domingo, 8 de octubre de 2017

Análisis: Portaaviones en Sudámerica



Capitán de Corbeta
Armada Peruana
John Rodríguez Asti
Extraido de la Revista de Marina

Actualmente, en el continente sudamericano, luego que la Armada Argentina retirara del servicio al veterano portaaviones 25 de Mayo, la Marina de Brasil es la única que cuenta con un portaaviones. Sin embargo, otros dos países, Chile y el Perú, en algún momento se han interesado en poseer buques de este tipo en sus respectivas escuadras.

INTRODUCCIÓN
El portaaviones, tipo de buque nacido a principios del siglo pasado, indiscutiblemente se convirtió durante la Segunda Guerra Mundial en una nave capital para las armadas que los poseían, ganando merecidamente el lugar ocupado por los acorazados hasta ese entonces. Los países que mayormente contribuyeron hasta ese entonces al desarrollo de la aviación embarcada, fueron Gran Bretaña, Estados Unidos, y el Japón. Durante la posguerra, la posesión de esta clase de buques quedó prácticamente monopolizada por la Gran Bretaña, EE.UU. y muchos de los aliados del bloque occidental que se beneficiaron de los remanentes británicos y norteamericanos. De esta manera, aparte de la Gran Bretaña y Estados Unidos, a principios de los 50, países como Canadá, Australia, Holanda y Francia tenían portaaviones en sus respectivas flotas, y de los mencionados, Francia sería el único en construir los suyos propios hacia fines de esa década. Con posterioridad, la Armada Española también contaría con uno proveniente de los inventarios de la Marina de los Estados Unidos.
La novedad en lo que a posesión de portaaviones después de la Segunda Guerra Mundial la han dado algunos países del tercer mundo, como la India, Argentina y Brasil, y en fechas recientes, Tailandia. Sin embargo, dentro del continente sudamericano no sólo han sido las marinas de Brasil y de Argentina las únicas en interesarse por este tipo de buques, puesto que también Chile y el Perú en algún momento planificaron y efectuaron gestiones para lograr poseer uno.
El presente articulo tendrá como propósito revisar la presencia de estas naves en las marinas sudamericanas, específicamente en Brasil y Argentina, así como las gestiones realizadas por Chile y Perú para adquirir un buque de este tipo.

PORTAAVIONES EN LA ARMADA ARGENTINA
La aviación naval argentina hasta la década pasada es la que tuvo mayor desarrollo, y es la única poseedora de experiencia en combate en el continente. Instituida en 1920, durante sus diez primeros años de existencia tuvo un notable desarrollo, y en 1931, pudo disponer de sus primeras aeronaves embarcadas, que inicialmente fueron dos hidroaviones Vought Corsair O2U que operaban desde la catapulta de los cruceros 25 de Mayo y Almirante Brown, recién construidos en Italia. Como dato importante, desde la década de los 20', la armada dentro de sus planes consideraba la incorporación de un portaaviones, puesto que en la "Ley de Renovación del Material Naval" promulgada en 1926, se había dispuesto la adquisición de un buque de ese tipo y tres submarinos para la flota, pero a pesar de lo dispuesto en dicha ley, esto no se llegaría a concretar, comprándose en su lugar siete destructores y posteriormente un crucero. Luego, en 1939, se les uniría el crucero La Argentina, que estuvo equipado con un hidroavión Supermarine Walrus. Hacia 1940, la aviación naval se había convertido en una fuerza importante con 44 aviones y 100 pilotos. Como comparación, el cuerpo de aviación del ejército tenía 200 aviones y 325 pilotos.
En 1942, la armada, dentro de sus requerimientos mantenía la necesidad de contar con portaaviones, y al año siguiente, se obtuvo por la vía del decreto Nº 9006 del 16 de setiembre de 1943 la correspondiente autorización de compra. Sin embargo, la situación internacional derivada de la guerra mundial y la imposibilidad de obtener en el extranjero la construcción de buques de ese tipo, postergarían muchos años más las aspiraciones argentinas.
Con el termino del conflicto, esta situación cambió, y la Armada Argentina inició planes para equiparase con la de su vecino, Brasil, que gracias a su participación en el conflicto mundial, pudo incrementar su flota. Cuando en junio de 1956, el Ministro de Marina argentino, contraalmirante Teodoro Hartung dio a conocimiento público el nuevo "Plan Naval de la República Argentina", se supo que una de las metas de su armada era contar con un portaaviones que sustituyese como unidad principal en su flota a los viejos acorazados Moreno y Rivadavia.
Ya en 1953, la armada había iniciado un estudio tendiente a lograr un portaaviones para su Flota de Mar, y uno de sus proyectos consistió en la transformación de un buque carguero de origen norteamericano tipo C3-S-A-1, el Artillero, el cual se pensaba convertirlo nuevamente a portaaviones , puesto que durante la Segunda Guerra Mundial había sido transformado a portaaviones de escolta, sirviendo bajo pabellón británico con el nombre de HMS Smiter. Sin embargo, este proyecto, así como otro para convertir a uno de los cruceros clase Almirante Brown, quedaron desestimados por problemas financieros.
A principios de 1957 Gran Bretaña ofreció a la Argentina venderle un portaaviones de flota de la clase Illustrious, el Indefatigable, o uno ligero de la clase Majestic, el Magnificent, pero ambos al no haber sido modernizados y no haber recibido las mejoras introducidas a este tipo de buques en la década del 50' no resultaban ser atractivos en comparación al HMS Venerable que Brasil había adquirido en 1956 y se hallaba modernizando en Holanda.
Sin embargo, la oportunidad esperada llegó al año siguiente, cuando la Real Marina Británica, conforme a la política de reducción de fuerzas navales dada por el ministerio de defensa, pasó a la situación de reserva al portaaviones Warrior, y lo puso en la lista de unidades en venta. El primer país al que se le ofertó el buque fue la Argentina, que lo adquirió el 4 de julio de aquel año. Con ello, Argentina se convirtió después de Brasil, en la segunda nación sudamericana en adquirir un buque de este tipo.

El primer portaaviones argentino: el Independencia
 
El Independencia, originalmente llamado Warrior por la Real Marina Británica, había iniciado su construcción en el astillero Harland & Wolff, de Belfast en diciembre de 1942 siendo completado en marzo de 1946. De inmediato fue entregado a la Real Marina Canadiense para su empleo en calidad de "préstamo" temporal hasta que a principios de 1948, con la entrada al servicio del Magnificent bajo el pabellón canadiense, retornó a la Gran Bretaña. Luego, fue designado para ser empleado como plataforma para llevar a cabo experimentos con un revestimiento flexible sobre su cubierta de vuelo, instalado en la Base Naval de Portsmouth entre marzo y setiembre de 1948. Las pruebas se realizaron a partir de noviembre concluyendo con el retiro del material en junio del año siguiente, pasando luego a la situación de reserva.
En julio de 1950, debido a la Guerra de Corea retornó al servicio, siendo empleado como buque de transporte de tropas y aeronaves hacia el Lejano Este y hacia Chipre. Entre abril de 1952 y octubre de 1953 fue sometido a una modernización parcial, que comprendió el reemplazo del trinquete trípode por uno de celosía, la instalación de un radar de vigilancia aérea de corto alcance tipo 293Q, un segundo radar tipo 277 y un radar tipo 281BQ con un sistema IFF. Adicionalmente todos los obsoletos cañones del tipo "pom-pom" fueron retirados, recibiendo cuatro nuevos montajes dobles Bofors de 40mm y aumentando la batería de montajes simples del mismo calibre a 20.
En febrero de 1954, relevó al portaaviones australiano Sydney en la fuerza multinacional de paz de las Naciones Unidas encargada de monitorear el cese de fuego en Corea, colaborando adicionalmente en la evacuación de refugiados del norte de Vietnam. A su retorno a aguas británicas en diciembre, ingresó a la Base Naval de Devonport para ser sometido a una recorrido y modernización adicional. Los trabajos consistieron en ampliar y dotarlo de una cubierta de vuelo con un ángulo de 5½°, reemplazar su catapulta hidráulica por una de mayor potencia capaz de lanzar aeronaves de 20.000 lbs, instalarle el nuevo sistema de control de apontonaje con espejos, y un radar de control aéreo para condiciones de baja visibilidad. Adicionalmente recibió un radar de búsqueda aérea SPS-6C de manufactura norteamericana.
Con su nuevo equipamiento, retornó al servicio en agosto de 1956, siendo el único portaaviones británico de su clase en haber incorporado las últimas mejoras para la operación de aeronaves.
En febrero de 1957, se le destinó a servir como buque insignia del escuadrón británico a cargo de la primeras pruebas con la bomba de Hidrógeno en el Pacífico, retornando de esta misión a la Base Naval de Portsmouth en febrero de 1958. A su arribo, el Warrior pasó a la situación de reserva y luego de las negociaciones respectivas, fue comprado por la Argentina el 4 de julio siguiente.
Rebautizado ARA Independencia (V-1), fue transferido el 4 de noviembre de 1958 a la Armada Argentina, iniciando a continuación pruebas en la mar, zarpando el 10 de diciembre hacia la Base Naval de Puerto Belgrano. Durante los cinco primeros meses de 1959 le fueron efectuadas diversas modificaciones estructurales internas, hasta que el 3 de junio se hizo a la mar, iniciando sus primeras operaciones con aeronaves el 8 del mismo mes. En este portaaviones, inicialmente operaron los aviones que disponía la Armada Argentina, como el North American AT-6, pero luego se adquirieron aviones de ataque y exploración F4U Corsair y antisubmarinos Tracker S-2F así como helicópteros de exploración. Años después, los Corsair serían reemplazados por aviones a reacción Panther y Cougar.
Entre los años 1959 y 1968, el Independencia tuvo una intensa participación en diversos ejercicios, ya sea con buques de la Flota de Mar argentina o con buques extranjeros, entre ellos cuatro operaciones Unitas, o en ejercicios combinados con unidades francesas y británicas. Cabe mencionar que en 1962 había viajado hacia los EE.UU. para embarcar en la Base Naval de Norfolk, una nueva dotación de aviones S-2F Tracker recién adquiridos, dos aviones Cougar en versión de entrenamiento y dos helos antisubmarinos S-55. Las últimas aeronaves que se incorporarían al portaaviones, fueron los aviones T-28 Fennec, que operaron a bordo desde mayo de 1968.

La adquisición del segundo portaaviones argentino: el 25 de Mayo, y el retiro del Independencia
Para finales de los 60', los planes argentinos para su flota de mar consideraban la necesidad de dotar a su portaaviones con una escuadrilla de ataque. La principal limitación del Independencia, era su incapacidad para operar aviones a reacción de mayor tamaño, puesto que para ello se necesitaba reforzar su cubierta y prepararla para recibir tales aeronaves, lo que sumado al desgaste y antigüedad de sus equipos y planta propulsora, no hacían rentable su modernización.


