hecho que haya oprimido ese botón, para eso se diseñó el dispositivo, para ser activado cuando el usuario tenga miedo, del mismo modo, una de las razones por las que se puede activar la búsqueda de un Submarino es cuando su comando en tierra tiene temor de la seguridad de la nave, para eso se creó el Plan SARSUB, por lo tanto, la prueba que demuestra que el Comando de la Fuerza de Submarinos ya temía por la seguridad del ARA San Juan es precisamente el hecho que hayan comenzado la búsqueda".

"Por otro lado -insiste Covelli- si se tiene en cuenta el criterio del vencimiento de la comunicación de seguridad (INTERCOM) la búsqueda debió comenzar el día 16 a 0600 horas, y comenzó el 16 a 13:23, casi 7 horas y media más tarde".

—¿Y qué dice el expediente judicial sobre el tema?, pregunto este medio.

—En la causa está totalmente probado que no se cumplió con el protocolo, aplicando deficientemente algunas etapas y omitiendo otras por los cuales queda probado que no se realizaron los máximos esfuerzos posibles para buscar al ARA san Juan y rescatar a sus tripulantes.

Si esto es así, es imprescindible que la jueza Yañez arroje luz sobre los por qué que deja planteado el Capitán de Ultramar y el testigo que opina en igual sentido y que juró haber escuchado a través del sonar de una Corbeta golpes metálicos que provendrían del buque de guerra aún perdido.

martes, 24 de abril de 2018

ARA San Juan: La hermandad del silencio

La hermandad del silencio: la búsqueda del ARA San Juan

Este informe documental de Radio Mitre, muestra las increíbles sensaciones que tuvieron y tienen aun hoy, algunas de las personas que más de cerca han vivido la tragedia del submarino.

Radio Mitre



El 16 de noviembre de 2017 el submarino ARA San Juan debía comunicarse con su base. Sin embargo, no lo hizo…

De ahí en más, en Argentina y en el mundo, ese silencio comenzó a llenarse con hipótesis, pruebas, contrapruebas y especulaciones.

El objetivo del documental que aquí presentamos no es sumarse a éstas sino trasladarnos a la instancia anterior de la noticia. A la parte humana. Sensible. Y dar cuenta de una hermandad que aúna a todos aquellos que, navegando, desafían diariamente a los Dioses de las aguas y el viento.

Una responsabilidad y una camaradería por muchos desconocidas se vieron expresadas en la llegada a nuestro mar de miles de representantes de más de 10 países, que sin descanso, pusieron todo de sí para buscar al submarino.

“La hermandad del silencio – la búsqueda del ARA San Juan” es un informe documental que muestra las increíbles sensaciones que tuvieron y tienen aun hoy, algunas de las personas que más de cerca han vivido esta tragedia, dando cuenta a su vez de su amor por el mar, de lo que significa ser submarinistas, de lo que implicó embarcarse para buscar a esos 44 camaradas, o de cómo fue volver a casa con las manos vacías. Representantes de las principales Armadas del mundo involucradas, Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Chile, y por supuesto, Argentina, dan cuenta de todas esas sensaciones y de esta cofradía que existe entre los submarinistas, abriendo sus almas a quienes deseen escucharlos.

Por medio de una serie de entrevistas únicas y exclusivas que realizó el equipo de producción de Radio Mitre, se grabaron los testimonios del Comandante Mike Eberlein, Oficial a cargo de la “Unidad de Rescate Submarino”, de la Armada Estadounidense; del Comandante Angus Essenhigh, Oficial a cargo del HMS Protector, de la Real Armada Británica; del Capitán de Navío Cesar Miranda, Comandante del buque Cabo de Hornos, de la Armada Chilena; de Yuri Andruschak, ingeniero ruso; del Capitán de Navío retirado Jorge Bergallo, padre de Jorge Ignacio Bergallo, segundo comandante del submarino San Juan; y del Capitán de Navío Enrique Balbi, Vocero de la Armada Argentina.

