La Jeune École: La revolución naval francesa del Siglo XIX
Introducción
La Jeune École ("Escuela Joven") fue una doctrina naval desarrollada en Francia a finales del siglo XIX. Su objetivo era transformar la estrategia naval francesa para contrarrestar la superioridad de la Royal Navy británica mediante el uso de tecnología avanzada y tácticas asimétricas. En lugar de construir grandes acorazados, la Jeune École promovía el uso de torpederos rápidos, cruceros armados y buques mercantes auxiliares para debilitar el comercio enemigo y evitar enfrentamientos directos con flotas más grandes.
Orígenes y Contexto
A finales del siglo XIX, la Royal Navy dominaba los mares con su poderosa flota de acorazados, mientras que Francia no podía competir en número ni en recursos para construir una flota similar. Frente a esta situación, varios estrategas franceses propusieron una nueva forma de guerra naval basada en innovación tecnológica y tácticas no convencionales.
La Jeune École fue impulsada por el vicealmirante Théophile Aube, quien creía que los avances en torpedos y artillería de largo alcance hacían obsoletas las flotas tradicionales de acorazados. Sus ideas fueron adoptadas y promovidas por otros oficiales navales y políticos, especialmente durante la década de 1880.
Principales Conceptos de la Jeune École
Uso de Torpederos en Lugar de Acorazados
Se apostaba por una flota compuesta principalmente por pequeños y rápidos torpederos capaces de atacar buques de guerra más grandes y hundirlos con torpedos.
Se argumentaba que un gran número de torpederos era más barato y efectivo que unos pocos acorazados costosos.
Guerra Comercial contra el Enemigo
En lugar de enfrentarse a la Royal Navy en batallas navales abiertas, la Jeune École proponía atacar las rutas comerciales británicas con cruceros rápidos y corsarios modernos.
Se confiaba en buques mercantes armados para hostigar el comercio enemigo, debilitando así la economía británica.
Fortificación de Puertos y Defensa Costera
En vez de una flota de alta mar, la doctrina enfatizaba la construcción de defensas costeras con baterías de artillería y minas navales para evitar desembarcos enemigos.
Se creía que una flota basada en torpederos podía operar desde puertos protegidos sin necesidad de grandes unidades de combate.
Uso de Buques de Guerra Especializados
Se promovió el diseño de cruceros ligeros y acorazados pequeños, capaces de actuar como corsarios y atacar convoyes enemigos.
Se exploró el uso de submarinos y lanchas torpederas como armas estratégicas.
Impacto y Aplicación Práctica
En la década de 1880 y principios de 1890, la doctrina de la Jeune École influyó en la planificación naval francesa. Francia construyó numerosos torpederos y cruceros destinados a la guerra de corso. Sin embargo, con el tiempo, surgieron varios problemas:
Limitaciones del torpedero: Aunque los torpederos eran efectivos en teoría, su alcance y autonomía eran limitados, y tenían dificultades para operar en alta mar.
Deficiencias de la guerra de corso: La Royal Navy implementó convoyes protegidos y patrullas para contrarrestar la amenaza de los cruceros franceses.
Cambio en la tecnología naval: La llegada de los acorazados de tipo dreadnought a principios del siglo XX hizo obsoleta la estrategia de la Jeune École, ya que estos nuevos buques eran rápidos, poderosos y podían defenderse mejor contra torpederos y cruceros ligeros.
Declive y Legado
Para finales del siglo XIX, la doctrina de la Jeune École comenzó a perder influencia, especialmente tras la muerte de Aube en 1890. Francia volvió a adoptar una estrategia naval más convencional, invirtiendo en acorazados modernos para competir con otras potencias europeas.
A pesar de su fracaso como estrategia a largo plazo, la Jeune École dejó un legado importante en la guerra naval:
Puso énfasis en la guerra asimétrica, una idea que más tarde influenciaría el uso de submarinos en la Primera y Segunda Guerra Mundial.
Demostró la importancia de la tecnología en la guerra naval, anticipando el papel de los torpedos, submarinos y aviones en conflictos futuros.
Influyó en doctrinas de otras marinas, como la alemana, que durante la Primera Guerra Mundial adoptó tácticas de guerra de corso con submarinos (U-Boote).
