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jueves, 12 de junio de 2025

Hidroavión: Grumman J2F Duck, el versátil pato americano

Grumman J2F Duck, leyenda y estrella de cine

Jo Ferris || Plane Historia

El Grumman J2F Duck es un biplano anfibio monomotor estadounidense. Fue utilizado por todas las ramas principales de las fuerzas armadas estadounidenses desde mediados de la década de 1930 hasta justo después de la Segunda Guerra Mundial, principalmente para misiones de servicio público y rescate aeronaval.

También fue utilizado por la Armada Argentina, que recibió su primer ejemplar en 1937. Después de la guerra, los J2F Ducks entraron en servicio con operadores civiles independientes, así como con las fuerzas armadas de Colombia y México.

En un contexto de crecientes tensiones globales y la evolución de las necesidades de la aviación naval, Grumman se centró en mejorar las capacidades del modelo JF, lo que dio origen al J2F. Esta nueva versión se diseñó para desempeñar diversas funciones, desde reconocimiento hasta operaciones de búsqueda y rescate, lo que subraya su versatilidad como avión multipropósito. En cuanto a la estética, el diseño priorizó la funcionalidad sobre la estética.

Diseño

Una característica distintiva del J2F Duck era su naturaleza anfibia, plasmada en su innovador diseño. La aeronave contaba con un gran flotador central que formaba parte integral del fuselaje, lo que le permitía operar sin problemas tanto en agua como en tierra.

Esta doble capacidad se mejoró aún más con la inclusión de un tren de aterrizaje retráctil, una característica que permitió al J2F Duck despegar y aterrizar en pistas convencionales, ampliando así su alcance operativo.


Primer vuelo: el J2F Duck voló por primera vez en 1936.

La construcción del J2F Duck reflejó los robustos principios de ingeniería que caracterizaban a Grumman. Se construyó principalmente con una estructura metálica, lo que garantizaba durabilidad y resiliencia, esenciales para las exigentes condiciones de las operaciones navales. Las alas y la cola estaban revestidas de tela, una práctica común en el diseño aeronáutico de la época, lo que proporcionaba un equilibrio entre resistencia y peso.

Bajo la cubierta, el J2F Duck estaba propulsado por un motor radial Pratt & Whitney R-1830 . Este motor fue elegido por su fiabilidad y rendimiento, ofreciendo la potencia necesaria para diversas misiones. La configuración radial del motor también facilitaba las operaciones en entornos marítimos, ofreciendo un mantenimiento más sencillo y robustez frente a elementos corrosivos.

En cuanto a su diseño aerodinámico, el J2F Duck conservó la configuración biplano, característica de los primeros diseños de aviación. Esta elección se debió a la necesidad de velocidades de vuelo más lentas durante misiones de reconocimiento y rescate, donde la estabilidad y el manejo a baja velocidad eran primordiales.

Servicio militar

El J2F Duck, que entró en servicio a fines de la década de 1930, se estableció rápidamente como un activo indispensable para la Armada y el Cuerpo de Marines de los EE. UU., gracias a sus capacidades anfibias únicas y su diseño robusto.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el J2F Duck asumió diversas funciones desafiantes. Su función principal, como avión de exploración y reconocimiento, le permitió sobrevolar vastas extensiones oceánicas, recopilar información crucial y proporcionar reconocimiento para las operaciones de la flota.

La capacidad del avión para aterrizar tanto en tierra como en agua lo hizo particularmente útil en el Teatro del Pacífico, donde predominaban las batallas navales y las campañas insulares. Su versatilidad le permitió operar tanto desde bases marítimas como desde pistas improvisadas o dañadas, una ventaja significativa en los frentes de guerra, que cambiaban rápidamente.


El Grumman J2F Duck, designación de compañía G-15, fue fabricado por Grumman Aircraft Engineering Corporation.

Una de las funciones más heroicas y vitales del J2F Duck fue la de las operaciones de búsqueda y rescate. Su diseño, en particular su robusto flotador y su fiable motor, lo hacían ideal para aterrizar en mares agitados e impredecibles para rescatar a pilotos y tripulantes derribados. Estas misiones se llevaron a cabo a menudo en condiciones hostiles, incluyendo fuego enemigo y condiciones meteorológicas adversas, lo que pone de manifiesto la valentía de las tripulaciones y la resiliencia de la aeronave.

Bases remotas

Además de estas funciones, el J2F Duck también sirvió como avión de comunicaciones y transporte, transportando mensajes, personal y carga ligera entre buques y bases remotas. Esta función fue crucial para mantener las líneas logísticas y la comunicación de mando a lo largo de las vastas distancias de los teatros de operaciones del Pacífico y el Atlántico.

A pesar de su menor velocidad y su diseño biplano más antiguo, que lo hacía vulnerable a aeronaves enemigas más avanzadas, la contribución del J2F Duck al esfuerzo bélico fue significativa. Su robusta construcción le permitió soportar un desgaste considerable, un atributo necesario para una aeronave que opera en entornos tan diversos y desafiantes.

El Duck también prestó servicio más allá del ejército estadounidense. Algunos fueron prestados o vendidos a otras naciones aliadas, donde cumplieron funciones similares. Este uso generalizado consolidó aún más la reputación del J2F Duck como un avión militar fiable y versátil.

Variantes del J2F Duck

El Grumman J2F Duck experimentó una serie de desarrollos y modificaciones a lo largo de su vida útil, lo que dio lugar a la creación de diversas variantes, cada una adaptada a requisitos y desafíos operativos específicos. Estas variantes no solo demuestran la adaptabilidad del diseño de la aeronave, sino también su papel evolutivo en respuesta a las cambiantes demandas de la aviación militar.

La variante inicial, el J2F-1, estableció el diseño fundamental, que luego se mejoró progresivamente en modelos posteriores.



Servicio en todas las ramas: el J2F Duck sirvió en cada rama principal de las fuerzas armadas de EE. UU., incluida la Marina, el Ejército y la Guardia Costera.

El J2F-2, por ejemplo, mejoró su armamento, haciéndolo más eficaz en combate ligero. Esta variante fue diseñada específicamente para el Cuerpo de Marines de los EE. UU. y estaba equipada con un motor más potente, lo que mejoró su rendimiento general.

Posteriormente, se introdujo la variante J2F-3, principalmente para la Armada de los EE. UU. Este modelo incorporaba modificaciones adaptadas a las operaciones navales, como una mayor capacidad de combustible para un mayor alcance, crucial para largas misiones de reconocimiento en vastas extensiones oceánicas.

El J2F-4 mejoró aún más estas características, ofreciendo aún mayor capacidad de combustible y alcance, ampliando así el alcance operativo de la aeronave. Esta variante ejemplificó el papel del Duck como avión utilitario de largo alcance, capaz de realizar diversas misiones a distancias considerables.


J2F Duck usó un Cyclone R-1820

Quizás la mejora más significativa llegó con el J2F-5, cuyo motor fue sometido a una importante renovación. La instalación de un motor Wright R-1820 Cyclone más potente supuso un aumento considerable del rendimiento, solucionando una de las principales limitaciones de los modelos anteriores: su relativamente modesta potencia.

La variante final y más prolífica fue el J2F-6. Esta versión representó la culminación del proceso evolutivo del Duck, con mejoras adicionales en potencia y diseño.

Fue construido bajo licencia por Columbia Aircraft Corp. y contaba con un motor aún más potente, características de vuelo mejoradas y mayor capacidad de carga útil. La mayor versatilidad y eficiencia del J2F-6 realzaron su papel como avión militar multipropósito, capaz de desempeñar diversas funciones operativas.


Uso después de la guerra: después de la Segunda Guerra Mundial, el avión fue utilizado por operadores civiles, así como por las fuerzas armadas de Colombia y México.

A lo largo de su producción, la serie J2F Duck experimentó mejoras continuas que ampliaron su utilidad y relevancia en un escenario bélico en rápida evolución. Cada variante respondía a desafíos operativos específicos, ya fuera la necesidad de mayor alcance, mayor potencia o mayor utilidad.

Esta adaptabilidad no solo prolongó la vida útil del Duck, sino que también demostró el compromiso de Grumman de satisfacer las diversas necesidades de la aviación militar con soluciones innovadoras. La evolución del J2F Duck, a través de sus diversas variantes, es un testimonio de la naturaleza dinámica de la tecnología militar y las exigencias siempre cambiantes de la guerra.

Hazañas en tiempos de guerra

Las hazañas y los desafíos del Grumman J2F Duck en tiempos de guerra durante la Segunda Guerra Mundial pintan una imagen vívida de su papel crucial en varios escenarios de combate y no combate, al tiempo que resaltan las dificultades enfrentadas durante estas operaciones de alto riesgo.

El servicio del J2F Duck en la guerra estuvo marcado por una serie de logros notables, subrayados por los desafíos inherentes a la operación de un avión de su diseño en medio de un conflicto global.

En el Teatro del Pacífico, las capacidades anfibias del Duck fueron invaluables. Se utilizó ampliamente en misiones de reconocimiento, sobrevolando vastas extensiones de océano para recopilar información sobre los movimientos y posiciones del enemigo.

Estas misiones estaban plagadas de peligros, ya que las aeronaves debían operar a menudo en estrecha proximidad a territorio enemigo, lo que las hacía vulnerables al fuego antiaéreo y a los cazas enemigos. A pesar de su robusta construcción, el J2F no estaba diseñado para el combate y carecía de la velocidad y maniobrabilidad de los cazas, lo que aumentaba los riesgos de estas misiones.



Característica distintiva: Una característica de diseño notable es su gran flotador central, que funciona también como fuselaje, lo que permite aterrizajes en el agua.

Una de las funciones más heroicas del J2F Duck fue en operaciones de búsqueda y rescate. Su capacidad para aterrizar en mares agitados y terrenos accidentados lo hacía ideal para rescatar a pilotos y tripulantes derribados.

Estas misiones no consistían solo en desafiar los elementos naturales; las tripulaciones a menudo debían aventurarse en aguas controladas por el enemigo, exponiéndose a un riesgo considerable. El éxito de estos rescates fue un testimonio tanto de la habilidad y la valentía de los pilotos y la tripulación, como de la fiabilidad y robustez del J2F Duck.

El papel vital del J2F Duck

El Pato también desempeñó un papel vital en la comunicación y el transporte. Se utilizaba para transportar personal, entregar mensajes urgentes y transportar suministros esenciales entre islas y barcos.

Este apoyo logístico fue esencial para mantener el flujo de operaciones en las vastas extensiones del Pacífico. La flexibilidad del J2F Duck, capaz de operar tanto desde tierra como desde el mar, lo convirtió en un activo clave en estas tareas logísticas.

Sin embargo, el avión se enfrentó a varios desafíos. Su diseño biplano, si bien ofrecía estabilidad y buen manejo a baja velocidad para amerizajes y despegues, lo hacía más lento y menos ágil en comparación con los diseños monoplanos más modernos. Esto lo convertía en un blanco fácil para los aviones enemigos y limitaba su eficacia en ciertas situaciones de combate.


Servicio en todas las ramas: el J2F Duck sirvió en cada rama principal de las fuerzas armadas de EE. UU., incluida la Marina, el Ejército y la Guardia Costera.

Además, el mantenimiento del J2F Duck en el terreno, particularmente en bases remotas y a menudo improvisadas, planteaba desafíos logísticos.

Mantener la aeronave operativa requería una atención constante a su integridad mecánica y estructural, una tarea difícil dadas las duras condiciones y los recursos limitados disponibles en zonas de guerra. A pesar de estos desafíos, las hazañas del Grumman J2F Duck en tiempos de guerra se caracterizaron por su resiliencia y versatilidad.

Su contribución al esfuerzo bélico, especialmente en el Pacífico, fue significativa. La capacidad del Duck para realizar una amplia gama de tareas en condiciones difíciles no solo demostró su valía como avión militar, sino que también puso de relieve el ingenio de su diseño y la destreza de quienes lo pilotaron y le dieron mantenimiento.


Posguerra

Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, el panorama de la aviación militar comenzó a cambiar, con la aparición de aeronaves más nuevas y avanzadas. Sin embargo, el J2F Duck mantuvo su papel, aunque con menor capacidad, demostrando su perdurable versatilidad y robustez.

Servicio de posguerra

En los años inmediatamente posteriores a la guerra, el J2F Duck pasó de sus funciones de guerra a funciones de paz. El ejército estadounidense, en particular la Armada y la Guardia Costera, continuó utilizando el Duck para diversas funciones de servicio público, como entrenamiento, patrullaje costero y misiones de búsqueda y rescate. Su naturaleza anfibia siguió siendo una ventaja significativa, permitiéndole operar en entornos donde pocas aeronaves podían hacerlo.