A mediados de 1968, se tuvo noticias que la Real Marina Holandesa retiraría del servicio a su portaaviones, el Karel Doorman, por lo que las autoridades navales argentinas luego de conocer su situación y de realizar los estudios correspondientes, encargó a su Comisión Naval en Europa que negociase y obtenga su compra. Si bien es cierto que no se trataba de un buque nuevo, tenía la ventaja en comparación al Independencia de poseer mejor equipamiento electrónico y lo más importante, que contaba con una catapulta a vapor y cubierta de vuelo reforzada capaz de operar aviones a reacción y de mayor peso.
Luego de la compra del Karel Doorman, rebautizado 25 de Mayo, el Independencia pasó a situación de reserva, y parte de su dotación se trasladó a Holanda para tripular al nuevo portaaviones. Estando totalmente inactivo, permaneció amarrado en la Base Naval de Puerto Belgrano, y mientras tanto, la armada efectuó diversos estudios para dar un destino final al buque, no descartándose la idea de convertirlo en buque de apoyo logístico o de asalto anfibio o portahelicópteros . Desechadas estas ideas, se conoce que también fue ofrecido en venta al Perú, como veremos posteriormente. Habiendo continuado totalmente inactivo y en desarme durante 1971, finalmente, luego de ser dado de baja y desguazado en provecho de su gemelo, fue vendido el 17 de marzo de 1971 para su demolición.
El 25 de Mayo (ex Karel Doorman), tuvo originalmente el nombre de HMS Venerable, y fue construido para la Real Marina Británica en el astillero Cammell Laird de Birkenhead entre diciembre de 1942 y enero de 1945. Inmediatamente después de ser incorporado, se le transfirió a la Flota del Pacífico como parte del Escuadrón de Portaaviones 11. Con un breve servicio bajo pabellón británico, fue puesto en reserva el 30 de marzo de 1947 y vendido a la Real Marina Holandesa el 1° de abril de 1948, siendo comisionado el 28 de mayo de ese año con el nombre de Hr.Ms. Karel Doorman .
Entre los años 1955 y 1958, fue sometido a un proceso de modernización radical que comprendió una ampliación de la cubierta de vuelo con ángulo hacia babor, nueva catapulta a vapor, nuevos equipos para operaciones con aeronaves, así como la instalación de sensores modernos, para lo que hubo necesidad de reemplazar el mástil trípode original por uno de celosía de mayor tamaño y también otra chimenea tipo "mack" (similar a la del crucero De Zeven Provincien, luego B.A.P. Aguirre peruano), sobre la que se instaló un radar de búsqueda combinada LW-02 de largo alcance. Luego de esta transformación, operó en un principio como portaaviones de ataque, con su grupo aéreo conformado por seis aviones antisubmarinos Grumman Avenger, seis cazabombarderos Hawker FGA-50 Sea Hawk así como cuatro helicópteros antisubmarinos Sikorsky HSS-1N (SH-34) y dos helicópteros utilitarios Sikorsky SH-51. Luego, a mediados de los 60, su misionamiento fue reorientado a guerra antisubmarina, siendo equipado con ocho aviones Grumman S2F-1 Tracker y dos helicópteros antisubmarinos más en reemplazo de los viejos Avenger y de los Sea Hawk.
Hacia 1968, la Real Marina Holandesa determinó que dentro de sus requerimientos futuros no sería necesario contar con un portaaviones, por lo que se previó retirar del servicio antes de 1970. Sin embargo, el 26 de abril de 1968, hallándose en el que sería su último recorrido, se produjo un incendio en la sala de máquinas por lo que se determinó no repararlo y consecuentemente retirarlo del servicio antes de lo previsto.
Efectuada la compra el 15 de octubre de 1968 por la Armada Argentina, fue sometido a reparaciones en el astillero Wilton Fijenoord y durante las mismas reemplazó sus turbinas y calderas con las provenientes de su inconcluso gemelo, el HMS Leviathan que era mantenido en reserva por los británicos. El 8 de agosto de 1969 fue incorporado a la Armada Argentina con el nombre de 25 de Mayo, pero no estuvo listo hasta el 22 del mismo mes, zarpando hacia Argentina el 3 de setiembre.
A principios de ese mes, comenzaron los adiestramientos con aeronaves y su grupo aéreo estuvo inicialmente conformado por aviones antisubmarinos S2-E Tracker y helicópteros S-61 Sea King. Como dato interesante, durante el viaje hacia argentina, la firma británica Hawker Siddeley efectuó demostraciones en su cubierta con un avión V/STOL Harrier GR-Mk-1 con éxito. Posteriormente, la armada adquirió cazabombarderos A-4B Skyhawk, que fueron recibidos en enero de 1972 por el propio portaaviones en el puerto de May Port, Florida, los que pronto empezaron a operar desde su cubierta de vuelo. Estos aviones, más los de exploración antisubmarina, en la década del 70, le proporcionaron a la Armada Argentina un gran potencial aeronaval dentro de las armadas del continente.
Por otro lado, ya en aguas argentinas, el 25 de Mayo recibió el sistema británico de comando y control CAAIS que incorporaba también un sistema de enlace de datos (data link), que le posibilitaron operar coordinadamente con los sistemas ADAWS-4 que llevaban a bordo los destructores del Tipo 42 Hercules y Santísima Trinidad comisionados entre 1976 y 1979.

Para reemplazar a los viejos Skyhawk, en 1978 la Armada Argentina adquirió en Francia 14 cazabombarderos Dassault Breguet Super Etendard, comprados gracias a la Ley de Reequipamiento Naval de 1974, y dentro de las armas que los dotaban estaban los misiles aire superficie AM-39 Exocet, con lo que se ampliaba la capacidad ofensiva de la flota. Estos aviones empezaron a llegar a la Argentina a fines de 1981, y para el inicio del Conflicto de las Malvinas, sólo se habían recibido 5 de ellos y aun no operaban desde el portaaviones, puesto que las modificaciones necesarias para emplearlos todavía no habían concluido.
El Veinticinco de Mayo condujo la fuerza de tarea que invadió las islas Malvinas el 1° de abril de 1982, y luego de los desembarcos efectuó varias patrullas en la costa Argentina, pero siempre alejado de la Fuerza de Tarea Británica. Después que el crucero General Belgrano fuera hundido el 4 de mayo de 1982, la flota de mar argentina se vio replegada a sus puertos, y las aeronaves del 25 de Mayo continuaron operando desde tierra.
Acabado el conflicto, el 25 de Mayo continuó las modificaciones para operar los Super Etendard, que incluyeron un aumento de la cubierta de vuelo para acomodar dos aviones más y un recorrido general de la catapulta a vapor. En abril de 1983 recién pudo efectuar las primeras operaciones con sus nuevos aviones y en ese mismo año, su sistema de comando y control CAAIS fue reemplazado por el más moderno SEWACO de manufactura holandesa, muy similar al de los destructores de la clase Almirante Brown (Meko 360) que se hallaban en construcción en Alemania.

En el año 1985, se concluyó con un estudio que determinó que el 25 de Mayo podría extender su servicio hasta 1992, proyectándose que en ese año debería ser reemplazado por un portaaviones de 30.000 toneladas, capaz de operar aviones de ataque. Sin embargo los fondos para construir tal buque no se llegarían a conseguir. Para continuar empleando al 25 de Mayo, se planificó reemplazar su planta propulsora, considerándose varias configuraciones, incluyendo un sistema COSAG con dos calderas nuevas y dos turbinas a gas o una planta CODOG con cuatro motores Sulzer y dos turbinas a gas.
Su última navegación operativa la realizó entre febrero y marzo de 1988, efectuando adiestramiento en la mar con el Grupo Aeronaval embarcado, y desde mediados de aquel año, el 25 de Mayo quedó inoperativo por limitaciones en la propulsión.
Posteriormente, en junio de 1990, se firmó un contrato con la firma italiana Fincantieri la que se encargaría de dar asistencia técnica al astillero argentino AFNE de Río Santiago para efectuar la remotorización del buque. El proyecto consistía en el reemplazo de las turbinas a vapor con turbinas a gas Fiat Aviazione LM 2500, motores diesel, y ejes con hélices de paso variable. Con sus turbinas retiradas de a bordo, el proyecto fue cancelado por severas restricciones presupuestales y el portaaviones continuó en inoperatividad en su amarradero de Puerto Belgrano, hasta que el 1° de febrero de 1997 fue definitivamente retirado del servicio. Luego, tras ser vendido en subasta pública, en enero de 1999 fue remolcado para su desguace hasta Alang, India.
Con la pérdida del 25 de Mayo, la Armada Argentina, a pesar de que aun cuenta con los Super Etendard, se ha visto privada de un elemento disuasivo que le daba a su Flota una gran capacidad para proyectar su poder naval a gran distancia. Por las condiciones actuales de la economía argentina, creemos que pasarán muchos años antes que esa nación sudamericana vuelva a contar con un portaaeronaves.

PORTAAVIONES EN LA MARINA DE BRASIL
Brasil, fue la primera nación sudamericana en constituir su aviación naval en agosto de 1916, conformada por una escuela de aviación naval equipada con hidroaviones norteamericanos Curtiss modelo F. De allí en adelante, tuvo un desarrollo importante, y en 1922, se pensó en dotar a la flota de portaaviones, estudiándose la idea de convertir a dos antiguos mercantes de origen alemán Aracaju y Sahara, pero esta idea finalmente no prosperó.
Para finales de la década del 30', la marina llegó a contar con unos 100 aviones e hidroaviones de varios tipos. Al año siguiente, como consecuencia de una campaña para constituir un ministerio del aire que controlase la aviación militar y civil en Brasil, los cuerpos de aviación de la marina y del ejército, fueron agrupados para formar la Fuerza Aérea Brasileña, bajo el control del nuevo Ministerio de Aeronáutica .
Privada de su arma aérea, la marina brasileña requería contar nuevamente con una aviación naval, más aun si a principios de la década del 50', la Marina de Brasil dentro de sus planes de modernización, contemplaba adquirir un portaaviones al mas breve plazo. Para ello, en 1955 creó la Dirección General de Aeronáutica del Ministerio de Marina, con el claro propósito de reconstituir su aviación naval. En 1958 adquirió dos helicópteros Bell 47-G, que operaron a bordo de los buques hidrográficos Sirius y Canopus. Otra medida derivada de la nueva política naval, fue la creación de un centro de instrucción aeronaval cerca de Rio de Janeiro, así como un servicio de transporte aeronaval.

