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sábado, 28 de junio de 2025

MPA: Fw 200 Condor, de avión civil a amenaza marítima

Fw 200 Condor: De avión civil a amenaza marítima

Nathan Cluett || Plane Historia




El Focke-Wulf Fw 200 Condor, inicialmente diseñado como avión civil, evolucionó hasta convertirse en un formidable avión de patrulla marítima durante la Segunda Guerra Mundial.

Fue fundamental en los esfuerzos de la Kriegsmarine para interrumpir la navegación aliada a través del Atlántico.

Este artículo profundiza en el diseño, desarrollo, historial operativo y el impacto final del Fw 200 Condor en el esfuerzo bélico.



Desarrollo

El diseño y desarrollo del Fw 200 Condor personifican el ingenio y la adaptabilidad de la ingeniería aeronáutica alemana de preguerra. Concebido inicialmente como un avión de transporte comercial de largo alcance, la evolución del Fw 200, desde su concepto hasta su transformación en avión de combate, es una fascinante historia de innovación tecnológica y necesidad en tiempos de guerra.

El Focke-Wulf Fw 200 Condor se desarrolló en respuesta a una especificación de 1936 de Deutsche Lufthansa, la aerolínea nacional alemana, que buscaba un avión moderno de largo alcance capaz de realizar vuelos transatlánticos sin escalas.


El Fw 200 Condor. Inicialmente, el Condor se utilizó como avión de pasajeros.

Kurt Tank, diseñador jefe de Focke-Wulf, lideró el proyecto con el objetivo de crear un avión que combinara eficiencia, alcance y comodidad para los pasajeros.

El prototipo inicial, el Fw 200 V1, despegó el 27 de julio de 1937. Este prototipo presentaba un diseño monoplano aerodinámico de ala baja, propulsado por cuatro motores radiales Pratt & Whitney Hornet de fabricación estadounidense.

El diseño del avión priorizó la eficiencia aerodinámica, evidente en sus líneas limpias y su tren de aterrizaje retráctil, que reducía la resistencia aerodinámica y mejoraba el rendimiento. Avances tecnológicos

Una de las características más destacadas del Fw 200 era su avanzado sistema de piloto automático, desarrollado por Siemens. Este sistema reducía significativamente la carga de trabajo del piloto en vuelos largos, convirtiendo al Condor en uno de los aviones más avanzados de su época en cuanto a capacidad de navegación.

Además, el avión contaba con una cabina presurizada, una característica poco común en aquel entonces, que permitía mantener un ambiente confortable para los pasajeros a mayor altitud.

La construcción del Condor combinaba aluminio y acero, con una estructura de fuselaje semimonocasco que proporcionaba resistencia y reducía el peso. Las alas del avión se diseñaron con una alta relación de alargamiento, lo que mejoraba la relación sustentación-resistencia y contribuía a su impresionante alcance y eficiencia de combustible.
Inicialmente, el Fw 200 se utilizó como transporte militar.


Una versión temprana, la A, se utilizó para transporte al comienzo de la guerra.

Transición al uso militar

Con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, la Luftwaffe reconoció el potencial militar sin explotar del Fw 200. La transformación de un avión de pasajeros civil a un avión de patrulla militar requirió modificaciones significativas.

Los cambios más destacados incluyeron la instalación de portabombas, armamento defensivo y sistemas mejorados de comunicación y navegación.

La versión militarizada, denominada Fw 200C, contaba con fuselajes reforzados para soportar el peso adicional de bombas y cañones. El avión estaba armado con una combinación de ametralladoras MG 15 de 7,92 mm y cañones MG 151 de 20 mm, estratégicamente ubicados para proporcionar una cobertura defensiva integral.

La capacidad de carga de bombas variaba, pero solía incluir hasta cuatro bombas de 250 kg o una combinación de bombas y minas para operaciones antibuque.

El sistema de navegación del Condor se mejoró significativamente para su nueva función. Esto incluyó la incorporación de un equipo de radiogoniometría, que permitió un seguimiento preciso de la posición y la coordinación con los submarinos alemanes. El sistema de aterrizaje a ciegas Lorenz, inicialmente diseñado para uso civil, resultó invaluable para las operaciones militares, permitiendo al Condor operar eficazmente en condiciones climáticas adversas y durante misiones nocturnas.


Mejoras en el motor y el rendimiento

Con la transición del avión a su función militar, sus motores Pratt & Whitney originales fueron reemplazados por motores alemanes BMW 132 en las variantes Fw 200C.

Despegue accidental

Estos motores proporcionaron un rendimiento ligeramente mejorado y simplificaron la logística para la Luftwaffe, que prefería utilizar motores de producción nacional.
Cada uno podía generar más de 800 CV a nivel del mar.


El motor principal del Fw 200 era el BMW 132, un Hornet P&W fabricado bajo licencia. Crédito de la foto: Arnaud 25 CC BY-SA 4.0.

A pesar de estas mejoras, el Fw 200 se enfrentó a limitaciones debido a su diseño original como avión civil. El fuselaje, al no estar diseñado para soportar las tensiones del combate, a veces sufría fallos estructurales, especialmente durante el intenso fuego antiaéreo o las inclemencias del tiempo.

Además, el peso adicional del equipo y armamento militar afectó su velocidad y maniobrabilidad, haciéndolo vulnerable a los cazas aliados.

Producción y variantes

El Fw 200A marcó el primer Primera versión de producción diseñada para Lufthansa. Contaba con cuatro motores radiales Pratt & Whitney Hornet, un fuselaje estilizado y capacidad para 26 pasajeros.

Esta versión demostró el potencial del Condor como avión de pasajeros de largo alcance, completando varios vuelos notables, incluyendo un vuelo sin escalas de Berlín a Nueva York.

Tras el éxito del Fw 200A, el Fw 200B introdujo varias mejoras, como motores BMW 132 más potentes y refuerzos estructurales para afrontar las crecientes demandas operativas.

El Fw 200B mostró un rendimiento, alcance y fiabilidad mejorados, consolidando al Condor como un avión de larga distancia de primera clase.

