viernes, 6 de junio de 2025

Aviación naval: El accidente de un Vought F7U-3 Cutlass

El fin de un Vought F7U-3 Cutlass



Una imagen verdaderamente horrible capturada por el PH2 James Binkley, que demuestra claramente los peligros a los que se enfrentan los pilotos de portaaviones, así como el personal de la cubierta de vuelo, ya que este Vought F7U-3 Cutlass, de VF-124, sufre un ataque de rampa al aterrizar a bordo del USS Hancock.
El piloto LCDR Jay Alkire, USNR, fue asesinado cuando el fuselaje se hundió, aún atado al asiento de expulsión; también murieron dos compañeros del contramaestre, un fotógrafo compañero. LSO Ted Reilly se las arregla para correr a través de fantail y se queda claro sin ningún daño.

jueves, 5 de junio de 2025

El mito urbano del E52


Del mito urbano a la realidad: el submarino oculto de Dartmouth al descubierto


Craig Ryan || Naval Historia


Un antiguo mito urbano de Dartmouth, que data de hace más de 80 años, puede haber sido autenticado por científicos que afirman haber "descubierto" un submarino de la Marina Real alojado debajo del parque de la ciudad.

Un equipo de la Universidad de Winchester cree haber resuelto el caso utilizando un radar de penetración terrestre para inspeccionar el lugar donde se rumoreaba que se encontraba el barco dado de baja.

Han identificado una silueta tenue que sospechan que es el HMS E52, junto con un segundo objeto: un barco torpedero alemán más largo y estrecho.

Esta revelación innovadora se atribuye al Dr. Simon Roffey y al Dr. David Ashby.

Los dos científicos quedaron cautivados por las investigaciones del teniente Tom Kemp, quien el año anterior, después de examinar numerosos registros históricos, logró identificar el misterioso submarino, una historia local durante muchos años, como el HMS E52.

El teniente Kemp, un submarinista activo e instructor de navegación en el Britannia Royal Naval College, validó las afirmaciones que habían estado circulando.

Con una superficie de casi 20.000 metros cuadrados —el tamaño de unos tres campos de fútbol y 80 veces el tamaño del submarino—, el parque representó un desafío considerable. En colaboración con el teniente Kemp, el equipo se centró en un rincón específico del parque, cerca del área de almacenamiento de canoas y botes, que se cree que es el lugar de descanso del submarino.

  El HMS E52 luchó en la Primera Guerra Mundial. Imagen de la Royal Navy.


Su radar transmitía pulsos de sonido a través del hormigón y el asfalto. Sin embargo, no se distinguía la silueta previsible de un submarino ni su torre de control.

El teniente Kemp afirma que lo que fuere que estuvo enterrado en el parque hace ocho décadas “probablemente ya no se parece en nada a un submarino”.

A pesar de ello, los escaneos de radar han revelado grandes objetos metálicos a aproximadamente un metro debajo de la superficie.

El equipo teoriza que el E52 probablemente se encuentra en la esquina noreste del parque, mientras que un gran objeto metálico, que se sospecha es un destructor de torpedos alemán, el S24, se encuentra junto a él en ángulos aproximadamente rectos. Este último, al igual que el E52, fue adquirido como chatarra después de la Primera Guerra Mundial.

Las ubicaciones detectadas coinciden con una imagen aérea de Dartmouth de la década de 1920, que muestra el submarino y otro barco descansando en las marismas.

Simon, un submarinista retirado de la Marina Real que sirvió en submarinos de clase O en la década de 1980, comentó: “El 'submarino bajo el parque' es una leyenda local y podría convertirse en una maravillosa atracción turística si pudiéramos identificar su ubicación exacta”.

Añadió: «Sabemos que había un torpedero allí, pero todos asumieron que lo habían movido. Quizás se quedó atascado en el lodo y simplemente lo dejaron allí».

El equipo ahora está en proceso de obtener permiso de las autoridades locales para perforar pequeños pozos en el parque, con la esperanza de identificar una pieza única de equipo o metal que pueda rastrearse hasta E52.






miércoles, 4 de junio de 2025

Armada Argentina: El transporte ARA "1° de Mayo"

Nave ARA "1º de Mayo", buque de la Armada, primer carguero oficial que operó en las costas patagónicas y primero en cruzar círculo polar




Transporte ARA 1° de Mayo

Fue el primer barco de la Armada Argentina en llevar ese nombre en homenaje al día de jura de la Constitución Argentina de 1853. Tenía casco de acero de 14 mm, aparejo de goleta de dos palos, 5 compartimentos estancos, 2 cubiertas, 2 bodegas y un sollado bodega. Tenía una eslora de 61.20 m, manga de 8.75 m, puntal de 6.65 m, un calado medio de 4.20 m y un desplazamiento de 640 t. Era propulsado por una máquina de vapor de triple expansión de 3 cilindros con una potencia de 650 HP que impulsaba una hélice de 4 palas y le permitían una velocidad de 12 nudos. La capacidad de sus carboneras era de 120 t de combustible. Contaba con iluminación eléctrica generada por un dinamo de 80 volts. Su tripulación era de 50 hombres y montaba 2 cañones de 76 mm.

El 27 de enero de 1894 arribó al puerto de la ciudad de Buenos Aires con pabellón del Imperio alemán y tripulación de origen. El 14 de febrero fue asignado en la orgánica naval al servicio de la costa sur y tras las pruebas de rigor el 10 de abril de 1894 se afirmó su pabellón y se incorporó al servicio efectivo al mando del teniente de navío Juan M. Noguera. Si bien navegaba con pabellón de guerra y mando y tripulación militar, la planificación de sus misiones eran incumbencia del Ministerio del Interior hasta 1895, en que pasaron a la órbita del Ministerio de Marina que lo destinó a comisiones de servicio general en el Río de la Plata que mantuvo el resto de ese año, exceptuando los meses de mayo y junio en los que pasó para reparaciones a los astilleros de la Armada en río Luján.

Fue incorporado por 1895 como refuerzo del servicio regular en la costa, ya implementado con los transportes Villarino y Ushuaia. En enero de 1900 atraca por primera vez en la costa de la actual Comodoro Rivadavia, y descargan los materiales que Pietrobelli utilizaría en la construcción del galpón -hito fundacional del pueblo-, y en otro viaje arriban las primeras familias a la zona.

Fue el primer carguero del gobierno que operó en la costa patagónica.

Los datos presentados dan cuenta de los primeros años de actuación de este barco, el cual permitió que la periodicidad de las visitas a los puertos patagónicos descendiera de 45 a 30 días.

En el período que va de enero a mayo de 1928, estuvo al mando de esta embarcación el teniente de navío Pedro Luisoni, efectuándose el relevamiento del golfo San Jorge. En los veranos de 1942 y 1943, con el objetivo de cumplir las tareas de levantamiento hidrográfico, recorrido de balizas y confección de cartografía de los mares antárticos, fueron comisionadas las naves Uruguay -comandante Alberto Oddera- y 1º de Mayo -comandante Silvano Harrigue-.

