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miércoles, 25 de diciembre de 2019

ARA: La entrega del ARA San Juan y su viaje a MdP

La entrega del ARA San Juan

De Emden a Mar del Plata




Por el CN (RS) Carlos A Zavalla

Prólogo


El propósito de este trabajo es relatar el viaje del Submarino ARA “SAN JUAN” desde Alemania tal cual lo fui escribiendo durante la navegación en un cuaderno, basado en las actividades de abordo, sentimientos y emociones vividas mas que en aspectos técnicos de la navegación que pueden encontrarse en el libro de bitácora y el informe de viaje. A modo de introducción he agregado este prólogo haciendo esfuerzos para no extenderme en las ricas experiencias, anécdotas y vivencias ocurridas durante los casi cuatro años de la construcción y pruebas del buque en los que participé.

En enero de 1982, a los pocos días de entregar el comando del Submarino ARA “SALTA”, viajé a Emden para asumir mis funciones como Comandante del segundo submarino TR 1700 en construcción en el Astillero Thyssen Nordseewerken, el SAN JUAN. El casco del primer buque, el Santa Cruz estaba listo y se estaban montando los equipos en el Halle 25, el galpón donde se completaría la construcción. La del San Juan recién comenzaba en otro galpón, tenía algunas secciones del casco resistente preparadas para comenzar a recibir su estructura interna y pude seguir paso a paso su construcción. En el galpón donde se completaba la construcción se pesaba cada elemento que entraba, absolutamente todo, incluyendo electrodos para soldar, tronillos, etc. El trabajo era muy meticuloso, controlado en lo que a calidad se refiere por el BwB contratado por la Armada bajo supervisión de la Subcomisión Naval en Emden.

Al ser el TR 1700 un prototipo, el peso del buque era un tema de la máxima importancia.

Las actividades incluían pruebas en fábrica de los distintos equipos (FAT), pruebas de puerto (HAT) de dichos equipos ya instalados y pruebas de mar (SAT) que se cumplieron desde el puerto danés de Frederikshavn. El programa de capacitación de las dotaciones comprendía cursos sobre los equipos y sistemas en las fabricas, un curso sobre el buque en puerto y un curso de mar, ambos a cargo de la experimentada dotación de pruebas del astillero.

Afines de 1984, el Santa Cruz zarpó hacia Mar del Plata. El San Juan estaría listo seis meses mas tarde, pero un problema en un motor hizo necesario su recambio, con corte del casco incluido y fue recibido por la Armada a mediados de noviembre del año siguiente. Los problemas que hubo que superar durante la construcción fueron muy complejos y a los de carácter técnico se agregaron los económicos-financieros.

La ceremonia de afirmación del pabellón se cumplió el 18 de noviembre. Habló en nombre de Thyssen su director el Dr Herbert von NITZSH, por la Armada el Jefe de la Comisión Naval en Europa, Capitan de Navío Harry Axel LEIBOVICH.



Luego ordené embarcar a la dotación mientras la banda, a mi pedido, tocaba “Alte Kameraden”, Se izó el pabellón, entonamos el himno nacional, dimos las voces de “Viva la Patria” y pronuncié mi discurso que resumía mis sentimientos y el compromiso que asumíamos. Dije entonces:









“Ya flota a los vientos la enseña celeste y blanca, insignia de justos, emblema de paz, expresando que el Submarino A.R.A. “SAN JUAN” queda consagrado al servicio de la Nación Argentina.

“Culmina así una etapa que reconoce fechas notorias como la puesta de la quilla en marzo de 1982; el bautismo y botadura al año siguiente y el reciente traspaso de la propiedad. Es la historia normal de todo buque, pero la relación de estas fechas con la vida de nuestro país y las dificultadas que han debido superarse para concretar este acto, brindan a esta ceremonia un especial motivo de satisfacción.

“El prolongado tiempo que demanda la construcción de submarinos de avanzada tecnología y su exigente programa de pruebas, nos han permitido exceder el simple marco de las relaciones técnicas con el astillero para integrarnos en la comunidad de nuestra querida ciudad de Emden. Esta comunidad que tanto nos ayudó en los momentos de angustia y dolor de nuestra patria; esta comunidad que nos acogió con cariño y nos permitió refugiarnos en sus costumbres, haciendo mas llevadera la prolongada separación de nuestros familiares y amigos; esta comunidad que abrió sin retaceos sus escuelas a nuestros hijos y los educó con esmero. Y gracias al paso del tiempo hemos comprobado como se fueron eliminando obstáculos, como desaparecía la aparente frialdad en el trato al conocer mas profundamente a este notable pueblo de la Frisia Oriental, tan trabajador, tenaz y sincero.

Y ese espíritu generoso de cada habitante, se manifestó claramente en los desinteresados consejos de nuestros amigos de la dotación de pruebas; en la hospitalaria camaradería de que gozamos en la Kaserne Karl Von Mueller y en las diversas asociaciones con que llenó sus horas libres en sano esparcimiento nuestra dotación.

El mismo espíritu con que fuimos recibidos por la Armada Alemana en nuestras visitas y navegaciones, en las que resultamos gratificados profesionalmente y de las que extraemos valiosas ideas para nuestro futuro desempeño. Como vemos, esta etapa en la vida del buque no ha sido solo de construcción y pruebas, ya que cultivamos amistades que perdurarán en el recuerdo con la esperanza de un reencuentro.

Por la tranquilidad y seguridad con que hemos gozado de vuestra amistad, y en nombre de toda la dotación, expreso mi agradecimiento.

Fuer diese freunschaft, die wir sehr zu schaetzen wissen, die uns auch sicherheit und geborgenheit hat, moechte ich mich im namen der gesamten besatzung, herzlich bedanken.

Simultáneamente con el comienzo de nuestra despedida, Se inicia una nueva etapa en la vida del buque y resulta oportuno efectuar algunas reflexiones.

NINGÚN BUQUE ES MEJOR QUE SU TRIPULACIÓN ; por eso, este submarino, fruto del ingenio y trabajo de tanta gente, nos impone a sus tripulantes la obligación de superarnos cada día en nuestra actividad y celo profesional.

DOTACIÓN: Se nos ha confiado el mas moderno buque con que cuenta nuestra Armada; de nosotros depende que este buque tenga una vida fecunda y útil para la Armada y el País.

COMPROMETO TODO NUESTRO ESFUERZO para lograrlo y pido al SEÑOR que proteja siempre al Submarino ARA “SAN JUAN” y sus tripulantes y me ayude en las decisiones.





Unos dias después del arribo recibí un telex del Director del astillero Thyssen Nordseewerken;

Al señor Comandante y dotación del Submarino ARA “SAN JUAN”

Con motivo de la exitosa finalización de una travesía extraordinaria para submarinos convencionales le hago llegar las mas cálidas felicitaciones del directorio y personal del astillero Thyssen Nordeewerken.

Su travesía record, que nos enorgullece como constructores de su nave, ha demostrado la calidad y capacidad de su dotación.

Hacemos votos por la constante superación del ARA “SAN JUAN” y por el éxito profesional y personal de sus tripulantes,

Herbert von Nitzsch – Director – Thyssen Nordseewerken

Viajé a Buenos Aires para presentar mi informe al Director General del Material Naval, Contralmirante Julio Gandolfo, autoridad de quien dependía. El almirante mostró un gran interés por el estado del buque y los detalles de la travesía. El programa de construcción de submarinos en el país enfrentaba dificultades y los alemanes estaban compitiendo en Australia para venderles el TR1700 y tropezaban con informes desfavorables sobre el buque originados por sus competidores ingleses que nos habían espiado durante las pruebas de mar. Propuse al Almirante una carta de agradecimiento al Dr. Von Nitzsch que pudiera contribuir a sus esfuerzos en Australia. Dos días mas tarde presenté el proyecto de carta al almirante, mencionando la excelente performance del submarino durante la travesía. La analizamos juntos durante unas dos horas y la envíe una vez aprobada. Lamentablemente, Australia se decidió por el proyecto sueco y no se construyeron mas submarinos del tipo TR1700. Fue un duro golpe para nuestro programa de submarinos. Unos meses mas tarde la carta en cuestión originó un expediente en el que se me hicieron acusaciones, que rebatí fácilmente y me dio la oportunidad de aclarar algunas situaciones por demás desagradables vividas durante los últimos días en Emden.

Durante el año 1986 se renovó parte de la dotación y se efectuaron las pruebas operativas del SAN JUAN con lanzamientos de torpedos y minas. También se determinó en forma práctica la fuerza del blanco que representaba el submarino a las emisiones sonar según su presentación, con el mismo método que utilicé cuando fui comandante del SALTA en 1981. Estas determinaciones permitían comparar ambos tipos de buques en su capacidad para evitar la detección sonar y mejorar las probabilidades de penetrar cortinas indetectado. Tras una breve entrada a dique para solucionar el problema del eyector de residuos, pasar el calibre a los tubos lanzatorpedos y recorrer válvulas de casco, el buque fue recibido por el Comando de Operaciones Navales una vez cumplidas satisfactoriamente las pruebas del sistema de control tiro y sistema de armas.

El 4 de febrero de 1987, entregué el Comando del buque al Capitán de Fragata Alberto V. PICO. En mi despedida expresé lo siguiente:

Hace ya seis años que fui designado Comandante de este buque. Quiso el destino que inmediatamente después tomara bajo mi mando, en 1981, otro submarino, el SALTA para cumplir allí uno de los años mas fecundos de mi carrera naval, secundado por quien hoy será mi relevo.

Luego de ese fructífero año – pleno de actividad –durante un lustro he dedicado todos mis desvelos profesionales a este buque y su dotación.

La etapa de construcción y el período de pruebas se ven hoy muy lejanos y casi hemos olvidado los frecuentes sobresaltos que nos ocasionaba la incertidumbre acerca del destino final de nuestra nave. Incertidumbre que hizo retacear la asistencia de autoridades a la ceremonia de afirmación del pabellón, pero no logró desalentarnos en ningún momento.

Durante todo ese período la dotación original dio pruebas de su temple, se sobrepuso a las dificultades y mostró una madurez digna de encomio para alcanzar un adecuado nivel de adiestramiento.

