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miércoles, 18 de septiembre de 2024

Hidroavión: Consolidated P2Y Ranger


Consolidated P2Y Ranger


 
El Ranger fue el primer aviones de patrulla monoplano de la Armada de Estados Unidos. Disfrutó de una larga útil y productiva vida de servicio y rompió varios récords mundiales para el vuelo de distancia. 



En 1928 la Armada contrató a Consolidated para diseñar y construir un barco monoplano de vuelo para reemplazar su antiguos Naval Aircraft Factory PN. Consolidated construyó el XPY1, un avión de gran parasol (un ala alta montada en un pilón simple) con una envergadura 100 pies y tres motores. Un motor estaba montado encima de las alas en una góndola, pero fue eliminada. Sin embargo, debido a una oferta más baja de la Martin, la Armada se adjudicó la construcción en 1931, y nueve fueron construidas como P3M. 



Sin inmutarse, Consolidated redefinió su diseño existente en un nuevo avión, el XP2Y1. Era un sesquiplano bimotor, es decir, un biplano con un ala inferior más corto. Los dos motores fueron montados en soportes entre las alas y la cabina se cerró por completo. La Armada estaba impresionado con su rendimiento y en 1933 autorizó 23 máquinas producidas como P2Y1 Ranger. Estos fueron seguidos por otros 23 P2Y3s, que soportaban motores más potentes, con las góndolas de motores expeliendo directamente en el borde de ataque del ala para reducir la fricción.



El Ranger demostró ser un avión robusto y fiable, capaz de vuelos oceánicos. En septiembre de 1933 el Capitán de Corbeta Donald M. Carpenter, de la Patrulla Escuadrón VP5 hizo historia al volar sin escalas con seis P2Y1s desde Norfolk, Virginia, hasta la Estación Aérea Naval de Coco Solo en la Zona del Canal de Panamá, una distancia de 2.059 millas. En enero de 1934 el capitán de corbeta Knefler McGinnis llevó seis P2Y1s de VP10 desde San Francisco, 2,408 kilómetros al oeste de Hawai, otro récord mundial. En cada caso, todas las aeronaves estaban a la alturas de las expectativas. Los P2Ys mantuvieron un uso activo en el servicio de Estados Unidos hasta 1941, cuando entraron en almacenamiento. Irónicamente, un Ranger vendido a Japón sirvió de base para el barco volador Kawanishi H6K Mavis de la Segunda Guerra Mundial.



El avión estuvo en servicio en la Aviación Naval de la Armada de la República Argentina.

 
aviationgraphic.com 
Tipo: Bombardero de patrulla 
Dimensiones: envergadura, 100 pies, longitud, 61 pies, 9 pulgadas; altura, 19 pies, 1 pulgada 
Pesos: vacío, 12.769 libras; brutos, 25,266 libras 
Planta de energía: 2 x motores radiales Wright R1820 de 750 caballos de fuerza 
Rendimiento: Velocidad máxima, 139 kilómetros por hora; techo, 16.100 metros, rango máximo, 1.180 millas 
Armamento: 3 x ametralladoras calibre 30, 2.000 libras de bombas 
Fechas de servicio: 1934-1941





American Military History


martes, 9 de julio de 2024

COAN: Autorizan compra de 8 AW-109

Autorizan contrato para los 8 AW-109 para la Armada Argentina


El reciente Decreto 594/2024, firmado por el Presidente de la Nación y sus ministros, establece una modificación presupuestaria para el ejercicio 2024 que incluye autorizaciones específicas para financiar la compra de helicópteros navales livianos para la Armada Argentina. Esta adquisición cuenta con un monto autorizado de USD 98.000.000, el cual tiene un plazo de amortización mínima de tres años.

Según el Anexo “Operaciones de Crédito Público”, el monto mencionado está destinado a financiar la “Adquisición de Helicópteros Navales livianos para operar orgánicamente en las unidades de superficie de la Armada Argentina”. Aunque el Decreto no proporciona detalles adicionales, es probable que se refiera a la compra de helicópteros Leonardo AW109M, ya que se firmó una carta de intención para la incorporación de ocho de estas aeronaves.

La adquisición de los helicópteros AW109M es parte de una serie de iniciativas de la Armada Argentina para mejorar las capacidades de la Aviación Naval. Este esfuerzo de modernización incluye otros programas en curso, como la compra de cuatro aviones de patrulla marítima P-3C/N Orion a Noruega y la incorporación de más aviones bimotores Huron.

El Leonardo AW109M es un helicóptero ligero bimotor, diseñado para una variedad de misiones incluyendo búsqueda y rescate, patrullaje marítimo y transporte. La incorporación de estos helicópteros fortalecerá significativamente las capacidades operativas de la Armada Argentina, permitiendo una mayor flexibilidad y eficacia en sus operaciones. Estos helicópteros son conocidos por su maniobrabilidad, velocidad y capacidad de operar en condiciones adversas, características esenciales para las operaciones navales.

Además de la compra de los AW109M, la Armada Argentina está enfocada en la adquisición de otros equipos y modernización de sus recursos actuales. La compra de los aviones P-3C/N Orion es un ejemplo destacado, ya que estos aviones son cruciales para misiones de patrullaje marítimo y guerra antisubmarina. La adición de estos aviones mejorará la vigilancia marítima de Argentina, una capacidad crítica dada la extensa costa del país y la importancia de sus aguas territoriales.

La incorporación de aviones bimotores Huron también forma parte del plan de modernización de la Armada. Estos aviones son utilizados para transporte y logística, y su incorporación permitirá mejorar la eficiencia y rapidez de las operaciones logísticas de la Armada, facilitando el traslado de personal y equipos.

