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martes, 10 de junio de 2025

Operación Teardrop: La caza de submarinos con bombas voladoras V-1


Operación Lágrima: A la caza de submarinos armados con cohetes V-1

Craig Ryan || Naval Historia



La Operación Teardrop fue una operación naval aliada durante las etapas finales de la Segunda Guerra Mundial en Europa, cuyo objetivo específico era interceptar y neutralizar a los submarinos alemanes que se creía que estaban equipados con misiles V-1.

La operación se llevó a cabo en el Océano Atlántico Norte en abril y mayo de 1945, poco antes del final de la guerra en Europa.

La operación fue motivada por informes de inteligencia que sugerían que la Alemania nazi tenía la intención de lanzar misiles V-1 contra ciudades norteamericanas desde submarinos.

Los aliados tomaron estos informes en serio, dado el poder destructivo del V-1 que ya había sido utilizado con efectos devastadores contra objetivos en Europa.


Antecedentes de la Operación Teardrop (Lágrima)

Los antecedentes de la Operación Lágrima están profundamente arraigados en los desarrollos estratégicos y las labores de inteligencia de la Segunda Guerra Mundial, en particular en el contexto de la Batalla del Atlántico. Esta operación fue una respuesta directa a la creciente concienciación de las fuerzas aliadas sobre los esfuerzos de la Kriegsmarine alemana por innovar y adaptar sus tácticas de guerra submarina en las etapas finales de la guerra.

A medida que el conflicto se acercaba a su fin en Europa, el ejército alemán buscó nuevas formas de aprovechar su avanzada tecnología submarina para infligir daños a los aliados, alterando potencialmente el curso de la guerra o al menos sus etapas finales.

La información que dio origen a la Operación Lágrima provino de una combinación de comunicaciones alemanas descifradas (gracias a los esfuerzos aliados por descifrar códigos, en particular los descifrados de la máquina Enigma logrados en Bletchley Park), reconocimiento y documentos y personal alemán capturado. Estas fuentes indicaban que la Alemania nazi se preparaba para enviar una nueva oleada de submarinos al Atlántico Norte, armados con tecnologías más avanzadas que nunca.

Esta nueva generación de submarinos, en particular los Tipo XXI y XXIII, representó un avance significativo en las capacidades submarinas. Fueron diseñados para una mayor velocidad bajo el agua, operaciones sumergidas prolongadas y un sigilo mejorado, lo que los convirtió en formidables oponentes capaces de evadir las defensas antisubmarinas tradicionales de los Aliados.


Submarinos de tipo similar a los que serían cazados durante la Operación Teardrop.

Los comandantes aliados estaban especialmente preocupados por la posibilidad de que a estos submarinos se les pudieran encomendar misiones no convencionales, incluido el lanzamiento de ataques al territorio continental de Estados Unidos.

Se especuló mucho sobre el tipo de armas que estos submarinos podrían desplegar, desde cohetes V-1 capaces de alcanzar Estados Unidos desde posiciones de lanzamiento en alta mar hasta bombas sucias y armas biológicas. Dichos ataques podrían haber causado importantes bajas y daños, sembrando el pánico entre la población civil y potencialmente desviando recursos militares de otros frentes.

En respuesta a esta amenaza, la Armada de los Estados Unidos movilizó una amplia gama de activos de guerra antisubmarina (ASW), incluidos destructores de escolta, bombarderos de patrulla y apoyo de la Marina Real Canadiense, para detectar y neutralizar estos submarinos alemanes antes de que pudieran llegar a sus áreas operativas y lanzar sus supuestos ataques.

Esta operación requirió la coordinación entre diferentes ramas del ejército, la utilización de la última tecnología ASW (como sistemas mejorados de sonar y radar) y la implementación de tácticas desarrolladas durante años de combate contra la amenaza de los submarinos.

El objetivo general de la Operación Teardrop no era sólo proteger la costa oriental de los Estados Unidos, sino también demostrar el dominio de los Aliados en la guerra naval y la inteligencia, contrarrestando eficazmente los intentos alemanes de innovar en la guerra submarina.

El cohete V-1

El desarrollo del V-1 comenzó en 1939, diseñado específicamente como arma de represalia para atacar a la población civil y sembrar el terror, debilitando así la moral del enemigo. El misil tenía una apariencia distintiva, con sus alas pequeñas y rechonchas y un fuselaje con un motor de pulsorreactor en la parte superior, que producía un zumbido característico. Este sonido le valió al V-1 el apodo de "bomba zumbadora" o "doodlebug" (escarabajo volador) entre quienes en Londres y el sur de Inglaterra fueron víctimas de sus ataques.

El V-1 medía aproximadamente 8 metros (26 pies) de largo y 5,5 metros (18 pies) de envergadura. Estaba propulsado por un motor de pulsorreactor Argus As 014, que le permitía alcanzar velocidades de hasta 640 kilómetros por hora (400 mph). El misil llevaba una ojiva de alto explosivo de 850 kilogramos (1870 libras) y tenía un alcance aproximado de 250 kilómetros (155 millas).

El primer V-1 se lanzó contra Londres el 13 de junio de 1944, poco después del desembarco aliado del Día D en Normandía. Las bases de lanzamiento se ubicaron inicialmente en la región francesa de Paso de Calais y, posteriormente, a medida que avanzaban las fuerzas aliadas, en los Países Bajos.


Bomba voladora V-1 en exhibición en un museo de Londres. Un ejemplar del V-1, aquí expuesto en Londres. Imagen de Peter Trimming (CC BY-SA 2.0)

Se dispararon más de 9000 V-1 contra Inglaterra, siendo Londres el objetivo principal, aunque también se atacaron otras ciudades. El arma causó daños considerables y bajas civiles, lo que contribuyó al terror del Blitz que experimentó la población británica.

Los Aliados desarrollaron diversos métodos para contrarrestar la amenaza del V-1, incluyendo globos de barrera, cañones antiaéreos y cazas interceptores. La velocidad y altitud a la que volaba el V-1 lo convertían en un blanco difícil, pero los avances en el fuego antiaéreo guiado por radar y las tácticas empleadas por los pilotos de caza, como inclinar el ala del misil para interrumpir su vuelo, resultaron eficaces para reducir el impacto de los ataques. Además, las fuerzas aliadas bombardearon bases de lanzamiento e instalaciones de fabricación para interrumpir la producción y el despliegue del V-1.

Si el ejército alemán hubiera descubierto la manera de lanzar el cohete V-1 desde un submarino, estas armas habrían causado daños inmensos en toda la costa este de Estados Unidos. La Operación Lágrima se llevó a cabo para evitar que eso sucediera.
A la caza de los submarinos

Al iniciarse la operación, las fuerzas aliadas se encontraban en alerta máxima ante la detección de submarinos enemigos. La columna vertebral de la misión de búsqueda y destrucción la constituían grupos de escolta de destructores, conocidos como grupos cazadores-asesinos, especialmente diseñados y equipados para la guerra antisubmarina.

Estos grupos contaban con el apoyo de aeronaves de patrulla de largo alcance, equipadas con radar y detectores de anomalías magnéticas (MAD), capaces de detectar submarinos bajo la superficie del agua desde el aire. Estas aeronaves desempeñaron un papel crucial en la ampliación del alcance de las fuerzas navales y en la provisión de capacidad de respuesta rápida.

El primer paso en la ejecución de la Operación Lágrima fue el despliegue de estos grupos de caza-asesinatos a lo largo de las rutas proyectadas de los submarinos alemanes, basándose en informes de inteligencia y patrones de operaciones submarinas previas. Esta estrategia de despliegue tenía como objetivo crear una barrera que interceptara a los submarinos antes de que pudieran alcanzar sus zonas operativas o acercarse a la costa estadounidense.