Ello nos permitió afrontar sin dificultades ni averías la primera navegación de adiestramiento en el Mar del Norte bajo duras condiciones climáticas, rodeados siempre por toda suerte de buques y sin ninguna unidad de apoyo.

La confianza en la preparación del buque y su eficiente dotación me permitió realizar la travesía al país barajando los acantilados de Dover, sin recostarnos sobre la costa francesa a pesar de la molesta compañía de unidades británicas, para llegar a este puerto superando todas las contingencias del viaje cumplido en menor tiempo que nuestro antecesor.

Los que aquí se nos unieron se integraron rápidamente y gracias a ello las actividades programadas fueron cumplidas en su totalidad, con sentido de la responsabilidad y sin estridencias.

En la ceremonia de afirmación del pabellón recordé que NINGUN BUQUE ES MEJOR QUE SU TRIPULACIÓN, lo cual nos imponía la obligación de superarnos día a día en nuestra actividad y celo profesional.

Dije también “Se nos ha confiado el mas moderno buque con que cuenta nuestra ARMADA; de nosotros depende que los sacrificios realizados para ello no sean en vano; de nosotros depende que este buque tenga una vida fecunda y útil para la ARMADA y el país” Comprometí entonces todo nuestro esfuerzo para lograrlo.

DOTACIÓN, Tengo el deber y la satisfacción de expresar que han cumplido ustedes con el compromiso asumido.

Deseo destacar la colaboración de nuestro arsenal y el permanente apoyo del astillero constructor y su ingeniero de garantía. Su cordialidad y eficiencia nos recordaron frecuentemente los gratos momentos vividos en su tierra.

He tenido la gracia de comandar dos submarinos, cada cual el mejor del mundo en su tipo en su momento; he tenido el orgullo de ser el primer comandante de este buque que lleva el nombre de mi provincia natal. Luego de 5.500 horas de inmersión como submarinista y de 23.000 millas y mas de 3.000 horas de inmersión como Comandante de submarinos, entrego hoy el comando con la tranquilidad de haber puesto todo mi empeño y experiencia para acrecentar la capacidad para el combate del buque y su tripulación.

La tristeza que me embarga solo se ve compensada por el aprecio que siento por quien hoy toma el mando.

Señor Capitán PICO, le deseo mucha suerte y pido a Dios que proteja siempre al Submarino ARA “SAN JUAN” y sus tripulantes y lo ayude a Usted en las decisiones.

Y partí hacia un nuevo desafío; asumir la jefatura del Area Estrategia de la Escuela de Guerra Naval y profesor de Operaciones de Submarinos y Guerra Antisubmarina.


viernes, 15 de marzo de 2019

ARA San Juan: Para la ARA los marinos murieron en la explosión

Para la Armada, los tripulantes del ARA San Juan murieron por una explosión

El director general de Material, David Burden, declaró ante la comisión bicameral que analiza el incidente
Por Fernando Morales | Infobae





Lo que a primera vista constituyó una sesión ordinaria de la Comisión Bicameral que investiga el hundimiento del submarino ARA San Juan, cobró inusitado interés parlamentario y mediático por la crudeza y claridad con la que el director general de Material de la Armada Argentina, David Burden, explicó cuáles fueron las conclusiones a las que arribaron en forma conjunta con los representantes de la empresa alemana Thyssen, fabricante de la malograda unidad naval.

"Claramente, si suponemos que entró agua al tanque de baterías y que el mismo tenía sus 24 metros cuadrados de superficie libre inundados con hidrógeno y se produjo una explosión, la misma equivaldría a 10 toneladas de TNT", introdujo.

Y analizó: "Si además consideramos que toda esa energía es contenida por la estructura resistente del casco, los efectos se multiplican, lo que indica que la explosión bastó para terminar con la vida de los 44 tripulantes y a partir de allí el submarino sin control se proyectó al fondo del mar".

De acuerdo a su relato, la embarcación colapsó por la presión hidrostática a los 700 metros de profundidad, fenómeno que fue detectado por los sensores que monitorean las explosiones submarinas.
Si bien para la comunidad naval y los peritos que trabajan en torno a la investigación sobre lo sucedido las declaraciones de Burden no fueron una novedad, su forma sencilla y descarnada de narrar el resultado de investigaciones realizadas a pocos días de desaparecida la nave sorprendió no solo a los legisladores sino a muchas de las familias de los 44 marinos fallecidos.

De hecho, más de uno de los miembros de la comisión interrogó al declarante acerca de cómo era posible que a pocos días de la tragedia, sin precisiones oficiales sobre el incidente, la Dirección de Material de la Armada tuviera tantos detalles sobre el hecho.
"Siempre hablamos en un terreno conjetural, pero puestos en la tarea de indagar sobre las posibles causas del siniestro y a partir de la última comunicación del comandante Fernández, incendio, entrada de agua y explosión de hidrógeno fueron las variables que más manejamos", aseguró el oficial que pertenece al escalafón ejecutivo de la marina de guerra.

Dudas en torno al sistema de medición de hidrógeno

En forma simultánea, tanto dentro como fuera de la bicameral se incrementan las dudas en torno al sistema de monitoreo de gas hidrógeno del submarino.
Un grupo de peritos navales intenta dilucidar si las planillas que presentó el propio Fernández en el viaje anterior al de la tragedia y que presentan valores de concentración del peligroso gas en proporciones del 4% o más, están correctamente expresados, o si por el contrario responden al nuevo sistema de medición de hidrógeno con el que contaba el San Juan, y que en lugar de medir porcentaje de gas en la atmósfera miden probabilidad de explosión. "En un caso estaríamos en presencia de una bomba de tiempo, en el otro estaríamos ante una bonísima condición de riesgo", expresó a Infobae uno de los peritos navales que estudian la cuestión.

Si bien estaba previsto que para mediados de junio la bicameral se expidiera en torno a las eventuales responsabilidades en la tragedia, en la reunión de ayer los legisladores acordaron solicitar a las presidencias de ambas cámaras una prórroga de 30 días para poder terminar con las testimoniales y elaborar el informe.

No obstante, los responsables ya comenzaron a realizar un boceto de los lineamientos generales del informe final, que reduce notablemente la adjudicación de responsabilidades a los funcionarios políticos del área de Defensa.

"La cadena de mandos de Defensa está llena de oficiales militares con responsabilidad profesional, que son quienes deben alertar al poder político sobre eventuales anomalías. No se puede culpar a un ministro por un accidente operativo, como no se podría culpar a quien detentaba el cargo durante la reparación de media vida por decisiones que son del ámbito militar o de ingeniería naval", explicaron allegados a la comisión.

Mientras tanto parecen haberse superado los roces entre la comisión y el juzgado federal de Caleta Olivia. "La comisión no está para buscar culpables, esa tarea es exclusivamente de la magistrada que está llevando la causa de manera satisfactoria", indican en el Congreso Nacional.

Una nueva teoría bélica. Si bien existe un consenso generalizado sobre las causas del hundimiento, en las últimas horas el ingeniero naval Jorge Bojanic denunció ante el fiscal federal Jorge Di Lello que el submarino fue blanco de un ataque mientras realizaba tareas de inteligencia.

lunes, 18 de febrero de 2019

ARA: Buscan terminar de reparar el ARA Santa Cruz

Después del ARA San Juan: el Gobierno proyecta devolverle a la Argentina un submarino para la defensa 

En el Ministerio de Defensa, Tandanor y la Armada hay coincidencias en que el país debe recuperar capacidad táctica en el Atlántico Sur; los planes para reparar el ARA Santa Cruz



Por Martín Dinatale | Infobae
mdinatale@infobae.com


   
El submarino ARA Santa Cruz

Apenas tres meses después del hallazgo del ARA San Juan a 900 metros de profundidad, con una causa judicial en marcha y bajo los efectos aun no borrados del duelo por los 44 tripulantes del buque hundido en el Atlántico Sur, en el Gobierno asoma la idea de devolver a la Armada argentina un submarino con fines de defensa efectivos para la custodia de las aguas nacionales y sus amplios recursos naturales.

En rigor, se trata mucho más que de la recuperación de un buque de estrategia disuasiva y con amplia capacidad de maniobra. Para muchos argentinos volver a tener un submarino será una suerte de liberación interna, catársis o redefinición de una nueva etapa en la reciente historia trágica de la marina.

¿Se cumplió el ciclo de duelo de la Armada después del hallazgo y la catástrofe que significó el hundimiento del ARA San Juan? ¿Está en condiciones la Argentina de volver a tener un submarino para su defensa en el Atlántico Sur? ¿Hay voluntad política y fondos para recuperar su flota histórica? ¿Quiénes son los que podrían volver a concretar el sueño argentino de tener un submarino?

Estas y muchas otras preguntas repiquetean desde hace varios meses entre los marinos argentinos, en las oficinas de la Armada, en el Ministerio de Defensa o en la Casa Rosada a casi tres meses del hallazgo del ARA San Juan.

Según una investigación que realizó Infobae, en las últimas semanas hay coincidencias tanto en el Gobierno como en el sector castrense de que la administración de Mauricio Macri encare el proceso de reestablecimiento de un submarino para la Argentina.

Por razones presupuestarias, la idea inicial que empezó a rodar en el Ministerio de Defensa y en el astillero Tandanor es que se ponga en marcha el proceso de reparación de media vida del ARA Santa Cruz por un simple motivo: es el camino menos costoso y más rápido para que la Argentina vuelva a tener un submarino.

Uno de los argumentos centrales es que desde el 15 de noviembre del 2017 en que se hundió el ARA San Juan, la Armada argentina ya no cuenta con un submarino en mar mientras que la mayoría de los países de la región tienen este tipo de embarcaciones de efecto disuasivo y estrategia táctica. Los militares de Brasil cuentan con 5 submarinos, Chile con 4, Perú tiene 6 y Colombia 2.

El ARA Santa Cruz tiene las mismas carcaterísticas que el San Juan: son de clase TR 1.700 y su poder de despliegue en el mar es el mismo.