Fw 200C-1

La transición al uso militar comenzó con el Fw 200C-1, la primera variante modificada específicamente para la Luftwaffe. Esta versión incluyó cambios significativos, como la instalación de portabombas con capacidad para transportar hasta 1000 kg de munición.

El C-1 también contaba con armamento defensivo, incluyendo ametralladoras MG 15 de 7,92 mm y cañones MG 151 de 20 mm, estratégicamente ubicados para defenderse de los cazas enemigos.


Poco después del estallido de la guerra, el Fw 200 fue militarizado.

Las mejoras en los motores implicaron la sustitución de los motores Pratt & Whitney originales por motores BMW 132, lo que mejoró tanto la potencia como la compatibilidad logística con otras aeronaves de la Luftwaffe.

Estas modificaciones permitieron al Fw 200C-1 realizar misiones de patrulla marítima de largo alcance y antibuque, marcando su entrada en operaciones de combate.

Fw 200C-2 y Fw 200C-3

Le siguió el Fw 200C-2, que incorporó mejoras basadas en la experiencia en combate. El armamento defensivo mejorado incluía posiciones adicionales para ametralladoras y una mejor protección para la tripulación.

El C-2 también incorporó mejoras en el equipo de navegación, lo que permitió una coordinación más precisa con las operaciones de submarinos.

El Fw 200C-3 introdujo nuevos avances. Motores más potentes proporcionaron mejor rendimiento y fiabilidad, solucionando algunas de las vulnerabilidades de las variantes anteriores.

Esta versión también introdujo sistemas de radar avanzados, que mejoraron la adquisición y el seguimiento de objetivos, haciendo al Condor aún más eficaz en su función de patrulla marítima.

Fw 200C-4 y Fw 200C-6

El Fw 200C-4 representó un avance tecnológico significativo. Incluía el radar de búsqueda FuG Rostock, que permitía detectar buques y aeronaves enemigos a mayores distancias.

Esta mejora del radar permitió al Condor operar con mayor eficacia en sus funciones de reconocimiento y antibuque. El C-4 también presentó mejoras estructurales, solucionando algunas de las debilidades de la estructura identificadas en modelos anteriores.

El Fw 200C-6 fue una variante especializada desarrollada para la guerra electrónica. Incorporaba un avanzado equipo de interferencia de radio diseñado para interrumpir las comunicaciones y el radar de los Aliados.

Esta variante desempeñó un papel crucial en inteligencia electrónica y contramedidas, destacando la versatilidad del Condor más allá de las funciones de combate tradicionales.

Fw 200C-8

El Fw 200C-8, una de las últimas variantes producidas, incorporó todos los avances de los modelos anteriores. Contaba con motores más potentes, armamento defensivo mejorado y la última tecnología de radar y navegación.

El C-8 podía transportar una mayor carga útil de bombas y minas, lo que aumentaba su eficacia en operaciones de interdicción marítima. Esta variante también contaba con un blindaje mejorado para la tripulación, abordando las vulnerabilidades expuestas en combates anteriores.


Las torretas defensivas eran importantes para proteger a las aeronaves grandes y vulnerables. Las versiones posteriores incorporaron armamento defensivo. Crédito de la foto: Bundesarchiv Bild 101I 482 2874 03A Guntzel CC BY-SA 3.0


Fw 200S y Fw 200D

Las variantes de transporte especializadas, el Fw 200S y el Fw 200D, surgieron para cumplir diferentes funciones. El Fw 200S fue diseñado para misiones de transporte de largo alcance, a menudo utilizado para transportar oficiales de alto rango o carga valiosa.

Mantuvo la autonomía y la fiabilidad del Condor, pero modificó el interior para mejorar la comodidad de los pasajeros y el espacio de carga.

El Fw 200D se centró en aumentar la eficiencia operativa en misiones de transporte. Esta variante incorporó motores mejorados y modificaciones estructurales para soportar mayores cargas útiles y mayores distancias. Desempeñó un papel crucial en las operaciones logísticas, transportando suministros y personal a través de la Europa ocupada y el norte de África. Historial Operacional

El Focke-Wulf Fw 200 Condor desempeñó un papel crucial en la estrategia de guerra de Alemania, en particular en la Batalla del Atlántico. Su historial operativo está marcado por una serie de despliegues estratégicos, enfrentamientos notables y su posterior obsolescencia debido a la evolución de las contramedidas aliadas.

A principios de 1940, la Luftwaffe asignó el Fw 200 al Kampfgeschwader 40 (KG 40), que operaba desde bases en Francia y Noruega.

La misión principal del Condor era la patrulla marítima y el reconocimiento, utilizando su largo alcance para seguir los convoyes aliados y dirigir los ataques de submarinos. En sus primeras operaciones, el Condor proporcionó valiosa información sobre los movimientos de los convoyes, lo que demostró Fue fundamental en la coordinación de las tácticas de manada de la Kriegsmarine.

El primer éxito significativo del Fw 200 se produjo en agosto de 1940, cuando los Condor comenzaron a realizar misiones de reconocimiento de largo alcance sobre el Atlántico. Estas misiones demostraron la capacidad de la aeronave para cubrir grandes distancias, llegando incluso a la costa este de Estados Unidos.

La capacidad del Condor para sobrevolar convoyes durante largos periodos le permitió transmitir información crucial a los comandantes de submarinos, aumentando la eficacia de los ataques submarinos.


Un Fw 200 Condor fue el primer avión alemán derribado por un caza estadounidense. Estaba de patrulla sobre Islandia.

Combates

El Condor pronto pasó de funciones de reconocimiento a funciones de combate activo. Armado con bombas y minas, el Condor lanzó ataques contra buques mercantes, convirtiéndose en una amenaza significativa para las líneas de suministro aliadas. Uno de los enfrentamientos más notables tuvo lugar el 26 de octubre de 1940, cuando un Condor del KG 40 hundió el transatlántico británico RMS Empress of Britain, de 42.000 toneladas, que se utilizaba como buque de transporte de tropas. Esto demostró el potencial del Condor para infligir daños considerables a objetivos de gran valor.

