Lanchas torpederas “Towwora” (P-82) y ARA “Alakush” (P-84)
Al comenzar su vida operativa por las aguas australes las torpederas LT-3/P-82 y LT-5/P-84 recibieron
nombres de bautizo de origen Yagán o Yámana (aborígenes que habitaron
la zona del Canal de Beagle), siendo denominadas ARA “Towwora” (“Viento que pasa”) y ARA “Alakush” (Pato Vapor en lengua Yámana) respectivamente.
Previo a su despliegue a Ushuaia estas dos unidades fueron
modernizadas y reequipadas, con el agregado de una carroza de aluminio
(para proteger sus cascos de madera) y una potencia de fuego
considerable para su poca eslora que consistía en:
- 2 montajes simples de cañones Bofors de 40mm
- 2 montajes dobles de ametralladoras Browning M2 de 12,7mm
- 2 coheteras óctuples Mk50 para cohetes Mk7/Mk10 de 5” (127mm)
- 2 cunas para cargas de profundidad Mk6
- 4 cunas para torpedos Mk13 de 22,4” (569mm)
Durante su estadía en el sur fue reemplazado su esquema de color “gris horizonte”
estándar de las unidades de superficie por diversos esquemas de
camuflaje que fueron variando a lo largo del tiempo. Tenían su asiento
en la Base Naval de Ushuaia (BNUS)
ARA Towwara (P-82) con su armamento alistado navegando por el canal
Radio de Combate Máximo: Aproximadamente 926-1.160 km con combustible interno, extensible con tanques de combustible externos y reabastecimiento en vuelo
Alcance Máximo de Ferry: Más de 3.330 km con tres tanques de combustible externos
Carga Óptima de Combustible y Armas para Misiones de Larga Distancia
Tanques de Combustible Externos:
Configuración: Hasta tres tanques de 1.249 litros
Configuración de Armas:
Misiles Aire-Superficie (ASM):
AGM-84 Harpoon (antibuque)
AGM-88 HARM (anti-radar)
Bombas Guiadas:
JDAM (Munición de Ataque Directo Conjunto)
Bombas Guiadas por Láser Paveway II/III
Misiles Antibuque (AShM):
AGM-84 Harpoon
AGM-158C LRASM (Misil Antibuque de Largo Alcance, si está disponible)
Adicional:
AIM-120 AMRAAM (para superioridad aérea)
F/A-18 Super Hornet armado con 4 AGM-84 Harpoon
Consideraciones para la Base Aeronaval
Bases operacionales potenciales:
Comandante Espora
Almirante Zar
Río Grande
Qué modificaciones debiera hacerse a las bases aeronavales:
Longitud de pista: Mínimo 2,438 metros
Espacio de hangar: Al menos 30 metros de largo, 15 metros de ancho, 8 metros de alto
Infraestructura de soporte: Instalaciones de mantenimiento, almacenamiento de combustible, depósitos de armamento, salas de información para pilotos
Costos de Adquisición y Operación
Componentes del Costo:
Costo de la Aeronave: Aproximadamente $70 millones por unidad
Entrenamiento: $10 millones para el entrenamiento de pilotos y personal de tierra
Infraestructura Operativa: $30 millones para la actualización de hangares y instalaciones de soporte
Mantenimiento y Repuestos: $15 millones anuales
Capacidades de Ataque a Larga Distancia del F/A-18 Super Hornet para la Aviación Naval Argentina
El F/A-18 Super Hornet, un caza polivalente versátil y formidable, ofrece capacidades significativas de ataque a larga distancia que podrían mejorar el alcance operativo y la efectividad de la Aviación Naval Argentina. Al considerar operaciones potenciales desde estaciones aéreas navales clave como Comandante Espora, Almirante Zar y Río Grande, es esencial comprender las configuraciones óptimas y los requisitos logísticos asociados con el despliegue del Super Hornet.
