miércoles, 14 de mayo de 2014

La vida naval de un submarinista de la PGM

Vida de submarinistas de la PGM


Este extracto del libro "Comando Submarino" por Ben Bryant vale una mirada:


Cada uno está inclinado para invertir su propio comercio con una aureola de la magia negra, y quizás soy también sesgado. Pero creo que el ataque sumergido, con las instalaciones que los submarinos tenían en 1914-18, estaba lejos de ser fácil. La carencia del dinero para el desarrollo entre las guerras encontró que nuestros submarinos en 1939 sin avance en los sistemas de control del torpedo comparados con el período 1914-18. La diferencia era que ahora tuvieron que competir con la oposición de la Segunda Guerra Mundial, aunque éste también tenía afortunadamente sus debilidades. En apoyo de mi contención, es un hecho que en 1914-18 los alemanes encontraron que un puñado de su C.O.s alcanzó una preponderancia de sus hundimientos. Otros apenas no habían conseguido la destreza, el ojo del marinero. Por consiguiente, los alemanes idearon las computadores de ataque y acomodaron los torpedos que alterarían curso, para tomar mucha de la tensión del C.O. Los americanos fueron más lejos y desarrollaron una computadora verdaderamente maravillosa y la apoyaron con la telemetría de radar. El ataque que describo es un ataque según lo utilizado con considerable éxito por los C.O.s británicos de la Segunda Guerra Mundial.

La naturaleza parece haber equipado a los británicos más abundantamente de ojos de marinero--la capacidad de calcular triángulos de velocidad en su cabeza, en los datos juzgados por el ojo, y de hacerlos cuando, si no asustados realmente, por lo menos bajo considerable presión.

En los días cuando las hazañas de Sealion y el Safari hicieron títulos en la prensa, me encontraba en lo que describiría como "punteado". Puedo pensar en pocos adjetivos más inadecuados para utilizar en un comercio donde el negocio puntilloso, los escenarios cerrados del ataque, fueron realizado a una velocidad de tres nudos o menos.

Tenía el honor, después de la guerra, a ser jefe del servicio submarino cuando Churchill reveló el monumento del submarino en la Abadía de Westminster. Recuerdo que él atribuyó a nosotros un "cerebro helado en peligro". No demandó esta cualidad personalmente; pero describe ciertamente la clase de intelecto que debo haber tenido gusto de haber tenido como submarino C.O.; la parte punteada fue dejada mejor a esos menos interesados en supervivencia.

Durante un ataque su velocidad era restringida para evitar la detección. Entonces usted tuvo que apuntar el submarino entero para apuntar sus torpedos; tardó cerca de cuatro minutos, en circunstancias razonables, para dar vuelta a su barco noventa grados; podría tomar considerablemente más si los buques de escolta se hacían los difíciles.
En los alcances de disparo razonables, es decir debajo de las 2.000 yardas, el objetivo cruzaba sus miras mucho más rápidamente que usted podría fluctuar el barco; usted tuvo que estar alineado por adelantado. Entonces usted tuvo que atacar de por delante de la continuación. Usted no había conseguido la velocidad para alcanzar.

La posición ideal de disparo era cerca de 600 yardas en la estela del enemigo, aunque era cualquier cosa entre 500 y 1.500 yardas bastantemente favorable. Fuera de ese alcance usted comenzaba a confiar en la elaboración de estimaciones muy buenas del curso y de la velocidad enemigos--para calcular el ángulo para apuntar delante--y usted pedía más de sus torpedos, aunque nuestros torpedos tenían realmente un alcance magnífico, consiguiendo tocar hasta a 10.000 yardas, que era apenas sobre doble del de los americanos y de los alemanes. En su mejor un torpedo funcionaría solamente dentro de un grado del equipo del curso; y en su peor caso era más probable torpedearle que el enemigo. El elemento de la suerte entraba cada vez más fuera de un radio de acción de 2.000 yardas. Los tiros de largo alcance podrían, e hicieron de vez en cuando, su trabajo; pero eran más convenientes para un tiro bronceado en una línea de naves que en un único objetivo.

El cálculo del curso enemigo fue hecho a ojo y no era todo difícil con práctica. La línea de sus palos y cono y su lado le darían esto si usted estaba bastante muy bien adelante. Un C.O. experimentado preveía conseguir el curso enemigo dentro de 5 grados si dentro de 45 grados de directamente adelante del objetivo. De más lejos a un lado llegó a ser cada vez más difícil. Algunas naves eran lejos más difíciles que otras; la pintura del camuflaje no ayudó o la luz pudo ser difícil.

El juicio de velocidad era más difícil. Sobre todo usted tenía el tipo de nave y qué sobre le dedicaron. Eso le dio una pista en cuanto a el alcance probable de velocidades que ella puede ser que haga.
Las ondas de proa eran engañosas, dependieron del viento y el mar y la forma del casco de la nave. Las ondas severas, cuando usted podría verlas, eran más ayuda. Las imágenes dobles por la lámina rápidas que van de una nave abajo su popa, un destructor a la velocidad tendrán una onda severa el montar más arriba que su cubierta cuarta. Pero esto es otra vez solamente una guía áspera.

Entonces había las revoluciones de sus motores; el operador de Asdic podría hacer un tiro en la cuenta de los golpes de las hélices. Era difícil, pero algo era absolutamente bueno en ellos.

