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domingo, 30 de marzo de 2025

Argentina: Los desafíos de la Armada de la República Argentina


El próximo desafío de la Armada Argentina: ¿Es posible cambiar el rumbo para garantizar el futuro?

Esteban McLaren
Basado en el artículo de José Díaz
DEF
Con ampliaciones para FDRA



La Armada Argentina enfrenta hoy un desafío crítico que define no solo su futuro, sino también la capacidad del país para proteger su soberanía marítima y aprovechar sus vastos recursos naturales. Este análisis detalla las razones detrás de su debilitamiento, marcado por décadas de desinversión y negligencia, y expone las tragedias e incidentes que han puesto en evidencia sus carencias estructurales. A través de un recorrido por su historia reciente, se identifican los medios necesarios para revitalizar su capacidad operativa, desde submarinos y aviones de patrulla hasta fragatas y buques polares. Asimismo, se examinan los pasos urgentes que deben tomarse para recuperar su rol estratégico en el Atlántico Sur y en el escenario global. Este texto invita al lector a reflexionar sobre las implicancias geopolíticas, económicas y de seguridad que conlleva la situación actual de la Armada, y plantea la pregunta clave: ¿está Argentina preparada para enfrentar este desafío?


¿Qué necesita la Armada Argentina para recobrar su fuerza y cumplir con su misión estratégica? ¿Cómo puede un país con vastos recursos marítimos y una posición geopolítica clave permitir que su fuerza naval caiga en un estado de descomposición? Estas preguntas surgen al analizar la preocupante situación actual de una institución vital para la defensa y la soberanía nacional. Años de negligencia y desinversión han dejado a la Armada en una posición crítica, incapaz de ejercer plenamente su rol.

Un pasado marcado por negligencia y tragedias

El deterioro de la Armada no es reciente. Desde el embargo de la Fragata ARA “Libertad” en 2012 hasta la trágica pérdida del submarino ARA “San Juan” en 2017, pasando por los incendios del rompehielos ARA “Almirante Irízar” y el hundimiento del ARA “Santísima Trinidad”, queda claro que la falta de inversión y mantenimiento ha pasado factura. El presupuesto de defensa, oscilando entre el 0,5% y el 0,8% del PBI, está muy por debajo del promedio regional y mundial. Esta falta de recursos no solo ha afectado los medios materiales, sino también la capacidad de instrucción y el adiestramiento de las tripulaciones.

Un país marítimo sin capacidad de defensa adecuada

Con más de 3,8 millones de kilómetros cuadrados de territorio, dos tercios en el continente y el resto en el sector antártico, Argentina debería contar con una Armada capaz de proteger sus costas, plataformas continentales y vastos recursos marítimos. Sin embargo, la realidad actual dista mucho de este ideal. La falta de submarinos operativos y una flota de superficie envejecida limita significativamente la capacidad de vigilancia y control sobre los casi 5.000 kilómetros de costa y la Plataforma Continental, que se extiende por 6,5 millones de kilómetros cuadrados. Este espacio, rico en biodiversidad y recursos estratégicos como gas, petróleo y pesca, genera miles de millones en ingresos anuales, pero permanece vulnerable a la explotación ilegal y a potenciales amenazas externas.

Para abordar esta situación, es fundamental considerar la incorporación de patrulleros de altura de gran calado, con desplazamientos de hasta 10.000 toneladas. Estas embarcaciones, equipadas con sistemas modernos de vigilancia, radares de largo alcance y capacidad de desplegar helicópteros y drones, permitirían extender el control efectivo sobre la Zona Económica Exclusiva y la Plataforma Continental Extendida. Este tipo de buques, que superan ampliamente en autonomía y resistencia a los patrulleros actuales, reforzaría la presencia marítima en áreas clave, como el Atlántico Sur y las inmediaciones de las Islas Malvinas.

Complementando esta capacidad, la incorporación de UAV (vehículos aéreos no tripulados) de categoría MALE (Media Altitud y Larga Persistencia) sería un cambio estratégico para la vigilancia y monitoreo de estos vastos territorios. Modelos como el Milkor 380, de desarrollo nacional, o incluso sistemas más avanzados como el Triton de fabricación estadounidense, podrían ofrecer cobertura constante en amplias áreas marítimas. Estas plataformas, equipadas con sensores avanzados, cámaras de alta resolución y radares de apertura sintética, proporcionarían inteligencia en tiempo real para la detección de actividades ilegales, como pesca no autorizada o incursiones no declaradas.

La combinación de patrulleros de gran calado y UAV MALE avanzados no solo reforzaría el control marítimo de Argentina, sino que también posicionaría al país como un actor estratégico en la región, protegiendo su soberanía y asegurando la explotación sostenible de sus recursos marítimos en el siglo XXI. Este enfoque integrado podría marcar el inicio de una recuperación efectiva de las capacidades de defensa marítima de la nación.

 

¿Qué necesita la Flota de Mar?

La Flota de Mar enfrenta un desafío estructural y operativo que requiere una renovación inmediata de medios para garantizar la defensa marítima y la proyección de poder de la Armada Argentina. Una prioridad urgente es la incorporación de 2 a 3 buques de desembarco y asalto anfibio (LPD o LPH). Estos buques serían capaces de transportar y desplegar dos Batallones de Infantería de Marina junto con helicópteros, embarcaciones y vehículos anfibios a rueda y oruga, permitiendo operaciones buque-a-costa en condiciones hostiles. En este sentido, la estrecha relación entre el presidente Javier Milei y la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, podría facilitar el acceso a las tres unidades clase “San Giorgio”, actualmente en proceso de desprogramación por la Marina italiana. También los buques clase Makassar de origen surcoreano serían opciones completamente asequibles y efectivas para los objetivos de la ARA.

