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viernes, 28 de diciembre de 2018

GCE: C-4, el submarino correo republicano

El submarino que repartía el correo para el bando republicano

Una línea de correo bajo el mar unió Barcelona y Maó durante la Guerra Civil


En superficie. El submarino C-4, responsable del servicio postal entre Barcelona y Maó, en una foto de finales de los años veinte en Cartagena (La Vanguardia)





Enrique Figueredo, La Vanguardia


Captar dinero para el maltrecho tesoro republicano mediante carteros subacuáticos viajando a bordo de un submarino y usando para la correspondencia unos sellos especiales de gran valor filatélico. Esa fue la idea del Gobierno de la República y así la llevó a cabo. Hace 80 años un submarino de la Armada –gran parte de la flota quedó en manos de los leales a la Constitución– unió los puertos de Barcelona y Maó.

Promocionado a bombo y platillo desde hacía semanas –había que vender muchos sellos–, el submarino C-4 hizo el viaje inaugural de la línea, y a la postre único de aquel audaz servicio, el 12 de agosto de 1938 sobre las 20 horas. El sumergible, comandado por un oficial soviético, alcanzó puerto menorquín a las 13.00 horas del día siguiente. Tras despachar la carga postal y reavituallarse, partió de Maó el 17 de agosto a las 22 horas y llegó a Barcelona aproximadamente a la misma hora del día siguiente.

“El bando republicano mató a muchos jefes y oficiales de la Armada, incluidos los de submarinos. Tenían casi toda la flota, la totalidad de los submarinos, pero les faltaron jefes y oficiales”, explica Marcelino Rodríguez, capitán de navío retirado, filatélico e historiador. Eso explica que fuera un comandante soviético el que comandara el C-4.

El 21 de agosto de 1938, La Vanguardia decía en su página 13: “Con absoluta normalidad se ha realizado el primer viaje del correo submarino. Miles de cartas han sido transportadas por este nuevo medio de comunicación postal, llevando a todo el mundo una muestra más de la potencialidad de la República [...]”.
La nave C-4, comandada por un oficial soviético, hizo finalmente un único viaje sin casi obstáculos

Pese a la presencia de alguna embarcación de la flota enemiga, el C-4 tuvo un viaje de ida y vuelta bastante tranquilo. Tal como recuerda Rodríguez, los submarinos de esa época navegaban principalmente en superficie –a diferencia de ahora– y solo se sumergían en caso de amenaza. Pero los ataques, por ejemplo, se hacían emergidos. El sumergible del correo entre Barcelona y Maó navegó bajo el agua a la entrada del puerto menorquín por la presencia de unos patrulleros del bando de los generales rebeldes y “durante el viaje de regreso al encontrarse en alta mar con un avión italiano”, relata el historiador y filatélico.

El redactor de la noticia en La Vanguardia de 1938 no sabía todavía que tras el viaje inaugural no habría ningún otro más. Imbuido del ambiente propagandístico de la época, en el texto se adivina la necesidad que tenía el Gobierno de Juan Negrín de captar la atención y, sobre todo, cualquier ayuda material o económica de las potencias occidentales. Parte de las adquisiciones de los sellos, en los diferentes formatos que se vendieron, fueron pagados en francos franceses y en libras esterlinas, aunque parece que fue México el país que más sellos compró e hizo un mejor negocio.

El valor facial de los sobres conmemorativos y los sellos impresos era de 750.000 pesetas en 1938. A finales de ese mismo año, su precio ya se había elevado por encima de los ocho millones y se especula con que alcanzaron los 20 millones de pesetas. Hoy siguen teniendo gran interés para los aficionados. La serie dentada puede costar unos 800 euros, según los cálculos de Rodríguez, y una hoja bloque, con los seis sellos, sin dentar, puede alcanzar fácilmente los 5.000.

Relata este historiador amante de los sellos que, más allá del correo submarino y con el ánimo de aumentar las menguantes reservas, el Gobierno de la República “mandó muchas cartas a direcciones falsas. Se ponía el matasellos y se devolvía al propio Correos. Así, tenían muchas marcas”. “El viaje fue propagandístico. Había necesidad de darse a conocer. Se ganó mucho dinero con la venta de los sobres y los sellos. Además, así se dio apoyo moral a la población de Menorca, que estaba aislada”, afirma el capitán de navío Rodríguez. Se refiere al bloqueo que el bando sublevado sometió a Menorca, la única isla balear que seguía leal a la República.

La dotación del C-4 era sobre el papel para 40 efectivos. Pero en aquel viaje del servicio postal submarino navegaron a bordo, además del personal propio del sumergible, periodistas y personal de Correos. Se calcula que se transportaron a bordo entre 500 y 600 efectos filatélicos, que incluían sobres dirigidos a personalidades de la isla, como comerciantes o escritores, pero también se llevaban las llamadas “postales máximas”, que son aquellas cuya imagen es la efigie del sello. “Todo iba firmado. Alguno de los sobres llegaba a tener medio metro de tamaño. Los dirigidos a las autoridades eran de 18 por 23 centímetros”, relata el capitán de navío retirado con precisión.

El submarino C-4 y toda su dotación no repitió el servicio postal, pero sí hizo un último viaje a las Islas Baleares. En 1946, fue protagonista de una tragedia. Participaba en unas maniobras navales. Al emerger, se topó con el destructor Lepanto y ello provocó el inmediato hundimiento del submarino. Nada pudo hacerse. Los restos del C-4 reposan en el fondo de las costas de Sóller, en Mallorca.

miércoles, 29 de agosto de 2018

GCE: La guerra submarina en las costas de España

La guerra submarina en las costas de España




Mundo SGM

El 25 de Marzo de 2010, en el periódico la Nueva España (que es uno de los diarios que tenemos en Asturias) aparecía una noticia sobre el aeródromo de Jarrio (concejo de Coaña y perteneciente a nuestra bonita tierra), más conocido como aeródromo de Navia por estar cercano a ésta localidad. El campo se construyó a finales de 1936 y durante los años de la Segunda Guerra Mundial (SGM), tuvieron lugar dos aterrizajes forzosos: el de un Focke Wulf Fw-200 Condor alemán en 1941 y el de un Bell P-39 Airacobra norteamericano en 1943, de los cuales jossmar ya ha hablado en este foro.

Diréis: “¡menos rollo, Heinz!...¿qué tiene que ver esto con un submarino alemán?...¡vuelve a tu carro de combate!”…pero esta introducción es necesaria para explicaros lo que viene a continuación. Mi familia paterna proviene de Boal, que es un concejo vecino al de Coaña y, todavía, hasta hace pocos años, podías oír contar a los paisaninos de los alrededores la historia del avión alemán que había aterrizado en Jarrio “con muertos y heridos, y que los alemanes estaban con ametralladoras alrededor del avión, que era grandísimo y que no dejaban acercarse a nadie, bla, bla, bla…”.Del dicho al hecho hay un trecho. (Es curioso, por cierto, que del caza norteamericano no se acuerde nadie).