La reparación de este buque rondaría los 20 millones de dólares según consignaron a Infobae en Tandanor, en el Ministerio de Defensa y en la Armada. Ya se gastaron en los últimos cuatro años unos 250 millones de pesos en parte de la reparación del ARA Santa Cruz y lo que resta por hacer es ínfimo en comparación a otra alternativa viable en términos económicos.

A su vez, la última vez que estuvo en el mar el ARA Santa Cruz fue en el 2015 y se trata de una embarcación donde los marinos que hoy reciben capacitación estarían familiarizados con ese tipo de tecnología.

 
El submarino ARA Santa Fe

Comprar un submarino nuevo a otro país resulta impensado hoy para el Gobierno ya que esto requeriría de no menos de 250 millones de dólares. Ya hubo países como Alemania, Estados Unidos y Francia que ofrecieron vender a la Argentina un submarino. Pero no hubo respuestas ni fondos. En tanto, reparar por completo el ARA Santa Fe le costaría al Estado USD 200 millones. Hoy no se podría avanzar con este trabajo de reparación del Santa Fe ya que se requeriría además de ayuda externa.

El ministro de Defensa Oscar Aguad cree que se podrá avanzar presupuestariamente este año con el arreglo de media vida del submarino ARA Santa Cruz. "La modernización puede llevar dos años. Hay voluntad politica de hacerlo porque el submarino es un arma táctica insustituible para el cuidado de los recursos en el Atlántico Sur", explicó un allegado al ministro.

Desde la empresa estatal Tandanor que se encarga de realizar los arreglos de media vida de los submarinos y de reparar los buques de la Armada aseguraron a Infobae que están en condiciones de poner en marcha el submarino ARA Santa Cruz para que la Argentina vuelva a contar con una flota de esas características.

El ARA Santa Cruz se encuentra hoy en los astilleros de Tandanor a la espera de su arreglo y el proceso para ponerlo nuevamente en aguas podría llegar a durar dos años. Dependerá en gran medida de los repuestos de motores que le facilite la Armada al astillero estatal. Además, Tandanor deberá programar con tiempo la reparación del submarino ya que sus 470 operarios se encuentran trabajando en el arreglo de más de 50 buques nacionales y extranjeros.

"La reparación del ARA Santa Cruz es lo más factible hoy de hacer para que la Argentina vuelva a tener un submarino con capacidad disasiva y por una cuestión de geopolítica externa", explicó a Infobae el director ejecutivo de Tandanor Jorge Arosa. Para este marino retirado que peleó en la guerra de Malvinas, "la Argentina no debería carecer de un submarino ya que eso lo podría en inferioridad de condiciones frente a las Fuerzas Armadas de la región".

En tanto, Luis Riva, el secretario de Investigación y Producción para la Defensa del Ministerio que está a cargo de Tandanor, FADEA y Fabricaciones Militares dijo a Infobae que "Tandanor está en condiciones de terminar la reparación del submarino ARA Santa Cruz que hoy está en el astillero, con un costo de unos 700 millones de pesos, incluyendo varias actualizaciones y mejoras. En dos años podría estar navegando y sería la forma más rápida y económica para que la Argentina vuelva a disponer de un submarino".

Hay un dato sugestivo en el presupuesto 2019 para la Defensa que contempla un item destinada a la reparación de buques de la Armada. Pero en el Ministerio de Defensa aclararon que eso no sería para reparar el ARA Santa Cruz ya que otorgar la cuota devengado para el gasto no implicarpia que el monto este liberado para este año.

No obstante, en la Armada coinciden en la necesidad de que la Argentina vuelva a tener un submarino cuanto antes. Oficialmente, esa fuerza sostuvo: "El submarino es un buque estratégico de por si, que contribuye decisivamente a negar el mar a eventuales oponentes en la defensa de los intereses vitales de la Nación, por sus propias características de operación discreta".

   
El ministro Oscar Aguad, corrupto e inútil, durante la conferencia de prensa anunciando el hallazgo de los restos del ARA San Juan (Foto: Gustavo Gavotti)

A la vez, la Marina explicó a Infobae que "un submarino contribuye al control de los espacios marítimos. Un país con un mar del tamaño y características del nuestro requiere de medios idóneos como los submarinos. Esta visión viene desde los años 30 con la primera incorporación de submarinos al país. La Armada no tiene dudas sobre la necesidad de contar con submarinos para ejercer las responsabilidades que el país le demanda dentro del instrumento militar de la Nación".

¿Existen en la Argentina recursos humanos y capacidad de estrategia militar para afrontar hoy el mantenimiento de un submarino?

Desde la Armada aseguran que cuentan con una capacidad humana para tener personal que puede manejar tres submarinos al mismo tiempo y que actualmente existen convenios con Perú, Alemania y Australia para que los marinos sigan capacitandose para no perder tiempo y actualización. Pero todo tiene un límite: si en lo inmediato la Argentina no logra tener un submarino en mar los conocimientos y capacitación podrían sufrir inconvenientes ya que se estima que adiestrar a un comandante de un submarino puede llevar unos 30 años.

Por su parte, el almirante Carlos Daniel Abbondanza, que es director general de Doctrina de la Armada expresó a Infobae que "Argentina tiene que tener un submarino ya que es un arma estratégica para la disuación y una movilidad discreta en el mar".

Abbondanza coincide en que las directivas del decreto presidencial que se emitió el año pasado para realizar una profunda reforma militar contempla en su capítulo referido al Atlántico Sur "el ordenamiento de una actitud defensiva que más allá de una hipótesis de conflicto con países vecinos que hoy no existe la presencia de un submarino serviría ante una amenaza externa".

Entre las funciones que ejercía el ARA San Juan y que hoy se perdieron porque la Armada no cuenta aun con un nuevo submarino en el mar figuran: la capacidad de patrullaje disuasivo para la preservación de recursos naturales y la defensa ante eventuales amenazas externas.

Está claro que la Armada hoy puede lograr un patrullaje mínimo en las aguas territoriales ya que cuenta con 6 corbetas, 4 destructores, 3 buques científicos y otras cuatro lanchas de patrullaje que se adquirieron a Francia. Sin embargo, el mar argentino es extenso y el radio de influencia de la Armada en las aguas internacionales superan dos veces el territorio de la Argentina.

domingo, 17 de junio de 2018

ARA San Juan: ¿Hubo pedidos de auxilio?

Investigan un audio que probaría un supuesto pedido de auxilio del ARA San Juan

Son sonaristas que detectaron el 22 de noviembre un sonido de un objetivo de al menos 30 metros de largo en el fondo del mar. La jueza mandará a peritar el audio.
Frente a Cano



A siete meses de la desaparición del ARA San Juan, la investigación que busca determinar qué ocurrió con la nave gira en torno a un audio que aportó un sonarista de la Armada en el que se pueden oír supuestos golpes de casco que provendrían del submarino.

Fuentes judiciales informaron a TN.com.ar que tres suboficiales de la corbeta Spiro declararon esta semana en el juzgado de Caleta Olivia y dos de ellos consideraron "altamente probable" que el sonido pertenezca a la embarcación perdida, pese a que en su momento fue descartado por el Comando de Operaciones de Adiestramiento y Alistamiento de Puerto Belgrano.

La historia del extraño audio comenzó en abril, cuando un testigo de identidad reservada, quien se desempeñó como sonarista durante la búsqueda del submarino, le llevó un pendrive a la jueza Marta Yáñez con una grabación registrada el 22 de noviembre de 2017 -una semana después de la desaparición de la nave- en la que captó golpes efectuados contra un casco metálico desde las profundidades del mar.

Ante la aparición de este dato, la magistrada decidió tomar declaración testimonial al resto de los sonaristas que participaron de esa operación. Y, según pudo saber TN.com.ar de fuente de la causa, todos ratificaron el audio. El cabo principal de operaciones, Vázquez, el suboficial Tapia y el cabo primero Brighi, aseguraron que el sonido es real y dos de ellos expresaron que "existen altas probabilidades" de que sea del submarino. Explicaron que se trata de un método de emergencia antiguo, que consiste en golpear las paredes de la unidad para dar aviso de su localización.

Los oficiales también confirmaron que tras reportar la situación al comando de la Base de Alistamiento y Adistramiento, y luego de que el destructor Almirante Brown se acercara a la zona y también detectara el sonido, el contralmirante Luis López Mazzeo ordenó que ambas naves se retiren de la zona. La respuesta de las autoridades fue que se trataba de una sonoboya de Estados Unidos, cuya función se desconoce ya que es de carácter reservado.

Sin embargo, ante la Justicia, los marinos dejaron en claro no estar de acuerdo con esta hipótesis. Los suboficiales aseguraron que el objeto de donde prevenían los sonidos tenía al menos 30 metros de largo y estaba fijo en el fondo del mar, a unos 300 metros de profundidad aproximadamente y a unas 200 millas de la Península Valdés. Explicaron, a su vez, que los ruidos eran irregulares. "No eran golpes constantes, había lapsos de tiempo entre serie y serie, como si la tripulación se fuera turnando. Estuvimos entre 10 y 12 horas escuchándolo", sostuvo uno de los suboficiales.

Los siguientes en visitar el juzgado de Caleta Olivia serán los sonoristas del destructor Almirante Brown. Una vez que se culminen las testimoniales se procederá a la pericia del audio. "Eran momentos de mucha ansiedad, desesperación y los marinos pudieron haberse dejado llevar por esa sensación, por eso este proceso debe ser certero", sostuvo a TN.com.ar una fuente de acceso al caso.

La válvula ECO-19


La jueza Yáñez tiene practicamente probado que la unidad naval no estaba en condiciones de navegar debido a la falta de mantenimiento. En este sentido, una cuestión aún la desvela como publicó TN.com.ar semanas atrás: el supuesto desperfecto de la válvula ECO-19, que se encuentra en la tubería de ventilación del tanque de baterías de proa y debió evitar el ingreso de agua y por algún motivo no lo hizo.

La magistrada cree que no funcionó debido a su falta de mantenimiento. Es que varios submarinistas le recalcaron que la válvula solo puede repararse cuando el submarino está en dique seco, lo que no ocurrió en los últimos 39 meses de servicio de la embarcación.

En su reciente declaración ante la Comisión Bicameral del Congreso de la Nación, López Mazzeo dijo que la válvula fue reparada, pero Yáñez no entiende cómo si la nave nunca salió del agua.