Renovación de fragatas: opciones avanzadas y estratégicas

Dado el elevado costo y el tiempo requerido para modernizar los cuatro destructores MEKO-360 y las seis corbetas MEKO-140, la opción más pragmática y efectiva sería adquirir fragatas multirol de segunda mano. Sin embargo, también resulta fundamental explorar la posibilidad de incorporar nuevas unidades, como las Fregates d'Intervention et Defense (FID) de Naval Group. Estas fragatas, que comparten muchos sistemas con las avanzadas FREMM pero con un tonelaje menor, ofrecen ventajas significativas en términos de costos de mantenimiento y operatividad. Además, cuentan con una línea de producción francesa ya establecida, lo que garantizaría soporte técnico y modernización futura. Las FID representan una solución moderna y eficiente para cubrir necesidades de defensa antiaérea, antisubmarina y de superficie con tecnología de vanguardia.

Paralelamente, resulta estratégico evaluar opciones surcoreanas, considerando el éxito de su adopción por la Marina de Guerra del Perú. Buques como las fragatas clase Daegu, con capacidades antisubmarinas avanzadas y un diseño modular, podrían representar una alternativa rentable y confiable. La colaboración con Corea del Sur no solo fortalecería la capacidad naval argentina, sino que también abriría puertas a acuerdos técnicos e industriales para la transferencia de tecnología.

Hacia una alianza estratégica con la Marina de Guerra del Perú

En un contexto regional, resulta vital que la Armada Argentina explore alianzas estratégicas con la Marina de Guerra del Perú. Perú ha avanzado significativamente en la modernización de su flota, adoptando sistemas surcoreanos y estableciendo capacidades de mantenimiento y actualización locales. Esta alianza permitiría intercambiar experiencias, conocimientos y posiblemente establecer programas conjuntos para la adquisición y mantenimiento de buques, fortaleciendo la integración operativa y geopolítica en el Atlántico y el Pacífico Sur.

Fragatas modernas para una flota renovada

La Armada Argentina necesitaría contar con al menos seis fragatas multirol que incluyan las siguientes capacidades:

  • Misiles antibuque y antiaéreos de largo alcance para garantizar superioridad en combate.
  • Hangar para uno o dos helicópteros medianos, fundamentales para misiones de reconocimiento y guerra antisubmarina.
  • Torpedos antisubmarinos y sonares de casco y remolcables, asegurando capacidad de detección y respuesta frente a amenazas submarinas.
  • Radares 3D con tecnología AESA y sistemas avanzados de guerra electrónica.
  • Capacidad para embarcar drones de vigilancia y ataque, y para desplegar entre 15 y 30 comandos en misiones especiales.

Un camino estratégico para el futuro

La combinación de buques anfibios, fragatas FID o alternativas surcoreanas, y una sólida alianza con Perú garantizaría una Flota de Mar moderna y efectiva. Este enfoque no solo restauraría la capacidad operativa de la Armada, sino que también reforzaría la soberanía marítima de la Argentina en el Atlántico Sur, consolidando su papel como actor clave en la región.

 

Submarinos: una necesidad estratégica

La Guerra de Malvinas dejó una lección crucial para la Argentina: los submarinos son herramientas disuasorias de enorme valor estratégico. En el presente, la ausencia de estos medios representa una debilidad crítica que limita la capacidad de la Armada para garantizar la soberanía marítima. En este contexto, la adquisición de submarinos de segunda mano surge como la opción más inmediata y viable. Noruega ofrece una oportunidad concreta con sus submarinos clase Ula, que destacan por su tecnología avanzada, su excelente estado operativo y su vida útil restante. Estos submarinos, combinados con una planificación adecuada, podrían marcar el inicio de la recuperación de la capacidad submarina de la Armada.

A largo plazo, Argentina tiene el potencial de dar un paso aún más ambicioso: desarrollar un submarino de diseño nacional con propulsión nuclear. Aprovechando la experiencia del país en el desarrollo de reactores nucleares para aplicaciones civiles y militares, se podría crear un reactor compacto que permita dotar a la flota de un submarino estratégico. Este diseño podría basarse en plataformas probadas y modernas, como el Scorpene o, idealmente, la clase Barracuda de Naval Group de Francia, que integra tecnología de vanguardia en sistemas de propulsión nuclear, sigilo y capacidades de combate.

La incorporación inicial de los submarinos Ula establecería un puente hacia esta ambición de largo plazo, permitiendo acumular experiencia operativa y técnica mientras se desarrollan las capacidades nacionales necesarias para una flota submarina independiente y moderna. Este enfoque no solo fortalecería la capacidad disuasoria de la Argentina, sino que también consolidaría su lugar estratégico en el Atlántico Sur, posicionándola como un actor clave en la región.

El rol de la aviación y los helicópteros

La capacidad aérea constituye un pilar fundamental para la defensa marítima y la proyección estratégica de cualquier fuerza naval moderna. En el caso de la Armada Argentina, los aviones P-3 Orión adquiridos a Noruega representan un paso inicial hacia la recuperación de la vigilancia marítima y la guerra antisubmarina. Sin embargo, estas incorporaciones, aunque valiosas, deben complementarse con opciones que amplíen la capacidad operativa de largo alcance. Entre ellas, una alternativa sería la adquisición de más P-3 Orión usados provenientes de otros países, lo que permitiría mantener una flota homogénea y funcional a mediano plazo. A largo plazo, la incorporación del P-8 Poseidon, reconocido como el avión ASW y MPA más avanzado del mundo, podría posicionar a la Argentina en la vanguardia de la vigilancia y protección marítima.

En cuanto a aviones de combate, los F-18 Hornet, ampliamente probados en combate, se presentan como una opción atractiva por su versatilidad y capacidad de ataque a largo alcance. Sin embargo, también es necesario considerar al Rafale Marine francés, que combina tecnología avanzada con la posibilidad de operar tanto desde bases terrestres como desde portaaviones, brindando una flexibilidad estratégica clave para la Armada.

