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domingo, 10 de diciembre de 2023

COAN: La Aviación Naval en la Antártida



La Aviación Naval y el primer vuelo al Polo Sur


En 1962, dos aeronaves argentinas hicieron historia al aterrizar por primera vez en la zona más austral del mundo.


Gaceta Marinera


Hace 59 años, el aire frío del continente blanco fue testigo del primer vuelo argentino al Polo Sur. Aquel 6 de enero, el de 1962, pasó a la historia como el día en el que dos aeronaves Douglas DC-3 de la Aviación Naval Argentina lograron completar el primer aterrizaje de unidades de nuestro país en suelo antártico.

La travesía había iniciado en octubre de 1961 con vuelos de inspección sobre la zona. Previo a su expedición, las unidades –matriculadas CTA-12 y CTA-15– instalaron equipos, esquíes y la unidad de Exploración y Reconocimiento Aerofotográfico. Por su parte, los pilotos se adiestraron para volar en condiciones nulas de visibilidad.

Las aeronaves de la Unidad de Tareas 8 despegaron de Río Gallegos el 18 de diciembre. Luego de dos etapas previas con escalas en proximidades de la isla Robertson, sobre la barrera de hielos Larsen y en la estación científica de Ellsworth, lograron unir por primera vez ese punto del Polo Sur con el continente sudamericano.


La magnitud de esta proeza se dimensionó por las dificultades que presentaba la expedición: las unidades de la Aviación Naval prefirieron encarar una ruta distinta a la conocida y ser los primeros en arribar al lugar directamente desde el continente americano. En aquella época no se contaba con cartografía de la zona y se desconocía la existencia de referencias en tierra que pudiesen facilitar la orientación durante el vuelo. Por ello, fue necesario que compilaran e interpretaran toda la experiencia.


El operativo fue comandado por el Capitán de Fragata Hermes Quijada y formaron parte de la dotación de las dos aeronaves los Capitanes de Fragata Pedro Margalot y Rafael Checchi; los Tenientes de Navío Jorge Pittaluga, Miguel Grondona, Héctor Martini, Enrique Dionisi y José Pérez; el Suboficial Primero Edmundo Franzoni; el Suboficial Segundo Ricardo Rodríguez; el Cabo Principal Elías Gabino y el Cabo Primero Raúl Ibasca. El piloto de uno de los aviones era el mismo Quijada y del otro el Teniente Pittaluga.

Gracias a esta misión, se amplió el conocimiento científico universal que adquirieron nuevos aportes geográficos, glaciológicos, meteorológicos, geológicos y sanitarios sobre zonas del continente antártico aún inexploradas y sobre otras poco conocidas.

El itinerario de vuelo

A las 5.48 del 18 de diciembre de 1961, las aeronaves al mando del entonces Capitán de Fragata Hermes Quijada despegaron de la Estación Naval Río Gallegos rumbo al Cabo de Hornos. La velocidad era poca: las 32.000 libras de peso, sumadas a los vientos del sector Sur y a la necesidad de ahorrar combustible, en previsión de cualquier súbito empeoramiento de tiempo, no les permitió pasar los 115 nudos.

Ambos aviones realizaron un perfecto aterrizaje en la Base Teniente Matienzo, el primero en la nieve, con el que concluyó la etapa inicial del vuelo al Sur, luego de 8 horas 17 minutos de travesía.



El 24 de diciembre los expedicionarios fueron invitados por los camaradas de la base a pasar la Nochebuena con ellos. Dos días más tarde, aprovechando la buena meteorología, despegaron para continuar el trayecto.

Al volar sobre Bahía Austral, la Estación Científica Ellsworth apareció como una manchita negra que poco a poco fue aumentando de tamaño. La pista había sido bien señalada y a poco de aterrizar fueron recibidos por el personal de la estación.

Luego, la estación Polo Sur les comunicó que estaba lista a recibirlos. El 6 de enero, a las 13.05, despegaron nuevamente, mientras se abría a su proa una zona cubierta de grietas enormes. Se encontraban muy cerca al Polo Sur y la zona que sobrevolaban tenía una capa de hielo de casi 3.000 metros de espesor.



Eran las 20.45 en Argentina. Al iniciar la cuarta pierna de la búsqueda, descubrieron por la amura de estribor unos puntos negros que no pertenecían al natural paisaje antártico. El Teniente Grondona, copiloto de una de las aeronaves, giró de inmediato hacia esa dirección donde avistaron el Polo Sur a más de 30 millas. Recién a las 20.15 estuvieron sobre su vertical y, diez minutos más tarde, aterrizaron en medio de la mirada complacida de todos los integrantes de la base.