Fuente: TN

martes, 1 de mayo de 2018

ARA San Juan: Se detectaron golpes de casco y fueron descartados por la comandancia

ARA San Juan: un testigo asegura haber registrado en su sonar golpes de cascos que serían del submarino desaparecido

Infobae accedió a la declaración de un sonarista de una de las corbetas que participó en el operativo de búsqueda

Por Andrés Klipphan | Infobae



ARA San Juan (AFP)

La declaración sorprendió a la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yañez. Los dichos figuran a partir de la foja 1.527 y fue volcada al expediente el pasado 16 de abril. De corroborarse esos dichos con otros protagonistas de la historia, la causa por la desaparición del ARA San Juan con sus 44 tripulantes podría dar un giro insospechado. Un suboficial sonarista de una de las Corbetas de la Armada Argentina que participó en el operativo de búsqueda y rescate del submarino juró que el martes 21 de noviembre de 2017, seis días después de la desaparición del sumergible, escucharon, registraron y grabaron "unos golpes de casco" y una detección en el registro del sonar "que reunía muchas condiciones para ser un submarino".

"El golpe de casco se hace con algún elemento metálico fuerte. No seguía un ritmo para que nosotros pensemos que fuese un motor o algo, y ningún animal puede hacer un sonido de ese tipo", dijo y afirmó que el Comando de Adiestramiento y Alistamiento (COAA), por entonces a cargo del Contraalmirante Luis Enrique López Mazzeo, envió al destructor Almirante Brown "para que corrobore el posible contacto (con el ARA San Juan) porque tiene mejor sonar y a nosotros nos solicitaron que nos corramos del lugar".

—¿Y el destructor Brown detectó algo?, le preguntó la jueza al militar.

—En ese momento también escuchan el contacto. También lo califican como posible SUB (submarino) y confirman que escuchan golpes de casco. A raíz de ello se solicitó al Comando otro medio de búsqueda. En ese momento estábamos buscando un submarino posiblemente asentado. En ese primer contacto estábamos a unos 300/400 metros de profundidad. Estuvimos aproximadamente 48 horas ahí y después una orden del COOA que nos destaca a otra posición y al Brown también lo enviaron a otro lado. A nosotros nos llamó mucho la atención. Después si fue alguien a ese lugar no lo sé, pero en ese momento no llegó nadie más al lugar. La colaboración internacional llegó después.

El suboficial que declaró durante cuatro horas ante la jueza solicitó que se preservara su nombre por temor a represalias dentro de la Armada. De todos modos, sus datos personales quedaron asentados en la primera foja de su exposición judicial.

Por esa razón Infobae no reproduce su apellido y la embarcación en la que se desempeñaba cuando realizó, según su opinión profesional, un posible "contacto" con los tripulantes del submarino que habrían estado golpeando el caso del ARA San Juan como señal de socorro, ya que no tenían otra forma de comunicación.

La pericia del suboficial sonarista, que implica ser los oídos y los ojos de la unidad de superficie bajo el mar, está probada. Tiene experiencia en la Armada Argentina como sonarista de 17 años, según consta en su foja de servicio. Se desempeña como "supervisor de sonar", aunque durante la búsqueda del ARA San Juan, se desempeño como "operador de sonar". El marino llegó a la causa de la mano de Luis Tagliapietra, el representante de la principal querella y padre de Alejandro, uno de los 44 desaparecidos.

El sonarista le explicó a la magistrada que su especialidad es "escuchar a un submarino" y detalló que "cuando el sonar detecta un posible contacto, se ve en la pantalla un punto que de acuerdo con su intensidad puede tener alguna relevancia, como lo fue en este caso".

El capitán Enrique Balbi, el vocero de la Armada, nunca informó sobre este supuesto contacto con los tripulantes del San Juan.

Infobae, por fuentes de la Armada, confirmó que desde la Corbeta en la que se desempeñaba el testigo, se emitió un Mensaje Naval, con el posible contacto. Y que lo mismo ocurrió con el Almirante Brown. Sin embargo, desestimaron la información y no continuaron la búsqueda en ese "cajón", es decir la zona que tenía delimitada la embarcación porque el Comando de Adiestramiento y Alistamiento, después de enviar la grabación de esos sonidos a los Estados Unidos, se descartó que fuese del buque de guerra desaparecido.

Con pesar, el sonarista se lo contó así a la jueza Yañez: "Nuestro Comandante no descartó la información, sino que la envió al COOA y el COOA (a cargo de López Mazzeo) es el que la descarta. En ese momento solo nos mandaron a otro lugar, pero sin ningún tipo de fundamento. No me consta que haya habido algún otro buque investigando en la zona del posible contacto".

—¿Qué le dijeron sobre los sonidos que grabaron?, quisieron saber desde el juzgado.

—El Capitán me dijo que según le explicaron a él, los audios habían sido analizados y enviados posteriormente a los Estados Unidos. Pero eso no me convenció. En ese momento le dicen al comandante (de la Corbeta que detectó el supuesto contacto con el San Juan) que lo que nosotros escuchamos fueron mini drones americanos que supuestamente están ahí para medir condiciones meteorológicas.

—¿Y antes o después de ese día, habían escuchado esos mismos ruidos?, preguntó el abogado Tagliapietra.

—No. Nunca. Para mí eran golpes de casco de submarino, respondió de manera tajante el testigo.

—¿Tiene para aportar material probatorio?, insistió la querella.

—Sí, tengo el informe de los contactos y hay archivos de audio de los golpes de casco que tomé durante mi turno. Esas grabaciones son archivos confidenciales que tienen que estar en la Corbeta. Las comunicaciones del contacto sonar en el momento de la búsqueda se informo con un Mensaje Naval, con la posición, el grado de confianza, que en este caso era alto, y alguna característica especial, en ese caso, los golpes de casco. Esa información la bajé en mi pen drive que es lo que aportó.






Por último, el marino y actual integrante de la Armada Argentina dijo, ante una pregunta de la fiscalía que "ese momento se vivió con mucha expectativa porque se tenía confianza de que podía ser el ARA San Juan".

Búsqueda y rescate ineficiente.


Después de su participación en el operativo SARSUB (búsqueda y rescate de submarino) el suboficial tuvo dos noticias, una buena y otra mala.

En primer lugar, fue ascendido porque había aprobado los cursos de especialización y había cumplido los años necesarios para que esto ocurriese.

Pero también fue castigado con cinco días de arresto por criticar con dureza a través de las redes sociales a la cúpula de la Armada por la supuesta tardanza en ordenar las tareas para hallar a los submarinistas perdidos.

Estos dos hechos también quedaron plasmados en su declaración.
"Como militar no debí realizar esos comentarios. Me arrepiento de eso, y tuve mis consecuencias, pero yo sabía que las cosas se hicieron mal según los protocolos (…) Todo lo que iba pasando me iba molestando (…) Inicialmente la búsqueda fue mal hecha. Se tomaron entre 36 y 48 horas de la última comunicación. No se cumplió con el protocolo para la fase inicial. Primero se preveía un problema de comunicación y se esperaba que aparezca en Mar del Plata. Yo creo que en Puerto Belgrano iba muy despacio la coordinación porque seguían esperando a que se comunique. El protocolo habla que después de 12 horas se debía desplegar el SARSUB", es decir la búsqueda y rescate del submarino. De acuerdo con la última comunicación se tendría que haber activado el plan antes".

Tanto el Capitán Balbi, como el ministro de Defensa Oscar Aguad, en la Comisión Bicameral que investiga la desaparición y búsqueda del ARA San Juan opinaron distinto y, es más, afirmaron antes los familiares de los 44 tripulantes, diputados y senadores, que el SARSUB "comenzó antes".

El debate está planteado y los funcionarios, en este punto, parecen estar en desventaja. Así lo creen las querellas y Marcelo Covelli, el capitán de Ultramar que colabora con Tagliapietra como asesor y perito.

Consultado por Infobae sobre un tema tan técnico, pero central, reflexionó:
"Primero cabe aclarar que, acorde el protocolo SARSUB, es absurdo decir que una búsqueda haya comenzado antes de tiempo, eso es imposible, es como si afirmáramos que una persona apretó antes el botón anti-pánico, eso es ridículo ya que la prueba que indica que la persona tenía miedo es precisamente el hecho que haya oprimido ese botón, para eso se diseñó el dispositivo, para ser activado cuando el usuario tenga miedo, del mismo modo, una de las razones por las que se puede activar la búsqueda de un Submarino es cuando su comando en tierra tiene temor de la seguridad de la nave, para eso se creó el Plan SARSUB, por lo tanto, la prueba que demuestra que el Comando de la Fuerza de Submarinos ya temía por la seguridad del ARA San Juan es precisamente el hecho que hayan comenzado la búsqueda".

"Por otro lado -insiste Covelli- si se tiene en cuenta el criterio del vencimiento de la comunicación de seguridad (INTERCOM) la búsqueda debió comenzar el día 16 a 0600 horas, y comenzó el 16 a 13:23, casi 7 horas y media más tarde".

—¿Y qué dice el expediente judicial sobre el tema?, pregunto este medio.

—En la causa está totalmente probado que no se cumplió con el protocolo, aplicando deficientemente algunas etapas y omitiendo otras por los cuales queda probado que no se realizaron los máximos esfuerzos posibles para buscar al ARA san Juan y rescatar a sus tripulantes.

Si esto es así, es imprescindible que la jueza Yañez arroje luz sobre los por qué que deja planteado el Capitán de Ultramar y el testigo que opina en igual sentido y que juró haber escuchado a través del sonar de una Corbeta golpes metálicos que provendrían del buque de guerra aún perdido.

lunes, 9 de abril de 2018

ARA San Juan: Así fueron sus últimos momentos

Así fueron los momentos finales del ARA San Juan, según la comisión oficial de la investigación

Según el Informe de la Comisión Investigadora, los momentos finales del ARA San Juan no fueron segundos, ni minutos, sino horas donde una serie de hechos, algunos simultáneos y otros concatenados, llevarían a la implosión del submarino que yacería en el fondo del Mar Argentino.