Este es el testimonio de la operación más grande de la historia, en la búsqueda de un submarino. Estas son las voces de aquellos que hermanados en la eternidad del mar, buscan hasta el día de hoy una respuesta.


En memoria de…

Capitán de fragata Pedro Martín Fernández
Capitán de corbeta Jorge Ignacio Bergallo
Teniente de navío Fernando Vicente Villarreal
Teniente de navío Fernando Ariel Mendoza
Teniente de navío Diego Manuel Wagner
Teniente de navío Eliana María Krawczyk
Teniente de navío Víctor Andrés Maroli
Teniente de fragata Adrián Zunda Meoqui
Teniente de fragata Renzo David Martín Silva
Teniente de corbeta Jorge Luis Mealla
Teniente de Corbeta Alejandro Damián Tagliapetra
Suboficial Principal Javier Alejandro Gallardo
Suboficial Primero Alberto Cipriano Sánchez
Suboficial Primero Walter Germán Real
Suboficial Primero Hernán Ramón Rodríguez
Suboficial Primero Víctor Hugo Coronel
Suboficial Segundo Cayetano Hipólito Vargas
Suboficial Segundo Roberto Daniel Medina
Suboficial Segundo Celso Oscar Vallejos
Suboficial segundo Hugo Arnaldo Herrera
Suboficial segundo Víctor Marcelo Enríquez
Suboficial segundo Ricardo Gabriel Alfaro Rodríguez
Suboficial segundo Daniel Adrián Fernández
Suboficial segundo Luis Marcelo Leiva
Cabo principal Jorge Ariel Monzón
Cabo principal Jorge Eduardo Valdez
Cabo principal Cristian David Ibáñez
Cabo principal Mario Armando Toconas
Cabo principal Franco Javier Espinoza
Cabo principal Jorge Isabelino Ortiz
Cabo principal Hugo Dante Cesar Aramayo
Cabo principal Luis Esteban García
Cabo principal Sergio Antonio Cuellar
Cabo principal Fernando Gabriel Santilli
Cabo principal Alberto Ramiro Arjona
Cabo principal Enrique Damián Castillo
Cabo principal Luis Carlos Nolasco
Cabo principal David Alonso Melián
Cabo principal Germán Oscar Suárez
Cabo principal Daniel Alejandro Polo
Cabo principal Leandro Fabián Cisneros
Cabo principal Luis Alberto Niz
Cabo principal Federico Alejandro Alcaraz Coria
Cabo segundo Aníbal Tolaba

La producción y la realización general del documental estuvieron a cargo de Juan Pablo Córdoba, Eduardo “Lalo” Morino, y Federico Rodríguez; en la edición trabajaron Juan Pablo López y Lucas Viteritti; las locuciones son de Pablo Gazzotti, Eduardo Morino, Fernando Martínez y Fabiano Actis; todos bajo la supervisión de Guido Valeri, jefe de Programación y Contenidos, y de Jorge Porta, Gerente de Programación.

lunes, 5 de marzo de 2018

ARA San Juan: Graves anomalías en su funcionamiento

Exclusivo ARA San Juan: el sumario interno de la Armada reconoció "graves anomalías" en el submarino antes de zarpar

La investigación interna asegura que el submarino desaparecido fue erróneamente autorizado a zarpar pese a las deficiencias técnicas y operativas que presentaba. Quiénes son los señalados por la fatídica decisión

Por Andrés Klipphan |  Infobae




"El señor Comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada, Contraalmirante Luis Enrique López Mazzeo y el señor Comandante de la Fuerza de Submarinos, Capitán de Navío Claudio Javier Villamide, revisten la condición de presuntos infractores por arriesgar la integridad física de sus subordinados, sin necesidad evidente, y por actuar con negligencia/imprudencia notoria y grave al no impedir que el Submarino ARA San Juan navegase con posterioridad a las severas anomalías detectadas –tanto en la inspección N°10/16 'S'; como en la previa navegación del SUSJ (ARA San Juan) para 'Control de Mar' efectuada entre los días 1 y 19 de julio de 2017, circunstancias conocidas por los involucrados- y no superadas, sin evidenciarse medidas de control y supervisión ante el eventual peligro para la tripulación y la Unidad Naval, causando además, presumiblemente, por esa falta de control y supervisión de ambas autoridades navales, la pérdida de contacto definitiva con el Submarino ARA San Juan".