Todo esto viene a que la tradición oral en esta zona sobre anécdotas de la SGM en las que los protagonistas son los alemanes es muy intensa y confusa, repitiéndose siempre el suceso del Cóndor y el caso del submarino alemán hundido cerca de la playa de la Concha de Artedo, en Cudillero. Al leer el otro día ese artículo de la Nueva España, me vino de inmediato a la cabeza esta última historia y me dije: “¡ Coime!...¿será verdad?...voy a ver si hay algo de documentación por ahí, a ver qué saco en claro…”. Y aquí me tenéis.

La Concha de Artedo, por su posición privilegiada al resguardo de los vientos del lugar, es un sitio idóneo como punto de refugio ocasional, siendo probable que algún sumergible (ahora voy a empezar a hablar con propiedad, no se me vayan a enfadar Topp y los marineros del Foro), de caza por el Atlántico lo utilizara al igual que se usó durante la Guerra Civil española. Y digo probable porque aunque lo anterior no esté documentado, oralmente sí que hay registros. Y cuando el río suena…habrá que creerse algo, ¿no?, por lo menos un poquito. Aparte de la protección ofrecida por la cala, hay que darse cuenta de que la zona de la que hablamos tiene una orografía bastante abrupta y estaba alejada en aquella época de las manos de dios y del Gobernador Civil, siendo hasta hace pocos años la gran olvidada de Asturias en cuanto a infraestructuras (carreteras, hospitales, industrias, etc…) y teniendo muy poca población asentada. Resumiendo: un sitio ideal para esconderse sin que te vea nadie.

Concejo de Cudillero...


Fotos de la playa...




Buscando información por la red, te salen páginas en las que siempre se cuenta la misma historia, pero sin apoyarla con ninguna evidencia documental. Cada vez que leía algo más sobre el tema, más intrigado me quedaba, porque todo eran suposiciones y no había nada nuevo a lo que aferrarse. Encontré páginas de Turismo que hacían referencia a la “historia” del sumergible y algún que otro foro que hacía guiños superficiales al asunto, incluyendo uno en el que un “submarinista” friki contaba que el pecio estaba a dos millas de la costa (enfrente de su casa), que era un U-Boat alemán de la serie 500, etc, etc…pero que al final, en realidad, el friki no tenía ni idea de donde se hallaba éste ni de qué estaba hablando, fomentando más la “leyenda”. Con lo que la búsqueda se quedaba cada vez más desazonada…¿sería verdad lo del sumergible?...y si así fuera, un montón de preguntas hervían dentro de mi cráneo, chup, chup: ¿qué modelo era?...¿cuál era su numeral?...¿quién lo mandaba?...¿por qué se hundió?...y lo más importante…¿qué había comido la tripulación el día de autos?...todo un misterio.

Encontré dos sitios maravillosos, por cierto, cuyos enlaces los tenéis al final del artículo. En ellos venían Index sobre todos los sumergibles y submarinos construídos en la SGM por Alemania, con una cantidad exhaustiva de información sobre ellos, pero: ¡nada!, no aparecía el dichoso buque. Pregunté al patrón de un barco pesquero de Avilés (que está casado en Boal), por si habían tenido alguna vez problemas con las redes en esa zona debido a algún pecio no identificado (y agradecerle, claro, que hubiera preguntado el tema a otros patrones amigos), o que si con el sónar habían notado algo raro, pero…¡nada!...Por mediación de un compañero del trabajo, que tiene al hijo enrolado en un remolcador de altura de Gijón, que hace singladuras de vez en cuando por esos lares, me llegó el aviso de que, hasta el día de hoy, jamás se notó nada extraño durante las travesías por la Concha de Artedo. Miré TOOODOS los U- Boat’s alemanes, uno por uno, consultando su historial bélico, con fechas y coordenadas de hundimientos, pero…¡ Nada!, ninguno cercano al lugar. ¡ Qué desesperación, foreros, peeeero…!

Lo que sí encontré fue información sobre tres hundimientos de sumergibles durante nuestra Guerra Civil, y de un ataque e internamiento de otro durante la SGM, de los que os voy a dar ahora mismo buena cuenta de ellos.

Vamos a situarnos en los años de la Guerra Civil española. Hubo tres sumergibles, los B-6, C-5 y C-6, que debido a una serie de…digamos “problemillas”, acabaron con sus días por estas costas. El C-6 era un buque que pertenecía al bando republicano y que fue enviado al Cantábrico en 1937 para ver si tenía suerte y hundía a algún buque de guerra nacional. Cuando  a finales de Octubre de 1937 (y ante el avance de las tropas nacionales) los cargos políticos del Gobierno de Asturias, militares y allegados se agolparon en los muelles de Gijón para su escapada de la debacle, buscando plaza en barcos pesqueros y buques de guerra, el sumergible C-6 se encontraba en el puerto de El Musel. El 20 de Octubre, durante el transcurso de un fuerte bombardeo de aviación, sufrió averías que le imposibilitaron el sumergirse. Ante la dificultad de repararlo y para que no cayera en manos enemigas, le fue dado matarile por su dotación frente a la costa de Gijón, quedando hundido a 100 m. de profundidad. Muchos años después de la Guerra Civil, en 1947 según unas fuentes, y 1948, según otras, el C-6 se reflotó y al comprobar que su estado era más que deplorable, se le hicieron las reparaciones justas y necesarias para que aguantara su traslado a remolque hasta el puerto de El Ferrol, con el fin de condenarlo al soplete. Pero parece ser que éste no era el destino del buque, ya que durante la travesía, se rompió el cable de remolque y el sumergible hizo lo que su nombre genérico indica: se sumergió, pero esta vez más profundamente y sin posibilidad de recuperación, a unos 28 Km. de distancia de la Concha de Artedo, cerca del Cabo Peñas. El problema es que este segundo…hundimiento se produjo tres años más tarde de que acabara la SGM…¿sería éste el sumergible?.

Los sumergibles tipo C




El C-6



El sumergible republicano C-5 desapareció el 31 de Diciembre de 1936 en aguas del Cantábrico, habiendo zarpado del puerto de Bilbao con dirección a Asturias. El 1 de Enero de 1937 unos pesqueros avisaron haber encontrado una gran mancha de aceite a 11 millas al norte de Ribadesella (Asturias), siendo lo más verosímil que ésta perteneciera a dicho sumergible, ya que iba averiado por culpa de una “discusión” que tuvo con buques “nacionales”. Ribadesella queda bastante lejos de la Concha de Artedo, por lo que ya, de mano, se descarta este sumergible.

El sumergible B-6, también republicano, fue a buscar las llaves del fondo del mar al lado de las costas asturianas el 19 de Agosto de 1936, después de un “encontronazo” con un remolcador armado, un bou y el destructor nacional “Velasco”, a la altura del Cabo Peñas. Para evitar su captura, el mecánico de a bordo abrió las válvulas para inundarlo, dando tiempo primero a que la tripulación abandonara el buque. Todos meno él, que se quedó con el sumergible, no se sabe si porque quiso imitar a los viejos lobos de mar, acompañándolo en su destino, o porque no le dio tiempo a escapar. Como es curioso que haya documentos gráficos de su hundimiento, voy a poner una “afoto”

El B-6


Hundiéndose



Resumiendo: tenemos en la franja costera asturiana tres sumergibles hundidos cerca del litoral. Uno, el C-5, descartado, por estar bastante lejos de la Concha de Artedo y los otros dos (el C-6 y el B-6), a una distancia de entre 25 y 30 Km, como podemos ver en el mapilla que pongo. ¿Será uno de los dos anteriores?...si la historia popular hubiera arrimado a uno de los dos un poco más cerca de la Concha…pero de ahí a estar en sus inmediaciones…en fin.