Algunos J2F Ducks llegaron a manos de agencias y organizaciones civiles. La Guardia Costera de EE. UU., por ejemplo, empleó el Duck en operaciones de búsqueda y rescate a lo largo de las costas, aprovechando su capacidad para realizar amerizajes y despegues. En estas funciones, el J2F Duck continuó salvando vidas, demostrando su valía mucho más allá del campo de batalla.

Transición al uso civil

A medida que los excedentes de aviones militares se hicieron disponibles en el mercado de posguerra, algunos J2F Ducks entraron en servicio civil. Se emplearon para diversos fines, como reconocimiento aéreo, transporte de carga e incluso en operaciones de extinción de incendios como bombarderos de agua. La adaptabilidad del J2F Duck a estas diversas funciones demostró la solidez de su diseño original.

Estrella de la pantalla grande

“El Grumman J2F Duck, un avión legendario con una rica historia en la aviación militar, encontró un lugar en la cultura popular a través de su papel destacado en la película de 1971 'Murphy's War'.


Murphy's War es una película de guerra de Eastmancolor de 1971, Panavision, protagonizada por Peter O'Toole y Siân Phillips.

Esta película, protagonizada por Peter O'Toole como Murphy, el personaje principal, se ambienta en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial y cuenta la historia de un único superviviente que busca venganza contra un submarino alemán que destruyó su barco. El Grumman J2F Duck desempeñó un papel central en esta narrativa, simbolizando no solo un elemento clave de la trama, sino también un recordatorio de la importancia histórica de la aeronave.

Contexto histórico y representación fílmica

En "La Guerra de Murphy", el J2F Duck se presenta como una reliquia de guerra, descubierto por Murphy en un paraje desolado de la selva venezolana. Este escenario, alejado de los escenarios típicos de la Segunda Guerra Mundial, ofrece un escenario único para mostrar las capacidades y el contexto histórico de la aeronave.

La película utiliza hábilmente los aviones para tender un puente entre las realidades de la guerra y la venganza personal de Murphy, combinando precisión histórica con una narración ficticia.


Apariencia cultural: El pato J2F apareció en la película de 1971 “Murphy's War”, protagonizada por Peter O'Toole.

La elección del J2F Duck para la película fue especialmente acertada, dado su papel real durante la Segunda Guerra Mundial. El avión se utilizó principalmente para misiones de reconocimiento, búsqueda y rescate, funciones que se alinean estrechamente con la misión de Murphy en la película. En la película, Murphy repara el avión y lo utiliza para explorar y, finalmente, enfrentarse al submarino alemán, una trama que evoca el uso real del J2F Duck en la guerra: explorar y atacar objetivos enemigos.

Simbolismo del J2F Duck

En "La Guerra de Murphy", el J2F Duck trasciende su papel de simple utilería y se convierte en un símbolo de resiliencia y determinación. Para Murphy, representa un medio para un fin: una herramienta para lograr su objetivo de venganza. El proceso de reparación del Duck sirve como metáfora de la propia travesía psicológica de Murphy, reconstruyendo su determinación junto con la restauración de la aeronave.

La representación del J2F Duck en la película también rinde homenaje a la tecnología aeronáutica de la época. El diseño de la aeronave, con su distintivo flotador central de gran tamaño y su estructura biplanar, se destaca en varias escenas, mostrando sus características únicas y el ingenio del diseño militar de principios del siglo XX. Esto no solo aporta autenticidad a la película, sino que también sirve como una mirada educativa al pasado para el público.

Legado del J2F Duck

«La Guerra de Murphy» contribuyó al legado cultural del J2F Duck, presentándolo a un público más amplio, más allá de los aficionados a la aviación y el ámbito militar. Para muchos espectadores, esta película representó su primer encuentro con la aeronave, despertando el interés por su historia y su papel en la Segunda Guerra Mundial.

Además, la representación del J2F Duck en la película se ha destacado por su precisión histórica, especialmente en cuanto a las capacidades y características de manejo de la aeronave. Esta atención al detalle ha sido apreciada por historiadores y aficionados a la aviación, consolidando aún más el estatus de la película como una representación significativa de la aviación en tiempos de guerra en la cultura popular.

domingo, 8 de junio de 2025

SGM: La rendición de los submarinos nazis en Mar del Plata

 

Submarinos nazis en Argentina: los U-Boots que se rindieron en Mar del Plata, los avistajes confirmados y los posibles desembarcos

El U-977 es el segundo submarino alemán que se rindió en la Base Naval de Mar del Plata; lo el 17 de agosto de 1945 | Revista siete Artes

Alemania contaba con poco más de 300 submarinos cuando terminó la II Guerra Mundial; algunos se dirigieron a Sudamérica donde entre julio y agosto de 1945 tuvieron una llamativa presencia


Germán Wille || LA NACION

Durante la Segunda Guerra Mundial, hubo un total de 1171 (mil ciento setenta y un) submarinos puestos al servicio de la Alemania Nazi. Cuando los alemanes capitularon, en mayo de 1945, estas temibles naves sumergibles conocidas como U-Boot superaban las 300 unidades. Muchas de ellas fueron hundidas por su propia tripulación cuando supieron que la derrota bélica era inevitable. Otras se rindieron en puertos aliados o neutrales.

Pero existen unos 50 submarinos cuyo paradero se desconoce hasta hoy. Este hecho creó una cadena de especulaciones acerca del destino de estos sumergibles. Así afloraron fuertes creencias de que algunas de esas naves pueden haber terminado en las costas del Mar Argentino. De paso también se cimentaron mitos acerca de que estos sumergibles podían también traer consigo algunos jerarcas nazis.


Días antes de la caída de Adolf Hitler, cuando la derrota alemana era inminente, se dio la orden desde los altos mandos de la marina de que los submarinos nazis debían evacuar su tripulación y luego hundirse para siempre |
Archivo

Pero más allá de las especulaciones y teorías, las pruebas fehacientes y registradas de la presencia en la Argentina de los “lobos grises” alemanes al fin de la Segunda Guerra son contadas y todas ellas fueron recopiladas por el escritor e investigador argentino Julio Mutti, especializado en la historia del nazismo, en su libro Los verdaderos últimos días de la Segunda Guerra Mundial; sumergibles alemanes en Argentina y Sudamérica.

Lo que efectivamente consta allí, basándose en las crónicas periodísticas de aquel tiempo y en los archivos de la Marina Argentina es la aparición de dos submarinos, el U-530 y el U-977, que vinieron a rendirse en al puerto de Mar del Plata en julio y agosto de 1945.

Por otra parte, existe también una serie de avistamientos de estas naves registrados por la armada argentina, e incluso hay un reporte de un posible desembarco nazi cerca de Necochea.


El libro de Julio B. Mutti, Los verdaderos últimos días de la segunda guerra mundial (Sumergibles alemanes en Argentina y Sudamérica)
| Julio B. Mutti

Se entrega el U-530

En la brumosa madrugada del 10 de julio de 1945 un suceso completamente inesperado sacudió la tranquilidad del puerto de Mar del Plata. Los pescadores que estaban en sus embarcaciones antes de la salida del sol divisaron una figura alargada, metálica de color marrón que emergía de las aguas. Para ellos no era extraño ver submarinos, pues hay una base de ellos en la ciudad, pero este era distinto: tenía un tamaño bastante mayor de los que solían ver, no presentaba inscripciones en su exterior y estaba cubierto de óxido.

De inmediato, los hombres de mar sospecharon que podría tratarse de un submarino alemán -se hablaba ya de avistamientos de estas naves e incluso de desembarcos clandestinos- y dieron aviso a la base militar del puerto. Dos lanchas de la Marina se acercaron a la nave intrusa mientras ingresaba a la base de submarinos y muy pronto, con la salida a superficie de la tripulación del sumergible, que resultó ser el U-530, quedó claro que los marinos alemanes venían a entregarse.


Marinos argentinos inspeccionan la cubierta del U-530
| Wikicommons

El “lobo gris” que emergió en Mar del Plata era del tipo IX C/40, contaba con 54 tripulantes y estaba bajo el mando del comandante Otto Wermuth, un joven oficial que aún no había cumplido los veinticinco años. De hecho, el resto de los marinos tenían su misma edad, o incluso menos. Solo un suboficial, Paul Hahn, tenía más de 40 años.

Mientras las autoridades militares discernían qué actitud tomar ante esta aparición poco esperada, los tripulantes del U-530 fueron alojados en las instalaciones preparadas para la colonia de vacaciones de los hijos de los suboficiales de la base. Allí fueron alimentados con platos típicos de la Argentina: puchero y asado.

En el libro de Mutti se cuenta que, según el testimonio de la base naval de Mar del Plata, Teniente Julio Mallea, muchos marinos se encontraban “algo afectados” por las condiciones de encierro y por no haber consumido por mucho tiempo alimentos frescos.


La tripulación del U-530 estaba conformada por jóevenes tripulantes | |
Fabio.com.ar

Hundir los sumergibles para siempre

La presencia de este submarino en las costas de la Argentina, así como el que se entregó después, tiene que ver con las decisiones tomadas por los U-Boots al final de la Segunda Guerra Mundial. Ante la inminente derrota alemana, el 30 de abril, la Kriegsmarine (Marina de Guerra alemana) dio la orden radiada a los comandantes de sus submarinos que se encontraban fuera de sus bases que debían evacuar la tripulación y luego hundir sus naves antes que entregarlas a los aliados.

Aunque el 4 de mayo el almirante Karl Doenitz, líder de la Kriegsmarine, dio la contraorden para interrumpir el autohundimiento de las naves, muchos comandantes creyeron que se trataba de un mensaje falso y enviaron definitivamente sus sumergibles al fondo del mar. Según un informe de LA NACION del año 1997, fueron 218 los lobos grises que acabaron de esa manera.

Pero hubo también otros comandantes de sumergibles que pensaron en otra opción. Serían aquellos que encararon para América del Sur, como el U-530 y el U-977. Según el libro de Mutti, las jóvenes tripulaciones de estas naves temían rendirse en Europa por temor a terminar cayendo en manos de los rusos, que los harían sufrir las peores humillaciones. Podían caer en un campo de prisioneros en Siberia o también se había corrido la versión en Alemania de que los soviéticos querían transformar Alemania en un desierto e incluso esterilizar a todos los hombres. Este plan se había conocido como Morgenthau.


La ficha del capitán Otto Wermuth, quien estaba al frente del submarino U-530 en su arribo a Mar del Plata
| Wikicommons

Ante ese panorama oscuro, la mejor opción para algunos comandantes de la Kriegsmarine era apuntar hacia la Argentina, un país que consideraban amigo y neutral (Wermuth no se había enterado que la Argentina le había declarado la guerra al Eje el 27 de marzo de 1945). Así llegó a Mar del Plata el U-530, que a finales de abril de 1945 se encontraba cerca de las costas de Nueva York.

El misterio del bote de goma

Así fue como esos U-Boots alemanes escaparon a las garras soviéticas pero no al alcance de los aliados. Por presión de distintos países extranjeros, la tripulación del U-530 fue trasladada hacia los Estados Unidos. Y lo mismo sucedió con la nave sumergible. Tras un paso por los astilleros Río Santiago, donde fue pintado y arreglado, el submarino viajó hacia el país del norte, donde fue utilizado para realizar ejercicios. Finalmente, el 28 de noviembre de 1947, la nave que había conducido Otto Wermuth fue hundida definitivamente a millas de la costa de Massachussets.

Este sumergible dejó tras de sí un hecho que sirvió para las más vastas especulaciones. Resulta que, cuando fue inspeccionado al llegar a Mar del Plata, los observadores notaron que le faltaba un bote salvavidas de goma. A su vez, unos días antes del arribo del sumergible a Mar del Plata, se había denunciado la aparición de uno de estos botes en las playas de Necochea.


El U-530 fue hundido en las costas de Massachussets en 1947 |
Wikicommons

Como sea, la aparición del bote salvavidas dio pie a imaginativas teorías. Si bien Mutti considera absolutamente imposible que en los sumergibles que pulularon por la costa Argentina hayan llegado altos mandos o jerarcas nazis (los más renombrados llegaron a Sudamérica en barcos comerciales y con identidades falsas), lo que sí puede demostrar ese bote es la posibilidad, lejana para el autor, de que algún otro submarino haya desembarcado a su tripulación en esas naves de goma, para luego hundir el sumergible para siempre.