Configuraciones de Combustible y Armas para Misiones de Larga Distancia
Para maximizar el alcance y la efectividad en combate del Super Hornet, una configuración óptima incluiría hasta tres tanques de combustible externos de 1.249 litros, extendiendo significativamente su alcance más allá de su capacidad de combustible interno. Esta configuración permite que el Super Hornet logre un alcance de ferry de más de 3,330 kilómetros, haciéndolo adecuado para misiones de ataque a larga distancia.
En términos de armamento, el Super Hornet puede equiparse con una variedad de misiles aire-superficie y antibuque. El AGM-84 Harpoon es un misil antibuque principal (AShM) que proporciona capacidades robustas para misiones de ataque naval. Además, la aeronave puede armarse con misiles AGM-88 HARM para roles anti-radar y municiones guiadas de precisión como las JDAM y las bombas guiadas por láser Paveway.
Requisitos para la Base Aeronaval
El despliegue del Super Hornet desde estaciones aéreas navales argentinas requiere una infraestructura específica para apoyar sus operaciones. La longitud mínima de la pista necesaria es de 2,438 metros para acomodar despegues y aterrizajes con cargas de misión completas. Los requisitos de espacio de hangar también son significativos, con cada hangar necesitando al menos 30 metros de largo, 15 metros de ancho y 8 metros de alto para albergar la aeronave y facilitar las operaciones de mantenimiento.
La infraestructura de soporte debe incluir instalaciones de mantenimiento capaces de realizar servicios de rutina y extensivos a la aeronave, almacenamiento de combustible suficiente para operaciones prolongadas y depósitos de armamento para almacenar diversas municiones. Además, las salas de información para pilotos y las instalaciones de entrenamiento son cruciales para mantener la preparación operacional.
Costos de Adquisición y Operación
El costo de adquisición del F/A-18 Super Hornet es de aproximadamente $70 millones por unidad. Este costo incluye la aeronave en sí, pero no cubre el entrenamiento ni los requisitos de infraestructura adicionales. El entrenamiento para pilotos y personal de tierra se estima en $10 millones, asegurando que el personal esté adecuadamente preparado para operar y mantener el Super Hornet.
La actualización de la infraestructura de las estaciones navales para apoyar las operaciones del Super Hornet se espera que cueste alrededor de $30 millones, abarcando modificaciones en los hangares, instalaciones de mantenimiento y otras estructuras de soporte esenciales. El mantenimiento anual y las piezas de repuesto probablemente agregarán $15 millones adicionales al presupuesto operacional.
En conclusión, la integración del F/A-18 Super Hornet en la Aviación Naval Argentina mejoraría significativamente sus capacidades de ataque a larga distancia. Si bien la inversión inicial y los costos operacionales son considerables, las ventajas estratégicas y las capacidades mejoradas de misión proporcionadas por el Super Hornet lo convierten en un activo valioso para modernizar y fortalecer las capacidades de aviación naval de Argentina.
Sistema
País
Fabricante
Notas
Cañón
General Dynamics General Electric
M61 Vulcan rotativo de 20 mm
Kit de guiado láser Paveway II para bombas de caída libre
Lockheed Martin Raytheon Texas Instruments
Kit de guiado láser Paveway III para bombas de caída libre
Raytheon Texas Instruments
Kit de guiado GPS/láser Enhanced Paveway II para bombas de caída libre
El desempeño de la Armada de la República Argentina
La Fuerza de Tareas 79, más conocida como la Fuerza de Tareas del Atlántico Sur (FLOMAR) de la Armada Argentina, jugó un papel crucial durante el conflicto de las Islas Malvinas en 1982. La FLOMAR, integrada principalmente por buques de la Flota de Mar de la Armada Argentina, fue una pieza central en la estrategia argentina para recuperar y mantener el control de las islas frente a la respuesta militar británica. A continuación, se presenta un informe detallado sobre el desempeño de la FLOMAR hasta el 4 de mayo de 1982.