El Minas Gerais
Coincidiendo con el interés de Brasil de adquirir un portaaviones, en aquel momento, la política de reducción progresiva de fuerzas navales que llevaba a cabo la Gran Bretaña, dejaba posible la próxima disponibilidad de buques de diverso tipo, incluyendo algunos portaaviones de la clase Colossus. Uno de ellos, el Veangance, se hallaba en reserva desde agosto de 1955 y fue ofrecido en venta a Brasil, concretándose su compra el 14 de diciembre de 1956. Con el nombre de Minas Gerais, no sería puesto en servicio sino hasta el 6 de diciembre de 1960, luego de ser sometido a una completa modernización.
Construido por Swan Hunter entre noviembre de 1942 y enero de 1945 para la Real Marina británica, el Veangance tuvo una breve participación en la guerra, permaneciendo en el Mediterráneo durante seis meses, siendo transferido a la Flota del Pacífico con base en Hong Kong en julio de 1945. En agosto de 1946 retornó a Gran Bretaña. Entre mayo y setiembre de 1948 fue acondicionado para navegar en el Artico y efectuar pruebas y medir su capacidad de operar en condiciones de frío extremo, como parte de los ejercicios durante la "Operación Rusty". En 1950 fue designado buque insignia del Tercer Escuadrón de Portaaviones de la Home Fleet, y en 1952, durante la Guerra de Corea, fue empleado como transporte de tropas. A fines de ese año inició un periodo de recorrido concluido en noviembre de 1953. Desde aquel momento y hasta agosto de 1955 en que fue retirado, sirvió en la Real Marina Australiana, mientras era completado el portaaviones Melbourne (ex HMS Majestic). Comprado en diciembre de 1956 por Brasil, fue llevado hacia el astillero Verolme de Rotterdam, en donde a mediados de 1957 inició un proceso de reconstrucción y modernización total hasta diciembre de 1960. Los trabajos comprendieron el reforzamiento y ampliación de la cubierta de vuelo con un ángulo de 8 ½°, aumento en la capacidad de levante de los elevadores, un mejoramiento en su capacidad para operar aviones al dotársele de una nueva catapulta a vapor para su lanzamiento y de nuevos cables de frenado que podían recibir aeronaves de hasta 30.000 lbs, así como la instalación de un nuevo sistema de control de apontonaje con espejos. En la planta propulsora, las calderas fueron retubadas y sus turbinas recorridas. Los nuevos sensores para vigilancia fueron de procedencia norteamericana, recibiendo un radar de búsqueda aérea SPS-12, un SPS-8B para control aéreo, y un SPS-4 para búsqueda de superficie. En lo que se refiere al armamento, le fueron instalados dos montajes cuádruples de 40mm a proa y popa de la nueva isla, y otro doble del mismo calibre en la banda de babor hacia popa. La isla fue la parte en la que quedaron más reflejados los cambios efectuados. Fue totalmente reconstruida con un nuevo diseño, un mástil de celosía de mayor tamaño y una chimenea más pequeña.
Con sus nuevos equipos, cubierta de vuelo modificada y nueva isla, al completar su modernización, el Minas Gerais era un portaaviones casi nuevo.
A pesar de haberse logrado el objetivo de obtener un portaaviones, la marina brasileña tuvo que enfrentar un problema inesperado, surgido de una absurda disputa con la fuerza aérea acerca de quién se haría cargo de los aviones que operarían desde su cubierta. A raíz de ello, desde el final de su modernización hasta 1963, el buque estuvo sin aviones. Este problema tuvo origen en 1959, cuando el gobierno decidió que todos los aviones que operasen desde el portaaviones pertenecerían a la fuerza aérea, pero sin embargo, la marina resolvió volar desde el buque y se adiestró personal naval con la marina de los EE.UU. a la expectativa de tomar posesión de los helicópteros SH-34J Seabat y aviones S-2A Tracker destinados al portaaviones. Luego, en 1963 la marina creó la fuerza de aviación naval, con un grupo aeronaval embarcado, y además fueron comprados 6 aviones de entrenamiento T-28 y 4 helicópteros más. Las aeronaves recién adquiridas empezaron a operar desde el Minas Gerais generando la oposición de la fuerza Aérea, y motivando la intervención del presidente Castello Branco, quién prohibió que los T-28 fueran empleados desde el portaaviones durante un tiempo.

Luego de otros incidentes adicionales, en enero de 1965, el gobierno decidió que las aeronaves de ala fija serían controladas por la fuerza aérea, y las de ala rotatoria por la aviación naval. Esta decisión limitaría por muchos años el control de las operaciones aéreas de a bordo, y desde entonces, durante gran parte de su servicio, el Minas Gerais fue empleado como portaaviones antisubmarino, con un grupo aéreo conformado normalmente por ocho aviones Grumman S2-E Tracker y helicópteros antisubmarinos, que en un primer momento fueron los SH-34J Seabat y posteriormente SH-3D Sea King.
En 1976, el Minas Gerais fue sometido a una nueva modernización y recorrido general, que consistió en dotarlo de un sistema de enlace de datos táctico (data link) para operar con las fragatas de la clase Niteroi, el reemplazo del radar de búsqueda aéreo SPS-12 por el más moderno SPS-40B, y el recorrido integral de la planta propulsora.
En el año 1984, el gobierno brasileño anunció sus planes para adquirir 12 cazabombarderos A-4 Skyhawk para el Minas Gerais, pero esto fue desestimado el año siguiente por hallarse los recursos de compra de aeronaves destinados en el desarrollo del proyecto del caza italo-brasileño AMX.

Para principios de la década del 90', como los planes para construir un nuevo portaaviones anunciados en 1985 todavía no se concretaban, el retiro del servicio del Minas Gerais aun no era contemplado. Mientras tanto, se decidió llevar a cabo su reacondicionamiento para extenderle su vida remanente. En esta oportunidad, entre julio de 1991 y octubre de 1993, las calderas fueron retubadas, las turbinas y sistemas auxiliares recorridos, se le dotó de un nuevo sistema de comando, control y comunicaciones SISCONTA, nuevos equipos y radares para control aéreo y un nuevo sistema de enlace de datos. Los cañones de 40mm fueron retirados, y en su reemplazo se instaló dos lanzadores Sadral para misiles superficie-aire Mistral. Adicionalmente, en 1999 la catapulta fue íntegramente recorrida, y empleándose algunos repuestos provenientes del recién dado de baja 25 de Mayo argentino.
Luego de muchos años de brega, las buenas noticias para la aviación naval embarcada brasileña llegaron en 1997, después que se obtuviera del Gobierno la autorización para adquirir a Kuwait un escuadrón de aviones de segunda mano A-4 Skyhawk. Las aeronaves compradas en excelentes condiciones de mantenimiento a un precio de 70 millones de dólares, fueron 20 A-4KU (designados AF-1 por la marina) y 3 TA-4KU de entrenamiento (designados AF-1A). Una vez llegadas a Brasil, fueron sometidas a un reacondicionamiento, y en setiembre del 2000, iniciaron los primeros ejercicios de aproximación, apontonaje y despegue inmediato sobre la cubierta del portaaviones, con 5 de los Skyhawk, piloteados por un piloto naval norteamericano, uno argentino y tres brasileños . En enero del año siguiente, finalmente los Skyhawk, agrupados en el Escuadrón de Aviones de Interceptación y Ataque (Esqd VF-1), empezaron a operar a bordo del Minas Gerais, durante el ejercicio CATRAPO/HELITRAPO .
Con la llegada del recién adquirido portaaviones Sao Paulo (ex Foch de la Marina Nacional Francesa) en febrero del 2001, la marina brasileña determinó el pronto retiro del servicio del Minas Gerais. Esto ocurrió el martes 16 de octubre, cuando el portaaviones veterano de la Segunda guerra Mundial, era finalmente retirado del servicio en el Arsenal Naval de Río de Janeiro. Sin embargo, su destino final no está aun escrito, puesto que desde Gran Bretaña, la asociación 'Battle of the Atlantic Memorial Ships' (BAMS) con sede en el Aeronautical Heritage Center de Southampton, ha manifestado su interés por adquirirlo y luego de remolcarlo hacia ese puerto británico, convertirlo en museo flotante. Se sabe también, que el Alcalde de Río de Janeiro, tiene la misma idea de conservar la nave para la Ciudad.

Los proyectos para la construcción de un nuevo portaaviones y la compra del Foch francés, rebautizado Sao Paulo
 La construcción de un nuevo portaaviones, ha sido durante muchos años un proyecto que para la marina brasileña en la práctica ha resultado inalcanzable por los altos costos que una nave de este tipo demanda. El reemplazo del Minas Gerais, empezó a ser considerado a finales de la década del 70', y fue en julio de 1981, cuando la marina brasileña anunció sus planes para la construcción de dos portaaeronaves de pequeño tamaño, capaces de operar aviones V/STOL y helicópteros. Sin embargo, este proyecto, fue sucesivamente pospuesto a favor de los programas de construcción de submarinos en astilleros propios y de la modernización de las fragatas de la clase Niteroi.
Sin embargo, la evidente antigüedad del Minas Gerais, hacía indispensable en hallar un reemplazo a un mediano plazo, y una solución a este problema fue lograda con la posibilidad de comprar el portaaviones francés Foch, cuyo retiro del servicio estaba previsto para principios del 2000.
Luego de entablarse las conversaciones para su adquisición a mediados de 1999, en el mes de agosto del año siguiente, el ministerio de defensa francés anunció oficialmente la venta del Foch a Brasil, por un precio ascendente a 42 millones de dólares, incluyendo el coste por los trabajos de reacondicionamiento general, los que fueron llevados a cabo en el Arsenal Naval de Toulon.
El Foch, rebautizado Sao Paulo, fue oficialmente incorporado el 15 de noviembre del 2000, y luego de concluir su alistamiento y pruebas respectivas, zarpó de Brest el 6 de febrero del 2001, con una dotación reducida de 600 hombres con destino a Río de Janeiro, a donde arribó el 17 del mismo mes. Luego de su llegada y una vez completada y preparada su nueva dotación, inició los entrenamientos con su grupo aéreo, que está compuesto por 15 cazabombarderos AF-1 Skyhawk, 6 helicópteros SH-3D Sea King, 3 Aerospatiale UH-12 Esquilo y 2 UH-14 Cougar.

Lo más importante respecto al Sao Paulo es que no tiene limitaciones para embarcar cualquier tipo de aeronave de combate naval existentes en el mercado con aptitud para ser catapultadas y aterrizar en un portaaviones. En comparación a los pequeños portaaviones como el español Príncipe de Asturias, el italiano Garibaldi, o los británicos de la clase Invincible, cuyas cubiertas tienen a proa el Sky Jump, que los limita a operar únicamente con aviones Harrier y helicópteros, el Sao Paulo, aun a pesar de sus casi 40 años, continua siendo un buque superior por sus capacidades. Puede mantener permanentemente en el aire una patrulla aérea de combate para defensa propia y el resto de aeronaves en misiones de ataque más allá del alcance de las armas del su grupo de tarea, logrando una proyección del poder naval a gran distancia.
La presencia de este portaaviones en la marina brasileña, sumada a la variada y numerosa composición de su escuadra, le otorga a Brasil una gran capacidad de disuasión y sin duda le confiere la supremacía entre las armadas del continente.