En el ámbito de los helicópteros, la incorporación de SH-60 “Sea Hawk” es una prioridad para retomar capacidades críticas como búsqueda, rescate y guerra antisubmarina. Sin embargo, para reforzar la capacidad antibuque de los buques de superficie, la Argentina podría seguir el ejemplo de países vecinos como Chile y Brasil, adquiriendo Airbus H225 Super Puma equipados con misiles AM 39 Exocet. Estas plataformas, capaces de lanzar ataques precisos contra objetivos navales a largas distancias, transformarían los buques de superficie en activos mucho más letales y polivalentes.

Un programa integrado que contemple estas adquisiciones permitiría a la Armada Argentina no solo revitalizar su capacidad operativa, sino también modernizar su flota aérea de manera coherente con las necesidades estratégicas del país. Con una combinación de aviones de patrulla avanzada, helicópteros armados y cazas de largo alcance, la Armada podría recuperar su rol como garante de la soberanía marítima y proyectar poder en el Atlántico Sur. Este enfoque garantizaría la capacidad de proteger los intereses nacionales en un entorno global cada vez más competitivo y tecnológicamente avanzado.

El escenario ideal para la Infantería de Marina

El Comando de la Infantería de Marina (COIM), actualmente reducido a cuatro Batallones de Infantería (BIM 2, BIM 3, BIM 4 y BIM 5), enfrenta el desafío de recuperar sus capacidades operativas y estratégicas. El primer paso debería ser la recomposición de sus plantillas, aumentando los efectivos de los 350-400 actuales en promedio por unidad a los casi 900 que tenía el BIM 5 durante el conflicto de Malvinas. Esto permitiría una mayor capacidad de respuesta y operatividad en un entorno geopolítico complejo.

Cada BIM debería contar con tres Compañías de Tiradores, organizadas en cuatro Secciones cada una, y una Compañía de Comando, Servicios y Apoyo. Esta última estaría compuesta por Secciones de Inteligencia de Combate, con drones y radares portátiles; Apoyo de Fuego, con morteros de 120 mm y baterías de obuses de 105 mm; Antitanque, equipada con lanzadores de misiles como el Spike y municiones merodeadoras tipo Hero 30 y Hero 120; Antiaérea, con misiles como el RBS-70NG y Stinger; Comunicaciones y Guerra Electrónica; Rancho; y Sanidad.

Una vez recuperada la capacidad operativa de los BIM existentes, sería estratégico avanzar en la creación o reapertura de los BIM 1 (ubicado en Misiones), BIM 6 (en Río Gallegos) y BIM 7 (en Chubut). Esto permitiría reestructurar las fuerzas en dos grandes agrupamientos: la Fuerza de Infantería de Marina de la Flota de Mar (FAIF), integrada por los BIM 2, 3 y 7; y la Fuerza de Infantería de Marina Austral (FAIA), compuesta por los BIM 4, 5 y 6, dejando al BIM 7 como reserva estratégica.

Infraestructura y modernización de medios

Es imprescindible dotar a la Infantería de Marina de un Batallón de Comando y Apoyo Logístico (BICA) con capacidades avanzadas. Este batallón debería incluir sistemas de telecomunicaciones por radio y satélite, equipos de comando y control, drones de inteligencia, sensores radar y electroópticos, puestos de mando móviles y fijos, contenedores para duchas y alojamiento, cocinas de campaña, talleres móviles y equipos para atención sanitaria en el terreno.

En cuanto al armamento, la incorporación de nuevos fusiles adaptados a las necesidades específicas de la Infantería de Marina es clave. Una opción sería el Bersa BAR-15, un fusil modular de calibre 5,56 mm que podría adaptarse a los requerimientos de las unidades, con lanzagranadas integrados, miras holográficas y accesorios para operaciones anfibias y urbanas. A esto se sumarían pistolas 9 mm tipo Glock, ametralladoras ligeras y medias, chalecos antibala, sistemas personales de comunicaciones/GPS y gafas de visión nocturna.

Capacidad de infiltración y movilidad

La recuperación de las capacidades de infiltración submarina para las fuerzas especiales de la Armada es crucial. Esto debería ir de la mano con la adquisición de nuevos submarinos, que no solo reforzarían la disuasión estratégica de la Armada, sino que también proporcionarían una plataforma moderna para desplegar a estas unidades en operaciones clandestinas y de alto riesgo.

Asimismo, la adquisición de un LPD (Landing Platform Dock) o un LPH (Landing Platform Helicopter) para operaciones de asalto anfibio sería esencial. Este buque permitiría transportar tropas, vehículos y helicópteros para el asentamiento de fuerzas en tierra. En conjunto con esta adquisición, sería fundamental seleccionar helicópteros medianos y pesados para la infiltración aérea y el soporte de las tropas. Modelos como el H215 Super Puma, el Sea Knight, el NH90 o el Sea Hawk serían ideales por su capacidad de operar en ambientes hostiles, transportar carga pesada y desplegar tropas de manera efectiva.

Hacia una infantería de marina moderna

Con estos elementos, la Infantería de Marina no solo recuperaría su capacidad operativa, sino que también avanzaría hacia una modernización integral, posicionándola como una fuerza táctica y estratégica en el Atlántico Sur. La combinación de personal capacitado, armamento avanzado, medios de transporte modernos y un equipamiento logístico robusto permitiría enfrentar los desafíos del siglo XXI con eficacia y resiliencia.

 

Hacia una Armada del siglo XXI

Además de modernizar los medios actuales, la Armada necesita mirar hacia el futuro. La adquisición de fragatas multirol, buques polares y una flota submarina robusta es fundamental. Sin embargo, también debe fortalecerse la infraestructura portuaria, mejorar la capacitación del personal y establecer un Sistema Nacional de Vigilancia y Control Marítimo que integre tecnologías como radares, satélites y drones.