Mapa



Si alguien quiere profundizar un poco más el tema de los sumergibles republicanos en el Cantábrico, durante la guerra Civil española, aquí tiene un magnífico artículo de nuestro TITUS 20050:


Los U-Boat alemanes hundidos en el Golfo de Vizcaya en el período 1941 – 1944, y más cercanos a la Concha de Artedo, están situados a más de 80 millas (cerca de 160 Km.) de distancia del lugar (tomando un radio cuyo centro esté en la Concha), por lo que también eliminamos, de vez, la nacionalidad alemana del supuesto pecio (si existiera), por lejanía al sitio al que nos referimos.

 Los U-Boats



¡Hombre!...hay unos cuantos sumergibles alemanes de los que no se sabe nada de nada en cuanto a su desaparición, siendo estimativo el lugar del presunto hundimiento, pero ya sería casualidad de la buena el que le tocara a uno de éstos ser el U-Boat fantasma cercano a la playa. En este hipotético caso, me remito a los contado por submarinistas reconocidos (ver en enlace de una entrevista a Pelto) y por la ausencia de ecos de sonar en la zona que tengan que ver con un pecio sin identificar.

Sí que hubo un sumergible italiano clase Marconi, el “Luigi Torelli”, con base en Brest (Francia) que en la noche del 3 al 4 de Junio de 1942  fue atacado por un avión Wellington a 70 millas al norte de Gijón, siendo alcanzado y teniendo que dirigirse con urgencia, debido a las averías, hacia las cercanas costas asturianas. A la altura del Cabo Peñas embarrancó, siendo descubierto por las autoridades españolas y remolcado al cercano puerto de Avilés. Este suceso es lo más próximo, por fecha a la “leyenda”, pero claro: ni el buque es alemán, ni fue hundido cerca de la Concha de Artedo ni nada…aunque ya comentamos que el Cabo Peñas está entre 25 y 30 Km. de distancia por mar, y en línea recta, de la Concha…¿sería éste el sumergible?.

Aquí el Luigi Torelli...en Burdeos


Los hundimientos...



También encontré una página del periódico ABC dedicada a Cudillero y a la Concha de Artedo, escrita por un “corresponsal en España” que parece ser conocía bastante bien la zona. Aquí se comenta el uso de la cala por sumergibles durante las dos Guerras Mundiales, pero que no cuanta nada sobre un U-Boat alemán hundido durante la SGM. El periódico es de 1954, por lo que uno llega a la conclusión de que el mito del pecio del sumergible debería ser posterior a esta fecha, cuando ya la memoria “histórica”, debida al paso de los años, está tan difuminada y confusa que vale hasta mezclar churras con merinas, como creo que ha sucedido en este caso.

En suma: una vez analizado todo la anterior, se puede vislumbrar una posibilidad que justificaría, en cierto modo, la “historia” a la que nos referimos: durante los primeros años de la SGM, la población de la zona oiría las noticias sobre la dura batalla que se estaba librando entre U-Boats, aviones y otros buques en el Golfo de Vizcaya. Los hundimientos de sumergibles alemanes en lugares relativamente cercanos a las costas gallegas fomentaría la imaginación de los lugareños, asociando los hechos ocurridos durante nuestra Guerra Civil con los que se estaban produciendo en esos momentos, naciendo entonces la “leyenda” al mezclar sumergibles, hundimientos, alemanes, calas ocultas y puede que hasta incluyendo en el paquete los casos que comentábamos en párrafos previos. Seguramente asociarían todo lo anterior con las historias que se contaban sobre los pecios de la Guerra Civil, mezclándolo todo. Y ya se sabe cómo es la gente y como funciona la red de mitos, sean urbanos o no.

Con lo que, y sin tener más información a mano, creo llegar a la triste conclusión de que no hay ningún “submarino alemán” hundido ni cerca de la playa de la Concha de Artedo, ni en sus inmediaciones; que la historia que se cuenta por ahí no deja de ser un mito que ha crecido con el paso de los años y que, lo más probable, es que la mezcla de datos sea la culpable de semejante confusión entre los paisanos del contorno. Además, si estuviera el pecio cerca de la playa, como se cuenta, es raro que nunca se haya intentado reflotarlo, como pasó con otros sumergibles hundidos en nuestras costas…o que submarinistas de los buenos, que teníamos y tenemos muchos en Asturias, no hayan encontrado nunca, durante sus inmersiones algo parecido.

Yo he quedado medio convencido de ello. También tengo que decir que me da un poco de pena el que la “leyenda” se haya “medio acabado” para mí. La verdad es que hay algo en mi interior que se niega a admitir los hechos que he desarrollado, pensando que tal vez no encontré la documentación adecuada. Pero, lo que hay es lo que hay. Cuando vuelva a pasar en coche (que lo hago a menudo) por el viaducto de la Concha de Artedo y mire hacia el mar…¡ quién sabe!. Igual seguiré imaginando que hay un sumergible alemán escondido en uno de sus fondos, esperando junto con su tripulación a que alguien les haga el favor de contar su historia.

En el caso de que no hubiese sabido buscar la información en los lugares correctos, rogaría a algún forero “sardinero”, (como diría nuestro Richard Chesnaye) que tomase el relevo por si aparece algo en lo que yo no me haya fijado, o que aportara nuevos datos para seguir investigando sobre el tema, si es que hay material para hacerlo….Y, por último, si algún día venís por Asturias, una de las zonas que debéis conocer es el Occidente de esta tierrina. No quedaréis desilusionados, no…¡ y además se come bien!.

Saluten!!