Durante 1941 y 1942, el Fw 200 continuó causando estragos en la navegación aliada. Su capacidad para transportar hasta cuatro bombas de 250 kg le permitió dañar o hundir numerosos buques mercantes, lo que contribuyó a las graves pérdidas que sufrieron los aliados en el Atlántico.

La presencia del avión obligó a los aliados a desviar recursos a la protección de convoyes, lo que redujo drásticamente sus fuerzas navales.

Adaptaciones tácticas

La Luftwaffe buscó continuamente mejorar la eficacia del Condor. Las mejoras incluyeron un armamento defensivo mejorado, sistemas de radar y motores más potentes. A pesar de estas mejoras, el diseño original del avión como avión de pasajeros civil imponía limitaciones inherentes. La integridad estructural del Condor siguió siendo una preocupación, con varios casos de fallos catastróficos en combate.

En respuesta a la creciente amenaza que representaban los aviones aliados, la Luftwaffe adaptó sus tácticas. Los Condor comenzaron a operar en parejas o pequeños grupos para brindarse apoyo mutuo y aumentar la potencia de fuego defensiva.

Además, aprovecharon la nubosidad y la vasta extensión del Atlántico para evadir a los cazas enemigos. Estas adaptaciones, aunque algo efectivas, no lograron mitigar por completo las vulnerabilidades del Condor.

Contramedidas aliadas

Al reconocer los Aliados la amenaza que representaba el Fw 200, desarrollaron contramedidas efectivas. La introducción de cazas de largo alcance, como el P-51 Mustang estadounidense y el De Havilland Mosquito británico, permitió a las fuerzas aliadas ampliar su cobertura aérea sobre el Atlántico.

Estos cazas representaban una amenaza significativa para el relativamente lento y difícil de maniobrar Condor. Un Fw 200 derribado.


El Condor dejó de ser viable como arma antibuque en etapas posteriores de la guerra.

Los Aliados también mejoraron las defensas de los convoyes empleando más escoltas, incluyendo destructores y corbetas equipadas con cañones antiaéreos y radar. Los buques mercantes fueron armados y entrenados para coordinar sus esfuerzos defensivos, lo que disminuyó aún más la eficacia del Condor.

Además, el desarrollo del radar embarcado y la mejora de los sistemas de comunicación permitieron a los convoyes detectar y responder a los avistamientos del Condor con mayor eficacia.

A mediados de 1943, el efecto combinado de estas contramedidas redujo significativamente el impacto del Condor. La tasa de bajas de los Fw 200 aumentó a medida que se enfrentaban a una oposición más frecuente y efectiva.

La incapacidad de la Luftwaffe para reemplazar las aeronaves y tripulaciones perdidas a un ritmo sostenible debilitó aún más su capacidad operativa.

Declive y obsolescencia

Los últimos años de la guerra presenciaron el declive gradual de la relevancia operativa del Fw 200. La introducción de aviones de patrulla marítima más avanzados, como el Junkers Ju 290, ofreció un mejor rendimiento, alcance y capacidad defensiva. Estos nuevos aviones comenzaron a reemplazar al Condor en las unidades de primera línea.

A pesar de su papel cada vez menor, el Fw 200 continuó en servicio hasta los últimos meses de la guerra. Se empleó en diversas funciones secundarias, como el transporte y el reconocimiento en zonas menos disputadas.

El legado del Condor, sin embargo, se consolidó gracias a sus primeros éxitos y a la importante perturbación que causó a la navegación aliada durante los años críticos de la Batalla del Atlántico.



domingo, 8 de junio de 2025

SGM: La rendición de los submarinos nazis en Mar del Plata

 

Submarinos nazis en Argentina: los U-Boots que se rindieron en Mar del Plata, los avistajes confirmados y los posibles desembarcos

El U-977 es el segundo submarino alemán que se rindió en la Base Naval de Mar del Plata; lo el 17 de agosto de 1945 | Revista siete Artes

Alemania contaba con poco más de 300 submarinos cuando terminó la II Guerra Mundial; algunos se dirigieron a Sudamérica donde entre julio y agosto de 1945 tuvieron una llamativa presencia


Germán Wille || LA NACION

Durante la Segunda Guerra Mundial, hubo un total de 1171 (mil ciento setenta y un) submarinos puestos al servicio de la Alemania Nazi. Cuando los alemanes capitularon, en mayo de 1945, estas temibles naves sumergibles conocidas como U-Boot superaban las 300 unidades. Muchas de ellas fueron hundidas por su propia tripulación cuando supieron que la derrota bélica era inevitable. Otras se rindieron en puertos aliados o neutrales.

Pero existen unos 50 submarinos cuyo paradero se desconoce hasta hoy. Este hecho creó una cadena de especulaciones acerca del destino de estos sumergibles. Así afloraron fuertes creencias de que algunas de esas naves pueden haber terminado en las costas del Mar Argentino. De paso también se cimentaron mitos acerca de que estos sumergibles podían también traer consigo algunos jerarcas nazis.


Días antes de la caída de Adolf Hitler, cuando la derrota alemana era inminente, se dio la orden desde los altos mandos de la marina de que los submarinos nazis debían evacuar su tripulación y luego hundirse para siempre |
Archivo

Pero más allá de las especulaciones y teorías, las pruebas fehacientes y registradas de la presencia en la Argentina de los “lobos grises” alemanes al fin de la Segunda Guerra son contadas y todas ellas fueron recopiladas por el escritor e investigador argentino Julio Mutti, especializado en la historia del nazismo, en su libro Los verdaderos últimos días de la Segunda Guerra Mundial; sumergibles alemanes en Argentina y Sudamérica.

Lo que efectivamente consta allí, basándose en las crónicas periodísticas de aquel tiempo y en los archivos de la Marina Argentina es la aparición de dos submarinos, el U-530 y el U-977, que vinieron a rendirse en al puerto de Mar del Plata en julio y agosto de 1945.

Por otra parte, existe también una serie de avistamientos de estas naves registrados por la armada argentina, e incluso hay un reporte de un posible desembarco nazi cerca de Necochea.