Fue el primer buque de nuestra Marina de Guerra que cruzó el Círculo Polar.

martes, 3 de junio de 2025

Avión torpedero: Prototipo XTB2D Skypirate

XTB2D Skypirate es un bombardero torpedero olvidado

Jessé || Plane Historia

El Douglas XTB2D Skypirate fue un bombardero torpedero de la Segunda Guerra Mundial diseñado por Douglas Aircraft Company para la Armada de los Estados Unidos. Contaba con un potente motor Pratt & Whitney R-4360 Wasp Major y podía transportar cuatro torpedos, una carga útil sin precedentes para su época.

Solo se construyeron dos, pero demostraron tener un rendimiento y capacidades excelentes. Lamentablemente, en el auge de las nuevas tecnologías de la posguerra, el XTB2D Skypirate quedó en el olvido.


Introducción

Concebido durante una época de intensa innovación y rápido desarrollo, el Skypirate fue una creación de la Douglas Aircraft Company, destinada a cumplir un papel específico y exigente dentro del arsenal de la Armada de los Estados Unidos: el bombardero torpedero.

El impulso para el desarrollo del Skypirate provino de la solicitud de la Armada en 1942 de un bombardero torpedero avanzado después del ataque a Pearl Harbor a fines de 1941. Los aviones que ocupaban esa función en ese momento eran el Douglas TBF Devastator, un diseño de principios de la década de 1930, y el Grumman TBF Avenger, que voló por primera vez antes de que Estados Unidos entrara en la Segunda Guerra Mundial.


Un TBF Avenger lanzando un torpedo.

No fue tarea fácil; este avión debía tener una capacidad de carga útil y un alcance sin precedentes. Fue concebido como el bombardero torpedero de hélice definitivo, diseñado para transportar una carga útil mayor que la de cualquiera de sus contemporáneos. Con un avión tan rápido y de largo alcance, la Armada podía ampliar el alcance de una fuerza de tarea de portaaviones para que pudieran atacar buques enemigos mucho antes de que estos pudieran ser atacados.

También necesitaría llevar a cabo misiones de bombardeo convencionales si fuera necesario.

Afortunadamente, el fabricante de aeronaves estadounidense Douglas ya llevaba tiempo considerando un sustituto del Devastator. En octubre de 1943, la Armada estadounidense contrató a Douglas para producir dos prototipos para pruebas y evaluación.

Sin embargo, la Armada quería que esta aeronave operara desde sus nuevos portaaviones clase Midway. Estos portaaviones, más grandes y capaces que sus predecesores, requerían una aeronave que pudiera aprovechar su mayor capacidad operativa, lo que impulsó la necesidad de un nuevo bombardero torpedero más potente.



USS Midway (CVA-41) en 1954. El portaaviones recibiría posteriormente modificaciones importantes, incluida una cubierta de vuelo en ángulo.

La propuesta de Douglas se denominó TB2D Skypirate. Se fabricaron dos prototipos y se probaron exhaustivamente, demostrando tener capacidades excepcionales para la función para la que fueron diseñados.

A pesar de su prometedor diseño, el desarrollo del Skypirate se vio afectado por numerosos desafíos. A mitad del desarrollo del XTB2D, la Armada estadounidense prácticamente había eliminado la amenaza de los portaaviones japoneses, por lo que se redujo la necesidad de un torpedero tan capaz.

Los avances tecnológicos y la eventual conclusión de la Segunda Guerra Mundial también contribuyeron a dar forma al destino del Skypirate.


Los dibujos del Skypirate XTB2D


Skypirate XTB2D

El Douglas XTB2D Skypirate fue un ambicioso diseño de avión que buscaba superar los límites de lo que un bombardero torpedero podía lograr.

Tenía una disposición bastante convencional, con un fuselaje robusto, un solo motor en el morro, una cabina y un ala monoplano baja con una distintiva forma de gaviota. Detrás de la cabina se encontraba una torreta de ametralladora. Otra se encontraba en la panza del avión, mirando hacia la popa. En total, era operado por una tripulación de tres personas.

Como era evidente a simple vista, el Skypirate tenía una estructura de avión muy grande, significativamente mayor que la de los bombarderos embarcados existentes. Este gran tamaño era necesario para albergar su carga útil principal (hasta cuatro torpedos), un potente motor y grandes cantidades de combustible.


El Skypirata XTB2D.

La capacidad de transportar múltiples torpedos permitía al Skypirate ejecutar ataques potentes y coordinados contra objetivos navales enemigos. De hecho, podía transportar cuatro veces la carga útil de un TBF Avenger.

El Skypirate estaba propulsado por el motor Pratt & Whitney R-4360 Wasp Major, uno de los motores de pistón más avanzados y potentes de su época. Este motor radial de 28 cilindros, a menudo llamado motor "mazorca de maíz" debido a su singular configuración de cuatro filas, era capaz de generar 3000 caballos de fuerza.

La gran potencia del R-4360 permitió al Skypirate alcanzar la velocidad y el alcance necesarios para misiones de larga distancia, a la vez que transportaba cargas útiles pesadas. El robusto rendimiento del motor se complementaba con un sobrealimentador, lo que mejoraba su capacidad a mayor altitud y garantizaba la eficacia del Skypirate en diversos escenarios de combate.


Maqueta a escala durante las pruebas en el túnel de viento para perfeccionar la cubierta del motor.

Para la defensa, el avión estaba equipado con múltiples ametralladoras estratégicamente ubicadas para proporcionar una cobertura integral contra los cazas enemigos. Estas incluían posiciones de cañones dorsales y ventrales, así como cañones montados en las alas, que podían emplearse tanto para misiones ofensivas de ataque terrestre como para combate aéreo defensivo.

Estructuralmente, el Skypirate contaba con un tren de aterrizaje triciclo reforzado, diseñado para soportar las duras condiciones de las operaciones en portaaviones. El tren de aterrizaje era robusto, con una postura amplia para garantizar la estabilidad durante los despegues y aterrizajes en las cubiertas móviles de los portaaviones. Si bien estas características beneficiaban a la aeronave, su tamaño y peso representaban un desafío para las operaciones en portaaviones.

El Skypirate fue diseñado para transportar una variedad de municiones además de torpedos, gracias a sus cuatro portabombas Mark 51 Mod 7. Con estos portabombas subalares, podía transportar bombas convencionales, minas, cargas de profundidad y más, lo que lo hacía adaptable a diferentes tipos de misiones.


Bombas de 2.100 libras en los soportes de las alas del Skypirate.

Como parte de un requisito de la Armada de los EE. UU., el Skypirate se diseñó para que fuera lo más fácil posible de manejar. El equipo se ubicó estratégicamente para facilitar el acceso y se ubicó en las mismas áreas para que los mecánicos pudieran permanecer cerca de una sección de la aeronave.

En total, el XTB2D Skypirate medía 14 metros de largo y 21 metros de envergadura. ¡Su peso máximo de despegue superaba las 17 toneladas! A pesar de su gran tamaño, su motor R-4360 le permitía alcanzar una velocidad máxima de 562 km/h.