He buceado (glú, glú) en lo más profundo de estas fuentes:

Sobre la Concha de Artedo:
http://www.el-caminoreal.com/bd/Asturias/Playas/admin%20playas/cudillero/ARTEDO2.jpg
http://www.casasrurales.com/guia-turismo/concha-artedo-enclave-protegido.php?id=49
http://club-mola-mola.blogspot.com/search/label/submarino
http://www.google-earth.es/foros.php?t=4635
http://www.google.es/search?hl=es&source=hp&q=lugar+hundimiento+submarino+c-6&btnG=Buscar+con+Google&aq=f&aqi=&aql=&oq=&gs_rfai
Sobre sumergibles alemanes:
http://www.uboat.net/boats/u508.htm
http://www.u-historia.com/
Sumergibles españoles:
http://www.foro3d.com/attachments/39893d1165064081-submarino-clase-c-clase-c.jpg
http://es.wikipedia.org/wiki/Submarino_C-6
http://es.wikipedia.org/wiki/Submarino_C-5
http://es.wikipedia.org/wiki/Clase_C_(submarino
http://es.wikipedia.org/wiki/Clase_B_(submarino
http://www.telecable.es/personales/submarinos/dirase/dirase.htm
http://uboat.freehostia.com/azkasturias/cseisa/cseisa.htm
Sumergible italiano:
http://www.xente.mundo-r.com/uboat/torelli/torelli.htm
Noticias de periódicos:
(Pelto, un submarinista ejemplar)
http://www.lne.es/centro/2010/01/05/ultima-entrevista-pelto/855847.html
Diario ABC
http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1954/09/23/021.html
Temas varios:
(Para sonreirse un poco)
http://www.elgrancapitan.org/foro/viewtopic.php?f=76&t=827

Por cierto, como no tenía muy claro donde postear el tema, lo hice aquí; pero igual el moderador tiene más claro en donde situarlo correctamente.

lunes, 18 de junio de 2018

GCE: Submarino C-3


Submarino C-3 (1929)

Wikipedia


C-3 de la República Española


Historial
AstilleroS.E.C.N. en Cartagena
ClaseClase C
Tiposubmarino
Iniciado5 de mayo de 1924
Botado20 de febrero de 1929
Asignado4 de mayo de 1929
Baja31 de julio de 1941
DestinoHundido el 12 de diciembre de 1936 por el U-34.
Características generales
Desplazamiento925 t
Desplazamiento en inmersión1144 t
Eslora73,3 m
Manga6,3 m
Calado5,7 m
Armamento• 4 tubos lanzatorpedos de 533 mm a proa
• 2 tubos lanzatorpedos de 533 mm a proa
• 4 torpedos de reserva
• 1 cañón Bonifaz de 75 mm
Propulsión• 2 motores diésel Vickers
• 2 motores eléctricos
• 2 hélices
Potencia1000 CV
Potencia en inmersión375 CV
Velocidad16,5 nudos
Velocidad en inmersión8,5 nudos
Profundidad80 m
Autonomía• 6.800 nmi a 10 nudos en superficie
• 320 nmi a 16 nudos en superficie
• 150 nmi a 4,5 nudos en inmersión
Tripulación40


El Submarino C-3 fue un submarino de la Clase C de la Armada Española construido en los astilleros de la SECN de Cartagena. Participó en la Guerra civil en el bando republicano y fue hundido por el submarino alemán U-34 comandado por Harald Grosse.

Historial

El 14 de septiembre de 1931 se realizaron con éxito a bordo del C-3 las pruebas del ascensor submarino Génova, en la ensenada de Escombreras, por su inventor, el capitán de Corbeta Arturo Génova Torruella, que posteriormente se instalaría en el resto de los submarinos de la clase C (con carácter portátil) y de la más tardía Clase D desde su fabricación.1​

El 30 de julio de 1935 y en compañía de las otras cinco unidades de su clase zarpó de Cartagena visitando los puertos de Melilla, Cádiz, Plymouth, Brest, Tenerife, Dakar, Villa Cisneros, Las Palmas y Larache, regresando a su base el 23 de septiembre.

Guerra Civil

Al comienzo de la Guerra Civil se encontraba en el puerto de Cartagena, División a la que pertenecía. Su comandante era el capitán de corbeta Salas Pinto, el segundo comandante el Teniente de Navío Viniegra González y como oficiales estaban embarcados los alféreces de navío Jáudenes Junco y Arbona Pastor.

El 18 de julio de 1936, en cumplimiento a la orden recibida del Ministro de Marina, salió de Cartagena junto con los submarinos B-6, Isaac Peral, C-4 y C-6 rumbo al Estrecho, al mando del jefe de Flotilla, capitán de fragata Francisco Guimerá Bosch, con la misión de interceptar el paso de las tropas sublevadas desde el norte de África hacia la Península, situándose escalonadamente frente a las costas andaluzas. El día 20 entró en el puerto de Málaga junto con el resto de la flotilla, donde el capitán de fragata Guimerá, el comandante y segundo comandante del C-3, al igual que el resto de los mandos de la flotilla, a excepción del comandante del C-1, capitán de corbeta Lara, fueron relevados del mando y trasladados al buque prisión Monte Toro por considerarles simpatizantes con los sublevados. En la mañana del día 21 salió a la mar con la orden de localizar y proteger al petrolero Ophir hasta su llegada a Tánger, comisión que efectúa en compañía del submarino B-6.



El día 27 todos los destructores y submarinos son destacados a las proximidades de Cádiz para interceptar a un supuesto convoy, hasta que se comprueba que todo se debe a una falsa noticia. Poco después el C-2, el C-3 y el C-6 reciben la orden de situarse en línea circular frente al puerto de Ceuta para evitar la entrada del Crucero Almirante Cervera, que había zarpado de Ferrol rumbo al Estrecho.

El 1 de agosto, en el puerto de Málaga recibió del C-4 toda la munición antiaérea y torpedos, así como distintos repuestos de giroscópica, antes de que éste saliera rumbo a Cartagena al objeto de realizar pequeñas reparaciones. El día 15 partió hacia el Cantábrico al mando del alférez de navío Arbona, junto con el C-6, regresando a Cartagena por averías. Zarpó de nuevo hacia el Cantábrico el 25 de agosto, después de reparar, junto con el C-4 y el C-5, donde el gobierno de la República había creído que la presencia de la escuadra sería más decisiva. Más tarde se le uniría el C-6. Su misión era intentar localizar y hundir al Acorazado España y al Crucero Almirante Cervera, que operaban por aquellas aguas. Asimismo y para aprovechar el viaje, se les embarcó abundante armamento portátil y munición con destino a las tropas que operaban en Bilbao.

El 2 de octubre de 1936 regresó el C-3 a la zona del Mediterráneo, entrando en Málaga el día 8.



Hundimiento

El 12 de diciembre navegaba a las 14:00 en superficie a 4 millas al sudeste de la farola de Málaga. En la torreta se encontraba el comandante Arbona y el capitán de la Marina Mercante Agustín García Viñas, adscrito a la Armada como oficial de derrota del submarino. En la cubierta hacia popa se hallaban los marineros Isidoro de la Orden Ibáñez y Asensio Lidón Jiménez, que vaciaban los restos de la comida diaria.2​ A unas dos millas del C-3, más próximo a la costa, se encontraba el guardacostas Xauen relevando a la lancha I-4 en sus labores de vigilancia. Aproximadamente a igual distancia, estaban faenando los pesqueros Joven Antonio y Joven Amalia.3​

A las 14:19 el C-3 se inclinó de proa y ligeramente caído a estribor. Una llamarada y una nube de humo blanco habían precedido al hecho. De forma casi instantánea, el submarino se hundió dejando a flote tan sólo al capitán García Viñas y a los marineros De la Orden y Lidón. Tan rápido fue el suceso que ningún otro hombre pudo salir y 37 tripulantes murieron a pocas millas del puerto de Málaga, donde sus restos reposan hoy a 70 m de profundidad.

Todo indica que el C-3 fue hundido por el submarino alemán U 34 mandado por el Kapitänleutnant Harald Grosse dentro de la Operación Úrsula,4​ acción por la que Grosse fue condecorado con la Goldenes Spanienkreuz (Cruz Española de Oro).