Pero hasta ahora no hay pruebas fehacientes, corroboradas por las autoridades pertinentes, de que se haya encontrado ningún submarino nazi hundido en las costas argentinas.

Llega otro submarino a Mar del Plata

El 17 de agosto de 1945, la costa marplatense volvió a ser testigo de la llegada de otro sumergible de la Kriegsmarine. El U-977. Esta vez fueron pescadores italianos quienes desde sus embarcaciones descubrieron la presencia de esta nave. Eran las 6 de la mañana. Un comunicado oficial de las autoridades argentinas daba cuenta de que a las 9.20 el submarino se había entregado oficialmente y dos horas más tarde ingresaba, con escolta de la Armada Argentina, al puerto de Mar del Plata.

Un segundo comunicado daba un informe completo: “El submarino alemán, que se encuentra ya fondeado en el puerto de Mar del Plata, es el U-977, de 600 toneladas. Su tripulación se compone de treinta y dos hombres de los cuales cuatro son oficiales. Su comandante es el teniente de fragata Heinz Schäffer y se encuentra ya a bordo del (acorazado) Belgrano”.


El U-977 llegó a Mar del Plata con 32 tripulantes
Wikicommons

El comandante Schaffer también escapó de la posibilidad de caer junto a su tripulación en manos rusas. Así lo cuenta en su libro, El secreto del U-977, donde también cuenta que, en la noche del 10 de mayo, dejó 16 de sus tripulantes en una isla de Noruega, para luego partir en su travesía hacia el sur.

La parte más sacrificada de esta travesía, según lo que cuenta el comandante en su libro, fueron los 66 días que debió navegar sumergido para evitar ser avistados por los aviones aliados. Fueron días en los que los marinos comían pan en mal estado, y se movían entre la mugre y sus propios desechos, que no podían expulsar por los lanzatorpedos para no delatar su presencia. El U-Boot volvió a emerger a la superficie recién a la altura del Peñón de Gibraltar, antes de poner rumbo a Sudamérica.

Mutti cuenta que la tripulación del U-977 se había enterado por radio de que los marinos del U-530 habían sido enviados a los Estados Unidos tras entregarse en Mar del Plata. Así y todo, y en contra de lo que parte de su tripulación quería, Shaffer decidió entregarse también él con su gente, por el temor que tenía a desembarcar clandestinamente en un lugar por completo desconocido.


El comandante del U-977 escribió un libro sobre su última travesía en ese lobo gris alemán
- El Cazador

Avistamientos en San Clemente

El 22 de mayo de 1945, cuando faltaba un mes y medio para la rendición del U-530 en Mar del Plata, el vicealmirante Héctor Vernengo Díaz, Jefe del Estado Mayor de la Armada Argentina, detallaba a través de un memorando oficial reservado que, según informaba el Ministerio de Asuntos Exteriores, se había constatado la presencia de submarinos alemanes en el Atlántico Sur. El memo añadía que la intención de estos sumergibles era llegar hasta aguas japonesas, por lo que el Jefe del Estado Mayor proponía que una escuadra marítima vigilara la costa del Atlántico. Además, junto con la armada chilena, se controlaría el paso por el Estrecho de Magallanes.

Este mensaje, mencionado en el libro de Mutti, es una de las pruebas oficiales de la presencia de submarinos nazis en el litoral marítimo argentino luego de la Segunda Guerra Mundial. Pero a ese memorando se le sumarían, especialmente entre julio y agosto de 1945, una serie de avistamientos que también confirmarán que los lobos grises estuvieron por esta zona del mundo.


El avistamiento de un posible submarino nazi en San Clemente llegó a la portada de los diarios, como en este caso, Crítica
Gza. Julio Mutti

Los avistamientos registrados ocurrieron entre la llegada al puerto marplatense del primero y el segundo U-Boot. El primero de ellos ocurrió a la altura de San Clemente del Tuyú el 17 de julio de 1945, donde varios vecinos aseguraban haber visto, a unos 3000 metros de la costa, una torreta de submarino. Primero se acercó al lugar la policía bonaerense, pero días más tarde se montó un operativo que incluyó seis barcos y hasta aviones de la Armada Argentina. Si bien el resultado de la búsqueda resultó infructuoso, la cantidad de naves movilizadas demuestra que era un tema que tenía en vilo la Marina Argentina.

Un sumergible perseguido y atacado

Cuando el Estado nacional desclasificó documentos de la Marina con fecha en julio de 1945, pudo saberse que el 18 de julio de ese año, a 900 kilómetros al sur de San Clemente, el destructor ARA Mendoza de la Marina Argentina identificó la presencia de un sumergible. Lo hizo por observar su periscopio (“especie de caño sobresalía del agua color gris claro”, dice la bitácora de la nave argentina), como por detectar los sonidos submarinos en sus hidrófonos.

El lugar del avistamiento era San Antonio Este, al norte del Golfo San Matías. La hora, las 17.30. La bitácora del destructor señalaba que, ante la presencia de aquel sumergible, “se tocó alarma antisubmarina, máxima velocidad y se puso proa al lugar indicado, donde comenzó a largarse cargas de profundidad”. Allí se informaba también que se patrulló la zona por una hora 40 minutos y luego se recorrió “la costa norte abordable del golfo”.


El destructor ARA Mendoza detectó un submarino y le lanzó bombas de profundidad en julio de 1945 en el Golfo San Matías
. Wikicommons

En este único caso, el avistamiento del submarino fue acompañado, como consta en la bitácora, de un ataque desde el destructor argentino. Pero no existió ninguna prueba de que el submarino haya sido alcanzado por los proyectiles.

En Copetonas, una localidad ubicada 100 kilómetros al sur de Necochea, también se realizó un avistamiento que llegó a las autoridades. José Alfaro, dueño de una pequeña compañía pesquera, denunció el 23 de julio, ante el subprefecto Demetrio Vergara que había divisado la torreta gris de un submarino a unos 4000 metros de la costa.

En su informe a los jefes de la Marina, Vergara escribió: “Al parecer el avistamiento es cierto, ya que tres tripulantes de un lancha de pesca `Alfaro II´ declararon, ante el subprefecto e inspector, haber avistado el sumergible. Las versiones coinciden en todos los detalles, incluidos la hora, la distancia de la costa y el rumbo del sumergible.”

¿Pruebas de un desembarco?

Un último incidente que consta en el libro de Mutti relata lo que podría ser el único caso que registra lo que podría ser un desembarco de un submarino nazi. Ocurrió en la noche del 27 al 28 de julio en inmediaciones de un paraje a pocos kilómetros al sur de Necochea llamado Punta Negra. El reporte de este caso está documentado en un memorandum que Prefectura General Marítima elevó al Ministerio de la Marina.

Todo comenzó cuando el destacamento policial de Punta Negra recibió la denuncia de que una nave hacía señales luminosas cerca de la costa, las cuales eran respondidas por alguien desde tierra. Luego de una intensa búsqueda, la policía encontró a una persona de nacionalidad alemana, que sería el que emitía las luces, y que no tardó en confesar que frente a la playa había un sumergible de Alemania intentando desembarcar y enviando señales en Código Morse.

El hombre fue detenido y a la mañana siguiente, cuatro agentes policiales exploraron la playa y hallaron, 15 minutos al norte de la detención del alemán, lo que describe el informe: “Huellas que iban y venían, desde la costa hasta la entrada arbolada de una estancia. Había también huellas de lanchas o botes de goma que había sido arrastrados y las marcas inequívocas de cajas o cajones muy pesados que habían sido llevados hasta un lugar donde había huellas de ruedas de camión”.

Pero lo mejor del relato está por venir. Cuando los policías se dirigieron a la mencionada estancia “se encontraron con cuatro hombres que hablaban alemán, con ametralladoras en la mano, que les impidieron seguir y los echaron violentamente”.


El U-530 (claro) y el U-977 en Río de Janeiro, en su viaje para los Estados Unidos
Ig @julio.b.mutti

“Levantar patrullado”

El memorandum termina diciendo que los agentes debieron retirarse al no tener orden de allanamiento, y cuando reportaron el asunto a la Jefatura Provincial de Policía de La Plata, desde allí recibieron la orden de “dejar sin efecto la búsqueda de alemanes, retirándose de inmediato de la estancia”.

La incomprensible orden emanada de la policía provincial se encuadra con la que había dado unos días antes, el 21 de julio, el Jefe del Estado Mayor General de la Armada, Héctor Vernengo Lima, cuando, a través de un comunicado había ordenado a sus subalternos que dejen de buscar naves alemanas en las aguas argentinas.

“Comandante en jefe de Escumar y Escurio: Levantar patrullado de la costa”, decía el escueto comunicado, emitido incluso un mes antes de la rendición en Mar del Plata del U-977. Pero el por qué de esa decisión de la oficialidad argentina entra en el terreno de las especulaciones geopolíticas que exceden esta nota.


martes, 27 de mayo de 2025

Acorazado: clase Revenge (UK) (2/2)

Acorazado clase Revenge

Naval Encyclopedia

Parte 1 || Parte 2





La clase Revenge en acción

HMS Revenge 1916-1948

El HMS Revenge, botado en 1915 por los astilleros Vickers en Barrow-in-Furness, entró en servicio en la Gran Flota el 1 de febrero de 1916. Se le apresuró a entrar en servicio sin que se completara por completo, y esta fase se prolongó hasta el 24 de marzo, con sus pruebas en el mar y su entrenamiento al mismo tiempo. Fue asignado a la 6.ª División, 1.º Escuadrón de Batalla, Gran Flota, con el HMS Marlborough como buque insignia de la división/escuadrón y también el HMS Hercules y el Agincourt. Tuvo poco tiempo para entrenar dentro y fuera de Scapa Flow antes de su primera y más seria prueba en su carrera: la Batalla de Jutlandia.


HMS Hercules & Revenge en Jutlandia

Ese día, el HMS Revenge y su 6.ª División se encontraban en la retaguardia de la línea británica que avanzaba en apoyo de los cruceros de batalla de Beatty. Navegando hacia el este a toda velocidad, finalmente se encontraron con los alemanes que venían del sur frente a la costa danesa. A las 18:15, la Gran Flota encabezada por Jellicoe se desplegó para la acción, lo que provocó cierta congestión con las divisiones de retaguardia. El HMS Revenge tuvo que reducir la velocidad a 8 nudos para evitar la colisión, al mismo tiempo que la flota alemana entraba en alcance. A las 18:17 se iniciaron los duelos. Los británicos estaban acosados ​​por la mala visibilidad y el Revenge tuvo que esperar hasta las 18:22 para encontrar un objetivo a pesar del mal tiempo, y tal vez se enfrentó al SMS Wiesbaden o a la línea de batalla alemana, disparando de forma intermitente durante 17 minutos, sin acertar ni un tiro.

A las 19:09, el HMS Revenge giró bruscamente y evitó un torpedo, probablemente del V48. Más tarde se enfrentó al crucero de batalla SMS Derfflinger, su primera salva a unos 11.000 yardas (10.000 m), pasando de largo. Después de reiniciar, se enfrentó al Derfflinger con una segunda salva, luego encontró su alcance y logró 5 impactos consecutivos. Luego se enfrentó al SMS Von der Tann, el siguiente en la fila, dejando el Derfflinger a otros acorazados. Al parecer, inutilizó las torretas de popa de este último con dos disparos, el resto causó pocos daños. El Von der Tann fue alcanzado a su vez cerca de su torre de mando de popa, pero con daños menores e incluso disparó un torpedo a larga distancia, que no encontró objetivo.

El HMS Revenge se alejó a las 19:35 al detectar torpedos de un TB no identificado, y con el resto de la línea giró de nuevo a las 19:42 cuando llegó un informe falso de un submarino. El Revenge a popa no avistó ningún otro objetivo y tuvo que esperar al HMS Marlborough, alcanzado por un torpedo y que redujo su velocidad, junto con otros barcos de la 6.ª división. A la 01:56 del 1 de junio, el vicealmirante Cecil Burney, a bordo del Marlborough, informó al HMS Revenge que sería transferido a él, para permitir que el Marlborough regresara a casa. Para ello, se transfirió a bordo del HMS Fearless y izó su marca en el Revenge alrededor de las 03:00.