Contexto Operacional
La FLOMAR, en su núcleo, estaba diseñada para operaciones de alta mar y protección de la soberanía marítima argentina. Para el conflicto de Malvinas, la Armada Argentina desplegó una flota diversa que incluía destructores, fragatas, corbetas, submarinos y un portaaviones, el ARA Veinticinco de Mayo. La misión principal de la FLOMAR era proporcionar apoyo naval a las fuerzas terrestres argentinas desplegadas en las islas y, al mismo tiempo, enfrentar y neutralizar la Task Force británica enviada para recuperar las Malvinas.
Composición de la FLOMAR
A comienzos de abril de 1982, la FLOMAR estaba compuesta por varias unidades clave:
ARA Veinticinco de Mayo: Portaaviones clase Colossus modificado, que era el buque insignia de la Armada. Su capacidad para operar aviones de combate A-4Q Skyhawk y S-2 Tracker era crucial para las operaciones de ataque y reconocimiento.
Destructores Clase Type 42: Como el ARA Hércules y el ARA Santísima Trinidad, equipados con misiles superficie-aire Sea Dart, diseñados para la defensa aérea de la flota.
Destructores Clase Fletcher y Gearing: Como el ARA Piedra Buena y el ARA Bouchard, con roles de escolta y defensa antiaérea.
Corbetas Clase A69: Como el ARA Drummond, destinadas a tareas de patrullaje y guerra antisubmarina.
Submarinos Clase Balao y Tipo 209: Como el ARA Santa Fe y el ARA San Luis, que realizaron operaciones de reconocimiento y ataque.
Operaciones Iniciales
El 2 de abril de 1982, Argentina recuperó las Islas Malvinas mediante la Operación Rosario. Posteriormente, la FLOMAR se movilizó para asegurar el control del área marítima alrededor de las islas y preparar la defensa ante la inminente respuesta británica. El ARA Veinticinco de Mayo desplegó aviones para misiones de patrullaje y reconocimiento en el Atlántico Sur.
La FLOMAR operó principalmente en dos áreas:
Área de Operaciones de la Fuerza de Tareas 79.1: Comandada por el Contralmirante Gualter Allara, esta fuerza incluía al ARA Veinticinco de Mayo y varios destructores. Sus misiones se centraron en establecer una presencia naval disuasoria y estar lista para interceptar cualquier incursión británica.
Área de Operaciones de la Fuerza de Tareas 79.3: Incluía submarinos como el ARA San Luis y unidades de superficie encargadas de tareas de patrullaje y protección de las islas.
Enfrentamiento con la Task Force Británica
A mediados de abril, la FLOMAR comenzó a enfrentar la realidad de la Task Force británica, liderada por los portaaviones HMS Hermes y HMS Invincible. La FLOMAR intentó utilizar su ventaja inicial en términos de proximidad y familiaridad con las aguas del Atlántico Sur.
Operación Algeciras: Una operación de comandos en Gibraltar, destinada a atacar unidades navales británicas, fue cancelada antes de su ejecución, privando a la FLOMAR de un golpe estratégico significativo.
Patrullas de Submarinos: El ARA San Luis desempeñó un papel crucial en las operaciones de guerra submarina. Sin embargo, los problemas técnicos y la falta de coordinación en los ataques con torpedos limitaron su efectividad.
El 1° de Mayo de 1982: Primeros Combates Directos
El 1 de mayo marcó el primer enfrentamiento directo entre las fuerzas argentinas y británicas. La FLOMAR fue parte de una operación más amplia para hostigar a la Task Force británica, intentando atacar sus posiciones.
Ataques Aéreos: Los aviones del ARA Veinticinco de Mayo realizaron salidas para identificar y atacar unidades británicas. Sin embargo, las condiciones meteorológicas y la eficiencia de las defensas británicas complicaron estas misiones.
Intento de Ataque con el ARA Veinticinco de Mayo: El portaaviones argentino intentó lanzar un ataque aéreo con sus A-4Q Skyhawk. A pesar de las dificultades logísticas y tácticas, la misión fue abortada cuando se confirmó que los portaaviones británicos se encontraban fuera del alcance efectivo.