Un grupo de destructores estadounidenses se mueve para recoger a los supervivientes alemanes en una balsa salvavidas durante la Operación Teardrop. Un grupo de destructores estadounidenses se desplaza para recoger a los supervivientes alemanes en una balsa salvavidas.

Al detectar un submarino, la fase de ejecución pasaba al combate. Los destructores de escolta se acercaban a la posición del submarino detectado, utilizando el sonar para rastrear sus movimientos bajo el agua.

Las escoltas emplearían entonces cargas de profundidad y, más adelante en la guerra, torpedos autoguiados para atacar al submarino. El objetivo era obligarlo a salir a la superficie, donde podría ser atacado con fuego, o destruirlo bajo el agua. La coordinación entre buques de superficie y aeronaves era crucial durante estos enfrentamientos, ya que las aeronaves podían lanzar cargas de profundidad o dirigir a los buques de superficie hacia la ubicación del submarino.
Un compromiso durante la Operación Lágrima

La detección del U-546 por las fuerzas aliadas fue un momento crítico en la Operación Teardrop, mostrando el dominio aliado de la tecnología de radar y sonar, junto con el reconocimiento aéreo, para localizar submarinos alemanes que se creía que apuntaban a los Estados Unidos.

Tras su detección, el U-546 fue perseguido agresivamente por destructores aliados de escolta, parte de los grupos de caza-asesinato encargados de neutralizar tales amenazas. Estos grupos emplearon cargas de profundidad y fuego de artillería en un esfuerzo coordinado para inutilizar y destruir el submarino.

El enfrentamiento dio un giro dramático cuando el U-546 lanzó con éxito un ataque con torpedos contra el destructor de escolta USS Frederick C. Davis. El ataque resultó en el hundimiento del Frederick C. Davis y la trágica pérdida de 115 tripulantes, lo que ilustra claramente la capacidad letal de los submarinos alemanes y el alto riesgo de la guerra submarina. A pesar de esta pérdida, los Aliados intensificaron sus esfuerzos para hundir el U-546, que finalmente se vio obligado a emerger debido a los daños causados ​​por las cargas de profundidad.

Una vez en la superficie, el U-546 fue atacado por los buques aliados circundantes y finalmente se hundió. La captura de su tripulación proporcionó valiosa información para los aliados y marcó una victoria significativa en el contexto de la Operación Lágrima.


Sobrevivientes del hundimiento del U-546 a bordo del USS Bogue.

Consecuencias de la operación

Uno de los resultados más inmediatos de la Operación Lágrima fue el hundimiento de varios submarinos alemanes, que fueron interceptados antes de que pudieran llevar a cabo sus presuntas misiones contra Estados Unidos. Estos éxitos no solo evitaron posibles ataques en suelo estadounidense, sino que también demostraron la eficacia de las tácticas y la tecnología de guerra antisubmarina (ASW) aliadas.

Estratégicamente, la Operación Lágrima contribuyó a garantizar la seguridad de la costa este de Norteamérica durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial. Al contrarrestar eficazmente esta iniciativa submarina alemana de finales de la guerra, los Aliados demostraron su control sobre el Atlántico y su capacidad para proteger sus aguas territoriales de la acción enemiga. Esta operación contribuyó a la derrota total de la amenaza submarina alemana, que había sido una preocupación importante desde el comienzo de la guerra.

¿Los submarinos estaban armados con cohetes V-1?

En resumen, no, los submarinos alemanes atacados en la Operación Teardrop no estaban armados con cohetes V-1.

La preocupación de que los submarinos pudieran lanzar ataques contra el territorio continental de Estados Unidos, potencialmente con cohetes V-1 u otras armas de destrucción masiva, se basaba en temores aliados y evaluaciones de inteligencia más que en capacidades confirmadas.

Sin embargo, la idea de lanzar cohetes V-1 desde submarinos era más teórica que práctica durante la guerra. Si bien los alemanes exploraron diversos métodos innovadores de despliegue de armas, incluyendo el posible uso de submarinos para posicionar el V-1 y atacar objetivos distantes, estos planes no se habían materializado para la Operación Teardrop.

Los desafíos técnicos y las limitaciones logísticas que implicaba el lanzamiento de un arma tan compleja desde una plataforma submarina eran considerables. Los submarinos de la época, incluso los avanzados Tipo XXI y Tipo XXIII, no contaban con las instalaciones ni la capacidad para lanzar cohetes V-1.



El JB-2 «Loon» fue la copia estadounidense de la bomba voladora V-1. Se ve aquí, lanzándose desde el USS Cusk en 1951.

La principal amenaza que representaban los submarinos alemanes que participaban en la Operación Lágrima eran las tácticas convencionales de guerra submarina, como los ataques con torpedos contra buques aliados. La urgencia de la operación se debía a la creencia de que estos submarinos podrían estar en misiones para atacar el territorio continental estadounidense con métodos novedosos, incluyendo posiblemente armas no convencionales.

Sin embargo, el armamento real de estos submarinos siguió siendo convencional y no hubo ningún caso de submarinos que lanzaran cohetes V-1 durante la guerra.

jueves, 5 de junio de 2025

El mito urbano del E52


Del mito urbano a la realidad: el submarino oculto de Dartmouth al descubierto


Craig Ryan || Naval Historia


Un antiguo mito urbano de Dartmouth, que data de hace más de 80 años, puede haber sido autenticado por científicos que afirman haber "descubierto" un submarino de la Marina Real alojado debajo del parque de la ciudad.

Un equipo de la Universidad de Winchester cree haber resuelto el caso utilizando un radar de penetración terrestre para inspeccionar el lugar donde se rumoreaba que se encontraba el barco dado de baja.

Han identificado una silueta tenue que sospechan que es el HMS E52, junto con un segundo objeto: un barco torpedero alemán más largo y estrecho.

Esta revelación innovadora se atribuye al Dr. Simon Roffey y al Dr. David Ashby.

Los dos científicos quedaron cautivados por las investigaciones del teniente Tom Kemp, quien el año anterior, después de examinar numerosos registros históricos, logró identificar el misterioso submarino, una historia local durante muchos años, como el HMS E52.

El teniente Kemp, un submarinista activo e instructor de navegación en el Britannia Royal Naval College, validó las afirmaciones que habían estado circulando.

Con una superficie de casi 20.000 metros cuadrados —el tamaño de unos tres campos de fútbol y 80 veces el tamaño del submarino—, el parque representó un desafío considerable. En colaboración con el teniente Kemp, el equipo se centró en un rincón específico del parque, cerca del área de almacenamiento de canoas y botes, que se cree que es el lugar de descanso del submarino.

  El HMS E52 luchó en la Primera Guerra Mundial. Imagen de la Royal Navy.


Su radar transmitía pulsos de sonido a través del hormigón y el asfalto. Sin embargo, no se distinguía la silueta previsible de un submarino ni su torre de control.

El teniente Kemp afirma que lo que fuere que estuvo enterrado en el parque hace ocho décadas “probablemente ya no se parece en nada a un submarino”.

A pesar de ello, los escaneos de radar han revelado grandes objetos metálicos a aproximadamente un metro debajo de la superficie.

El equipo teoriza que el E52 probablemente se encuentra en la esquina noreste del parque, mientras que un gran objeto metálico, que se sospecha es un destructor de torpedos alemán, el S24, se encuentra junto a él en ángulos aproximadamente rectos. Este último, al igual que el E52, fue adquirido como chatarra después de la Primera Guerra Mundial.

Las ubicaciones detectadas coinciden con una imagen aérea de Dartmouth de la década de 1920, que muestra el submarino y otro barco descansando en las marismas.

Simon, un submarinista retirado de la Marina Real que sirvió en submarinos de clase O en la década de 1980, comentó: “El 'submarino bajo el parque' es una leyenda local y podría convertirse en una maravillosa atracción turística si pudiéramos identificar su ubicación exacta”.