El libro de Julio B. Mutti, Los verdaderos últimos días de la segunda guerra mundial (Sumergibles alemanes en Argentina y Sudamérica)
| Julio B. Mutti

Se entrega el U-530

En la brumosa madrugada del 10 de julio de 1945 un suceso completamente inesperado sacudió la tranquilidad del puerto de Mar del Plata. Los pescadores que estaban en sus embarcaciones antes de la salida del sol divisaron una figura alargada, metálica de color marrón que emergía de las aguas. Para ellos no era extraño ver submarinos, pues hay una base de ellos en la ciudad, pero este era distinto: tenía un tamaño bastante mayor de los que solían ver, no presentaba inscripciones en su exterior y estaba cubierto de óxido.

De inmediato, los hombres de mar sospecharon que podría tratarse de un submarino alemán -se hablaba ya de avistamientos de estas naves e incluso de desembarcos clandestinos- y dieron aviso a la base militar del puerto. Dos lanchas de la Marina se acercaron a la nave intrusa mientras ingresaba a la base de submarinos y muy pronto, con la salida a superficie de la tripulación del sumergible, que resultó ser el U-530, quedó claro que los marinos alemanes venían a entregarse.


Marinos argentinos inspeccionan la cubierta del U-530
| Wikicommons

El “lobo gris” que emergió en Mar del Plata era del tipo IX C/40, contaba con 54 tripulantes y estaba bajo el mando del comandante Otto Wermuth, un joven oficial que aún no había cumplido los veinticinco años. De hecho, el resto de los marinos tenían su misma edad, o incluso menos. Solo un suboficial, Paul Hahn, tenía más de 40 años.

Mientras las autoridades militares discernían qué actitud tomar ante esta aparición poco esperada, los tripulantes del U-530 fueron alojados en las instalaciones preparadas para la colonia de vacaciones de los hijos de los suboficiales de la base. Allí fueron alimentados con platos típicos de la Argentina: puchero y asado.

En el libro de Mutti se cuenta que, según el testimonio de la base naval de Mar del Plata, Teniente Julio Mallea, muchos marinos se encontraban “algo afectados” por las condiciones de encierro y por no haber consumido por mucho tiempo alimentos frescos.


La tripulación del U-530 estaba conformada por jóevenes tripulantes | |
Fabio.com.ar

Hundir los sumergibles para siempre

La presencia de este submarino en las costas de la Argentina, así como el que se entregó después, tiene que ver con las decisiones tomadas por los U-Boots al final de la Segunda Guerra Mundial. Ante la inminente derrota alemana, el 30 de abril, la Kriegsmarine (Marina de Guerra alemana) dio la orden radiada a los comandantes de sus submarinos que se encontraban fuera de sus bases que debían evacuar la tripulación y luego hundir sus naves antes que entregarlas a los aliados.

Aunque el 4 de mayo el almirante Karl Doenitz, líder de la Kriegsmarine, dio la contraorden para interrumpir el autohundimiento de las naves, muchos comandantes creyeron que se trataba de un mensaje falso y enviaron definitivamente sus sumergibles al fondo del mar. Según un informe de LA NACION del año 1997, fueron 218 los lobos grises que acabaron de esa manera.

Pero hubo también otros comandantes de sumergibles que pensaron en otra opción. Serían aquellos que encararon para América del Sur, como el U-530 y el U-977. Según el libro de Mutti, las jóvenes tripulaciones de estas naves temían rendirse en Europa por temor a terminar cayendo en manos de los rusos, que los harían sufrir las peores humillaciones. Podían caer en un campo de prisioneros en Siberia o también se había corrido la versión en Alemania de que los soviéticos querían transformar Alemania en un desierto e incluso esterilizar a todos los hombres. Este plan se había conocido como Morgenthau.


La ficha del capitán Otto Wermuth, quien estaba al frente del submarino U-530 en su arribo a Mar del Plata
| Wikicommons

Ante ese panorama oscuro, la mejor opción para algunos comandantes de la Kriegsmarine era apuntar hacia la Argentina, un país que consideraban amigo y neutral (Wermuth no se había enterado que la Argentina le había declarado la guerra al Eje el 27 de marzo de 1945). Así llegó a Mar del Plata el U-530, que a finales de abril de 1945 se encontraba cerca de las costas de Nueva York.

El misterio del bote de goma

Así fue como esos U-Boots alemanes escaparon a las garras soviéticas pero no al alcance de los aliados. Por presión de distintos países extranjeros, la tripulación del U-530 fue trasladada hacia los Estados Unidos. Y lo mismo sucedió con la nave sumergible. Tras un paso por los astilleros Río Santiago, donde fue pintado y arreglado, el submarino viajó hacia el país del norte, donde fue utilizado para realizar ejercicios. Finalmente, el 28 de noviembre de 1947, la nave que había conducido Otto Wermuth fue hundida definitivamente a millas de la costa de Massachussets.

Este sumergible dejó tras de sí un hecho que sirvió para las más vastas especulaciones. Resulta que, cuando fue inspeccionado al llegar a Mar del Plata, los observadores notaron que le faltaba un bote salvavidas de goma. A su vez, unos días antes del arribo del sumergible a Mar del Plata, se había denunciado la aparición de uno de estos botes en las playas de Necochea.


El U-530 fue hundido en las costas de Massachussets en 1947 |
Wikicommons

Como sea, la aparición del bote salvavidas dio pie a imaginativas teorías. Si bien Mutti considera absolutamente imposible que en los sumergibles que pulularon por la costa Argentina hayan llegado altos mandos o jerarcas nazis (los más renombrados llegaron a Sudamérica en barcos comerciales y con identidades falsas), lo que sí puede demostrar ese bote es la posibilidad, lejana para el autor, de que algún otro submarino haya desembarcado a su tripulación en esas naves de goma, para luego hundir el sumergible para siempre.

Pero hasta ahora no hay pruebas fehacientes, corroboradas por las autoridades pertinentes, de que se haya encontrado ningún submarino nazi hundido en las costas argentinas.

