domingo, 17 de diciembre de 2017

Armada Argentina: Agrupación Buzos Tácticos



Agrupación Buzos Tácticos de la Armada de la República Argentina



Historia
La Agrupación de Buzos Tácticos es la fuerza especial más antigua de toda Latinoamérica, fue creada en el año 1952 inspirada en las experiencias estadounidenses e italianas en la Segunda Guerra Mundial, sin embargo desde 1947 se dictaban cursos de Buzos Autónomos por orden del Contraalmirante Ibarborne.
Originalmente tenían asiento en el buque de desembarco San Bartolomé, y luego una segunda agrupación fue creada con sede en la Escuadra Naval del Plata, ambas fueron fusionadas posteriormente y asentadas en la Base Naval Mar del Plata desde 1966.
Decana de las fuerzas de élite argentinas los Buzos Tácticos dependen del Comando de Submarinos de la Armada Argentina y desde 1984 forman parte de la Fuerza Conjunta de Desplazamiento Rápido.


Misión
En sus inicios su misión era realizar acciones de golpe en las costas y puertos enemigos y preparar el terreno para el desembarco, con características eminentemente acuáticas. A medida que transcurrió el tiempo las tareas fueron modificándose a la orden del día.
Actualmente su misión es el reconocimiento primario del enemigo, elevamiento hidrográfico y geográfico de zonas en disputa, ejecución de incursiones comandos anfibias, demolición subacuática de estructuras portuarias y buques en zonas enemigas, demarcación de playas previo al desembarco de la Infantería de Marina, Misiones SAR (búsqueda y rescate) de alto riesgo y antiterrorismo.





Equipo y modos de despliegue
Los Buzos Tácticos de la Armada Argentina cuentan con todo el equipamiento de última tecnología necesario para su desempeño. Entre sus armas hay: fusiles FAL de 7,62 mm, Steyr y M-16 de 5,56; subfusiles FN P90, Imgran, Uzi y Sterling de 9 mm; ametralladoras MAG de 7,62, Minimi de 5,56 mm, armas de puño, granadas de fusil y diversidad de explosivo
El equipo personal consta de Paracaídas MC1,MC5, XL, uniformes de todo tipo de ambientes, GPS portátiles, visores nocturnos y modernos equipos de comunicaciones.
Los APBT pueden ser desplegados desde los submarinos, pero también están entrenados para ser introducidos por medios aéreos y navales diversos. Para su llegada al punto de acción cuentan con: minisubmarinos ESDA para dos buzos y 250 kg de cara útil, propulsores individuales subacuáticos, equipos de respiración autónomos con reciclado de aire (sin burbujas), kayacs plegables, lanchas Zodiac Futura Comando y lanchas rápidas artilladas.
Dependiendo de la misión la plana mayor y el comandante designan el equipo y efectivos a desplegarse, planifican la acción y el método más adecuado para llegar y salir. Tanto avión, helicóptero, barco o submarino o una conjunción de los mismos.
La llegada deberá ser lo más sigilosa e indiscreta posible a fin de no llamar la atención, puesto que el teatro de operaciones siempre estará bajo una absoluta vigilancia y presencia armada. Para ello usarán los dispositivos enumerados logrando una llegada invisible en lo más posible.
Luego de realizada la misión se tratará, en lo posible, de regresar por los mismos medios de llegada. Si se ha detectado al grupo este está preparado para hacer un amplio uso de su poder de fuego en un repliegue ordenado cubierto por fuego de ametralladoras, granadas, humo y unidades de extracción.
Cada unidad operativa de buzos tácticos se comprende de 3 grupos operativos de 16 hombres con equipo completo y un grupo de sostén logístico.
Esta unidad de alta discreción esta capacitada para planear y ejecutar, entre otras, las siguientes operaciones especiales: 



-Incursiones navales contra objetivos de interés táctico y estratégico desde submarinos, buques de superficie y unidades aeronavales. 
-Incursiones anfibias de reconocimiento de playas, zonas costeras e instalaciones portuarias. 
-Marcado de playas y guiado de ola de fuerzas de desembarco. 
-Designación de blancos a ser batidos por buques o aeronaves. 
-Infiltración o recuperación de personal de interés. 