Así de contundente es el sumario realizado por la Armada sobre las responsabilidades que podrían caberles a los oficiales superiores que estaban a cargo de la navegación y las tareas encomendadas al submarino desaparecido el 15 de noviembre pasado con sus 44 tripulantes a bordo.

La "Disposición concluyente del sumario" –tal su nombre-, de 15 carillas, con el membrete del Estado Mayor General de la Armada y refrendado por el entonces titular de esa fuerza, Almirante Marcelo Eduardo Hipólito Srur, confirma cada uno de los datos publicados por Infobae y que indicaban que el ARA San Juan zarpó de la Base Naval de Mar del Plata con deficiencias técnicas y operativas que lo limitaban, por ejemplo, a no descender a más de 100 metros de profundidad cuando, en un estado normal, podría realizar una inmersión de hasta 350 metros.

Si la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez, que investiga la desaparición del buque militar, llega a las mismas conclusiones que el oficial sumariante a cargo de la pesquisa interna de la Armada, la situación procesal de López Mazzeo y Villamide podría terminar de complicarse.

Hasta ahora, el expediente no tiene imputados, y el personal que declaró, como los dos tripulantes que desembarcaron del ARA San Juan en Ushuaia, Juan Gabriel Viana y Humberto René Vilte, admitieron que el submarino había tenido desperfectos en sus itinerarios previos. Esto incluía un problema en el snorkel, por donde ingresaba agua; que algunos paneles de baterías habían quedado fuera de servicio por esta situación y que la nave perdía aceite. También aseguraron que el buque "tuvo un fallo grave previo a la desaparición".

En su exposición ante la magistrada, los tripulantes afirmaron que durante la navegación de Mar del Plata a Ushuaia "hubo fallas en la válvula cabeza del snorkel, más precisamente en los dos electrodos de popa que no podían ser reparados en inmersión". Repreguntados sobre este punto por Yáñez, los suboficiales reconocieron que "desconocían si se habían reparado en Ushuaia"; además reportaron haber "escuchado un ruido seguido de dos golpes fuertes y una vibración que recién al llegar a puerto se supo que se había producido por el desprendimiento de una tapa forro a la altura de la batería de proa". Por último le dijeron a la jueza que "el día 5 en el Puerto de Ushuaia tuvieron una falla en una bobina de un interruptor de potencia de las baterías que debió ser reparada antes de zarpar por lo cual la estadía se alargó un día más".



"Negligencia en el servicio". La Disposición concluyente del sumario interno de la Armada Argentina, que toma estado público por primera vez, y al que accedió Infobae por fuentes oficiales de manera exclusiva, está fechado el 7 de diciembre de 2017, es decir 22 días después de la desaparición del submarino.

Cinco días después de que Srur avalase la auditoría, el 12 de diciembre, Aguad dispuso el pase a disponibilidad de siete oficiales, entre ellos Luis Enrique López Mazzeo y Claudio Villamide, los oficiales señalados por el Oficial Auditor Instructor designado por el entonces jefe de la Armada para investigar "las responsabilidades emergentes vinculadas a la pérdida de contacto con el Submarino ARA San Juan".

La documentación requerida por el auditor fue solicitada al Inspector General de la Armada, Contraalmirante Eduardo Alfredo Pérez Bachi, a través del "oficio DGAJ, RM4 N° 291/17 'C'".