A esta conclusión arribaron los tres expertos de la comisión investigadora y ad honorem que creó el Ministerio de Defensa a un mes del último contacto con la nave argentina. LA NACION accedió al borrador del informe final que será entregado a fin de mes a Oscar Aguad .

Para llegar a estas conclusiones, los integrantes del equipo analizaron casos anteriores y bibliografía internacional. Además, se reunieron con otros expertos internacionales, con personas que llevaron adelante la reparación de media vida del submarino y mantuvieron contactos con la Organización del Tratado de Prohibición de Ensayos Nucleares (CTBTO, por sus siglas en inglés) que detectó la "anomalía hidroacústica" el 15 de noviembre pasado.


Una larga noche en medio de un temporal

Según el borrador del documento, lo que se estima que ocurrió, y que sólo podría ser confirmado en caso de encontrar el submarino y sacarlo a superficie, comenzó con un incendio en el tanque de baterías ubicado en la proa. El incidente habría sido provocado por la entrada de agua a través del snorkel.

El temporal del 14 de noviembre era desde el sudoeste, es decir que el submarino en superficie debía navegar hacia el noreste para que las olas vinieran de popa y afectaran menos la navegación.

El incendio obligó a que el ARA San Juan saliera a superficie, de noche, y en medio de una tormenta. Controlar ese incidente, sacar el humo y el hidrógeno podría haber llevado horas, en la oscuridad y con clima hostil. Según el reporte, cuando se pudo controlar [aunque sea parcialmente] la situación, se decidió ir a inmersión con intención de navegar hacia Mar del Plata y seguir trabajando en las reparaciones.

Para los expertos, llegado este punto, la tripulación acumulaba desgaste "físico y psíquico" por haber estado en esa situación toda la noche. Eso no fue reportado en la última comunicación de las 8.52 del 15 de noviembre.

A partir de allí, el algún momento se habría reavivado el incendio o desatado uno nuevo. Otra vez a oscuras y ahora con la tripulación cansada, una nueva explosión podría haber generado descontrol. Ante esa situación, se perdió o se vio afectado el "sistema de gobierno" de la embarcación, que se habría ido hasta el fondo.

A estas alturas, los tripulantes ya habrían tomado conciencia de su destino final. Cabe destacar que, a la hora de salir a superficie, no se tiene en cuenta la profundidad del mar en ese sector porque no se imaginaba que pudiera ocurrir una falla que dejara al submarino sin control.

Según la Comisión, la explosión que se detectó, en realidad fue una implosión y el abollamiento del casco por la presión del agua. Eso es lo que se pudo chequear a través del CTBTO.

La comisión

Los miembros de la comisión son los contraalmirantes Adolfo Trama y Alejandro Kenny y el capitán de navío Jorge Bergallo, quien además es el padre de Jorge Ignacio Bergallo, uno de los 44 tripulantes del ARA San Juan.

El trabajo de los expertos comenzó con el armado de una planilla de dos carillas que le entregaron a Aguad con todas las teorías que se habían mencionado hasta el momento. Luego fueron descartando, una por una, todas esas hipótesis, hasta llegar a su conclusión final.

La primera definición fue que el submarino estaba en condiciones de navegar sumergido con seguridad. Esto surge de los informes del mismo comandante y de las inspecciones efectuadas por la Armada. Ninguna de las pruebas que se efectuaron antes de salir a navegar - tal como se hace con los aviones antes de iniciar un vuelo- evidenciaron señales de alerta o sistemas que funcionaran mal.

No presentó ninguna falla ni en la navegación de julio ni en los 20 días de iniciada la misión hasta el 15 de noviembre. Para los expertos, y según reza el informe que llegará a las manos de Aguad, los submarinistas "no hubieran corrido el riesgo de salir a navegar en inmersión en Ushuaia con invitados y autoridades si hubiera existido la posibilidad de algún accidente o evidenciar alguna falla". Por eso, descartaron como causal del hundimiento fallas de mantenimiento o de la reparación de media vida.

Luego descartaron "completamente" que haya sido embestido por otro barco estando en superficie. Para la comisión, si eso hubiese ocurrido, se habría hundido la otra nave en lugar del submarino, ya que el casco es muy duro para soportar grandes presiones de agua y explosiones durante una eventual guerra. Además, hubieran aparecido en la superficie del mar numerosos elementos de ese barco.

La tercera opción descartada fue que el ARA San Juan haya sido torpedeado por otro barco o submarino. Para ello tuvieron en cuenta que no se registró ninguna explosión equivalente y recordaron que la Armada hizo en diciembre último una prueba con explosivos similares a un torpedo y que no guarda similitud alguna con la detectada por la CBTBO.

Sobre el documento que se envió a Diputados con coordenadas cercanas a Malvinas , dijeron que no son posibles porque siempre navegó dentro de la zona de exclusión. Lograron establecer que estaban en un área de patrulla detectando pesqueros ilegales y en una zona cercana a donde estuvieron en julio.

A esa conclusión arribaron al leer los sucesivos informes que indicaban la posición por donde navegaba el submarino. "El riesgo Malvinas fue descartado, nada ocurrió en relación con ese aspecto", dice el borrador.

También descartaron la presencia de un submarino inglés, tal como habían denunciado familiares de algunos de los tripulantes. Una grabación de ruidos realizada en julio hacía suponer que el ARA San Juan podría haber estado cerca de una embarcación británica, pero esa hipótesis fue desestimada por el organismo naval que hace esos análisis antes de iniciarse la nueva navegación, en octubre.

Por último, analizaron todas las comunicaciones y remarcaron que, en todo momento, la tripulación transmitió tranquilidad y control de la situación. Nunca se pidió socorro ni algún tipo de apoyo. " Todas las comunicaciones intentadas se establecieron" dice la comisión, y remarcó que "la tan mencionada prueba de comunicarse cerca de las 14 fue descartada porque lo único parecido es la frecuencia usada".

Para el comité asesor, si el ARA San Juan hubiera estado en situación crítica y con intención de comunicarse, habría utilizado también las frecuencias de emergencia que tienen todos los barcos. No hay ningún registro de ello.

El informe de la comisión será entregado a Aguad y no forma parte de la causa judicial, a cargo de Marta Yañez. Incluso, hasta la publicación de esta nota, ninguno de los expertos fue contactado por la Justicia que intenta esclarecer lo que sucedió con el ARA San Juan el 15 de noviembre.


La palabra de Defensa

El Ministerio de Defensa emitió hoy un comunicado para informar que la comisión "aún no concluyó" su trabajo y que "no se evalúa la hipótesis de la agonía de los 44 tripulantes" del submarino. "En los análisis preliminares no se hace referencia alguna a que los 44 tripulantes hayan agonizado. Por el momento, los especialistas no finalizaron su informe", insistió la Dirección de Comunicación Social de la cartera.

Además, Defensa reiteró su compromiso de "llegar al fondo de la investigación" y por esa razón informó que "los datos y conclusiones a los que arribe la comisión creada con el sólo fin de llegar a la verdad de lo sucedido" serán dados a conocer "una vez que el informe esté finalizado". (José María Costa - LA NACION)

Fundación Nuestro Mar

lunes, 19 de febrero de 2018

ARA San Juan: Lista de faltantes y fallas antes del desastre

El último parte de novedades del ARA San Juan con todas las fallas y faltantes antes de zarpar

El último reporte que el Capitán de Fragata Pedro Martín Fernández remitió a sus superiores en setiembre de 2017 daba cuenta de todas las fallas que tenía en ese momento el submarino ARA San Juan, desaparecido con sus 44 tripulantes desde el 15 de noviembre.


Fernando Morales - Infobae



Infobae consultó a diversas fuentes de la causa y el material divulgado se corresponde a la documentación oficial remitida por la Armada Argentina.

La gran mayoría de los faltantes de material o mecanismos defectuosos no presuponen un peligro inmediato para la seguridad de la nave y su tripulación, pero algunas dan cuenta de elementos de seguridad vencidos hace años y demuestran que por pura "vocación de servicio" sucesivas tripulaciones se hicieron a la mar en condiciones muy distantes de las ideales.

Las fallas abarcan prácticamente todos los sistemas y mecanismos de la nave, desde el motor principal y el timón, hasta la cocina y los sanitarios.

Elementos faltantes y hasta el sutil reclamo por la excesiva cantidad de meses que habían transcurrido entre la última entrada a dique seco – la que debía ser efectuada cada 18 meses- y no se realizaba desde hacía 43 meses.

Un repaso de los pendientes informados por el comandante permite establecer fallas inherentes a sistemas netamente operativos en el aspecto táctico militar, otros que hacen a la habitabilidad y confort de la tripulación y algunos que refieren a fallas de mecanismos auxiliares y principales que tal como declara el comandante no comprometen la seguridad náutica de la unidad.

En este sentido, una falla en el periscopio de observación si bien afecta la misión de vigilancia del submarino, puede ser salvada merced al profesionalismo de la tripulación. Fugas de aceite y/o agua de los motores demandarán mayor observancia del funcionamiento por parte de los maquinistas pero en modo alguno implican un riesgo inminente y el funcionamiento defectuoso del sistema de guiado de torpedos (filoguiado) solo es perentorio en una situación de combate o entrenamiento con disparo de torpedos.

No obstante, en el informe el Capitán Fernández hace expresa mención a la cantidad de años que llevan vencidos los equipos de salvamento de la tripulación, la extrema carencia de unidades generadoras de oxígeno, la falta de certificación de las escotillas, el vencimiento de la pirotecnia (bengalas de auxilio) y hasta faltantes en los elementos de atención sanitaria de emergencia.

A juicio de expertos y peritos navales, estos ítems deberían haber bastado para que el Comando de Fuerza dispusiera la anulación de la zarpada si bien –reiteran- la larga lista no incluye fallas de gravedad en el sistema de baterías o en el snorkel, aunque sí, según el comandante, las válvulas de casco que conectan el interior del submarino con el mar exterior presentan filtraciones.

Un punto que llama especialmente la atención, es que dada la condición de "no certificación" de las escotillas de rescate exterior, en caso de haber sido ubicado el submarino, esta falta de certificación debería haber sido puesta en conocimiento de los eventuales rescatadores ya que una falla en el sistema de estanqueidad en el sistema de acople de las mismas, hubiera implicado un severo riesgo tanto para el San Juan como para la unidad sumergible de rescate.

