Misil crucero naval
En los últimos años, los submarinos han evolucionado adaptándose a los diferentes escenarios y tareas según las necesidades estratégicas de cada nación. Cabe mencionar que el último buque hundido por un torpedo pesado lanzado por un submarino fue en 1982, durante el conflicto del Atlántico Sur.
Un ejemplo de esta evolución son los submarinos italianos, que frecuentemente patrullan el estrecho de Sicilia, al sur de Italia, con la misión de detectar embarcaciones de inmigrantes africanos. Asimismo, la flota de submarinos australiana realiza patrullas oceánicas para proteger su zona económica exclusiva, lo que ha sido uno de los argumentos para justificar su proyecto de adquirir 12 nuevas unidades.
En los conflictos armados más recientes, los submarinos han destacado en misiones de ISR (Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento) en áreas cercanas a la costa, en la inserción de fuerzas especiales y en ataques con misiles de crucero sobre objetivos estratégicos enemigos. Sin embargo, siguen manteniendo su rol principal como plataformas de ataque con torpedos.
Por estas razones, en 2006 la marina francesa solicitó a la empresa MBDA el desarrollo y producción de un misil de crucero que pudiera ser utilizado tanto en las fragatas FREMM como en los submarinos nucleares de la clase Barracuda, buscando una capacidad comparable al misil BGM-109 Tomahawk utilizado por las marinas estadounidense y británica.
MBDA, responsable también de los misiles Exocet y Sea Ceptor, desarrolló el Missile de Croisère Naval (MCN – Misil de Crucero Naval), diseñado para ser lanzado desde unidades de superficie y submarinos, capaz de alcanzar blancos dentro de territorio enemigo.
Este ensayo tiene como objetivo explicar el desarrollo del proyecto, las características del misil, y concluir con la relevancia que muchas armadas han otorgado a la capacidad de desplegar misiles de este tipo en submarinos.
El desarrollo del NCM
Como se señaló, el año 2006 la marina francesa, a través de la Dirección General de Armamentos (DGA),* acordó con MBDA la producción de un misil crucero para ser utilizado en unidades de superficie como en los submarinos de ataque de propulsión nuclear, capaz de alcanzar blancos estratégicos en tierra con alta precisión.
Dentro de los misiles producidos por MBDA está el misil crucero SCALP EG,* el cual se tomó como referencia para el desarrollo del MCN, considerando que ha estado en servicio en la fuerza aérea francesa desde el año 2002.
Lanzamiento de pruebas del MCN en tierra.
El SCALP es un misil diseñado para ser lanzado desde aviones de combate contra objetivos terrestres con un alto índice de éxito, utilizando un sistema de navegación que combina GPS, plataforma inercial y referencias terrestres. Una vez lanzado, el misil desciende a baja altura para evadir los radares enemigos y, en la fase de aproximación final, compara los datos de su sensor infrarrojo con la información del objetivo almacenada en su memoria. Esto asegura una precisión máxima sobre el blanco, minimizando el riesgo de daños colaterales. Con un peso de 1.300 kg, una longitud de 5,10 metros, propulsión turbojet y un alcance de 250 km, es un arma formidable.
Actualmente, el SCALP es utilizado por los aviones Eurofighter Typhoon, Rafale, Mirage 2000 y Tornado, estando en servicio en las fuerzas aéreas de Francia, Italia y el Reino Unido, donde es conocido como Storm Shadow.
Con la experiencia obtenida del SCALP y las adaptaciones necesarias para su uso en el ámbito naval, MBDA completó el diseño del MCN en 2008. En ese año también se finalizó la arquitectura del misil, su sistema de vuelo, la interfaz con las plataformas de lanzamiento y las pruebas aerodinámicas en túneles de viento.
El primer lanzamiento del MCN se llevó a cabo en 2010 desde un sistema de lanzamiento vertical A70 Sylver, el mismo utilizado por los misiles antiaéreos Aster 15 y 30, presentes en las fragatas FREMM y destructores de la clase 45 británica, entre otros. Un año después, en junio de 2011, MBDA realizó el primer lanzamiento de prueba desde un submarino a través de un tubo lanzatorpedos, marcando un hito clave en el desarrollo del programa.
El 9 de julio de 2012, según informes de la DGA, se realizó el primer lanzamiento completo del misil desde una fragata simulada, impactando exitosamente un objetivo en el centro de pruebas de Biscarrosse. Esta prueba permitió validar la fase terminal del guiado autónomo mediante el reconocimiento del blanco por sensor infrarrojo.
Finalmente, entre 2013 y 2014, la DGA completó las certificaciones de lanzamiento tanto para plataformas de superficie como submarinas, quedando listo para su primer lanzamiento real desde una fragata FREMM y su producción en serie.
El 19 de mayo de 2015, la fragata Aquitaine, de la clase FREMM, llevó a cabo con éxito el lanzamiento del misil de crucero MCN, como parte del proceso de integración y verificación técnica entre el arma y la plataforma. En estas pruebas participaron la marina francesa, la Dirección General de Armamento (DGA), MBDA y Naval Group. Es importante destacar que este fue el primer lanzamiento de un misil de crucero desde un buque de superficie en Europa.
En cuanto a su uso operativo, durante el bombardeo conjunto realizado por Francia, Reino Unido y Estados Unidos sobre instalaciones químicas en Siria en 2018, los misiles MCN lanzados desde fragatas francesas fueron utilizados para atacar objetivos en el complejo de armas químicas de Him Shinshar, ubicado cerca de la ciudad de Homs.