La noche terminó alrededor de las 8:00 en medio de una visibilidad aún muy pobre y a las 10:00, la 6.ª División se encontraba a 45 millas náuticas al norte de la Gran Flota. Se reincorporaron a la flota a las 19:25, solo para regresar a Scapa Flow. Cuando se hicieron los recuentos, el Revenge había disparado 102 proyectiles de la batería principal, todos AP, y 87 proyectiles de cañones secundarios. No fue alcanzado y no tuvo bajas.

Su participación en la acción del 19 de agosto de 1916 fue su último compromiso, después de que dos cruceros ligeros fueran hundidos por submarinos. El almirante John Jellicoe consideró que este último representaba un gran riesgo para otra sociedad. Simplemente esperó a que la Flota de Alta Mar saliera de nuevo para atacar a los barcos del bloqueo. Pero este último permaneció en puerto, y solo realizó algunos entrenamientos en el mar Báltico durante el año 1917. El mismo año, los convoyes regulares a Noruega fueron escoltados por fuerzas ligeras y atacados dos veces, por lo que el almirante David Beatty envió a la Gran Flota para escoltar los convoyes. Pero el Revenge no entró en acción y estuvo presente para escoltar a la flota alemana que se rendía hasta su internamiento en Scapa Flow. Para entonces, su división estaba comandada por el vicealmirante Sydney Fremantle, y era el buque insignia. Después del gran hundimiento del 21 de junio de 1919, Fremantle ordenó al comandante alemán, el contralmirante Ludwig von Reuter, que subiera a bordo. Fue acusado de violar los términos del armisticio y se convirtió en prisionero de guerra como la mayoría de las tripulaciones.

En el período de entreguerras, el HMS Revenge operó con sus buques gemelos en una sola división y siempre como buque insignia. Las salidas de entrenamiento se alternaron con períodos de reacondicionamiento o modernización sin que se produjeran acontecimientos destacables. En abril de 1919 operó con la Flota del Atlántico, 1.ª División de Escuadrones. Luego, la Flota del Mediterráneo (salvaguardó los intereses británicos en Turquía y el Mar Negro durante la Guerra Greco-Turca y la Guerra Civil Rusa). En julio de 1920, fue visitada por el Rey Alejandro de Grecia en Panderma, para una revisión de la flota con la flota griega. Vio los desembarcos griegos en Sultanköy y Eregli. En agosto de 1920 regresó a la Flota del Atlántico y los escuadrones de batalla 1 y 2 se fusionaron (mayo de 1921), el Revenge ahora era el buque insignia de la 1.ª División con sus barcos gemelos, los cinco de la clase Queen Elizabeth que formaban la 2.ª División. Regresó a la Flota del Mediterráneo (septiembre de 1922 hasta 1924) y el 1 de noviembre de 1924, regresó a la Flota del Atlántico mientras la 2.ª división (clase Queen Elizabeth) los reemplazaba en la Flota del Mediterráneo. Se convirtieron nuevamente en el 1.er Escuadrón de Batalla, regresaron a la Flota del Mediterráneo en 1927. Hasta enero de 1929, el HMS Revenge Estuvo en reacondicionamiento, seguido por otro en mayo-diciembre de 1931.

A principios de 1935, el Revenge y su 1.º BS regresaron a la Flota del Atlántico y participaron en julio en la revista de la flota en Spithead (el jubileo de plata del rey Jorge V). Hasta marzo de 1937, se sometió a otra modernización y estuvo presente después en la revista de la coronación de Jorge VI el 20 de mayo de 1937. Su última remodelación antes de la guerra comenzó a principios de 1939 hasta agosto. El 9 de agosto participó en su última revista de la flota en tiempos de paz para el rey, en Portland. La guerra comenzó para el Revenge, su segundo barco.

El 3 de septiembre de 1939 fue enviado a la Flota del Canal, Portland. Para engañar a la inteligencia alemana, el buque mercante SS Pakeha fue camuflado como el HMS Revenge y el 1 de octubre, el acorazado fue preparado para escoltar convoyes en el Atlántico Sur, amenazado por el acorazado de bolsillo alemán KMS Admiral Graf Spee . Sin embargo, el 5 de octubre de 1939 fue asignado a la Fuerza de Escolta del Atlántico Norte que operaba hacia y desde Halifax en Nueva Escocia. Con el HMS Resolution fue cargado con lingotes de oro para Canadá, necesarios para la Junta de Compras Anglo-Francesa establecida en Nueva York al comienzo de las adquisiciones de préstamo y arriendo. En total, esto representó 148 cajas de lingotes de oro (£ 2 millones, básicamente menos que su precio) cargadas equitativamente entre cada acorazado en Portland, para zarpar el 7 de octubre y llegar a Halifax el 15. Las escoltas de convoyes de ida y vuelta continuaron sin incidentes. El Revenge volvió a transportar oro, esta vez por 10 millones de libras y partió de Plymouth el 28 de enero de 1940. El 7 de febrero, chocó con un pequeño petrolero británico cuando se estaba formando un convoy frente a Halifax. Fue reparado en Halifax.

El 12 de mayo de 1940, embistió por accidente al HMCS Ypres, un pequeño arrastrero antisubmarino que actuaba como buque de defensa antiaérea en Halifax. Esto desencadenó una broma recurrente cada vez que regresaba a Halifax con otras tripulaciones de buques de escolta. El 30 de mayo se llevó a cabo la Operación Fish, esta vez llevando todas las reservas de oro del Reino Unido a Canadá, ya que se temía una invasión. Dejó el Clyde con 40 millones de libras a bordo y navegó hacia Halifax. El 3 de julio de 1940 envió grupos de abordaje a Plymouth para tomar el control del acorazado francés refugiado Paris y del submarino Surcouf ( Operación Catapulta ). Tenía un marinero, el marinero líder Albert Webb, muerto a tiros por un oficial francés, y a su vez muerto por un oficial británico. Luego reanudó sus viajes de oro a Canadá, con 47 millones de libras y el 11 de agosto con 14,5 millones de libras.

El 15 de septiembre de 1940, el HMS Revenge tenía su base en Plymouth para el Comando de Aproximaciones Occidentales (fuerza de contrainvasión). Sin embargo, la Operación León Marino nunca se llevó a cabo a medida que pasaban las semanas, después de que terminara la batalla de Gran Bretaña. Fue el único buque capital británico desplegado con la flota del Canal de la Mancha. El 11 de octubre, el HMS Revenge llevó a cabo la Operación Medio bombardeando los buques de transporte y barcazas de invasión ubicados en Cherburgo, escoltado por seis destructores y cañoneras a motor. También había una fuerza de cobertura de tres cruceros y seis destructores que impedían la interceptación por E-Boats o torpederos. Esto se llevó a cabo de noche, simultáneamente con un ataque aéreo de la RAF, lanzando bengalas para iluminar los objetivos. El bombardeo duró 18 minutos, el Revenge aterrizó 120 proyectiles de cañón principal en el puerto, sus escoltas dispararon sus cañones de 4,7 pulgadas. La artillería costera respondió pero no logró acertar ningún impacto y la fuerza navegó de regreso a casa a 21,5 nudos. El 13 de noviembre de 1940, el Revenge regresó a sus funciones de convoy en el Atlántico Norte hasta 1941.

En octubre de 1941, fue transferida al 3er Escuadrón de Batalla con base en Colombo, Ceilán, junto con sus hermanas. El escuadrón se adjuntó a la Fuerza F y, a partir del 7 de diciembre, comenzó una serie de misiones de escolta y patrullas en el Océano Índico, protegiendo a la India. En marzo de 1942, se creó la Flota del Este (almirante James Somerville) y se preparó para enfrentarse al vicealmirante Chūichi Nagumo y su Kido Butai, muy superior. Sin embargo, se decidió prescindir de ellos y reemplazarlos por el acorazado modernizado Warspite y dos portaaviones de flota, por lo que el Revenge y sus hermanas, además del HMS Hermes, regresaron para escoltar convoyes desde el Océano Índico hasta Alejandría o Sudáfrica.



El HMS Revenge en Greenock, de regreso de su incursión en el Océano Índico en septiembre de 1943. Observe el paso de popa.

A finales de marzo de 1942, los descifradores de códigos de la Far East Combined Bureau informaron a Somerville de una incursión japonesa planeada en el océano Índico, con destino a Colombo y Trincomalee. La flota se dividió en dos grupos, la Fuerza A (dos acorazados, el Warspite y cuatro cruceros) y la Fuerza B con el Revenge y sus hermanas y el HMS Hermes. Planeó emboscar a la flota de Nagumo en una acción nocturna, pero después de tres días de búsqueda sin éxito, hizo que la Fuerza B regresara al atolón de Addu para reabastecerse de combustible, recibiendo un informe de que la flota japonesa se estaba acercando a Colombo. El 5 de abril, el puerto y las bases fueron bombardeados y atacados, seguidos por Trincomalee el 9 de abril. Somerville retiró el Revenge y sus hermanas a Mombasa, África Oriental, para continuar con sus tareas de escolta entre Oriente Medio y el Golfo Pérsico. Los cuatro acorazados permanecieron en Mombasa como base en 1943 y más tarde desde Kilindini. El Revenge fue reacondicionado en Durban hasta noviembre de 1942 y en febrero de 1943, con el HMS Resolution lideró la Operación Pamphlet , un convoy con la 9.ª División australiana desde Egipto de regreso a Australia.

A mediados de 1943, una comisión de inspección subió a bordo para realizar una revisión detallada de los cuatro barcos. Pronto establecieron que, sin una modernización adecuada, los barcos no solo se consideraban obsoletos sino también desgastados. El almirantazgo los llamó a aguas nacionales para colocarlos en reserva, liberando tripulaciones para barcos más modernos. Regresaron al Clyde el 31 de septiembre de 1943, reducidos a estado de reserva hasta septiembre de 1945. Su sistema eléctrico necesitaba una revisión a fondo, limpieza y fortalecimiento del casco. Sin embargo, el Revenge tuvo el privilegio de navegar nuevamente para llevar al Primer Ministro Winston Churchill a la Conferencia de Teherán en noviembre y diciembre de 1943. En enero de 1944, el Revenge estaba en Portsmouth hasta el 17 de diciembre, convertido en un barco de entrenamiento para el personal de la sala de calderas. Sin embargo, en mayo de 1944, se le retiró su armamento principal, como pares para Ramillies y Warspite y monitores utilizados más tarde en Normandía. En marzo de 1948, sufrió una avería y fue vendida en julio, cuando Thos W Ward la compró en Inverkeithing (5 de septiembre de 1948) para que la dejara en servicio. Se conservaron algunos objetos en varios lugares.

HMS Resolution (1916-1948)

El HMS Resolution fue construido por Palmers Shipbuilding and Iron Company en Jarrow, puesto en grada el 29 de noviembre de 1913, botado el 14 de enero de 1915 y puesto en servicio el 7 de diciembre de 1916, por lo que no llegó a Jutlandia. El 30 de diciembre de 1916 se unió a la Gran Flota en Rosyth, 1.º Escuadrón de Batalla. Jellicoe detuvo las salidas, temiendo a los submarinos, y prefirió esperar una posible salida de la Hochseeflotte, pero nunca ocurrió y en 1917, aparte de un posible convoy de cobertura distante a Noruega escoltado por fuerzas ligeras y rápidas incursiones alemanas, no ocurrió nada realmente hasta que David Beatty decidió volver a emplear sus escuadrones de batalla como escoltas. El 23 de abril se produjo un ataque en el que los alemanes casi perdieron su crucero de batalla SMS Moltke. El HMS Resolution y el resto de la Gran Flota realizaron un barrido el 24 de abril con la esperanza de caer sobre este último, pero fue demasiado tarde. El 21 de noviembre de 1918, el Resolution siguió a la flota alemana hasta su internamiento en Scapa Flow.