Gran avión, gran motor

El potente motor Pratt & Whitney R-4360 Wasp Major era el corazón del XTB2D. Este motor es el motor de pistón para aeronaves más grande que se ha producido en Estados Unidos. Fue un componente crucial que permitió al Skypirate cumplir con sus exigentes requisitos de rendimiento, proporcionando la potencia necesaria para transportar cargas útiles pesadas a largas distancias, algo que pocos motores individuales podían lograr.

El R-4360 Wasp Major era un motor radial de 28 cilindros, dispuesto en cuatro filas de siete cilindros cada una, lo que le daba una distintiva apariencia de "mazorca de maíz". Este complejo diseño le permitía alcanzar una impresionante potencia de 3000 caballos, convirtiéndolo en uno de los motores de pistón más potentes de su época.

La cilindrada del motor era de 4.362 pulgadas cúbicas (71,5 litros), lo que contribuía a su capacidad de generar una potencia tan elevada.


El motor R-4360 Wasp Major. Se instaló en varios aviones famosos, incluido el B-36 Peacemaker.

Para aprovechar al máximo esta potencia, el XTB2D Skypirate fue equipado con una hélice contrarrotativa. Esta proporcionó el área de pala necesaria para aprovechar al máximo la potencia del R-4360, a la vez que contrarrestaba el par motor.

Una de las características clave del R-4360 era su sobrealimentador, que optimizaba el rendimiento del motor a mayor altitud. El sobrealimentador comprimía el aire entrante, lo que permitía al motor generar más potencia consumiendo más combustible, incluso en el aire enrarecido de las altitudes elevadas. Esta capacidad era especialmente importante para el Skypirate, ya que necesitaba mantener un alto rendimiento durante misiones de largo alcance y al transportar cargas útiles pesadas.

Sin embargo, el complejo diseño del R-4360 también reducía su fiabilidad. Esto se debía principalmente a problemas de sobrecalentamiento debido a la mala circulación del aire en las cuatro filas de cilindros. Por lo tanto, requería un mantenimiento minucioso y técnicos cualificados para garantizar su correcto funcionamiento.


R-4360 en carenado. La instalación del R-4360 dentro del XTB2D.

La complejidad de su configuración radial de cuatro filas también supuso un reto para la producción, requiriendo un alto nivel de experiencia. Este motor realmente superó los límites de la tecnología de pistones refrigerados por aire y fue el último gran avance antes de la introducción del motor a reacción.

Para el Skypirate, el motor R-4360 Wasp Major fue fundamental para que la aeronave alcanzara sus ambiciosos objetivos de diseño. La potencia del motor le permitió transportar cuatro veces la carga útil del Avenger, convirtiéndolo en una formidable plataforma de armas capaz de desplegar una potencia de fuego considerable en combates navales.

Pero en retrospectiva, el avión probablemente habría sido más adecuado para un motor turbohélice, que se desarrollaban al mismo tiempo que el Skypirate. Aviones construidos un poco más tarde para funciones similares solían estar equipados con motores turbohélice.


Las enormes hélices contrarrotativas del Skypirate durante las pruebas en el túnel de viento.


Armamento

El Douglas XTB2D Skypirate fue diseñado con un impresionante arsenal, lo que lo convirtió en uno de los torpederos más fuertemente armados de su época. Su principal capacidad ofensiva residía en su gran carga de bombas, lo que supuso un avance significativo respecto a los uno o dos torpedos que solían llevar otros torpederos de la época.

Esta capacidad de carga útil permitió al Skypirate asestar un ataque concentrado y potente contra objetivos navales enemigos, aumentando la probabilidad de inutilizar o hundir varios buques en una sola salida. También redujo la cantidad de aeronaves necesarias por cada munición lanzada.

El operador de radio/artillero de vientre actuaba como bombardero durante las pasadas de bombardeo, utilizando una mira Mark 15 Mod 5. Esta estaba conectada a un piloto automático Sperry, que proporcionaba un control extremadamente suave y preciso del avión durante la pasada para lograr la máxima precisión.


Dibujo XTB2D de la ubicación de las armas. Ubicación del armamento y la tripulación del XTB2D.

El armamento defensivo fue otro aspecto crucial del diseño del Skypirate. La aeronave estaba equipada con múltiples ametralladoras estratégicamente ubicadas para proporcionar cobertura defensiva. Estas incluían una torreta dorsal (superior) y una ametralladora ventral (inferior), que protegían a la aeronave de ataques desde arriba y desde abajo. La posición de la panza se ubicaba dentro de un túnel que sobresalía por debajo del fuselaje.

Además, el Skypirate contaba con cañones montados en las alas. Estos cañones adicionales podían tener una doble función: usarse para ataques terrestres ofensivos o para atacar aeronaves enemigas. Esto elevaba el avión a un total de siete ametralladoras calibre .50, nada mal para un monomotor.

De ser necesario, podía transportar ametralladoras adicionales del calibre .50 en módulos de dos cañones montados bajo las alas. Estos módulos permitían cargar los cañones en caso de atascos.


Torreta de vientre XTB2D. La posición del vientre contenía una sola ametralladora calibre .50.

Propósito y destino

El XTB2D realizó su primer vuelo el 13 de marzo de 1945. La segunda y última versión voló unos meses después. Ambos aviones volaron sin armamento, con las zonas cubiertas.

Curiosamente, ninguno de los prototipos de Skypirate se construyó con la posición de la máquina en la panza ni el túnel. Esta parte siempre se había diseñado para ser desmontable, pero su completa omisión en los prototipos ha hecho sospechar que la función de la aeronave cambió ligeramente durante el desarrollo.

También alude a la idea de que el Skypirate podría haber tenido un aspecto “modular” en su diseño, y la posición del vientre podría intercambiarse con otro equipo relacionado con la misión.


Dos torpedos Mark 13 bajo un XTB2D.

El Douglas XTB2D Skypirate fue concebido para desempeñar un papel vital en la Armada de los Estados Unidos. Su misión principal era servir como torpedero pesado capaz de lanzar cargas útiles sustanciales contra buques enemigos, una función que cobraba cada vez mayor importancia en el contexto de la guerra naval en el Teatro del Pacífico.

Fue diseñado para operar desde los nuevos portaaviones de clase Midway, que eran más grandes y capaces que sus predecesores y necesitaban aviones que pudieran utilizar plenamente sus capacidades operativas ampliadas.

Se concibió que el papel del XTB2D trascendiera las capacidades de los torpederos existentes, como el TBF Avenger. Si bien el Avenger había demostrado su eficacia, la Armada reconoció la necesidad de una aeronave capaz de transportar una carga útil más pesada a mayores distancias.



Las alas del avión eran plegables para poder almacenarlo en un portaaviones.