Añadió: «Sabemos que había un torpedero allí, pero todos asumieron que lo habían movido. Quizás se quedó atascado en el lodo y simplemente lo dejaron allí».

El equipo ahora está en proceso de obtener permiso de las autoridades locales para perforar pequeños pozos en el parque, con la esperanza de identificar una pieza única de equipo o metal que pueda rastrearse hasta E52.






sábado, 15 de febrero de 2025

Crisis del Beagle: ARA Rosales acierta con un erizo al submarino chileno Hyatt

Detonación comprobada





En otra oportunidad, entre el dia 10 y el 15 de diciembre, un avión naval Tracker S2A (TNAV Alejandro Lefebvre) operando en exploración antisubmarina armada desde Río Grande, detectó visualmente en superficie un submarino clase Balao, al este del Canal Beagle. Por la misma situación política que imponía un estricto control de cualquier escalada, en vista de que se continuaba el debate en el ámbito diplomático, la autorización de ataque no le fue concedida por su comando operativo.

Más tarde, el día 16, el destructor ARA Rosales, destacado como piquete adelantado de la cortina de protección exterior de la flota, detectó un contacto sonar sumergido. Se evaluó como posible submarino con una alta confianza, por cuanto diferentes sensores fueron coherentes en la apreciación del dato. Por el análisis de la información del sonar, se estimó que correspondía a un submarino clase Oberon.

En ese caso, por encontrarse muy adentrado en el Atlántico, y próximo a la Flota con el riesgo inminente que constituía para el núcleo de la fuerza naval argentina, se autorizó el empeñamiento con cargas tipo erizos, comprobando la detonación de al menos uno de ellos. Sobre ese mismo blanco se enviaron posteriormente los nuevos aviones Tracker S2E y un helicóptero Sea King antisubmarino embarcado en el portaaviones, que realizó un lanzamiento infructuoso de un torpedo.



Este hecho se dio a 70 millas náuticas al este de Isla de los Estados (al sur del banco Burwood), en aguas atlánticas, muy lejanas a todo límite previo al conflicto y actual.


La configuración estándar de un erizo era de dos lanzadores, desarrollándose una versión orientable para mejorar el campo de tiro respecto al modelo estándar fijado a la cubierta.

Varios días después, fuentes de inteligencia argentinas informaban que un sumergible chileno habría entrado a puerto con daños en la estructura de su vela.

¿Sería el mismo SS-23 'Hyatt" que en "La Escuadra en acción" se menciona que regresó a puerto por "inconvenientes"? (Otras fuentes mencionan al O'Brien pero éste se hallaba en mantenimiento programado).

Extracto del libro "Aires de Guerra sobre las aguas de Tierra del Fuego", de Alberto Gianola Otamendi.

lunes, 20 de enero de 2025

SGM: El legado de los submarinos Tipo XXIX

Un avance fallido


Gerhard von Zwischen || Revista Militar




Serie XXIX de submarinos reconstruidos por HI Sutton.


Todavía es difícil encontrar información sobre los submarinos de la serie XXIX. Todos los enlaces conducen, en última instancia, a la página web del experto naval estadounidense H.I. Sutton y a su artículo del 7 de octubre de 2017. Lo más probable es que esto se deba a que los alemanes no tuvieron tiempo de implementar el proyecto "en hierro", y de los dibujos, solo se han conservado los planos de la variante XXIX-H. Por eso, se suele utilizar para reconstruir la posible apariencia de los submarinos de esta serie (si es que el concepto mismo de la serie se puede aplicar a un concepto que en realidad no se implementó).

Al final de la guerra, los "sietes" alemanes empezaron a sufrir cada vez más pérdidas por la defensa antisubmarina aliada, que había alcanzado el nivel de una ciencia exacta. Por eso aparecieron los proyectos de "robots eléctricos" de las series XXI y XXIII, los barcos con turbina Walter de la serie XXVI y otros artículos navales exóticos. El más revolucionario fue el de la serie XXI, que tenía un inconveniente fundamental: el precio. Sustituirlo por "bebés" más baratos de la serie XXIII no funcionó: el desplazamiento (y con él la navegabilidad) era demasiado pequeño y estos barcos llevaban pocos torpedos. En general, son adecuados para los mares interiores, ¡pero no para los oceánicos! Y no sólo los alemanes, sino nadie más consiguió construir submarinos fiables en serie con turbina Walter, y el funcionamiento de los submarinos con peróxido de hidrógeno concentrado era demasiado caro.

El proyecto del submarino "Tipo XXIX" apareció como un sustituto barato del proyecto XXI. Al mismo tiempo, a pesar del deseo de reducir los costes de producción y explotación, los submarinos de este proyecto eran un tipo independiente, con características propias y únicas. Se desarrollaron nueve conceptos de casco de estos barcos, cuyo desplazamiento variaba de 681 a 1035 toneladas, y la forma del casco era el punto culminante del proyecto.


No se sabe si este esquema de invisibilidad de las señales del sonar activo habría funcionado...

Tenía una forma facetada. ¿Por qué? Bueno, según los cálculos de los diseñadores alemanes, se suponía que esa forma reflejaría las señales activas del sonar lejos de la fuente de las señales. De hecho, este es el mismo principio que el fuselaje facetado del primer "furtivo", los cazabombarderos F-117.

¿Por qué esta solución no se convirtió en la norma después de la guerra? Quizás porque los submarinos de la serie XXIX nunca se construyeron y los ingenieros de construcción naval de la posguerra tenían poca información sobre este proyecto bastante exótico (del que, además, quedó poco). O quizás porque cubrir el casco ligero de los submarinos con una gruesa capa de goma resolvió este problema mejor que usar un casco facetado (que, muy probablemente, no tenía la mejor hidrodinámica). O tal vez porque hoy en día el papel principal en la detección de un submarino lo desempeñan sonares pasivos mucho mejores que durante la guerra...

Los submarinos de la serie XXIX-N debían tener las siguientes características de rendimiento: longitud - 52 metros, manga - 6,4 metros, calado - 4,7 metros, velocidad - 13 nudos en la superficie, 15,5 nudos sumergidos, alcance de crucero - 9000 millas con motores diésel a una velocidad de 10 nudos, 120 millas con motores eléctricos a una velocidad de 6 nudos. Planta motriz: 1 diésel con una capacidad de 580 CV, 1 motor eléctrico con una capacidad de 1400 CV, 1 motor eléctrico de bajo ruido "furtivo" con una capacidad de 70 CV. La tripulación del barco es de 27 personas. Armamento: 6 tubos de torpedos de proa con un calibre de 533 mm, un suministro de torpedos: 12 piezas. El submarino tenía un tubo de respiración estándar, no tenía tubos lanzatorpedos en la popa ni armamento de artillería. Había un proyecto para equipar los submarinos de la serie XXIX con un motor Walter. Con una turbina de peróxido de hidrógeno, un barco de este tipo, según los cálculos, podría moverse bajo el agua a una velocidad de hasta 23 nudos.

El barco estaba controlado por timones horizontales retráctiles ubicados sobre los tubos lanzatorpedos y timones verticales de popa en tándem con la superficie del timón horizontal de popa ubicada entre ellos. El barco fue diseñado para tener una hélice de cuatro palas. ¡Pero la electrónica del submarino, para mediados de los años 40 del siglo pasado, era muy avanzada! Un radar FuMO-61 y una antena direccional se instalaron en la timonera. Un sonar pasivo de GEI, instalado en la parte inferior de la proa del casco, estaba destinado a buscar objetivos submarinos. ¿

Qué tan peligrosos habrían sido los submarinos de la serie XXIX si se hubieran construido? Cabe recordar que los submarinos de la serie XXIII lograron ciertos éxitos en los últimos días de la guerra: hundieron cuatro transportes aliados sin sufrir pérdidas, lo que fue un resultado excelente para la primavera de 1945, cuando el primer viaje de los submarinos al mar era a menudo el último. Y el proyecto XXIX, a diferencia de los "bebés", tenía 12 torpedos a bordo, no dos...