Lanzamiento desde la fragata francesa Aquitaine
Características del misil
El MCN es un misil de crucero construido mayoritariamente con un cuerpo de aluminio, con un peso de 1.400 kg, una longitud de 6,5 metros y un diámetro de 0,5 metros. Está diseñado específicamente para atacar objetivos en tierra, volando a velocidades subsónicas cercanas a Mach 1 (alta velocidad subsónica) y con un alcance de hasta 1.000 km.
El sistema de navegación del MCN combina GPS, un radio altímetro y una plataforma inercial, lo que le permite volar a baja altura y seguir rutas programadas para impactar estratégicamente en su objetivo. Gracias a esta tecnología, el misil puede cambiar de rumbo y altitud durante su vuelo para evitar ser detectado. Al igual que el SCALP, cuenta con un sensor de infrarrojos (IR) que permite identificar el objetivo en la fase de ataque final, comparando la imagen recibida con la información almacenada en su memoria mediante el sistema de Reconocimiento Automático de Objetivos (ATR), junto con la referencia de su posición GPS.
Es importante destacar que todos los datos de navegación y del objetivo deben ser ingresados antes del lanzamiento, ya que una vez disparado, el misil no permite ninguna comunicación con el operador para modificar o abortar la misión.
El MCN se impulsa mediante un motor turbojet TR 50 de SAFRAN, diseñado específicamente para este misil. Este motor es un turborreactor compacto que resiste las distorsiones causadas por la absorción de aire a diferentes altitudes y tiene una relación empuje-peso optimizada, lo que le otorga el rendimiento necesario para alcanzar sus distancias máximas, algo verificado durante las pruebas de certificación.
El misil tiene dos variantes. La primera está diseñada para ser lanzada desde unidades de superficie utilizando el sistema de lanzamiento vertical A70 Sylver. La segunda variante, destinada a submarinos, es similar pero se encapsula en una cápsula sellada con hidrógeno (VDS). Esta cápsula permite que el misil sea lanzado desde el submarino, navegando bajo el agua hasta la superficie antes de iniciar su vuelo. Esta cápsula submarina es similar al sistema del Exocet SM-39 y permite su lanzamiento desde tubos lanzatorpedos de 21 pulgadas (533 mm), aunque necesita un sistema auxiliar de impulso para abandonar el tubo, dado que, a diferencia de los torpedos, no es autopropulsado en esa fase inicial.
VDS del Exocet SM 39, de características similares al utilizado por el MCN
Misiles cruceros en submarinos
Como se mencionó anteriormente, los misiles de crucero han sido una pieza clave en la capacidad ofensiva de varias clases de submarinos en los últimos años. Los casos más notables son los de Estados Unidos y el Reino Unido, donde el misil Tomahawk ha sido desplegado en submarinos de las clases Los Ángeles, Virginia y Ohio (estos últimos en su versión modificada a SSGN) en la armada estadounidense, usando sistemas de lanzamiento vertical. En la Royal Navy, los submarinos de las clases Trafalgar y Astute utilizan los tubos lanzatorpedos de 21 pulgadas para lanzar estos misiles, con un sistema muy similar al del MCN.
Por su parte, la flota rusa emplea los misiles de crucero Novator Klub SS-N-30 en sus submarinos nucleares de ataque, así como en los de propulsión diésel-eléctrica de las clases Kilo y Lada. Este misil les permite alcanzar objetivos a más de 1.000 km de distancia, utilizando navegación satelital y volando a velocidades de 0,7 Mach.
Un ejemplo claro de su uso fue el submarino Krasnodar, de la clase Kilo, al que se le atribuye el lanzamiento de un SS-N-30 durante la intervención rusa contra el Estado Islámico, disparándolo desde el mar Mediterráneo hacia el centro de Siria.
Al igual que Rusia, tanto la Armada de China como la de India utilizan este misil en sus submarinos, tanto nucleares como convencionales, lo que les otorga una capacidad disuasiva y un poder estratégico significativo.
Otro país que ha mostrado interés en incorporar misiles de crucero en sus submarinos es España, que actualmente está construyendo los submarinos de la clase S-80. Estos contarán con la capacidad de lanzar misiles Tomahawk desde los tubos lanzatorpedos, de forma similar a los submarinos británicos.
Conclusión
Como se ha visto en el presente ensayo, la marina francesa ha logrado incorporar un misil crucero para ser empleado en unidades de superficie y submarinas, permitiéndose así poder efectuar bombardeos estratégicos, no nucleares, a grandes distancias y con alto porcentaje de éxito.
Si bien la disuasión nuclear francesa es por medio de sus submarinos balísticos (SSBN) de la clase Le Triomphant y ya estaba por esto la capacidad de lanzar misiles de largo alcance, desde el término de la Guerra Fría y la disminución de la amenaza nuclear se requería adquirir una nueva capacidad de ataque misilero con munición convencional, objetivo alcanzado por el MCN y empleado de forma real en el año 2018.
Este artículo ha buscado explicar los orígenes de este misil crucero y sus principales características, además de querer resaltar la importancia de como varios países han adquirido estas capacidades en los últimos años de acuerdo a la evolución de los conflictos armados.
Una fuerza naval que pueda optar a atacar objetivos en tierra por medio de sus submarinos, sin duda permitirá aumentar su poder de fuego, generar una mayor disuasión sobre el adversario y tener más alternativas de maniobra para alcanzar la victoria en la guerra.
Basado en
Revista Marina