Los primeros destructores serie Churruca
Enviado por Osvaldo Sídoli, publicado en http://www.vidamaritima.com.
Aún sobre gradas fueron rebautizados como Cervantes y Juan de Garay (aunque este último, según parece, por unos días o meses fue el Garay, que como vemos en una de las fotos del texto, la de el Archivo Fedac, ya en su viaje de entrega a Argentina iba bautizado como Juan de Garay) y entregados, tras su compra, a la Armada de la Republica Argentina.
¿Cuál fue el origen de estas unidades y cual el motivo de su venta a la Argentina?
Foto 1.- Enramado de las cuadernas en la cámara de calderas del cabeza de flotilla Churruca - Del libro Obras S.E. de C.N. Año 1.923
Cuando acabó la Primera Guerra Mundial no solamente la táctica de los destructores, sino estos mismos, estaban en el coletazo de una revolución. Se vio como las ideas de la ortodoxia del momento sobre los ataques torpederos se hacían añicos tras Jutlandia, en 1916, y un periodo de reordenación sobrevino cuando las grandes marinas victoriosas volvieron a los tiempos de paz.
Esto significaba menos destructores que antes de 1914, para un mundo que estaba en peores circunstancias a partir de 1918. Los destructores eran mucho mas grandes y estaban mejor armados que antes. En abril de 1916, dos meses antes de Jutlandia, los británicos habían ordenado una nueva serie de conductores de flotilla, la clase V. Para permitir una mayor velocidad en mala mar los cascos se hicieron más grandes y el castillo de proa se elevó en altura, mientras la adopción de engranajes reductores en las turbinas proporcionaba una mayor economía. Los cañones fueron también emplazados mucho mas altos, con el segundo y tercer emplazamiento sobreelevado en pequeñas cubiertas a proa y popa. En esta posición estaban libres de la espuma que normalmente invadía los castillos de proa de los destructores existentes y el puente, también situado una cubierta por encima de estos, estaba todavía en mejores condiciones.
Foto 2.- Vista de proa del explorador argentino Cervantes después de montar el armamento en el Arsenal de La Carraca - Del libro Obras S.E. de C.N. Año 1.927
En principio solo cinco de estos conductores fueron aprobados, pero en junio de 1916 rumores recibidos en el Almirantazgo sobre nuevos y mas poderosos destructores alemanes, hicieron que se duplicase la orden pero ya como destructores convencionales y sin la acomodación para el Capitan (D) y su grupo de mando.
Los primeros 25 fueron ordenados en julio-agosto de 1916, seguidos por otros 25 en diciembre y por sus letras iniciales fueron conocidos como clase V&W
Durante los ataques nocturnos en Jutlandia algunos destructores habian fallado su oportunidad porque llevaban muy pocos torpedos y la clase de los V&W fue armada con dos lanzadores triples de torpedos.
Los nuevos destructores fueron recibidos con cautela y aprensión debido a su tamaño y a la cantidad de pesos altos sobre la flotación, pero en servicio probaron ser tan exitosos que en junio de 1918 fue ordenada una nueva versión mejorada y con artillería mas pesada. Eran la clase Modified W, con piezas de 4,7 pulgadas de calibre, disparando un proyectil de 45 libras en vez del de 32 libras de los cañones de 4 pulgadas de los V&W, y con esto incluso mejoraron su valía.
Para liderar tan poderosos destructores eran necesarios mucho mas poderosos cabezas de flotilla, y fueron dos las clases que se construyeron; los de los tipos Scott y Shakespeare, cascos de 1.550 toneladas armados con cinco piezas de 4,7 pulgadas y seis tubos lanzatorpedos de 21 pulgadas. Por unos años tras la Primera Guerra Mundial fueron los más poderosos del mundo. Esto nos lo cuenta Anthony Preston en su libro: Destroyers. An Illustrated History, editado por Parkgate Books Ltd. y con ISBN: 1-90261-601-4.
Las dos series presentaban pequeñas diferencias, siendo los Shakespeare de origen Thornycroft y los Scott siguiendo normas del Almirantazgo, para un mismo concepto equilibrado, moderno, rentable, poderoso, marinero e innovador. El proyecto fue copiado, en sus principios básicos, por casi todas las marinas del mundo y supusieron una autentica revolución en la construcción de destructores.
Ya que no se pudo construir un modelo autóctono y aunque con algún lustro de retraso, la elección de estas unidades por la Armada fue un autentico acierto, mas teniendo en cuenta que la evolución del destructor se ralentizó en la postguerra, y al llegar la Segunda Guerra Mundial, unidades de otras marinas de la misma clase estaban todavía en activo y eran perfectamente válidas; que se lo digan sino a los italianos en Matapan donde el viejo Stuart, australiano, tuvo una actuación formidable.
Foto 3. Vista de popa del Cervantes. Del mismo libro
Veamos ahora porque los dos cabezas de serie fueron vendidos por el Gobierno del pais a los argentinos.
Tras el vuelo del Plus Ultra a Buenos Aires, el gobierno español envió en visita de buena voluntad a Buenos Aires al crucero ligero Mendez Nuñez y al destructor Alsedo. La visita tuvo lugar el 7 de febrero de 1926.
Foto 4.- Montaje triple lanzatorpedos de origen ingles, Vickers. Del mismo libro
Esta visita influyo en los planes hechos por el Gobierno argentino para modernizar el material de la Armada (ARA). El Alsedo entraba de lleno en la visión que sobre los destructores tenia la Armada de la República Argentina, que llegó a planear la construcción de una flotilla de tales unidades.
Posteriormente la Comisión enviada a España para estudiar el tema decidió con acierto y cambio de parecer, ordenando dos unidades del tipo Churruca (1ª Serie) , clase Scott, que ya se construían en Cartagena para la Armada española.