La modernización de la Aviación Naval de la Armada Argentina es parte de un esfuerzo más amplio para fortalecer las capacidades de defensa del país. La adquisición de nuevos helicópteros y aviones, junto con la actualización de equipos existentes, busca asegurar que la Armada pueda cumplir eficazmente con sus responsabilidades de defensa y seguridad. Este esfuerzo es especialmente importante en un contexto donde las amenazas y desafíos en el ámbito marítimo son cada vez más complejos y diversos.

En conclusión, el Decreto 594/2024 representa un paso significativo en la modernización de la Armada Argentina, específicamente en su componente aéreo. La compra de helicópteros navales livianos como los Leonardo AW109M, junto con otros programas de adquisición y modernización, reforzará las capacidades operativas de la Armada, mejorando su capacidad de respuesta y eficiencia en el cumplimiento de sus misiones. Esta inversión estratégica es crucial para mantener y fortalecer la defensa y seguridad del país en el ámbito marítimo.



sábado, 10 de febrero de 2024

COAN: Encuentran restos de un Neptune accidentado en 1976

Hallaron partes de un avión de la Armada Argentina que se estrelló en la Antártida hace 48 años

La nave chocó contra un monte de la isla Livingston el 15 de septiembre de 1976. Ahora, una expedición búlgara encontró restos en la playa del archipiélago

Infobae



El Neptune cayó en una isla cercana a la Antártida en 1976 (imagen restaurada y colorizada por Guido Meretta)

El avión Neptune 2P-103 de la Armada Argentina pasó 48 años perdido en un glaciar de la isla Livingston, cercana a la Antártida. El 15 de septiembre de 1976, estaba en vuelo de reconocimiento cuando se estrelló contra un monte helado. Ahora, el glaciar que lo había tragado devolvió algunas partes de la nave que quedaron esparcidas en la playa rocosa frente al mar.

Por la caída murieron los 11 tripulantes de la aeronave. Se trata de la mayor tragedia aérea de un avión argentino en la Antártida.

Los restos fueron divisados por una expedición búlgara que pasaba por el lugar. La Armada Argentina estudió los restos y confirmó que se trata del vuelo de 1976 en el que murieron 10 tripulantes y un periodista fueguino que viajaba para realizar una nota.

El objetivo del Neptune era realizar un reconocimiento aéreo de la zona de glaciares para la Campaña Antártica que se iniciaría en el verano de ese año.

Como todos los años, el Neptune realizaba vuelos glaciológicos para verificar el estado de los hielos, el desplazamiento del límite de los mismos hacia el norte y relevar aerofotográficamente la zona, a fin de planificar las operaciones antárticas en base a los datos obtenidos.

El 15 de septiembre de 1976 arrancó el vuelo desde Tierra del Fuego rumbo a la Antártida. Los tripulantes eran: Carlos Migliardo (Teniente de Navío), Arnaldo Mario Mutto (Capitán de Corbeta); Miguel Angel Berraz (Teniente de Navío); Claudio María Cabut (Teniente de Corbeta); Nelson Dario Villagra (Suboficial Segundo); Remberto Eberto Brizuela (Suboficial Segundo); Juan Aurelio Noto (Suboficial Segundo); Carlos Omar Campastri (Cabo Principal); Jesús Oscar Arroyo (Cabo Principal) y Benjamín Pablo Scesa (Cabo Primero). También viajaba a bordo Rodolfo Rivarola, director del Canal 13, Río Grande Tierra del Fuego. La tripulación se dirigía hacia la Antártida Argentina.


La localización exacta en la que cayó el avión en 1976

Cómo fue el accidente

La última comunicación con la torre de control fue a las 12:13, cercanos a la Isla 25 de Mayo. Luego el contacto cesó repentinamente, declarándose la alerta y búsqueda a las 13:22.

Al día siguiente comenzó la investigación del avión, mediante apoyo aéreo y de superficie. No fue hasta el día 24 de septiembre del ‘76 que un avión C130H localizó los restos de la nave sobre la ladera norte del cerro Barnard, en la isla Livingston. No había sobrevivientes. El lugar era muy difícil de acceder por tierra, por lo que trabajaron andinistas y vehículos aéreos para intentar rescatar los cuerpos y fragmentos.

Una de las partes que indican que se trata de un avión argentino (Cortesía del Bulgarian Antartic Institute y la Armada Argentina)

En enero de 1977, un helicóptero del Ejército AE-451, intentando acercarse al punto de impacto, sufrió un repentino empeoramiento de las condiciones meteorológicas del monte, por lo que, lamentablemente, chocó también en la misma zona.

Ante este nuevo suceso, se decidió concluir la operación, quedando los tripulantes del Neptune junto a su avión.

Según lo investigado, la colisión fue por errores del altímetro en la aeronave y por el clima de ese día, lo que generó una desorientación del piloto.

Otra de las partes del avión halladas en la playa de la isla Livingston, cercana a la Antártida

Los restos del Neptune

Un equipo búlgaro, el Bulgarian Antartic Institute, encontró restos en la orilla de la Bahía Falsa el pasado 15 de enero. Sin pistas de a qué vehículo podían pertenecer, se mantuvieron atentos a dar con su origen. Pasaron un par de días y en la orilla finalmente apareció una chapa del mismo tono verde oliva con el Sol de Mayo argentino.

Los restos del Neptune fueron hallados por la armada búlgara

Nikolay Danailov, Capitán de Fragata y Comandante del Buque Polar ST. ST. Cyril y Methodius, se comunicó con la Armada Argentina. Los especialistas argentinos confirmaron que se trataba del Neptune. Sus restos habían aparecido luego de 48 años.