De hecho, el U-34 envió el mensaje nº F.T. 1603 K a su base el mismo 12 de diciembre. “1419 U-Boot C Klass vor Málaga versenkt” (“a las 14:19, hundido un submarino de la clase C ante Málaga”).

Una sección de unos 8 m desde la proa se separó del resto del casco. Ambos fragmentos del submarino llegaron al fondo, una planicie de arena, quedando separados entre sí unos pocos metros. El fragmento mayor reposa conservando su posición normal, mientras que el fragmento menor se halla en posición invertida. En la superficie, una mancha de fuel marcó el lugar donde se produjo la tragedia, y los tres hombres que se debatían en el agua fueron rescatados por uno de los pesqueros que faenaban en la zona y trasladados al buque hospital Artabro, fondeado en el puerto de Málaga.5​

En los días siguientes a su hundimiento, las autoridades de la República enviaron buques a la zona para descubrir la posición en la que se había hundido el C-3, localizándola por las abundantes manchas de aceite que flotaban en la superficie. La posición se balizó, aunque ningún intento de rescate se llevó a cabo ante la evidencia de que no podía haber habido supervivientes. Posteriormente, con la toma de Málaga por parte de las fuerzas franquistas, el interés por la situación del C-3 se perdió y nunca más se volvió a investigar. Tan sólo una maniobra de los sublevados, que intentó ocultar la adquisición de dos submarinos italianos, el Archimede y el Torricelli, a la opinión internacional diciendo que se trataba del C-3 y el C-5, desaparecido unos pocos días después que el C-3, que habían sido recuperados y puesto de nuevo en activo. Esta maniobra no tuvo éxito, debido a las grandes diferencias estructurales entre ambos tipos de submarinos. Fue dado de baja oficial en la Marina por Orden ministerial de 31 de julio de 1941.

Localización de los restos del C-3

En 1997, el abogado malagueño Antonio Checa descubrió los restos de un naufragio, del que intuyó pudiera tratarse del C-3. Después de varias inmersiones con un ROV (Remote Operated Vehicles) dotado con una cámara de video, se obtuvieron las primeras imágenes. La mala visibilidad de la zona y el estado en que se encontraban los restos impidieron la identificación del buque.2​

En octubre de 1998, la Armada Española destacó al buque de salvamento Mar Rojo con un equipo de buceadores de la Armada que, por fin, consiguieron identificar los restos como pertenecientes al "C-3", con coordenadas 36°40′N 4°21′O.

jueves, 7 de junio de 2018

Torpedero clase G-5 (Unión Soviética)




Lancha torpedera a motor clase G-5



El G-5 era un bote torpedero de motor soviético construido antes y durante la Segunda Guerra Mundial. Aproximadamente 300 fueron construidos, de los cuales 73 se perdieron durante la guerra. Cuatro fueron exportados a la Armada Republicana Española durante la Guerra Civil Española y otros fueron transferidos a Corea del Norte después de la guerra. Tres fueron capturados por los finlandeses, pero solo dos fueron utilizados antes de que los tres tuvieran que ser devueltos a los soviéticos después del armisticio de Moscú en 1944.


Diseño y desarrollo

La clase G-5 era una versión mejorada y ampliada de los torpederos de motor de clase Sh-4 que se derivaron de un diseño de Andrei Tupolev, el notable diseñador de aviones. Estaba destinado a utilizar motores construidos por los soviéticos y llevar torpedos más grandes que su predecesor. Un prototipo fue diseñado y construido por TsAGI (Ruso: Центральный аэрогидродинамический институт o "Tsentralniy Aerogidrodinamicheskiy Institut", el Instituto Aerohidrodinámico Central) en 1932-33. Dado que los motores previstos aún no estaban disponibles, se importaron dos motores Isotta Fraschini de 1.000 bhp (750 kW) de Italia. Desarmado, y con una carga de combustible parcial, alcanzó una velocidad máxima de 63,5 nudos (73,1 mph; 117,6 km / h) durante sus pruebas en el Mar Negro durante 1933 y se tomó la decisión de ponerlo en producción. [1]



El G-5 era un diseño de hidroplaneo de un solo paso con un casco superior de ballena. Se construyó principalmente a partir de duraluminio, lo que ahorró una cantidad significativa de peso, pero dificultó enormemente su uso en servicio debido a la susceptibilidad del duraluminio a la corrosión galvánica en agua salada. Un comandante soviético de torpederos capturado dijo que los G-5 solo podían mantenerse en el agua durante 5-7 días durante el verano y 10-15 días durante el invierno antes de que tuvieran que ser retirados del agua y tratados con medidas anticorrosivas. . El casco estaba dividido en tres compartimentos por dos mamparos transversales. La superestructura era muy pequeña para reducir la pesadez superior, y los miembros de la tripulación no podían pararse dentro de ella. [2]



El G-5 fue diseñado para usar una versión del motor de avión Mikulin AM-34 adaptado para uso marítimo como el GAM-34. Los dos motores estaban instalados en el compartimiento delantero del casco. Cada motor tenía su propia transmisión y conducía una hélice de bronce de .67 m (2 ft 2 in) de diámetro. La versión inicial del GAM-34 era menos poderosa de lo planeado con solo 675 bhp (503 kW) y los barcos iniciales de la Serie 7 solo podían alcanzar 45 nudos (52 mph / 83 km / h). Sin embargo, la velocidad mínima era de 18 nudos (21 mph, 33 km / h), lo que causó una gran cantidad de problemas al intentar amarrar y al maniobrar en las proximidades. [3]

Los dos torpedos fueron transportados en artesas ubicadas en la cubierta posterior de una manera derivada de la utilizada por los barcos costeros británicos de la era WW I capturados por los soviéticos durante la Guerra Civil Rusa. Los torpedos fueron empujados hacia la parte posterior del canal por un árbol con una cabeza en forma de campana que se activó mediante una carga explosiva, pero el motor del torpedo no se activó hasta que un cable que se arrastraba del bote se rompió, dando tiempo a la embarcación para alejarse del objetivo. [4] Este sistema de lanzamiento era muy liviano, pero requería entrenamiento adicional para apuntar adecuadamente al torpedo y la coordinación previa cuando se realizaban ataques masivos de torpedos para evitar que los barcos se embistieran entre ellos o los torpedos. [4]

El armamento inicial consistía en una única ametralladora de 7,62 mm (0,300 pulgadas), pero esta se actualizó a una ametralladora DShK de 12,7 mm (0,50 pulgadas) en modelos posteriores. Algunos barcos posteriores llevaban dos DShK aunque los montajes variaban; algunos fueron colocados en una bañera en el castillo de proa, pero otros llevaban los suyos en una torreta giratoria detrás de la superestructura, por encima de los torpedos. [5] Algunas embarcaciones portaban lanzacohetes ROFS-82 de 82 mm (3.2 in) o 132 pies (5.2 in) ROFS-132 en monturas fijas encima y detrás de la caseta del timón. [6]

