sábado, 12 de abril de 2025

URSS/Rusia: La base submarina encubierta de Crimea




Object 825 GTS – La base submarina bajo una montaña


Craig Ryan || Naval Historia


El Objeto 825 GTS, una reliquia de la Guerra Fría ubicada en la montaña Tavros, era un formidable complejo subterráneo diseñado para albergar y mantener submarinos soviéticos.


Construida entre 1953 y 1961, esta instalación antaño secreta, capaz de resistir una explosión nuclear, ahora se ha transformado en un museo.

Introducción

Para comprender la importancia del Objeto 825 GTS, es fundamental considerar el contexto más amplio de la Guerra Fría. Este período, que se extendió desde el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945 hasta la disolución de la Unión Soviética en 1991, estuvo marcado por una situación de tensión política y militar entre el bloque occidental (liderado por Estados Unidos y sus aliados de la OTAN) y el bloque oriental (liderado por la Unión Soviética y sus aliados del Pacto de Varsovia). Esta era se caracterizó no por enfrentamientos militares directos entre las superpotencias, sino por guerras subsidiarias, carrera armamentística nuclear, espionaje y conflictos ideológicos.


La Unión Soviética, plenamente consciente de su posición estratégica, buscó fortalecer sus capacidades defensivas y ofensivas durante la Guerra Fría. El desarrollo de armas nucleares y el avance de la tecnología naval fueron componentes clave de esta estrategia. El Mar Negro, que conecta con el Mediterráneo, revistió especial importancia estratégica. Era un punto crítico para la Armada Soviética, ofreciendo una ruta para que las fuerzas navales proyectaran su poder hacia el Mediterráneo y más allá.

Balaklava, una pequeña ciudad de Crimea, fue elegida por su geografía natural, que ofrecía excelente protección y ocultamiento. Las montañas circundantes proporcionaban un escudo natural, haciendo que la base fuera menos vulnerable al reconocimiento y los ataques aéreos. Esta elección de ubicación también estuvo motivada por la necesidad de secretismo, un rasgo distintivo de los proyectos militares durante la Guerra Fría. Los líderes soviéticos deseaban una instalación que pudiera operar sin ser detectada, garantizando así la seguridad y la disponibilidad de su flota submarina.

  Entrada al Museo Naval de Balaklava, anteriormente conocido como Objeto 825 GTS. Imagen de Alexxx1979 (CC BY-SA 3.0)

La construcción del Objeto 825 GTS se mantuvo en un ambiente de absoluta confidencialidad. Su existencia era desconocida para el mundo exterior, e incluso dentro de la Unión Soviética, solo unos pocos conocían su propósito y capacidades. Este secretismo se mantuvo para impedir que la inteligencia occidental tuviera conocimiento alguno sobre las operaciones submarinas y la capacidad nuclear de la Unión Soviética. Los trabajadores y el personal militar involucrados en el proyecto estaban sujetos a estricta confidencialidad, y la propia ciudad de Balaklava se convirtió en una zona cerrada.

Durante la Guerra Fría, la amenaza de una confrontación nuclear fue una preocupación constante. Los submarinos, en particular los equipados con armas nucleares, desempeñaron un papel crucial en la estrategia de disuasión. El Objeto 825 GTS no era solo una instalación para el mantenimiento y la reparación de submarinos; formaba parte de una red más amplia de instalaciones militares que constituían la columna vertebral de la defensa y la disuasión estratégica de la Unión Soviética. La base permitió a la Armada Soviética mantener una presencia continua en el Mar Negro y más allá, contribuyendo al delicado equilibrio de poder durante la Guerra Fría.
La ubicación única del objeto 825 GTS

El Objeto 825 GTS se construyó en el corazón del monte Tavros. Fue diseñado para resistir una explosión nuclear de categoría 1, equivalente a una potencia de 100 kilotones.

En el corazón de este complejo se encuentra una intrincada red subterránea. Comprende canales de agua con múltiples funciones, incluyendo un dique seco para el mantenimiento de submarinos, talleres de reparación equipados para atender diversas necesidades técnicas y amplios almacenes. Estos almacenes están especialmente diseñados para almacenar torpedos y diversas armas.

Pero la funcionalidad de este complejo va más allá de la logística militar. Una de sus características más cruciales es la capacidad de proteger al personal de las catastróficas consecuencias de una explosión nuclear: la temida lluvia radiactiva. Este aspecto resalta la importancia estratégica de la instalación, no solo como base militar, sino también como refugio en circunstancias extremas.

  Una toma más cercana de la entrada del túnel. Imagen de Russianname (CC BY 3.0)


Ubicado estratégicamente en la montaña Tavros, el complejo cuenta con salidas a ambos lados, lo que garantiza un acceso rápido y una ventaja estratégica en términos de movilidad y despliegue. En momentos de extrema necesidad, las puertas de cajones, parte integral del diseño del complejo, pueden desplegarse para sellar toda la estructura, transformándola en una fortaleza inexpugnable.

La ladera norte de la montaña alberga otro activo estratégico: una salida directa a mar abierto. Esta característica es crucial para operaciones navales discretas, permitiendo que submarinos y otros recursos navales accedan al mar sin ser detectados.