Luego del hallazgo se realizó un acto frente a la isla Livingston en el que se rindió homenaje a las víctimas el accidente. Para la ceremonia, el Contraalmirante Marcelo Tarapow escribió un texto para recordar la tragedia. “Navegué por allí muchos años después, frente a esa montaña. Siempre los buscamos. ¡Muchas gracias por lo que hicieron! Siempre los recordamos. Reviví entonces una y otra vez nítidos recuerdos de aquel gris 15 de septiembre, cuando sentí por primera vez que el tiempo se detenía. Quizás si se detuvo”, sostiene el marino en un fragmento.


sábado, 30 de diciembre de 2023

COAN: Pionera en la Antártida

1942 - 7 de Febrero - 1952 -

LA AVIACIÓN NAVAL PIONERA EN LA ANTÁRTIDA

de Oscar Héctor Filippi


LA AVIACIÓN NAVAL EN LA ANTÁRTIDA

Primer vuelo en la Antártida y primer vuelo de Correo Argentino a la Antártida

Por: Instituto Aeronaval, Filial Mar del Plata.


Boeing Stearman 76D-1 del teniente de navío Eduardo Lanusse y del cabo principal aeronáutico Erik Bolmquist. 

El 7 de Febrero de 1942, el teniente de navío Eduardo Lanusse, piloteando un avion Boeing Stearman 76D-1, un frágil biplano, al que se le habían reemplazado las ruedas por flotadores, es desembarcado del buque de transporte de la Marina de Guerra “1º de Mayo” al mar. Luego de decolar, vuela sobre la Isla Decepción, en el sector Antártico Argentino. Ese fue el primer vuelo de un avión argentino en el Continente Blanco. El cabo principal aeronáutico Erik Bolmquist era el mecánico a bordo de ese avión de la Armada acompañando en ese histórico vuelo al teniente Lanusse. 

También en ese tiempo se abren las rutas de transporte a nuestra Patagonia, llegando a la Isla Grande de Tierra del Fuego con líneas regulares de sostén logístico con aviones Curtis Cóndor. 

Queda inaugurada la presencia efectiva de las alas navales en nuestra Patagonia y en la Antártida. 


Aviones navales anfibios, los PBY- 5A Catalina, matrículas 3-P-5 y 2-P-3, realizaron el primer vuelo de correo entre el Continente Americano y la Antártida. 

Otro 7 de Febrero, pero de 1952 se registra el primer vuelo argentino y mundial uniendo el Continente americano y la Antártida. Dos aviones navales anfibios, los PBY- 5A Catalina, matrículas 3-P-5 y 2-P-3, bajo el comando del capitán de fragata Pedro Iraolagoitía y piloteados por el capitán de corbeta Edgardo Andrew y el teniente de navío Guillermo Campbell, que habían partido desde la Base Aeronaval de Río Grande (Tierra del Fuego), cruzan en vuelo el Canal Drake y amerizan en las aguas de la Isla Decepción. Transportaban correspondencia y fue así como establecieron el primer correo aéreo entre la Argentina Continental y la Antártida. 

Se suceden a partir de estos hitos las campañas antárticas que efectúan los relevamientos necesarios para el subsiguiente establecimiento de las Bases. 

Hoy, con ciento cinco (105) años de presencia efectiva de nuestro país en la Antártida, contamos con seis (6) Bases permanentes y siete (7) temporales. A la fecha, cuarenta y cinco (45) países tienen presencia y realizan estudios científicos en el helado Continente. Argentina es su indiscutible pionera. 

También un 7 de Febrero, pero de 1964, se creaba la Escuadra Aeronaval Nº 4, compuesta inicialmente por la Escuadrilla Aeronaval de Búsqueda y Salvamento, la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Propósitos Generales (PROPOGEN) y la Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros. 

Fuente Consultada: Libro de Efemérides Navales – Armada Argentina 
Libro: Alas sobre el Mar. 



Facebook de Oscar Héctor Filippi

domingo, 10 de diciembre de 2023

COAN: La Aviación Naval en la Antártida



La Aviación Naval y el primer vuelo al Polo Sur


En 1962, dos aeronaves argentinas hicieron historia al aterrizar por primera vez en la zona más austral del mundo.


Gaceta Marinera


Hace 59 años, el aire frío del continente blanco fue testigo del primer vuelo argentino al Polo Sur. Aquel 6 de enero, el de 1962, pasó a la historia como el día en el que dos aeronaves Douglas DC-3 de la Aviación Naval Argentina lograron completar el primer aterrizaje de unidades de nuestro país en suelo antártico.

La travesía había iniciado en octubre de 1961 con vuelos de inspección sobre la zona. Previo a su expedición, las unidades –matriculadas CTA-12 y CTA-15– instalaron equipos, esquíes y la unidad de Exploración y Reconocimiento Aerofotográfico. Por su parte, los pilotos se adiestraron para volar en condiciones nulas de visibilidad.

Las aeronaves de la Unidad de Tareas 8 despegaron de Río Gallegos el 18 de diciembre. Luego de dos etapas previas con escalas en proximidades de la isla Robertson, sobre la barrera de hielos Larsen y en la estación científica de Ellsworth, lograron unir por primera vez ese punto del Polo Sur con el continente sudamericano.


La magnitud de esta proeza se dimensionó por las dificultades que presentaba la expedición: las unidades de la Aviación Naval prefirieron encarar una ruta distinta a la conocida y ser los primeros en arribar al lugar directamente desde el continente americano. En aquella época no se contaba con cartografía de la zona y se desconocía la existencia de referencias en tierra que pudiesen facilitar la orientación durante el vuelo. Por ello, fue necesario que compilaran e interpretaran toda la experiencia.


El operativo fue comandado por el Capitán de Fragata Hermes Quijada y formaron parte de la dotación de las dos aeronaves los Capitanes de Fragata Pedro Margalot y Rafael Checchi; los Tenientes de Navío Jorge Pittaluga, Miguel Grondona, Héctor Martini, Enrique Dionisi y José Pérez; el Suboficial Primero Edmundo Franzoni; el Suboficial Segundo Ricardo Rodríguez; el Cabo Principal Elías Gabino y el Cabo Primero Raúl Ibasca. El piloto de uno de los aviones era el mismo Quijada y del otro el Teniente Pittaluga.