El HMS Resolution en Malta (Flickr)

Durante los años de entreguerras, el Resolution estuvo asignado a la misma división, alternando con la división Queen Elisabth entre la flota del Mediterráneo y la del Atlántico. En 1919, esta fue la Flota del Atlántico, luego la Flota del Mediterráneo (acciones en el Mar Negro contra los bolcheviques y la guerra greco-turca). El Resolution estuvo destinado en Prinkipo, Batumi, Constantinopla y Chanak con el Royal Oak y el crucero ligero Ceres. En el verano de 1920, habían vuelto a la Flota del Atlántico. Esta fue la Flota del Mediterráneo en 1922 (crisis en Esmirna), patrullas marítimas de los Dardanelos y Mármara, haciendo escala en Mitilene y Esmirna con el HMS Emperor of India en 1923. Flota del Atlántico en 1924. Durante un ejercicio en el Canal de la Mancha, el HMS Resolution embistió y hundió por accidente al HMS L24 cuando estaba saliendo a la superficie. Se perdió con toda la tripulación, pero el Resolution apenas se dio cuenta y solo se dedujo después de que se inspeccionó su proa. Esta fue también la ocasión de un reacondicionamiento y fue reasignada al 1er Escuadrón de Batalla. A esto le siguió otro reacondicionamiento en 1926-1927. Después pasó a la Flota del Mediterráneo. En 1935, regresó al Atlántico y a la recién bautizada "Flota Nacional". Participó en el desfile del Jubileo de Plata del Rey Jorge V, y después en otro en 1936, como en la Revista de la Coronación en mayo de 1937. Hasta agosto de 1939, fue enviada a Invergordon, con dos de sus hermanas y Rodney, Repulse. Se unieron a Nelson (Almirante Charles Forbes) como punto de apoyo de la Flota Nacional, preparándose para la guerra.

HMS Resolution en el segundo plano, revista naval de Spithead, 1937. Nótese su librea gris oscuro.

En septiembre de 1939, el Resolution fue asignado a la Channel Force en Portland. Más tarde se uniría a la búsqueda del Admiral Graf Spee en el Comando del Atlántico Sur, pero esto se canceló y en su lugar se unió a la Fuerza de Escolta del Atlántico Norte con el HMS Revenge, transportando oro a Canadá y escoltando buques de transporte de tropas desde Canadá. Al igual que el Revenge, recibió un "doppelganger" para confundir a la inteligencia alemana, el buque mercante transformado SS Waimana hasta febrero de 1942.

Campaña de Noruega

En abril de 1940, el HMS Resolution regresó a la Home Fleet para la campaña en Noruega. Reemplazó al acorazado Warspite frente a Narvik el 26 de abril. Con el HMS Aurora bombardeó posiciones alemanas alrededor de Beisfjord en mayo, apoyó el desembarco en Bjerkvik (Batallas de Narvik) con dos cruceros y cinco destructores y transportó cinco tanques y otros vehículos, izados en la oscuridad. Mientras los alemanes llevaban a cabo un vigoroso contraataque, el HMS Resolution realizó un bombardeo sigiloso. Finalmente, las tropas aseguraron Narvik e indicaron a la flota que podían partir. A fines de mayo, fue atacado por bombarderos Junkers Ju 88 y fue alcanzado por una sola bomba de 1000 libras (450 kg). Dos hombres murieron y 27 resultaron heridos, pero el daño no fue capital. El HMS Aurora regresó a Scapa Flow y fue reparado (y se salvó de más ataques aéreos).

Operación Catapulta

El 4 de junio de 1940, el HMS Resolution zarpó hacia Gibraltar para unirse a la Fuerza H con Hood y Valiant y participar en la Operación Catapulta , la neutralización de la flota francesa en Mers-el-Kebir, el 3 de julio de 1940. Participó en el hundimiento del acorazado Bretagne, dañó gravemente a Provence y Dunkerque, pero no logró alcanzar a Strasbourg, que atravesó y huyó. El siguiente objetivo de la Fuerza H fue el impresionante acorazado Richelieu, que anteriormente se había refugiado en Dakar. El ataque debía comenzar el 6 de julio, pero Somerville llamó al Resolution a Mers-el-Kebir para asegurarse de que Dunkerque fuera destruido, después de ser perseguido por Hood, Valiant y Ark Royal. A continuación, el 8 de julio, el Resolution desvió la atención de la Regia Marina permitiendo el paso del convoy de Malta: simuló una incursión hacia Cerdeña mientras Ark Royal atacaba Cagliari, que se llamó Operación Hurry a fines de julio y agosto. El Resolution y el Ark Royal dejaron la Fuerza H para participar en el asalto a Dakar, con el Barham, tres cruceros y diez destructores. Esta se denominó Fuerza M y quedó bajo el mando de Cunningham.

Batalla de Dakar (Operación Amenaza)

En la mañana del 23 de septiembre, la Fuerza M estaba frente a Dakar, enviando un barco para comunicarle al comandante francés y darle un ultimátum. Los franceses se negaron de nuevo y, al saber lo que había sucedido en Mers El Kebir, abrieron fuego de inmediato. Alrededor de 30 minutos después, se produjo un duelo de artillería, en el que Resolution y Barham dispararon 100 rondas principales entre ellos, empañado por la mala visibilidad. Lograron un solo impacto en un carguero. Cunningham interrumpió el ataque después de que sus barcos recibieran graves impactos (de baterías costeras) y al día siguiente, dirigió un ataque aéreo desde Ark Royal. Richelieu no sufrió daños graves. El destructor HMS Fortune fue derribado más tarde por un crucero francés, que fue repelido por una descarga del Resolution. La flota se movió entonces para silenciar las fortificaciones costeras y atacar el puerto, logrando un impacto en Richelieu. Sin embargo, el mecanismo de dirección de fuego del Resolution se averió y perdió precisión. Hubo otra retirada, seguida de otro ataque por la tarde: el Resolution silenció una batería costera, el Barham se concentró en Richelieu, pero ambos fallaron, mientras que el propio Resolution fue alcanzado varias veces.



El HMS Resolution en 1943



HMS Resolution frente a Madagascar, 1942

Cunningham se retiró por la noche y a la mañana siguiente envió sus dos acorazados alrededor de las 9:00 horas, apoyados por dos cruceros pesados. En ese momento, el submarino francés Bévéziers, previamente colocado en una emboscada, torpedeó al Resolution. Un solo impacto en el centro del barco, a babor, abrió un gran agujero en su casco e inundó la sala de calderas de babor. El barco bajó a 12 nudos y se inclinó hacia babor, lo que lo obligó a retirarse. Barham tuvo que lidiar con Richelieu.

El Resolution fue escoltado hasta Freetown para reparaciones, y más tarde fue remolcado por Barham cuando se desvinculó. Ambos llegaron a Freetown el 29 de septiembre. El Resolution permaneció allí seis meses en dique seco y regresó a Portsmouth en marzo de 1941. Fue sacudido, pero no alcanzado, por un ataque aéreo alemán. Los astilleros británicos estaban a plena capacidad y navegaron hasta el Astillero Naval de Filadelfia, en la costa estadounidense, para realizar extensas reparaciones y modernizaciones, en virtud de la Ley de Préstamo y Arriendo. Su batería principal ganó una elevación de 30 grados y recibió nuevos radares y antiaéreos. Todo esto terminó en septiembre de 1941.

Campaña del Océano Índico

A principios de 1942, el océano Índico y la tarea de defender la India británica se convirtieron en prioridades y las flotas aliadas allí se derrumbaron ante la Armada Imperial Japonesa. El peligro de que esta última se extendiera por el océano Índico, hasta la costa de África, era real. El Resolution navegó hacia Ciudad del Cabo, para unirse al HMS Formidable y más tarde al Revenge y al Warspite. Se reunieron con los portaaviones Indomitable y Hermes. En el otoño de marzo de 1942, esta Flota Oriental al mando del almirante Somerville se enfrentaría al Kido Butai del vicealmirante Chuichi Nagumo, posiblemente muy superior. El Warspite se mantuvo finalmente, mientras que el Resolution y sus tres hermanas más el Hermes fueron enviados a la reserva, escoltando convoyes en el océano Índico.

Los japoneses atacaron más tarde Colombo y Trincomalee y el Resolution estaba en la Fuerza B liderada por el HMS Royal Sovereign como buque insignia y sus hermanas más el Hermes, inicialmente desplegado para emboscar a la flota de Nagumo, pero como este último nunca apareció, Sommerville repostó en el atolón de Addu, al enterarse de que los japoneses estaban frente a Colombo. La Fuerza B fue entonces llamada a Mombasa, ayudando a asegurar las rutas de navegación hacia Oriente Medio y el Golfo Pérsico hasta 1943. En febrero, el Resolution y el Revenge participaron en la Operación Pamphlet , un convoy que transportaba a la maltrecha 9.ª División australiana de vuelta a Australia.

Últimos años como TS 1943-48

En septiembre de 1943, el Resolution fue reacondicionado en el Reino Unido, pero luego fue reducido a la categoría de reserva. Sin embargo, en 1944 fue asignado a un entrenamiento, y luego desarmado, con su batería principal utilizada como repuesto. Mantuvo su función de TS hasta que fue liquidado en febrero de 1948, fue incluido en la lista de desguaces y vendido a Metal Industries Ltd, Faslane, BU a partir del 13 de mayo.

El HMS Royal Oak




Pruebas de disparo del HMS Royal Oak (colección IWM)

El HMS Royal Oak fue construido en el astillero real de Devonport entre enero de 1914 y el 17 de noviembre de 1915, y fue equipado y puesto en servicio el 1 de mayo de 1916, poco antes de la batalla de Jutlandia. Su nombre era famoso, como el octavo buque, desde la época isabelina. Fue asignado a la Tercera División, Cuarto Escuadrón de Batalla, Gran Flota, con el capitán Crawford Maclachlan al mando. Del 31 de mayo al 1 de junio de 1916 participó en la batalla de Jutlandia: a las 18:29, el HMS Royal Oak abrió fuego contra el crucero alemán SMS Wiesbaden, con cuatro salvas en rápida sucesión y su batería secundaria para rematar, pero solo logró un impacto con la tercera. Fue alcanzado por una salva alemana, pero no sufrió daños. Los torpederos alemanes también intentaron salvar al Wiesbaden acercándose para lanzar torpedos, pero fueron repelidos por los cañones secundarios del Royal Oak.

A las 19:15, sus artilleros detectaron la escuadra de cruceros de batalla alemanes y pronto apuntaron al SMS Derfflinger. Primero sobrepasaron la línea de fuego, pero a las 19:20 encontraron el alcance y lograron dos impactos en popa, pero los daños fueron leves y el Derfflinger desapareció en la niebla. El SMS Seydlitz fue apuntado nuevamente, y le acertó a las 19:27 antes de que también saliera. Mientras tanto, una flotilla de torpederos alemanes se acercó y disparó una andanada de torpedos sobre la línea de batalla británica; el Royal Oak disparó sus cañones secundarios a las 19:16. Pronto, la Flota de Alta Mar se retiró y la Gran Flota cesó la acción. A las 21:30 se reorganizó para una formación de crucero nocturno y peinó el área al amanecer, pero sin encontrar ningún barco alemán, ni siquiera dañado. En total, el HMS Royal Oak disparó 38 rondas principales y 84 rondas secundarias.



Royal Oak en acción en Jutlandia (), pintado por William Lionel Wyllie

El HMS Royal Oak fue reasignado más tarde en junio al Primer Escuadrón de Batalla y el 18 de agosto, cuando Scheer ordenó una salida a Sunderland, informada por la inteligencia británica, por lo que Jellicoe pudo desplegar la Gran Flota, pero ambos bandos se retiraron debido a los submarinos el 19 de agosto de 1916, perdiendo el HMS Nottingham y el Falmouth ante los U-Boats mientras que el SMS Westfalen fue torpedeado por el E23. Aparte de otra salida a finales de 1917 destinada a atacar convoyes a Noruega, y otra salida alemana en abril de 1918 para atrapar a un escuadrón británico aislado, no sucedió mucho ya que la Gran Flota se mantuvo en el estuario del río Forth. El 5 de noviembre de 1918, el HMS Royal Oak estaba anclado frente a Burntisland con el hidroavión auxiliar Campania y el crucero de batalla Glorious cuando una borrasca de fuerza 10 hizo que el Campania arrastrara su ancla y chocara con el Royal Oak y el Glorious. Ambos barcos sufrieron daños leves, pero los daños del Campania fueron tan graves que se hundió cinco horas después. La capitulación de Alemania hizo que el Royal Oak participara en la masiva escolta de 370 barcos de la Flota de Alta Mar hasta su cautiverio. El día en que se hundió, el 21 de junio de 1919, el Royal Oak estaba con la Gran Flota en Scapa Flow realizando maniobras de entrenamiento.