El futuro de la Armada Argentina depende de decisiones audaces y estratégicas. Sin una planificación integral y un compromiso político real, el país seguirá navegando por aguas inciertas, poniendo en riesgo su soberanía y su proyección estratégica en el Atlántico Sur. ¿Será capaz la dirigencia de asumir el desafío o seguiremos postergando lo inevitable? La respuesta determinará no solo el destino de la Armada, sino también el lugar de Argentina en el escenario geopolítico global.

viernes, 7 de marzo de 2025

Armada China realiza un rodeo y acercamiento a Nueva Zelanda y Australia

Buques del Ejército Popular de Liberación y la Armada que operan cerca de Australia y Nueva Zelanda



El grupo de tareas navales chino 107 gira alrededor del fondo del mar de Australia del Sur (infografía: MG Shahidul)

DESDE EL LADO AUSTRALIANO

Martes, 25 de febrero de 2025 - 16:30 horas
Actualización 1

El Grupo de Tareas 107 del Ejército Popular de Liberación-Armada (EPL-N), compuesto por la fragata clase Jiangkai Hengyang, el crucero clase Renhai Zunyi y el buque de reabastecimiento clase Fuchi Weishanhu, está operando aproximadamente a 160 millas náuticas (296 kilómetros) al este de Hobart, dentro de la Zona Económica Exclusiva de Australia.

El Grupo de Trabajo 107 regresó a la Zona Económica Exclusiva de Australia en las primeras horas de esta mañana.

Zona económica exclusiva de Australia (imagen: SeaWeek)

Defensa continúa monitoreando al Grupo de Tareas mientras permanece en las proximidades de los accesos marítimos de Australia y está coordinando estrechamente con la Fuerza de Defensa de Nueva Zelanda.

Australia espera que todos los ejércitos que operan en la región se comprometan de manera transparente y mantengan los más altos estándares de seguridad y profesionalismo, y alentamos a todos los estados a mantener una comunicación abierta para garantizar que sus acciones apoyen la seguridad y la estabilidad regionales.

Respetamos el derecho de todos los Estados, conforme al derecho internacional, a ejercer la libertad de navegación y sobrevuelo en aguas y espacios aéreos internacionales, así como esperamos que los demás respeten nuestro derecho a hacer lo mismo.

La fragata Hengyang Tipo 054A de la Armada Imperial Arábiga durante su viaje hacia el sur en el mar de Tasmania (foto: ADF)

Jueves, 27 de febrero de 2025 - 08:30
Actualización 2

El Grupo de Tareas 107 del Ejército Popular de Liberación-Armada (EPL-N), compuesto por la fragata clase Jiangkai Hengyang, el crucero clase Renhai Zunyi y el buque de reabastecimiento clase Fuchi Weishanhu, está operando aproximadamente a 296 millas náuticas (548 kilómetros) al oeste de Hobart, entrando en la Gran Bahía Australiana.

Defensa continúa monitoreando al Grupo de Tareas mientras permanece en las proximidades de los accesos marítimos de Australia y está coordinando estrechamente con la Fuerza de Defensa de Nueva Zelanda.

El crucero tipo 055 Zunyi de la Armada del EPL se ve en el mar de Salomón (foto: ADF)

Viernes, 28 de febrero de 2025 - 08:45
Actualización 3

El Grupo de Tareas 107 del Ejército Popular de Liberación-Armada (EPL-N), compuesto por la fragata clase Jiangkai Hengyang, el crucero clase Renhai Zunyi y el buque de reabastecimiento clase Fuchi Weishanhu, está operando aproximadamente a 320 millas náuticas (593 kilómetros) al sur suroeste de Adelaida.

Defensa continúa monitoreando al Grupo de Tareas mientras permanece en las proximidades de los accesos marítimos de Australia.

El buque de reabastecimiento de clase Fuchi Weishanhu de la Armada del Ejército Popular de Liberación navega en el Mar de Salomón (foto: ADF)

Sábado 1 de marzo de 2025 - 08:35 AM
Actualización 4

El Grupo de Tareas 107 del Ejército Popular de Liberación-Armada (EPL-N), compuesto por la fragata clase Jiangkai Hengyang, el crucero clase Renhai Zunyi y el buque de reabastecimiento clase Fuchi Weishanhu, está operando aproximadamente a 480 millas náuticas (890 kilómetros) al suroeste de Adelaida.

Defensa continúa monitoreando al Grupo de Tareas mientras permanece en las proximidades de los accesos marítimos de Australia. ( Desde el Ministerio de Defensa )

El buque de la Marina Real Australiana HMAS Arunta (abajo a la izquierda) navega cerca del buque de reabastecimiento de clase Fuchi del Ejército Popular de Liberación de Australia (PLA-N) y la fragata clase Weishanhu Jiangkai Hengyang en el mar de Tasmania (foto: ADF)

DESDE EL LADO DE NUEVA ZELANDA 

22 de febrero de 2025
Actualización 1

La Fuerza de Defensa de Nueva Zelanda, junto con las autoridades australianas, está monitoreando un Grupo de Tareas del Ejército Popular de Liberación y la Armada (PLA-N) en el Mar de Tasmania, en aguas internacionales a unas 350 millas náuticas al noreste del Estrecho de Bass en Australia.

El Grupo de Tareas está formado por la fragata clase Jiangkai Hengyang, el crucero clase Renhai Zunyi y el buque de reabastecimiento clase Fuchi Weishanhu. 

En estrecha coordinación con la Fuerza de Defensa Australiana (ADF), estamos monitoreando los movimientos del Grupo de Trabajo utilizando activos aéreos y navales, y lo hemos estado haciendo desde que el Grupo de Trabajo ingresó a aguas australianas hace más de una semana.

Zona económica exclusiva de Nueva Zelanda (imagen: NIWA)

El sábado por la tarde, el Grupo de Trabajo transmitió un mensaje por radio anunciando su intención de realizar disparos reales, el segundo evento de este tipo en dos días.

El viernes 21 de febrero, un buque del Grupo de Tareas transmitió un mensaje de seguridad indicando su intención de realizar una actividad de tiro real en las proximidades del Grupo de Tareas. Debido a la falta de notificación previa del disparo, según la práctica estándar de proporcionar un Aviso a los Aviadores (NOTAM), esta actividad provocó que varias aeronaves comerciales desviaran su curso. 