Gracias a esta misión, se amplió el conocimiento científico universal que adquirieron nuevos aportes geográficos, glaciológicos, meteorológicos, geológicos y sanitarios sobre zonas del continente antártico aún inexploradas y sobre otras poco conocidas.

El itinerario de vuelo

A las 5.48 del 18 de diciembre de 1961, las aeronaves al mando del entonces Capitán de Fragata Hermes Quijada despegaron de la Estación Naval Río Gallegos rumbo al Cabo de Hornos. La velocidad era poca: las 32.000 libras de peso, sumadas a los vientos del sector Sur y a la necesidad de ahorrar combustible, en previsión de cualquier súbito empeoramiento de tiempo, no les permitió pasar los 115 nudos.

Ambos aviones realizaron un perfecto aterrizaje en la Base Teniente Matienzo, el primero en la nieve, con el que concluyó la etapa inicial del vuelo al Sur, luego de 8 horas 17 minutos de travesía.



El 24 de diciembre los expedicionarios fueron invitados por los camaradas de la base a pasar la Nochebuena con ellos. Dos días más tarde, aprovechando la buena meteorología, despegaron para continuar el trayecto.

Al volar sobre Bahía Austral, la Estación Científica Ellsworth apareció como una manchita negra que poco a poco fue aumentando de tamaño. La pista había sido bien señalada y a poco de aterrizar fueron recibidos por el personal de la estación.

Luego, la estación Polo Sur les comunicó que estaba lista a recibirlos. El 6 de enero, a las 13.05, despegaron nuevamente, mientras se abría a su proa una zona cubierta de grietas enormes. Se encontraban muy cerca al Polo Sur y la zona que sobrevolaban tenía una capa de hielo de casi 3.000 metros de espesor.



Eran las 20.45 en Argentina. Al iniciar la cuarta pierna de la búsqueda, descubrieron por la amura de estribor unos puntos negros que no pertenecían al natural paisaje antártico. El Teniente Grondona, copiloto de una de las aeronaves, giró de inmediato hacia esa dirección donde avistaron el Polo Sur a más de 30 millas. Recién a las 20.15 estuvieron sobre su vertical y, diez minutos más tarde, aterrizaron en medio de la mirada complacida de todos los integrantes de la base.

Las aeronaves lograron aterrizar en la base estadounidense Amundsen-Scott. Tras las palabras del Capitán Quijada, la delegación argentina entregó una placa recordatoria del vuelo con el siguiente texto: “La República Argentina a Amundsen, Scott y sus hombres en el cincuentenario de su llegada al Polo Sur. Homenaje de la Aviación Naval de la Armada Argentina en su primer vuelo al Polo Sur”.

lunes, 19 de junio de 2023

ARA: Primer aterrizaje de un Corsair argentino

Primer enganche de un Corsair argentino





Llegado el Capitán de Corbeta Archibal DIBOLL, Reserva de la Armada Británica, a la BASE AERONAVAL PUNTA INDIO (BAPI) en Junio de 1959, se comenzó el adiestramiento en tierra para el futuro aterrizaje en el "INDEPENDENCIA" con señalero. Las prácticas duraron varias semanas y como me hizo notar el señalero, las ruedas derechas de los aviones empezaban a caer todas en el mismo manchón que había sobre la pista vieja de la BAPI. una vez alcanzada esta etapa estaríamos listos para ir a bordo.
La maniobra consistía en decolar de la pista vieja, subir a 500 pies, girar a la izquierda hasta estarparalelo a la pista, ir descendiendo hasta 200 pies y al través de donde estaba el señalero en tierra, iniciar un giro que pusiera al avión a 90 pies de altura, 90 nudos, o sea un poco arriba de la pérdida, y 90 grados de la pista con tren y flaps abajo; a partir de ese punto seguir con el giro y con el señalero a la vista cumplir sus indicaciones hasta el "cut" final, cuando se cortaba motor -orden imperativa- se enderezaba el avión con el eje de la pista y se rompía el planeo -eufemismo de vuelo, porque con la velocidad que tenía y sin motor, el "CORSARIO" caía como un piano- motor nuevamente y a otra vuelta.
Cuando el primer giro era hacia el Sur terminábamos volando sobre los hangares nuevos y la Torre de Control para llegar a los 200 pies y través del señalero.
Con pista al Este y giro al Norte la cosa era más cómoda porque giramos sobre el blanco de bombardeo.
Llegó el día, porque todo llega y se va, en que nos trasladábamos, con el Capitán SABAROTS, Comandante de la ESCUADRA AERONAVAL Nº 2 a la cabeza, porque también quería enganchar aunque más no fuera una vez, hacia la BASE AERONAVAL COMANDANTE ESPORA (BACE). Allí esperamos hasta las 16:00 horas aproximadamente hasta que llegó la orden del "INDEPENDENCIA" de trasladarnos hasta un punto al sur del Faro Recalada - Monte Hermoso.
Puesta en marcha de los aviones con la ansiedad del "ahora es"; salida al mar "pies mojados" por el sur de la Ría de Puerto Belgrano; enlace con "Tigre" de ocho "Mariposas"; vectoreo de Tigre hacia el Portaaviones aún cuando ya estábamos en contacto visual.Se arma la ronda de los cuatro primeros aviones, a 1.000 pies de altura pasando por estribor y paralelo al rumbo del buque, un minuto de vuelo hacia adelante y giro de 180 grados para ubicarse por babor, través del señalero y 100 pies de altura. Iniciar giro con tren y GANCHO ABAJO, todo flaps, paso mínimo, llegando al punto de 90-90-90 (grados-pies-nudos). A partir de allí mirar al señalero y hacer el giro de modo de sobrepasar la estela del buque para quedar enfilado con el eje de la cubierta angulada.