Llega otro submarino a Mar del Plata

El 17 de agosto de 1945, la costa marplatense volvió a ser testigo de la llegada de otro sumergible de la Kriegsmarine. El U-977. Esta vez fueron pescadores italianos quienes desde sus embarcaciones descubrieron la presencia de esta nave. Eran las 6 de la mañana. Un comunicado oficial de las autoridades argentinas daba cuenta de que a las 9.20 el submarino se había entregado oficialmente y dos horas más tarde ingresaba, con escolta de la Armada Argentina, al puerto de Mar del Plata.

Un segundo comunicado daba un informe completo: “El submarino alemán, que se encuentra ya fondeado en el puerto de Mar del Plata, es el U-977, de 600 toneladas. Su tripulación se compone de treinta y dos hombres de los cuales cuatro son oficiales. Su comandante es el teniente de fragata Heinz Schäffer y se encuentra ya a bordo del (acorazado) Belgrano”.


El U-977 llegó a Mar del Plata con 32 tripulantes
Wikicommons

El comandante Schaffer también escapó de la posibilidad de caer junto a su tripulación en manos rusas. Así lo cuenta en su libro, El secreto del U-977, donde también cuenta que, en la noche del 10 de mayo, dejó 16 de sus tripulantes en una isla de Noruega, para luego partir en su travesía hacia el sur.

La parte más sacrificada de esta travesía, según lo que cuenta el comandante en su libro, fueron los 66 días que debió navegar sumergido para evitar ser avistados por los aviones aliados. Fueron días en los que los marinos comían pan en mal estado, y se movían entre la mugre y sus propios desechos, que no podían expulsar por los lanzatorpedos para no delatar su presencia. El U-Boot volvió a emerger a la superficie recién a la altura del Peñón de Gibraltar, antes de poner rumbo a Sudamérica.

Mutti cuenta que la tripulación del U-977 se había enterado por radio de que los marinos del U-530 habían sido enviados a los Estados Unidos tras entregarse en Mar del Plata. Así y todo, y en contra de lo que parte de su tripulación quería, Shaffer decidió entregarse también él con su gente, por el temor que tenía a desembarcar clandestinamente en un lugar por completo desconocido.


El comandante del U-977 escribió un libro sobre su última travesía en ese lobo gris alemán
- El Cazador

Avistamientos en San Clemente

El 22 de mayo de 1945, cuando faltaba un mes y medio para la rendición del U-530 en Mar del Plata, el vicealmirante Héctor Vernengo Díaz, Jefe del Estado Mayor de la Armada Argentina, detallaba a través de un memorando oficial reservado que, según informaba el Ministerio de Asuntos Exteriores, se había constatado la presencia de submarinos alemanes en el Atlántico Sur. El memo añadía que la intención de estos sumergibles era llegar hasta aguas japonesas, por lo que el Jefe del Estado Mayor proponía que una escuadra marítima vigilara la costa del Atlántico. Además, junto con la armada chilena, se controlaría el paso por el Estrecho de Magallanes.

Este mensaje, mencionado en el libro de Mutti, es una de las pruebas oficiales de la presencia de submarinos nazis en el litoral marítimo argentino luego de la Segunda Guerra Mundial. Pero a ese memorando se le sumarían, especialmente entre julio y agosto de 1945, una serie de avistamientos que también confirmarán que los lobos grises estuvieron por esta zona del mundo.


El avistamiento de un posible submarino nazi en San Clemente llegó a la portada de los diarios, como en este caso, Crítica
Gza. Julio Mutti

Los avistamientos registrados ocurrieron entre la llegada al puerto marplatense del primero y el segundo U-Boot. El primero de ellos ocurrió a la altura de San Clemente del Tuyú el 17 de julio de 1945, donde varios vecinos aseguraban haber visto, a unos 3000 metros de la costa, una torreta de submarino. Primero se acercó al lugar la policía bonaerense, pero días más tarde se montó un operativo que incluyó seis barcos y hasta aviones de la Armada Argentina. Si bien el resultado de la búsqueda resultó infructuoso, la cantidad de naves movilizadas demuestra que era un tema que tenía en vilo la Marina Argentina.

Un sumergible perseguido y atacado

Cuando el Estado nacional desclasificó documentos de la Marina con fecha en julio de 1945, pudo saberse que el 18 de julio de ese año, a 900 kilómetros al sur de San Clemente, el destructor ARA Mendoza de la Marina Argentina identificó la presencia de un sumergible. Lo hizo por observar su periscopio (“especie de caño sobresalía del agua color gris claro”, dice la bitácora de la nave argentina), como por detectar los sonidos submarinos en sus hidrófonos.

El lugar del avistamiento era San Antonio Este, al norte del Golfo San Matías. La hora, las 17.30. La bitácora del destructor señalaba que, ante la presencia de aquel sumergible, “se tocó alarma antisubmarina, máxima velocidad y se puso proa al lugar indicado, donde comenzó a largarse cargas de profundidad”. Allí se informaba también que se patrulló la zona por una hora 40 minutos y luego se recorrió “la costa norte abordable del golfo”.


El destructor ARA Mendoza detectó un submarino y le lanzó bombas de profundidad en julio de 1945 en el Golfo San Matías
. Wikicommons

En este único caso, el avistamiento del submarino fue acompañado, como consta en la bitácora, de un ataque desde el destructor argentino. Pero no existió ninguna prueba de que el submarino haya sido alcanzado por los proyectiles.

En Copetonas, una localidad ubicada 100 kilómetros al sur de Necochea, también se realizó un avistamiento que llegó a las autoridades. José Alfaro, dueño de una pequeña compañía pesquera, denunció el 23 de julio, ante el subprefecto Demetrio Vergara que había divisado la torreta gris de un submarino a unos 4000 metros de la costa.

En su informe a los jefes de la Marina, Vergara escribió: “Al parecer el avistamiento es cierto, ya que tres tripulantes de un lancha de pesca `Alfaro II´ declararon, ante el subprefecto e inspector, haber avistado el sumergible. Las versiones coinciden en todos los detalles, incluidos la hora, la distancia de la costa y el rumbo del sumergible.”

¿Pruebas de un desembarco?