En el período de entreguerras, el Royal Oak fue asignado al Segundo Escuadrón de Batalla de la Flota del Atlántico. Fue modernizado entre 1922 y 1924 y transferido en 1926 a la Flota del Mediterráneo en Malta. A principios de 1928, apareció en los titulares locales con el “Motín del Royal Oak”. Comenzó como una simple disputa entre el contralmirante Bernard Collard, el capitán Kenneth Dewar y el comandante Henry Daniel… por la banda en el baile de la sala de oficiales del barco. La disputa se convirtió en una amarga disputa personal durante varios meses, con acusaciones de “crítica vengativa”, el contralmirante también humilló e insultó a ambos oficiales ante su tripulación, mientras que Collard los acusó de desobedecer órdenes gritando que eran “peores que un guardiamarina”. Las cartas de queja fueron enviadas al vicealmirante John Kelly, que las pasó al comandante en jefe, el almirante Sir Roger Keyes. Keyes convocó una Junta de Investigación y destituyó a los tres hombres de sus puestos y los envió de regreso al Reino Unido. En el proceso se pospuso un importante ejercicio naval, lo que provocó rumores de que el Royal Oak había sufrido un motín. Finalmente, esto llegó a oídos del rey, quien convocó al Primer Lord del Almirantazgo, William Bridgeman, para que diera explicaciones. Ambos oficiales fueron despedidos más tarde. El escándalo resultó ser una vergüenza para la reputación de la Marina Real, ya que la revisión del Almirantazgo se convirtió en un medio por el cual los oficiales navales presentaban quejas sobre la conducta de sus superiores.



Royal Oak transportando el cuerpo de la Reina Maud desde Londres a Oslo.

Durante la Guerra Civil Española, el HMS Royal Oak realizó patrullas de no intervención frente a la costa española desde Gibraltar. En una ocasión, el 2 de febrero de 1937, se encontraba a 30 millas náuticas (56 km; 35 mi) al este de Gibraltar, cuando fue atacado por tres aviones republicanos que arrojaron bombas, dos de las cuales explotaron a unos 550 m a su amura de estribor. El encargado de negocios británico protestó ante el Gobierno republicano, que se disculpó. Más tarde, el 23 de febrero de 1937, frente a Valencia, durante un bombardeo aéreo de los nacionalistas, un proyectil antiaéreo republicano cayó sobre el Ark Royal. La explosión causó cinco heridos, incluido su capitán, TB Drew. No hubo consecuencias. En mayo de 1937, con el HMS Forester, escoltó al SS Habana que transportaba a niños vascos refugiados a Inglaterra. En julio de 1937, reclutó con Resolution a más refugiados en el norte de España, a bordo del vapor Gordonia, que estaba a punto de ser capturado por los nacionalistas frente a Santander. El 14 de julio, el carguero británico Molton fue capturado por el crucero Almirante Cervera, también empleado en la evacuación de refugiados. El Royal Oak también participó en el rodaje de “Our Fighting Navy”, filmada por la Royal Navy como una oportunidad de reclutamiento. Royal Oak retrató al acorazado rebelde El Mirante, con Robert Douglas como capitán, pero fue mal recibido por los críticos.

En 1938, el HMS Royal Oak regresó a la Home Fleet como buque insignia del Segundo Escuadrón de Batalla (Portsmouth). El 24 de noviembre de 1938, regresó con el cuerpo de la Reina Maud de Noruega desde Londres a Oslo, para un funeral de estado, con el Rey Haakon VII. En 1939 realizó un breve crucero de entrenamiento en el Canal antes de prepararse para otra gira de servicio en el Mediterráneo, donde recibió uniformes tropicales, pero las hostilidades se acercaban y fue enviada a Scapa Flow, donde ancló el 3 de septiembre.


Royal Oak en Spithead, 1937

La “guerra de mentiras” comenzó y en octubre de 1939 el HMS Royal Oak se unió a la búsqueda del KMS Gneisenau en el Mar del Norte, lo que permitió al Deutschland y al Admiral Graf Spee navegar sin oposición hacia el Atlántico. El HMS Royal Oak no pudo seguirlo en ese momento debido al estado de su maquinaria, que se redujo a menos de 20 nudos. El 12 de octubre regresó a Scapa Flow, azotado por las tormentas del Atlántico Norte. Sus flotadores Carley habían sido destrozados y las inundaciones dañaron sus cañones secundarios, que necesitaban limpieza. Se avistaron aviones de reconocimiento alemanes y el almirante Charles Forbes ordenó a la flota que se dispersara hacia puertos más seguros, temiendo un ataque aéreo masivo. Sin embargo, el Royal Oak permaneció en Scapa, al menos para proporcionar sus propias capacidades antiaéreas a la escasa defensa aérea de la base escocesa. La ironía fue que la verdadera amenaza no vendría del aire…

Para entender lo que ocurrió, tenemos que ver cómo estaba situado Scapa Flow en las Islas Orcadas, en la costa norte de Escocia. Se trataba de un gran puerto natural rodeado por un anillo de islas, separadas por canales poco profundos con mareas rápidas. Aún era posible que un submarino conociendo las condiciones locales entrara en él, pero la amenaza fue afrontada con varias contramedidas que ya se tomaron en la Primera Guerra Mundial: se hundieron barcos bloqueadores en puntos críticos y se desplegaron barreras flotantes en los tres canales más anchos operados por remolcadores para abrirlos al tráfico marítimo. Los propios buques capitales de la Primera Guerra Mundial desplegaron sus propias redes. Pero ya no existían en 1939 y, en su lugar, se desplegaron redes alrededor de los barcos mediante remolcadores. Se consideró muy improbable que un comandante de submarino intentara entrar en Scapa antes de que se cerrara la barrera. Dos submarinos británicos intentaron infiltrarse en la base el 23 de noviembre de 1914 (U-18), avistados y embestidos dos veces, encallando, y el UB-116, detectado por hidrófono y hundido el 28 de octubre de 1918. Tras un nuevo fondeadero en Rosyth, todavía en el estuario de Forth, pero al sur, Scapa Flow fue reactivado en 1939 para la Home Fleet, elogiada por sus defensas naturales y artificiales. Se planearon mejoras y en las primeras semanas de septiembre se realizaron los preparativos para el acopio de más buques bloqueadores.


Mapa de Scapa Flow


Mapa de la incursión del U-47

Mientras tanto, el comandante de la Kriegsmarine Karl Dönitz ideó un plan para atacar Scapa Flow apenas unos días después de iniciada la guerra. Un ataque exitoso tendría consecuencias: la Home Fleet se trasladaría a otro lugar, debilitando el bloqueo del Mar del Norte y dejando más espacio para atacar los convoyes del Atlántico, pero también como un acto simbólico de venganza relacionado con el internamiento de la Flota de Alta Mar alemana. Dönitz eligió al Kapitänleutnant Günther Prien y el ataque se preparó para la noche del 13 al 14 de octubre de 1939, con marea alta y sin luna. Las buenas fotografías aéreas de Siegfried Knemeyer ayudaron a revelar las debilidades de las defensas. Prien recibió instrucciones de entrar en Scapa Flow desde el este, a través de Kirk Sound. Debía llegar al norte de Lamb Holm, que era una pequeña isla entre Burray y Mainland. Sin embargo, esa noche, Prien inicialmente confundió Skerry Sound con él, pero de repente se dio cuenta de que se dirigía a un paso bloqueado de poca profundidad. Hizo un rápido giro hacia el noreste y todavía era visible por la aurora boreal.

El U-47 logró insertarse entre los barcos bloqueadores hundidos Seriano y Numidian, e incluso quedó varado temporalmente en un cable, tendido desde Seriano y luego brevemente atrapado por los faros de un taxi en tierra, el conductor nunca se dio cuenta de lo que vio. El U-47 finalmente llegó al puerto a las 00:27 del 14 de octubre y tomó un rumbo suroeste durante varios kilómetros, giró y luego se dio cuenta de que el fondeadero estaba casi vacío ya que Forbes dispersó previamente la flota. El U-47 emergió y se acercó a cuatro buques de guerra y pronto vio al HMS Belfast anclado frente a Flotta y Hoy a unas 4 millas náuticas y más tarde un vigía avistó al Royal Oak a unas 4.400 yardas (4.000 m) al norte. Sabía que un acorazado de la clase Revenge era un premio mejor, y cerca de él creía que estaba el Repulse, de hecho el bote salvavidas Pegasus.

A las 00:58 el U47 de Prien tomó posición y disparó una salva de tres torpedos en los tubos de proa, el cuarto no salió del tubo. Además, dos fallaron, pero uno solo impactó en la proa del Royal Oak a la 01:04. Todo el acorazado se sacudió, despertando a la tripulación, pero aún así hubo pocos daños visibles. Pronto un marinero se dio cuenta de que la cadena del ancla de estribor se había cortado y estaba cayendo ruidosamente por sus gradas. Algunos sospecharon una explosión en su almacén de inflamables de proa, algo que sucedió en el HMS Vanguard, también en Scapa Flow en 1917. Se revisaron las temperaturas del almacén, pero nada parecía inusual y muchos marineros simplemente regresaron a sus hamacas.


Royal Oak, lado de babor, 1938

Prien oyó y vio el impacto, pero no fue suficiente y giró su submarino Tipo VII para presentar sus tubos de popa. Disparó, pero nuevamente falló; mientras tanto, su tripulación recargaba frenéticamente sus tubos de proa para un tercer intento, hasta que se dio la alerta. Cuando volvió a su posición desde la proa, disparó una nueva salva de tres torpedos, que esta vez tuvo éxito, a las 01:16. Los tres impactaron al acorazado en rápida sucesión en el centro del barco. Esta vez, no hubo dudas a bordo del acorazado: las explosiones crearon un agujero en la cubierta blindada, devastando los desordenes, causando un corte general de energía eléctrica, incendiando cordita de un polvorín, la siguiente bola de fuego atravesó los espacios internos del barco, que tenía todas las puertas de seguridad abiertas ya que estaba fuera de los procedimientos del cuartel de batalla. El HMS Royal Oak se inclinó más rápidamente hasta los 15°, hasta el punto de que sus portillas de estribor se hundieron por debajo de la línea de flotación, y se inclinó aún más hasta los 45°, apareciendo su panza a las 01:29, 13 minutos después de los últimos impactos. El barco se llenó rápidamente y se hundió hasta el fondo, llevándose consigo a muchos de sus tripulantes que aún dormían, incluido el contraalmirante Henry Blagrove del Segundo Escuadrón de Batalla, así como, lamentablemente, 134 marineros jóvenes.

El bote auxiliar Daisy 2, que estaba anclado a babor y tenía las amarras sueltas, intentó rescatarlo, pero quedó atrapado por el bulto antitorpedo y se elevó por un corto tiempo. Algunos de los tripulantes que estaban más cerca de la cubierta lograron saltar, vestidos casi todos con sus ropas de dormir en el agua helada, a menudo solo para verse envueltos en una gruesa capa de combustible que les llenaba los pulmones y el estómago y les impedía nadar. Habían recorrido unos 800 m hasta la orilla más cercana y solo sobrevivieron unos pocos. La propia pinaza del Royal Oak, que estaba a babor, logró alejarse, remando con tablas de madera, pero se sobrecargó al recoger a otros supervivientes y volcó a 300 metros del Royal Oak. El Daisy 2 logró sacar del agua a un total de 386 hombres, incluido el capitán William Benn. Las labores de rescate duraron dos horas y media, hasta casi las 4:00 a. m. Los barcos de Pegasus y del puerto continuaron la búsqueda hasta el amanecer y hasta el día de hoy. El capitán del Daisy 2, Gatt, fue posteriormente condecorado con la Cruz de Servicio Distinguido. Hubo 424 supervivientes y 411 personas arrastradas por el barco o en el agua, entre el combustible y la hipotermia.

La pérdida del Ark Royal dio lugar en un principio a especulaciones descabelladas, una explosión a bordo y un ataque aéreo hasta que se concluyó que lo más probable era que se tratase de un ataque submarino. Mientras tanto, el U-47 había escapado y regresaba a Alemania. La BBC publicó la noticia del hundimiento el 14 de octubre, confirmando la muerte al propio Prien. Los buzos descubrieron restos de un torpedo alemán, lo que confirmó el ataque. El 17 de octubre, Winston Churchill anunció oficialmente la pérdida del Royal Oak ante la Cámara de los Comunes, reconociendo que había sido "una notable hazaña de habilidad y osadía profesional", pero que no afectaría al equilibrio de poder naval. Se celebró una junta de investigación entre el 18 y el 24 de octubre y la Home Fleet fue enviada a puertos más seguros, hasta que se resolvieran los problemas de seguridad en Scapa.