Su capacidad para transportar cuatro torpedos le otorgaba una potencia de ataque mucho mayor, permitiéndole lanzar ataques más coordinados y devastadores contra las flotas enemigas. Esta mayor capacidad de carga útil permitía al Skypirate atacar múltiples objetivos en una sola salida, lo que podía influir en el resultado de las batallas navales al inutilizar o hundir varios buques enemigos.

Además de su función principal como bombardero torpedero, el Skypirate fue diseñado para ser una plataforma versátil capaz de realizar diversas misiones secundarias. Sus portaaviones podían transportar bombas convencionales, cargas de profundidad, minas, ametralladoras y bombas incendiarias, lo que lo hacía adaptable a diferentes escenarios de combate.

Esta versatilidad habría permitido al Skypirate realizar misiones de guerra antisubmarina, ataques terrestres y bombardeos, ampliando así su utilidad más allá de los ataques con torpedos.


Lado de Skypirate. Sólo se construyeron dos XTB2D.

El desarrollo del Skypirate también reflejó un cambio estratégico más amplio en la aviación naval. La introducción de los portaaviones clase Midway marcó un avance hacia grupos de ataque de portaaviones más grandes y capaces.

Sin embargo, la importancia del Skypirate disminuyó a medida que avanzaba la guerra y surgían nuevas tecnologías y tácticas. La llegada de aeronaves más versátiles y eficaces, y la destrucción de la capacidad de Japón para realizar misiones importantes desde portaaviones, hicieron que ya no fuera necesario ampliar el alcance al máximo.

Además, el fin de la Segunda Guerra Mundial trajo consigo cambios significativos en las prioridades y los presupuestos militares. El cese de las hostilidades provocó una reducción en la demanda de nuevas aeronaves, y muchos proyectos avanzados se cancelaron o redujeron. El Skypirate, a pesar de su prometedor diseño, fue víctima de estos recortes de posguerra. El programa se canceló en 1946, y el Skypirate nunca pasó de la fase de prototipo.

lunes, 2 de junio de 2025

Corbetas de misiles guiados clase Shahid Soleimani (Irán)

Corbetas iraníes de misiles guiados clase Shahid Soleimani

Revista Militar

 

 
El 27 de febrero de 2025, se puso en servicio el Shahid Rais-Ali Delvari, el cuarto buque de la Armada del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI), una corbeta de clase Shahid Soleimani.



Corbetas de misiles clase Shahid Soleimani

El buque líder de la serie entró en servicio el 5 de septiembre de 2022, y el siguiente par (Shahid Hasan Bagheri y Shahid Sayyad Shirazi), en 2024. Los barcos tienen un diseño un tanto atípico para los buques de guerra: un catamarán, aunque sus análogos están disponibles en las flotas de Estados Unidos, China, Corea del Norte y Taiwán.

Estos buques de guerra catamarán son un desarrollo posterior de la corbeta de doble casco “Shahid Nazeri”, construida en 2016 para el CGRI.


Corbeta "Shahid Nazeri"

Esta serie se construyó en el Complejo de Construcción Naval Shahid Mahallati de Bushehr. El casco del buque está fabricado en aleación de aluminio con tecnología furtiva. El sistema de propulsión principal consta de cuatro motores diésel. El desplazamiento total es de aproximadamente 600 toneladas, la eslora es de 67 m, la manga es de 19 m y la velocidad es de 32 nudos (según otras fuentes, 45). La autonomía de crucero a velocidad económica alcanza las 5000-5500 millas náuticas, lo que permite a los buques operar en la mayor parte del océano Índico sin reabastecimiento.


Construcción de la corbeta clase Shahid Soleimani


"Shahid Soleimani" con el armamento original (en lugar de montajes de artillería de 20 mm, ametralladoras de 12,7 mm y otros radares)

Los catamaranes están equipados con potentes armas de misiles:

  • cuatro lanzadores de misiles antibuque Ghadir (alcance 330 km, peso de la ojiva 165 kg);
  • dos lanzadores de misiles antibuque Nasir (alcance 140 km, peso de la ojiva 130 kg);
  • seis misiles de crucero de largo alcance (1000-2000 km) en 6 lanzadores verticales;
  • 16 lanzadores verticales para misiles antiaéreos Sayyed-2 (alcance hasta 75 km) o Sayyed-3 (alcance hasta 150 km).


Sistemas de misiles de PU


Ubicación de los lanzadores de misiles antibuque y del hangar de barcos


Misil antibuque Ghadir


PKR Nasir


Misil antiaéreo Sayyed-2-2

Además, las corbetas clase Shahid Soleimani están armadas con un cañón de 30 mm, cuatro montajes de ametralladoras Gatling de tres cañones de 20 mm controlados a distancia y dos lanzadores de interferencias de 12 mm.


Instalaciones de artillería y unidades de control para interferencias


Montaje de artillería de tres cañones de 20 mm

La sección de popa está equipada con una pista para un helicóptero o UAV de hasta 5 toneladas, así como un hangar y un dispositivo de lanzamiento y recuperación para tres lanchas de alta velocidad.


aterrizaje de helicóptero


Botadura de embarcaciones



domingo, 1 de junio de 2025

Crisis del Beagle: La impotencia submarina y los piedrazos de Chile

A piedrazos contra la Armada Argentina



 

Hablemos con claridad. Así como la FACh quedó prácticamente fuera de combate debido a una combinación de inoperancia y una cadena de infortunios que desafían cualquier noción de competencia estratégica, la fuerza de submarinos chilena no corrió mejor suerte. Durante la crisis del Beagle, cualquier referencia al "poder aéreo" o "poder submarino" de Chile roza más la fantasía épica que el análisis militar serio; evocaría con mayor precisión un relato de Tolkien que un estudio sobre las campañas de Eisenhower. Para un analista de defensa, resulta exasperante que un militar profesional sugiera evaluar con seriedad la viabilidad de enfrentar una ametralladora con un palo de escoba. Con ese mismo rigor, examinemos qué reales capacidades de combate tenía el único submarino chileno operativo en aquel crítico momento. Este artículo está basado en el aporte de El Snorkel.

 

El submarino que casi hace historia... pero no tenía snorkel

El capitán de navío (R) Rubén Scheihing tuvo en 1978 la misión más difícil de su carrera: impedir por las armas la invasión argentina. Fácil, ¿no? Excepto que tenía que hacerlo a bordo del Simpson, un submarino de la Segunda Guerra Mundial que, con suerte, servía para museo flotante. Y encima, solo. Sí, Chile apostó todo a un viejo tubo de hierro en el que 81 marinos esperaban ansiosos el inicio de una guerra en la que tenían, como ventaja principal... el espíritu patriótico.

Por si la situación no era ya lo suficientemente desesperada, la orden del almirante Merino era clara: hundir cualquier embarcación argentina que intentara desembarcar en las islas del Beagle. ¿Y qué tenía el Simpson para cumplir semejante encargo? Bueno, además de toneladas de óxido y una tripulación con más moral que equipo, contaba con torpedos MK 14 y MK 27, reliquias casi tan vetustas como el propio submarino. "No había otra cosa. Si había que tirarles piedras, se les tiraban", explica. Claro, los argentinos tenían torpedos eléctricos MK 37, más modernos y precisos, pero ¿quién necesita tecnología cuando se tiene entusiasmo? 