GESTIONES PARA ADQUIRIR PORTAAVIONES EN LA ARMADA DE CHILE
La Armada de Chile, al igual que la mayor parte de otras armadas del continente, vio los inicios de su aviación naval durante la década de los '20 del siglo pasado. Dentro del pequeño número de aeronaves adquiridas por la armada, se hallaban seis hidroaviones Short 184 y dos Sopwith Baby. Fue con uno de estos últimos que se llevaron a cabo las primeras operaciones aeronavales de manera experimental a bordo del crucero O'Higgins, y en el transcurso de 1920, el acorazado Almirante Latorre embarcó a alguno de ellos en varias ocasiones para realizar espoteo aéreo en ejercicios de tiro . Posteriormente, en la modernización efectuada al Latorre en Gran Bretaña entre los años 1929 y 1931, le fue instalada una catapulta en la cubierta de toldilla, empleando un hidroavión Fairey IIIF. El Latorre, mantuvo su catapulta hasta poco después de la Segunda Guerra Mundial. Otro de los buques chilenos en emplear de hidroaviones fue el buque madre de submarinos Araucano construido en Gran Bretaña en 1929, y que embarcaba también un Fairey IIIF.
Entre tanto, la aviación naval chilena se había instalado en 1921 en la caleta Las Torpederas cercana a Valparaíso, en una primera e improvisada base, y en marzo de 1923 fue oficializada su existencia como parte integrante de la armada. En 1925, la base aeronaval fue reubicada en Quintero, desde donde continuó sus operaciones.
Cabe mencionar que desde marzo de 1930 la aviación naval se fusionó con la aviación del ejercito dando lugar a la formación de la Fuerza Aérea de Chile, con lo que todas las aeronaves pasaron a cargo de esa nueva arma.
A pesar de no contar ya con una aviación naval, años después surgieron algunos esfuerzos por capacitar oficiales navales para pilotear aeronaves. Por ejemplo, en 1945 la armada chilena envió a 10 oficiales a los EE.UU. para obtener el título de aviadores navales, y estos pilotos navales llegaron a calificarse, operando aviones de caza y torpederos a bordo del portaaviones USS Wright, con miras a un futuro renacimiento de la aviación naval. Por gestiones de la propia armada, esto se daría en 1953, cuando el gobierno chileno autorizó su restablecimiento, dando inicio a sus actividades desde el aeródromo de El Belloto, en la comuna de Quilpué, a 20 kilómetros de Valparaíso, siendo sus primeras aeronaves dos helicópteros Bell.
Con su aviación naval nuevamente en existencia, al parecer pronto surgieron planes para dotar a la Escuadra chilena con un portaaviones. En efecto, en octubre de 1956, los diarios La Estrella y el Mercurio de Valparaíso, publicaron noticias acerca de las pretensiones de la Armada de Chile por adquirir un portaaviones a los EE.UU. indicando que una comisión presidida por el Almirante Alfredo Natho se hallaba en Washington efectuando gestiones para obtener la venta de un buque de ese tipo. Al parecer estas gestiones no prosperaron al no haber obtenido del gobierno de los EE.UU. una respuesta afirmativa al respecto.
El siguiente esfuerzo conocido por parte de la armada chilena para lograr obtener un portaaviones sucedió en 1966, cuando se planteó al Gobierno la necesidad de adquirir un portaaviones . Aparentemente, la intención era comprar en Gran Bretaña al HMS Centaur, que se hallaba en situación de reserva como resultado de la nueva política gubernamental tendiente a retirar del servicio a los portaaviones en la flota.
Sin embargo, la compra del portaaviones quedó en un mero propósito, debido a que no contó con la aprobación gubernamental. Esta decisión, causó la disconformidad de algunos jefes navales chilenos que presionaron para que la compra procediese, lo que a su vez provocó como respuesta por parte del gobierno, el pase al retiro de los vicealmirantes Newmann y Searle .

El último intento conocido por parte de la armada chilena para adquirir un portaaviones ocurrió a principios de la década de los 80', específicamente en el transcurso del año 1981, cuando la Real Marina Británica ofreció en venta el portaaviones HMS Hermes con su dotación de aeronaves V/STOL Harrier, que para ese momento tenía previsto su retiro del servicio para 1983 . Sin embargo, este ofrecimiento se vería truncado por el Conflicto de las Malvinas.
Concluido el conflicto, la armada chilena continuó con su interés por el Hermes, y esto quedó de manifiesto cuando en una entrevista, el vicealmirante Mauricio Poisson, Jefe de Estado Mayor de la Armada, declaró: "yo pienso que cada marino tiene en mente la idea de poseer un grupo de tarea basado en un portaaviones". Esta declaración no fue una simple idea, puesto que en agosto de 1983, una delegación chilena visitó el buque, con lo que quedaba en claro el interés por dicha nave. Sin embargo, había un gran escollo para lograr el objetivo, y era el monetario. A pesar de contar con una economía boyante y en crecimiento, la adquisición del portaaviones resultaba onerosa, no tanto por el buque en sí, sino por el grupo aéreo con el que se requería equiparlo. En aquel momento, para la armada chilena era más prioritario "renovar" las unidades de su vetusta escuadra, que dotarla de un portaaviones.
Ante la imposibilidad de adquirir el Hermes, la Armada de Chile perdió definitivamente la oportunidad cuando la India compró este portaaviones en abril de 1986 a un coste de 25 millones de dólares, más su grupo aéreo de Sea Harriers por 60 millones más.
En años recientes, algunos analistas chilenos han planteado nuevamente la necesidad que la armada chilena cuente con un buque del tipo portaaviones. Creemos que esta es una posibilidad aun remota, puesto que descartando la construcción de una nueva unidad por los altos costos que involucra, dentro de los próximos diez años, ninguna de las armadas que poseen actualmente portaaviones los retirará del servicio; pero sin embargo, no debemos descartar otras posibilidades como podría ser la conversión de un buque mercante o auxiliar para la operación de aeronaves.

GESTIONES PARA ADQUIRIR PORTAAVIONES EN EL PERÚ
A pesar de haber sido una de las pioneras en Sudamérica, la Aviación Naval peruana, creada originalmente en 1919, en su primera época, tuvo un corto pero fructífero periodo de vida antes de fusionarse con la aviación del ejercito para formar el Cuerpo Aéreo del Perú y luego lo que es la actual Fuerza Aérea. Hasta su nueva conformación como componente de las fuerzas navales en 1963, la única oportunidad en la que se emplearon medios aeronavales embarcados a bordo de una unidad de combate, fue durante el Conflicto con Colombia. Esto ocurrió en abril de 1933, cuando se embarcó a bordo del crucero Almirante Grau, un hidroavión Vought UO-5 piloteado por el Teniente Primero José San Martín, para ser utilizado como aeronave de exploración .
Luego de 1963, el Servicio de Aviación Naval tuvo un modesto desarrollo inicial, hasta que a mediados de los 70' iniciaría su verdadero despegue. Durante este tiempo, la primera ocasión de la que se tiene noticia en torno a la posibilidad de adquirir portaaviones data de 1968, en momentos en que la Armada Argentina -que poseía el portaaviones Independencia (ex HMS Warrior)- adquirió un segundo buque del mismo tipo, el Karel Doorman holandés, luego rebautizado 25 de Mayo. El ofrecimiento del Independencia al Perú fue efectuado en setiembre de 1968 por el entonces Jefe del Estado Mayor General de la Armada Argentina, vicealmirante Pedro Gnavi al contralmirante Manuel Fernadez Castro de la armada peruana. En posteriores conversaciones a cargo del Agregado Naval del Perú en Argentina, capitán de navío Melitón Carvajal, se supo el interés de ofrecerlo al Perú de manera exclusiva.
Esta interesante oferta fue tratada en el Consejo Superior de Marina en la sesión correspondiente al mes de setiembre de ese año, y fue desestimada principalmente por que en aquel momento, la concepción estratégica de la conformación de las fuerzas navales peruanas no consideraba una nave de ese tipo, así como por las limitaciones que tenía para operar con aviones modernos, y la antigüedad de sus equipos, cuyo cambio y modernización demandarían una inversión elevada para la que la marina no estaba preparada .
Las gestiones para adquirir el portaaviones británico Bulwark
En 1976, la revista Navy International en su edición correspondiente al mes de julio, presentó un amplio reporte acerca de las armadas sudamericanas. Lo interesante de ese articulo, resultaba ser la noticia que el Perú se hallaba efectuando conversaciones con el Ministerio de Defensa Británico, para comprar el portaaviones HMS Bulwark como plataforma para operar aviones Harrier de despegue vertical .
En efecto, a raíz de un anuncio efectuado por el Ministerio de Defensa británico en agosto de 1975, en el que se indicaba el retiro del servicio de algunas unidades navales a consecuencia de una reducción en el presupuesto de defensa, el Comisionado Naval de Perú en Europa y Agregado Naval en Gran Bretaña, contralmirante Daniel Masías, tomó conocimiento que dentro de las unidades consideradas para ser retiradas se hallaba el portaaviones HMS Bulwark. Esta noticia fue comunicada al Estado Mayor General de la Marina el 18 de agosto, y acto seguido, el 9 de setiembre siguiente, esa jefatura dispuso que el comisionado naval, contralmirante Masías, efectuara gestiones para obtener información del Ministerio de Defensa británico acerca del posible retiro del servicio del portaaviones, recibiendo posteriormente órdenes de oficializar las gestiones para su adquisición. Ello se hizo a través de una carta de intención dirigida al Ministerio de Defensa británico en el mes de octubre y en respuesta y en consideración la propuesta peruana, el ministerio de defensa, mediante documento fechado el 16 de diciembre del mismo año, comunicaba que le daba prioridad al Perú en caso el buque fuese retirado del servicio y puesto en venta.
Entre tanto, la marina británica había dispuesto el pase a situación de reserva del Bulwark en la Base Naval de Portsmouth, a cargo de una dotación encargada de su preservación y mantenimiento.
Esto fue también de conocimiento del almirante Masías, quien había continuado las conversaciones con las autoridades navales británicas y del ministerio de defensa, llegando a entrevistarse el 13 de enero de 1976 con el almirante Sir Edward Ashmore, Primer Lord del Mar, quien le indicó que el Bulwark sería mantenido en reserva hasta la entrada en servicio del nuevo portaaviones HMS Invincible , y que por parte del Gobierno británico no había ningún impedimento para que el buque fuera posteriormente vendido al Perú. En dicha reunión fue autorizado que una comitiva de oficiales peruanos presidida por el almirante Masías efectuara una visita de inspección al buque.
La referida visita se llevó a cabo el 6 de abril, cuatro días antes que el buque pasara a su nueva situación, estando la comitiva conformada por el almirante Masías, el capitán de navío Raúl Vargas Fuller y el capitán de fragata Luis Giampietri Rojas. Luego de haber inspeccionado al Bulwark, el referido jefe presentaría su informe al Jefe del Estado Mayor General de la Marina, en el que luego de detallar minuciosamente la condición del buque, concluyó que "debido al magnífico estado operativo y de conservación de dicho buque, no sería necesaria ninguna inversión para su utilización y empleo por la Marina de Guerra del Perú, salvo en caso la superioridad lo estime conveniente, el cambio de los radares de centro aéreo y de alarma temprana y contramedidas electrónicas por tener cierta antigüedad y existir problemas en la obtención de repuestos."
La siguiente comunicación en ser cursada, fue un informe fechado el 17 de mayo siguiente, en el que el almirante Masías informaba a la Comandancia General el estado del avance de las gestiones indicando que el Director de Ventas del Ministerio de Defensa, R.J. Harding había manifestado nuevamente entre otros puntos que el Perú tenía la primera prioridad y que era el único país que hasta la fecha ha hecho gestiones para adquirir al Bulwark.
El 21 de febrero 1977, la Embajada Británica informó al estado mayor que el Director de Ventas del Ministerio de Defensa británico R. J. Harding acompañado del general de brigada P. Heindenstam, visitarían el Perú del 2 al 7 de marzo deseando visitar el Jefe del Estado Mayor General de la Marina y al Director General de Logística para conversar entre otros puntos sobre el HMS Bulwark.
En enero de 1978, la marina recibió la visita de otros dos representantes del Ministerio de Defensa Británico donde se puso nuevamente de manifiesto el interés por el HMS Bulwark. Sin embargo, se sabía que los funcionarios británicos continuaron viaje para visitar otros países sudamericanos, estimándose que en tales oportunidades ofrecieron en venta la mencionada unidad.
Dentro de los planes de adquisiciones navales de la época, la compra del Bulwark se estimaba necesaria, en primer lugar con la finalidad de potenciar la capacidad para realizar operaciones anfibias, ya que el buque podía transportar 24 helicópteros tipo Sea King, 1.200 Infantes de Marina y todo el material necesario para mantenerlos en combate de playa, durante 24 horas por un lapso de 10 días, y contaba con una velocidad máxima de 28 nudos.