Las aeronaves lograron aterrizar en la base estadounidense Amundsen-Scott. Tras las palabras del Capitán Quijada, la delegación argentina entregó una placa recordatoria del vuelo con el siguiente texto: “La República Argentina a Amundsen, Scott y sus hombres en el cincuentenario de su llegada al Polo Sur. Homenaje de la Aviación Naval de la Armada Argentina en su primer vuelo al Polo Sur”.

lunes, 22 de febrero de 2021

Avión de transporte embarcado: Grumman C-2 Greyhound


Grumman C-2 Greyhound




Un C-2A en julio de 1988, con base en la Estación Aérea Naval, Sigonella (Sicilia, Italia)

Tipo Avión de carga embarcado
Fabricantes Grumman
Primer vuelo 18 de noviembre de 1964
Introducido 1966
Retirado 1987, C2-A
Estado 39 C-2(R) en servicio
Usuario Armada de los Estados Unidos
Producción C-2A: 1965-1968
C-2A(R): 1985-1989
N.º construidos 58
Coste unitario 38,96 millones de US$
Desarrollo del E-2 Hawkeye




El Grumman C-2 Greyhound (‘galgo’ en inglés) es un avión bimotor de carga, diseñado para proporcionar apoyo logístico a los portaaviones de la Armada de los Estados Unidos, llevando cargas y pasajeros entre buques y tierra firme, misión conocida también como transporte de entrega a bordo (COD, por sus siglas en inglés). Se distingue por su amplio portón trasero para carga.



Desarrollo


Un C-2A Greyhound y un E-2C Hawkeye volando juntos en 2005.

El C-2 Greyhound es un derivado del E-2 Hawkeye y reemplazó al C-1 Trader de motor de émbolo en el papel de avión de carga para entrega a bordo de portaaviones de la Armada estadounidense. El C-2 mantiene las mismas alas y los mismos motores del E-2 Hawkeye, pero tiene un fuselaje ampliado con una rampa de carga trasera. El primero de los dos prototipos voló en 1964 y la producción comenzó al año siguiente. El avión C-2A original fue revisado para extender su vida operativa en 1973.



El C-2 Greyhound, un derivado del E-2 Hawkeye, comparte alas y centrales eléctricas con el E-2, pero tiene un fuselaje ensanchado con una rampa de carga trasera. El primero de dos prototipos voló en 1964. Después de pruebas exitosas, Grumman comenzó la producción de la aeronave en 1965. El C-2 reemplazó al Grumman C-1 Trader con motor de pistón en el rol de COD. El avión C-2A original se revisó para extender su vida operativa en 1973.



Impulsado por dos motores turbohélice Allison T56, el C-2A puede transportar hasta 10,000 libras (4,500 kg) de carga o hasta 28 pasajeros, y normalmente está configurado para una mezcla de carga / pasajeros. También puede transportar pacientes en la camada en misiones de evacuación médica. Un sistema de jaulas o soporte de transporte restringe la carga durante el lanzamiento del portaaviones y las aceleraciones del aterrizaje para evitar la redistribución del peso que podría afectar negativamente la estabilidad en vuelo. La gran rampa y puerta de carga en popa y un cabrestante motorizado permiten la carga y descarga de carga trasera recta para un giro rápido. La capacidad del Greyhound para lanzar suministros y personal, plegar sus alas y generar energía para el arranque del motor y otros usos proporciona una versatilidad operativa que no se encuentra en ningún otro avión de carga. Algunas partes en común con el E-2 Hawkeye y el Grumman A-6 Intruder facilitan el soporte logístico.



Un C-2A carretea antes del despegue en un vuelo al USS John F. Kennedy en febrero de 1984. Este fue el primer Greyhound entregado en 1966

El C-2 tiene cuatro estabilizadores verticales, de los cuales tres están equipados con timones. Un solo estabilizador vertical lo suficientemente grande para un control direccional adecuado habría hecho que la aeronave fuera demasiado alta para caber en la cubierta del hangar de un portaaviones. La configuración de cuatro estabilizadores tiene la ventaja de colocar las superficies del timón fuera de borda directamente en línea con el lavado de la hélice, proporcionando un control de guiñada efectivo hasta velocidades bajas, como durante el despegue y el aterrizaje. El estabilizador interior izquierdo carece de timón y se le ha llamado "cola ejecutiva", ya que no tiene nada que ver con los otros tres. Un solo C-2 (2797) estaba equipado con una sonda de reabastecimiento de combustible aire-aire, pero no se instaló en otras aeronaves.



En 1984, la Marina ordenó 39 nuevos aviones C-2A para reemplazar los fuselajes más antiguos. Apodado el Reprocured C-2A o C-2A (R) debido a la similitud con el original, el nuevo avión tiene mejoras en el fuselaje y mejor aviónica. Los C-2A más antiguos se eliminaron gradualmente en 1987 y el último de los nuevos modelos se entregó en 1990.



En 1984, se adjudicó un contrato para 39 aviones C-2A nuevos para reemplazar a los aparatos antiguos. Apodado como Reprocured C-2A (C-2A (R)), debido a la similitud con el original, el nuevo avión incluye mejoras sustanciales en el fuselaje y los sistemas de aviónica. Todos los antiguos C-2A fueron retirados en 1987, y el último de los nuevos modelos ha sido entregado en 1990.


Variantes


Un C-2A realizando un apontaje en el portaaviones USS Kitty Hawk (CV-63).

C-2A 
Retirado.
C-2A(R)
("Reprocured" C-2A) en servicio.