El Ministerio de Propaganda nazi aprovechó esta situación con emisiones de radio y, más tarde, Prien y su tripulación fueron recibidos como héroes. Prien recibió la Cruz de Hierro de Primera Clase y la Cruz de Hierro de Segunda Clase para todos los tripulantes. Hitler concedió más tarde a Prien en Berlín la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro, por primera vez a un submarinista alemán. Dönitz también fue ascendido de comodoro a contraalmirante, oficial de bandera de los submarinos. “El toro de Scapa Flow” tenía la torre de mando de su U-47 decorada con una mascota de toro resoplando, que más tarde se convirtió en el emblema de la 7.ª Flotilla de submarinos.

Por orden de Churchill, los accesos orientales a Scapa Flow fueron sellados con calzadas de hormigón que unían Lamb Holm, Glimps Holm, Burray y South Ronaldsay con Mainland, creadas por prisioneros de guerra italianos. Las "barreras de Churchill" se completaron en septiembre de 1944. El pecio se convirtió en una tumba de guerra temprana, pero todavía contiene 3.000 toneladas de fueloil de caldera a bordo, que se filtraban desde el casco corroído. Esto fue avistado en la década de 1990, pero las medidas no se tomaron hasta 2006, cuando se limpiaron todos los tanques de doble fondo y se eliminó el petróleo de los tanques del ala interior con equipos de corte en frío; en 2010 se eliminaron 1.600 toneladas más. Scapa se salvó de un desastre ecológico. Todavía quedan 783 m3 de petróleo, y hay planes para reanudar el bombeo a mediados de 2021. También está previsto un estudio 3D moderno del lugar.

HMS Ramiles




HMS Ramillies en 1938, con camuflaje deslumbrante

El HMS Ramillies fue el cuarto barco de su nombre (1706 Batalla de Ramillies), construido en el astillero William Beardmore and Company en Dalmuir, Escocia, equipado durante la construcción con protuberancias antitorpedos y botado el 12 de septiembre de 1916. Sin embargo, chocó contra su grada, dañando gravemente su casco inferior y timones. Fue remolcado al astillero Laird en Liverpool para completarlo después de reparaciones temporales en Dalmuir. El acondicionamiento se llevó a cabo bajo la supervisión de su primer capitán, Henry Doughty, designado el 11 de abril de 1916. No fue reparado por completo hasta mayo de 1917, pero encalló en su camino y fue sacado por remolcadores el 23 de mayo. Fue el último barco de la clase Revenge en servicio, bajo el mando del capitán Percy Grant en julio de 1917, más tarde asignado al 1.er Escuadrón de Batalla en septiembre. Después de extensas pruebas en el mar para probar sus protuberancias, fue reconocido completamente listo para el servicio y se dio luz verde a la instalación de protuberancias en sus hermanas. Ella fue la única pintada con un camuflaje deslumbrante en 1918.

El Ramillies, junto con el resto de la Gran Flota, no vio acción durante el resto de la guerra. Escoltó a la flota alemana que se rendía en noviembre de 1918 y, en el período de entreguerras, operó con sus barcos gemelos del 1.er escuadrón de batalla, más tarde división, entre el Atlántico y el Mediterráneo: bajo el mando del capitán John Luce a finales de 1919 en la Flota del Atlántico, luego en la Flota del Mediterráneo a principios de 1920 (Turquía, Mar Negro), en particular en grupos de desembarco de marines reales y marineros en Constantinopla. En Georgia, bombardeó a las tropas bolcheviques que se acercaban. En abril, el capitán Aubrey tomó el mando y, más tarde, bombardeó a los nacionalistas turcos que avanzaban sobre Ismid y envió otro grupo para reforzar a la 242.a Brigada de Infantería que defendía la ciudad, apoyada por hidroaviones de Pegasus y Ark Royal. El INS Yavuz Sultan Selim también fue abordado por marineros del Ramillies y remolcado lejos de Ismid. También cubrió los desembarcos en Tracia Oriental durante la Ofensiva de Verano Griega y regresó a la Flota del Atlántico en agosto de 1920. El capitán Francis Mitchell asumió el mando en agosto de 1921 y pronto regresó a la Flota del Mediterráneo en septiembre de 1922 (crisis de Esmirna). Patrulló en los Dardanelos y el Mar de Mármara y regresó en 1923 a la Flota del Atlántico, con el capitán Wilfrid Nunn al mando, el 20 de abril de 1924. Un reacondicionamiento en Rosyth siguió este verano.

El 1 de noviembre de 1924, la Flota del Atlántico se reorganizó y la 1.ª División regresó. El Ramillies fue reacondicionado en Devonport entre septiembre de 1926 y el 1.º de marzo de 1927 y pronto fue transferido a la Flota del Mediterráneo en agosto de 1927. El capitán Hubert Monroe tomó el mando el 3 de febrero de 1929 y, después de unos ejercicios de torpedos y antisubmarinos y un simulacro de batalla a gran escala en enero de 1929, se combinaron ejercicios con la Flota del Atlántico y el capitán Bernard Fairbairn también estuvo al mando. Fue destacado a Jaffa, en el Mandato Británico de Palestina, en octubre de 1929, para intentar disuadir los disturbios y más tarde encalló en el Gran Puerto de Malta (enero de 1930). Fue enviado a Alejandría en septiembre de 1930 también debido a los disturbios y regresó a Devonport para otro reacondicionamiento hasta agosto de 1934.

A principios de 1935, estaba en la Flota del Atlántico (“Home Fleet”), participando en el Jubileo de Plata de Spithead. Más tarde chocó con el vapor Eisenach en un vendaval, en el estrecho de Dover el 31 de agosto, pero sufrió pocos daños en la proa. En 1936 comenzó una carrera como buque de entrenamiento para la Reserva Naval Real y los grumetes, hasta diciembre de 1937. El capitán Edward Syfret tomó el mando el 10 de enero de 1938 y después de otra reparación en Devonport hasta febrero de 1939 (Cap. Harold Baillie-Grohman en septiembre de 1938) fue transferida a la Flota del Mediterráneo y enviada de regreso a la Home Fleet como buque de entrenamiento. Estuvo en Alejandría a fines de agosto de 1939 y se dirigía a Egipto vía Gibraltar el 1 de septiembre.

El 5 de octubre de 1939 fue enviada a la Fuerza de Escolta del Atlántico Norte (Halifax), pero en su lugar fue llamada a Alejandría, reemplazando al HMS Malaya. En noviembre de 1939 estaba en Adén buscando al almirante Graf Spee. Navegó por el océano Índico, Australia y Nueva Zelanda en diciembre. Escoltó un convoy con la 2.ª Fuerza Expedicionaria de Nueva Zelanda a Egipto, el primer acorazado que visitó Nueva Zelanda y luego regresó a Australia para recoger otro convoy de tropas. Transferida de nuevo a la Flota del Mediterráneo en mayo de 1940, a finales de junio escoltó convoyes con el HMS Royal Sovereign y el Eagle. Durante la Operación Capatult estuvo en Alejandría, donde se evitó el drama, ya que Baillie-Grohman negociaba con el comandante del acorazado Lorraine allí, desmilitarizado con los bloqueos de cierre parados y descargando combustible.

El 15 de agosto de 1940, el Ramillies bombardeó Bardia y Fort Capuzzo, cerca de Sollum, junto con el Malaya, el Warspite y el Kent. Fueron atacados por bombarderos italianos y, al igual que el Eagle, derribó a doce atacantes. Escoltó un convoy a Malta entre el 8 y el 14 de octubre, en condiciones meteorológicas adversas. El capitán Arthur Read tomó el mando el 27 de octubre y convirtió otros convoyes a Malta y Grecia en noviembre. El sumergible Pier Capponi le tendió una emboscada y disparó, pero falló cuando se aproximaba al Gran Puerto. Se asoció con el HMS Illustrious durante la incursión nocturna de noviembre en Taranto. Después de que la Regia Marina se retirara, el Ramillies fue considerado excedente y reasignado a la Fuerza de Escolta del Atlántico Norte. Sin embargo, fue asignado a la Fuerza H y participó desde lejos en la Batalla del Cabo Spartivento. Fue reacondicionado en Devonport en diciembre, escoltando un convoy desde Gibraltar a Greenock en el camino y estuvo operativo nuevamente a partir del 6 de enero de 1941.

El 12 de enero de 1941, el HMS Ramillies se unió a un convoy que partía de Halifax con destino a Oriente Medio. En agosto, escoltó al convoy HX 106 y se encontró con el KMS Scharnhorst y el Gneisenau el 8 de febrero de 1941. El Ramillies, con su simple presencia en el convoy, los disuadió de atacar. En mayo, fue separado del convoy HX 127 para unirse a la búsqueda del Bismarck . El primer ministro Winston Churchill lo visitó el 16 de agosto en Hvalfjörður, Islandia, después de su conferencia con el presidente de los EE. UU. en Terranova (Carta del Atlántico). De regreso en Liverpool, estuvo en reparación hasta el 20 de noviembre de 1941.

En octubre, el Almirantazgo decidió transferirlo al 3er Escuadrón de Batalla con base en Colombo, Ceilán, junto con sus tres hermanas. Esta se convirtió más tarde en la Fuerza F y desde el 7 de diciembre de 1941 estuvo en alta mar en el Océano Índico hasta marzo de 1942 bajo el mando del Almirante James Somerville. Ya no se consideraban buques de guerra de primera línea después de que el Chūichi Nagumo atacara en un lugar no esperado, la fuerza fue enviada a escoltar un convoy de regreso al Mar Rojo, que fue sorprendido desviado mientras reabastecía en el Atolón de Addu (Maldivas). En abril estaba en Mombasa, y pronto fue asignado a la fuerza de cobertura para la invasión de Madagascar ( Operación Ironclad ).

El 6 de mayo de 1942, el destructor HMS Anthony desembarcó a gran velocidad un grupo de 50 marines reales que pasaron por las defensas costeras de Diego Suárez. Capturaron el puesto de mando de la artillería francesa, los cuarteles y el depósito naval. El 7 de mayo, el Ramillies atacó las baterías costeras de la península de Oronjia y permaneció allí durante la batalla de Madagascar, hasta la rendición de noviembre.


El HMS Ramilies en la Operación Ironclad, la invasión aliada de Madagascar en 1942

Mientras tanto, el 30 de mayo, submarinos japoneses enanos atacaron barcos en Diego Suárez y uno de ellos alcanzó a Ramillies, cerca de su torreta “A”, a babor. Provocó una inundación extensa, controlada por los equipos de control de daños. Pudo navegar a Durban en Sudáfrica a 10 nudos para ser puesto en dique seco y reparado. El constructor HS Pengelly inspeccionó el barco y concluyó que, a pesar de tener 26 años, un tamaño reducido y una velocidad lenta, estaba, no obstante, en excepcionales condiciones. Incluso declaró :

“Me pregunto si los buques capitales de hoy, con sus escantillones más ligeros, sobrevivirían a un golpe tan bien como este viejo barco, unos 26 años después de su construcción”.

Fue completamente reparado en Devonport y volvió a estar en servicio en junio de 1943, con base en Kilindini (África Oriental) antes de unirse a la Flota del Este, siendo el único acorazado en servicio bajo el mando del capitán Gervase Middleton. El 28 de diciembre de 1943 navegó de regreso a casa, fue reacondicionado para ser utilizado como barco de bombardeo costero y en enero de 1944 fue reasignado a la Flota del Este.


HMS Ramiles en Normandía en 1944

Su reacondicionamiento se centró principalmente en aumentar la artillería antiaérea y mejorar la coordinación por radio para la detección. Fue asignada a la Fuerza de Bombardeo D para apoyar el desembarco de Normandía. Esto comenzó en junio, con el HMS Warspite y el monitor Roberts, además de cinco cruceros y quince destructores. Se colocaron al este de Sword Beach, apoyando a la Fuerza de Asalto S. Después de reunir la flota en el área de Clyde, llegó a su estación en la mañana del 6 de junio y abrió fuego alrededor de las 05:30. Ramillies silenció la batería alemana en Benerville-sur-Mer y más tarde se montó a horcajadas sobre tres torpederos alemanes de Le Havre. Se desviaron y escaparon, pero lanzaron sus torpedos, dos de los cuales pasaron entre Warspite y Ramillies, alcanzando al destructor noruego Svenner que estaba detrás, que se hundió. Ramillies reanudó el fuego sobre otras posiciones hasta el final del día, lo que permitió que los cruceros y destructores se acercaran para brindar apoyo de fuego directo. La batería de Bennerville fue destruida y silenciada por la tarde, lo que permitió al comandante cancelar las operaciones Frog y Deer para tomarla.