De manera inmediata, Pérez Bachi, recabó toda la información, más de 100 hojas y planillas que revelaban lo que hasta ese momento el ministerio de Defensa desconocía, las deficiencias del ARA San Juan para navegar. La misma documentación aseguraba que estas fallas técnicas no suponían un desenlace fatal durante las misiones asignadas al buque de guerra, entre ellas avistar a las naves y aeronaves de guerra británicas que se desenvolvían en cercanías de las Islas Malvinas, escenario del conflicto bélico entre Inglaterra y la Argentina en 1982.

Pérez Bachi es un oficial reconocido dentro de la Marina. Tanto es así que el año pasado, durante la conmemoración del aniversario 35 de aquel 2 de abril en que desembarcaron las tropas argentinas en Malvinas, y durante el acto que se realizó en el Edificio Libertad, el Contraalmirante se dirigió a los presentes solicitando "un recuerdo" para los ex combatientes, los héroes caídos durante el hundimiento del Crucero General Belgrano, y destacando "el rol de la Armada" que "trascendió al cubrir el mar, la isla, el espacio aéreo y submarino".

Por entonces, López Mazzeo ya había sido cuestionado públicamente por la magistrada de Caleta Olivia Yáñez, a cargo de la causa, por la reticencia a aportar información sobre las comunicaciones del submarino con la base naval y el reporte de averías en las baterías, además de la logística dispuesta para la aplicación del SAR, por sus siglas en inglés "search and rescue" o "búsqueda y rescate".

El mismo vocero de la Armada, Enrique Balbi, les había respondido a los periodistas reunidos en la escalinata del Edificio Libertad a la espera de los entonces famosos partes oficiales, que algunas preguntas no se podían responder porque existía secreto de Estado.

Fue entonces que el ministro Aguad los desautorizó asegurando que tal secreto no existía y ordenó entregar de forma inmediata la documentación requerida por Marta Yáñez. Entre esos documentos se encuentra la auditoría interna que en el "Punto 2" de su resolución pide: "Suspéndase del servicio" a López Mazzeo y Villamide por "arriesgar a la tropa" y "negligencia en el servicio".

A lo largo de la quincena de carillas la Disposición concluyente de la auditoría da cuenta de cada una de las irregularidades que presentaba el ARA San Juan y que no fueron corregidas (cada una de ellas ampliamente detalladas en varias investigaciones de Infobae).

A estos cuestionamientos, la auditoría agrega como agravantes las comunicaciones que se mantuvieron entre el comando de submarinos y el ARA San Juan horas antes de su desaparición y que daban cuenta de las dificultades que este mantenía para navegar y salir a "hacer snorkel", es decir recambiar el oxígeno, con un océano embravecido como el de esos días donde las olas llegaban a siete metros de altura.



Las comunicaciones volcadas en el documento son 18 y corresponden a los días 14 y 15 de noviembre. Es decir las del día en que se terminó perdiendo contacto y el anterior. La mayoría de ellas cierra con una lapidaria frase  que dice: "se desconoce contenido" de la comunicación.

En cambio, algunas de ellas son relevantes y, si bien trascendieron algunos de sus contenidos, ahora, los documentos oficiales sumados a la causa no dejan margen de dudas:

– El 15/11, a las 01:31 el Comando de Fuerza Submarina (COFS) -que estaba a cargo de Villamide- le ordenó al ARA San Juan, por los evidentes problemas que este presentaba en su navegación, cambiar su rumbo e ir en "derrota directa a MDP (Mar del Plata) a discreción/inmersión-superficie según factibilidad". Como se sabe, la nave de guerra nunca llegó a destino y al día de hoy se desconoce su ubicación.

– A las seis de la mañana desde el submarino se emitió un informe de situación que decía: "Ingreso de agua de mar por sistema de ventilación al tanque de baterías N° 3 ocasionó cortocircuito y principio de incendio en el balcón de barra de baterías. Baterías de proa fuera de servicio, al momento en inmersión propulsando con circuito dividido. Sin novedades de personal. Mantendré informado".