Simplemente para meditar: Argentina poseía más de 10 aviones P-2 Neptune y media docena de S-2 Tracker, todos ellos con equipos electrónicos actualizados para enfrentar una flota submarina de la Guerra Fría, siendo los submarinos de la Segunda Guerra Mundial blancos para los cuales estaban altamente preparados para detectar y anular como el Simpson chileno. ¿Y si encima el submarino estaba sin snorkel? Un palo de escoba contra una ametralladora.

Un submarino sin snorkel y sin compañía

A principios de 1978, la Armada chilena tenía cuatro submarinos, pero solo tres en condiciones de navegar. Y a finales del año, la cifra se redujo a uno: el Simpson. Mientras tanto, Argentina tenía cuatro submarinos operativos, incluyendo dos flamantes modelos alemanes. Pero tranquilos, que la Marina chilena tenía un arma secreta: discursos motivacionales. ¡Llame ya!

Capitán de navío (R) Rubén Scheihing

Porque si algo le faltaba a la desafortunada tripulación del Simpson era que, además de estar en un submarino obsoleto y solos contra la flota argentina, su nave tampoco tenía snorkel. Es decir, cada cierto tiempo tenían que salir a la superficie durante ocho horas para recargar baterías. O lo que es lo mismo: hacerle señas al enemigo diciendo "Aquí estamos, húndannos por favor".

Pero nada de eso detuvo a Scheihing. Cuando recibió la orden de Merino, tomó el micrófono y le soltó a su tripulación un discurso digno de película de serie B:

"¡Esto significa que estamos viviendo, a partir de este instante, una situación de guerra con Argentina! Como todos sabemos, es posible que nos hundan, pero me comprometo con ustedes a que, antes de que eso suceda, a lo menos, nos llevaremos a dos de ellos!"

Silencio sepulcral. Y luego, un rugido de patriotismo enlatado:

"¡Viva Chile, m...!"

Qué importa que tuvieran menos posibilidades de sobrevivir que una balsa en un tifón. Lo importante es el entusiasmo.

¿Hubo acción o solo tensión?

Según el experto argentino Ricardo Burzaco, el Simpson fue detectado dos veces por submarinos enemigos. Primero por el Santiago del Estero, cuando el submarino chileno estaba en la superficie recargando baterías (porque no tenía snorkel, por supuesto). Luego por el Salta, justo antes de la famosa "hora H". La situación se puso tan tensa que el capitán argentino incluso ordenó preparar torpedos.

Pero, al final, no pasó nada. Ni ataque, ni torpedos, ni gloria. Todo quedó en rumores. Scheihing, tajante, lo niega:

"No hubo lanzamiento. Nunca disparamos nada. Estábamos listos, pero le garantizo que no (disparamos)".

Porque claro, una cosa era el discurso patriótico y otra muy distinta era entrar en combate con tecnología sacada de un museo de guerra. Recordemos que un espíritu de combate superior hizo que los banzai japoneses derrotaron a la fuerzas norteamericanas en el Pacífico... ¿o no fue así?

Hacia el final de la patrulla, la tripulación estaba al borde del colapso: sin comida fresca, respirando aire viciado y sin poder bañarse más que con una esponja húmeda cada tres días. Pero bueno, no hay nada que el sacrificio y el amor por la patria no puedan compensar, ¿verdad?

Al final, no fue ni la destreza chilena ni la voluntad divina lo que salvó la situación, sino una tormenta con olas de 15 metros y la mediación del Papa Juan Pablo II. Gracias a eso, el Simpson pudo volver a su base, sin hundir ni ser hundido. Y así terminó la gran odisea del submarino que casi entra en combate, pero no tenía snorkel.

El temporal que salvó a la Armada chilena de una catástrofe

Hay eventos que cambian el curso de la historia. En este caso, no fue la estrategia militar, ni la valentía de los marinos, ni siquiera la superioridad técnica (porque, seamos honestos, de eso Chile no tenía mucho en 1978). No. Lo que realmente salvó a la Armada chilena de un desastre fue... el clima. Sí, un temporal de proporciones bíblicas que convirtió la Operación Soberanía en un caos meteorológico imposible de ejecutar.

"Nunca había visto un tiempo tan malo, estaba pésimo. Estaba tan malo que no había posibilidad de operaciones aéreas ni anfibias."

Así lo recuerda el vicealmirante (r) Hernán Rivera, quien admite sin rodeos que si el tiempo hubiera estado más tranquilo y los argentinos hubieran seguido adelante con su plan, no habría habido forma de detenerlos. Un detalle menor, ¿no?

El Prat, listo para ser el primer blanco

Si el Simpson lograba abrir fuego contra una eventual invasión argentina (lo cual ya vimos que era bastante dudoso, considerando sus capacidades), el siguiente en entrar en acción sería el crucero Prat, el buque insignia de la Escuadra chilena. Su misión: disparar artillería contra la flota de desembarco enemiga y, en el proceso, convertirse en el objetivo prioritario de la aviación, la artillería y los submarinos argentinos. Un verdadero sacrificio heroico... o suicida, Yamatista, según se mire.

Pero tranquilidad, que la tripulación del Prat no tenía miedo. Según Rivera, la moral estaba intacta:

"En la gente nuestra no había ninguna duda. El espíritu era ir cuanto antes a la guerra y definir esta cuestión."

Ah, el clásico optimismo chileno. Porque una cosa es estar listos para pelear y otra muy distinta es tener posibilidades reales de ganar. Y ahí es donde las cosas se complicaban.

Un portaaviones vs. fondeaderos camuflados

La gran ventaja de la Armada Argentina era evidente: el portaaviones 25 de Mayo, que le daba supremacía aérea total y convertía a los buques chilenos en blancos flotantes. Más aún, nos enteramos en los 2000s que el portaaviones argentino albergaba apenas 4 cazabombarderos menos que toda la FACh en todo su inventario operativo. Mientras tanto, la Escuadra chilena tenía... refugios naturales en los canales del sur. Sí, porque cuando no tienes un portaaviones, lo mejor que puedes hacer es esconderte.

"Ellos sabían que estábamos en el sur, pero no sabían dónde (...) Los fondeaderos de guerra son lugares absolutamente camuflados donde es imposible ver los buques, ni siquiera sobrevolando."

Básicamente, la estrategia chilena consistía en jugar al escondite hasta que la situación mejorara. Y, para su fortuna, así fue. Igualmente, es la esperanza chilena que los medios aéreos argentinos nunca los descubrieron pese que poseían más de 20 aviones ASW/MPA con capacidad de detectar un snorkel en superficie a decenas de millas. Que no lo publiquen, no quiere decir que no se sepa que las islas del Cabo de Hornos eran ese refugio indetectable.

Además, había otro problemita: el embargo de Estados Unidos había dejado a la flota chilena con una escasez preocupante de pertrechos. Pero bueno, nada que un buen discurso patriótico no pudiera compensar.