Sin embargo, ni estos submarinos ni los proyectos más exóticos con turbinas Walter tuvieron la oportunidad de cambiar el curso de la guerra. Cuando los "robots eléctricos" de todas las series se hicieron a la mar, la guerra ya estaba completamente perdida para el Tercer Reich, y el hundimiento de otros cien o dos transportes no pudo cambiar este hecho. Pero surgió otro problema: al final de la guerra, Alemania tenía una escasez catastrófica de tripulaciones entrenadas. Se puede discutir hasta el cansancio sobre la personalidad de Alexander Marinesko, su ataque al "Wilhelm Gustloff" y cuántas tripulaciones de submarinos se hundieron junto con este barco. Pero el hecho es que el Reich, en sus últimos días, ya no tenía más submarinistas.

También hubo problemas con las bases submarinas: se perdieron Brest, Lorient, La Rochelle y Saint-Nazaire, al igual que las bases en la costa báltica. Kiel fue bombardeada constantemente desde el comienzo de la guerra, por lo que la presencia de submarinos allí era insegura (el submarino U-4708 se hundió justo en el búnker por un tsunami artificial provocado por una gran bomba que impactó en el puerto), la base principal en el Mar del Norte, Heligoland, fue abandonada en 1944, los búnkeres de Bremen no se completaron, Hamburgo y Trondheim permanecieron en funcionamiento hasta el final de la guerra, pero Hamburgo era un lugar de construcción y reparación, y Trondheim no podía albergar más de 16 submarinos (también había un búnker en Bergen, pero fue destruido por los británicos en 1944 con bombas Tallboy de 5 toneladas).

En general, teóricamente, según los cálculos de Dönitz, la guerra submarina podría haber ayudado a Alemania a ganar en 1939-40, obligando a Inglaterra a firmar una paz de compromiso. Pero en 1945, esto ya no era ciencia ficción, por muy increíbles que los ingenieros alemanes lograran diseñar y construir submarinos...


Submarinos alemanes Tipo 206: posibles descendientes de la serie XXIX

PS El proyecto de los submarinos de la serie XXIX puede haber tenido una continuación en forma de submarinos alemanes de posguerra del Proyecto 206, construidos entre 1962 y 1968. Dos de ellos todavía están en servicio, en la Armada de Colombia.

jueves, 3 de octubre de 2024

Historial operativo: Los gemelos terribles polacos

Los submarinos polacos apodados los 'gemelos terribles' infundieron miedo en las armadas alemana e italiana


Rosemary Giles || War History Online


  Crédito de la foto: SJ Beadell / Museos Imperiales de la Guerra / Getty Images



Sin duda, Estados Unidos y el Reino Unido fueron más conocidos por sus armadas durante la Segunda Guerra Mundial. Por supuesto, hubo otros involucrados en el conflicto, incluida la Armada polaca, que operaba predominantemente desde el Reino Unido. Dos de sus buques más conocidos, el ORP Dzik y el Sokół , fueron apodados los “gemelos terribles” por aterrorizar a los buques enemigos.


Los Gemelos Terrible estaban inicialmente destinados a la Royal Navy británica.

 
ORP Dzik. (Crédito de la foto: Tomasz Szulc / Nowa Technika Wojskowa / Wikimedia Commons / Dominio público)

Los Terrible Twins estaban destinados a ser utilizados por la Royal Navy británica durante la Segunda Guerra Mundial, pero, en cambio, fueron transferidos a la Armada polaca, que los operó hasta el final del conflicto. Sokół se botó en septiembre de 1940 y se alquiló a Polonia como parte de la alianza militar anglo-polaca. Estaba al mando del comandante. Borys Karnicki, graduado de la Academia Naval de Polonia.

Dzik fue depositado en diciembre de 1941. Completó sus pruebas en el mar con los británicos y fue entregado a la Armada polaca después de la pérdida del Jastrz ą b por fuego amigo frente a las costas de Noruega. El servicio naval había solicitado un reemplazo a los británicos, y Dzik fue encargado en diciembre de 1942.


Los Gemelos Terrible eran submarinos de clase U.


 
Tripulación cargando torpedos en el ORP Sokół, 1943. (Crédito de la foto: Jerzy Pertek / Wikimedia Commons / Dominio público)

Los Terrible Twins eran dos de los 49 submarinos británicos de clase U y, como tales, compartían el mismo diseño de base. La clase U se desarrolló inicialmente para reemplazar la clase H de la era de la Primera Guerra Mundial, pero se tomó la decisión de equiparlos para el combate, en caso de que surgiera la necesidad. Al final resultó que, fueron embarcaciones extremadamente útiles durante la Segunda Guerra Mundial, ya que eran pequeñas y fáciles de maniobrar, especialmente en el Mediterráneo. También eran relativamente baratos de construir y rápidos de producir.

Aunque había algunas diferencias entre los dos , como el tamaño de su tripulación, gran parte de su diseño era idéntico. Estas diferencias se debían a que los submarinos eran de diferentes generaciones, Sokół como parte del Grupo II y Dzik , en el Grupo III.

En cuanto a sus similitudes, cada uno fue diseñado con una longitud de aproximadamente 191 pies, con un total de seis tubos lanzatorpedos, cuatro internamente en la proa y dos externamente. Cada uno también estaba equipado con un único cañón antiaéreo de 76 mm.


ORP Dzik



 

Tripulación del ORP Dzik, febrero de 1944. (Crédito de la foto: Jerzy Pertek /Wikimedia Commons/Dominio público)

El ORP Dzik fue muy utilizado durante la Segunda Guerra Mundial, eliminando con éxito muchos barcos enemigos. El 24 de mayo de 1943 atacó al petrolero italiano Carnaro con cuatro torpedos. En represalia, dos corbetas italianas lanzaron más de 60 cargas de profundidad, pero no lograron debilitar a Dzik. Luego atacó al petrolero alemán Nikolaus y al remolcador griego Kraft el 21 de septiembre de 1943, hundiendo ambos.

El 8 de enero de 1944, Dzik hundió al Eleni mientras navegaba en aguas griegas. Su libro de registro registró que su tripulación no creía que valiera la pena usar un torpedo en la goleta, por lo que salieron a la superficie y usaron su arma en su lugar.

El submarino también jugó un papel decisivo en la Operación Husky , así como en la defensa de Malta. Al final de la guerra, la tripulación de Dzik había hundido o dañado aproximadamente 18 barcos alemanes e italianos. Volaba con orgullo el Jolly Roger, que indicaba los tipos de operaciones en las que estaba involucrada y los barcos que había destruido.

Al final del conflicto, Polonia devolvió a Dzik a la Royal Navy. Luego fue enviada a la Marina Real Danesa, que la navegó como HDMS U-1 y, más tarde, como HDMS Springeren. En abril de 1958, la Royal Navy recuperó el submarino y lo desguazó.


ORP Sokoł



 
Tripulación del ORP Sokół. (Crédito de la foto: Archiwum Fotograficzne Stefana Bałuka / Wikimedia Commons / Dominio público)

El ORP Sokół pasó los primeros años de su carrera patrullando en el Golfo de Vizcaya, antes de ser trasladado a la 10.ª Flotilla de Submarinos en Malta, donde participó en ataques contra Nápoles y Taranto y sirvió como escolta en el Mediterráneo. El 28 de octubre de 1941 dañó el crucero auxiliar italiano Città di Palermo , su primera victoria, y hundió el barco de transporte Balilla unos días después.