– Cuarenta minutos después, el ARA San Juan informa que, tal como ya se le había solicitado, cambiará su rumbo hacia la Base naval de Mar del Plata.

-A las 08:20 el Comando de Fuerza de Submarinos le trasmite al ARA San Juan gacetillas de prensa con noticias de actualidad varias.

– A las 08:52, el Comando de la Fuerza de Submarinos, es decir Villamide, le comunica al Comando de Adiestramiento y Alistamiento (COAA), por entonces a cargo de López Mazzeo lo siguiente: "Ingreso de agua de mar por sistema de ventilación al tanque de baterías N° 3 ocasionó cortocircuito y principio de incendio en el balcón de barra de baterías. Baterías de proa fuera de servicio, al momento en inmersión propulsando con circuito dividido. Sin novedades de personal. Mantendré informado". Es decir que se retransmitió el mensaje sobre el principio de incendio (que al comienzo la Armada negó en sus primeras conferencias de prensa).

– A las 13:43, después de varias comunicaciones satelitales exitosas establecidas por el SUSJ con posteriores conexiones fallidas al sistema Eureka, el Comando de la Fuerza de Submarinos, le pide al ARA San Juan "Verificar dirección IP de servidor principal EUREKA". (El Visualizador Eureka es un planificador de misiones y un asistente compilador de información necesaria para la toma de decisiones, que reviste de secreto militar, por eso no se pueden brindar más detalles).

– La de las 13:43 del 15 de noviembre de 2017 fue la última comunicación transcripta por el auditor en su informe.

Párrafo seguido, su comentario es más que elocuente y no deja lugar a segundas interpretaciones: "Estas comunicaciones develan la existencia de anomalías por ingreso de agua al ARA San Juan que son similares a las que ya habían acontecido en la navegación efectuada entre el 1 y 19 de julio del corriente año, de las cuales ya tenían conocimiento el señor comandante de la Fuerza de Submarinos (por Villamide), quien a su vez le reportó al señor comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada (en fecha 5 de septiembre de 2017), sin evidenciarse medidas de control y supervisión ante el eventual peligro para la tripulación y la Unidad Naval, causando además, presumiblemente, por esta falta de control y supervisión de ambas autoridades navales, la pérdida de contacto definitivo con el ARA San Juan".

Sobran comentarios. Sí vale destacar que los desplazados comandantes López Mazzeo y Villamide ya presentaron abogados en la causa judicial. El primero de ellos es el que se muestra más activo. Presentó la recusación de todos los que intervinieron en la disposición interna que hoy publica Infobae de manera exclusiva. Tanto del Almirante Srur, es decir el ex jefe de la fuerza que la firmó, como de los auditores e inspectores que hicieron las auditorías y analizaron la documentación.

lunes, 5 de febrero de 2018

ARA San Juan: El buque estaba en misión de espionaje de activos británicos

El submarino ARA San Juan tenía la orden de espiar a barcos y aviones británicos

Infobae accedió a los documentos incorporados a la causa que investiga las razones de la desaparición del buque

Por Andrés Klipphan ||  Infobae




"¿Qué misión secreta estaba haciendo? Navegando al final de la plataforma continental marítima al borde del talud… ¿Qué misión tan ultra secreta estaban haciendo? Es mi hermana y necesito que me den explicaciones. Mi hermana está explotada en el fondo del mar".

La pregunta, golpeando la mesa con sus puños cerrados y tensos, no obtuvo respuesta por el ministro Oscar Aguad. Fue realizada el 25 de enero pasado por Silvina Lucía Krawczyk, la hermana de la submarinista Eliana, la única mujer entre los 44 tripulantes del desaparecido ARA San Juan.

En esta nota, Infobae intentará responder el interrogante a través del análisis de documentos secretos y confidenciales que el auditor de la Armada Argentina y el Ministerio de Defensa le enviaron al Juzgado Federal de Caleta Olivia, a cargo de Marta Yañez. Hay al menos dos misiones de dudosa legaliad.