Durante el evento de tiro en vivo de hoy, el personal de la fragata de la Armada de Nueva Zelanda HMNZS Te Kaha informó haber observado al crucero de clase Renhai disparando su cañón principal.

La NZDF ha trabajado en estrecha colaboración con otras agencias a medida que se desarrollaba esta respuesta, incluida la Autoridad de Aviación Civil, para ayudar a garantizar que se mantenga la seguridad de la aviación.

Respuesta actual de Nueva Zelanda
Nueva Zelanda continúa coordinando estrechamente con Australia. Los recursos de superficie y aéreos de la ADF y la NZDF (los vuelos de los aviones de patrulla marítima HMNZS Te Kaha y P-8A Poseidon) vigilan al Grupo de Tareas.

Además, el petrolero HMNZS Aotearoa está operando en las cercanías del estrecho de Bass para brindar apoyo de reabastecimiento a los buques de guerra australianos y neozelandeses según sea necesario.

El grupo de trabajo chino visto desde el HMNZS Te Kaha y el helicóptero Seasprite (foto: NZDF)

24 de febrero de 2025
Actualización 2

El grupo de tareas navales chino, compuesto por tres buques, mantenía esta mañana su posición a unas 280 millas náuticas al este de Tasmania, fuera de la ZEE de Australia.

La Fuerza de Defensa de Nueva Zelanda (NZDF) continúa utilizando barcos y aeronaves para monitorear al Grupo de Tareas, en estrecha coordinación con la Fuerza de Defensa Australiana.

Los activos de la NZDF que se utilizan para monitorear al Grupo de Trabajo son la fragata Anzac HMNZS Te Kaha y los vuelos P-8A Poseidon de la Real Fuerza Aérea de Nueva Zelanda.

25 de febrero de 2025
Actualización 3

El grupo de trabajo naval chino compuesto por tres buques se encontraba esta mañana a 218 millas náuticas al este de Hobart, Tasmania.

La Fuerza de Defensa de Nueva Zelanda (NZDF) está utilizando barcos y aeronaves para seguir monitoreando al Grupo de Tareas, en estrecha coordinación con la Fuerza de Defensa Australiana.

Los activos de la NZDF que se utilizan para monitorear al Grupo de Tareas son la fragata clase Anzac HMNZS Te Kaha, el buque de apoyo marítimo HMNZS Aotearoa y los vuelos P-8A Poseidon de la Real Fuerza Aérea de Nueva Zelanda.

El grupo de trabajo chino visto desde el HMNZS Te Kaha y el helicóptero Seasprite (foto: NZDF)

26 de febrero de 2025
Actualización 4

El grupo de trabajo naval chino compuesto por tres buques se encontraba esta mañana al sur de Tasmania, dentro de la ZEE australiana, y se dirigía hacia el oeste.

El grupo de trabajo chino visto desde el HMNZS Te Kaha y el helicóptero Seasprite.

La Fuerza de Defensa de Nueva Zelanda (NZDF), en estrecha coordinación con la Fuerza de Defensa Australiana, continúa monitoreando al grupo de trabajo.

Los activos de la NZDF que se utilizan para monitorear al grupo de tareas son la fragata clase Anzac HMNZS Te Kaha y el buque de apoyo marítimo HMNZS Aotearoa. 

El HMNZS Aotearoa realiza una reposición en el mar con el HMNZS Te Kaha (foto: NZDF)

27 de febrero de 2025, 10.30 horas
Actualización 5

El grupo de tareas navales chino compuesto por tres buques se encontraba esta mañana al oeste de Tasmania, rumbo al oeste y entrando en la Gran Bahía Australiana.

La Fuerza de Defensa de Nueva Zelanda (NZDF), en estrecha coordinación con la Fuerza de Defensa Australiana, ha seguido supervisando al grupo de trabajo. Los activos involucrados han sido la fragata clase Anzac Te Kaha y el buque de apoyo marítimo HMNZS Aotearoa, y los vuelos P8-A Poseidon.

Notificaciones de fuego en vivo
Las Fuerzas de Defensa de Nueva Zelanda y Australia han estado en contacto constante en relación con las actividades del grupo de trabajo chino y continúan trabajando estrechamente juntas para monitorear la situación.

La principal preocupación del HMNZS Te Kaha cuando se produjo la notificación de disparos reales fue garantizar la seguridad de todos los buques y aeronaves en la zona, incluidos los buques y aeronaves civiles.
Las aeronaves civiles y las autoridades pudieron compartir información que permitió a las aeronaves tomar medidas apropiadas en respuesta.

El punto clave es que, si bien estas actividades con fuego real están permitidas por el derecho internacional, la forma en que el grupo de trabajo notificó sus intenciones no cumplió con las mejores prácticas.

Boeing P-8A Poseidon (fotografía: NZDF)

27 de febrero de 2025, 22.35 horas
Grupo de trabajo chino de vigilancia

Nueva Zelanda y Australia continúan monitoreando un grupo de trabajo de la Armada china mientras ingresa a la Gran Bahía Australiana, al oeste de Tasmania.

Grupo de Tareas 107 del Ejército Popular de Liberación-Armada (EPL-N), compuesto por la fragata clase Jiangkai del EPL-N llamada Hengyang; El crucero PLA-N Renhai llamado Zunyi y el buque de reabastecimiento PLA-N clase Fuchi Weishanhu, avanzaron a través del sudeste asiático y hacia los accesos marítimos del norte de Australia a principios de este mes.

La Fuerza de Defensa de Nueva Zelanda ha estado siguiendo al grupo de trabajo a través de aliados y socios desde principios de febrero mientras transitaba hacia el mar de Arafura.

Los activos que se han utilizado para monitorear al grupo de trabajo son el HMNZS Te Kaha, el buque de apoyo marítimo HMNZS Aotearoa y el P-8A Poseidon de la Real Fuerza Aérea de Nueva Zelanda (RNZAF).