El Capitán SABAROTS había sido el primero en la aproximación, pero al iniciar este giro observé que no había aviones en Cubierta; sin tiempo para especulaciones seguí con giro viendo que el señalero me hacía un lindo y tranquilo «Roger»; quise creerlo así, porque DIBOLL nos había dicho que a veces el señalero hacía un Roger "aterrorizado" -el señalero congelado de miedo por lo que hacía el piloto- enderecé el giro por su orden e inmediatamente vino el Corte -banderilla derecha cruzando el cuello del señalero- Corte de motor, aflojar el bastón hasta ver el eje de la pista angulada y tirar atrás para aterrizar, de inmediato un suave tirón y... hete aquí que estoy a bordo, primero de los aterrizajes de un avión de combate en el ARA "INDEPENDENCIA"".
El Capitán DIBOLL me confió luego que, a pesar de que el Capitán SABAROTS venía bien, según la tradición en la Armada Británica el primero que debe aterrizar es el Comandante de la Escuadrilla y él había cumplido con la tradición; ¡¡¡juzgué preferible no contárselo al Jefe!!!.
CAPITÁN DE FRAGATA (RE) Hugo Armando FRONTROTH, Aviador Naval
MACH 1 Nº 54 (SEPTIEMBRE-OCTUBRE-NOVIEMBRE-DICIEMBRE 1998)

martes, 6 de diciembre de 2022

COAN: Aniversario de la Primera de Ataque


Aniversario de la creación Primera Escuadrilla Aeronaval de Ataque


Por Vladimiro Cettolo || Aviones de Argentina



El 4 de diciembre de 1958 se constituye la Primera Escuadrilla Aeronaval de Ataque, fecha en la que también realiza su primer vuelo un Grumman Panther F9F-2B 2-A-20 a los mandos del Cap. de Corbeta Neldo Baldacci, siendo este último el primer jefe de la 1ra de Ataque Esta nueva unidad tiene como asiento la Base Aeronaval “Comandante Espora “(BACE). Los Panthera fueron los primeros aviones incorporados a esta escuadrilla arribando los mismos al país en septiembre de 1957 en el ARA Buen Suceso a la Base Naval Puerto Belgrano siendo puestos a punto en los talleres BACE. Entre 1959 y 1960 participa de numerosas de actividades y ejercitaciones con la Flota de Mar. En agosto de 1960 la 1ra de Ataque es transferida a la Base Aeronaval de Punta Indio pasando a integrar a la Fuerza Aeronaval Nº 1. En 1962 la EA1 incorpora dos aviones Grumman TF-9 “Cougars “traídos a bordo del Portaviones Independencia desde los EEUU

En Los sucesos de Azules y Colorados ocurridos en el año 1963 la EA1 pierde varios aviones tanto en tierra como en el aire. Tres años después de su llegada a BAPI en septiembre de 1963 vuelve a ser transferida a la Base Aeronaval Cte. Espora pasando la escuadrilla a integrar nuevamente la Fuerza Aeronaval Nº 2, el remanente de aviones para ese momento era 9 Panther y 2 Cougar Estos aviones serían los que volaría hasta el año 1969 la EA1. En 1968 comienza a recibir los N.A. T-28 P navalizados. En 1970 se dejan de volar los F9F-2B Panther quedándose únicamente con una dotación de 12 T-28 P y T-28 F Para ese mismo año se incorporan los Aermacchi MB-326 en cantidad de 8 aeronaves reemplazan en esta unidad definitivamente a los T-28 En 1972 paso integrar la Escuadra Aeronaval Nº 4 A fines de 1980 se incorporan los 2 primeros Aermacchi MB 339 de una serie de 10 aviones A posteriori de la Guerra de Malvinas en el año 1983 se incorporaron 11 AT-26 Xavantes de segunda mano ex Fuerza Aérea Brasileña . Tras el accidente en el cual falleció el teniente de fragata Julio Agustín Alonso, en octubre de 2007 y al llegar al final de la vida útil de los aviones Aermacchi MB-326GB, de origen italiano, la Aviación Naval decidió poner en reserva a los aviones y esperar la llegada de máquinas que los reemplacen. Quedó así desactivada la 1.ª Escuadrilla, tras casi medio siglo de operaciones La 1ra Escuadrilla Aeronaval de Ataque tuvo una activa participación en la Guerra de Malvinas desplegando MB-339 a las islas siendo la misión más reconocida la llevada a cabo por el teniente de navío Owen Crippa cuando constató el desembarco de tropas en la Bahía San Carlos y en forma solitaria atacó a la fragata HMS Argonaut con cohetes de 127 mm y fuego de cañones de 30 mm. El resto de los aviones del EA41 cumplieron misiones de reconocimiento en el continente

Fuente Historia de la Aviación Naval Argentina Tomo I Pablo E. Argunideguy AerMacchi MB 326GB/GC Serie Aeronaval Nº 20 Jorge F. Padín



T-28P Fennec operando desde el Poortaviones 25 de Mayo
 

MB-326GC Xavante

Aermacchi MB339 operando desde el Autódromo Porteño en Octubre de 1981 para la semana aeronáutica


Escuadrilla de Panther F-9F operando desde la IV Brigada Aérea

lunes, 25 de julio de 2022

Crucero acorazado: Sin radar, el biplano era el mejor amigo

Aeronave de combate: Mejor amigo de un crucero pesado británico

Roman Skomorokhov || Revista Militar




Al describir la existencia de cruceros en general y especialmente pesados, cada vez surgía un momento sobre la aviación naval. Al comienzo de la guerra, todos los cruceros pesados ??de los países participantes (que los tenían) llevaban hidroaviones o hidroaviones. Y muchos cruceros ligeros también tenían sus asistentes.