Pérdida del ARA General Belgrano
El 2 de mayo de 1982, la FLOMAR sufrió una de sus pérdidas más significativas. El crucero ARA General Belgrano, que formaba parte de la Fuerza de Tareas 79.3, fue torpedeado y hundido por el submarino nuclear británico HMS Conqueror. Esta acción marcó un punto de inflexión en la guerra naval. El hundimiento del General Belgrano resultó en la muerte de 323 marinos, representando casi la mitad de las bajas argentinas en el conflicto.
Este evento tuvo consecuencias estratégicas y operativas inmediatas. La Armada Argentina retiró el ARA Veinticinco de Mayo y otras unidades principales hacia aguas más seguras, cerca de la costa argentina, para evitar nuevas pérdidas. Este repliegue limitó las opciones ofensivas de la FLOMAR y permitió a la Task Force británica operar con mayor libertad en la zona de exclusión alrededor de las Malvinas.
Operaciones hasta el 4 de Mayo
Después del hundimiento del General Belgrano, la FLOMAR adoptó una postura más defensiva. La flota argentina se concentró en proteger los accesos al continente y en evitar un enfrentamiento directo con la Task Force británica, que contaba con superioridad tecnológica y de alcance, especialmente con sus submarinos nucleares y aeronaves embarcadas.
Submarino ARA San Luis: Continuó sus operaciones, pero sin éxito significativo debido a fallas en sus sistemas de armamento, como torpedos que no impactaron a pesar de detectar blancos enemigos.
Protección del ARA Veinticinco de Mayo: Con el portaaviones alejado de la zona de conflicto directo, su capacidad ofensiva quedó severamente restringida, limitando el alcance de las operaciones aéreas argentinas.
Conclusiones hasta el 4 de Mayo
Hasta el 4 de mayo de 1982, la FLOMAR enfrentó un entorno extremadamente desafiante. La combinación de la tecnología avanzada de la Task Force británica, junto con la superioridad en inteligencia y logística, puso a la Armada Argentina en una situación difícil. La pérdida del ARA General Belgrano y las limitaciones operativas del ARA Veinticinco de Mayo obligaron a la FLOMAR a revaluar su estrategia, enfocándose más en la defensa que en la ofensiva.
El desempeño de la FLOMAR hasta esta fecha muestra tanto la valentía como las limitaciones técnicas y estratégicas de la Armada Argentina en un conflicto moderno contra una potencia naval como el Reino Unido. La guerra de las Malvinas se convirtió en un conflicto asimétrico, donde la FLOMAR intentó maximizar sus recursos en un escenario adverso, enfrentando desafíos significativos que finalmente influyeron en el curso de la guerra.
La Suboficial Mayor Enfermera Beatriz Hernández pertenece a la sexta promoción de mujeres enfermeras. Fue de las primeras en participar en las Misiones de Paz de la ONU en el extranjero.
Gaceta Marinera
Puerto Belgrano – Con tan sólo 15 años, Beatriz Hernández decidió ingresar a la Armada Argentina junto a una amiga del secundario, con el único conocimiento de que estaría entre las primeras mujeres de la Fuerza en vestir un uniforme.
Corría 1988 y las jóvenes pioneras ingresaban a la Armada Argentina en las únicas especialidades disponibles, Enfermería y Operaciones. Así, Beatriz comenzó a recorrer su camino en la carrera naval, con esfuerzo y dedicación en un ámbito predominantemente masculino, en aquel entonces.
“La Armada fue brindándome las oportunidades y no desaproveché ninguna”, enfatizó la enfermera con más de 35 años de servicios, quien a fin de año se retira.
La Suboficial Mayor Enfermera Beatriz Hernández pertenece a la sexta promoción de mujeres enfermeras. Fue de las primeras en participar en las Misiones de Paz de la ONU en el extranjero, en Haití (MINUSTAH); en realizar campañas en el terreno junto a los Infantes de Marina; en asistir a los buzos tácticos y de salvamento, y también en embarcar en los buques de guerra de la Armada como la corbeta ARA “Granville” y el transporte ARA “King”.