La vigilancia aérea se ha llevado a cabo mediante vuelos P-8A Poseidon de la RNZAF desde el 16 de febrero desde el Mar del Coral durante todo el tránsito hacia el sur. Los aviones de la RNZAF han estado compartiendo las tareas de seguimiento y vigilancia con los aviones P-8A de la Real Fuerza Aérea Australiana.

El HMNZS Te Kaha partió de Whangarei el 17 de febrero con destino a Oriente Medio. El barco ha estado alineado con el grupo de trabajo de monitoreo de la Marina Real Australiana desde el 19 de febrero.

El HMNZS Aotearoa recibió instrucciones de brindar apoyo a los buques de Nueva Zelanda y Australia después de realizar operaciones en la Antártida, y llegó a Tasmania el 19 de febrero, donde el barco ha estado en servicio continuo apoyando a los buques de ambas naciones que monitorean al grupo de tareas.

Un mapa del medio chino Tencent News muestra el curso pasado y proyectado del Grupo de Tareas Navales 107 del PLAN (infografía: The Diplomat)

28 de febrero de 2025
Actualización 6

El grupo de tareas navales chino compuesto por tres buques continuó en dirección oeste esta mañana, a través de la Gran Bahía Australiana.

La vigilancia la realizan efectivos militares australianos y la fragata clase Anzac HMNZS Te Kaha permanece en la región. El buque de apoyo marítimo HMNZS Aotearoa ha completado sus tareas de reabastecimiento y ahora se dirige al puerto.
 
La Fuerza de Defensa de Nueva Zelanda sigue preparada para apoyar a Australia aportando activos militares para una mayor vigilancia en caso de que surja la necesidad.  

martes, 21 de enero de 2020

Disputas de mar territorial entre Indonesia y China

China e Indonesia se están peleando por las aguas territoriales

21st Century Asian Arms Race






El miembro más grande de la ASEAN se ha unido a los múltiples reclamantes que disputan el Mar del Sur de China. Cuando el presidente Joko Widodo realizó una visita muy publicitada a una base naval en las islas Riau el 8 de enero, un miércoles, su viaje coincidió con una demostración continua de fuerza por parte de las fuerzas armadas o TNI. La aparición de Widodo se produjo después de semanas de actividades ilegales por parte de una flotilla china que ingresó al Mar Natuna del Norte a mediados de diciembre. Desde entonces, las autoridades locales lucharon para calmar la situación. Los funcionarios indonesios se mantuvieron cautelosos al discutir el tema con la prensa a pesar de meses de evidencia de que los pescadores chinos estaban cazando furtivamente en aguas nacionales.

Indonesia legalizó su propiedad del Mar Natuna del Norte y el archipiélago se extendió por él en 2017. No hubo disidentes regionales al anuncio del Ministerio de Asuntos Marítimos en ese momento, aunque los medios estatales chinos publicaron comentarios que arruinaron la medida. Si el Mar del Norte de Natuna infringe el Mar del Sur de China es discutible y discutible: los derechos soberanos de China sobre el cuerpo de agua son inexistentes. Este estado de cosas tenso ha dejado una disputa territorial progresiva que deja a los miembros de la ASEAN involucrados tratando de hacer valer sus reclamos sin enemistarse con China.

Dadas sus considerables relaciones comerciales con China y su falta de liderazgo regional, Indonesia ha adoptado la misma postura. Pero este enfoque de no confrontación se deshizo a principios de este año cuando el gobierno indonesio aseguró audazmente que los barcos chinos en el Mar del Norte de Natuna no tenían derecho a estar allí. Para cuando Widodo visitó el 8 de enero, la fuerza aérea o Angkatan Udara asignaron cuatro F-16C / D a su base aérea más cercana en los Natunas y les asignaron a ellos una patrulla agresiva. La armada de Indonesia, Angkatan Laut, envió ocho buques de superficie comprometidos a patrullar el Mar del Norte de Natuna.

Para reforzar los esfuerzos militares, los pescadores indonesios navegaron en las Natunas como muestra de fuerza contra los chinos, cuyas varias docenas de embarcaciones se dedicaban a la caza furtiva. La respuesta firme de Yakarta tuvo el efecto deseado y los buques pesqueros chinos y sus sospechosas escoltas de la "Guardia Costera" se retiraron, aunque se realizaron nuevos avistamientos días después, aunque en la periferia de la Natuna.

Los reclamos extraterritoriales de China sobre sus aguas del sur datan de mapas revisionistas publicados a mediados del siglo XX. Por supuesto, esto fue antes de que el Partido Comunista tomara el poder en 1949. En la década de 1970, la invasión de Pekín sobre los islotes conocidos como Paracels enredó a la República de Vietnam. Pekín y Hanói casi libraron una guerra en la década de 1980 por los ricos recursos de Spratlys, cerca de Filipinas. Fue en la década de 2010 cuando Beijing revivió su concepto de "Línea de nueve líneas" para justificar el territorio que estaba anexando de al menos cuatro miembros de la ASEAN. La razón más probable para el impulso agresivo de Beijing por el control naval es construir una profundidad estratégica que niegue la Primera Cadena de Islas (Filipinas, Taiwán y Japón) que restringe a sus militares.