En un movimiento arriesgado, navegó hacia el puerto italiano de Navarino, donde dañó al destructor italiano Aviere, evitando de alguna manera los ataques de destructores enemigos y barcos tropedo durante su fuga y hundiendo otro barco en el proceso. Unos meses más tarde se produjo el hundimiento de la goleta mercante italiana Giuseppina .

Mientras estaba destinado en Malta durante 1942, Sokół sufrió graves daños por un ataque aéreo alemán y fue enviado al Reino Unido para su reparación. Regresó a Malta a mediados de 1943, donde permaneció hasta marzo de 1944, continuando atacando barcos enemigos siempre que era posible, un esfuerzo bastante exitoso de su parte. Ambos Terrible Twins regresaron al Reino Unido después de su estancia en Malta, uniéndose a la 9.ª Flotilla de Submarinos para patrullar la costa de Noruega.

Al final del servicio de combate de Sokół , al submarino se le atribuyeron daños a 19 barcos enemigos y también voló el Jolly Roger. Fue utilizada brevemente como entrenadora de bombarderos navales de la Royal Air Force (RAF), aunque no está claro si esto fue mientras formaba parte de la Armada polaca o después de su regreso a la Royal Navy. Al final, pasó a servir como HMS Urchin hasta que fue desguazado en 1949.


miércoles, 2 de octubre de 2024

Crisis del Beagle: El desastroso recorrido del submarino Simpson chileno

 

La desconocida historia del submarino Chileno, que estuvo a horas de activar la defensa





La Fuerza de Submarinos de la Armada de Chile en el conflicto de 1978

Al mando del “Simpson”, el capitán de navío (r) Rubén Scheihing tuvo en 1978 la misión más difícil de su carrera: impedir por las armas la invasión argentina.
Para ello debió enfrentar múltiples desventajas y el peso de una tarea en la que no tenía margen de error.
Hace exactamente 30 años, 81 chilenos aguardaban el inicio de la guerra metidos en un viejo tubo de hierro.
La tripulación del submarino “Simpson” tenía una orden perentoria del almirante José Toribio Merino: impedir por las armas cualquier intento de desembarco argentino en las islas del Beagle.
De máximo riesgo, la misión encerraba además dos problemas que la hacían casi suicida: el “Simpson” era un sumergible veterano de la II Guerra Mundial que difícilmente escaparía del contraataque enemigo; y tendría que enfrentar la hora “H”, el inicio del ataque trasandino, en solitario. Este adverso escenario convirtió la extenuante patrulla de guerra del “Simpson” -duró casi 70 días- en uno de los capítulos más desconocidos de la tensión que a fines de 1978 estuvo a punto de enfrentar a Chile y Argentina. Treinta años después, el comandante de esa nave, el capitán de navío (r) Rubén Scheihing, revela los secretos de una misión en la que, reconoce, “envejecí algunos años”.

Solo y sin snorkel

A comienzos de 1978, la Armada tenía cuatro submarinos, pero sólo tres disponibles. El “Thomson”, gemelo del “Simpson”, estaba desguazado, y los recién llegados “Hyatt” y “O’Brien” eran de los más modernos de la región.
La Flota de Mar (Flomar) de Argentina también tenía cuatro submarinos, pero todos operativos: dos estadounidenses de la II Guerra Mundial (“Santa Fe” y “Santiago del Estero”) y dos 209 alemanes (“San Luis” y “Salta”) recién comprados.
A fines de año, la ventaja argentina pasó de leve a mayúscula. El “O’Brien” entró a dique para mantención y al “Hyatt” le falló un motor. Tuvo que regresar a Talcahuano.
La noticia caló hondo en el “Simpson”. Durante todo el año, y a medida que las negociaciones diplomáticas con Argentina se empantanaban, la tripulación había entrenado intensamente para repeler una eventual invasión. Ahora tendrían que hacerlo solos.
Y ése no era el único factor en contra. Por su antigüedad, la nave carecía de snorkel, una especie de tubo de escape retráctil que le permite navegar a 20 metros bajo la superficie usando sus motores diésel. Éstos, a su vez, recargan las baterías eléctricas, que son las que pueden llevarlo a silenciosos descensos de hasta 600 pies de profundidad.
Sin snorkel, el “Simpson” estaba obligado a emerger por períodos de hasta ocho horas para recargar baterías, haciéndose detectable para los radares o aviones enemigos.
En la práctica, el buque no podía sumergirse más de 24 horas, y a escasos cinco nudos por hora. Si había que evadir un ataque, las baterías se agotarían antes.
Scheihing recuerda que otra desventaja era el armamento. La “Enmienda Kennedy” había dejado a los submarinos chilenos con antiguos torpedos a vapor MK 14 y MK 27. Los argentinos tenían eléctricos MK 37, de más alcance y confiabilidad. “No había otra cosa. Si había que tirarles piedras, se les tiraban”, explica.
Por eso, cuando recibió la orden de Merino, tomó el sistema de comunicación interna, leyó el mensaje a sus hombres y los arengó: “¡Esto significa que estamos viviendo, a partir de este instante, una situación de guerra con Argentina. Como todos sabemos, es posible que nos hundan, pero me comprometo con ustedes a que antes que eso suceda, a lo menos, nos llevaremos a dos de ellos!”. Tras un momento de silencio, detalla el comandante, “se escuchó como un rugido en todo el submarino: ‘¡Viva Chile, m…!'”.
Pero si atacaba por error, este oficial dejaría a Chile como país agresor y en una compleja perspectiva de cara a una negociación de paz.
“Fue una situación de guerra (…) Yo estaba autorizado para romper las hostilidades. ¡Imagínese! Era el primer contacto. La responsabilidad era tremenda. Primero, porque rompería las hostilidades, y segundo, porque pondría en jaque la seguridad del submarino, que es lo de menos cuando se trata de hundir al resto”, explica.

¿Disparó el “Simpson”?

Ricardo Burzaco, experto argentino en el tema, publicó recientemente una investigación sobre las operaciones submarinas transandinas de 1978 en la revista Defensa y Seguridad.
Allí sostiene que el “Simpson” fue descubierto dos veces por sumergibles argentinos. Primero por el “Santiago del Estero”, que lo encontró cargando baterías en la superficie, y luego por el “Salta”, justo antes de la hora “H”, que también lo divisó a nivel del mar. La máxima tensión reinante llevó a que el capitán argentino ordenara preparar torpedos.
Como no estaban en aguas argentinas, agrega Burzaco, el comandante argentino dudó en atacar. En ese momento el oficial sonarista lanzó una alarma de torpedo enemigo, por lo que ordenó una maniobra evasiva. Luego, el rumor de un supuesto proyectil chileno se desvaneció.
Tajante, Scheihing niega esta versión y asegura que el “Simpson” nunca tuvo contacto con adversarios. “No hubo lanzamiento. Nunca disparamos nada. Estábamos listos, pero le garantizo que no (disparamos)”, sostiene.
Hacia el final de la patrulla, la tripulación del “Simpson” ya sentía el rigor de la tensión bélica. Los víveres eran escasos, no quedaban alimentos frescos y el aire dentro del submarino era pesado, mezcla de aceite y gases. Sólo podían bañarse -si limpiarse el cuerpo con una esponja mojada puede considerarse un baño- cada tres días. Sólo querían que el conflicto se zanjara de una vez, por las armas o por la paz.
La providencial conjunción de una tormenta con olas de hasta 15 metros, que retrasó la operación “Soberanía”, y la mediación del Papa Juan Pablo II, sin embargo, terminarían por impedir el enfrentamiento. El “Simpson” pudo volver a su base.
“Nunca había visto un tiempo tan malo, estaba pésimo. Estaba tan malo que no había posibilidad de operaciones aéreas ni anfibias. De no haber mediado las condiciones de tiempo, y si los argentinos hubiesen cumplido el plan ‘Soberanía’, esto no se habría podido parar”, concluye el vicealmirante (r) Hernán Rivera.