Por Real Decreto del 25 de mayo de 1927, el gobierno español concedió un préstamo a la Argentina y para acelerar la operación se le vendieron los cabezas de serie Churruca y Alcala Galiano, todavía en gradas.
Foto 5.- Pruebas de lanzamiento de torpedos del Cervantes. Del mismo libro
Volvamos atrás en el tiempo y vamos a 1.922. Del libro de Obras. S.E. de C.N. Año 1923 leemos: Destróyer cabeza de flotilla Churruca. Puesta la quilla de este buque el 23 de julio de 1923, tiene enramadas el 75 por 100 de las cuadernas, remachado y calafateado la mitad del forro exterior, listas las cubiertas y preparado casi en su totalidad el resto del material de la estructura del casco; esperamos poner e! buque a flote dentro del presente año.
En los talleres de maquinaria se han probado las turbinas a presión hidráulica, se están entubando las calderas y se trabaja en los condensadores, máquinas auxiliares y otros elementos de las máquinas
Destróyer cabeza de flotilla Alcalá Galiano. Puesta la quilla de este destróyer el 8 de enero del corriente año, se están enramando las cuadernas y preparando el resto del material de forros y cubiertas para su montura en el casco.
Están fundidas las turbinas y recibidos los accesorios para las calderas, trabajándose activamente en estos elementos, como también en la maquinaria auxiliar y otros accesorios.
Años mas tarde en el libro de Obras S.E. de C.N. Año 1925 leemos tambiónen: Destróyer cabeza de flotilla Churruca. Este buque fue puesto a flote el 26 de junio de 1925, y después de terminar la instalación de su maquinaria y la de todos sus servicios auxiliares, ha verificado sus pruebas oficiales de velocidad, en las que ha desarrollado la máxima de 39,76 nudos por hora, o sea cerca de cuatro nudos más de velocidad que la indicada en el contrato.
Una vez montada la artillería, y verificadas sus pruebas de fuego, será este buque entregado a la Marina.
Destróyer cabeza de flotilla Alcalá Galiano. Este buque fue puesto a flote el 3 de noviembre de 1925, y actualmente se procede a la montura de su maquinaria, habiéndose instalado a bordo las calderas, chimeneas, cajas de engrane, y comenzado el montaje de las turbinas. La instalación de sus máquinas auxiliares está terminada, y están entre manos las válvulas y tuberías para los distintos servicios del buque.
La artillería está muy adelantada en su fabricación en los talleres de La Carraca.
Foto 6.- El Juan de Garay en Canarias en su viaje inaugural a la Argentina. Archivo Fedac
Respecto a sus características técnicas y numeración en la Armada Argentina eran las siguientes: Torpederos T-1 y T-2. Lugar de construcción: Astillero de la S.E. de C.N., en Cartagena, España. Costo de la unidad: 1.750.000 dolares oro
Eslora máxima: 101 m (333 pies). Manga: 9,65 m. Puntal: 6,02m. Calado medio: 3,65 m.
Desplazamiento: 2.072 toneladas
Armamento: 5 cañónes de 120mm, 45 calibres, en cinco afustes simples; 1 cañón de 76 mm antiaéreo; 2 (otras fuentes citan 4) ametralladoras antiaéreas de 40 mm; 2 grupos triples de tubos lanzatorpedos de 21".
Máquinas: 2 turbinas Parsons, 4 calderas. 42.000 caballos, Velocidad: 36,5 nudos (máxima en condiciones de carga mínima y estado de la mar llana), 12 nudos velocidad económica. Combustible: Fuel-oil. Capacidad de los depositos de combustible: 540 Tn. Radio de acción: 4.500 millas a 14 nudos. Tripulación: 150 a 180 hombres.
Para su historia operacional e información complementaria recomendamos la fantastica pagina web Histarmar, gestionada por Carlos Mey y de la que ya hemos hecho mención y uso con el permiso de su autor.
Los buques pertenecían a la llamada primera serie de los Churruca, para mi y en contra de la opinión general la mas acertada estéticamente, ya que la segunda se recepcionó en los años de en que las grandes clases inglesas de los tipos A, B, C, que empezaban a navegar y con los que compartían cierta apariencia estética pero en la que ya habían dejado parte de su personalidad y que evidentemente no disponían de las ventajas de los ingleses.
Foto 7. El torpedero Juan de Garay. De la pagina web Histarmar
Completar las características técnicas diciendo que probablemente las ametralladoras citadas fueran las Vickers de 40 mm (2 pounder)y que los cañones eran el modelo 120/45, no exactamente el 4,7 pulgadas estándar de la marina inglesa y que la velocidad en pruebas mantenida durante varias horas fue de 37,64 nudos antes de montar el armamento en el Arsenal de La Carraca.
Foto 8.- Foto de la pareja de torpederos Cervantes y Juan de Garay. De la pagina web Histarmar
La velocidad máxima operacional en condiciones ideales de desplazamiento y mar era de unos 36 nudos, mientras a plena carga y con algo de marejada andaban algo por encima de 30 nudos, dependiendo como siempre de las condiciones del casco, profundidad en que se desarrollaba la prueba, temperatura etc.
Dos excelentes unidades que fueron continuadas en la marina argentina con tres de los mejores destructores de su época, aunque muy poco conocidos, la serie del La Rioja, Mendoza y Tucumán, cuya característica mas destacable era su autonomía de mas de 7.000 millas, única entre los destructores en el momento de su entrada en servicio
Respecto a la serie española, los iremos viendo de uno en uno en posteriores artículos estudiando parcialmente alguna característica o hecho destacable para ello. Estupendos buques.