De todas formas, Rivera reconoce que la situación no era ideal:

"El Prat habría sufrido daños importantes como consecuencia del ataque de los aviones del 25 de Mayo."

Por eso, la estrategia era usar primero los buques misileros, que serían los encargados de decidir el combate de superficie. En otras palabras, mandar primero a los barcos pequeños y esperar que algo bueno pasara.

El zafarrancho de combate... contra una sonda meteorológica

El 20 de diciembre de 1978 fue el momento más crítico. La Escuadra chilena recibió la orden de salir al encuentro de la flota argentina. El comandante en jefe, vicealmirante Raúl López Silva, reunió a los capitanes y les soltó la arenga final:

"Señores, vamos a definir esta situación de una vez por todas. Se acabaron los ejercicios. La próxima vez que toque un zafarrancho de combate significa que estamos enfrentados a los argentinos."

Todo estaba listo. La tensión era máxima. Y entonces...

¡Sonó el zafarrancho de combate!

Los marinos corrieron a sus puestos con una rapidez jamás vista. El enfrentamiento estaba por comenzar.

Solo que no.

Porque el supuesto contacto enemigo resultó ser... una sonda estadounidense recolectando datos atmosféricos.

Sí, después de tanto drama y preparación, el primer "enemigo" detectado fue un aparato meteorológico.

Al final, las dos flotas estuvieron a menos de 10 horas de atacarse con misiles. Pero una vez más, el destino intervino. La mediación papal y un temporal con olas de 15 metros retrasaron la ofensiva argentina, evitando la guerra.

Rivera, por supuesto, no duda en darle crédito a la Divina Providencia:

"De no haber mediado las condiciones de tiempo, y si los argentinos hubiesen cumplido el plan Soberanía, esto no se habría podido parar."

Así que, en resumen: la Armada chilena, con su flota envejecida, sus pertrechos escasos y su estrategia de esconderse en los canales, estaba a punto de enfrentarse a una fuerza superior. Y justo cuando todo parecía perdido, la guerra fue evitada por una tormenta y la intervención del Papa.

A veces, el mejor plan de batalla es que el clima juegue a tu favor. ¡Qué nivel de impotencia!

jueves, 29 de mayo de 2025

El monitor circular Nóvgorod



El monitor ruso Nóvgorod: El barco circular


Craig Ryan || Naval Historia


El monitor ruso Novgorod, terminado en 1874, fue un buque de guerra revolucionario caracterizado por su distintivo diseño circular destinado a minimizar su perfil objetivo.

Equipado con dos potentes cañones estriados de 11 pulgadas alojados en una torreta giratoria, el barco fue diseñado para lograr la máxima potencia de fuego y un campo de ataque de 360 ​​grados.

Sin embargo, a pesar de su diseño innovador, el Novgorod enfrentó desafíos operativos significativos, particularmente en cuanto a estabilidad y velocidad, lo que limitó su efectividad en escenarios de combate.

Orígenes de Novgorod

El siglo XIX fue testigo de rápidos cambios en la guerra naval. Las paredes de madera de los buques de guerra tradicionales fueron reemplazadas cada vez más por hierro y acero. La llegada de la máquina de vapor alteró las estrategias navales, relegando la vela a un segundo plano.

 Las imágenes de Novgorod en 1873.

En medio de este tumultuoso contexto, Rusia se enfrentaba a un desafío singular. Dado que sus principales teatros de operaciones navales eran las aguas confinadas del Mar Negro y el Báltico, el país buscaba un buque capaz de ofrecer una potente potencia de fuego, ser relativamente invulnerable al fuego enemigo y navegar en aguas poco profundas y restringidas.

Se introduce el concepto de barco circular. La lógica era doble: un diseño circular minimizaría el perfil del blanco del barco, haciéndolo más difícil de alcanzar, y a la vez maximizaría el espacio potencial para cañones pesados. Este diseño circular no solo proporcionaría una plataforma de cañón estable, sino que teóricamente también tendría un calado reducido, ideal para aguas poco profundas.

 

El Novgorod

El Novgorod, puesto en quilla en 1871 y terminado en 1874, fue un auténtico fruto de este pensamiento poco convencional. Con un diámetro de unos 30 metros y un desplazamiento de unas 2500 toneladas, no se parecía en nada a los acorazados alargados de su época. La forma redonda del casco se complementaba con un calado reducido, de unos 4 metros.

El núcleo de la potencia de fuego del Novgorod residía en dos enormes cañones estriados de 28 cm, alojados en una torreta giratoria. Estos cañones podían causar daños considerables, y el diseño de la torreta permitía un campo de tiro de 360 ​​grados. El buque también contaba con motores de vapor que impulsaban seis ruedas de paletas, tres a cada banda. En teoría, esto le proporcionaría una buena maniobrabilidad.

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  El plano de cubierta del Novgorod.

El blindaje del Novgorod era formidable, con un cinturón de 23 cm de grosor en su punto más grueso. Su objetivo era acercarse a las fortificaciones costeras o a los buques enemigos, absorber el fuego enemigo y contraatacar con sus potentes cañones.
Historial operativo

El historial operativo del Novgorod fue, dicho sea de paso, decepcionante. Si bien la teoría tras el diseño del buque tenía sus méritos, su aplicación práctica dejaba mucho que desear.

Un problema importante era la estabilidad del buque. Contrariamente a lo esperado, la forma redonda del Novgorod lo hacía propenso a la inestabilidad en aguas turbulentas. Su movimiento de rotación sobre su eje a menudo hacía que los enormes cañones se alejaran del objetivo, lo que requería largos ajustes.

  El barco antes de su botadura.


Además, la propia forma diseñada para dificultar su impacto resultó ser un desafío para la propulsión. El Novgorod era lento, con una velocidad máxima de unos 6 nudos. Maniobrarlo resultó complicado debido a su tendencia a derrapar lateralmente. Esto lo hacía vulnerable ante buques enemigos más rápidos y ágiles.

A pesar de estos desafíos, el Novgorod sirvió en la Flota del Mar Negro y participó en la Guerra Ruso-Turca (1877-1878). Sin embargo, no participó en combates significativos. Con el paso de los años, desempeñó un papel más defensivo, actuando como una fortaleza flotante en lugar de un buque de guerra dinámico.

¿Cómo se llama hoy Novgorod?

Nóvgorod ahora se llama Veliky Nóvgorod. Veliky significa «grande», mientras que Nóvgorod significa «ciudad nueva». A pesar de su nombre, Veliky Nóvgorod es en realidad una ciudad rusa muy antigua. De hecho, Veliky Nóvgorod posee una rica historia que se remonta al año 859 d. C.


Legado

El Novgorod fue dado de baja a principios del siglo XX, y su legado ha recibido críticas diversas. Para sus detractores, se erige como un símbolo de una arquitectura naval defectuosa y un testimonio de los peligros de confiar demasiado en el diseño teórico sin las pruebas prácticas adecuadas. Argumentan que fue más un obstáculo que un activo para la armada rusa.

