Portaaviones rusos
Historia
La aviación naval soviética tiene tras de sí una larga y gloriosa historia. Sus orígenes se remontan a la aviación naval zarista, fundada en 1913, que tuvo un papel activo en la lucha contra los Imperios Centrales durante la Primera Guerra Mundial. Durante los primeros años del régimen soviético, la Marina experimentó un descenso. De hecho, Lenin estaba a favor de una defensa costera basado en el hecho de que el hielo atrapando el Báltico, el Mar de Barents, de Bering y Ojotsk gran parte del año, evitando así cualquier desembarco enemigo.
Durante muchos años, la aviación naval se limita por tanto a unas pocas unidades basadas en tierra e hidroaviones de operación de los buques de suministro. Después de la Segunda Guerra Mundial, Stalin previsto crear una armada poderosa agua azul capaz de medir con las fuerzas navales de EE.UU., pero murió antes de poner su plan en ejecución. Bajo Khrushchev, el nuevo comandante de las fuerzas navales soviéticas, el Almirante Gorshkov, ocupado principalmente de la defensa costera del país. Las unidades de aviación naval se agotaron de interceptores y no fue con esa edad y los hidroaviones bombarderos obsoletos, apenas capaz de realizar misiones de patrulla marítima, lucha contra el buque y la gratitud.
A mediados de los años sesenta, el lanzamiento de dos cruceros portahelicópteros "Moskva" y "Leningrado", con numerosos helicópteros de guerra antisubmarina, parecía anunciar el establecimiento de un verdadero portador de la aviación. Pero, en realidad, la estrategia naval soviética, dedicada exclusivamente a la defensa inmediata de las costas, fue impugnada en los años setenta, cuando cuatro portaaviones de clase "Kiev" y "Bakota", equipados con un puente oblicuo y dos ascensores para servir a un pequeño cobertizo, se botaron. Sin embargo, al igual que los dos primeros portahelicópteros, estos nuevos portaron primero helicópteros y las aeronaves V/STOL Yakovlev Yak-36 / 38 "Forger", máquinas que no le concedían a las unidades soviéticas de superioridad aérea en el caso de un conflicto contra de las aeronaves como el F-14 y F-18, o incluso en contra de "Harrier".
Un animado debate a continuación, estalló entre el poder político y varios oficiales de alto rango como el almirante Pushkin, quien solicitó formalmente una flota de portaaviones de altar mar bien equipadas, que puedan competir con el poder de EE.UU. El principal argumento que avanzaban era que una flota podría contrarrestar cualquier otra flota y contribuir localmente para obtener superioridad aérea. Otro argumento fue que estos portaaviones sería muy útiles y eficaces en caso de intervención externa, y aumentar la capacidad de proyección de las unidades del ejército soviético.
El Almirante Kuznetsov
Por último, estos argumentos se impusieron y se tomó la decisión para iniciar el proyecto de construcción de portaaviones proyecto 1143.5 para la flota soviética. La construcción del primer portaaviones comenzó en enero de 1983 en el astillero de Nikolaev Nosenko, en el Mar Negro. En primer lugar llamado "Leonid Brezhnev" en su diseño, el primer portaaviones es el primer nombre de "Tbilisi" (capital de Georgia) y luego cambiado a "Almirante Kuznetsov" el 21 de diciembre de 1991. En realidad no se quería mantener un barco tan poderoso que llevaba el nombre de una ciudad que había mostrado su deseo de separarse de la URSS.
Aunque no se botó como tal, el Tbilisi fue el primer portaaviones soviético. Fue lanzado el 05 de diciembre de 1985. Oficialmente llamado Aviane Tyazhelyy Sushechyy Kreysa (crucero pesado de transporte de aeronaves), ya que los soviéticos se niegan a nombrar a estas construcciones como portaaviones dado que por la Convención de Montreux, se prohíbe el paso de portaaviones en los estrechos de Turquía. Para justificar su designación, la construcción cuenta con 12 misiles superficie-superficie SS-N-19 con un alcance de 550 km, con silos que se encuentran al pie de las pistas de despegue. El armamento antiaéreo se compone de cuatro grupos de seis silos (8 silo de misiles con un total de 192 misiles) voladizo colocado alrededor de la pista de aterrizaje. La defensa de corto alcance se complementa con ocho sistemas CADS-N-1 y torretas de seis cañones multitubos de 30 mm AK-630. De todas formas, esta construcción naval no puede ser comparado con los portaaviones de EE.UU. que están construyendo la proyección de la fuerza, mientras que el buque es un buque de defensa aérea de Rusia.