Uno de los aspectos más llamativos de este complejo es su capacidad de camuflaje. Las entradas y salidas, excavadas en la montaña, están hábilmente ocultas con dispositivos y redes de camuflaje. Esto no solo aumenta el efecto sorpresa, sino que también mejora significativamente la capacidad defensiva de la instalación.

Especificaciones de diseño

Esta instalación, surgida de las sombras de la Guerra Fría, fue diseñada para un propósito específico: albergar, reparar y mantener los submarinos del Proyecto 613 y 633, conocidos en el lenguaje naval como clase Whiskey y Romeo, respectivamente.

Un elemento central del diseño del Object 825 GTS es su imponente canal de agua, con una longitud impresionante de 602 metros (1975 pies). Este canal no solo es una proeza de ingeniería, sino también un activo estratégico, capaz de albergar hasta siete submarinos simultáneamente. Pero la capacidad de la instalación no termina ahí; sus diversos canales de agua, de diseño intrincado, pueden albergar hasta 14 submarinos de diferentes clases.

Las dimensiones de los canales son igualmente notables, con profundidades que alcanzan los 8 metros (26 pies) y anchos que varían entre 12 y 22 metros (39 y 72 pies). Este amplio diseño subraya el papel de la instalación como importante centro submarino, con una superficie total de aproximadamente 9.600 metros cuadrados (103.000 pies cuadrados).

  Algunas de las puertas de gran grosor que permitieron que el sitio resistiera una explosión nuclear. Imagen de Tostan (CC BY-SA 3.0)

En tiempos de paz, el complejo seguía un riguroso protocolo para la carga de equipos, que se realizaba principalmente en el muelle. Este proceso se ejecutaba bajo la atenta mirada del personal de la base, que monitoreaba minuciosamente los movimientos de los satélites espías de posibles adversarios militares. En cambio, las operaciones en tiempos de guerra requirieron un cambio de táctica, empleando un túnel especialmente diseñado dentro del complejo para la carga discreta de equipos.

Una adición notable al complejo es el Objeto 280, una base técnica y de reparación dedicada al almacenamiento y mantenimiento de un arsenal nuclear.

Una característica distintiva del Object 825 GTS es su punto de acceso submarino, que permite a los submarinos entrar y salir de la base completamente sumergidos. Esta característica no solo proporcionó una ventaja táctica, sino que también mejoró el secreto y la seguridad de las operaciones submarinas.

La atención al detalle se hace patente en el mantenimiento del ambiente interno de la base. La temperatura se regula constantemente en torno a los 15 °C (59 °F), lo que crea condiciones óptimas tanto para la maquinaria como para el personal estacionado en su interior.

La construcción del complejo subterráneo duró ocho años, desde 1953 hasta 1961. Durante este período, se excavaron aproximadamente 120 000 toneladas de roca del monte Tavros. Para mantener la máxima confidencialidad, los suministros se entregaron en la oscuridad, transportados en barcazas en alta mar.
Object 825 GTS después de la Guerra Fría

Con la disolución de la Unión Soviética en 1991, el panorama estratégico mundial experimentó un cambio radical. El Objeto 825 GTS, antaño un bastión de poderío naval y secretismo, vio superada su función de base submarina y almacén de arsenal nuclear en esta nueva era. La instalación, que durante décadas había operado bajo el manto del máximo secreto, inició un proceso de transformación hacia un museo público.

El proceso de desmantelamiento implicó la desmilitarización de la base, la retirada de equipo sensible y la garantía de que las instalaciones no representaran una amenaza para la seguridad. Este proceso marcó el fin de una era para el Objeto 825 GTS. La base permaneció desprotegida desde 1993 hasta 2003 y posteriormente fue saqueada, con grandes cantidades de metal destinadas a la chatarra.

Sin embargo, su renacimiento como museo insufló nueva vida a las instalaciones. Los mismos túneles y muelles que antaño resonaban con el sonido de la actividad militar ahora estaban en silencio, sirviendo como corredores para que los visitantes exploraran la historia naval de la Guerra Fría.


  La Armada Soviética también utilizó el sitio para entrenar a los Dolphins para colocar explosivos y balizas en los activos navales. Imagen de Stanisław Ludwiński (CC BY-SA 3.0).

Como museo, el Objeto 825 GTS cumple una doble función. En primer lugar, preserva la historia, ofreciendo una visión sin filtros de la vida y las operaciones de una instalación militar ultrasecreta durante la Guerra Fría. En segundo lugar, cumple una función educativa, informando a los visitantes sobre las complejidades de la época, los avances tecnológicos en la guerra submarina y el delicado equilibrio de poder que definió la segunda mitad del siglo XX.

La transformación del Objeto 825 GTS simboliza los cambios más amplios en el mundo posterior a la Guerra Fría. De ser una instalación diseñada para sobrevivir a un apocalipsis nuclear, se ha convertido en un lugar donde la gente puede aprender sobre un pasado tan intrigante como aleccionador. Esta transición del secreto operativo a una educación transparente refleja un avance hacia una sociedad más abierta e informada.

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