Producción 

Aproximadamente 300 G-5 fueron construidos. 152 de las Series 7, 8 y 9 se construyeron entre 1934 y 1936. 20 barcos de la Serie 10 se construyeron en 1937, otros 76 en 1938-39 y cinco en 1939-40. 39 barcos de la serie 11 se construyeron a partir de 1941 y la producción puede haber continuado durante la guerra. [7]


Variantes

Serie 7
Pesaban 14,03 toneladas (13,81 toneladas largas, 15,47 toneladas cortas) a carga estándar, tenían una longitud total de 18,85 m (61,8 pies) y extraían 0,6 m (2 pies 0 pulgadas) de agua. Estaban armados con una única ametralladora de 7,62 mm (0,300 pulgadas) y, a veces, con una ametralladora DShK adicional de 12,7 mm.
Serie 8
Esencialmente idéntico a la Serie 7, excepto que tenían una sola ametralladora DShK.
Serie 9
Versión ligeramente ampliada de la Serie 8. El desplazamiento aumentó a 14,85 toneladas (14,62 toneladas largas; 16,37 toneladas cortas) con carga estándar, el calado a 0,65 m (2 pies 2 pulgadas) y la longitud total varió de 18,85 a 19,08 m (61,8 a 62,6 pies) ) Equipado con motores GAM-34B más potentes que producían 800 bhp (600 kW) y elevaban la velocidad máxima a 49 nudos (56 mph; 91 km / h). 1,450 kg (3,200 lb) de combustible.
Serie 10
El desplazamiento aumentó aún más a 16,26 toneladas (16.00 toneladas largas, 17.92 toneladas cortas) y el calado a 0.82 m (2 pies 8 pulgadas). Montaron motores GAM-34BS más potentes con 850 bhp (630 kW) que aumentaron su velocidad a un máximo de 53 nudos (61 mph; 98 km / h).
Serie 11
Usó motores de 1,000 bhp (750 kW) GAM-34BSF y tenía una velocidad máxima de 56 nudos (64 mph; 104 km / h). Su armamento aumentó a dos ametralladoras DShK.

Historial de servicio 

El 22 de junio de 1941, el día en que los alemanes invadieron la Unión Soviética, 254 G-5 estaban en servicio. La Flota del Báltico tenía 60, la Flota del Mar Negro tenía 92, la Flota del Pacífico tenía 135 y la Flotilla del Caspio tenía seis. Durante la guerra, 73 se perdieron en acción y 31 fueron desechados después de quedar inutilizados. [6] Al final de la guerra en 1945, 24 estaban en servicio con la Flota Báltica, 134 estaban con la Flota del Pacífico y seis estaban aún con la Flotilla del Caspio. [7]



Muchos de los G-5 soviéticos fueron utilizados para diferentes roles (unidades de aterrizaje, transportes, escoltas, etc.) y vieron un número relativamente bajo de ataques de torpedos contra objetivos enemigos. En el Mar Báltico, el TK-94 obtuvo el significativo hundimiento local de la minador finlandesa Riilahti. [8] El único otro hundimiento conocido causado por los G-5 en el Mar Báltico fue el dragaminas M-37 alemán. [9] Del mismo modo, pocas victorias se anotaron en el Mar Negro. Durante la ofensiva de Crimea, en la noche del 27 de abril, tres G-5 atacaron e inutilizaron al cazador de submarinos alemán UJ-104 cerca de Sebastopol. La cañonera rumana Ghiculescu contraatacó con rondas trazadoras de 88 mm, lo que permitió a varios buques de guerra más para localizar los tres barcos y abrir fuego, lo que provocó la caída de uno de los G-5. UJ-104 fue remolcado a Sevastopol y luego hundido por un avión soviético. [10] [11] Más tarde, algunos G-5 hundieron a Rumanía, minero rumano ya dañado y abandonado. [12] [13]

El 18 de noviembre de 1942, el torpedo de motor finlandés Syöksy, las embarcaciones G-5 capturadas Vinha y Vihuri, así como un barco KM que minaba minas, atacaron barcos soviéticos en el puerto de Lavansaari. Syöksy hundió la cañonera soviética Krasnoye Znamya, aunque más tarde fue criada y puesta nuevamente en servicio. [14]

Exportaciones 

Cuatro barcos fueron transferidos a la Armada Republicana Española durante la Guerra Civil Española, dos continúan en servicio después de la guerra en la marina española hasta 1946. Un número fue transferido a Corea del Norte después del final de la guerra. [6]

Notas


  1. Breyer, p. 196
  2. Breyer, pp. 196–97
  3. Breyer, p. 197
  4. Bryer, pp. 279–80
  5. Breyer, pp. 197–201
  6. Conway's, p. 342
  7. Breyer, p. 200
  8. http://kotisivut.fonet.fi/~aromaa/Navygallery/Background/Wartime/cont43.htm
  9. http://www.navypedia.org/ships/germany/ger_mine_35_39mob.htm
  10. Nicolae Koslinski, Raymond Stănescu, Marina română in al doilea război mondial: 1942-1944 (en rumano)
  11. Jipa Rotaru, Ioan Damaschin, Glorie și dramă: Marina Regală Română, 1940-1945 (in Romanian)
  12. http://www.navypedia.org/ships/romania/ro_cm_amc2.htm
  13. http://sovnavy-ww2.ho.ua/index.html
  14. Rohwer, Jürgen (2005). Chronology of the War at Sea 1939-1945: The Naval History of World War Two (Third Revised ed.). Annapolis, MD: Naval Institute Press. p. 213. ISBN 1-59114-119-2.


Referencias


  • Breyer, Siegfried (1992). Soviet Warship Development: Volume 1: 1917–1937. London: Conway Maritime Press. ISBN 0-85177-604-3.
  • Roger Chesneau, ed. (1980). Conway's All the World's Fighting Ships 1922-1946. Greenwich: Conway Maritime Press. ISBN 0-85177-146-7.
  • Rohwer, Jürgen (2005). Chronology of the War at Sea 1939-1945: The Naval History of World War Two (Third Revised ed.). Annapolis, MD: Naval Institute Press. ISBN 1-59114-119-2.
  • Rohwer, Jürgen; Monakov, Mikhail S. (2001). Stalin's Ocean-Going Fleet. London: Frank Cass. ISBN 0-7146-4895-7.