Ahora envuelto en una nueva Guerra Fría contra múltiples rivales, Washington, DC, junto con sus aliados de la OTAN y el Indo-Pacífico, han negado la Línea Nine Dash, y la Marina de los EE. UU. Se propuso navegar en el Mar del Sur de China cuando puede, el PLAN ejerce control de facto sobre el área con sus bases en los Spratlys. Al momento de escribir este artículo, la estrategia a largo plazo que motiva el movimiento de China hacia el Mar Natuna del Norte aún no es discernible, incluso si sugiere la búsqueda del PLAN por una mayor supremacía regional.

miércoles, 17 de julio de 2019

Día de los Intereses Marítimos Argentinos: Una república naval


16 de Julio: Día de los Intereses Marítimos Argentinos

Poder Naval Argentino


 

Mar del Plata, capital de los Intereses Marítimos
Reportaje desde la Historia

Por: Oscar Filippi

Hoy, martes 16 de Julio (1876), fecha del natalicio del Vicealmirante Segundo R. Storni, la Armada Argentina conmemora en su honor y por Ley Nacional Nº 25.860/04 del Congreso de la Nación, el “Día de los Intereses Marítimos Argentinos”. Desde el año 2004, por voluntad de la Cámara de Diputados de la Nación, Mar del Plata ha sido considerada por su ubicación geográfica, facilidades y actividades portuarias, la “Capital de los Intereses Marítimos Argentinos”. Por tal razón, el Comando del Area Naval Atlántica, adhiere a tan importante fecha.
Un reportaje desde la historia, nos demuestra la importancia de ser una nación marítima y el tiempo que hemos perdido en reconocerlo, siguiendo aun hoy, sin darnos cuenta de esa estratégica condición.
El mar encierra una de las principales alternativas de supervivencia de la humanidad en el Siglo XXI. Los argentinos somos los dueños de la cuarta plataforma marítima en extensión que posee el planeta, con posibles grandes reservas petroleras, con yacimientos de nódulos polimetálicos y sus caladeros están entre los más fértiles y apetecidos del mundo.
La superficie continental e insular de nuestro planeta, abarca sólo la tercera parte de su superficie, las dos terceras partes restantes son océanos y mares. La superficie apta para el cultivo de alimentos se degrada a razón de siete millones de hectáreas por año y como si fuera poco, para el año 2050, la población mundial se habrá duplicado.



¿Cuál será la alternativa alimentaria para semejante masa poblacional…?
Pregunta compleja para un mundo que cada vez tiene menos espacio y más población. Una ecuación preocupante para un país como el nuestro, al que le sobra espacio, le falta población y está lleno de recursos estratégicos.
Ha habido en nuestra historia, una ausencia total de planificación serena, inteligente y desinteresada de una verdadera política de Estado que marque un rumbo sostenido y coherente de nuestros intereses y obligaciones hacia un mundo que, al contrario de nosotros, se proyecta con objetivos claros a 50 años de las políticas que sostiene en curso.
Pero en ocasiones hemos tenido la suerte de encontrar argentinos que supieron dejarnos brillantes testimonios de sus conocimientos, desinterés personal y verdadero sentido de servicio a la patria. Me he tomado la libertad de realizar un respetuoso “reportaje en la historia” a uno de esos claros hombres que nos dejaron todo un legado en materia de conocimientos sobre los asuntos del mar, sobre los “Intereses Argentinos en el Mar” más específicamente.
En este reportaje, le he formulado preguntas de absoluta actualidad que él nos contesta desde la historia. Fue un gran marino, nacido en la Provincia de Tucumán, su anticipado y certero mensaje, quedó plasmado en dos brillantes conferencias dictadas en el Diario “La Prensa” en Julio de 1916.



Sr. Vicealmirante, ¿qué significa el mar para la nación argentina?
- En el carácter de nación independiente y soberana, con el inmenso y valioso patrimonio con el que entramos al juego de la vida, nuestra influencia creciente en los negocios humanos, nos plantearán obligaciones y exigirán esfuerzos que aún no hemos medido. Entre ellos nos encontramos frente a los problemas del mar y por el análisis de nuestra corta, pero instructiva historia, el mar encierra para la nación argentina los más vitales problemas, será el vehículo y sostén de su fortuna y de su gloria.
Toda esta hermosa región del planeta, tiene como principal y casi forzosa comunicación con el mundo, la vía marítima. Por esa vía entran todos los beneficios y por ella asoman todos los peligros.

Ud. menciona beneficios y peligros, ¿están en relación directa a nuestra extensión y recursos naturales?
- De nuestro patrimonio no podemos quejarnos; elementos y riqueza material, sobreabundan; falta saber si somos dignos de mantener este suelo, de cultivarlo y explotarlo en forma intensiva e inteligente, de hacerlo rendir su máximo beneficio en bien nuestro y en bien de la humanidad y de defenderlo de las posibles irrupciones extranjeras, para constituir en él un organismo fuerte y netamente argentino.
¿Es que hemos de permanecer enclavados en la tierra, para arrancarle sus frutos y esperar que otros los transporten, que otros nos comuniquen con el mundo, que otros vengan hasta imponernos la Ley en las aguas mismas del estrecho Mar Territorial? ¿O ha de ocupar la Argentina su parte de dominio y de usufructo en esa gran vía de la civilización que se llama el mar?

Ya hemos transitado el bicentenario, ¿Ud. considera que no hemos sabido desarrollar aun, una verdadera política naval nacional?

- Nosotros mucho hemos andado, pero aún nos falta una comprensión mucho más amplia de nuestros intereses en el mar y una acción mucho más vigorosa para afianzarlos. Las naciones, con frecuencia, tienen exigencias internacionales graves, inmediatas, que las obligan a tomar serias precauciones en el mar y sin dilación.
La política naval es, ante todo, una acción de gobierno; pero es indispensable para que tenga nervio y continuidad, que sus objetivos arraiguen en la nación entera, que sean una idea clara, un convencimiento de las clases dirigentes y una aspiración constante de todo el pueblo argentino.



Esa política entonces, ¿no es cuestión exclusiva de políticos y militares?
- Hay, entre los asuntos militares, algunos (precisamente aquellos más generales y que pueden ser tratados con los solos datos de la situación y configuración geográfica del suelo) que constituyen los problemas fundamentales de la defensa de los Estados. Esos problemas no caen bajo la reserva militar, puesto que pueden ser resueltos con los elementos de juicio que están al alcance de todo el mundo. Son la esencia misma de la defensa nacional y como decía el contraalmirante Mahan, no sólo deben ser conocidos por los hombres que gobiernan, sino por los ciudadanos todos de un pueblo libre y que así debe ser, no hay duda, puesto que, en tesis final, es el pueblo quien sufraga los gastos y quien da su sangre para la defensa.