El “Prat”, primer objetivo argentino

Si el “Simpson” abría fuego contra una invasión argentina, enseguida sería el turno del crucero “Prat”, buque insignia de la Escuadra que debía disparar su artillería contra la flota de desembarco adversaria.
A bordo estaba el ahora vicealmirante (r) Hernán Rivera, por entonces jefe del estado mayor de la Escuadra.
Por su naturaleza, el “Prat” probablemente habría sido el primer objetivo de los ataques argentinos, tanto aéreos como marítimos y submarinos. En el buque insignia lo sabían, pero nadie, dice Rivera, manifestó temor. “En la gente nuestra no había ninguna duda. El espíritu era ir cuanto antes a la guerra y definir esta cuestión”, sostiene.
La gran ventaja de la flota argentina, explica, era el portaaviones “25 de Mayo”, que le daba supremacía aérea y hacía vulnerables a los buques chilenos.
La Escuadra chilena, agrega, tenía a su favor la cohesión alcanzada por las tripulaciones tras un año de intenso entrenamiento, la eficiencia de la aviación naval -informaba cada cuatro horas la posición de los buques argentinos- y el refugio natural que ofrecían los fondeaderos en los canales.
“Ellos sabían que estábamos en el sur, pero no sabían dónde (…) Los fondeaderos de guerra son lugares absolutamente camuflados donde es imposible ver los buques, ni siquiera sobrevolando”, asegura Rivera.
Así, las naves chilenas lograban disimular falencias como la escasez de pertrechos, debido al embargo de Estados Unidos, y el hecho que la iniciativa estaba en manos de los argentinos.
Con todo, admite el retirado oficial, “el ‘Prat’ habría sufrido daños importantes como consecuencia del ataque de los aviones del ’25 de Mayo’. Por eso nos colocamos en una disposición de combate en la que primero estaban los buques misileros, que en el fondo eran los que iban a decidir esta cuestión en el combate de superficie”.
Rivera recuerda como el momento más crítico el 20 de diciembre de 1978, cuando recibieron la orden de salir al paso de la flota argentina. El vicealmirante Raúl López Silva, comandante en jefe de la Escuadra, reunió a los capitanes de todos los buques y les advirtió: “Señores, vamos a definir esta situación de una vez por todas. Se acabaron los ejercicios. La próxima vez que toque un zafarrancho de combate significa que estamos enfrentados a los argentinos”.
Pocas horas después, cuando la Escuadra aún salía hacia el teatro de operaciones, sonó el citado zafarrancho. “Le prometo que nunca vi tanta rapidez para cubrir los puestos de combate”, recuerda Rivera. La alarma, eso sí, resultó falsa. El “contacto” del sonar resultó ser una sonda estadounidense que recolectaba datos atmosféricos.
Así fue que ambas fuerzas llegaron a estar a unas 10 horas de poder atacarse con sus misiles, lo que fue impedido por la mediación papal. Rivera asegura que la Divina Providencia también hizo lo suyo, desatando un temporal que dilató la “Operación Soberanía”, que debía comenzar tres días antes de la “Hora H” con la toma de unas pequeñas islas al sur del Beagle.
“Nunca había visto un tiempo tan malo, estaba pésimo. Estaba tan malo que no había posibilidad de operaciones aéreas ni anfibias. De no haber mediado las condiciones de tiempo, y si los argentinos hubiesen cumplido el plan ‘Soberanía’, esto no se habría podido parar”, concluye.
Autor:Iván Martinic
diario.elmercurio.cl/
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martes, 13 de agosto de 2024

Submarino: Clase A (UK)

Submarinos clase A (1902)

Naval Encyclopedia

Patrulla Sumergibles 1904-1906, servicio hasta 1918.



A-1 a A-13, 13 completados en total

Los sumergibles de clase A se derivaron directamente de los primeros barcos holandeses y verdaderamente fueron la primera clase en buen servicio, también activos en la Primera Guerra Mundial a diferencia de sus antepasados ​​que se usaban solo para entrenamiento. En total, Vickers, Barrow-in-Furness construyó trece entre 1902 y 1905. Eran una mejora con respecto a la "clase Holland", inspirada en la clase Plunger estadounidense fabricada por Electric Boat Co. Eran dos veces más grandes. más rápido, con un alcance mucho mayor y llevaba dos tubos lanzatorpedos con recargas. A pesar de ser del mismo astillero, fueron mejorados constantemente desde 1902 hasta 1905, hasta que los siguientes fueron de clase B.

Estos, junto con la Clase C, se consideraron como una "trilogía" relativamente exitosa que preparó el terreno para la excelente Clase E de la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, la clase A estuvo plagada de numerosos accidentes durante su historia operativa, muchos de ellos fatales para su tripulación, como el A1 hundido frente a Portsmouth en 1904 (colisión) y el A3 en 1912, luego el A7 perdido en 1914 después de sumergirse en el barro y el A13 cancelado por falta de confiabilidad del motor. . El resto quedó atrapado en la defensa del puerto entre Portsmouth, Devonport, Ardrossan, sobrevivió a la guerra y fue a entrenar en 1918.

Desarrollo

La “clase Holland” fue uno de los primeros -aún reacios- experimento con submarinos que no debía ser distanciado por otras armadas en este nuevo campo experimental. La RN de entonces, dirigida por el almirante “Jackie” Fisher en calidad de primer señor del mar, estaba preocupada por el entusiasmo de la joven escuela francesa por los torpederos y submarinos, multiplicando prototipos y liderando un vigoroso programa de competencia para adoptar nuevas clases de producción. Mientras tanto, al otro lado del “charco más grande”, el Atlántico, la USN aún no estaba involucrada en una locura por los acorazados y, fuera de su viejo letargo naval, estaba pensando también en desarrollos experimentales y tal vez en su adopción por parte de la Armada.

No faltaron inventores y pioneros del pasado como David Bushnell y Thomas Fulton, entre otros. Pero en la década de 1890, Simon Lake y el inmigrante irlandés John Holland estaban entre los más destacados. Este último creó su empresa en Groton, Connecticut, como Electric Boat, y el pequeño USS Holland (SS1) fue probado como cuarto prototipo (Holland VI 1897-1900) antes de ser encargado oficialmente para una serie de pruebas.

Este tipo, aparentemente prometedor, también fue adoptado para una producción bajo licencia en Gran Bretaña, seguido rápidamente por una serie de cinco barcos de prueba de 110 toneladas. Ya eran mucho más grandes que los barcos holandeses.
Todos se fabricaron en Vickers, Barrow, en gran secreto, y medían sólo 63 pies 10 pulgadas x 11 pies 9 pulgadas (19,46 mx 3,58 m), pero estaban equipados con un problemático motor de gasolina de 160 hp y un débil motor eléctrico de 8/7 nudos y una autonomía. de sólo 250 millas náuticas armado con un solo tubo lanzatorpedos de 14 pulgadas (360 mm) con recargas.
El "Holland 1" y su clase tenían sus limitaciones, pero impresionaron a la Armada lo suficiente como para encargar un primer diseño británico patentado por Vickers en 1902: el A1.

Diseño de la clase A.

Esta nueva clase contaba con un sistema de doble propulsión, propulsión eléctrica sumergida y motores de gasolina duales mejorados en superficie. El HMS A13 fue el primero en probar un motor diésel, pero sin éxito. Sin embargo, estaba claro que la emanación de gasolina en un ambiente tan confinado era un defecto potencialmente fatal. A diferencia de los cinco barcos Holland iniciales, la clase A brindó servicio activo durante dos décadas y fue considerada un logro para Vickers a pesar de que más tarde se reveló que era notoriamente propensa a sufrir accidentes. Retrospectivamente, parecerían un diseño completamente maduro que Vickers simplemente tenía que mejorar.