En base a las consultas efectuadas a expertos en la materia, se señalan en negrita los puntos cruciales que debieron ser objeto de atención por parte del Comando de la Fuerza de Submarinos.



LISTA NOVEDADES DEL ARA SAN JUAN ANTES DE PARTIR 1 DE SEPTIEMBRE DE 2017


1.2. Sextante de periscopio: Desmontado y fuera de servicio. Se solicitó recorrido y reparación a ARMP por SOCN2 45/17.

2.1. Antenas LOOP se retiraron los cables de las antenas e instalaron bridas ciegas en cada pasacasco. (Informe Técnico ARMP N2 36/16 "C"). Pendiente prueba de estanqueidad en el mar.
Acoplador: N22 fuera de servicio.

2.7. IFF: Antena desmontada (se reemplazó por antena para teléfono satelital).

3.2. Periscopio de observación: Fuera de servicio. Actuador hidráulico de estribor trabado. Debe desmontarse la caña de periscopio.

3.5. Detector de cavitación: Ruido eléctrico en transductores 3,4 y C.

3.7. DUUX: Fuera de Servicio. Equipo desmontado.

3.8. Sonares Pasivos. PSU 1-2. Tiene ruido eléctrico, se presenta al momento de ir a inmersión y mojar el pasacasco. No se pudo establecer el origen. CSU 3-4 presenta ruido eléctrico en aleta de babor hasta 302 de la popa, el mismo desaparece al aumentar la profundidad. Se desconocen las causas.

3.9. Sonar Activo: falla en la llave TR. Recorrido por ARMP pendiente prueba en navegación.

4.3. TLT 2: Baja aislación en los anfenoles de los cables filoguiado y cable A.

4.8. Mesas de Plotting: SAGEM: fallas repetidas en proyectores y plaquetas de control. Se está avanzando en proyecto de digitalización de la mesa con personal de la Unidad y del SIAG. NEDISCO: fallas aleatorias en proyector de buque propio. Se está avanzando en proyecto de digitalización de la mesa con personal de la Unidad y del SIAG.

4.9. Eyector de señales: eyector de popa fuera de servicio. Sistema de apertura de porta externa trabado.

4.10. Sistema de embarque de torpedos: pérdidas hidráulicas en motor del dispositivo de izado y giro y en las conexiones de la plataforma a la Unidad. Se solicitó recorrido y reparación de ambas plataformas por SOC W 77/16 y 48/17.

4.11. Sistema de Minado: perdidas hidráulicas en los blocks de mando.

5.2. Sistema BIB's: Tuberías del paralelo de proa con avanzado estado de corrosión (las mismas no tendrían que presentar corrosión porque deberían ser de Acero Inoxidable.).

5.3. Salvavidas de escape: se cuenta con 80 trajes de escape. La mitad es dotación de la Unidad y los restantes consignados por COFS. Los equipos se encuentran vencidos desde: 25 trajes en FEB 10,15 trajes en MAY 10 y 40 trajes en ABR 11.

5.4. Balsas autoinflables: recorridas por ARMP en julio de 2017. Recorrido cilindro de liberación de tapa por ARMP. Pendiente prueba. Próximo vencimiento de pirotecnia octubre de 2017.

5.6. Sistema rescate externo: Ambas escotillas de rescate no se encuentran certificadas.

6.3. Baterías: Elemento N° 99 se encuentra desconectado del sistema por baja tensión, dicha tarea fue realizada en la preparación de la prueba de capacidad con la aprobación de la empresa proveedora de los mismas (HAWKER). Fue informada dicha situación por Mensaje Naval GFH 011310 SEP 15 FM SUSJ a la DICE. Por Mensaje Naval GFH 101355 FEB 16 FM COFS solicitó a PYSU el reclamo y ejecución de la garantía por el elemento en cuestión a la empresa HAWKER. Elemento N2 190 desconectado por baja tensión durante la prueba de capacidad informado por Mensaje Naval GFH 160954 MAR 17 FM SUSJ a la DICE. Elemento N2 633 desconectado por baja tensión al finalizar la prueba de capacidad, informado por Mensaje Naval GFH 160954 MAR 17 FM SUSJ a DICE. Para mantener compensada las cargas se puentearon provisoriamente un elemento de las baterías parciales 3, 4, 5, 7 y 8 (Mensaje Naval GFH 191130 MAY 17 FM DICE).

6.11. Doble Reóstato de Campo: Baja aislación, posible ruptura de aislante.

6.14. Motores Diesel: Pérdida de agua de refrigeración en MD N2 3, no afecta la operación del motor. Pendiente cambio de colectores.

6.17. Computadora de baterías: por falla en interruptor de potencia se quemaron 60 fusibles de batería correspondientes a los primeros 60 elementos de la batería parcial 8. Al momento sin lectura de tensión en los elementos afectados. No limita operación de batería. Pendiente
adquisición de 60 fusibles para medición de elementos.

6.20. Monitores Diesel: Indicaciones erróneas en los instrumentos de medición eléctrica.

6.22. Sistema de transmisión de Potencia: se detecta ruido en la línea de eje al momento de parar máquinas. Asimismo entre 65 RPM y 85 RPM.

7.2. Sistema automático de gobierno: fallas en el control automático de plano.

7.3 Girocompás: STD22: no transmite señal de rumbo analógica al gabinete RTU del sistema girocompás. ARPB no se encuentra en capacidad de repararlo.

7.5. Izado de mástiles: Periscopio de observación fuera de servicio, actuador hidráulico de estribor trabado.

7.6. Consola control de buque: falla en el arriado automático por velocidad del periscopio de observación con defensa izada a 8 nudos (por no encontrarse el periscopio de observación en servicio no se puede probar dicha falla). Los Indicadores de tanques y contador de revoluciones están descalibrados.

7.8. Planos y timón: Timón vertical presenta un desfasaje de 3 grados a la banda de estribor. Se presume que el origen de la falla es mecánico. Se corrigió compensando tres grados a babor eléctricamente en los sincros del sistema control de gobierno. Se detectó en navegación en superficie un ruido de bajo nivel dentro del tanque de lastre que se presume es del varillaje de transmisión entre el actuador y el timón.

7.9. Aire: pérdida de aire en tuberías del grupo N2 1 dentro del TL 4. No se observa caída de presión en el grupo.

7.11. Balanceo: Contador en C.C.B. fuera de servicio.

7.14. Indicadores de contenido de tanques: el sistema no es confiable. Indicadores fuera de servicio: TCN 1 y 2, Aguas servidas, TCT 3, Agua dulce 1 y 2, TCR 1.

7.16. Intercomunicadores: Toma estanco a la presión ubicado en el puente fuera de servicio por ingreso de agua. Por falta de repuestos no se encuentran en servicio los correspondientes a la estación periscopio de ataque, periscopio de observación, garita de buzos, MAE, tableros y
SIMATIC.

7.17. Sistema degausslng: fuera de servicio.

7.22. Teléfono autoexcitado: Toma estanco para conexión de teléfono en el puente fuera de servicio por entrada de agua.

9.1. Carena: tiempo desde la última puesta en agua de la Unidad es de 43 meses.

9.2. Válvulas de casco: tiempo desde la última puesta en agua de la Unidad es de 43 meses. Se verificó falta de estanqueidad en válvulas casco Hl, H16y las interceptoras H2, H15.

9.3. Sistema de Refrigeración de agua de mar: pendiente realizar prueba hidráulica a 62,5 bares en dique.

10.3. Regeneración de aire: por plan de estiba se deben tener 1633 canisters de cal soda, se cuenta con 1059 a bordo de los cuales solo 51 tienen fecha de vencimiento en 2021. El resto vencidos según detalle: 448 jun/2014 560 sep/2015.

10.4. Producción de 02: por plan de estiba se deben tener 100 candelas a bordo, se cuenta con 14 candelas embarcadas y 36 en IBMP.

10.5. Agua dulce: sistema no mantiene presión trabajando en automático, en servicio mediante puesta en presión del TCT N2 1.

10.6. Combustible: El contador de embarque de combustible se encuentra fuera de servicio. Se detectó perdida de combustible en puerto en Tanque de Combustible Externo N°9 a 500 mm a proa de la faja de unión y donde termina la cubierta de libre circulación sobre el mencionado tanque (parte superior).

10.7. Aire Acondicionado: Enfriadores de agua de beber sin recorrer. Inconvenientes en la obtención de repuestos para dejar los mismos en condición de diseño.

10.8. Destilador: de baja presión: en proceso de prueba funcional.

10.12. Cocina: triturador fuera de servicio.

10.13. Sanitario: se efectuó modificación al sistema de venteo de los tanques sanitarios. Se deben cambiar las tuberías de venteo por unas de mayor diámetro puesto que es muy lento (15/20 min).

10.16. Sanidad: Falta de material según Orden COFS N.

miércoles, 31 de enero de 2018

ARA San Juan: Habría detectado un SSN británico y tenía problemas operativos

Exclusivo: un documento secreto reveló que el ARA San Juan había detectado un submarino nuclear británico en una misión anterior

Los registros detallan además severas falencias operativas que tenía el buque desaparecido

Por Andrés Klipphan ||  Infobae




El ARA San Juan está desaparecido desde el 15 de noviembre. Foto: Sergio Galiñanes (ObturArte)

El 9 de julio de 2017, a las 19:48, el ARA San Juan "detectó por audio el rumor sonar de un posible submarino nuclear". El acercamiento de la supuesta nave de guerra del Reino Unido había sido "constatado una hora antes ya que se la tenía por registrador". Por ese motivo, la tripulación que había zarpado de la Base Naval de Mar del Plata el 1° de julio, a las 15:00, recibió la orden de "disminuir los ruidos al máximo" y proceder "a grabarlo".

Los tres sonaristas con los que contaba el buque argentino en esa misión -la anterior a la del trágico desenlace con la desaparición de 44 tripulantes y la embarcación- "coincidieron en la clasificación" del submarino, es decir que se trataba de un navío "nuclear".