El proyecto 1143.5 es una extrapolación de los portaaviones Bakú, con un tonelaje aumentado a 60.000 toneladas (67.000 toneladas a plena carga). Tiene una cubierta de vuelo más largo de 300 metros, que incluye una pista de aterrizaje en pendiente (5.5°) de 230 metros de largo y 23 metros de ancho, con cuatro catapultas de tope de 14 metros de distancia. Dos pistas ocupan el frente de la nave. Un puerto a 195 metros de largo y se superponen la pista de aterrizaje para aviones convencionales es y el otro a estribor es de 105 metros de largo y es más bien destinados a aeronaves de despegue corto.
El arco se compone de una elevación (salto de esquí) de hasta 12 º de inclinación. Al otro lado del puente, un helicóptero de nueve puntos se materializó. Dos grandes ascensores de 40 toneladas (20 mx 5 m) se colocan a estribor, frente y parte posterior del bloque. Un ascensor tercio (13 mx 4 m) del helicóptero está situado en el eje del edificio en la parte delantera del hangar. El hangar, que tendría una longitud de 160 metros por 30, deben servir para dar cabida a por lo menos 18 Su-27K y un escuadrón de helicópteros de ASM, con un máximo de 60 aviones.
La propulsión es proporcionada por ocho calderas de alta presión que operan cuatro turbo-hélices, produciendo alrededor de 270.000 caballos de fuerza para la conducción de cuatro hélices dando al buque una velocidad máxima de 32 nudos.
El Kuznetsov hizo sus pruebas de mar en 1989 y en noviembre del mismo año hizo una campaña de pruebas altamente publicitada. Todavía cuando estaba basado en el astillero, sufrió algunos cambios después de la primera prueba. Pero el trabajo y acabados se efectuaron erráticamente, a raíz de la deteriorada situación económica y política. Entró oficialmente en servicio 21 de enero de 1991, pero no fue plenamente operativo.
Este primer portaaviones iba a ser seguido por otros tres. Una segunda unidad llamada "Riga" y un tercero llamado "Ulyanovsk", más importante que los dos primeros (75 000 toneladas en lugar de 65.000) y tuvo que ser equipados con catapultas de vapor, sería normalmente quienes seguirían. Sin embargo, los drásticos recortes que afectaron el presupuesto de defensa de Rusia después de la final de la Guerra Fría obligaron a Rusia a detener su construcción.
Con la independencia de Ucrania, dos portaaviones estaban en construcción en Nosenko y en Nikolayev: el Varyag (ex-Riga) y Ulyanovsk. La clase Varyag segundo Kuznetsov, se puso en marcha 04 de diciembre 1988. Un 80% completo, que fue objeto de una reclamación de propiedad entre los gobiernos ruso y ucraniano. Ucrania se propone vender a la India para reemplazar o reforzar su viejo portaaviones Vikraut (ex HMS Hercules que data de 1945) y R22 Viraat (ex HMS Hermes, que data de 1953), pero no esta en venta hubiera sido posible sin la cooperación de Moscú, ya que todos los equipos sensibles (radar, electrónicos y armas) de Rusia. Con el tiempo será desguazado. En cuanto a los portaaviones de propulsión nuclear Ulyanovsk primero con una longitud de 320 metros, que quedó en suspenso en 1988. Se detectó por los satélites de EE.UU. en 1989 y clasificado por la OTAN como la clase "Kremlin". Construido hasta el 30%, fue desguazado en 1994.
En cuanto al crucero de transporte de aeronaves "Almirante Gorshkov", que entró en servicio en la Armada Soviética el 11 de diciembre de 1987 y oxidándose durante 12 años a lo largo de un muelle, parece que la India ha decidido a comprar este moderno portaaviones ampliando su cubierta de vuelo y librándolo de sus misiles. Moscú propone a la India con una flota de 30 MiG-29K, 4 helicópteros KA-31 y 9 KA-28 de guerra anti-submarina.