Conclusión
La Jeune École fue un experimento audaz en la historia de la estrategia naval. Aunque no logró su objetivo de contrarrestar a la Royal Navy, sus ideas anticiparon el uso de tecnologías modernas y tácticas no convencionales. Su legado se puede ver en la evolución de la guerra naval en el siglo XX, especialmente en el desarrollo de submarinos y estrategias de guerra asimétrica.
Como parte del desarrollo de la fuerza submarina de la Armada italiana para el período 2025-2050, se están desarrollando el U212 NFS y el U212 NFS Evo, para su introducción en 2036. Para entonces, la Armada italiana estará equipada con cuatro submarinos de la clase Todaro (el U212A), cuatro U212 NFS y dos U212 NFS Evo.
La Armada italiana ya está preparando el desarrollo del sucesor del U212A, el NGS (Submarino de Nueva Generación) que sustituirá al U212A y que empezará a construirse a partir de 2040. La Armada italiana también está desarrollando un LDAUV (Vehículo Submarino Autónomo de Gran Desplazamiento) para apoyar a la fuerza submarina.
Descripción general de la clase
Nombre
Sub-212 NFS
U212 NFS Evo
Constructores
Fincantieri SpA
Operadores
Futuro operador:
Marina italiana
Precedido por
Submarino de la clase Sauro
Sucedido por
Submarino de próxima generación
Costo
NFS1 y NFS2 (incluido centro de formación y desarrollo) : 1.350 millones de euros
NFS3: 500 millones de euros (+ 160 millones de euros de presupuesto para desarrollos adicionales)
NFS4: 500 millones de euros
Construido
Desde 2022
Planificado
6
Edificio
4
Terminado
0
Características generales
Tipo
submarino de ataque
Desplazamiento
U212 NFS: 1.600 toneladas (1.600 toneladas largas) en superficie
Suite de sonar : Suite de sonar integrada Kaleidoscope 2.0 basada en esfera de ELAC SONAR
FAS (sónar de matriz de flanco)
CAS (sónar de matriz cilíndrica)
MAS (sonar de prevención de minas)
CIA (matriz de intercepción cilíndrica)
ONA HYD (hidrófonos de análisis de ruido propios)
SBE 1 (baliza de sonar/emisor de socorro)
SB 3050 2G (ecosonda multihaz)
VE 5900 (ecosonda naval)
UT3000 2G (sistema de comunicación subacuático)
Mástiles suministrados por L3Harris y Calzoni:
Comunicación
sistema electroóptico
RESM/CESM
Sistemas:
Nuevo sistema de combate italiano de Leonardo
Sistema de piloto automático de Avio Aero
Guerra electrónica
y señuelos
RESM/CESM en el mástil de Elettronica
Armamento
Torpedos:
6 tubos lanzatorpedos de 533 mm (21,0 pulgadas)
Torpedo pesado avanzado Leonardo Black Shark
Misiles:
Misiles de crucero de ataque terrestre
UUV (buque submarino no tripulado):
Sub-212 NFS
Historial del proyecto En 2018 y 2019, el Parlamento italiano publicó información sobre la financiación del sucesor de los 4 submarinos de la clase Sauro para mantener una fuerza de 8 submarinos.
En noviembre de 2020, el Ministerio de Defensa italiano publicó su documento de planificación plurianual (Documento Programmatico Pluriennale) para 2020-2022. Menciona el plan para adquirir cuatro nuevos submarinos en dos fases por un costo total del programa estimado en 2.680 millones de euros.
El Gobierno italiano encargó a la OCCAR la gestión del programa U212 NFS en su nombre.
Fase 1
La fase 1 comprende:
Desarrollo de la clase de submarinos U212 NFS
Adquisición de 2 submarinos
Construcción de un centro de formación
10 años de soporte técnico-logístico en servicio
En febrero de 2021, OCCAR y Fincantieri SpA (contratista principal) firmaron el contrato de la fase 1 por 1.350 millones de euros.
Fase 2
La fase 2 del programa incluye dos submarinos que se adquirirían opcionalmente. Incluye:
Desarrollo complementario de la clase
Adquisición de 2 submarinos
10 años de soporte técnico-logístico en servicio para los 2 submarinos adicionales
En diciembre de 2022, la OCCAR se comprometió a construir un tercer submarino U212 NFS. En julio de 2023, se firmó el contrato por un valor de 500 millones de euros, y también se incluyó en el contrato un presupuesto complementario de 160 millones de euros para desarrollos adicionales.