Tanto el Ramillies como el Warspide se retiraron para pasar la noche y regresaron, esta vez con el Rodney. El Rodney y el Nelson se alternaron en las defensas alemanas en Sword, Gold y Juno y, en total, el Ramillies solo gastó 1.002 proyectiles principales, pero sus desgastados cañones fueron reemplazados en el astillero HM por repuestos de sus anteriores barcos gemelos.

En julio de 1944, el HMS Ramillies se unió a la flota aliada mediterránea movilizada para la Operación Dragoon, prevista para agosto. Fue uno de los cinco acorazados que apoyaron los desembarcos, junto con el USS Nevada, el Arkansas y el Texas, y el buque francés libre Lorraine, rearmado desde Alejandría. Su cobertura duró del 15 al 28 de agosto como parte del Grupo de Apoyo Alfa, que se concentró en las baterías costeras alrededor del Golfo de Saint-Tropez. Silenció una batería pesada al sur de Saint-Tropez a las 06:15 y la que estaba cerca del Cabo Camarat a las 06:54. El desembarco fue exitoso y el 17 de agosto se trasladó al sector de Sitka, bombardeando posiciones alemanas en la isla de Port-Cros, guiada por el avión de reconocimiento USS Quincy (CA-71). Logró seis impactos directos en el fuerte de la ciudad, convirtiéndolo en escombros.


El HMS Ramillies en 1945

Luego su grupo se dirigió hacia Toulon, ayudando a las fuerzas francesas a capturar la ciudad y silenciando las baterías en la península de St. Mandrier. Más tarde operó frente a Porquerolles el 25 de agosto con el Lorraine y los cruceros, silenciando dos baterías. El 26 de agosto, el bombardeo continuó, así como el 27 de agosto hasta que las dotaciones de los cañones alemanes se rindieron el 28. Partió al día siguiente, pero en ese momento tanto su tripulación como su capitán supieron que este era su último hurra, también simbólico del uso de acorazados durante esta guerra en general.

El 31 de enero de 1945, el Ramillies fue reducido a la reserva en Portsmouth, parcialmente desarmado. Fue convertido en buque cuartel el 15 de mayo de 1945, tras la rendición, y asignado al centro de entrenamiento del HMS Vernon, con el nombre de Vernon III. En diciembre de 1947 fue vendido como chatarra a Cairnryan y desguazado a partir del 23 de abril de 1948. Uno de sus cañones principales se conserva en el Museo Imperial de la Guerra de Londres.

HMS Royal Sovereign



Royal Sovereign en navegación con otros acorazados de clase R, Gran Flota, 1917.

El HMS Royal Sovereign, el octavo buque de este nombre (iniciado en 1637), se construyó en el astillero HM Dockyard de Portsmouth entre el 15 de enero de 1914 y su botadura el 29 de abril de 1915, y se equipó y puso en servicio en mayo de 1916. El 30 de mayo de 1916, apenas llevaba tres semanas en servicio y su tripulación todavía se estaba entrenando, cuando el comandante de la flota, el almirante John Jellicoe, ordenó a la Gran Flota que se hiciera a la mar (y combatiera). Debido a la presencia de una tripulación tan “inexperta”, se ordenó al acorazado que se quedara en el puerto, lo que provocó cierto resentimiento posterior entre los oficiales y las tripulaciones. De hecho, no habría otra ocasión para brillar hasta el final de la guerra. Cuando se consideró que estaba completamente listo para el servicio, el HMS Royal Sovereign participó en su primera salida operativa el 18 de agosto de 1916, cuando intentó emboscar a la Hochseeflotte, pero se vio frustrada por problemas de comunicación y errores el día 19. Después de otro incidente que mostró el peligro de los submarinos y las minas, la Gran Flota permaneció en puerto hasta abril de 1918, debido a la amenaza que representaban para los convoyes a Noruega. El estricto silencio de la radio impidió que la Sala 40 advirtiera al almirante David Beatty, lo que más tarde se reveló por el accidente del SMS Moltke y fue demasiado tarde para interceptar la flota. El HMS Royal Sovereign estuvo presente el 21 de noviembre de 1918 cuando la Hochseeflotte fue conducida a Scapa Flow.


HMS Royal Sovereign bombardeando Mudanya, Turquía, julio de 1920.

Años de entreguerras y reformas

Mientras tanto, el Royal Sovereign entró en dique seco en Invergordon en septiembre de 1918. A fines de 1919 se unió al 1.er Escuadrón de Batalla de la Flota del Atlántico, pero al igual que su gemelo, se vio presionado para actuar en el Mediterráneo oriental. El Tratado Naval de Washington de 1922 limitó la RN a quince acorazados, y se decidió mantener el último acorazado en servicio, a la espera de una posible modernización. Después de servir en la Flota del Atlántico hasta 1926, el 4 de octubre de 1927, el Royal Sovereign tuvo su principal reacondicionamiento (nuevos telémetros, reflectores y otras modificaciones), y regresó al servicio activo a partir de mayo de 1929, esta vez asignado a la Flota del Mediterráneo. Además de ella y el Resolution y el Revenge, la fuerza con base en Malta también estaba compuesta por el HMS Queen Elizabeth, ya que los cinco barcos de la clase Queen Elizabeth fueron rotados, experimentando una amplia modernización. El Royal Sovereign participó en ejercicios de flota en 1934 en el Golfo de Vizcaya y frente a Grecia. En 1935, fue objeto de la revisión de la flota del Jubileo y terminó en el 2.º escuadrón de batalla, después en la Flota del Atlántico, como buque insignia del contralmirante Charles Ramsey. Se convirtió en buque de entrenamiento hasta el 2 de junio de 1937 y posteriormente fue reacondicionado hasta el 18 de febrero de 1938.

En 1939, escoltó al rey Jorge VI en una visita de Estado a Canadá, pero a principios de 1939, el Almirantazgo programó que fuera enviada a Asia con sus tres hermanas, en medio de crecientes tensiones y el expansionismo japonés. La "estrategia de Singapur" exigía que se formara una flota en Gran Bretaña y se enviara allí, pero el plan fue cuestionado debido al tiempo que llevaría llegar allí, a diferencia de una flota de batalla local dedicada (que nunca se creó hasta la Fuerza Z). Como los nuevos acorazados de la clase King George V no estaban programados para entrar en servicio hasta 1941, el plan se abandonó y los barcos se mantuvieron en la flota local. El HMS Royal Sovereign estaba estacionado en Invergordon antes de la guerra, al que pronto se unieron sus hermanas HMS Resolution y Royal Oak, reforzadas por el HMS Rodney y el Repulse, y más tarde el Nelson, que se convirtió en el buque insignia del almirante Charles Forbes. Ese era el núcleo de la flota local, mientras que la flota del Mediterráneo comprendía la clase QE cuando estalló la Segunda Guerra Mundial.

1939: Atlántico Norte, 1940: Mediterráneo

La primera misión del HMS Royal Sovereign fue proteger la brecha entre Groenlandia y el Reino Unido, en busca de buques mercantes alemanes que intentaran regresar a casa, a Alemania. Formaba parte del 2.º Escuadrón de Batalla de la Fuerza de Escolta del Atlántico Norte y estaba basado en Halifax para proteger los convoyes de Canadá a Gran Bretaña. Después de un breve reacondicionamiento en Plymouth, en mayo de 1940, fue enviado a la Flota del Mediterráneo, Alejandría, con el Warspite, el Malaya y el Valiant (almirante Andrew Cunningham). Del 25 al 27 de junio, con el HMS Ramillies, escoltó dos convoyes de Alejandría a Malta (Italia estaba en guerra desde el 10). El 28 de junio, se avistaron destructores italianos frente a Zante. El almirante John Tovey envió allí al 7.º Escuadrón de Cruceros con el HMS Royal Sovereign como respaldo a distancia. Se asoció con el Malaya como grupo, presente en la Batalla de Calabria , el 18 de julio de 1940, pero por falta de velocidad se quedó atrás con el Malaya. A mediados de agosto de 1940 fue torpedeada pero fallida en el Mar Rojo por el sumergible Galileo Ferraris.

1941-43: Océano Índico


El HMS Royal Sovereign en el océano Índico, 1942

En el otoño de 1940, se dirigió al norte, regresando a la flota de origen, fue asignada a tareas de convoy atlántico hasta agosto de 1941. El mantenimiento se realizó en Norfolk, Virginia, debido a que los astilleros británicos estaban a plena capacidad. En mayo de 1941, el almirantazgo quería crear una flota poderosa con base en Singapur: el Royal Sovereign iba a ser enviado allí con sus hermanos Revenge, Ramillies y Resolution. Estaba previsto que se ensamblara en marzo de 1942 y, a principios de marzo de 1942, el HMS Royal Sovereign y el Cornwall escoltaron el convoy SU.1 (doce buques de transporte de tropas, 10.090 soldados australianos que regresaban a casa) desde Colombo a Australia. Llegó a Fremantle el 15 de marzo y después, el Royal Sovereign se unió a sus hermanos en la Flota del Este (almirante James Somerville). La flota también tenía un componente aéreo con el HMS Hermes y los cuatro Revenge más el Warspite, siete cruceros y dieciséis destructores. Pero pronto la “clase R” se mantuvo alejada del combate y volvió a escoltar convoyes en el océano Índico. Más tarde, mientras reabastecía de combustible a los acorazados, Somerville se enteró de que los japoneses estaban a punto de caer sobre Colombo, y más tarde decidió retirar el Royal Sovereign y sus hermanas a Mombas. Debían escoltar convoyes entre Oriente Medio y el Golfo Pérsico hasta septiembre de 1943 (y entretanto, una reparación en Filadelfia a finales de 1942). El Royal Sovereign tuvo su blindaje de cubierta aumentado en 2 pulgadas (51 mm) y se le quitaron cuatro cañones de seis pulgadas. Regresó para otro, principalmente para agregar AA y nuevos radares, de marzo a septiembre de 1943 y regresó al Índico hasta enero de 1944.

En el servicio soviético como Arkhangelsk (1944-49)



Arcángel, 1944

El HMS Royal Sovereign estuvo destinado en Scapa Flow hasta el 30 de mayo de 1944, cuando fue cedido en préstamo a la Armada Soviética, rebautizado como Arkhangelsk. Esta elección fue una alternativa a la transferencia de un acorazado de reparación de guerra desde Italia. Al salir de aguas nacionales el 17 de agosto de 1944 como escolta del convoy JW 59 (33 buques mercantes con destino a Murmansk), fue atacado por el submarino U-711 (Hans-Günther Lange), que disparó -pero falló- y sin embargo informó de que había alcanzado al Arkhangelsk y a un destructor. De hecho, utilizó los nuevos torpedos magnéticos, que explotaron todos prematuramente. Siguieron otros ataques cuando estaba amarrado en Kola, pero estaba bien protegido por sus redes antitorpedos. Más tarde, Dönitz planeó enviar seis minisubmarinos Biber para atacarlo, pero los propios problemas del modelo hicieron que el plan se cancelara. El Arkhangelsk partió de Kola para patrullar el Mar Blanco y, por primera vez, su tripulación soviética llegó para una comisión formal el 29 de agosto de 1944, en Polyarny. El Arkhangelsk era casi el único acorazado que quedaba en servicio, y el más grande de la flota soviética, el buque insignia del almirante Gordey Levchenko. Por lo general, navegaba para encontrarse con los convoyes aliados que se acercaban en el océano Ártico y escoltarlos hasta Kola. Este contrato de arrendamiento también liberó a tripulaciones experimentadas para la Marina Real, que se trasladaron a otros barcos. La guerra terminó, pero el acorazado permaneció en servicio hasta 1947 (en esa etapa, podría decirse que comenzó la Guerra Fría).

El Arkhangelsk encalló en el Mar Blanco a finales de 1947, con daños aparentemente moderados, y el barco fue devuelto a la Marina Real el 4 de febrero de 1949. El gobierno británico decidió enviar el acorazado italiano Giulio Cesare, más moderno y rápido, antiguo buque de guerra, a la Flota Soviética del Mar Negro (con el nombre de Novorossiysk). La Marina Soviética afirmó en un primer momento que el Arkhangelsk no estaba en condiciones de navegar para realizar el viaje, hasta que un oficial de la Marina Real lo inspeccionó. Regresó a casa en enero de 1949 y llegó a la base naval de Rosyth. La inspección reveló su mal estado, por lo que fue vendido como chatarra en Thos W Ward's, Inverkeithing (Escocia) el 18 de mayo de 1949.