Las tres grabaciones de los ruidos del submarino que los acechaba tuvieron una duración de "10, 6 y 2 minutos" y fueron enviadas a la Armada Argentina. El dato hasta hoy se mantuvo en secreto.

No fue el único ocultamiento que realizó la fuerza durante las horas de crisis que precedieron a la desaparición del ARA San Juan. A través de un "mensaje naval" con el sello de "SECRETO", y fechado el 10 de noviembre de 2016, es decir un año y cinco días antes de su desaparición, el ARA San Juan había sido "limitado" en su "profundidad operativa" a solo "100 metros". Había una razón: a una mayor profundidad "no permite garantizar su estanqueidad", especifica el documento.

Por estrictas cuestiones de seguridad, los submarinos deben ingresar a un dique seco para las pruebas hidráulicas de válvulas de casco y tuberías cada 18 meses y realizar las verificaciones y reparaciones que aseguren su navegabilidad y que no se pueden hacer a flote mientras el submarino está en el agua.

El ARA San Juan no lo hacía desde "un tiempo sustancialmente mayor de los 18 meses previstos doctrinariamente", según los registros a los que accedió Infobae. Es más del doble del lapso recomendado por el fabricante de la embarcación. Por esa razón se limitó la "profundidad operativa" a 100 metros para garantizar la navegabilidad del submarino.

El "mensaje naval" titulado "Estado Operativo-Limitaciones" del ARA San Juan fue firmado por el capitán de navío Héctor Aníbal Alonso, jefe del Estado Mayor del Comando de la Fuerza de Submarinos, y por el capitán de navío Carlos Alberto Acuña, comandante de la Fuerza de Submarinos, entre otros.

Por entonces ese no era el único inconveniente que tenía el submarino ARA San Juan. "A partir del quinto día de navegación y al momento de querer propulsar en etapa 1 para comenzar la exploración en el área de patrulla, falló el sistema de propulsión, entrando recién en el tercer intento". Según el reporte "CONFIDENCIAL" de la Armada Argentina fechado el 14 de agosto de 2017,  cuyos detalles se publicarán en varias notas, la falla de propulsión del navío "se mantuvo en toda la navegación", esto es, hasta el 19 de julio, día en que el submarino regresó a la Base de Mar del Plata.

El buque de guerra también navegaba con otra serie de inconvenientes, entre ellos la pérdida de "50 litros diarios de aceite", lo que provocó "una disminución en los niveles en los reservorios del sistema hidráulico".

Infobae también pudo establecer a través de una serie de documentos secretos que antes de desaparecer el ARA San Juan tenía a bordo "80 trajes de escape", todos vencidos. Además, de las 100 pastillas que debía portar para la producción de oxígeno en caso de una emergencia, solo había 14.



Desconfianza bajo el agua

Ese 9 de julio de 2017 no fue la única vez que el ARA San Juan identificó a un submarino nuclear en la zona que patrullaba para identificar a pesqueros y buques, principalmente de origen asiático, que operan ilegalmente en el mar argentino o en las adyacencias a la zona económica exclusiva de Argentina.

Así se asegura en la documentación confidencial que está en poder de la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez. En el "Anexo 04", titulado "Informe de actividades Submarino ARA San Juan", se detalla que el 10 de julio, a las 03:45, se detectó al submarino nuclear "nuevamente maniobrando en apuntamiento al contacto apreciándose una rápida variación de su marcación, bien marcado en el registro sonar". El reporte, firmado por el capitán de fragata Pedro Martín Fernández, también destaca que, como el día anterior "se obtuvo una grabación (4 minutos)", que fue "elevada".

La firma tiene un valor trascendental. Fernández fue el comandante del ARA San Juan no solo en esa misión, sino también en la de noviembre, cuando desapareció junto a sus 43 subordinados. Tucumano y de 45 años de edad, el capitán de fragata le había prometido a su madre de 80 que ese sería su último viaje en el submarino aún desaparecido.

El ARA San Juan patrullaba además un área cuyo interés comparten Argentina e Inglaterra pese a que los tratados de paz firmados por ambos países en Madrid obligaban a la Armada a informar al Reino Unido antes de iniciar una misión de este tipo. El submarino argentino hacía caso omiso de dicha prevención presuntamente por orden de la jefatura de la fuerza.

Fuentes navales dicen que no es descabellado que los encuentros entre el ARA San Juan y el submarino nuclear británico se hayan repetido en la última misión. Máxime si el navío de guerra británico tenía registrado que un buque extranjero invadía lo que ellos consideran territorio propio y con derecho a ser defendido. De hecho, para eso tienen unidades de la marina y la fuerza aérea británicas con asiento permanente en el archipiélago.

Es lógico que un submarino nuclear de ese país controle lo que los británicos consideran una zona de conservación interna y externa (aledaña a las Islas Malvinas) en la que otorgan los permisos de pesca, principal ingreso económico para los habitantes de las islas. Diarios británicos ya habían informado que la Armada de ese país había despachado hacia Malvinas submarinos nucleares, aunque Londres siempre lo negó.

¿Es posible que el ARA San Juan, con sus 44 tripulantes, se haya hundido el 15 de noviembre pasado intentando evadir a un submarino nuclear sumergiéndose dentro de la profundidad operativa de diseño pero por debajo del límite de los 100 metros establecido a causa de su falta de mantenimiento en dique seco y que las válvulas y tuberías no hayan resistido? Es una de las hipótesis que investiga la Justicia.

sábado, 25 de noviembre de 2017

Accidente naval: Las semejanzas entre el USS Scorpion y el ARA San Juan

El hundimiento del submarino USS Scorpion y su parecido con el ARA San Juan

En 1968 desapareció una nave de guerra norteamericana. El episodio tiene rasgos similares a lo ocurrido en la Argentina

Infobae



El USS Scorpion (SSN-589) se perdió en el fondo del mar. Las causas del hundimiento aún no fueron develadas.

El 22 de mayo de 1968, el submarino USS Scorpion dejó de comunicarse. Poco tiempo después, se supo su fatal final, en el que 99 tripulantes perdieron la vida. Podría haber sido un caso más de otros tantos trágicos accidentes en la historia naval, pero el antecedente llama la atención por las llamativas similitudes que existen con lo que ocurrió con el "ARA San Juan".

A diferencia de la máquina argentina, el SSN-589 era un submarino nuclear. Era el sexto barco de la Armada de Estados Unidos de clase Skipjack. Salió el 15 de febrero de 1968 desde Virginia hacia el mar Mediterráneo para realizar ejercicios de despliegue y observación en conjunto con fuerzas de la OTAN. Algunas teorías apuntan a que se había embarcado en una misión secreta.

Antes de zarpar, el USS Scorpion había estado en mantenimiento exhaustivo por cuatro meses y se habían efectuado reparaciones en el astillero naval de Norfolk. Se cree que estos arreglos fueron a las apuradas para que la máquina volviera a entrar en servicio. Por entonces, Estados Unidos estaba en plena Guerra Fría con la Unión Soviética.

Terminados estos ejercicios, el submarino se dirigió a la base ingresando por el océano Atlántico. El 21 de mayo realizó su última transmisión estando a 80 kilómetros al suroeste de las Islas Azores. Debía reportarse cada 24 horas. Pero no hubo señales. Pasaron seis días hasta que se declaró la emergencia y comenzó una búsqueda intensiva de la flota aeronaval. Casi un calco del caso argentino.

El 5 de junio, el USS Scorpion fue declarado oficialmente perdido.



Las primeras pistas acústicas sobre su desenlace se obtuvieron desde las estaciones de las Islas Canarias, Terranova y, casualmente, Argentina. Otra vez, lo que empezó a develar el misterio fue un registro de una anomalía hidroacústica. El patrón respondía al perfil de una fuerte descarga de energía, una implosión, ocurrida el 22 de mayo a 400 kilómetros al suroeste de las Islas Azores.

Con este dato, la búsqueda del submarino se concentró en esa zona de operaciones, a través del buque oceanográfico USSNS Mizar.



El rastrillaje no dio sus frutos desde un comienzo. Hubo una demora de seis meses hasta que, el 30 de octubre, aparecieron los primeros restos. Los dispositivos del USSNS Mizar permitieron divisar los escombros sobre el fondo oceánico.

Otra coincidencia: como se cree que pasó con el ARA San Juan, el submarino nuclear estaba a 3.000 metros de profundidad en un talud abisal, a 740 kilómetros de las Islas Azores. Naufragó en aguas internacionales.

Las fotografías del equipo de rastreo revelaron que el casco de presión se había partido por la mitad y deformado. Su vela, en tanto, se había desprendido, y la sección quebrada de popa se había encajado al interior de la sección de proa como si intentara unir ambas partes.

La desaparición del USS Scorpion puso en estado de alerta a toda la sociedad norteamericana por el contexto bélico. El submarino era una joya de la armamentística estadounidense: contaba con torpedos nucleares de última generación y numerosos avances técnicos.

No obstante, ya registraba varios "problemas crónicos" con su sistema hidráulico, entre otras dificultades. De hecho, antes de su última patrulla, el submarino perdió cerca de 1.500 galones de combustible cuando salió de la base de Hampton Roads.


Una de las secciones de proa del “Scorpion”, encontradas en el fondo del mar

Dos meses antes, el capital del Scorpion, comandante Francis Slattery, había pedido un trabajo de emergencia ya que, según su criterio, el casco del submarino "se encontraba en muy mal estado de conservación". Se decía que algunos llamaban a la nave "USS Scrapiron" ("scrap" significa chatarra).

Recién en 1993 hubo nuevos datos. El gobierno de Bill Clinton desclasificó la mayor parte de los informes reservados sobre el hecho, que daban indicios de una falla técnica. Según los reportes de los expertos, no había evidencia de que la destrucción del submarino fuera producto de una acción hostil. Entre las probabilidades, se barajó que el navío podía haber colapsado por la activación espontánea y accidental de uno de los torpedos. Pero ninguna de las investigaciones fue concluyente.