Un último incidente que consta en el libro de Mutti relata lo que podría ser el único caso que registra lo que podría ser un desembarco de un submarino nazi. Ocurrió en la noche del 27 al 28 de julio en inmediaciones de un paraje a pocos kilómetros al sur de Necochea llamado Punta Negra. El reporte de este caso está documentado en un memorandum que Prefectura General Marítima elevó al Ministerio de la Marina.

Todo comenzó cuando el destacamento policial de Punta Negra recibió la denuncia de que una nave hacía señales luminosas cerca de la costa, las cuales eran respondidas por alguien desde tierra. Luego de una intensa búsqueda, la policía encontró a una persona de nacionalidad alemana, que sería el que emitía las luces, y que no tardó en confesar que frente a la playa había un sumergible de Alemania intentando desembarcar y enviando señales en Código Morse.

El hombre fue detenido y a la mañana siguiente, cuatro agentes policiales exploraron la playa y hallaron, 15 minutos al norte de la detención del alemán, lo que describe el informe: “Huellas que iban y venían, desde la costa hasta la entrada arbolada de una estancia. Había también huellas de lanchas o botes de goma que había sido arrastrados y las marcas inequívocas de cajas o cajones muy pesados que habían sido llevados hasta un lugar donde había huellas de ruedas de camión”.

Pero lo mejor del relato está por venir. Cuando los policías se dirigieron a la mencionada estancia “se encontraron con cuatro hombres que hablaban alemán, con ametralladoras en la mano, que les impidieron seguir y los echaron violentamente”.


El U-530 (claro) y el U-977 en Río de Janeiro, en su viaje para los Estados Unidos
Ig @julio.b.mutti

“Levantar patrullado”

El memorandum termina diciendo que los agentes debieron retirarse al no tener orden de allanamiento, y cuando reportaron el asunto a la Jefatura Provincial de Policía de La Plata, desde allí recibieron la orden de “dejar sin efecto la búsqueda de alemanes, retirándose de inmediato de la estancia”.

La incomprensible orden emanada de la policía provincial se encuadra con la que había dado unos días antes, el 21 de julio, el Jefe del Estado Mayor General de la Armada, Héctor Vernengo Lima, cuando, a través de un comunicado había ordenado a sus subalternos que dejen de buscar naves alemanas en las aguas argentinas.

“Comandante en jefe de Escumar y Escurio: Levantar patrullado de la costa”, decía el escueto comunicado, emitido incluso un mes antes de la rendición en Mar del Plata del U-977. Pero el por qué de esa decisión de la oficialidad argentina entra en el terreno de las especulaciones geopolíticas que exceden esta nota.


lunes, 21 de abril de 2025

Aeronave de reconocimiento tipo barrilete: Focke-Achgelis Fa 330



Focke-Achgelis Fa 330 Bachstelze






El Focke-Achgelis Fa 330 Bachstelze (en español: lavandera ) es un tipo de cometa de ala giratoria , conocida como cometa de rotor . Fueron remolcadas por submarinos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial para permitir que un vigía pudiera ver más lejos. Weser Flugzeugbau construyó alrededor de 200.

Desarrollo

Debido a su bajo perfil en el agua, los submarinos no podían ver más allá de unas pocas millas sobre el océano. Para solucionar esto, el almirantazgo alemán consideró varias opciones diferentes, entre ellas un hidroavión plegable ( Arado Ar 231 ). Al final, se optó por el Fa 330, un simple hidroavión autogiro monoplaza con un rotor de tres palas.



El Fa 330 podía ser desplegado en la cubierta del submarino por dos personas y estaba atado al submarino por un cable de 150 m (490 pies). El flujo de aire sobre los rotores mientras el barco avanzaba a motor sobre la superficie los hacía girar. La cometa se desplegaría entonces detrás del submarino con su piloto-observador a bordo, elevándolo aproximadamente 120 metros sobre la superficie y permitiéndole ver mucho más lejos, alrededor de 25 millas náuticas (46 kilómetros), en comparación con las 5 millas náuticas (9,3 kilómetros) visibles desde la torre de mando del submarino. Si el capitán del submarino se veía obligado a abandonarlo en la superficie, la atadura se soltaría y el Fa 330 descendería lentamente al agua.



Cuando no se utilizaba, el Fa 330 se guardaba en dos compartimentos estancos detrás de la torre de mando. En condiciones meteorológicas y con mar en calma, los pasos de montaje y desmontaje se podían completar en aproximadamente cuatro minutos. En condiciones meteorológicas más adversas, la recuperación (subir el Fa 330 a cubierta con un cabrestante), el desmontaje y la estiba del Fa 330 llevaban aproximadamente 20 minutos y eran una operación difícil.



Focke-Achgelis propuso una versión motorizada del Fa 330, el Fa 336 , pero el diseño nunca llegó a la fase de hardware.

Historial operativo

Como la cobertura aérea aliada en otros teatros de la guerra se consideraba una amenaza demasiado grande, solo los submarinos que operaban en las partes más meridionales del Atlántico, el océano Índico y el golfo de Adén utilizaron el Fa 330. A pesar de sus ventajas, el uso del Fa 330 resultó en un solo hundimiento cuando el U-177 lo utilizó para detectar, interceptar y hundir el vapor griego Efthalia Mari el 6 de agosto de 1943.



Los aliados tomaron posesión de un Fa 330 en mayo de 1944 cuando capturaron intacto el U-852.



Después de la guerra, el gobierno británico realizó experimentos exitosos remolcando Fa 330 detrás de barcos y jeeps, pero el desarrollo del helicóptero rápidamente ocupó la atención de los militares.



Entre los submarinos que desplegaron cometas Fa 330 se encontraban al menos el U-177 , el U-181 y el U-852 . Otto Giese escribió: "Nuestro barco estaba equipado con un Bachstelze . Se trataba de un pequeño helicóptero pilotado por un solo piloto, sujeto a un cable de acero de 150 metros de largo y que se elevaba en el aire gracias a la velocidad del barco mientras el cable se desenrollaba gradualmente. Desde su posición en lo alto, el piloto tenía una vista de 360 ​​grados y podía informar sobre cualquier embarcación".