Entrenamiento

Los oficiales y suboficiales graduados o en servicio presentan la solicitud de ingreso a la APBT, de cumplir con las rigurosas exigencias propias del selecto grupo se cursa un año de posgrado como Comando Subacuático. A las normales formaciones de marino de la FLOMAR o FLOSUB se le agregan un duro entrenamiento como paracaidistas, experto en explosivos, tirador especial, andinista, rescate, combate en monte, etc.

Para el cumplimiento de su misión, el personal debe estar alta y especialmente adiestrado con el objeto de obtener grandes efectos con limitados recursos humanos y materiales, actuando con imprescindible sigilo y sorpresa para lograr el éxito.
 
 

Si bien los integrantes de esta selecta agrupación es apto para operar en tierra y usar el aire como medio de infiltración, es el agua su ambiente natural y donde se entrenan la mayor parte del tiempo, utilizando particularmente los submarinos como plataforma sutil ideal para el transporte de hombres y material. 


Como parte integral del adiestramiento, la unidad realiza ejercitaciones en el teatro de operaciones austral, donde se ponen en práctica todos los conocimientos acerca de tácticas y técnicas, y donde el hombre se pone en contacto con el medio en el cual deberá actuar en caso de un conflicto bélico. 


Alta exigencia




¿Cómo se forma un buzo táctico? Los candidatos son voluntarios -oficiales y suboficiales-, sometidos a severos exámenes psicofísicos. Deben saber nadar y tener una óptima condición física. Además, están obligados a superar extensas pruebas de natación, correr diez kilómetros y a hacer varios test psicológicos. Una vez que salieron airosos, son destinados a la Escuela de Submarinos y Buceo, en el predio de la Base, para hacer el curso de buzo táctico durante un año. Aprenden a bucear con equipos de circuito abierto (los más comunes y conocidos) y circuito cerrado, que no largan burbujas, hacen trabajos de relevamiento, operaciones terrestres, manejo de explosivos, técnicas de supervivencia, evasiones, escapes, acciones debajo del agua para insertarse en un lugar determinado o trasladar algún elemento sin ser detectados y manejo de tabla de descompresión, entre otras cosas.

Con la mayor parte de esos conocimientos, el adiestramiento les depara una sorpresa. Es la parte más dura de su preparación. Durante un mes, se los pone a prueba con ejercicios para formar el carácter. Por ejemplo, nadar seis horas seguidas; cumplir con una prueba de 24 horas sin parar, con buceo de seis kilómetros y el desembarco en una playa, matizado con una marcha de 42 kilómetros y, para finalizar, con una remada. Aquí, nuestro anfitrión señala una característica del curso: el manejo de la incertidumbre. Las presiones que recibe el alumno están marcadas precisamente por esa circunstancia. “Por ejemplo, les cambiamos los parámetros del sueño y la comida. Nunca saben cuándo van a comer o dormir. Esto hace que reaccionen de maneras diferentes. Es lo que va a pasarles en la realidad. De hecho, cuando salimos de ejercicios o en operaciones reales, no tenemos idea de lo que nos va a suceder; entonces debemos estar preparados para superar esos inconvenientes físicos y psicológicos que se presentan en el mar, como el frío, el cansancio y el hambre, y confiar en el trabajo en equipo. Esto es fundamental. Cuando vamos al agua pasamos a ser un team compacto donde cada uno sabe lo que debe hacer; por eso, siempre se bucea en pareja de combate



En la madrugada del 2 de Abril de 1982 tuco su bautismo de fuego al iniciar las acciones que permitieron la recuperación de nuestras Islas Malvinas, siendo condecorada esta unidad de fuerzas especiales por "Honor al valor en combate". 


 
El lema de los buzos tácticos reza: "Dos cosas te pido Señor, la victoria y el regreso, pero si una sola has de concederme, que sea la victoria"



 


  

 




1 comentario: