Bartolomé Cordero
Nació en Buenos Aires el 24 de agosto de 1830. Ingresó al servicio de la escuadra argentina cuando apenas contaba con once años de edad, el 11 de junio de 1841, a bordo el bergantín “General Belgrano”, con el grado de guardiamarina. Desde el ingreso al servicio le cupo al joven Cordero batallar rudamente a las órdenes del insigne almirante Guillermo Brown recibiendo el bautismo de fuego el 3 de agosto de 1841, combatiendo frente a Montevideo contra la escuadrilla oriental que comandaba el norteamericano Juan Halsted Coe; el 9 de diciembre del mismo año en las barrancas de San Gregorio; el 21 de diciembre en la Isla de Flores. El 15 y 16 de agosto de 1842 tomó parte en el combate de Costa Brava sostenido en Paraná contra la escuadrilla que mandaba Giuseppe Garibaldi, mereciendo por su actuación en este combate, los elogios del almirante Brown y ser recomendado a la consideración del gobierno por el valor heroico revelado al abordar y cortar la mecha a dos brulotes que lanzó la escuadra adversaria con el fin de aniquilar la fuerza de Brown, hazaña que ejecutó en un pequeño bote tripulado con cuatro hombres. En las jornadas del 25 y 26 de diciembre de 1846, participó en el reñido combate de Paysandú, como oficial de la artillería de desembarco acantonado en la ciudad, la cual se destacó por la valentía con que defendió la plaza contra los ataques simultáneos que desencadenó Fructuoso Rivera, mandando 2.500 hombres y con la cooperación de los buques franceses “Alcacien” y “Tactique”. Cordero quedó gravemente herido en la acción sangrienta y cuando los riveristas penetraron en la ciudad después de repetidos ataques a la bayoneta, lo hallaron al pie de su cañón con todos los sirvientes muertos. Rivera felicitó el valor singular desplegado por aquel muchacho en tal difícil trance. Como premio a su arrojo, el 10 de junio de 1847 fue promovido a subteniente con antigüedad del 25 de diciembre del año anterior, fecha del memorable combate.
En 1847 se embarcó en buques federales que tenían que cumplir misiones arriesgadas tales como forzar el bloqueo anglo-francés sobre el Puerto de Buenos Aires y conducir armas y municiones al ejército de Manuel Oribe que sitiaba la capital uruguaya, como igualmente a la provincia de Entre Ríos, con destino al ejército de Urquiza.
En 1852 al almirante Brown lo recomendó al gobierno de la Confederación en forma honrosa. En este mismo año se produjo la invasión a la provincia de Entre Ríos por las fuerzas del estado de Buenos Aires mandadas por los generales Manuel Hornos y Juan Madariaga, habiendo atacado este último el departamento de Concepción del Uruguay, Cordero organiza la defensa de esta ciudad, repeliendo el ataque de los invasores. El 4 de marzo de 1852 ascendió a teniente, y a capitán el 29 de noviembre del mismo año.
El 1º de enero de 1853 se incorpora a las fuerzas del general Hilario Lagos en el sitio histórico de Buenos Aires y participa en la batalla de San Gregorio el 22 de enero del mismo año, encuentro en el cual pierde la vida el coronel Faustino Velazco, de las fuerzas de Buenos Aires, que son derrotadas. Mandando el vapor “Merced” asistió al combate naval frente a Martín García contra la escuadra porteña mandada por Zurowsky, el 18 de abril de 1853. Junto con sus hermanos José María y Mariano, y Lasserre y Santiago Maurice, se opuso el 20 de junio de aquel año a la entrega de Coe con la escuadra al Gobierno de Buenos Aires, sin conseguirlo. El 21 de enero de 1854 fue promovido a sargento mayor, y a teniente coronel el 11 de agosto de 1860.
En 1859 comandaba el vapor “Hércules”, cuando tuvo lugar el llamado combate de Martín García entre la escuadra confederada mandada por el coronel Mariano Cordero y las baterías de la Isla, servidas por fuerzas de Buenos Aires reforzadas por tres buques de este Estado. Bartolomé Cordero en este encuentro recibió dos heridas y en medio del combate salvó a la goleta “Concepción”, en cuyas bodegas se conducía todo el armamento, artillería y municiones con que el general Urquiza combatió la batalla de Cepeda; este fue un acto temerario, pues para realizarlo debió acallar los fuegos de las baterías de la isla y aproximarse para tomar a remolque la precitada goleta. Las tripulaciones de los buques de la escuadra confederada prorrumpieron en los vivas más entusiastas cuando Cordero realizó esta hazaña.