Además de la especialidad de enfermería que obtuvo en la Escuela de Suboficiales de la Armada Argentina en 1990, Beatriz es Mecánica Dental. Estudió histopatología forense y se recibió como Técnica Evisceradora, finalizando luego la Licenciatura en Enfermería.
En la Armada tuvo la oportunidad de capacitarse en QBN (Guerra Química, Biológica y Nuclear), en evacuación médica aeronaval y cursos de Sanidad en Combate como el C4.
La enfermera, de González Catán, se lanzó en paracaídas, buceó, aprendió a manipular diversas armas de fuego, y navegó miles de millas por el Mar Argentino. Y entre sus logros más preciados, nombra la oportunidad de ascender y llegar al grado de Suboficial Mayor.
“Ingresé con una mochila llena de ilusiones y me estoy retirando con la satisfacción de haber crecido profesionalmente, y vivido plenamente una carrera operativa con entusiasmo y emoción”, destacó la Suboficial Hernández. De González Catán al mar
Beatriz nació en la Ciudad de Buenos Aires y a los pocos años su familia se trasladó cerca de Cañuelas, en González Catán, Municipio de La Matanza, ubicado en la Zona Oeste del Gran Buenos Aires. Allí transcurrió su infancia y adolescencia.
Cursando el tercer año del secundario, la mamá de su amiga Claudia Villafañe la motivó a considerar una carrera de Armas, cuando las mujeres recién comenzaban a transitar el ámbito castrense. “¿Querés ser una mujer militar?”, le preguntó un día y ella respondió “Sí, quiero”.
Había decidido su destino y se fue con esa inquietud a su casa, a contarle a sus padres lo que quería. “Recuerdo que papá me miró y me dijo: ‘hija, pero ¿dónde te van a querer más que en tu casa?’ y acá estoy”, rememoró.
Cuando llegó a su domicilio la notificación de su incorporación a la Armada, sus padres empeñaron las alianzas de matrimonio para poder comprar todo lo necesario para su ingreso. Preparada para emprender el viaje en tren, directo de Constitución hacia la Base Naval de Puerto Belgrano, su mirada no alcanzaba a ver la inmensa cantidad de jóvenes congregados en la estación aquel día. “Éramos cientos de chicos de todas partes subiéndonos a ese tren que nos llevaría a un destino desconocido pero prometedor”, recordó con entusiasmo.
Cuenta que pensaba en un trabajo administrativo como furriel en la Armada, pero esta especialidad naval aún no contaba con cupos femeninos y le asignaron enfermería, ya que las mujeres de operaciones debían ingresar con secundario completo. “Comencé a conocer la especialidad, le tomé cariño, y descubrí que había nacido para cuidar y ayudar a otros”, enfatizó con convicción profesional.
Una vez recibida y con el uniforme puesto, sintió felicidad plena. Había logrado el sueño de ser una mujer militar. Su primer destino fue en Buenos Aires, en el Hospital Naval “Cirujano Mayor Doctor Pedro Mallo”, donde su empatía ante el dolor y el sufrimiento ajeno reforzó su amor y vocación de servicio.
Los siguientes pases en destinos de la Infantería de Marina terminaron de forjar un carácter enérgico y dinámico: sirvió a la lo que hoy es la Brigada Anfibia de Infantería de Marina, y al Batallón de Infantería de Marina Nº2: “Aprendí de camaradería más que nunca y de trabajo en equipo, también que necesitamos siempre del otro para cumplir un objetivo”, subrayó.
De allí, siguió incursionando en destinos poco transitados para las mujeres de la Fuerza, como el Servicio de Salvamento de la Armada (SISA), hasta que en el 2006 la Armada Argentina habilitó a las militares de promociones anteriores a poder elegir ser personal operativo y embarcar en cualquier unidad de superficie.
“Yo quería navegar y ante la posibilidad de hacerlo, elegí ser operativa. En ese momento, ya era mamá de Victoria, que había nacido en el 2002 y hoy tiene 21 años, aunque ya estaba divorciada; pero nunca olvidaré las palabras de mi ex marido cuando busqué su apoyo, me dijo: ‘No esperaba menos de vos, cumplí tus sueños’ y seguí en carrera”, apuntó agradeciendo siempre su sostén.
Así, navegar fue una experiencia hermosa que sumó a las realizadas hasta entonces. “Es que el trabajo de un enfermero en la Armada va más allá de la asistencia en el ámbito hospitalario”, explica Beatriz, conforme de su trayectoria y logros alcanzados.
Sus últimos años de carrera los transitó en el Hospital Naval Puerto Belgrano como encargada del Departamento de Gestión y del Detall Administrativo. Adoptó a Punta Alta, ciudad cercana a la Base Naval, como su segunda casa, aunque su corazón palpita en Mar del Plata.
“La Armada Argentina jamás fue un trabajo para mí, es una forma de vivir con disciplina, responsabilidad, compromiso, y mucho sentido de pertenencia; todo es vocación y honor de servir a la Patria”, destacó.
Las mismas lágrimas de entusiasmo y emoción que brotaron de su rostro el día que tomó el tren hacia Puerto Belgrano, con 15 años, para su ingreso, corren por su rostro hacia el fin de su carrera, a los 48: “Agradezco a la Armada Argentina porque pude cumplir mi sueño de ser una mujer militar”.
Encargada de vigilar una zona económica exclusiva (ZEE) de más de un millón de km², la Armada Argentina (ARA - Armada de la República Argentina) ya no cuenta con ningún submarino operativo, a pesar de haber tenido tres antes de la trágica desaparición del ARA San Juan en noviembre de 2017. Inicialmente suspendida, la modernización del ARA Santa Cruz fue cancelada en 2020, mientras que el ARA Salta (Tipo 209) se utiliza como buque escuela, ya que solo puede navegar en superficie.
Recuperar las capacidades submarinas es una de las prioridades del almirante Carlos María Allievi, jefe del Estado Mayor de la Armada Argentina. Lo explicó en una entrevista el pasado 1 de agosto.
De ahí surge el proyecto de Buenos Aires para adquirir tres nuevos submarinos con propulsión diésel-eléctrica. Dos empresas han presentado propuestas: la alemana ThyssenKrupp Marine Systems (TKMS) con el Tipo 209 NG (Nueva Generación), y la francesa Naval Group, con el Scorpène.
“Se han realizado estudios técnicos, logísticos y financieros para determinar cuál oferta es la más adecuada para las necesidades de Argentina”, precisó el almirante Allievi. Añadió que solo quedaba que el presidente argentino, Javier Milei, tomara una decisión sobre la compra de estos tres submarinos. “Esta decisión no solo tendrá en cuenta las consideraciones operativas y financieras. Otros factores también juegan un papel”, subrayó.
Aunque no especificó qué modelo de submarino prefería la Armada Argentina, el almirante Allievi dio una pista: “Si se trata de un astillero privado, la negociación será más complicada que si es un astillero público, ya que en este último caso se puede concluir un acuerdo entre Estados”, comentó.
Le 3 octobre 1964, le général de Gaulle arrive en Argentine dans le cadre de sa tournée en Amérique latine.
60 ans plus tard, sous l'impulsion du président Macron et du président Milei, nous redoublons d'efforts pour renforcer notre relation de défense : échanges avec mon… pic.twitter.com/taNQKIHqSX
De los dos competidores, solo el capital de Naval Group es mayoritariamente propiedad del Estado (con el 62,25%), mientras que el de TKMS está completamente en manos de actores privados. Esto explica las conversaciones en curso entre Buenos Aires y París. Aparentemente, estas están en una etapa avanzada. Esta semana, el ministro de las Fuerzas Armadas de Francia, Sébastien Lecornu, recibió a su homólogo argentino, Luis Pietri, para hablar sobre la cooperación en defensa franco-argentina.