Entonces usted tuvo que decidir qué revoluciones por nudo de velocidad que el tipo de nave estaría haciendo; variaron enorme según el tipo de motores, e independientemente de si las hélices estuvieran engranadas abajo. Pero era otra vez una ayuda si el operador de Asdic podría conseguir una cuenta.

El método más valioso de todo era trazar el avance del enemigo, el régimen en el cual él se acercaba a usted. Para hacer que usted necesitó alcances. El periscopio tenía un dispositivo por el que usted pudiera hacer dos imágenes del objetivo y separarlas uno sobre el otro. Usted entonces balanceó la línea de flotación de una imagen en los mastiles principales de la otra y usted podría entonces leer lejos en una escala que el número de minutos de es subtendido por la altura del mástil principal del objetivo. Si usted sabía la altura del mástil principal y había balanceado las imágenes a la derecha--cuál era casi imposible de hacer sin mostrar mucho el periscopio--usted podría entonces calcular el alcance. Pero usted no sabía realmente la altura del mástil principal, usted tuvo que juzgarla--o algunos pudieron decir conjetura él.

Si el objetivo abrazaba la costa usted podría trazarlo a lo largo de la costa mientras que él pasó varias características salientes--si había características salientes, ése es--y si él estaba bastante cercano a ellas para que usted juzgue cuando él las pasó.

Finalmente el índice de cambio del movimiento, tomando los movimientos a intervalos del equipo, o apenas por ojo. En el extremo, después de comprobar para arriba la velocidad de cada manera posible, usted utilizó el ojo de su marinero y con experiencia esto no era un mal telémetro. Cuando íbamos a alisar para una acción de cañón, di siempre el alcance que se ajustará en las miras según lo juzgado por el ojo, después de una suma mental rápida para tener en cuenta los movimientos relativos entre comenzar a alisar y bajar del primer cartucho; estaba raramente apreciable fuera de alcance. El profesional debe saber su negocio.
Si usted tuvo el enemigo cursar y apresurar a la derecha--usted tenía su equipo del ataque para ayudarle en calcularlo de sus estimaciones--usted sabía qué ángulo a apuntar a continuación; que el ángulo se podría entonces ajustar en el periscopio. Había un anillo de rodadura adonde el periscopio pasó a través del casco de presión y usted podría leer en él el movimiento de los muertos a continuación, en quienes el periscopio apuntaba. La mira real era un ocular cuadriculada, o línea abajo del centro de la lente del periscopio. No había nada parar al enemigo que alteraba velocidad durante el ataque, aunque él lo hizo raramente; pero él podría hizo también, y regularmente al zigzaguear, alterar curso. El zigzaguear es un método reconocido y absolutamente efectivo de confundir el ataque submarino, y es practicado regularmente enviando en guerra. Usted podría nunca estar seguro de sus estimaciones por supuesto y de la velocidad hasta que usted disparara.

Estas estimaciones eran solamente una parte de menor importancia del asunto entero, aunque funcionaban a través de su cabeza todo el tiempo. El apuro era maniobrar su barco para estar en la posición correcta, en el alcance correcto, apuntando en la dirección correcta en el momento adecuado. Usted tuvo que hacer todo el esto sin usar mucho poder en sus hélices, que podrían darle de distancia a las escoltas, si el objetivo fuese defendido; con un uso mínimo del periscopio de tomar sus observaciones; y sin preguntar demasiado del primer teniente y planesmen dando vuelta al barco alrededor demasiado violentamente, haciéndolo difícil guardar profundidad exacto. En una ruta marítima usted puede ser que también tenga que proyectar evitar impulsar el barco en ciertos cursos donde el mar haría control de la profundidad difícil.

El objetivo iba siempre mucho más rápidamente que sus movimientos le y su posición dictó en gran parte. Si la avistaron en tal posición que ella iba a pasar una manera larga lejos, toda lo que usted podría hacer era rodarse tan rápidamente como los buques y los aviones de la escolta, y conseguir de su tiro de tan cerca como usted podría conseguir.

Entonces usted apenas tuvo que confiar en que usted había hecho una buena apreciación del curso y de la velocidad enemigos, y que los torpedos se sentían cooperativos. Significaría probablemente que usted tendría que disparar desde fuera de la pantalla, los carriles del torpedo sería visto probablemente por las escoltas y el objetivo se podría advertir para alterar curso para evitar sus torpedos.

No había habilidad particular en esta clase de ataque; si usted consiguió un golpe que usted era debido agradecido y no dio ninguna satisfacción a su orgullo profesional --había demasiada de suerte en ella. Era también más peligroso, bastante extraño; los cazadores del gran juego que toman tiros arriesgados largos en el juego peligroso sobreviven de la misma manera raramente. Necesita un poco de nervio aproximarse sigilosamente dentro de algunas yardas de una mina viciosa; había una cierta tensión en los nervios en tomar su barco a través de la pantalla; pero si usted la hizo, usted era más seguro. Usted dejó lejos sus tiros en el lado de las escoltas donde no miraban hacia fuera; sus ruidos y los de los torpedos, fueron mezclados para arriba con los ruidos del objetivo. Sobretodo usted estaba bastante seguro de hacer una matanza y ése es siempre desconcertante para la oposición.




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