Objetivos británicos

Según la "Orden de Operaciones del Comando de la Fuerza de Submarinos" N° 04/17, fechada el 24 de octubre de 2017,  el submarino ARA San Juan debía "obtener reconocimiento preciso" y "localización, identificación, registro fotográfico/fílmico" de aeronaves militares y logística (RAF 130) que responden a la gobernación de las Islas Malvinas y a la Real Fuerza Aérea británica. El escrito precisa que debía recolectar información sobre varios buques, entre ellos el "BP CFL HUNTER", el "HMS CLYDE" y el "FPV PROTEGAT" (ver página 3 del documento adjunto).



La instrucción, rotulada como "CONFIDENCIAL" por la comandancia de la Armada, es precisa. Además de fiscalizar la presencia de pesqueros extranjeros que desarrollan su tarea comercial "fuera de las 200 millas", la tripulación tenía la misión de realizar inteligencia sobre parte de la flota y la aviación de guerra y comercial inglesa con base en las Islas Malvinas. El dato, desconocido hasta hoy, fue negado ante reiteradas consultas periodísticas y de los familiares de los tripulantes por el Ministerio de Defensa y por la Armada.

Fuentes militares consultadas por Infobae no descartan que en el marco de dichas operaciones el buque de guerra argentino haya sido detectado fuera de la Zona Económica Argentina por naves de patrullaje británica. De ser así, la maniobra podría haber sido interpretada como una invasión a lo que consideran una zona de conservación pesquera de las Malvinas. Esta podría ser una de las razones por las cuales el ARA San Juan era vigilado de cerca en una misión anterior por un submarino nuclear, según surge de los reportes confidenciales publicados por este medio la semana pasada.  Se desconoce hasta ahora si el capitán Pedro Martín Fernández reportó a sus superiores un contacto similar en la última navegación iniciada en Ushuaia.

En la cartografía británica, parte de la zona hacia donde había sido destinado el submarino está señalada como de prohibición de pesca para buques no autorizados por la gobernación de las Islas Malvinas y es patrullada por naves rápidas inglesas, similares a las utilizadas por la Prefectura Naval Argentina para proteger las riquezas naturales en el mar.

Para que no queden dudas sobre la zona en la que el submarino desaparecido debía realizar sus operaciones de fotografía, localización e identificación, la orden estableció un área de patrullaje denominada "Juliana".


Abarcaba una amplia superficie comprendida por las latitudes y longitudes 46° 00′ S, 61° 30′ W- 46° 00′ S, 59° 34′ W- 47° 50′ S, 60° 24′ W, 47° 50′ S, 62° 20′ W , cuya proyección demuestra que el submarino y sus tripulantes debían navegar en un área que el Reino Unido considera como propia.
El área Juliana está delimitada por las latitudes y longitudes 46° 00′ S, 61° 30′ W- 46° 00′ S, 59° 34′ W- 47° 50′ S, 60° 24′ W, 47° 50′ S, 62° 20′ W


De acuerdo a estos documentos, al submarino argentino se le ordenaba expresamente que violara el artículo 111° de la Convención de la Naciones Unidas Sobre el Derecho del Mar (Convemar), que delimita el derecho de persecución. No existen documentos oficiales que determinen si el ARA San Juan cumplió con esta directriz en la misión en la que desapareció. Sí, en cambio, en su penúltima navegación.

El 9 y 10 de julio de 2017, cuando el ARA San Juan detectó el "rumor sonar" de un submarino nuclear presumiblemente británico por la zona en que navegaba, que en ese caso la Armada Argentina denominó "Área Micaela", se violaron convenios y tratados internacionales.

Los posicionamientos del submarino argentino cuando identificó a su par nuclear lo ubican, según la cartografía naval (ver infografía), el día 9 a las 19:48 a 18 millas náuticas (33,3 km.) dentro de la Zona Económica Exclusiva Argentina. La proyección de la dirección de donde provenía el "rumor sonar" ubica al submarino extranjero cerca de la posición del ARA San Juan. En cambio al día siguiente, el 10 de julio, a las 03:45, ubica al ARA San Juan sobre la línea imaginaria que determina el límite exterior de la Zona Económica Exclusiva. Y esta vez el "rumor sonar" ubica al submarino nuclear mucho más cerca del submarino de bandera argentina.

Los gráficos aquí presentados muestran la ubicación exacta según las coordenadas volcadas por el comandante en el reporte elevado el 14 de agosto de 2017 al comandante de la Fuerza de Submarinos, capitán de navío Claudio Javier Villamide. Es el mismo oficial superior que firmó las dos órdenes de mando que le solicitaban al ARA San Juan realizar tareas sobre objetivos civiles y militares ingleses dentro del área controlada por el Reino Unido.

Villamide,  fue pasado a "disponibilidad" junto a otros siete oficiales por disposición del ministro de Defensa hasta tanto la jueza federal Yáñez determine qué pasó con el submarino en su última partida.




Los pesqueros chinos

En la misma orden 04/17 del 24 de octubre también se disponen tareas de inteligencia sobre buques pesqueros que operan fuera de las 200 millas.

En la penúltima navegación, el comandante Fernández no sólo se vio obligado "disminuir los ruidos al máximo" por la "posible presencia de un submarino nuclear". También tuvo un incidente con el pesquero chino LU RONG YUAN YU 883.

Según las posiciones que informó el capitán Fernández, este violento evento en el mar sucedió fuera del 200 millas argentinas. La posición náutica del pesquero de bandera China era "PSN 46° 43, 7S 060° 18' 1W".

La cartografía naval difundida por Prefectura Naval Argentina demuestra que el buque asiático estaba pescando calamar Illex en aguas internacionales, de manera legal, lo que deviene en innecesaria la presencia del submarino argentino en la zona. Además, esa área suele ser patrullada durante los 365 días del año por embarcaciones especializadas que están bajo la órbita del Ministerio de Seguridad, como el Guarda Costa 27 Prefecto Fique.


Infografía en base a datos oficiales de Prefectura Naval Argentina.

La Prefectura, a través de las imágenes obtenidas por el Programa Guardacostas, que opera ininterrumpidamente durante todo el año, ya había identificado al LU RONG YUAN YU 883, el día y el horario marcado por el comandante Fernández. Según esas imágenes satelitales, el pesquero Chino estaba ubicado a 18,17 millas náuticas, fuera de la Zona Económica Exclusiva Argentina. Esto es, a casi 35 kilómetros.

¿Será por esa razón que las autoridades de la Armada Argentina no reportaron el incidente, ni radicaron la denuncia correspondiente? De haberlo hecho, se podría haber actuado jurídicamente sobre el pesquero ya que, según la derrota trazada por el buque de bandera asiática, y tal como se observa en el "reporte histórico" del buque LU RONG YUAN YU 883, estuvo varios días en aguas del Río de la Plata, próximo al puerto de Montevideo, en lo que se entiende como una escala técnica/logística, la que es muy común en este tipo de buques.

La traza exacta del pesquero que intentó agredir –quizás aduciendo defensa- al submarino nacional pudo ser establecida por las herramientas tecnológicas de la PNA que permiten realizar un seguimiento y análisis de las trayectorias de cualquier buque en aguas de soberanía nacional, la denominada "Milla 201", y en el mar libre.

Por ese mismo sistema, se pudo determinar que otros cinco objetivos pesqueros sobre los que el ARA San Juan realizó inteligencia también estaban fuera del área de las 200 millas. Se trata de las embarcaciones Lu Quing Yuan Yu 202, Cosecha, Lu Quing Yuan Yu 209, Lu Quing Yuan Yu 210 y Lu Quing Yuan Yu 206.


La jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez

Si en la navegación anterior a su desaparición el ARA San Juan individualizó y fotografió a los objetivos ingleses, tal como estaba previsto en la "Orden de Operaciones del Comandante de la Fuerza de Submarinos N° 01", el dato no fue informado en el reporte oficial que consta en la causa.

A esta altura parece difícil que eso hubiese ocurrido ya que el propio comandante Fernández reconoció que durante aquellas tareas encomendadas el único periscopio que funcionaba tenía la óptica dañada, que por momentos solo podía navegar a 5 nudos, que había ingresado agua del snorkel, que desde el momento de zarpar el submarino presentó problemas en su sistema de comunicaciones, que desde el día 11 de navegación perdieron 50 litros de aceite diarios y que, entre otras irregularidades, "a partir del segundo día de navegación se detectó un ruido permanente en la línea de eje entre 65 y 85 revoluciones por minuto (RPM), que se mantuvo a lo largo de toda la navegación".

Esos ruidos, para un submarino, son como los sonidos de un sonajero de un niño para los padres: permiten ubicarlo de inmediato. Es muy probable que esta sea una de las razones por la cual el submarino nuclear no tuvo inconvenientes para detectar en su sonar al ARA San Juan.

Hasta la publicación de esta nota, las autoridades nacionales habían mantenido en secreto las tareas de espionaje encomendadas al submarino.

La única persona con autoridad para responder las inquietudes de los familiares de los 44 tripulantes del ARA San Juan es la jueza Marta Yañez, que tiene por delante una tarea compleja. Quizás esta publicación aporte un grano de arena a su investigación.


Infografías: Marcelo Regalado

jueves, 21 de diciembre de 2017

ARA San Juan: Informe secreto de la ARA decía que no podía navegar

Documento secreto: El ARA San Juan no podía navegar y la Armada lo sabía

El submarino ARA San Juan está desaparecido desde hace 35 días, cuando viajaba desde Ushuaia a Mar del Plata. Desde ese 15 de noviembre no se supo más nada de la nave donde viajaban 44 tripulantes. Un informe revelado por TN Central apuntaba a la falta de equipamiento operativo de la nave que alertaba sobre su seguridad. Los informes de la Armada, que detalla el mal estado del submarino, eran de categoría secreta. La información se le ocultó al Gobierno.
Por Urgente 24



El ARA San Juan, luego del informe presentado, no solo volvió a salir sino que lo hizo en tres oportunidades. Foto: TN

Desde el pasado 15 de noviembre no se supo más nada de la nave donde viajaban 44 tripulantes: El ARA San Juan. Ahora, con el correr de los días se conoció que cuando se hicieron las reparaciones de media vida, se produjeron diferentes complicaciones. La Justicia tiene sospechas por el material que se usó y estiman que no estaba listo para salir a navegar.

Ahora, un documento secreto publicado en TN Central, refleja el desastroso panorama de la embarcación: una auditoría señaló las notables deficiencias en equipamiento, los elementos rotos que tenía y alertaba sobre el peligro que era salir en una misión.

El informe secreto lo presentó el Inspector General de la Armada, Guillermo Luis Lezana, el 20 de diciembre de 2016 al entonces jefe del Estado Mayor de la Armada Marcelo Srur. A los 5 días, ese funcionario fue removido de su cargo. Entre otras cosas, el texto apuntaba por la falta de elementos de salud, primeros auxilios, salvataje, comunicación que complicada la salida del submarino en alguna misión.

El informe señala las limitaciones con la vida útil de sus baterías, una de los primeros elementos que se supo, y que se usó material del ARA Santa Cruz para reparar al submarino desaparecido.

"El incumplimiento de los mantenimientos previstos en dique seco con la periodicidad preestablecida por parte de los submarinos en servicio del comando de la fuerza de submarinos dificulta su alistamiento", agrega el documento.