El cuarto U212 NFS se encargó en junio de 2024 por un valor de 500 millones de euros.
U212 NFS Evo
En junio de 2024, la Armada italiana dio a conocer su plan de desarrollo de la flota para el período 2025-2050. Incluye el desarrollo de una subclase del U212 NFS que será más grande (> 2.000 toneladas) y que integrará tecnologías en desarrollo para el sucesor de la clase Todaro , el NGS ( Next Generation Submarine ).
Desarrollo del sistema de baterías de litio en los submarinos U212 NFS
El programa U212 NFS (Near Future Submarine) representa una evolución sustancial del modelo original U212A, gracias a la integración de un sistema de baterías de litio de última generación (LBS, por sus siglas en inglés), cuya implementación ha sido confirmada desde la primera unidad de esta nueva clase de submarinos de la Armada italiana. Esta incorporación no es meramente una mejora incremental, sino un cambio radical en la arquitectura energética y operativa de estas plataformas no nucleares.
El sistema LBS sustituye la tradicional tecnología de baterías de plomo-ácido, introduciendo capacidades superiores en múltiples dimensiones: densidad energética, eficiencia operativa, seguridad, modularidad y sostenibilidad a largo plazo. El contrato que posibilita esta transformación fue modificado formalmente por la OCCAR en junio de 2024, en el marco de su colaboración con Fincantieri y otras entidades industriales y tecnológicas italianas, marcando un punto de inflexión tecnológico para la Armada. La entrega del primer submarino U212 NFS está prevista para principios de 2029, mientras que su botadura ocurrirá en 2027.
Desde el punto de vista técnico, el sistema de baterías de litio incorpora una arquitectura modular y escalable, lo que permite su aplicación no solo en submarinos tripulados como el U212 NFS, sino también en vehículos submarinos no tripulados. Esta flexibilidad estructural se traduce en un potencial de crecimiento a nivel tecnológico sin precedentes, con una hoja de ruta ya delineada hacia baterías semisólidas o de estado sólido entre 2026 y 2030. Las baterías de iones de litio (en particular, de tipo litio-hierro-fosfato, LiFePO₄), desarrolladas por FIB-FAAM, ofrecen ventajas claras frente a las soluciones tradicionales: casi el doble de densidad energética por volumen, carga rápida, baja autodescarga, estabilidad térmica, ausencia de efecto memoria, alta vida útil y mantenimiento reducido.
Cada batería está compuesta por celdas cilíndricas robustas, diseñadas para garantizar disipación térmica y seguridad estructural. Estas celdas están encapsuladas en cajas de acero inoxidable amagnético resistentes a golpes, lo cual aporta protección mecánica y compatibilidad con las características físicas de los antiguos acumuladores de plomo-ácido, mitigando las diferencias de masa y volumen. El diseño prevé que cada cadena de celdas se constituya como una unidad funcional independiente, capaz de generar la tensión nominal de la batería a través de un convertidor de corriente continua. A su vez, este enfoque permite futuras actualizaciones de capacidad mediante el reemplazo directo de las celdas por versiones más avanzadas, sin necesidad de rediseñar todo el sistema.
El Sistema de Gestión de Baterías (BMS) desempeña un papel crucial en la operación segura del conjunto. Diseñado específicamente para el entorno hostil de los submarinos, monitorea en tiempo real las variables críticas del sistema como temperatura, voltaje, aislamiento y corriente. En caso de detección de condiciones anómalas, el BMS activa mecanismos de protección que evitan la propagación de fallos entre celdas adyacentes. Este sistema se complementa con una nueva arquitectura de protección contra incendios instalada en la sala de baterías, equipada con extintores y sistemas de evacuación de gases.
El desarrollo del LBS también implicó la creación de un entorno de evaluación normativa riguroso, que incluyó análisis de riesgo y seguridad (HAZID), evaluación de amenazas térmicas y mecánicas, y certificaciones bajo los estándares internacionales IEC 61508 (para sistemas electrónicos relacionados con la seguridad) e IEC 62619 (para aplicaciones industriales con baterías de litio). En concreto, se trabajó para alcanzar un nivel de integridad de seguridad SIL 3, uno de los más exigentes de la escala normativa, asegurando así una fiabilidad operativa crítica en escenarios extremos.