Legado e influencia

El Fa 330 inspiró directamente el interés de Igor Bensen por los pequeños autogiros que culminó en el Bensen B-8 y otros autogiros modernos.



En febrero de 2013, Aviation Week and Space Technology informó que L-3 Communications estaba probando su Valkyrie, un autogiro atado sin motor que pesa 210 libras (95 kg), que está destinado a servir como una alternativa barata a un helicóptero embarcado . Valkyrie está diseñado para flotar a una altura de hasta 5.000 pies (1.500 metros), pero se prevé que opere normalmente a 500 a 1.000 pies (150 a 300 metros), ofreciendo un campo de visión de 28 a 39 millas (45 a 63 kilómetros). L-3 afirmó que los buques de guerra podrían ser fácilmente equipados con este sistema.

Aviones supervivientes



FA-330A-1 n.º 100503 en el Museo de la RAF de Cosford

Dinamarca

    100032 – En exhibición estática en el castillo de Egeskov en Kvaerndrup, Faaborg-Midtfyn.

Francia

    100150 – En exposición estática en el Museo del Aire y del Espacio de París. Este fuselaje fue restaurado utilizando piezas de la semana n.º 100115 o n.º 100145.



Alemania

    100042 – En exposición estática en el Deutsches Museum de Múnich.
    100345 – En exhibición estática en el Deutsches Technikmuseum de Berlín.
    100406 – En exhibición estática en el Hubschraubermuseum Bückeburg en Bückeburg.



Reino Unido

    100143 – En exhibición estática en el Museo Imperial de la Guerra de Duxford en Duxford.
    100503 – En exhibición estática en el Museo de la RAF Cosford en Cosford.
    100509 – En exhibición estática en el Museo de Ciencias de Wroughton en Swindon.
    100545 – En exhibición estática en el Museo de la Armada Aérea de la Flota en Ilchester.
    100549 – En exhibición estática en el Museo de Guerra Aérea Lashenden en Ashford.




Estados Unidos

    60133 – En exhibición estática en el Centro Steven F. Udvar-Hazy en Chantilly, Virginia.
    100463 – En exhibición estática en el Museo Nacional de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en Dayton, Ohio.

Especificaciones técnicas

Dibujo del manual de reconocimiento de EE. UU. (muy probablemente copia del dibujo alemán)

Datos de aeronaves del Tercer Reich

Características generales

    Tripulación: 1
    Longitud: 4,42 m (14 pies 6 pulgadas)
    Peso vacío: 68 kg (150 lb)
    Peso máximo de despegue: 148 kg (326 lb)
    Diámetro del rotor principal: 7,32 m (24 pies 0 pulgadas)
    Área del rotor principal: 42 m2 ( 450 pies cuadrados) Rotor de 3 palas

Redimiento


    Velocidad de crucero: 40 km/h (25 mph, 22 nudos) con remolque
    Nunca exceda la velocidad : 80 km/h (50 mph, 43 nudos) en remolque
    Velocidad mínima de control : 27 km/h (17 mph, 15 nudos) con remolque




lunes, 20 de enero de 2025

SGM: El legado de los submarinos Tipo XXIX

Un avance fallido


Gerhard von Zwischen || Revista Militar




Serie XXIX de submarinos reconstruidos por HI Sutton.


Todavía es difícil encontrar información sobre los submarinos de la serie XXIX. Todos los enlaces conducen, en última instancia, a la página web del experto naval estadounidense H.I. Sutton y a su artículo del 7 de octubre de 2017. Lo más probable es que esto se deba a que los alemanes no tuvieron tiempo de implementar el proyecto "en hierro", y de los dibujos, solo se han conservado los planos de la variante XXIX-H. Por eso, se suele utilizar para reconstruir la posible apariencia de los submarinos de esta serie (si es que el concepto mismo de la serie se puede aplicar a un concepto que en realidad no se implementó).

Al final de la guerra, los "sietes" alemanes empezaron a sufrir cada vez más pérdidas por la defensa antisubmarina aliada, que había alcanzado el nivel de una ciencia exacta. Por eso aparecieron los proyectos de "robots eléctricos" de las series XXI y XXIII, los barcos con turbina Walter de la serie XXVI y otros artículos navales exóticos. El más revolucionario fue el de la serie XXI, que tenía un inconveniente fundamental: el precio. Sustituirlo por "bebés" más baratos de la serie XXIII no funcionó: el desplazamiento (y con él la navegabilidad) era demasiado pequeño y estos barcos llevaban pocos torpedos. En general, son adecuados para los mares interiores, ¡pero no para los oceánicos! Y no sólo los alemanes, sino nadie más consiguió construir submarinos fiables en serie con turbina Walter, y el funcionamiento de los submarinos con peróxido de hidrógeno concentrado era demasiado caro.

El proyecto del submarino "Tipo XXIX" apareció como un sustituto barato del proyecto XXI. Al mismo tiempo, a pesar del deseo de reducir los costes de producción y explotación, los submarinos de este proyecto eran un tipo independiente, con características propias y únicas. Se desarrollaron nueve conceptos de casco de estos barcos, cuyo desplazamiento variaba de 681 a 1035 toneladas, y la forma del casco era el punto culminante del proyecto.


No se sabe si este esquema de invisibilidad de las señales del sonar activo habría funcionado...

Tenía una forma facetada. ¿Por qué? Bueno, según los cálculos de los diseñadores alemanes, se suponía que esa forma reflejaría las señales activas del sonar lejos de la fuente de las señales. De hecho, este es el mismo principio que el fuselaje facetado del primer "furtivo", los cazabombarderos F-117.

¿Por qué esta solución no se convirtió en la norma después de la guerra? Quizás porque los submarinos de la serie XXIX nunca se construyeron y los ingenieros de construcción naval de la posguerra tenían poca información sobre este proyecto bastante exótico (del que, además, quedó poco). O quizás porque cubrir el casco ligero de los submarinos con una gruesa capa de goma resolvió este problema mejor que usar un casco facetado (que, muy probablemente, no tenía la mejor hidrodinámica). O tal vez porque hoy en día el papel principal en la detección de un submarino lo desempeñan sonares pasivos mucho mejores que durante la guerra...