Detrás del hundimiento del USS Scorpion persiste un manto de misterio y suspicacias. En 2012, un grupo de veteranos de la Marina estadounidense solicitó reabrir la investigación. A pesar de los avances en la tecnología y los reclamos de familiares, no hubo otras inspecciones que lograran determinar las causas del hundimiento. Por este motivo, teorías y conjeturas de sabotaje, espionaje y un posible ataque en los mares de parte de la Unión Sovietica aún persisten.

jueves, 23 de noviembre de 2017

ARA San Juan: ¿Explosión de las baterías?

Una explosión en las baterías, la hipótesis de la “anomalía” más temida


Artículo extraído del diario La Nación – Por Fernando Rodríguez
Jorge Fernández Díaz



“Anomalía hidroacústica” fue anoche el nuevo mensaje encriptado de la Armada para rodear la información precisa y contundente sobre la ubicación y, a partir de eso, el destino del ARA San Juan . Ya era un día crítico para las esperanzas de la tripulación del S-42, a una semana de su desaparición, por la disponibilidad de oxígeno. La novedad trastocó esos cálculos y bosqueja un escenario más sombrío.
Técnicamente, tal como explicaron veteranos navegantes a LA NACION, el abanico de posibilidades de esa alteración significativa del nivel de ruido proveniente de las profundidades del mar en un punto determinado es sumamente amplio. En el contexto de las hipótesis aplicadas al caso, ese sonido inesperado y suficientemente potente como para haber sido escuchado en superficie por quien hubiese estado en disposición técnica de hacerlo sería compatible con una explosión dentro del submarino.
Esa hipotética explosión se habría producido unas cuatro o cinco horas después del último contacto radiofónico del S-42, a unas 30 millas náuticas (casi 60 kilómetros) de aquel punto de referencia, casi en línea recta hacia Mar del Plata, que era el destino hacia el cual había puesto proa el comandante del buque.
El vocero de la Armada no dio ayer precisión alguna sobre la etiología de aquella “anomalía hidroacústica”. Apenas agregó que era objeto de evaluación por parte de los expertos norteamericanos que trabajan en el caso y que para realizar nuevas comprobaciones se habían comisionado al punto de latitud y longitud señalado dos corbetas, un destructor y el buque Skandy Patagonia, que traslada medios especializados para la detección submarina. Las próximas horas serán determinantes.
Sin embargo, esta mañana Balbi confirmó que la anomalía detectada es compatible con una explosión.
La explicación de esa detonación es, por estas horas, objeto de vagas especulaciones. Como fue planteada, la explosión sería el origen de la pérdida definitiva de contacto con el barco y de la desaparición del San Juan.

Cómo es el submarino ARA San Juan

Una de las versiones más verosímiles es la de una explosión producto de un cortocircuito en el bloque de 960 baterías que dan energía al TR-1700. Ese cortocircuito habría generado un arco voltaico entre las baterías y el casco de la nave. Algo así como un relámpago en un recinto cerrado, un relámpago imparable. De haber ocurrido eso, la onda expansiva podría haber tenido consecuencias letales dentro de la nave, aun cuando no hubiese puesto necesariamente en riesgo de colapso el barco.
Por estas horas hay consenso casi unánime en un punto: el San Juan no consiguió salir a flote por sus propios medios por causa de una emergencia mayúscula que les impidió a sus tripulantes actuar como han sido entrenados para hacerlo en una situación análoga.
Se asume que quedó asentado, incapaz de emerger, en el lecho marino. En este punto hay discrepancias con respecto a cuál es, efectivamente, la profundidad a la que estaría. Es que a partir de la zona rastrillada la plataforma continental argentina comienza su pendiente más pronunciada. Entre las 150 y las 300 millas desde la costa patagónica, frente al Golfo San Jorge, el descenso escalonado pasa de los 200 metros hasta casi 1000. Más allá de eso están los 5000 metros del lecho del océano Atlántico Sur.
La diferencia es determinante: el submarino clase TR-1700 tiene un límite operativo cercano a los 700 metros; más allá de eso se supera su capacidad de elasticidad y, sometido a una presión que no puede tolerar, el buque colapsa, implosiona. No hay en la Argentina nadie que haya sido testigo de una implosión de un submarino, todo son meras teorías o deducciones, pero una implosión no genera una marca de ruido como sí lo haría una explosión; por eso es que los especialistas consultados por LA NACION se inclinan a pensar que la “anomalía hidroacústica” fue fruto de una detonación por un cortocircuito en los packs de baterías, quizás, en el problemático “tanque 3” del buque.
Hasta que se supo de la “anomalía hidroacústica” que, desde anoche, se trataba de establecer si tenía relación con el San Juan, no había vestigios de la nave en la superficie marítima en la vasta zona en la que se la busca desde la semana pasada.
Imposibilitada de emerger por sus propios medios, la tripulación del S-42 no demandó auxilio por contacto radial, no lanzó las dos radiobalizas de emergencia ni las diversas balizas de colores para marcación de posición en superficie; no forzó la flotación del buque con la liberación del lastre ni evacuó a la tripulación según el procedimiento de emergencia entrenado. Los veteranos submarinistas consultados por LA NACION coincidieron de forma concluyente: si no lo hicieron es porque hubo una emergencia tal que se lo impidió. Algo, quizá, catastrófico.
¿Qué pudo haber pasado? Es otra ecuación irresuelta hasta ahora. La teoría dice que un ingreso de agua de mar a través de las entradas de aire de la ventilación de baterías, además de hacer cortocircuito, descarga esos generadores contra el casco (aquella hipotética explosión) y genera gas cloro, que es tremendamente venenoso.

ARA: Posible explosión en el ARA San Juan

Investigan si el ARA San Juan explotó

La Armada informó que hubo una “anomalía hidroacústica”, compatible con un estallido, registrada después de la última comunicación con el submarino. Evalúan si la nave sufrió un accidente bajo las aguas del Mar Argentino el mismo día de su desaparición, tras reportar la perdida de las baterías.


Por Crónica

Tras ocho días de intensa búsqueda del submarino desaparecido en el Atlántico Sur con 44 tripulantes, Argentina investigaba este jueves si hubo una explosión a bordo de la nave después de que señalara una avería de baterías en su última comunicación.

La Armada (Marina de Guerra) informó el pasado miércoles por la noche de una “anomalía hidroacústica” registrada después de la última comunicación del “ARA San Juan”, pero se negó a conjeturar si era compatible con una explosión.

La búsqueda en superficie y en profundidad de la que participan 13 países ha sido infructuosa pese a varias pistas de llamadas y señales luego descartadas.

El nuevo registro sonoro se produjo el miércoles 15 “casi tres horas después de la última comunicación, a 30 millas al norte de donde estaban en ese contacto y en la misma línea de navegación a Mar del Plata”, precisó el portavoz de la Armada, Enrique Balbi.

Un nuevo parte oficial de la Armada se espera para este jueves a las 10H00 locales (13H00 GMT).
"Un grave problema con las baterías puede generar hidrógeno. Hidrógeno por encima de cierto porcentaje es explosivo. Explota por sí mismo. Si hubieran tenido una explosión.... entonces todo está perdido” dijo a la AFP un ex comandante de submarino que pidió anonimato.

Balbi rechazó de plano hablar de explosión. “No vamos a hacer conjeturas”, expresó al informar el estudio estadounidense donde se determinó el registro sonoro ahora bajo análisis.

Una repentina explosión en inmersión podría ser la explicación de la ausencia de señales de emergencia, como haber soltado balsas o radiobalizas para ayudar a su rescate, tal como indican los procedimientos navales habituales.

Siete días de frentes de tormenta intensa en la zona de búsqueda abonaron esperanzas de que el capitán del submarino hubiera preferido asegurar una navegación sumergido en vez de emerger como indica el protocolo al perder toda comunicación con las bases en tierra.

Por estas horas se da prácticamente por descartado que el sumergible haya tenido la posibilidad de propulsión ya que no fue hallado en la ruta que debía seguir desde Ushuaia, en el extremo austral del país, a su apostadero en Mar del Plata, 400 km al sur de Buenos Aires, adonde debía haber llegado entre el domingo y el lunes.

El contralmirante Guillermo Delamer, director del Centro de investigación Marítimo argentino, pidió paciencia: “el ruido no puede ser atribuible al submarino todavía”.

Angustiosa espera

El “ruido” fue detectado a 400 km de la costa y 60 km al norte de la última posición comunicada por el submarino.

Hacia allí se concentró la búsqueda en la que participan buques oceanográficos con sondas de barrido y aviones con detectores magnéticos a la búsqueda de una señal del “ARA San Juan”.

"Una de las versiones más verosímiles es la de una explosión producto de un cortocircuito en el bloque de 960 baterías que dan energía al TR-1700”, cita este jueves el diario La Nación.
En la misma línea el diario Clarín asegura que “la Armada investiga si hubo una explosión el día de la desaparición del submarino”.

En la base naval de Mar del Plata casi un centenar de familiares esperan noticias contenidos por un equipo de psicólogos y médicos.

La prensa no puede ingresar a la base cuyo perimetral de alambrado se pobló de estampas religiosas, banderas argentinas y mensajes de aliento para los tripulantes y sus familiares.

El miércoles se registraron escenas de desesperación y angustia. “No quiero enterrar a mi hermano”, dijo envuelta en llanto Elena Alfaro, hermana del submarinista Cristian Ibáñez. “Adentro es un velorio”, agregó al retirarse de la base.

Ayuda internacional

Unos 4.000 efectivos buscan al “ARA San Juan” en barcos y aviones de Argentina, Alemania, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, España, Estados Unidos, Francia, Noruega, Perú, Reino Unido y Uruguay.
Rusia también comprometió su apoyo el miércoles tras una comunicación con el presidente Mauricio Macri.

El presidente de Estados Unidos, país que participa activamente con naves y aeronaves, publicó en redes sociales su apoyo. “He dado la orden de ayudar a Argentina en la búsqueda y rescate de su submarino perdido”, dijo Donald Trump.

Estados Unidos envió dos cápsulas de rescate submarino que arribaron al puerto sureño de Comodoro Rivadavia (1.750 km al sur de Buenos Aires) para ser utilizados para el rescate en profundidad.
Un hospital de Comodoro Rivadavia fue puesto en alerta para recibir a los submarinistas en caso de un rescate.
Fuente: AFP