Características generales (Serie 10)

Tipo: lancha torpedera de motor
Desplazamiento: 16.26 toneladas (16.00 toneladas largas, 17.92 toneladas cortas) (estándar)
Longitud: 18.85-19.1 m (61 pies 10 in-62 pies 8 in) en general
Eslora: 3.5 m (11 pies 6 in)
Calado: 0.82 m (2 pies 8 in)
Propulsión: 2 ejes, 2 × motores de gasolina Mikulin GAM-34BS
850 bhp (630 kW) cada uno
Velocidad: 53 nudos (61 mph; 98 km / h)
Tripulación: 6-7
Armamento:
1-2 ametralladoras de 12.7 mm (0.50 in)
Torpedos de 2 × 533 mm (21 in)
Notas: 1.600 kg (3.500 lb) de combustible



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domingo, 18 de marzo de 2018

GCE: Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi

Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi

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Euzko itsas Gudarostea
País España
Fidelidad
II República Española
Gobierno de Euzkadi
Rama Fuerza Naval
Función Defensa del Mar cantábrico
Disuelta 1937
Comandantes

  • Comandantes José Antonio Aguirre Presidente del Gobierno de Euzkadi
  • Joaquín de Eguía y Unzueta Organizador de la Euzko itsas Gudarostea

Guerras y batallas
Guerra Civil Española en el mar



La Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi (Euzko itsas Gudarostea) fue la fuerza naval creada en octubre de 1936, durante la Guerra Civil Española, por la Consejería de Defensa del Gobierno Vasco, dirigida por el propio lehendakari José Antonio Aguirre, como complemento de la Marina de guerra de la República en sus misiones de protección del tráfico marítimo y de la pesca y para la limpieza de minas en las aguas que estaban bajo su jurisdicción frente a la marina del bando sublevado. El motivo alegado por el gobierno vasco para su creación fue el bajo rendimiento y la poca confianza que ofrecían las reducidas unidades navales republicanas desplegadas en el mar Cantábrico, lo que también causó que la Marina Auxiliar pasase a ser prácticamente independiente de la Marina Republicana. Prueba de esta desconfianza es la carta de Aguirre a Indalecio Prieto, ministro de Marina y Aire del gobierno de la República, en la que dice:1​

La actuación de las unidades de Marina que han venido a estos puertos ha sido tan desdichada que ya ha cundido en la opinión pública, no ya la crítica acerba, sino hasta el desprecio burlón... El comandante del Císcar, cocainómano, frecuentador de cabarets, habla más de la cuenta... La anarquía y la indisciplina a bordo del Ciscar son evidentes... El comandante del submarino que está en Portugalete se pasa el día en el refugio con una silla, provocando la hilaridad de cuantos se acogen a aquel lugar...


Antecedentes

Al iniciarse la Guerra Civil Española el dominio del mar Cantábrico correspondió a la pequeña flota del bando sublevado (el crucero Almirante Cervera, el acorazado España y el destructor Velasco, a los que se sumaron bous artillados que en el otoño de 1936 ya formaban una flotilla integrada por 19 unidades, todos ellos al mando de oficiales del Cuerpo General de la Armada), uno de cuyos cometidos principales fue apoyar la campaña de Guipúzcoa dirigida por el general Mola que en la primera quincena de septiembre consiguió tomar Irún y San Sebastián, cortando así la comunicación de la zona norte republicana con Francia.2​ Otra de sus misiones era bloquear el tráfico marítimo que se dirigiera a los puertos republicanos.3​

El gobierno de la República envió entre agosto y septiembre de 1936 cuatro submarinos de la Clase C (C-3, C-4, C-5 y C-6) y uno de la Clase B (el B-6) para que protegieran el tráfico mercante y atacaran a la flota "nacional", pero la mayoría de los sus comandantes, de dudosa lealtad a la República, actuaron de forma negligente y no cumplieron con la misión que se les había encomendado. También parece que fueron saboteados los torpedos pues cuando el submarino C-5 al mando del capitán de corbeta Remigio Verdía, el único comandante de los submarinos totalmente leal al gobierno, tuvo a tiro al acorazado España el torpedo que le lanzó no explotó.4​

La ineficacia de la flotilla de submarinos decidió al gobierno a enviar el 21 de septiembre al Cantábrico al grueso de la flota republicana de superficie (el acorazado Jaime I, los cruceros Miguel de Cervantes y Libertad y seis destructores) con el objetivo primordial de detener el avance de las tropas "nacionales" por la costa tras la toma de Irún y de San Sebastián. En la decisión, la "peor de toda la guerra civil" según Michael Alpert, influyó un exceso de confianza de que con los cinco destructores que se dejaban en la zona del estrecho de Gibraltar sería suficiente para mantener el bloqueo del Estrecho.5​

El objetivo de paralizar o retrasar las operaciones en tierra de los sublevados se consiguió. Así el general Mola se ve obligado a suspender el ataque a Vizcaya y Bilbao y se retrasó el avance de las columnas gallegas hacia Oviedo, que se ven obligadas a ir por el interior. Su superioridad es absoluta y durante la estancia de la flota republicana en el Cantábrico, no hay actividad en el mismo de la marina rebelde, refugiada en la base naval de El Ferrol. Pero el envío del grueso de la flota republicana al norte fue aprovechada los cruceros "nacionales" Canarias, recién terminado en el astillero de El Ferrol y del Almirante Cervera para hacerse con el control del estrecho de Gibraltar y acabar con el bloqueo del estrecho.5​

El 13 de octubre de 1936 el grueso de la escuadra republicana vuelve al Mediterráneo y en el Cantábrico sólo quedaron el destructor José Luis Díez junto con dos submarinos (el submarino C-2 y el submarino C-5) y el torpedero T-3.6​ El destructor José Luis Díez será conocido en Bilbao por «Pepe el del puerto» por lo poco que salía a navegar. El submarino C-5 desapareció el 30 de diciembre cuando realizaba una misión a la altura de Bilbao. Seguramente la desaparición fue provocada por su comandante, el capitán de corbeta José Lara Dorda, adicto a la "causa nacional".7​

Este es el contexto en el que el Gobierno vasco, formado tras la aprobación el 1 de octubre de 1936 por las Cortes Republicanas del Estatuto de autonomía del País Vasco, crea la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi,8​ al mando de Joaquín de Eguía y Unzueta (subinspector local de servicios marinos), con nueve bacaladeros de altura requisados que se les dotó de cañones de 101,6 mm cedidos por el Jaime I y que fueron rebautizados con los nombres de Bizkaia, Araba, Nabarra, Gipuzkoa, Goizeko, Iparreko, Donostia, Gazteiz e Iruña.9​ A esta improvisada marina de guerra se siguieron añadiendo pequeñas unidades mal armadas, siendo de gran utilidad 27 pesqueros pequeños habilitados como dragaminas costeros o de puerto y que mantendrían limpios los accesos al puerto de Bilbao. Las tripulaciones de estos barcos y otro personal que se había ofrecido para servir en ellos fueron militarizadas con la creación por decreto del Gobierno Vasco de 4 de noviembre de 1936 del Voluntariado del Mar (se inscribieron más de tres mil personas, lo cual permitió una excelente selección de 563 hombres). Los comandantes eran de la marina mercante, habilitados como tenientes de navío. En los aspectos militares esta Marina vasca estaba sujeta al menos teóricamente a la de la República, pero a efectos administrativos conservó su autonomía.10​



Estas unidades del Gobierno nacionalista vasco, a diferencia de las unidades de la Armada republicana, demostraron un alto grado de preparación y espíritu combativo, interceptando mercantes alemanes con cargamento para los sublevados y llegando a enfrentarse al Velasco el 15 de noviembre de 1936.

Los buques

Los bous

En los dos bandos de la Guerra civil española, los pesqueros artillados fueron conocidos como bous.

