domingo, 7 de diciembre de 2025

USS Pegasus: El primer hidroala de combate

USS Pegasus: La incursión de la Armada de los EE. UU. en los hidroalas


Craig Ryan || Naval Historia 



El USS Pegasus (PHM-1) fue el buque líder de la clase Pegasus, reconocido por su innovadora tecnología de hidroalas que le permitía alcanzar velocidades de hasta 48 nudos.

Desplegado principalmente en aguas costeras y litorales, desempeñó un papel crucial en la interdicción de drogas y en misiones de patrullaje costero en el Caribe.

A pesar de sus avanzadas capacidades y éxitos, el barco fue dado de baja en 1993 debido a los altos costos de mantenimiento y las cambiantes prioridades estratégicas de la Marina de los EE. UU.

Diseño del USS Pegasus

El USS Pegasus (PHM-1) fue una notable hazaña de ingeniería naval, construido por Boeing Marine Systems y puesto en servicio en la Marina de los EE. UU. el 9 de julio de 1977. El diseño del Pegasus fue pionero, principalmente debido a la incorporación de un sistema de hidroala.

Los hidroplanos son estructuras similares a alas montadas sobre puntales bajo el casco que, al alcanzar cierta velocidad, elevan la embarcación fuera del agua. Esto reduce significativamente la resistencia hidrodinámica, lo que permite alcanzar mayores velocidades y un consumo de combustible más eficiente. En el caso del USS Pegasus, esto significaba que podía alcanzar velocidades de hasta 48 nudos (89 km/h) con hidroplanos, una velocidad excepcional para un buque de guerra en aquella época.


USS Pegasus en construcción en septiembre de 1974.

Las especificaciones del buque subrayaban su avanzado diseño. Tenía un desplazamiento estándar de 255 toneladas y podía alcanzar hasta 400 toneladas a plena carga. Con una eslora de 40,5 metros (133 pies) y una manga de 8,5 metros (28 pies), el Pegasus era compacto pero robusto. Su calado era de 1,5 metros (5 pies) sobre el casco y se extendía hasta 5,5 metros (18 pies) sobre el ala. Este diseño le permitía operar en aguas relativamente poco profundas, lo que lo hacía ideal para misiones costeras y litorales donde los buques de mayor tamaño podrían tener dificultades.

El USS Pegasus estaba propulsado por un motor de turbina de gas General Electric LM2500 de 18.000 shp, un tipo común en aplicaciones marítimas militares y civiles debido a su fiabilidad y potencia. Este motor permitía al buque operar a altas velocidades cuando estaba a bordo de un hidroplano.

Para operaciones que requerían velocidades más bajas o navegación a bordo, el Pegasus estaba equipado con dos motores diésel Mercedes-Benz de 1600 CV. Este sistema de propulsión dual le proporcionó al buque una versatilidad excepcional, permitiéndole cambiar sin problemas entre diferentes modos operativos según los requisitos de la misión.


Una vista de la parte trasera del barco poco después de su finalización, 1975.

El sistema de hidroalas era una maravilla de la ingeniería. Al desplegarse, las láminas sumergidas elevaban todo el casco del barco, reduciendo drásticamente la resistencia y aumentando la velocidad. Este sistema no solo permitía al Pegasus alcanzar altas velocidades, sino que también proporcionaba mayor maniobrabilidad y estabilidad, cruciales para su función en misiones de respuesta rápida e interdicción. La capacidad de elevarse con hidroalas diferenciaba al Pegasus de los barcos tradicionales y subrayaba la idea innovadora que había detrás de su diseño.

La construcción de un buque con tecnología tan avanzada planteó varios desafíos, entre ellos, garantizar la durabilidad y fiabilidad del sistema de hidroalas en diversas condiciones marítimas. Boeing Marine Systems tuvo que abordar problemas relacionados con la integridad estructural de las alas y el casco, especialmente dadas las elevadas tensiones que conllevan las operaciones a alta velocidad. Además, la integración del sistema de propulsión dual requirió una ingeniería meticulosa para garantizar una transición fluida entre los motores diésel y de turbina de gas.

Armamento y capacidades

En el corazón de las capacidades ofensivas del USS Pegasus se encontraba el cañón OTO Melara Mk75 de 76 mm. Esta pieza de artillería naval es reconocida por su versatilidad y rápida cadencia de tiro, lo que la hace idónea tanto para objetivos de superficie como aéreos. El cañón de 76 mm podía disparar proyectiles de alto explosivo con precisión milimétrica, lo que convertía al Pegasus en una potente herramienta para atacar buques enemigos, instalaciones costeras y aeronaves en vuelo rasante. Su eficacia se veía reforzada por avanzados sistemas de control de tiro, que garantizaban una puntería precisa incluso a altas velocidades.