Por otro lado, una plataforma de este tipo permitiría ejercer el control del mar en áreas específicas considerando su capacidad de embarcar helicópteros dotados de misiles aire-superficie y antisubmarinos, así como contar con todos los sistemas de comunicaciones necesarios como para desempeñarse como buque comando de una fuerza de tarea, permitiendo ejercer el control táctico de una gran área de mar.
La oferta del Bulwark resultaba ser atractiva por varias razones. Conociendo cual era su estado de operatividad de acuerdo a lo informado por el agregado naval en Gran Bretaña, se sabía que su puesta en servicio no demandaría mayor inversión; por otra parte, el precio, estimado en cuatro millones de dólares, permitiría obtener casi de inmediato un portaaeronaves mientras que si se decidiera por construir uno nuevo -como el portaaviones de 18.000 toneladas que ofertaba el astillero Yarrow- su costo sería mucho mayor (unos 42 millones de dólares) y recién se podría disponer de él entre 6 a 8 años después de iniciada su construcción.
A pesar de las serias intenciones de la armada peruana por lograr comprar al Bulwark, lo que dejó en "fojas cero" todo lo avanzado, fue decisión de las propias autoridades británicas. En efecto, en 1978, su mayor portaaviones, el Ark Royal sería retirado del servicio definitivamente, con lo que el Hermes quedaría como el único portaaeronaves disponible. Esto, mas el retraso en el término de la construcción del portaaviones VSTOL Invincible, conllevó a reevaluar la situación del Bulwark, cuya reactivación y reincorporación como portahelicópteros antisubmarino fue pronto decidida.
Dicha decisión fue anunciada por el Secretario de Defensa británico el 25 de enero de 1978, y una semana después, el Agregado de Defensa británico en el Perú comunicaba dicha noticia a las autoridades navales peruanas, indicando que el retorno del Bulwark al servicio excluía la posibilidad de su venta al Perú por un buen tiempo.

Con respecto al buque en marzo de 1978, inició su reacondicionamiento entrando nuevamente al servicio en febrero de 1979, operando como portaaviones antisubmarino hasta que fue retirado del servicio definitivamente a principios de 1981. Así concluía la oportunidad más cercana que tuvo nuestra armada para adquirir un portaaviones.
Después de este episodio frustrado, continuarían algunos estudios sobre portaaviones, pero dadas las posibilidades de obtener un buque de segunda mano tan escasas y las de construir uno nuevo tan remotas por el elevado coste que demandaría, el tema quedó definitivamente en el olvido.

CONCLUSIONES
La coyuntura internacional que llevó a Gran Bretaña a retirar del servicio a sus portaaviones desde fines de la Segunda Guerra Mundial y la década de los 80' fue la que permitió que algunas naciones europeas, asiáticas y sudamericanas obtuvieran portaaviones.
Sin embargo, en los tiempos actuales prácticamente resulta imposible adquirir un buque de esta clase de segunda mano, la razón se debe a que sencillamente los pocos países que los poseen no tienen planes para retirarlos del servicio. Debemos considerar también que el costo para construir un portaaviones y dotarlo de un grupo aéreo está más allá de cualquier presupuesto de las armadas de la región, por lo que es poco probable o quizás imposible que alguna otra armada sudamericana pueda incorporar este tipo de buque a su flota en el mediano plazo.
En el caso de la Armada Argentina, aunque últimamente en algunas publicaciones se ha señalado un renovado interés por adquirir un portaaeronaves, es indudable que las drásticas reducciones en el presupuesto de defensa que la afecta impedirá por un largo tiempo la posibilidad que su flota de mar vuelva a contar con un buque de este tipo.
Por otro lado, el retiro del 25 de Mayo ha significado la notable disminución de la capacidad operativa de la aviación naval argentina y la proyección del poder naval de su flota. Los Super Etendard y los S-2T Turbo Tracker se han visto privados de una valiosa plataforma que les permitía aumentar su autonomía, debiendo operar actualmente desde bases ubicadas en tierra.
Brasil, que durante los últimos 20 años intentó infructuosamente reemplazar al Minas Gerais por un portaaeronaves nuevo, con la compra del Foch francés halló una solución temporal que le permitirá al menos por 10 años más continuar empleando este tipo de buques antes de pensar en su reemplazo.
En lo que refiere a Chile, sus aspiraciones de incorporar un portaaviones a su Escuadra se vieron en el pasado limitadas por factores económicos (como en el caso del Hermes) y para futuro, en primer lugar deberá lograr concretar sus proyectos en curso para el reemplazo de sus vetustas unidades de superficie antes de pensar en adquirir un buque del tipo portaaviones.
En el caso del Perú, después de los proyectos no concretados para contar con un portaaviones de la década de los 70´, la concepción estratégica ya no considera este tipo de unidades, pero si el empleo de elementos aeronavales de ala rotatoria embarcados a bordo de las fragatas, con capacidad antisuperficie y antisubmarina, así como el empleo de aeronaves de exploración y antisubmarinas con base en tierra.

Bibliografía
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War Book (2003)

sábado, 7 de octubre de 2017

PNA: Prefectos navegan buques científicos pese a los gremios

Arde el puerto: contratan a Prefectura para tripular barcos privados

El Instituto de investigación en Mar del Plata (INIDEP) firmó un acuerdo con la Prefectura Naval Argentina (PNA) para que tripule el nuevo barco Angelescu y los gremios marítimos se manifestaron en oposición. Es decir, que se tripulará un buque civil con prefectos para no tener que lidiar con los gremios marítimos.
Urgente 24


Prefectura Naval Argentina


Otto Wöhler es el director de INIDEP quien explicó que los motivos de la decisión tomada fueron más que nada de tipo presupuestarios con el fin de poder evitar que conflictos gremiales perjudiquen la investigación.


Otto Wöhler

Los gremios marítimos encabezados por el SiMaPe mantuvieron paralizada la investigación pesquera durante más de dos años por un reclamo salarial. Tiempo después se logró llegar a un acuerdo en el que las tripulaciones salieron muy beneficiadas y hace unas semanas fue ratificado por decreto presidencial. Pese a haber conseguido su objetivo, los gremios marítimos nuevamente con el SiMaPE a la cabeza, volvieron a manifestarse en la puerta del INIDEP para efectuar el reclamo de que no fueron tenidos en cuenta para tripular el Víctor Angelescu, uno de los más flamantes buques de investigación de alta tecnología que se incorporará en pocos días a la flota del Instituto, cuya Dirección se la suscribió un acuerdo con la Prefectura, que será la encargada de operarlo.

El INIDEP firmó un acuerdo con la Prefectura hace cuatro meses para poder tripular dicho buque. El capitán y el jefe de máquinas, pertenecientes a la PNA, viajaron a Vigo un mes antes de que el barco fuera botado para ser capacitados, dada la alta tecnificación de la embarcación; ahora están terminando su formación a bordo, mientras el buque viaja hacia La Argentina con la tripulación del astillero ARMON. El resto de los tripulantes será capacitado aquí una vez que llegue el barco y no se descarta que alguno de los tripulantes del INIDEP sea convocado.

"La decisión que se toma tiene como eje fundamental el tema presupuestario, nosotros vamos a tener tres barcos operativos, el Angelescu, el Holmberg y el Oca Balda. El Holmberg ya fue reparado y esta semana se harán las pruebas de navegación para ya salir de campaña la semana entrante, a evaluar merluza en el sector norte. El Oca Balda será reparado seguramente el año que viene", afirmó Ottro Wohler sobre la decisión de firmar el acuerdo con la PNA.

Por otra parte estaba confirmado que para el Angelescu no había tripulación y no contaban con los medios necesarios para poder conseguirla. Por lo tanto se eligió establecer este convenio con Prefectura.

Tomar esta decisión no fue nada fácil, ya que hubo reiterados conflictos con la tripulación. La situación gremial tuvo un gran peso en el asunto. Hace más de diez años que el Instituto enfrenta conflictos con las tripulaciones del Instituto y es un proceso que al parecer no tiene solución.

La parte negativa de este asunto es que los problemas generados en dicho sector hacen que el INIDEP sea más conocido en Mar del Plata por los conflictos que por las cosas buenas que hace.

"No hay ninguna denuncia de corrupción, solo usan a la prensa para ensuciar y tirar abajo el trabajo que se hace para tener una institución grande. Estamos en un momento institucional como nunca antes hemos estado en la historia del INIDEP, ya firmamos el contrato para la construcción del segundo buque que comenzará el año que viene en Vigo, también esperamos comenzar en 2018 la construcción de las subsedes en la Patagonia y del centro para el desarrollo de la acuicultura", sostuvo el director.

Por otro lado, el hombre considera que los gremios marítimos son una permanente traba para la situación que están enfrentando hace más de diez años.

"Los últimos cinco directores se tuvieron que ir en gran medida por conflictos con la tripulación náutica que no pudieron resolver. No podemos ser más rehenes de las tripulaciones náuticas de nuestros barcos de investigación. Esa situación se tiene que cortar y en eso estoy involucrado hasta la médula. Yo quiero regularizar el funcionamiento del Instituto y en ese sentido firmé este convenio con Prefectura. En ese sentido estoy incorporando nuevos barcos y quiero empezar a funcionar… Lamentablemente hay gente que no entiende esto, no entiende que hay que avanzar, lamentablemente no nos acompañan; pero son los menos, tengo un apoyo generalizado de los sectores científico y administrativo para esta tercerización de la tripulación del barco", aportó Wöhler.

El problema surgío por primera vez cuando se firmó el decreto que modificó el convenio de navegación de los barcos de investigación donde los integrantes del Instituto fueron beneficiados directamente.

Otro dato que llama mucho la atención es que el salario de un marinero será más alto que el de un científico con el nuevo acuerdo establecido, ya que se generará una distorsión importante entre el salario del personal náutico y el personal científico técnico; y mucho más del personal administrativo. Tema un poco delicado que generará distorsión y posiblemente algún qur otro malestar de tipo interno en el Instituto.

El barco va a ser tripulado por Prefectura y va a salir a navegar por más medidas de fuerza que haya en los otros buques del INIDEP.

Como toda institución pública el Instituto está en una época de restricción de gastos que afecta a todos, pero desde el lugar afirman que están haciendo los esfuerzos necesarios para que el presupuesto les alcance para cubrir todos los gastos de 2018. Además tiene el deseo de terminar obras en 2018.

El ministro Ricardo Buryaile fue uno de los encargados de ayudar a conseguir fondos para terminar de pagar los gastos del buque que va a llegar en unos días y para afrontar la construcción del nuevo buque, que comenzará a construirse entre febrero y marzo del año próximo y se incorporará en abril de 2019.


Ricardo Buryaile

Se trata de un gran tema de debate y controversia ya que este asunto fue sacado a la luz y la misma ley prohibe a los militares tripular buques civeles, por lo que habrá que esperar a ver cómo sigue el asunto y cuál será su resolución final.

viernes, 6 de octubre de 2017

PGM: UK se hará cargo de un pecio alemán

Submarino alemán de la PGM a ser protegido por Gran Bretaña

George Winston | War History Online





Un proyecto para investigar las ubicaciones de once pérdidas submarinas conocidas que ocurrieron en las aguas territoriales alrededor de las islas británicas durante la Primera Guerra Mundial está siendo emprendido actualmente por Historic England.

Uno de esos buques, el U-8 alemán, se hundió hace más de 100 años en el Canal de la Mancha, después de ser destruido por los disparos del destructor HMS Maori. En marzo de 1915, el U-8 se había enredado en las redes de pesca de Folkestone y después de haber sido cargado por la profundidad del destructor HMS Gurkha fue forzado a la superficie. La tripulación fue capturada y mantenida en el castillo de Dover con vistas a los famosos acantilados blancos.