  Maqueta del Nóvgorod en el Museo Marítimo Internacional de Hamburgo. Imagen de Zandcee (CC BY-SA 4.0)

Sin embargo, es fundamental considerar el Nóvgorod en el contexto más amplio de la experimentación naval del siglo XIX. Todas las grandes potencias navales se enfrentaban a los desafíos que planteaban las nuevas tecnologías y los paradigmas cambiantes de la guerra naval. El Nóvgorod representa la audacia y la disposición de Rusia a pensar de forma innovadora.


miércoles, 28 de mayo de 2025

Guerra naval asimétrica: El rol de los USV

Escrito en negro y rojo: Amenazas asimétricas y buques de superficie no tripulados asequibles

Mike Knickerbocker || War on the Rocks





Los rebeldes hutíes y el ejército ucraniano tienen mucho en común, a pesar de las muy diferentes percepciones sobre su legitimidad. Los hutíes han puesto en peligro buques civiles y militares en el Mar Rojo , lo que ha provocado el desvío de la navegación comercial y ha llevado al Departamento de Estado de EE. UU. a considerarlos una organización terrorista. Ucrania, en cambio, es vista como un heroico Estado de primera línea que se opone a una invasión rusa no provocada. Con la ayuda occidental y la rápida innovación, el ejército ucraniano, aunque con métodos improvisados , ha empleado rápidamente drones disponibles comercialmente, desarrollado orgánicamente y desplegado sistemas no tripulados para ataques aéreos, navales y terrestres. A pesar de no contar con buques de guerra propios, Ucrania ha logrado mantener en peligro a la aclamada Flota rusa del Mar Negro, tanto en navegación como en puerto. En resumen, ambas fuerzas han utilizado con gran eficacia sistemas no tripulados y misiles de crucero antibuque, disponibles comercialmente o de desarrollo económico, poniendo a prueba y desafiando a fuerzas adversarias tecnológica y numéricamente superiores en los mares Negro y Rojo.

Los misiles son hardware moderno, pero las embarcaciones cargadas de explosivos no lo son. Su uso se remonta a la Guerra Civil de Estados Unidos y demostraron su eficacia más recientemente cuando Al Qaeda atacó al USS Cole en el año 2000. Los métodos para emplear misiles de crucero y plataformas no tripuladas letales no son complejos. Defenderse de ellos tampoco tiene por qué serlo. La Armada de Estados Unidos y sus socios y aliados deberían aprovechar las tecnologías comerciales no tripuladas para aumentar la capacidad de supervivencia de los activos a flote ante las amenazas de los misiles no tripulados y de crucero. Estas plataformas se encuentran en un punto intermedio entre las robustas y costosas que se están desarrollando actualmente, en particular en el ámbito de las embarcaciones de superficie no tripuladas , y las opciones de producción en masa y "baratas" que promueve la iniciativa Replicator.

Un mano a mano

Los éxitos, aunque solo disruptivos, de los hutíes y Ucrania han demostrado el potencial de los ataques con drones y misiles de baja complejidad. Estos tendrán implicaciones de gran alcance más allá de los mares Negro y Rojo. Ahora, los ejércitos más poderosos del mundo buscan sistemas no tripulados, tanto comercialmente disponibles como más complejos y desarrollados. Sin embargo, como la Armada de los EE. UU. ha dejado claro en sus planes para la combinación de plataformas tripuladas y no tripuladas en la futura flota , los buques de guerra y los ejércitos tripulados no desaparecerán pronto. Esto significa que la Armada de los EE. UU. tendrá que decidir cómo invertir para mejorar sus propias capacidades mediante sistemas no tripulados y defenderse de las amenazas asimétricas no tripuladas que plantean tanto actores estatales como no estatales.

En muchos casos, la mejor manera de contrarrestar una capacidad es con una similar. Al considerar la amenaza de los sistemas no tripulados en el entorno marítimo, es importante examinar los casos de uso actuales y cómo respaldan o mejoran las plataformas tripuladas tradicionales. Los sistemas no tripulados mejoran la inteligencia, la vigilancia y el reconocimiento; la letalidad mediante la adquisición de objetivos o ataques de precisión; las operaciones logísticas y de suministro; y la protección de las fuerzas. Aunque muchos expertos imaginan un día en que la guerra se librará entre fuerzas compuestas exclusivamente por sistemas no tripulados y autónomos, la tecnología y el derecho internacional aún no están a la altura. Es probable que los líderes sigan exigiendo que los humanos tomen decisiones cruciales al identificar objetivos y liberar armas a corto plazo.

Las plataformas no tripuladas robustas —entendidas como costosas— pueden parecer la dirección correcta al considerar el combate de alto nivel, pero la presencia de plataformas letales menos costosas y sus capacidades demostradas deberían impulsar un enfoque combinado. Como lo han demostrado los recientes intercambios en el Mar Rojo , debemos considerar el costo del arma o plataforma que podría destruirse o dañarse al enfrentar una amenaza de bajo costo. Si los sistemas son costosos, no son realmente susceptibles de ser desguazados, ya que el costo y el tiempo para reemplazarlos pueden ser prohibitivos en tiempos de presupuestos ajustados y estancados. Los sistemas menos costosos producidos en masa pueden ser la solución más rentable, según las circunstancias imperantes y los requisitos de la misión.

La Armada de los EE. UU., en particular, no debería abandonar por completo los planes para buques de superficie no tripulados grandes y medianos, pero debería reconsiderar el costo. Las plataformas robustas varían de $35 millones a más de $100 millones cada una, mientras que las plataformas más pequeñas desplegadas por buques tripulados son mucho más baratas. La ejecución efectiva de las operaciones marítimas distribuidas en el combate de alta gama depende de la mejora no solo de la capacidad del cargador, sino también de la capacidad de supervivencia de las plataformas clave, a la vez que se extienden las capacidades y los efectos de inteligencia, vigilancia, reconocimiento y guerra electrónica contra las fuerzas adversarias . Sin embargo, los sistemas completamente autónomos ahora pueden operar de manera integrada con buques a flote en un rol de protección de la fuerza. Similar a los drones leales de ala fija, los buques de superficie no tripulados deben diseñarse para escoltar y mejorar las capacidades de los buques tripulados, especialmente dentro de los reinos de la guerra electrónica, los buques de superficie no tripulados contraexplosivos y la defensa antimisiles aéreos integrados.

Las discusiones actuales sobre la posibilidad de contar con sistemas no tripulados que apoyen la protección de la fuerza se basan en mejorar la conciencia situacional de las fuerzas terrestres. Esto implicaría que los sistemas vuelen por delante o junto a un convoy utilizando diversos sensores para detectar posibles emboscadas o dispositivos explosivos improvisados. De igual manera, las grandes plataformas de vigilancia, como el MQ-4C Triton , brindan apoyo para la conciencia del dominio marítimo a los comandantes a flote mediante la detección e identificación de contactos marítimos. Dichos métodos de protección de la fuerza están posicionados para aumentar el tiempo de reacción con el fin de mejorar la respuesta a una amenaza . La Armada de los EE. UU. incluso ha planeado experimentar con buques de superficie no tripulados armados para brindar protección a buques e infantes de marina en tierra. Lo que falta es una plataforma que participe activamente en la acción defensiva por parte del activo protegido o un puerto.