Casco y diseño general.


Planes de clase A

La clase A se mejoró en todas las direcciones manteniendo algunos rasgos de la clase Holanda anterior. Eran más grandes, con 190 toneladas en la superficie y 207 toneladas sumergidas frente a 110 toneladas largas (112 t) en la superficie, 123 toneladas largas (125 t) sumergidas, es decir, casi el doble, y eran más largas con 105 pies 0+1 ⁄ 2 pulgadas (32,02 m). ) en general (contra 19,46 m) más grande a 12 pies 8+3 ⁄ 4 pulgadas (3,88 m) (contra 3,58 m) con también un calado más profundo a 10 pies 8 pulgadas (3,25 m) cuando sale a la superficie, pero sigue teniendo la misma forma de aguja Casco con entradas muy largas y finas a proa y popa. Había una cubierta de sección triangular corta construida sobre el cilindro en aproximadamente el 80% de la longitud del casco, con una cubierta estrecha cerca de la pequeña torre de mando en el centro del barco.

La nariz del casco era redondeada y la cola en forma de cruz con aviones en las cuatro direcciones. En resumen, tenía forma de torpedo, con una pequeña torre de mando. Este último estaba igualmente bien perfilado para reducir la resistencia bajo el agua, pero luego se le instaló en la parte trasera una plataforma en la que 3 o 4 tripulantes podían pararse y ver un poco más lejos antes de observar los alrededores, además de un pequeño volante. No había doble casco ni mamparos. El Complemento estaba formado por 11 hombres entre un Teniente, XO y suboficiales, jefes de sección y sus ayudantes, uno para la maquinaria, otro para el armamento y los encargados del buceo y dirección. El A-7 tenía por primera vez hidroaviones experimentales en la torre de mando; El A-13 también innovó al ser el primer submarino diésel de la Royal Navy.

Planta de energía

La propulsión dependía de una nueva fuente en comparación con el motor de gasolina Vickers de 160 CV de Holanda. Vickers eligió el motor de gasolina Wolseley de 16 cilindros y 600 hp (450 kW), que se creía que aportaba un aumento sustancial en el rendimiento en superficie. Se complementó con un motor eléctrico Vickers de 150 CV (110 kW), el doble que el de los barcos holandeses.
Como resultado, la velocidad máxima se trasladó a 11+1 ⁄ 2 kn (21,3 km/h; 13,2 mph) en la superficie y 6 nudos (11 km/h; 6,9 mph) bajo el agua, por lo que es mejor que los 8 nudos de los barcos holandeses, pero Un nudo menos bajo el agua.
Al igual que la clase anterior, la Clase A experimenta muchos problemas con su motor.

Armamento

Era superior a los barcos Holland, en todos los aspectos, con dos tubos en lugar de uno y disparando torpedos mucho más grandes de 18 pulgadas (460 mm) en la proa, en lugar de un modelo de 12 pulgadas; Se los consideraba al menos mucho más potentes contra cualquier barco. También se transportaron cuatro torpedos en total; dos precargados en los tubos y dos de repuesto detrás.

⚙ especificaciones

Desplazamiento 190 toneladas emergieron, 207 toneladas sumergidas
Dimensiones Longitud 105 x 12 pies 8 pulgadas x 10 pies 8 pulgadas (32,02 x 3,88 x 3,25 m)
Propulsión 16 cilindros. Wolseley gasolina de 600 CV (450 kW), 150 CV (110 kW) EM
Velocidad 11+1 ⁄ 2 nudos (21,3 km / h; 13,2 mph) en la superficie, 6 nudos (11 km / h; 6,9 mph) bajo el agua
Rango 1.000 millas náuticas (1.900 km; 1.200 millas) a 8,7 nudos (16,1 km/h; 10,0 mph) emergieron
Armamento 2 tubos de torpedos de 460 mm (18 pulgadas) (proa, cuatro torpedos)
Profundidad de prueba 100 pies (30,5 m)
Multitud 11

Los “hacedores de viudas” originales


Esta clase de submarinos estuvo plagada de numerosos accidentes y fallas; Casi todos los barcos de la clase (A1, A3, A4, A5, A7 y A8) estuvieron involucrados en algún tipo de accidente a lo largo de su historial operativo. Muchos de ellos resultaron mortales para la tripulación y provocaron el desmantelamiento del submarino. El A1 se hundió frente a Portsmouth el 18 de marzo de 1904, en colisión con el transatlántico Berwick Castle, pero se levantó y se volvió a poner en servicio antes de ser finalmente hundido como objetivo de artillería naval en 1911, seguido en 1912 por el A3. La A7 se perdió en Whitsand Bay en 1914 después de sumergirse en el barro.


La subdivisión salió de Newford Haven en 1904
HMS A1 en septiembre de 1904

El A13 quedó paralizado en 1914 debido a la falta de fiabilidad del motor. El A-1 fue el primer submarino RN perdido en servicio activo y el A-7 fue como el suyo perdido durante un simulacro de ataque con torpedos. Siete barcos de clase A se hundieron durante su carrera, tres con sus tripulaciones completas pero todos también fueron rescatados, pero el A-7 y el A-1 incluso se hundieron por segunda vez, compartiendo esta dudosa y macabra distinción con HL Hunley allá por 1863, aunque el segundo tiempo que ella no estaba tripulada. Estos realmente fueron los "hacedores de viudas" originales.
El resto estuvo confinado durante la Primera Guerra Mundial para la defensa del puerto, A2 y A4, A5 y A6 en Portsmouth, A8 y A9 en Devonport, y A10, A11 y A12 en Ardrossan. Todos sobrevivieron a la guerra y fueron convertidos para entrenamiento en 1918 y vendidos en 1919-1920, excepto el A2, que naufragó mientras esperaba su eliminación y finalmente se vendió en 1925. Probablemente fue la peor clase de submarinos de la historia británica y, al mismo tiempo, fue una mejora real. . Las cosas fueron mejor para las siguientes clases B y C, hasta llegar a la excelente Clase E.

 

A1



El A1 fue el primero construido en Barrow-in-Furness, construido por Vickers, Sons & Maxim Ltd., colocado el 19 de febrero de 1902, botado el 9 de julio de 1902 y luego puesto en servicio el 27 de julio de 1903. Fue hundido el 18 de marzo. , 1904 después de ser embestido por el SS Berwick Castle de la Union-Castle Line mientras realizaba un simulacro de ataque con torpedos contra el HMS Juno, frente a la Isla de Wight. Se hundió con todas las manos. Sin embargo, fue levantado el 18 de abril de 1904 y reparado, sirvió unos años más y luego fue hundido (afortunadamente sin tripulación) durante un ejercicio de entrenamiento en agosto de 1911 en el Canal de la Mancha, a 9 millas al SE de Portsmouth. Estaba bajo piloto automático cuando sucedió y si se conocía su posición en ese momento, todos los esfuerzos para localizarla posteriormente fueron nulos. Fue redescubierta en 1989 por un pescador local en la bahía de Bracklesham, a unos 8,0 km de la ubicación estimada. Se sospechaba que fuertes corrientes la habían llevado hasta allí. Los buzos intentaron tomar fotografías a pesar de las aguas turbias. Sólo quedó parcialmente inundada al hundirse, y esa flotabilidad parcial fue la razón por la que las corrientes la arrastraron. Ahora es un objeto hundido protegido, pero no una tumba.