Desde el punto de vista operativo, los beneficios de este nuevo sistema de propulsión son considerables. El mayor contenido energético y la posibilidad de carga rápida aumentan significativamente la autonomía bajo el agua, permitiendo al submarino mantener velocidades altas por más tiempo sin salir a superficie o utilizar el snorkel. Esto implica un menor índice de indiscreción y una mayor capacidad de evasión y supervivencia, alineándose con los requisitos contemporáneos de guerra naval asimétrica y operaciones encubiertas prolongadas.
Además de los aspectos técnicos, la implantación del LBS ha implicado una reestructuración parcial del diseño físico del submarino. El casco del U212 NFS se alargará en 1,2 metros respecto al modelo U212A, permitiendo la instalación de una vela de mayor tamaño y una sala de combate más amplia, con nuevos sistemas de gestión de misiones. A pesar de este cambio, la arquitectura del LBS se ha diseñado respetando el volumen de la sala de baterías del modelo original, lo que facilita su futura implementación en el marco de la actualización de media vida de los actuales U212A. Esto extiende la ventaja tecnológica más allá del nuevo modelo y permite una modernización coherente de la flota existente.
El programa LBS ha superado hasta ahora pruebas críticas como propagación térmica, penetración, cortocircuito, pruebas de carga/descarga a temperatura extrema, y evaluación de gases emitidos, todo bajo supervisión de TÜV Rheinland. De especial importancia fue la prueba de propagación térmica en la que no se produjo ignición ni explosión, únicamente la liberación controlada de gases, lo cual valida los mecanismos de contención del diseño.
El desarrollo industrial ha implicado una cadena colaborativa coordinada por Fincantieri. FIB-FAAM se ha encargado de la célula, su contenedor y el sistema de refrigeración. Power4Future (P4F) ha desarrollado el diseño de seguridad funcional, el hardware y firmware del BMS y los convertidores eléctricos. CETENA, el centro de investigación naval, ha realizado el análisis de riesgos del sistema completo, mientras que TÜV Rheinland ha validado los aspectos de certificación conforme a la normativa internacional.
La producción de los primeros componentes físicos, como el prototipo SSC (Single String Converter), las barras colectoras y los auxiliares, ya está en marcha. Al mismo tiempo, se están ensamblando y cualificando prototipos funcionales del sistema, con miras a su certificación final antes de que termine el año. El paso a la Fase 2 del programa incluye no solo la puesta en marcha de la producción industrial en serie, sino también la creación de un laboratorio de pruebas a escala real que actuará como Centro de Excelencia para la propulsión submarina basada en baterías, donde se realizarán tareas de formación, validación y futuros desarrollos tecnológicos.
En términos de costes, si bien la inversión inicial en tecnología de litio es más alta, el ciclo de vida del sistema es más rentable debido al menor mantenimiento requerido, la larga duración de las celdas y la posibilidad de reciclaje de componentes. Así, se garantiza sostenibilidad financiera y operativa sin comprometer el rendimiento.
En conclusión, el sistema LBS representa un cambio de paradigma en la propulsión no nuclear para submarinos, aportando mejoras sustanciales de autonomía, seguridad, flexibilidad tecnológica y sostenibilidad. Su integración en el U212 NFS desde la primera unidad consolida a la Armada italiana como una de las pioneras europeas en adoptar plenamente esta tecnología, anticipando una nueva era en la guerra submarina del siglo XXI.
En una entrevista exclusiva con el sitio Pucará Defensa, Ahmet Akyol, director ejecutivo de la empresa turca Aselsan, detalló la propuesta presentada a la Armada Argentina para modernizar sus destructores MEKO 360, con base en la experiencia adquirida en la modernización de las fragatas MEKO 200 de la Armada Turca. Aselsan, fundada en 1975 y actualmente la principal empresa de defensa de Turquía, cuenta con un amplio portafolio de más de 500 productos, especialmente orientados al ámbito naval. La firma puede equipar por completo un buque de guerra con sistemas propios, desde radares hasta componentes de guerra electrónica y comunicaciones.