Bloqueo y placaje, estilo dron

La Armada de los EE. UU. y sus aliados deben buscar plataformas que prioricen las capacidades de contramedidas y el bloqueo físico y el apoyo a las embarcaciones entrantes para tener en cuenta las amenazas de misiles y los buques de superficie no tripulados explosivos. Las lecciones aprendidas en defensa antimisiles aéreos que se remontan a la Guerra de las Malvinas y las brechas y costuras identificadas en los sistemas defensivos actuales constituyen un sólido argumento para equipar un sistema no tripulado con contramedidas físicas y electrónicas para mejorar la capacidad y la capacidad de eliminación suave, al tiempo que se mantiene un menor costo y una huella más pequeña para un buque de superficie no tripulado de escolta. Las tácticas de eliminación suave siguen siendo más efectivas en términos de éxito y costo . Una plataforma atractiva que pueda emplear eliminación suave e interceptar físicamente las amenazas de superficie entrantes, los buques de superficie no tripulados explosivos o los presuntos piratas, que sea lo suficientemente pequeña como para cargarla en una variedad de buques militares y civiles, presentaría una mitigación rentable de la amenaza asimétrica de los drones y misiles. Más allá de la defensa de los buques en el mar, el buque de superficie no tripulado de escolta podría proporcionar una capacidad crítica que se puede escalar y distribuir a varios puertos marítimos de desembarque para mejorar la defensa en profundidad de las autoridades portuarias civiles y las unidades de seguridad portuaria desplegadas , ya sea la Marina de los EE. UU. o la Guardia Costera.

Un buque de superficie no tripulado de escolta podría equiparse con una versión del lanzador de chaff externo Mark 36 Super Rapid Blooming, precargado con una combinación aprobada de seis proyectiles de chaff, diseñado para interactuar de forma remota o autónoma con el sistema de guerra electrónica de su buque de guerra asignado. El buque de escolta defensivo no tripulado podría entonces maniobrar de forma independiente según el viento, lo que facilitaría el uso óptimo de los proyectiles de chaff. Esta disposición sería eficaz en zonas donde el buque protegido tiene una capacidad de maniobra limitada, por ejemplo, al realizar operaciones de vuelo o transitar por un cuello de botella. Si un buque defensivo no tripulado puede transportar seis proyectiles y el buque defendido puede desplegar cuatro drones, se duplicarían las contramedidas disponibles para un destructor de la clase Arleigh Burke.

Las futuras iteraciones de este concepto deberían incluir un conjunto de sistemas de guerra electrónica integrados que permitan la detección de señales orgánicas y la inhibición de las mismas. Esto permitiría a la escolta defensiva no tripulada defenderse de las amenazas entrantes y, potencialmente, atraer misiles hacia ella mediante inhibición activa . Su bajo francobordo y su tamaño total limitado podrían aumentar la probabilidad de supervivencia de la escolta ante un misil amenazante entrante. Mediante la integración con sensores de a bordo y sensores visuales electroópticos/infrarrojos orgánicos, la escolta no tripulada, en una sola unidad o en grupo, podría rodear o proporcionar una barrera en el eje de amenaza contra grupos suicidas o enjambres de pequeñas embarcaciones. Estos sensores podrían permitir que el sistema maniobre para bloquear la amenaza entrante. Esto ayudaría a ganar tiempo para que el buque defendido maniobrara para alejarse si se tratara de un buque comercial o para desenmascarar baterías y defenderse adecuadamente si se tratara de un buque de guerra. A pesar de su alcance y velocidad algo limitados, una plataforma como el Spyglass de Saronic Technologies, de aproximadamente seis pies de eslora, mejoraría considerablemente la capacidad de supervivencia de un grupo de ataque, un buque individual o un buque de suministro desarmado.

De igual manera, los vehículos aéreos no tripulados, como los helicópteros, ofrecen tecnologías probadas que, equipadas con capacidades de destrucción suave, también mejorarían considerablemente la supervivencia de un buque o aeronave lanzada desde él. La capacidad de chaff y un emisor aportaría nuevas utilidades a los drones aéreos de alta resistencia, como el Shield AI V-BAT . Esta combinación proporcionaría una mayor disponibilidad en la estación y efectos de contramedida de mayor duración que los actuales proyectiles Nulka lanzados desde buques , gracias a su capacidad de lanzamiento, recuperación y relanzamiento. Combinados con un buque de escolta no tripulado, estos vehículos aéreos no tripulados de contramedida proporcionarían una protección significativa contra amenazas lanzadas desde la superficie y el aire a un coste mucho menor que el de las plataformas tripuladas tradicionales.

Para buques de guerra y más allá

Un conflicto en el Indopacífico probablemente obligaría a la Armada de los EE. UU. y a sus aliados a desmantelar sus fuerzas para complicar la selección de objetivos adversarios y aumentar su propia letalidad distribuida. Sin embargo, esto dejaría a los buques con una capacidad de defensa en profundidad reducida, dependiente de sus sistemas orgánicos y su carga. El empleo de estos sistemas defensivos o de drones tipo Nulka mitigaría este riesgo operativo y mejoraría la capacidad de supervivencia de activos limitados y costosos. Los buques mercantes también serían objetivos casi con toda seguridad, como vimos en las Guerras de los Petroleros de la década de 1980 , lo que pondría en alto riesgo el transporte marítimo. Dichos buques no están equipados con sistemas orgánicos de autodefensa y la Armada de los EE. UU. ya ha informado al Mando de Transporte Marítimo Militar que no pueden proporcionar las escoltas necesarias similares a los convoyes de la Segunda Guerra Mundial.

Ucrania demuestra la peligrosa capacidad de los misiles de crucero y las letales plataformas no tripuladas. La Armada de los Estados Unidos y sus aliados deben estar preparados. Para ello, deberían explorar el uso de drones de superficie y aéreos económicos y disponibles comercialmente, con una función defensiva que mejore la capacidad de supervivencia de buques de guerra independientes, grupos de ataque y cargueros mercantes. Al equipar estas plataformas con contramedidas físicas y electrónicas, los buques de guerra a flote pueden defenderse con mayor eficacia, incluso cuando su capacidad de maniobra se ve limitada por la geografía o las operaciones. Los buques sin defensa tendrán al menos una posibilidad de sobrevivir sin escolta. La protección de las fuerzas de los buques militares, logísticos y civiles debe ir más allá de la mera mejora del conocimiento de la situación y asumir un papel más activo en el empleo de sistemas de destrucción suave de eficacia probada. Esto debe hacerse de una manera rápidamente desplegable y escalable, que sea asequible en masa, algo para lo que las plataformas actuales no son adecuadas.