El grupo aéreo
Inicialmente, el Kuznetsov debería haber sido equipado con el Yak-44 - el equivalente de la E-2 Hawkeye portaaviones equipado a los EE.UU. y el portaaviones francés Charles de Gaulle "- y el esperado Yak-141 - un V / STOL revolucionario y supersónico. Sin embargo, uno de los dos prototipos se estrelló y el final de la Guerra Fría se dejó de desarrollar este dispositivo que prometía un futuro brillante.
Los soviéticos luego adaptaron a tres aviones para utilizarlos en los buques. El Sukhoi Su-25 UT "Frogfoot" Táctico, Su-27 "Flanker" y el caza MiG-29 "Fulcrum". El "Frogfoot" es una aeronave para el despegue y aterrizaje corto (300 m), con lo que fue suficiente fortalecer el tren de aterrizaje y navalizar sus equipos. La versión naval de "Frogfoot" es designado Su-25UTG y en la actualidad sólo se utiliza para el entrenamiento en el aterrizaje.
Inicialmente, Mikoyan transformó un pequeño número de dos o tres MiG-29A de primera generación de los primeros prototipos que todavía estaban equipados con quillas ventrales. Ellos fueron designados MiG-29KVP y MiG-29TVK. Estas máquinas se les dio una aviónica modificada, un tren de aterrizaje reforzado, un gancho de agarre, pero sin alas plegables. Posteriormente, tres prototipos de la versión naval fueron construidos bajo la designación MiG-29K. El primero, el código "311", voló 23 de junio de 1988. Sobre la base de los MiG-29M equipados con mandos de vuelo eléctricos, la versión K de los MiG-29 tiene muchos cambios: el tren se ve reforzada y es de mayor amplitud, la cola con paracaídas se sustituye por una cola de gancho, el cabina fue rediseñada para mejorar la visión hacia delante y hacia abajo, el radar es un N-010 Zhuk y la presencia de una sonda retráctil de reabastecimiento de combustible requiere el desplazamiento de designador TSRI. Las alas, completamente rediseñadas, son ligeramente más grandes y contienen sensores pasivos en el extremo de los carenados. Además, pueden ser doblados a la mitad de longitud. Al igual que el MiG-29M, MiG-29K tiene más entradas auxiliares de aire en el ápice. La probabilidad de ingestión de cuerpos extraños es prácticamente cero en un portaaviones. Las persianas son ahora el más grande de doble ranura, lo que aumenta ascensor y reduce la velocidad de aterrizaje de 240 km/h. El MiG-29K fue finalmente abandonado, a pesar de las llamadas de la oficina de Mikoyan, que declaró que su unidad más versátil era el Sukhoi y que - dado el pequeño tamaño del hangar Kutznetsov - podría ser incorporado en mayor número (entre 22 y 25 aviones) sin sacrificar la flota de 15 helicópteros.
Copyright © Aircraftstories - Mai 2003.
domingo, 22 de septiembre de 2013
sábado, 21 de septiembre de 2013
China: 35 J-15s para la defensa de la flota
viernes, 20 de septiembre de 2013
Cañón naval: Bofors 57mm Mk.2 (Suecia)
Bofors 57mm Mk.2
Este cañón Bofors es una versión que utiliza un nuevo sistema de servomecanismo. El cañón Bofors diseñado en 1981 y entró en servicio en corbetas clase "Stockholm" en 1985.
El arma es de doble propósito, muy preciso y sensible, incluso para combatir misiles anti-buque "rozaolas" (sea-skimmer). Se han hecho más de 50 reparos Mk.2.
La velocidad de disparo es de 220 disparos/min, el alcance efectivo es de 8,5 km y el alcance máximo es de 17 kilómetros.
Sería un arma adecuada para equipar algunas patrulleras.
Poder Naval
Este cañón Bofors es una versión que utiliza un nuevo sistema de servomecanismo. El cañón Bofors diseñado en 1981 y entró en servicio en corbetas clase "Stockholm" en 1985.