Este incidente fue un éxito para la Patrulla de Dover de la Royal Navy. Este ejercicio fue diseñado para detener el libre paso de los U-Boats alemanes a través del Canal de la Mancha al Océano Atlántico.

Mark Dunkley, Asesor de designación marítima de la histórica Inglaterra, dijo: "El diseño y la construcción del U-8 con seis torpedos, marcó un punto de inflexión en el desarrollo de submarinos. Los barcos tipo U-5 eran superiores a los submarinos aliados, tanto en su capacidad de combate como en su navegabilidad. El U-8 se sienta erguido sobre el lecho marino en excelentes condiciones, y todavía se pueden ver sus periscopios, antenas de radio.

En 2015, una de las hélices del U-8 fue removida y presentada a la Armada alemana como un gesto de buena voluntad, pero el resto del naufragio ha sido concedido estado protegido por el Gobierno británico. Esto significa que no habrá rescate permitido en el naufragio, y se espera que no salvar el naufragio se asegurará de que el casco de la embarcación, que ahora está muy oxidado, se conservará.

jueves, 5 de octubre de 2017

Submarinos: Brandtaucher, el primer U-boot

Construido en 1850 por Wilhelm Bauer-El Brandtaucher fue el primer proyecto submarino en Alemania



David Goran | WHO



El Brandtaucher (Incendiary Diver) fue un sumergible diseñado por el inventor e ingeniero alemán Wilhelm Bauer y construido por Schweffel & Howaldt en Kiel para la Flotilla de Schleswig-Holstein, parte de la Reichsflotte en 1850.

Bosquejo del Brandtaucher (de un libro de 1896).

El primer bosquejo de Bauer atrajo la atención del Ministro de Marina, que le permitió construir un modelo (70 × 18 × 29 cm). El modelo fue demostrado en el puerto de Kiel frente a los dignatarios navales. Después de que el modelo del submarino demostró trabajar, Bauer recibió suficiente dinero para construir un submarino a gran escala. Pero las autoridades militares seguían en gran medida en contra del plan de Bauer y forzaron a Bauer a cambiar sus diseños para reducir costos; Resultando en una profundidad de buceo reducida de 30 ma 9,5 m.



El modelo del corte interno del submarino de Brandtaucher en Dresden, Alemania. 


Debido a la financiación inadecuada, la escala de la embarcación tuvo que ser degradada y el diseño alterado y simplificado.

El Brandtaucher acabado, construido por August Howaldt del Howaldtswerke posterior tenía 28 pies de largo y pesaba cerca de 70,000 libras. Este rediseño incluyó la eliminación del uso de tanques de lastre cerrados para contener el agua que se toma y se expulsa del submarino. En cambio, se permitió que el agua se acumulara dentro del fondo del casco, debajo del piso principal, y fue capaz de moverse relativamente sin obstrucciones dentro de esta área cuando el barco cambió de orientación.


Interior. 

En las profundidades más grandes, el recipiente fue conducido por los motores eléctricos usando la electricidad drenada de las baterías internas gigantes. Estos motores fueron muy útiles durante la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial porque ayudó al barco a permanecer en el mar por más tiempo. El barco podía alcanzar una velocidad de 3 nudos, pero esto no podía ser mantenido por largos períodos de tiempo. El submarino fue accionado por dos marineros que giraban una rueda grande de la pisada con sus manos y pies. El tercer miembro de la tripulación, el capitán, se colocó en la popa del submarino. Su trabajo era operar los timones y otros controles.


Era un submarino de tres hombres y estaba impulsado por el hombre.

Los primeros ensayos del submarino ocurrieron en diciembre de 1850. Aunque Bauer quiso hacer varias mejoras del submarino, los militares pidieron un espectáculo público el 1 de febrero de 1851. Esta demostración pública casi terminó en un desastre. El submarino experimentó fallas en el equipo y se hundió hasta el fondo de un hoyo de 60 pies en la parte inferior del puerto de Kiel.

Cuando el submarino se hundió, las delgadas paredes no podían aguantar más la presión del agua y comenzaron a agrietarse. Bauer se escapó dejando entrar el agua, aumentando así la presión del aire, lo que permitió a Bauer y sus dos compañeros abrir la escotilla y nadar hasta la superficie (durante seis horas Bauer y sus marineros tuvieron que esperar dentro de la embarcación hundida, hasta que hubo suficiente agua en).


El barco ahora se puede ver en el museo alemán de las fuerzas armadas de arma de la historia militar, en Dresden. 


Brandtaucher en exhibición en el Museo de Historia Militar del Bundeswehr, Dresde.

Este fue el primer escape submarino que fue presenciado y reportado. Brandtaucher fue recuperado en 1887 y ahora se exhibe en Dresden, Alemania.

miércoles, 4 de octubre de 2017

Perú: Dan de baja al último crucero artillado del Mundo

La Marina de Guerra de Perú da de baja al memorable crucero Almirante Grau





En memorable ceremonia, la Marina de Guerra del Perú ha colocado en situación de inactividad al crucero ligero CLM-81 BAP Almirante Grau, tras 45 años de servicio. El mismo que, hasta el 26 de septiembre de 2017, ha sido el buque insignia de Perú, le ha cedido ahora la posta temporal a la fragata Lupo FM-53 BAP Montero, que se denomina desde este momento FM-53 BAP Almirante Grau.
De acuerdo al marco legal de Perú y su Armada, siempre ha de haber un buque con el nombre del Gran Almirante Miguel Grau Seminario, su héroe máximo, peruano del milenio, excongresista y gran promotor de la modernización de las Fuerzas Armadas. En el hemiciclo del Parlamento peruano, debajo de la Presidencia del Congreso, frente al pleno, se ubica una réplica del curul de don Miguel Grau y al pasar lista de asistencia a los congresistas, se menciona primero su nombre en señal de respeto.

Una ceremonia emotiva

Durante la ceremonia llevada a cabo en el Muelle Marginal de la Base Naval del Callao, se recordaron los nombres de la tripulación que acompañó a Grau en su misión de combate, allá por el año 1879. Las palabras de estilo estuvieron a cargo del comandante general de la Marina, almirante Gonzalo Ríos Polastri, quien junto al jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, almirante José Luis Paredes Lora, y el jefe de Estado Mayor de la Marina, vicealmirante Víctor Pomar Calderón, encabezaron el evento de despedida del crucero blindado.
Asimismo, se procedió a arriar el pabellón nacional en el crucero CLM-81 para entregarlo a su nuevo portador y nuevo buque insignia de la Escuadra peruana. También se develaron placas recordatorias del evento. En el instante que oficialmente el crucero deja de ser parte del servicio con la Marina, los buque estacionados en la Base Naval del Callao sonaron al unísono sus bocinas en señal de respeto y como despedida final al fiel buque, el último crucero cañonero del mundo en actividad hasta ese punto.

El tercer Almirante Grau

El crucero ligero BAP Almirante Grau fue construido en los astilleros Wilton Fijendors en Holanda, entre los años 1939 y 1944, y fue comisionado en la Real Marina de Holanda en 1953 bajo la designación HRMS De Ruyter. La Armada peruana lo incorporó el 7 de marzo de 1973 como el tercer buque de superficie en llevar el nombre del Gran Almirante Grau. Desplaza unas 12.165 toneladas a plena carga, con un desplazamiento estándar de 9.681 toneladas, desarrolla 30 nudos de velocidad máxima, y su autonomía es de 5.800 millas náuticas, la tripulación la componían alrededor de 600 efectivos navales de todos los grados. Mide 187,32 metros de eslora, 17,25 metros de manga, puntal de 11,65 metros y calado de 6,65 metros. La coraza de blindaje varía entre 50 mm y 125 mm por secciones con acero cementado Krupp, y en las cubiertas entre 20 mm y 25 mm, siendo por años el buque de guerra mejor protegido de Latino América. Su armamento principal lo componen cuatro torretas con dos cañones Bofors M42 de 152/53 mm.



Entre 1985 y 1988 se le sometió a un programa de modernización en el que pese a los recortes presupuestales por la difícil situación económica que atravesaba Perú por entonces, se le integró, entre otros, la mejor suite de comando y control de la región, radar LW-08 en un tremendo mástil que potenciaba las capacidades del sistema, ocho misiles antibuque Otomat Mk2 y dos cañones Oto Melara de 40/70 mm para defensa cercana.
La Marina aún no ha decidido el destino final del crucero, siendo probable que tenga nueva vida como museo flotante en la bahía del Callao o Lima, en la Costa Verde.
Finalmente, cabe indicar que la FM-53 BAP Almirante Grau asume su rol como buque insignia con sus cuatro misiles antibuque Exocet MM-40 Bloque III, tras su proceso de modernización.

El comandante de la Marina del Perú, Almirante Miguel María Grau Seminario murió a bordo del monitor peruano Huáscar en la batalla contra los blindados chilenos Blanco Encalada y Almirante Cochrane en Angamos el 8 de octubre de 1879.
Hasta hoy en día, la Armada del Perú siempre incorporaba un buque de este nombre. En caso de reparaciones, se efectuaba el cambio de nombre temporal para que siempre esté en servicio activo un Almirante Grau, nota el portal científico ruso Nplus1.

martes, 3 de octubre de 2017

Barcos logísticos: SS Atlantic Conveyor

SS Atlantic Conveyor



El Atlantic Conveyor fue un barco mercante británico de la marina de guerra, registrado en Liverpool, que fue requisado durante la guerra de Malvinas.

Fue golpeada el 25 de mayo de 1982 por dos misiles Exocet AM39 lanzados desde el aire por Argentina, matando a 12 marineros. El Atlantic Conveyor se hundió mientras estaba bajo remolque el 28 de mayo de 1982.

El naufragio está designado bajo la Ley de protección de los restos militares de 1986.


Nombre:Atlantic Conveyor
Operador:Cunard Line
Constructor:Swan Hunter, Tyne y Wear, UK
Completado:1970
Identificación:IMO number: 6926036
Destino:
  • Atacado por dos misiles Exocet el 25 de Mayo de 1982
  • Incenciado y posteriormente abandona 
  • Eventualmente hundido mientras era remolcado el 28 de Mayo de 1982
Características generales
Clase y tipo:Portacontenedor
Tonelaje14,950 toneladas
Longitud:695 pies
Velocidad:23 nudos

Historia

Atlantic Conveyor fue un buque de contenedores de 14.950 toneladas, rodado, propiedad de Cunard. Ella fue construida junto con otros seis buques portacontenedores, cada uno nombrado Atlántico .... y navegar bajo diferentes banderas nacionales para diferentes empresas.

Junto con su barco hermano, Atlantic Causeway, Atlantic Conveyor fue requisado por el Ministerio de Defensa al comienzo de la Guerra de las Malvinas a través del sistema STUFT (Ships Taken Up From Trade). Debido a las breves escalas de tiempo, la decisión de que el buque no era "una unidad de alto valor" y una controversia sobre si armar auxiliares era legal, Atlantic Conveyor no estaba equipado con un sistema de defensa activo o pasivo.