De hecho, los "ojos" en el cielo fueron muy útiles al comienzo de la guerra, mientras que el radar de Su Majestad se arrastró fuera de los pañales. Luego, por supuesto, más compacto y mirando más lejos, día y noche, el radar suplantó a los aviones. Y, sin embargo, esta es una página en la historia de las armas, que es difícil de borrar. Pero no lo haremos.

Nuestro héroe de hoy no es guapo. Y no merecía tanta fama como otras creaciones del diseñador Reginald Mitchell.



Sí, el que desarrolló Spitfire. Pero entre el Spitfire y los hidroaviones de carreras, el Walras, desarrollado a principios de la década de 1930, o en ruso, el Walrus, se apiñaba modestamente.


En general, a Mitchell no le gustaban mucho los hidroaviones. Más precisamente, antes de unirse a Supermarine, no prestó atención a los hidroaviones. Trabajó muy lejos de la aviación. Pero, habiendo llegado a Supermarine en 1917, ya en 1918 Mitchell creó un hidroavión Baby bastante exitoso. En 1922, se instaló un motor más potente en el Baby, renombrado como Sea Lion / Sea Lion, y el barco ganó inesperadamente la Copa Schneider. Bueno, flotó y voló ...

Mitchell creó varios proyectos exitosos, pero la crisis de los años 20 redujo drásticamente el número de pedidos. Y Supermarine tuvo suerte cuando la Fuerza Aérea Australiana ordenó un hidroavión.

Era el proyecto Seagall / Seagull: un pequeño bote biplano volador con un fuselaje de madera y un motor de hélice de tracción. Los australianos encargaron seis copias de la máquina en 1925, que se utilizaron en interés de la exploración geológica y la topografía.

Como saben, el apetito viene con la comida y los australianos querían equipar sus barcos de guerra con tales barcos. Esto no funcionó con el Chaika, el avión no tenía la fuerza suficiente para lanzarse desde una catapulta. Tuve que alterar radicalmente el avión. El planeador se fortaleció, dio la casualidad de que la hélice pasó de ser de tracción a empujar.

El primer vuelo tuvo lugar el 21 de junio de 1933. En ese momento, el Supermarine fue absorbido por la preocupación de Vickers. El coche fue pilotado por el piloto principal de Vickers, Sumners. Al probador le gustó el coche, el único punto débil fue el no muy buen manejo al conducir en el suelo, provocado por fallas en el diseño del chasis con ruedas.

Luego, el coche pasó por un ciclo completo de pruebas.

En 1934 aparecieron los australianos que, de hecho, encargaron el avión. Fue interesante para ellos observar el inicio del avión desde la catapulta. Se demostraron los lanzamientos y se continuaron las pruebas, tanto en el agua como en el aire.

Los resultados de la prueba fueron positivos. Las características de navegabilidad eran muy impresionantes, el avión podía despegar y aterrizar en olas importantes, maniobrar perfectamente, despegar y aterrizar fácilmente.

Solo se requirieron modificaciones mínimas para dejar el casco aerodinámicamente limpio, y la góndola del motor se giró hacia la izquierda 3 grados para compensar el momento reactivo de la hélice.

Como resultado, los australianos encargaron 24 aviones. Y luego sucedió un evento interesante: ¡el Almirantazgo británico decidió de repente que la Royal Navy no tenía un explorador de eyección moderno! Y se inició un estudio urgente de la posibilidad de utilizar el "Sigall" en los barcos de la Armada Británica.

Para ello, se utilizó el prototipo "Sigall", que se quedó en el "Vickers". El avión fue cargado en el portaaviones Koreyges y enviado a Gibraltar para pruebas adicionales. El avión ha sido pilotado por muchos pilotos y obtuvo las más altas calificaciones.

Sin embargo, fue necesario cambiar ligeramente el diseño de los flotadores y alterar el lugar del observador. Y después de todos estos trabajos, el avión fue aceptado en el balance por el Ministerio de Aviación.



El hidroavión fue aceptado para el servicio naval en una sola copia. Colocación del avión a bordo del acorazado "Nelson", que se dirigió a las Indias Occidentales. Allí se reveló un defecto más. No había ningún indicador de estado del chasis en la cabina, y el propio chasis, ubicado en el casco del barco, era imposible de controlar desde la cabina. Y en uno de los vuelos, el tren de aterrizaje se soltó al aterrizar en el agua. El avión chocó contra el agua con las ruedas y se volcó.

Nada, excepto el comandante del escuadrón británico, el almirante Roger Backhouse, estaba a bordo. Pero todo terminó bien, el almirante y el piloto se bajaron nadando. El coche no sufrió daños y, tras pequeñas reparaciones, siguió volando.

Pero no se puede volar lejos del destino, y después de un tiempo, mientras despegaba de la superficie de la bahía de Gibraltar, el avión se estrelló contra una barrera antisubmarina y se estrelló por completo. La tripulación, sin embargo, no resultó herida.

El Almirantazgo tuvo en cuenta estos momentos y, sin embargo, ordenó un lote de 12 aviones, estipulando por separado la instalación de un indicador de retracción del tren de aterrizaje en la cabina.

Y aquí tuvo lugar un renacimiento legal: el pájaro se convirtió en en la Bestia de Orskoy, "Seagull Mk V" convertido en "Walrus Mk I".



Al mismo tiempo, el Almirantazgo emitió a Mitchell, como diseñador, requisitos adicionales para la aeronave. Era necesario reducir la envergadura para que encajaran en el tamaño de los hangares del barco, o hacerlos plegables, instalar un piloto automático necesario para vuelos largos y aumentar el área de acristalamiento de la cabina. Permitido sacrificar las características de velocidad en aras de la resistencia estructural.