USS Pegasus 'a bordo' durante pruebas. 


Como complemento al cañón de 76 mm, se encontraban los ocho misiles antibuque Harpoon, que ampliaron significativamente el alcance de ataque del USS Pegasus. El misil Harpoon es un elemento básico en los arsenales navales de todo el mundo, reconocido por su fiabilidad y poder destructivo. Capaces de volar rozando el mar para evadir la detección y las defensas de radar, los misiles Harpoon permitieron al Pegasus atacar buques enemigos mucho más allá del alcance visual. Esta capacidad era especialmente valiosa en su función principal de patrullaje costero e interdicción, donde la capacidad de neutralizar amenazas a distancia podía ser decisiva.

Además de su armamento principal, las capacidades del USS Pegasus se vieron reforzadas por su velocidad y maniobrabilidad. El sistema de hidroalas le permitió alcanzar velocidades de hasta 48 nudos, lo que le permitió superar numerosas amenazas potenciales y responder con rapidez a situaciones emergentes. Esta velocidad constituía una ventaja táctica en sí misma, ya que le permitía realizar ataques relámpago, evadir el fuego enemigo y reposicionarse rápidamente durante las operaciones de combate.

Historia operativa del USS Pegasus

El principal teatro de operaciones del USS Pegasus era el Caribe, una región con una intensa actividad de narcotráfico. Su velocidad y agilidad lo hacían excepcionalmente adecuado para misiones de interdicción de drogas. Su capacidad para navegar a velocidades de hasta 48 nudos le permitía interceptar y perseguir rápidamente embarcaciones de narcotráfico de rápida navegación.

Esta capacidad fue particularmente valiosa en la "Guerra contra las Drogas", donde la velocidad era a menudo un factor crítico para detener con éxito a los narcotraficantes. Los avanzados sistemas de radar y comunicación del Pegasus le permitieron coordinarse eficazmente con otras unidades navales y de la guardia costera, mejorando la eficacia general de las labores de interdicción.


USS Pegasus disparando uno de sus ocho misiles Harpoon.

Además de sus misiones de interdicción, el USS Pegasus participó activamente en operaciones de patrullaje costero. Su diseño le permitió operar en aguas poco profundas, lo que le permitió acceder a zonas inaccesibles para buques de guerra de mayor tamaño. Esta capacidad fue crucial para patrullar la costa estadounidense y otras regiones costeras estratégicas.

Durante estas patrullas, el Pegasus monitoreó el tráfico marítimo, realizó vigilancia y mantuvo una presencia naval visible para disuadir actividades ilegales y posibles amenazas. Su sofisticado conjunto de sensores y su capacidad de alta velocidad le permitieron responder con rapidez ante cualquier actividad sospechosa o amenaza emergente, garantizando así la seguridad y la soberanía marítimas.

La versatilidad del USS Pegasus también le permitió desempeñar diversas funciones. Participó frecuentemente en ejercicios conjuntos y misiones de entrenamiento con armadas aliadas, demostrando su avanzada tecnología de hidroalas y sus capacidades de combate. Estos ejercicios no solo mejoraron la interoperabilidad entre las fuerzas navales estadounidenses y las de las naciones aliadas, sino que también demostraron la eficacia de los hidroalas en operaciones multinacionales. La capacidad del Pegasus para integrarse fluidamente en fuerzas de tarea navales más grandes destacó su valor estratégico más allá de las misiones en solitario.


Una vista del barco mientras está en el aire.

A pesar de sus éxitos, el USS Pegasus enfrentó varios desafíos operativos. El alto costo de mantenimiento y operación del sistema de hidroalas fue una preocupación importante. La tecnología avanzada que le otorgaba al Pegasus su velocidad y agilidad también requería mantenimiento y soporte especializados, lo cual resultó costoso.

Además, las prioridades estratégicas de la Armada de los EE. UU. estaban evolucionando, con un énfasis creciente en buques multimisión de mayor tamaño, capaces de operar en alta mar. Este cambio de enfoque contribuyó a la decisión de desmantelar los hidroplanos de la clase Pegasus.

El 30 de julio de 1993, el USS Pegasus fue dado de baja, marcando el final de su vida útil. Durante sus 16 años de servicio activo, el Pegasus y sus buques gemelos aportaron valiosas lecciones sobre el uso de buques ágiles y de alta velocidad para misiones costeras y litorales. La experiencia adquirida en la operación del Pegasus inspiró el desarrollo de futuras plataformas navales, incluyendo el Buque de Combate Litoral (LCS), que perpetúa el concepto de buques versátiles, rápidos y ágiles diseñados para operaciones costeras.

El barco fue vendido como chatarra en agosto de 1996.


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