Los buques fueron utilizados para transportar suministros para la Fuerza de Tarea de la Marina Real enviada por el gobierno británico para recuperar las Islas Malvinas de la ocupación argentina. Navegando por la Isla de la Ascensión el 25 de abril de 1982, Atlantic Transport transportó un cargamento de seis helicópteros Wessex del Escuadrón Aéreo Naval 848 y cinco RAF Chinook HC.1 del Escuadrón N ° 18 de la RAF. En Ascensión, recogió ocho Sea Harriers (809° Escuadrón) de la Fleet Air y seis jets VSTOL RAF Harrier GR.3,



Un Chinook del vuelo B No. 18 de la escuadra RAF dejó Atlantic Conveyor para apoyar operaciones en la Ascensión. Con el avión almacenado ella entonces zarpó para el Atlántico Sur. A la llegada de las Malvinas a mediados de mayo, todos los Harriers fueron descargados a los transportistas; El GR.3s va a HMS Hermes mientras que los Harriers de mar fueron divididos entre los escuadrones existentes en Hermes y HMS Invincible. Con el avión adicional en Hermes, un helicóptero Lynx HAS.2 fue volado y estacionado en el transportador Atlantic el 20 de mayo de 1982.



El Atlantic Conveyorse acerca a las Malvinas. El 19 de mayo de 1982 aproximadamente.

El 25 de mayo de 1982 (el mismo día que la pérdida del HMS Coventry) Atlantic Conveyor fue alcanzado por dos misiles Exocet lanzados por aire AM39 disparados por dos aviones de combate Super Étendard de la Marina Argentina. La misión fue dirigida por el Capitán de Corbeta Roberto Curilovic (call sign 'Tito'), volando Super Etendard 0753/3-A-203, y su alero, el Teniente de navío Julio Barraza, (call sign 'Leo') volando en 0754 / A-204 - ambos de 2da Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque.



Ambos Exocets golpearon a Atlantic Conveyor en el puerto de la nave. Existen relatos contradictorios sobre si las ojivas explotaron después de penetrar el casco del buque, o sobre el impacto. El testigo el príncipe Andrew informó que los escombros causaron "salpicaduras en el agua cerca de un cuarto de milla lejos." Debido a la presencia de combustible y municiones que se almacenaron debajo de las cubiertas, el efecto incendiario del propulsor no quemado de los misiles causó un incendio incontrolable. Cuando el fuego se había quemado, el barco fue abordado pero no se recuperó nada. Mientras que el remolcador requisado remolcó al irlandés, el transportador atlántico se hundió en la madrugada del 28 de mayo de 1982. Seis Westess Wessex, tres Chinook de Boeing y un lince de Westland fueron destruidos por el fuego, solamente un Chinook, Salvado. La pérdida de estos helicópteros significó que las tropas británicas tuvieron que marchar a pie a través de las Malvinas para recapturar a Stanley.


Bye bye AC

Doce hombres murieron en Atlantic Conveyor, incluyendo al capitán Ian North, quien fue galardonado póstumamente con la Cruz de Servicio Distinguido (DSC). El barco fue el primer buque mercante británico perdido en el mar a fuego enemigo desde la Segunda Guerra Mundial.

Pilotando un helicóptero Sea King del Escuadrón Aéreo Naval 820, el Príncipe Andrés fue el primero en despegar a los sobrevivientes. Dijo que el incidente "fue una experiencia que nunca olvidaré ... horrible".

El reemplazo del buque fue construido en Tyneside.

Técnicas para derrotar misiles anti-buque

Una tarea peligrosa llevada a cabo por Sea Kings era actuar como señuelos, para desviar los misiles de rozamiento de mar lejos de los buques de superficie. Esto se logró flotando cerca de la nave y como el buscador de radar no pudo resolver blancos en acimut, la combinación barco / helicóptero apareció como un solo objetivo. Si el helicóptero no estuviera demasiado alto, el sistema de guía de misiles tendría como objetivo el centroide de su objetivo aparente y esperamos que pase entre los dos. El príncipe Andrew en un momento voló su helicóptero como un señuelo de misiles Exocet. Los cohetes de cohete pretenden seducir un misil con una técnica similar aumentando la longitud aparente del blanco.



El tamaño de la sección transversal del radar del buque (RCS) era demasiado grande para permitir que los señuelos de paja fueran eficaces y su empleo hubiera sido poco probable que hubiera afectado el resultado. También se ha alegado, incorrectamente, que el casco del buque actuó como señuelo contra un ataque posterior de Exocet.

Tripulación 

El buque portaba un equipo de la Marina Mercante de 33. Esto incluía 12 oficiales (maestro, oficial en jefe, segundo oficial, tercer oficial, oficial de radio, ingeniero jefe, segundo ingeniero, dos terceros ingenieros, cuarto ingeniero, electricista y perseguidor), 10 suboficiales (Contramaestre, cuatro mecánicos, dos primeros cocineros, segundo cocinero y panadero, segundo cocinero y segundo mayordomo) y 11 calificaciones (cinco marineros, tres graseros y tres mayordomos auxiliares). De los 12 hombres muertos en el hundimiento de Atlantic Conveyor, seis eran de la Marina Mercante, tres de la Royal Fleet Auxiliary y tres marineros de la Royal Navy.


Memorial del Atlantic Conveyor, jardines de la Trinidad, colina de la torre, Londres.

Como último lugar de descanso de los restos de los que murieron, el naufragio es designado como un lugar protegido bajo la Ley de Protección de Restos Militares de 1986.

El bar de los oficiales en M / V Atlantic Conveyor, construido en 1984 en Swansea, Gales, recibe el nombre de "The North Bar" después del Capitán Ian North.


Wikipedia

lunes, 2 de octubre de 2017

Australia en maniobras en Timor Oriental

Australia completa ejercicio anfibio con Timor Leste

Jane's



Un buque de asalto anfibio australiano ha completado una operación de envío anfibio de equipos médicos desplegables, incluido un hospital móvil, a Timor-Leste. Carga adicional demuestra la gama de operaciones de ayuda humanitaria que puede realizar la plataforma

Australia flexiona aún más las capacidades de HADR en ejercicio con Timor-Leste


En una demostración adicional de la asistencia humanitaria de la clase de Canberra y las capacidades de ayuda de desastre (HADR), la marina de guerra australiana real (RAN) ha terminado una operación anfibia del envío del equipo médico rápidamente desplegable vía la plataforma a Timor-Leste.

El equipo fue entregado a la ciudad capital de Dili a través de tres embarcaciones de aterrizaje mecanizadas anfibias LCM-1E operadas desde el segundo buque de asalto anfibio de la clase de Canberra (LHD), HMAS Adelaide.

La operación se llevó a cabo como parte de Indo-Pacific Endeavour 2017, una serie de ejercicios militares que la Fuerza de Defensa Australiana (ADF) está llevando a cabo con los socios regionales del 4 de septiembre al 26 de noviembre.

La carga útil de la operación incluye un hospital móvil que se utilizará en un ejercicio de ingeniería multinacional anual que se celebrará en el país en octubre de 2017, dijo el Departamento de Defensa de Australia (DoD) en un comunicado difundido el 23 de septiembre.

"Entregar estos suministros a Dili es una gran oportunidad para 'Indo-Pacific Endeavour 2017' para demostrar la capacidad anfibia de HMAS Adelaide y la asistencia humanitaria y la capacidad médica que el ADF trae a la región", dijo el Capitán Jonathan Earley, Grupo de Tareas Conjuntas 661 de la Fuerza de Defensa (ADF).

Mientras la operación estaba en progreso, la fragata de misiles guiados HMAS Darwin de Adelaida (Oliver Hazard Perry) y el barco de clase similar de Anzac (Meko 200) de un tipo similar, HMAS Toowoomba, proporcionaron apoyo al LHD en el fondo, agregó el departamento.

domingo, 1 de octubre de 2017

Guerra del Pacífico: ¿Pudo escapar el Huascar?

Volviendo a leer...
¿Pudo haber escapado el “Huáscar” el 8 de octubre de 1879?

Por el Capitán de Fragata (EM. A.), Patricio Carvajal Prado.


1. En la obra del Contraalmirante don Alejandro García Castelblanco titulada “Estudio Crítico de las Operaciones Navales de Chile”, al referirse a la batalla de Angamos, su autor plantea un interrogante:
“Con la costa a unas 20 millas a estribor, con un enemigo que desarrollaba más o menos su misma velocidad a babor y con el “Blanco Encalada”, que desarrollaba alrededor de 1 1/4 nudos menos, a unas 4 millas a popa, ¿habría sido posible al “Huáscar” evitar el encuentro? He ahí una cuestión sobre la cual todavía no se ha dicho la última palabra”.
En el presente trabajo, aunque no pretendemos decir la última palabra, nos proponemos dar una respuesta concreta basada en cálculos cinemáticos.

2. Características de los buques que actuaron en Angamos.

a. Peruanos:
Blindado “Huáscar”:
Desplazamiento: 1.130 toneladas.
Andar máximo a la fecha: 11 nudos.
Armamento principal: 2 cañones de 10” montados en 1 torre acorazada (5 1/2").
Arcos de fuego: del 009º al 147º y del 2 13º al 351º
Cintura acorazada: de 4 ½”

Corbeta “Unión”.
Andar máximo: 13 a 14 nudos.

b. Chilenos:
Blindados “Cochrane” y “Blanco”:
Desplazamiento: 3.560 toneladas.
Andar máximo a la fecha: “Cochrane”: 11 nudos. “Blanco”: 10 nudos.
Cintura acorazada: 9” a 4 ½”.
Protección de las baterías: 8,6” a 4 ½”.
Armamento principal: 6 cañones de 9”; 3 a cada banda (ver gráfico de arcos de fuego).
Alcance eficaz de la artillería:
“Huáscar”: 3.000 yardas.
“Blanco” y “Cochrane”: 3.000 yardas.

3. Primer contacto y movimientos hasta las 0715 (hora de Santiago; Z - + 4 h. 42 m.).

De acuerdo con el plan concebido por el Ministro de Guerra don Rafael Sotomayor, corregido por el Comandante Latorre, la flota chilena destacó el 7 de octubre a la División Latorre (“Cochrane”, “O’Higgins” y “Loa”) a un área de patrulla situada a 20 millas al Weste de Punta Angamos, en tanto que la División Riveros (“Blanco”, “Covadonga” y “Matías Cousiño”) navegaba próxima a la costa de la Península de Mejillones con rumbo hacia el sur.
A las 0330 horas del 8 de octubre, el “Blanco” avistó por la proa el humo de dos buques a la altura de Punta Tetas. Presumiendo que se trataba de naves la División Riveros gobernó para aproximarse a reconocerlos.
Los buques sospechosos eran efectivamente el “Huáscar” y la “Unión”; Grau también avistó los borrosos contornos de las naves chilenas y, suponiendo que podían ser transportes chilenos, navegó primeramente al norte, para reconocerlos; sin embargo, al percibir que continuaban acercándose en lugar de huir, evaluó correctamente su identidad y gobernó sucesivamente al SW. y al W.
Al amanecer, ambos adversarios pudieron identificarse mutuamente y a las 0540 horas, la División Grau puso proa al norte perseguida, a una distancia de 4 a 8 millas por la División Riveros que se iba quedando lentamente rezagada (x).

4. 0715 horas. Segundo contacto. Situación táctica (ver gráfico).



A las 0715 horas el “Huáscar” avistó humos al NW., sin identificar los buques que los producían. Simultáneamente, o tal vez unos 15 minutos antes (x), la División Latorre avistó los humos peruanos y evaluó correctamente su identidad.
La situación táctica en esos momentos era la siguiente:
“Huáscar” a 10 millas al W de Caleta Herradura (Península de Mejillones) rumbo entre 000º y 008º (x); andar: 10 nudos.
“Cochrane” al 316º y 18` millas del “Huáscar” (312º y 23’, 3 según otros historiadores); a 20 millas al Weste de Punta Angamos; latitud: 23º S.; proa al Este: andar 10 nudos.
“Blanco”: al sur del “Huáscar” (180º a 188º) y a una distancia de 4 a 8 millas (x) ; andar: 9 nudos.
“Unión”: al SW. Del “Huáscar” y a una milla de distancia; andar: 10 nudos.
La disposición de los restantes buques chilenos no la detallamos por no tener mayor significación en la batalla y a fin de simplificar el cuadro.
Factores exteriores del campo táctico:
Visibilidad: muy buena, los buques se avistaron alrededor de 20 millas.
Luz: luz del sol; altura 19º, azimut 088º.
Viento: calma.
Mar: llana superpuesta a boba.
Proximidad de la costa: La costa corre casi rectamente de norte a sur a unas 10 millas al E. de la posición del “Huáscar”; a unas 12 millas más al norte, rebasada la Punta Angamos, la costa se retira unas 12 millas hacia el E., formando la Bahía de Mejillones, y luego vuelve a correr casi rectamente de sur a norte.

5. El problema del escape; soluciones.

En atención a que, como hemos observado anteriormente, los datos proporcionados en los distintos documentos históricos no coinciden (ver bibliografía) decidimos calcular el problema primeramente con los valores más favorables al escape y luego con aquellos datos que hacían más difícil eludir el combate. Como veremos, las soluciones son esencialmente similares en ambos casos.

1ª Solución:

El caso más favorable para el escape del “Huáscar” se basa en los siguientes datos:
Hora: 0715.
Contactos: “Blanco” al 180º y a 8 millas.
Humos: 312º y a 24 millas.
Evaluación: Grau evalúa los humos como pertenecientes a un blindado y otros buques chilenos y decide inmediatamente maniobrar para rehuir el combate.
Andares máximos: “Cochrane”: 11 nudos; “Blanco”: 10 nudos; “Huáscar”: 11 nudos.
Alcance eficaz de la artillería de los blindados: 3.000 yardas.
Así planteado el problema se obtienen las siguientes soluciones:
Rumbos para escapar del “Cochrane”: los comprendidos en el sector 046 a 218º.
Rumbos para escapar del “Blanco”: los comprendidos en el sector 255 a 105º.
Rumbos para escapar de ambos buques: los comprendidos en el sector 046 a 105º.

2ª Solución:

En el caso más desfavorable para el escape, los datos son los siguientes:
Hora: 0730.
Contactos: 1 blindado al 180º y a 4 millas; 1 blindado al 320º y a 15 millas.
Andares y alcance eficaz de la artillería: los mismos del caso anterior.
La cinemática nos indica que en este caso los rumbos a que el “Huáscar” podía navegar para escapar de ambos blindados chilenos se reducen al sector 056º 092,5º.
En ambos casos podemos observar que los rumbos que habrían posibilitado a Grau rehuir el encuentro sólo le permitían navegar 10 ó 20 millas antes de encontrarse con la costa.
En consecuencia podemos asegurar, que a no mediar un burdo error táctico chileno o motivos imprevisibles que restaran movilidad a los blindados chilenos, a las 0715 horas del 8 de octubre, la situación era tal que el “Huáscar” no podía pretender escapar sin combatir por lo menos con un buque chileno superior.



6. Posibilidades de escapar hacia el sur combatiendo con el “Blanco”.

El dilema de Grau era: procurar abrirse paso hacia el norte combatiendo con el “Cochrane” o bien caer hacia el sur hasta la llegada de la noche, para lo cual tendría que combatir con el “Blanco”.
Una pequeña variación en el problema de escape nos dice que el “Huáscar” habría podido mantenerse a una distancia mayor de 6.000 yardas del “Cochrane” (el doble del alcance eficaz de su artillería) si al avistar los humos de la División Latorre, hubiera caído inmediatamente al 217º. Este rumbo era el menos favorable para la acción del “Blanco Encalada”. ¿Qué probabilidades habría tenido este blindado de aniquilar al “Huáscar” en ese caso?
La solución del problema de “aproximarse a la distancia eficaz del fuego en tiempo mínimo” que nos proporciona la rosa de maniobra, nos indica que el “Blanco” cayendo al 341º habría podido romper el fuego sobre el “Huáscar” 8,3 minutos más tarde.
Resolviendo luego el problema cinemático de “mantener al enemigo de andar superior el máximo de tiempo dentro del alcance eficaz de la artillería”, vemos que el blindado chileno cayendo en ese momento al 220º, habría podido hacer fuego sobre el monitor con un cañón a distancias de entre 2 y 3 mil yardas durante la primera media hora; luego habría podido dispararle con 2 cañones, durante una hora, a distancias menores de 2.000 yardas y por último, habría podido combatirlo con un cañón durante otra media hora antes de que se alejara más allá del alcance eficaz de su armamento principal (ver Gráfico Nº 3).
Considerando que en la batalla real, mucho antes de que interviniera el “Blanco”, a los 20 minutos de disparado el primer tiro, los proyectiles del “Cochrane” habían perforado la torre de artillería y desmontado un cañón, destrozando la torre de mando con su Comandante, e inutilizado el telégrafo a las máquinas y la rueda de gobierno, no es arriesgado presumir que en un combate singular con el “Blanco” en las condiciones referidas, la destrucción o captura del “Huáscar” habrían sido también la lógica secuela.
La solución del problema fue calculada en las condiciones más favorables para el “Huáscar”; cualquier otro rumbo que hubiera navegado dentro del sector que le permitía escapar del “Cochrane” habría acentuado las ventajas del “Blanco”.
En el dilema de tratar de forzar el paso hacia el sur o hacia el norte, teniendo en ambas circunstancias que combatir contra un blindado que le superaba en artillería y en coraza ¿qué ventajas presentaba cada solución?
El escape hacia el norte seguía la línea más corta de retirada a sus bases y la luz del sol estaba a favor de la dirección del tiro.
La retirada hacia el sur en cambio le obligaba a navegar alejándose de sus bases hasta la caída de la noche antes de poder regresar al norte amparándose en la oscuridad. El “Cochrane” tenía 11 horas de sol para perseguirlo; la mayor distancia que tenía que recorrer el “Huáscar” para volver al Perú ascendía por lo menos a 300 millas, gran parte de las cuales tendría que navegar al máximo andar dejándole un margen de reserva de carbón reducido.
Aunque el estado del tiempo era muy bueno, más al sur era muy probable encontrar los vientos dominantes del Sur y la mar correspondiente que restarían más andar al monitor, bajo de borda, que a los blindados perseguidores que lo triplicaban en desplazamiento y en la altura de las amuradas.
La única ventaja que presentaba el escape hacia el sur la constituía el menor andar del “Blanco” que no le permitía mantenerse indefinidamente dentro de la distancia de fuego efectivo, aunque, como ya hemos visto, le daba tiempo más que suficiente para aniquilar al enemigo.
¿Podría criticársele a Grau el no haber adivinado cuál de ambos blindados tenía mayor andar?
Creemos que la resolución tomada por Grau al identificar al “Cochrane”, aproximadamente a las 0730 horas, de caer al NE. en procura de un escape hacia el norte, decisión que mantuvo sin vacilaciones hasta su muerte, era la maniobra táctica más acertada que podía efectuar el almirante peruano en esas circunstancias.




Esta conclusión, a la vez que confirma la indiscutible pericia de Grau, habla muy en favor de la eficacia del plan Sotomayor-Latorre que permitió a la flota chilena imponer el combate al escurridizo “Huáscar”, cuya misión impartida por el Presidente Prado, debía ser cumplida “procurando eludir una acción decisiva contra fuerzas enemigas superiores”.
Las fuerzas navales chilenas lograron cumplir con ese aforismo que viene a ser la quinta esencia de los principios estratégicos: “llegar allí prirnero con más”.
A nuestro parecer el plan de Angamos, contrariando las críticas que se suele hacer a la conducción de la Guerra del Pacífico, revela una inteligente coordinación entre los escalones de conducción y ejecución de las operaciones y destaca la capacidad del Ministro Sotomayor y de los Comandantes Latorre y Riveros.
Si concedemos que la maniobra táctica de Grau a partir de las 0715 horas en que se produjo el segundo contacto fue intachable ¿podemos también juzgar en igual forma su actitud durante la primera fase táctica, en el período comprendido entre el primer y segundo contactos con los blindados chilenos?
En esta fase, su maniobra para escapar de la División Riveros no nos merece observaciones. Es indudable que ella le permitía escapar del único enemigo hasta entonces detectado. No podemos decir otro tanto de la disposición adoptada. Contaba la División Grau con la corbeta “Unión” que con sus 14 nudos era el buque de más andar de las flotas en guerra. En la primera fase de su retirada hacia el norte, la “Unión” navegaba por la aleta de babor y a una milla del “Huáscar”. Se ha opinado que esta disposición obedecía al propósito de observar al “Blanco” e interferir su posible aproximación, argumento que no resiste el análisis más somero ya que es un hecho comprobado que la División Riveros se iba quedando rezagada en esta fase.
La posición de la veloz corbeta debió haber sido por la proa del “Huáscar”, en exploración. Desde las 0540 horas, en que los buques peruanos cayeron al norte, hasta las 0700 horas, la “Unión”, aprovechando su mayor andar, pudo haberse adelantado unas cinco millas al “Huáscar” A esa hora se habría producido el mutuo avistamiento entre el “Cochrane” y la “Unión”. Informado el “Huáscar” pudo haber caído, sin ser observado por el “Cochrane”, al Weste, rumbo que le permitía escapar del “Blanco”. Latorre habría debido destacar un buque a interceptar la “Unión” y mantener los restantes en el área de patrulla.
La corbeta peruana podría haber mantenido un rumbo deceptivo al N. o NE. durante una hora y escapar luego de los buques superiores chilenos gracias a su mayor andar.
Riveros se habría visto obligado a destacar un buque e informar a Latorre en tanto que con el “Blanco” se empeñaba en perseguir al “Huáscar” hacia el Weste.
Dada la posición relativa de los barcos chilenos en ese momento, la información de la ruta del “Huáscar” habría tardado una hora en llegar a Latorre, tiempo suficiente para que Grau alcanzara el mismo meridiano que el “Cochrane” con lo que quedaba abierto su rumbo de es cape al Weste que le permitiría eludir el encuentro con cualquiera de los blindados chilenos.
Esta maniobra de la División peruana exigía la existencia de un plan previo de exploración, que, tanto la inferioridad relativa de fuerzas como los riesgos de su misión ofensiva, aconsejaban elaborar. La ausencia de exploración privó a Grau de la única probabilidad racional de burlar el plan Sotomayor Latorre.



Bibliografía.

“Historia de la Guerra del Pacífico”, por Diego Barros Arana.
“Historia Militar de Chile”, por el General Indalicio Téllez.
“Guerra del Pacífico”, por Pascual Ahumada Moreno.
“Las cuatro campañas de la Guerra del Pacífico”, por Francisco A. Machuca.
“Historia Militar de la Guerra del Pacífico”, por Wilhelm Eckdahl.
“Guerra del Pacífico”, por Gonzalo Bulnes.
“Estudio Crítico de las Operaciones Navales de Chile”, por el Contraalmirante, Alejandro García Castelblanco.
“Manual de Cinemática Naval”, Departamento de Navegación e Hidrografía.
“Tabla de Azimutes del Sol Nº 71”, Hydrographic Office Estados Unidos N. A.
“Medición de arcos de fuego del “Huáscar”, por el Capitán de Fragata, Sr. Pablo E. Weber.