La primera producción Walrus despegó por primera vez en Woolston el 18 de marzo de 1936. Exteriormente, la "Walrus" se diferenciaba de la "Seagull" por la presencia de un par adicional de puntales entre alas al lado de la góndola del motor y las alas traseras plegables. El Walras fue el primer avión de la Royal Navy británica en tener una cabina completamente cerrada para una tripulación de cuatro.

El mando británico esperaba utilizar el nuevo avión con bastante frecuencia. Además del reconocimiento, se suponía que el "Walrus" podía buscar y destruir submarinos enemigos, atacar pequeños barcos de superficie y realizar funciones de búsqueda y rescate.

El Walrus tenía algo para atacar barcos y barcos. El armamento ofensivo estándar de la aeronave consistía en dos pares de bastidores de bombas debajo del ala inferior. El par interior podía transportar bombas de hasta 113 kg (250 lb), las exteriores de hasta 45 kg (100 lb). El armamento defensivo consistía en dos ametralladoras "Lewis Mk III" o "Vickers K" de 7,7 mm en puestos de tiro abiertos en la nariz del avión y en el medio del fuselaje.

En 1935, "Walras" comenzó a entrar en servicio con barcos de la Royal Navy. Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, estos aviones estaban equipados con más de 30 barcos en diferentes flotas y escuadrones.



Con el estallido de la guerra, las "Walrus" comenzaron a patrullar activamente la zona costera de la metrópoli como aviones antisubmarinos.

El evento más significativo para la "Walrus" fue la búsqueda y detección del asaltante alemán "Almirante Graf Spee". Fueron los pilotos del "Walrus" quienes encontraron al asaltante, pero también sufrieron las primeras pérdidas. Faltaba un barco del crucero "Suffolk" y dos del crucero "Exeter" resultaron gravemente dañados por el fuego de un barco alemán.

En 1940, los Walras del portaaviones Glories y los cruceros Suffolk, Glasgow, Effingham y Southampton operaron con éxito en Noruega como bombarderos ligeros nocturnos. Durante las incursiones a las posiciones de los alemanes, solo se perdió un avión. El resto regresó sano y salvo en el portaaviones Ark Royal.

En el proceso de uso de combate, las "Walrus" han demostrado su fiabilidad y funcionalidad. De hecho, se trataba de aviones de muy alto potencial.



Dos Walrus del crucero Suffolk despegaron para bombardear un aeródromo en Stavanger. Teniendo en cuenta que el Suffolk estaba constantemente bajo ataque de los alemanes desde el aire y era dudoso que los alemanes permitieran con calma que el avión fuera levantado del agua, se decidió quitar el tren de aterrizaje del avión y llevar a bordo el máximo cantidad de combustible.

"Walrus" bombardearon con éxito el aeródromo y, según la orden, partieron ... ¡a Escocia! Y, por cierto, volamos con bastante éxito. Con los tanques vacíos, después de cinco horas en el aire, los aviones aterrizaron en el puerto de Aberdeen.

Luego estaba la vergüenza de Dunkerque, en la que todas las "Walrus" disponibles rescataron a las tripulaciones y pasajeros de los barcos de evacuación, que fueron hundidos por bombarderos alemanes. La preparación y la práctica hicieron su trabajo y los equipos del "Walrus" salvaron muchas vidas.

Y luego hubo un intento de bloquear Gran Bretaña por submarinos alemanes que hundieron barcos que iban a puertos británicos. La especialización antisubmarina "Walrus" fue útil aquí. Por supuesto, los Sunderlands británicos y los Catalinas estadounidenses eran mucho más adecuados para este papel, pero mientras los Catalin fueron traídos de los Estados Unidos, mientras se construyó un número suficiente de Sunderlands, los pequeños Walras hicieron todo lo posible para combatir los submarinos alemanes.



Dado que el "Walrus" no tenía un gran alcance, se establecieron bases temporales de hidroaviones con combustible y repuestos en pequeñas islas alrededor de Gran Bretaña, desde las cuales operaban hidroaviones.

Para mejorar la efectividad de la lucha contra los submarinos y los torpederos alemanes, se intentó equipar al Walrus con el cañón Hispano-Suiza de 20 mm. Para ello, fue necesario retirar la torreta delantera con una ametralladora y el asiento del piloto derecho. El piloto controlaba el avión y disparó desde el cañón desde el asiento izquierdo. El experimento falló y no entró en producción.

Cuando Italia entró en la guerra, el Mediterráneo se convirtió en el nuevo escenario para los Walrus. Aquí los barcos realizaban toda la protección posible de los convoyes y reconocimientos, despegando de las catapultas de los cruceros y de los hidrotransportes y barcos de escolta.

Aquí se repitieron los problemas que surgieron en Noruega: para poder embarcar en un hidroavión, el buque portaaviones tuvo que detenerse, convirtiéndose en un excelente objetivo para los aviones y barcos enemigos.



Con el tiempo, quedó claro que la mejor ubicación para los hidroaviones era la cubierta de un portaaviones o bases costeras. El barco que maniobraba bajo los ataques enemigos no tenía tiempo para hidroaviones. Sin embargo, en África, había suficiente espacio para la disposición de las bases y aviones. Aunque desde las catapultas se siguió utilizando "Walras".



Las acciones de las "Walrus" provocaron un daño real al enemigo. Las "Walrus" del crucero pesado "London" descubrieron el transporte de suministros de los submarinos alemanes "Esso Hamburg" y el petrolero "Egerland", que se auto-sumergieron cuando fueron interceptados por el crucero. Un explorador del crucero Sheffield descubrió el petrolero Friedrich Breme, que servía al Bismarck. El petrolero fue hundido por Sheffield. Los Walras del crucero Kenia encontraron el petrolero Kota Penang reabasteciendo de combustible al submarino. El barco escapó y el crucero hundió el petrolero. La tripulación de un avión que operaba desde una base terrestre en Beirut hundió el submarino italiano Ondina.