El 25 de octubre del mismo año intervino en el combate de San Nicolás, sostenido por la escuadra confederada contra Buenos Aires. En 1861 marchó a Córdoba para formar parte del ejército confederado que debía dar la batalla de Pavón, organizando y disciplinando su artillería; y, al terminar el año de referencia levantó dos grandes baterías en el Diamante, quedando de jefe de la escuadra. Al asumir la presidencia de la República el general Mitre en 1862, le nombró capitán del Puerto de Paraná donde permaneció hasta 1870, época en que el presidente Sarmiento lo mandó al Departamento de Gualeguaychú, para someter a los partidarios de Ricardo López Jordán, objetivo que logró, tomándoles todo el material de guerra. En 1874 fue encargado del mando de la “Uruguay”, que persiguió a los buques sublevados, rindiéndolos. En el mismo año fue comisionado por el gobierno nacional para impedir el pasaje del río Uruguay por las fuerzas del general López Jordán, que intentaba invadir la provincia de Entre Ríos desde el Estado Oriental, comisión que desempeñó a satisfacción, regresando a Buenos Aires. Recibió entonces el mando del monitor “El Plata”, que por espacio de 50 años figuró entre los buques de la Armada de la República. En el año 1878, con el buque de referencia, fue destacado a la intervención de la provincia de Corrientes desarmando las fuerzas sublevadas en Bella Vista, Goya y Esquina en armas contra el gobierno provincial. El 24 de noviembre de 1869 ascendió a coronel graduado, recibiendo la efectividad del cargo el 14 de setiembre de 1879.
En 1880 comandando la 1ª División Naval, bloqueó Buenos Aires, cuando el gobernador de esta Provincia, Carlos Tejedor, se levantó en armas contra el presidente Avellaneda. Entonces fue ascendido a Comodoro, con fecha 9 de julio de aquel año.
En 1881 el gobierno lo designó para vigilar en Inglaterra la construcción del acorazado “Almirante Brown”, permaneciendo un año y medio en la citada comisión, conduciendo a Buenos Aires la nueva unidad. En 1884 comandó la escuadra de evoluciones formada por el “Brown”, “Plata”, “Ande”, “Bermejo” y “República”, evolucionando en las bocas del Río de la Plata por espacio de 5 meses. En 1886 fue nuevamente designado comandante en jefe de la escuadra compuesta esta vez por las tres unidades primeras de la anterior (acorazados) y por la “Argentina”, “Paraná” y “Uruguay”, complementada por algunas torpederas y empleándose tres meses en la ejecución de los ejercicios navales. Este año fue elevado a la jerarquía de Contralmirante (General de División), con fecha 30 de setiembre. En 1887, por tercera vez, tuvo el mando de la escuadra por espacio de siete meses.
En 1889 fue designado vicepresidente de la Junta Superior de Marina con retención del mando de la 1ª División Naval. En la revolución del 26 de julio de 1890 fue tomado prisionero por la oficialidad del monitor “Los Andes”, cuando se aprestaba a cumplir con su deber: marchar a la Rada de Buenos Aires con el referido buque a batir la escuadra sublevada al mando del comodoro Solier.
En 1890 fue nombrado Jefe del Estado Mayor de la Armada, puesto que conservó hasta su muerte acaecida el 5 de setiembre de 1892, a la edad de 61 años.
Cuando mandó la 1ª División Naval, Cordero salió con ella a operar a la costa más inmediata del estuario del golfo de San Martín, en busca de una base futura para la escuadra, en atención a que Zárate ya no era puerto para buques como el “Almirante Brown” y “Patagonia”.
El contralmirante Bartolomé Leónidas Cordero era hijo de José Antonio Cordero y de Benita Beruti. Había contraído enlace en Buenos Aires el 19 de octubre de 1864, con Luisa Antola, de 17 años, hija de José Antola e Isabel García, naturales de Entre Ríos los tres. La viuda de Cordero sobrevivió a su esposo hasta el 24 de abril de 1897.
Fuente
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
Portal www.revisionistas.com.ar
Yaben, Jacinto R. – Biografías argentinas y sudamericanas – Buenos Aires (1838).
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