A2

El HMS A2 fue construido en Vickers, Sons & Maxim Ltd Barrow-in-Furness, botado el 15 de abril de 1903 y puesto en servicio el 21 de junio de 1904. Fue utilizado para el servicio portuario en Portsmouth durante la guerra. Se inundó después de encallar en el lago Bomb Ketch en enero de 1920. Levantado y vendido el 22 de octubre de 1925 a HJ Pounds, Portsmouth.

A3


El A3 también se construyó en Vickers (la última vez que se menciona), se botó el 9 de marzo de 1903 y se puso en servicio el 13 de julio de 1904. Se hundió el 2 de febrero de 1912, embestido por el HMS Hazard, icónicamente un barco depósito de submarinos, frente a la Isla de Wight. , cerca de East Princess Buoy. 14 cayeron con ella. Fue levantada pero no reparada y en su lugar hundida como objetivo el 17 de mayo de 1912 por el acorazado HMS St. Vincent en el Canal de la Mancha, 12 millas al este de Portland.

A4

El A4 fue botado el 9 de junio de 1903 y puesto en servicio el 17 de abril de 1904. Se hundió el 16 de octubre de 1905 frente a Portsmouth durante las pruebas de sonido, cuando el agua entraba a través de un ventilador abierto utilizado para emitir señales. Aún así, estaba a unos 90 pies debajo cuando el capitán logró volar los tanques de lastre de manera que pudiera volver a salir a la superficie. Sin embargo, si la tripulación escapó poco después, una explosión de la batería (gas cloro con agua de mar inundó las unidades) mientras estaba siendo remolcada de regreso a puerto hizo que se hundiera nuevamente, pero aparentemente se levantó nuevamente). Después de ser reparada, sirvió durante más años como barco del puerto y luego para entrenamiento en Portsmouth, y se vendió como chatarra el 16 de enero de 1920 a JH Lee, Bembridge en la Isla de Wight. Su capitán en 1905 era el teniente Martin Nasmith, que más tarde recibió la Cruz Victoria por su acción a bordo del HMS E11 en la campaña de los Dardanelos.

A5

El A5 fue botado el 3 de marzo de 1904 y puesto en servicio el 11 de febrero de 1905. El 16 de febrero de 1905 se produjo una explosión de gasolina mientras estaba amarrado en Queenstown, Irlanda, que se cobró la vida de seis tripulantes. Se hundió pero fue levantada, reparada y sirvió en Portsmouth durante la guerra, BU en su astillero en 1920.

A6

El A6 fue botado el 3 de marzo de 1904 y puesto en servicio el 23 de marzo de 1905. Nada notable, pero encalló en un banco de arena en el puerto de Sandown el 31 de julio de 1906, con pocos daños. Estuvo en servicio portuario y entrenando durante la guerra, y fue vendida para BU el 16 de enero de 1920 a JH Lee, Bembridge, Isla de Wight.

A7


El HMS A7 fue lanzado el 21 de enero de 1905 y puesto en servicio el 13 de abril de 1905. Se hundió en Whitsand Bay (Cornualles) el 16 de enero de 1914 con toda su tripulación durante un ataque con torpedo simulado contra el HMS Only y el Pygmy con su hermano el HMS A9. El testigo vio que intentó expulsar agua de su lastre, tratando de llegar a la superficie, pero falló. Se dejó una boya para un futuro intento de recuperación; Pygmy regresó a Plymouth para informar y regresó por la tarde, pero no pudo localizar la boya mientras el tiempo empeoraba. Cinco días después, fue reubicada bajo 37 m (121 pies), 6,1 m (20 pies) de su popa estaba enterrada en el barro, su proa solo 10 m (33 pies) arriba, a 30 °. Los intentos de levantarla fracasaron el mes siguiente, y la cuerda instalada se liberó cada vez porque aparentemente su popa estaba demasiado enterrada. En 2001 fue declarada “Sitio Controlado” y tumba, impidiendo inmersiones no autorizadas. Hubo una investigación arqueológica completa de sus restos en 2014 (para el centenario de su pérdida). El sitio en el Canal de la Mancha está a 9 millas al SO de Plymouth.

A8


El HMS A8 fue botado el 23 de enero de 1905 y puesto en servicio el 8 de mayo de 1905. Se hundió el 8 de junio de 1905 debido a un remache de proa suelto mientras realizaba ejercicios en Plymouth Sound, con 15 marineros caídos con ella, 4 supervivientes rescatados por el arrastrero. Gallo. Fue criada y reparada, puesta nuevamente en servicio y utilizada para entrenar con su hermana A9 en la Primera Flotilla de Submarinos, Devonport hasta principios de 1916. Mantenida en reserva, la tripulación se disolvió. Fue vendida a BU el 18 de octubre de 1920 a Phillips, Dartmouth, desguazada.

A9


El A9 se botó el 8 de marzo de 1905 y se puso en servicio el 8 de mayo de 1905. Nada que señalar. Al igual que el A8, estuvo en la Primera Flotilla de Submarinos, Devonport hasta principios de 1916. Colocado en reserva, vendido en enero de 1920 y desguazado.

A10

El A10 se botó el 8 de febrero de 1905 y se puso en servicio el 3 de junio de 1905. Chocó con el acorazado HMS Empress of India mientras estaba en Plymouth Sound, el 30 de abril de 1906. No se hundió, no hubo víctimas, pero fue reparado. Con base en Escocia durante la guerra. Se hundió el 17 de marzo de 1917 mientras estaba amarrado en el HMS Pactolus mientras se encontraba en Eglington Dock, Ardrossan (Escocia). No había nadie a bordo y, por tanto, no hubo víctimas. Fue criada pero nunca volvió al servicio tan avanzada la guerra. En cambio, fue puesta en reserva y vendida el 1 de abril de 1919 a Ardrossan Drydock Co. para ser desguazada.

A11

El A11 se botó el 8 de marzo de 1905 y se puso en servicio el 11 de julio de 1905. El 7 de septiembre de 1910 chocó con una barcaza al salir de Portsmouth. La barcaza se hundió pero sus dos tripulantes fueron rescatados, mientras que la proa del A11 fue reparada más tarde. En febrero de 1913, A11 tenía su base en Lamlash, Isla de Arran, costa oeste de Escocia. Fue vendido en mayo de 1920 y desguazado en Adrossan.

A12

El A12 se lanzó el 8 de marzo de 1905 y se puso en servicio el 23 de septiembre de 1905. Nada digno de mención. Fue vendida el 16 de enero de 1920 a JH Lee, Bembridge, Isla de Wight y desguazada.

A13


El A13 se botó el 18 de abril de 1905 y se puso en servicio el 22 de junio de 1908. Vendido en 1920 y desguazado.

Leer más/Src

Libros

Akermann, Paul (2002). Enciclopedia de submarinos británicos 1901-1955 (reimpresión de la edición de 1989). Publicación Periscopio.
Gardiner, Robert y Gray, Randal, eds. (1985). Todos los barcos de combate del mundo de Conway, 1906-1921. NIP
Harrison, AN (enero de 1979). “El desarrollo de los submarinos HM desde Holanda No. 1 (1901) hasta Porpoise (1930) (BR3043)”. Túmulo en la sucursal de Furness.
Kemp, Paul y Jung, Peter (1989). "Cinco barcos B averiados: operaciones de submarinos británicos en el norte del Adriático, 1915-1917".
Wilson, Michael (1981). "El submarino británico clase 'B'". Roberts, Juan (ed.). Volumen V del buque de guerra. Conway Maritime Press.

Enlaces

britsub.net Generic
rnsubs.co.uk/ Clase A
en.wikipedia.org/ Submarino británico clase A
commons.wikimedia.org Submarinos británicos clase A
http://www.maritimequest.com/warship_directory/great_britain/submarines/pages/class_overviews /a_class_1902.htm