Según Akyol, Aselsan ha completado la modernización de las dos primeras fragatas MEKO 200 de Turquía, en el marco de un programa que continúa en marcha. Esta experiencia se ha traducido en una propuesta concreta para Argentina, ofreciendo una solución integral y rentable que evita la necesidad de construir nuevos buques. Afirmó que el modelo turco demuestra que una modernización profunda puede extender significativamente la vida útil y las capacidades operativas de estos barcos. En este sentido, la propuesta incluye radares de largo alcance, sistemas ISR, sonares, guerra electrónica y un sistema de gestión de combate actualizado, lo cual promete no solo mejorar el rendimiento del buque, sino también dotarlo de mayor flexibilidad operativa.
Uno de los puntos clave de la propuesta de Aselsan es su enfoque colaborativo con la industria local argentina. Akyol subrayó que Aselsan no es un astillero, sino una empresa especializada en electrónica y sistemas de defensa, y por ello su intención es trabajar en conjunto con astilleros nacionales, probablemente dirigidos por el gobierno. Esta participación local está pensada para transferir capacidades, fomentar la industria nacional y facilitar la integración de los sistemas propuestos.
Entre las principales ventajas técnicas que Aselsan ofrece a la Armada Argentina se destacan tres pilares: soluciones costo-efectivas, cumplimiento de los estándares de interoperabilidad de la OTAN (dado que Turquía es miembro de la Alianza) y una base operativa sólida, ya que los sistemas son utilizados por las fuerzas armadas turcas, altamente profesionales y activas. A esto se suma un punto diferencial importante: al ser una empresa enfocada exclusivamente en electrónica y sistemas, Aselsan no compite con los astilleros sino que los complementa. Además, la empresa cuenta con un equipo joven y altamente calificado: tiene 12.000 empleados con una edad promedio de 33 años, lo que para Akyol significa dinamismo, innovación y potencial de crecimiento sostenido.
Otro aspecto estratégico destacado en la entrevista es la capacidad de Aselsan para proporcionar una solución integrada. Según Akyol, tener todos los sistemas electrónicos provistos por un mismo fabricante garantiza coherencia en la cadena logística, el mantenimiento y las reparaciones, evitando problemas de compatibilidad entre equipos de distintos proveedores. Este enfoque integral facilita la administración técnica del buque y reduce costos y tiempos asociados a la operación y el soporte de los sistemas.
Consultado sobre la posibilidad de extender esta solución a otras plataformas, Akyol señaló que Aselsan tiene la capacidad de modernizar no solo las MEKO 360, sino también otros modelos como las MEKO 140, lo que abre la puerta a un programa de modernización más amplio dentro de la Armada Argentina. La empresa ya ha realizado proyectos similares en Turquía y otros países, y cuenta con toda la gama de sensores, sistemas de armas, equipos electrónicos y la capacidad de análisis e implementación necesaria para adaptarse a distintas configuraciones navales.
En cuanto a la proyección regional, Akyol remarcó que Latinoamérica es una de las principales prioridades estratégicas de Aselsan, al mismo nivel que Europa occidental y Asia occidental. La empresa busca ampliar su presencia y colaboración en la región, y ya ha iniciado proyectos en países como Brasil y Argentina, además de mostrar sus capacidades en ferias como LAAD. Aselsan está abierta a alianzas no solo con astilleros, sino con cualquier empresa relacionada con la electrónica de defensa. Su objetivo es incrementar la presencia regional mediante acuerdos industriales, cooperación tecnológica y transferencia de conocimiento.
Finalmente, Akyol destacó que la relación con los gobiernos de la región es positiva, incluyendo contactos con los gobiernos latinoamericanos y con Turquía. Aselsan ve a las empresas locales como socios estratégicos naturales para expandir sus capacidades. Su visión es generar una red de colaboración sostenible a largo plazo, impulsando la modernización naval y fortaleciendo la autonomía tecnológica en defensa dentro de América Latina.
En resumen, Aselsan propone una solución robusta, coherente y probada para modernizar los destructores MEKO 360 de la Armada Argentina, respaldada por experiencia real, integración vertical de sistemas, colaboración local y estándares internacionales. La oferta se basa en una lógica de eficiencia económica y operativa, con un alto potencial de expansión tanto a otras unidades navales argentinas como a otros países de la región.