jueves, 20 de junio de 2019

Barca “Ushuaia”

“Ushuaia” 1888




Barca “Ushuaia”, c. 1893



Astillero Saint John Port, Canadá


Tipo Barca

Adquisición Comprada por la Junta Superior de Marina en 1888

Colocación quilla

Botado 1864

Comisionado
Desplazamiento 1.081 toneladas

Eslora 53,50 metros

Manga 11,06 metros

Puntal 7,16 metros

Calado 6,00 metros

Aparejo

Casco de madera forrado de roble y olmo en la obra viva, y de pino en la obra muerta. Forrada en zinc. Popa elíptica, toldilla con alojamiento, casillaje a proa del trinquete. Cubierta de pino corrida. Aparejo de barca de tres palos con bauprés.

Propulsión

Velocidad 8,5 nudos a toda vela

Autonomía

Armamento

Tripulación

Baja Hundida en 1894 en Cañadón Quemado, Santa Cruz


Fue adquirida en 1888 y en su viaje al país, al mando del teniente de fragata Emilio V. Barilari, además de 1.000 toneladas de carbón trajo 150 marineros ingleses, contratados como maquinistas y foguistas para los buques argentinos.

Zarpó de Cardiff el 14 de marzo de 1889 y llegó al Riachuelo el 7 de junio de ese año. Antes de entrar en el río de la Plata salva a la tripulación del buque inglés “Combria”, el 20 de mayo de 1889, que traía rieles para el Ferrocarril Central Argentino.

Hasta septiembre de 1889 hace de pontón carbonero en el Riachuelo, zarpando el 5 de octubre hacia El Havre, via Liverpool, donde llega el 18 de diciembre. Está en reparaciones cinco meses en Inglaterra, y el 29 de mayo de 1890 embarca en El Havre, totalmente desarmado, el pabellón argentino de la Exposición Universal de París, que, posteriormente armado en Buenos Aires se constituiría en el famoso Palais de Glace.

 En 1891 vuelve a su condición de pontón carbonero, y en 1892 se instala a bordo la Escuela de Aprendices Marineros, alistando el buque para albergar 230 aprendices. Producida la revolución de 1893 se la convierte en prisión militar, alojándose a bordo hasta 54 detenidos, entre ellos el general Teodoro García y los doctores Hipólito Irigoyen y Adolfo Saldías.

A fines de 1893 se decide convertirla en forma definitiva en prisión militar, con asiento en Santa Cruz, adonde arriba a fines de enero de 1894, y por decreto del 15 de febrero de ese año se la renombra barca “Santa Cruz”.

Se entrega el buque a las autoridades del puerto de Santa Cruz, reduciendo su tripulación a quince hombres a cargo del guardiamarina Ricardo Hermelo. En julio el guardiamarina Hermelo informa sobre la imposibilidad de mantener el buque a flote por el estado del casco, debiendo mantener día y noche una dotación al pie de las bombas para achicar los rumbos que tiene.

Por orden de la superioridad se entrega la unidad al subprefecto de Santa Cruz, quien remonta la barca hasta Cañadón Quemado, y allí, en el mes de octubre, un violento temporal la abate sobre la costa, abriéndose en dos y yéndose a pique.



Interior de la barca “Ushuaia” c.1894

Datos a portados por Osvaldo Sidoli

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