A su juicio, ¿cómo podemos desarrollar un verdadero Poder Maval?
- Son tres las columnas que forman un verdadero poder naval: producciones, transportes propios y mercados. Ampliando el concepto, podemos decir: las producciones implican no solamente aquello que se puede exportar, sino el contar con los elementos indispensables para la construcción sostenimiento y progreso de un abundante material naval; los transportes propios (mercantes) exigen un desenvolvimiento considerable de la industria mecánica y constructora (astilleros); los mercados, una hábil y, a veces, una fuerte acción exterior; el conjunto, la potencia naval militar que es como el seguro de toda esa fuente de riqueza contra el riesgo de la guerra.

¿Se justifica en nuestros días, la inversión presupuestaria para mantener, actualizar y operar una marina de guerra?
- La existencia de una marina de guerra eficiente es para nuestro país una exigencia ineludible; pero su realización no debe hacernos olvidar, ni relegar a segundo término, los fundamentos del poder naval, sin cuya fuerza, la Nación Argentina no desempeñará en el mundo sino un papel mediocre y de eterna dependencia.

Luego de una brillante carrera naval, el Almirante Storni, falleció en la ciudad de Buenos de Aires el 5 de Diciembre de 1954.
En la nota, está contenida una muy pequeña parte de su gran legado sobre las cuestiones del mar, pero alcanza para preguntarnos, ante tamaña capacidad y decidido patriotismo, en este “reportaje en la historia” ¿En qué punto de nuestra historia, perdimos tan decididamente el rumbo?

martes, 18 de agosto de 2015

Uruguay amplía su jurisdicción naval

Plataforma continental (Uruguay)




Hubo un anuncio formal hace más de un año, por parte de los ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa Nacional de que se había obtenido el acuerdo para extender la plataforma continental a 350 millas. No fue, ni es así. Todavía falta mucho para que ello sea verdad.

Hace un año, los ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa Nacional convocaron a una conferencia de prensa donde informaron, dice el comunicado de la primera Secretaría de Estado, "pormenores del acuerdo alcanzado en la Comisión de Límites de la Plataforma Continental, órgano técnico de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar), para aprobar la extensión de la jurisdicción de Uruguay de 200 a 350 millas náuticas sobre la plataforma continental del océano Atlántico".

El ministro Luis Almagro (hoy Secretario General de la OEA) afirmó que "Este logro trascendente abrirá oportunidad para generaciones actuales y futuras que pondrá a Uruguay como el primer país de América en establecer el límite exterior de su plataforma continental en todo su margen marítimo de conformidad a la Convención del Derecho del Mar".

La noticia fue muy bien recibida aunque no faltaron escépticos que, recordando que el país se encontraba en plena campaña preelectoral, aconsejaran más mesura y advirtieran que todavía faltaba mucho para completar con éxito el proceso estipulado en Convemar.

La Convemar estipula que los países costeros podrán extender el límite exterior de plataforma continental mas afuera de las 200 millas (límite de la zona económica exclusiva) hasta una distancia de 350 millas (200 millas + 150) como máximo.

Con ese propósito, el Estado costero deberá presentar su propuesta, respaldada por los correspondientes estudios científicos, a un organismo especializado de las Naciones Unidas, la Comisión sobre los Límites de la Plataforma Continental. Esta Comisión evaluará la presentación y hará recomendaciones a los Estados ribereños. La Convención establece después, que "Los límites de la plataforma que determine un Estado ribereño tomando como base tales recomendaciones serán definitivos y obligatorios".

Lo anterior conduce a tres conclusiones: primero, la Comisión no se expresa a través de acuerdos sino de recomendaciones; segundo, sin recomendación (y subsecuente adhesión por el Estado ribereño) no existe derecho a extender el límite exterior de la plataforma dentro de lo estipulado en la Convemar; y tercero, el que declara el nuevo límite es el Estado ribereño, "tomando como base tales recomendaciones".

Hasta el momento, 77 Estados ribereños han presentado propuestas (la presentación uruguaya es la número 21). La Comisión ha formulado 19 recomendaciones que fueron comunicadas a los respectivos Estados costeros. Un caso interesante es el del Brasil que aceptó parcialmente la recomendación de la Comisión. Claramente, la Comisión tiene que realizar un complejo trabajo técnico, lo que, inevitablemente, significa tiempo.

La Comisión ha presentado tres informes sobre sus actividades desde el anuncio efectuado por los dos Ministros uruguayos: en setiembre y diciembre de 2014 y en abril de este año.

En ninguno de ellos se informa que la Comisión haya formulado las correspondientes recomendaciones a nuestro país. La lista de presentaciones en el sitio de la Comisión no indica que ésta haya formulado esa recomendación.

Por el contrario, en el informe más reciente se deja constancia de que el nuestro informó a la subcomisión técnica de la Comisión que "había efectuado un nuevo estudio sísmico e indicó que pondría a su disposición los nuevos datos sísmicos elaborados y su interpretación antes del 10 de julio de 2015". La subcomisión "decidió que sus miembros seguirían trabajando en la presentación entre períodos de sesiones y que reanudaría el examen de la presentación en el 38º período de sesiones".

Parecería, entonces, que: primero, la Comisión (a través de su subcomisión técnica) continúa estudiando los fundamentos de la propuesta uruguaya y nuestro país sigue aportando información científica adicional; segundo, la Comisión todavía no ha aprobado una recomendación sobre la propuesta uruguaya; y, tercero nuestro país aún no ha declarado el nuevo límite, "tomando como base" esa recomendación (porque ella no existiría).

Pero si tal fuera el caso, ¿por qué se declaró hace un año que se había aprobado la extensión de nuestra plataforma continental a 350 millas? Esta aparente distancia entre las afirmaciones y la realidad sería especialmente grave porque se trata de un tema de política exterior de enorme trascendencia.

Es importante que la Cancillería explique lo sucedido. (Editorial Diario El País – Uruguay)

Nuestro Mar