“El 3 de octubre de 1964, el general De Gaulle llegó a Argentina como parte de su gira por América Latina. Sesenta años después, bajo el impulso del presidente Macron y el presidente Milei, redoblamos esfuerzos para fortalecer nuestra relación en defensa: intercambio con mi homólogo Luis Pietri sobre la situación internacional y la cooperación”, dijo Lecornu en la red social X.
Según Zona Militar, que cita fuentes cercanas al tema, este encuentro entre los dos ministros habría permitido avanzar en las negociaciones para la compra de tres submarinos de ataque clase Scorpène de Naval Group. Se habría mencionado la próxima firma de una carta de intención que también incluiría el suministro de repuestos, servicios "asociados" y formación. El monto de este posible pedido ascendería a 2 mil millones de dólares (unos 1,8 mil millones de euros). Probablemente, Buenos Aires buscará obtener facilidades financieras a través de un préstamo garantizado por la COFACE.
Sin embargo, una carta de intención no es vinculante, y hay otro factor a considerar: el mantenimiento de las capacidades de la Armada Argentina. Por el momento, esto se logra gracias a un acuerdo con la Armada Peruana, que acoge a cadetes argentinos a bordo de sus submarinos Tipo 209. No obstante, el almirante Allievi expresó su deseo de obtener un submarino de segunda mano de forma temporal. Sin embargo, Francia no está en condiciones de proporcionarlo.
Carlo Bergamini (F590) es una fragata clase FREMM en servicio de la Armada italiana. Fue la primera unidad construida por el programa de fragatas multipropósito FREMM. El proyecto del casco inició su construcción en los astilleros Fincantieri de Riva Trigoso en Génova el 7 de enero de 2008 y la nave se botó el 16 de julio de 2011.
Carlo Bergamini (F 590)
Carlo Bergamini el 6 de octubre de 2011.
Banderas
Historial
Astillero
Riva Trigoso (Génova); Muggiano (La Spezia) (astilleros Fincantieri)
Clase
Clase FREMM
Tipo
fragata
Operador
Marina Italiana
Iniciado
7 de enero de 2008
Botado
16 de julio de 2011
Asignado
Italia 29 de mayo de 2013
Destino
activo
Características generales
Eslora
144,7 m
Manga
19,70 m
Calado
5 metros
Armamento
• 1 cañón OTO Melara de 127/64 mm • 1 Cañón OTO Melara Otobedra de 76/62 mm SR (con kit DAVIDE y STRALES) • 2 Ametralladoras de 25/80 mm OTO Melara/Oerlikon GBM-AO1
Guerra electrónica
• Sistema ESM Thales
ECM:
• Neptuno 4100 Radar de interferencia • 2 lanzacohetes Oto Melara SCLAR H chaff/flare Sistema antitorpedos SLAT: • 2 lanzadores para 12 misiles de interferencia acústica cada uno. • 2 lanzadores de misiles de 324 mm MU90 Impact • 8 misiles MBDA Otomat Mk2/A ASuW • 16 células Sylver A50 Aster para misiles superficie-aire y antimisiles
Propulsión
Sistema CODLAG: • Avio-GE LM 2500+G4 32,00 MW • 2 motores eléctricos 2x2,5 MW • 4 unidades 4x2,1 MW • 1 motor eléctrico con hélice retráctil
Velocidad
≥ 29 nudos (≥ 54 km/h)
Autonomía
6.700 millas a 15 nudos
Tripulación
131 personas
Aeronaves
• 2 helicópteros NH90 • 1 helicóptero AW101
Indicativo de llamada
Indicativo de llamada radio UIT: (India-Alfa-Oscar-India)
Desarrollo y diseño
Las hipótesis de planificación para la Armada italiana son 10 FREMM-IT (4 variantes ASW y 6 variantes GP) por 5.900 millones de euros. FREMM-IT reemplazará a las fragatas de clase Maestrale y Lupo en servicio en la Armada italiana. En el presupuesto italiano de 2013, el gobierno italiano estableció la financiación necesaria para dos variantes GP más (FREMM-IT 7 y 8) y el contrato se adjudicó en septiembre de 2013. El 15 de abril de 2015, el Parlamento italiano confirmó el acuerdo entre OCCAR y Orizzonte Sistemi Navali Spa (Fincantieri y Finmeccanica, desde 2017 Leonardo) comenzará a construir las unidades 9 y 10, por 764 millones de euros.