En octubre de 1936, el presidente Aguirre ordenó incautarse de cuatro bacaladeros de PYSBE, que se encontraban en Bilbao después de la evacuación de Guipúzcoa. Eran los buques Hispania, Euzkal-Erria, Mistral y Vendaval, y la Marina Republicana se encargó de artillarlos con un cañón de 101’6 mm a proa y 2 ametralladoras en el puente, añadiéndose al Mistral un cañón de 76’2 mm a popa. En diciembre fueron rebautizados como Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nabarra y más tarde, entre enero y febrero, se instaló en el Bizkaia, el Gipuzkoa y el Nabarra otro cañón de 101’6 mm a popa. El Araba, que no estaba en buenas condiciones, fue desarmado para reparaciones, que no se habían completado cuando cayó Bilbao. Eran barcos de unos 50 metros de eslora y con un andar de entre 10 y 11 nudos.

También se artillaron dos pesqueros más pequeños, Goizeko-Izarra y el Iparreko-Izarracon con un cañón de 57 mm a popa y, en el Iparreko, una ametralladora. Estos barcos eran de unos 25 metros de eslora y una velocidad de 10 nudos.

En diciembre entró en Bilbao el bou franquista Virgen del Carmen, cuya tripulación se había sublevado, apresando a sus oficiales. Pasa llamarse Donostia. Se le montó a proa el cañón de 76’2 mm del Gipuzkoa y a popa uno de 47 mm que traía. También montaba dos ametralladoras y 6 cargas de alemanas que llevaba cuando entró en Bilbao. Este bou tenía 36 metros de eslora y andaba 10 nudos.

En primavera de 1937 se inició el armamento de dos bous más, el Gazteiz y el Iruña, pero no se pudo completar antes de la caída de Bilbao.


Marinos vascos izando la ikurriña

Dragaminas y auxiliares

Para limpiar de minas los accesos a los puertos bajo control del Gobierno de Euzkadi, se utilizaron pesqueros de pareja de arrastre a los que se llamó «dragaminas» o «barreminas».

En enero de 1937 solo había seis, pero la necesidad de limpiar los accesos a Bilbao, minados frecuentemente por los franquistas, hizo que en mayo hubiese 24. Se les asignaron las numerales D-1 a D-24.

También se dispuso de seis «lanchas motoras auxiliares» o «laguntzailles» con numerales L-1 a L-6., y algunas canoas automóviles, yates y lanchas rápidas, que se utilizaron en servicios de prácticos o enlaces entre Bilbao y Bayona.

Al finalizar la Guerra Civil, los buques supervivientes fueron devueltos a sus propietarios.

Destructores

El 31 de mayo de 1937, miembros de la Marina de Euzkadi se apoderaron de los destructores republicanos José Luis Díez y Císcar, embarcando en ellos más de 200 oficiales y marineros de dicho cuerpo. Estos buques permanecieron poco tiempo en manos del Gobierno Vasco, pero llegaron a efectuar alguna misión de escolta. El 15 de junio llevaron a Francia a refugiados y personalidades civiles y militares que huían de Bilbao. En Francia volverán a manos de la República.

Los hombres: los "gudaris del mar"

El 15 de octubre de 1936, Joaquín de Eguía y Unzueta era nombrado Jefe de la Sección de Marina del Departamento de Defensa del Gobierno de Euzkadi y empezó a organizar la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi.



El 10 de noviembre de 1936, el Gobierno Vasco publicó el Decreto de creación del Voluntariado de Personal de Mar. Este era un cuerpo militar formado con voluntarios civiles a los que se pedía experiencia marítima. Se presentan más de 3.000 voluntarios, de entre 18 y 60 años. Se seleccionaron inicialmente unos 350 hombres, pero llegaron a ser casi 700. Aunque tenían una especie de uniforme (mono de faena y chaquetón, pantalón, botas de pescador y boina oscura para paseo), no llevaban insignias ni galones.

La mayoría provenían de los puertos vascos, siendo más de la mitad vizcaínos, muchos de ellos de Bermeo, más de la cuarta parte guipuzcoanos, unos pocos alaveses o navarros (menos del 1%) y los demás del resto de España, con predominio de gallegos. En cuanto a su filiación política, solo un 10% no estaba afiliado a ningún partido ni sindicato, siendo más de la mitad de STV o PNV, casi un 20% del PSOE o UGT y porcentajes menores de la CNT, ANV, etc.


Marinos gallegos al servicio de la MGAE

Misiones y acciones más importantes

Misiones de Escolta

Los buques de la Marina Auziliar de Euzkadi participaron en numerosas misiones de escolta a buques mercantes que llevaban armas y suministros para la República. En algunos casos se llega a enfrentamientos con bous franquistas como es el caso de la escolta al mercante británico Blackhill en enero de 1937. En julio de 1937, el Císcar, con tripulación vasca, escoltó hasta Bilbao al petrolero Gobeo desde 50 millas.

Apresamientos

En diciembre de 1936 era apresado por su tripulación el bou franquista Virgen del Carmen que pasaría a llamarse Donostia. También en diciembre, los buques de Euzkadi apresaron al mercante alemán Pluto, llevándolo hacia Bilbao, pero recibieron orden de liberarlo de la Jefatura de la Marina Republicana. El 23 apresaron al mercante alemán Palos y lo llevan a Bilbao. El 28 se presentaba ante Bilbao el crucero alemán Königsberg exigiendo la liberación del Palos, que salió a la mar sin parte de la carga y sin un pasajero español que llevaba, que quedaron retenidos en Bilbao.


Guerra de minas

Los continuos minados del Abra de Bilbao por parte del Velasco hicieron que los dragaminas trabajasen sin descanso. Pese a ello se hundieron en el Abra por culpa de las minas el Goizeko-Izarra con sus 17 tripulantes y el dragaminas Mary-Toya con seis de sus tripulantes entre los que estaba el oficial republicano que dirigía el servicio de recogida de minas. Tras la caída de Bilbao los dragaminas vascos participaron en la limpieza de minas de Santander y luego de Gijón y Avilés.

Combates

El primer combate de la Marina de Guerra Auxiliar tuvo lugar el 15 de noviembre de 1936 en el que se enfrentaron el destructor franquista Velasco y los bous Mistral y Euzkal-Erria, que todavía no habían cambiado de nombre. El Velasco fue alcanzado y tuvo que retirarse con un herido y averías, en tanto que el Mistral fue también alcanzado y sufrió dos heridos.

En enero de 1937 hubo un intercambio de cañonazos sin consecuencias entre el bou Nabarra y el Velasco, que intentaba minar el Abra.

El 5 de marzo de 1937, tres bous vascos se enfrentaron al crucero Canarias en la batalla del cabo Machichaco, que terminó con el hundimiento del Nabarra y los otros dos seriamente averiados, saliendo el Canarias indemne.

En mayo de 1937, el Císcar, el Gipuzkoa y el Bizkaia bombardearon Bermeo, en apoyo del avance del ejército vasco para recuperarlo.

Evacuaciones

Las unidades de la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi colaboraron en las evacuaciones de los puertos que iban siendo tomados por las tropas franquistas, incluso después de la toma de Bilbao, colaborando en la evacuación de Santander y en la de Gijón.