Pero 1942 fue el último año en la carrera de combate de Walrus. Los principios del uso de barcos estaban cambiando, los radares se usaban masivamente. En algunos barcos, los hidroaviones sirvieron hasta el final de la guerra, pero en la mayoría de los barcos de la flota británica, las catapultas se desmantelaron a finales de 1943. Y en julio de 1943, se completó la producción en serie de Walras.

Sin embargo, la carrera de la aeronave no había terminado. Al contrario, ha comenzado una nueva ronda.



En la primavera de 1943, comenzaron los ataques aéreos masivos de los aliados contra ciudades alemanas. Durante el día la ciudad fue bombardeada por las "Fortalezas Voladoras" y los "Libertadores" estadounidenses, por la noche estaban funcionando "Lancaster" y "Halifax". Estos vehículos contaban con tripulaciones numerosas (8-12 personas) y en caso de aterrizaje forzoso en el agua, que fue suficiente en la ruta, el rescate de dichas tripulaciones se convirtió en un problema.

Y aquí la "Walrus" fue muy útil, dada su capacidad para despegar y aterrizar en el agua incluso con olas importantes.



Más de mil miembros de las tripulaciones de los bombarderos fueron rescatados por los Walrus de las aguas de los mares que rodean Gran Bretaña.

En general, los "Walrus" rescataron a los pilotos no solo en los mares. Hubo un caso en Nueva Guinea cuando el piloto estadounidense Carter, derribado en batalla, se lanzó en paracaídas sobre el territorio ocupado por los japoneses. Sin embargo, Carter tuvo mucha suerte: el río Fly fluía cerca. Y mientras los soldados japoneses se abrían paso a través de la jungla para agarrar al piloto, los rescatistas australianos abordaron el río y se llevaron a Carter.



Después del final de la guerra, los "Walrus" se utilizaron durante mucho tiempo con fines pacíficos o casi pacíficos. Varios vehículos continuaron trabajando como exploradores en las flotas balleneras de Gran Bretaña. Se llegó al punto que incluso se instaló una catapulta, desmantelada del crucero Pegasus, en la base ballenera de Balaena.



Se construyeron un total de 770 "Walrus", que sirvieron en Gran Bretaña, Australia, Nueva Zelanda, Turquía, Irlanda, Portugal, Argentina y Francia. En promedio, los "Walrus" se sirvieron hasta mediados de los 50. Los aviones argentinos se convirtieron en los poseedores del récord, que sirvió hasta 1958.



Los "Walrus" se fueron en silencio y sin salpicaduras. Básicamente, simplemente se desmontaron y desecharon. Solo dos aviones han sobrevivido hasta el día de hoy. Un "Walrus" es una colección de varias partes del museo en Yeovilton, la segunda - "Seagull Mk. V ", pintado como "Walrus", se encuentra en el Museo de la RAF en Hendon.

Esta es la historia del avión Walrus Mk.I (II). Aviones de reconocimiento marino, aviones de enlace, observadores de fuego de artillería, bombarderos ligeros, aviones antisubmarinos y de rescate.

Algunas palabras sobre la construcción.



Barco biplano de una sola pierna. Tripulación de tres personas: piloto, navegante, operador de radio. El piloto y el navegante se sentaron en la cabina, separados por un tablero. El navegante se sentó al frente, el piloto detrás y encima del navegador. Esto proporcionó al piloto una excelente visibilidad. La cabina del navegador estaba equipada con equipos de observación y navegación. Además, el navegante era responsable del tirador de la ametralladora frontal. Detrás del asiento del piloto estaba la cabina del operador de radio, que también desempeñaba el papel de artillero de cola.

El lugar en el fuselaje entre la cabina del operador de radio y la torreta trasera se utilizó para transportar mercancías o personas. Detrás de la ametralladora de popa había un bote de rescate de goma para la tripulación.



La rueda de cola era orientable y desempeñaba el papel de timón en el agua.

Las alas tenían un diseño similar. La diferencia fue que el ala superior tenía tanques de combustible y los puntales del tren de aterrizaje se quitaron en el ala inferior.

La planta de energía consistía en un motor Pegasus II de 9 cilindros refrigerado por aire con una capacidad de 635 hp. El avión de la segunda iteración estaba equipado con un motor Pegasus IV de 775 hp más potente. En todas las modificaciones del barco, se instaló una hélice de paso constante de dos palas de madera. El motor se puso en marcha con aire comprimido.



El "Walrus" podría despegar tanto del agua como de pistas no preparadas. El despegue y aterrizaje en tierra se realizó con un tren de aterrizaje con ruedas, que se replegó con un giro hacia los nichos del ala inferior.

LTH Walrus Mk I


Envergadura, m: 13,97
Eslora, m: 11,58
Altura, m: 5,13
Superficie alar, m2: 55,93

Peso, kilogramo
- aviones vacíos: 223
- despegue normal: 3334
Motor: 1 x Bristol "Pegasus VI" x 750 HP
Velocidad máxima, km / h
- al nivel del mar: 200
- en altura: 217
Velocidad de crucero, km / h: 153
Alcance práctico, km: 966
Velocidad de ascenso, m / min: 244
Práctico techo, m: 5 650

Tripulación, pers: 3-4

Armamento:
- una ametralladora de 7,7 mm en la proa;
- una ametralladora de 7,7 mm en el centro del fuselaje;
- carga de bomba con un peso de hasta 272 kg en bastidores de bombas debajo de las alas o 2 cargas de profundidad Mk VIII.