Al 16 de abril de 2015, el gobierno italiano aprobó la financiación para los diez FREMM-IT que se entregarán a la Armada italiana (4 variantes ASW y 6 variantes GP).
FREMM-IT 9 y 10 tendrán capacidades mejoradas no reveladas. Los 10 FREMM-IT italianos tienen capacidades AAW ampliadas, con misiles SAAM-ESD CMS, Aster 30 y Aster 15 para una defensa de área extendida. SAAM-ESD CMS utiliza Leonardo MFRA, un radar activo 3D (AESA), una versión evolucionada del radar Leonardo EMPAR PESA (anteriormente embarcado en los destructores de la clase Horizon y en el portaaviones Cavour). Desde el séptimo FREMM-IT, habrá actualizaciones, como una nueva antena IFF conforme y una respuesta mucho más sigilosa. Desde el noveno FREMM-IT, SCLAR-H fue reemplazado por Leonardo ODLS-20. En 2017, el reacondicionamiento italiano del FREMM comenzó con la instalación de cada uno de los 2 cañones acústicos SITEP MS-424.
En 2020 se informó que Italia vendería sus dos últimas fragatas clase FREMM en la línea de producción actual (Spartaco Schergat y Emilio Bianchi) a Egipto. El Spartaco Schergat se encontraba en la última etapa de sus pruebas en el mar, mientras que Emilio Bianchi le seguiría al cabo de un año. Según se informa, el acuerdo incluía otros equipos militares por valor de 1.200 millones de euros. Se informó que Italia ordenaría dos fragatas FREMM adicionales para reemplazar las transferidas a Egipto con la entrega prevista de los reemplazos para 2024.
Historial operativo
El 16 de julio de 2011, la ceremonia de botadura del buque tuvo lugar en las instalaciones de Fincantieri, en Riva Trigoso, en presencia del jefe de la Defensa, general Biagio Abrate, del jefe de Estado Mayor de la Armada, almirante Bruno Branciforte, y del director general. de Fincantieri Giuseppe Bono. El bautizo del barco estuvo a cargo de Maria Bergamini Loedler, nieta del almirante Carlo Bergamini, que da nombre al barco.
El 6 de octubre de 2011 tuvo lugar su primera prueba en el mar.
El 14 de septiembre de 2012, el barco, al mando del capitán Gianmarco Conte, hizo su primera entrada en la estación naval de Mar Grande, en Tarento, al final de las celebraciones por el hundimiento del acorazado Roma.
Realizó en el Golfo de Taranto, hasta agosto de 2013, una serie de pruebas realizadas por el personal del Centro de Formación Aeronaval de la Armada para certificar la funcionalidad de todos los sistemas a bordo y realizar las pruebas e integración. pruebas del sistema de combate y del sistema de mando y control, mediante pruebas tanto en el mar como en puerto.
Carlo Bergamini fue entregado a la Marina el 29 de mayo de 2013, en el cuartel general de La Spezia. Su bandera de combate le fue entregada el 16 de octubre de 2013 en el puerto de Ancona. En noviembre de 2013 la unidad inició, como parte de la campaña naval "El Sistema País en Movimiento", la navegación para la circunnavegación de África con el 30º Grupo Naval.
Carlo Bergamini el 6 de octubre de 2011.
Vista del colgador de Carlo Bergamini el 1 de octubre de 2019.
Carlo Bergamini en la Estación Naval de Taranto el 4 de octubre de 2019.