Los submarinos de la serie XXIX-N debían tener las siguientes características de rendimiento: longitud - 52 metros, manga - 6,4 metros, calado - 4,7 metros, velocidad - 13 nudos en la superficie, 15,5 nudos sumergidos, alcance de crucero - 9000 millas con motores diésel a una velocidad de 10 nudos, 120 millas con motores eléctricos a una velocidad de 6 nudos. Planta motriz: 1 diésel con una capacidad de 580 CV, 1 motor eléctrico con una capacidad de 1400 CV, 1 motor eléctrico de bajo ruido "furtivo" con una capacidad de 70 CV. La tripulación del barco es de 27 personas. Armamento: 6 tubos de torpedos de proa con un calibre de 533 mm, un suministro de torpedos: 12 piezas. El submarino tenía un tubo de respiración estándar, no tenía tubos lanzatorpedos en la popa ni armamento de artillería. Había un proyecto para equipar los submarinos de la serie XXIX con un motor Walter. Con una turbina de peróxido de hidrógeno, un barco de este tipo, según los cálculos, podría moverse bajo el agua a una velocidad de hasta 23 nudos.

El barco estaba controlado por timones horizontales retráctiles ubicados sobre los tubos lanzatorpedos y timones verticales de popa en tándem con la superficie del timón horizontal de popa ubicada entre ellos. El barco fue diseñado para tener una hélice de cuatro palas. ¡Pero la electrónica del submarino, para mediados de los años 40 del siglo pasado, era muy avanzada! Un radar FuMO-61 y una antena direccional se instalaron en la timonera. Un sonar pasivo de GEI, instalado en la parte inferior de la proa del casco, estaba destinado a buscar objetivos submarinos. ¿

Qué tan peligrosos habrían sido los submarinos de la serie XXIX si se hubieran construido? Cabe recordar que los submarinos de la serie XXIII lograron ciertos éxitos en los últimos días de la guerra: hundieron cuatro transportes aliados sin sufrir pérdidas, lo que fue un resultado excelente para la primavera de 1945, cuando el primer viaje de los submarinos al mar era a menudo el último. Y el proyecto XXIX, a diferencia de los "bebés", tenía 12 torpedos a bordo, no dos...

Sin embargo, ni estos submarinos ni los proyectos más exóticos con turbinas Walter tuvieron la oportunidad de cambiar el curso de la guerra. Cuando los "robots eléctricos" de todas las series se hicieron a la mar, la guerra ya estaba completamente perdida para el Tercer Reich, y el hundimiento de otros cien o dos transportes no pudo cambiar este hecho. Pero surgió otro problema: al final de la guerra, Alemania tenía una escasez catastrófica de tripulaciones entrenadas. Se puede discutir hasta el cansancio sobre la personalidad de Alexander Marinesko, su ataque al "Wilhelm Gustloff" y cuántas tripulaciones de submarinos se hundieron junto con este barco. Pero el hecho es que el Reich, en sus últimos días, ya no tenía más submarinistas.

También hubo problemas con las bases submarinas: se perdieron Brest, Lorient, La Rochelle y Saint-Nazaire, al igual que las bases en la costa báltica. Kiel fue bombardeada constantemente desde el comienzo de la guerra, por lo que la presencia de submarinos allí era insegura (el submarino U-4708 se hundió justo en el búnker por un tsunami artificial provocado por una gran bomba que impactó en el puerto), la base principal en el Mar del Norte, Heligoland, fue abandonada en 1944, los búnkeres de Bremen no se completaron, Hamburgo y Trondheim permanecieron en funcionamiento hasta el final de la guerra, pero Hamburgo era un lugar de construcción y reparación, y Trondheim no podía albergar más de 16 submarinos (también había un búnker en Bergen, pero fue destruido por los británicos en 1944 con bombas Tallboy de 5 toneladas).

En general, teóricamente, según los cálculos de Dönitz, la guerra submarina podría haber ayudado a Alemania a ganar en 1939-40, obligando a Inglaterra a firmar una paz de compromiso. Pero en 1945, esto ya no era ciencia ficción, por muy increíbles que los ingenieros alemanes lograran diseñar y construir submarinos...


Submarinos alemanes Tipo 206: posibles descendientes de la serie XXIX

PS El proyecto de los submarinos de la serie XXIX puede haber tenido una continuación en forma de submarinos alemanes de posguerra del Proyecto 206, construidos entre 1962 y 1968. Dos de ellos todavía están en servicio, en la Armada de Colombia.

martes, 6 de agosto de 2024

Hidroavión: Prototipo Weserflug We 271

Hidroavión Weserflug We 271



 

El Weserflug We 271 fue un prototipo de hidroavión alemán que voló por primera vez justo antes de la Segunda Guerra Mundial.

Historia

Este hidroavión anfibio fue fabricado en 1938 por la empresa de aviación alemana Weser Flugzeugbau GmbH. El avión era un transporte bimotor totalmente metálico con un ala alta en voladizo . Sus ruedas se retrajeron en pozos en sus flotadores estabilizadores, apuntalados verticalmente debajo de los motores. Las pruebas comenzaron en 1938, pero el We 271 voló por primera vez, como avión terrestre el 26 de junio de 1939 y como hidroavión dos días después. En la primavera de 1940 fue trasladado en avión al centro de pruebas de Rechlin, pero al año siguiente fue derribado por un Spitfire y desguazado más adelante en la guerra.



Características generales


    Envergadura: 13,00 m (42 pies 8 pulgadas)
    Peso vacío: 2600 kg (5732 lb)
    Peso bruto: 3500 kg (7716 libras)
    Planta motriz: 2 × motores Hirth HM 508D V-8 de pistón invertido refrigerados por aire, 209 kW (280 hp) cada uno



Tripulación : 02 + 04 pasajeros
Número de pieza: 02 Número de pieza del Hirth HM-508D con 280 letras.
Velocidad máxima: 266 km/giờ
Altura operativa: 5.365 m
Distancia total: 790 km
Primer vuelo: 28/6/1939