El arma es de doble propósito, muy preciso y sensible, incluso para combatir misiles anti-buque "rozaolas" (sea-skimmer). Se han hecho más de 50 reparos Mk.2.
La velocidad de disparo es de 220 disparos/min, el alcance efectivo es de 8,5 km y el alcance máximo es de 17 kilómetros.
Sería un arma adecuada para equipar algunas patrulleras.
Poder Naval
jueves, 19 de septiembre de 2013
miércoles, 18 de septiembre de 2013
Salvamento naval: Volviendo a enderezar al Costa Concordia
Rescatando al Costa Concordia: ¿Cómo lo harán?
Por Mark Fischetti
Por Mark Fischetti
El 16 de septiembre, el masivo crucero de pasajeros Costa Concordia que se estrelló en la isla italiana de Giglio fue finalmente extraído de las rocas escarpadas que lo atraparon. La operación es extremadamente tensa. Si cualquier cosa sale mal, el barco se hundirá o se desmoronará, destruyendo las cristalinas aguas allí. Los ingenieros han estado preparando el barco durante 18 meses, en la mayor operación de salvamento marítimo que se haya intentado. El siguiente gráfico explica cómo se enderezará la nave, y cómo las cosas podrían ir mal (clic en él para ampliar). Un relato escrito se puede encontrar aquí, y una actualización en vivo de Giglio aquí. Ilustración de Don Foley.
Scientific American
Scientific American
martes, 17 de septiembre de 2013
Artillería naval: The Future is Now
Nuevo cañón láser instalado en el USS Dewey
El futuro de la guerra naval hoy. El destructor DDG-105 USS Dewey de la clase Arleigh Burke ya realiza prácticas con el cañón naval láser. El arma ya ha demostrado poder destruir pequeñas embarcaciones navales.
El futuro de la guerra naval hoy. El destructor DDG-105 USS Dewey de la clase Arleigh Burke ya realiza prácticas con el cañón naval láser. El arma ya ha demostrado poder destruir pequeñas embarcaciones navales.
lunes, 16 de septiembre de 2013
Biografías: Hipólito Bouchard (Argentina)
Capitán de navío HIPÓLITO BOUCHARD
Este bravo marino nació el 15 de enero de 1780 en la localidad de Bormes, cercana a Saint Tropez (Francia ) y desde muy joven anduvo embarcado en buques pesqueros y mercantes, iniciándose así en la dura vida del mar.
Hipólito Bouchard llegó a Buenos Aires en el año 1809, y al producirse la Revolución de Mayo, se inclinó decididamente por su causa.
El gobierno patrio debe encarar el problema que representa la falta de poder naval para hacer frente a la escuadra española que domina las aguas del Río de la Plata, y es así que a costa de grandes sacrificios logra conformar una pequeña escuadrilla, integrada por tres naves, que es puesta a las órdenes de Azopardo. El cargo de segundo comandante de esa fuerza fue asignado a Hipólito Bouchard y el 2 de marzo de 1811 en San Nicolás de los Arroyos tienen su bautismo de fuego, al enfrentar la escuadrilla realista que manda el Capitán de Navío Jacinto de Romarate. A pesar del valor y coraje de los patriotas, estos sufren una derrota a manos de los españoles.
Luego de la acción de San Nicolás, Bouchard tuvo una destacadísima actuación enfrentando a las naves españolas que bloqueaban Buenos Aires y al mando de la sumaca "Santo Domingo" las combatió frente a la ciudad en dos encuentros que tuvieron lugar en los meses de julio y agosto de 1811.
El 3 de febrero de 1813 el Regimiento de Granaderos a Caballo al mando del Libertador tiene su glorioso bautismo de fuego y Bouchard es uno de los oficiales que toma parte del combate, en el cual, como es su costumbre, tiene importante actuación.
En el parte que San Martín cursa al gobierno, dice textualmente: "... y una bandera que pongo en manos de V.E. y que arrancó con la vida del abanderado el oficial don Hipólito Bouchard".
En 1815, se inaugura para Bouchard una etapa de las más brillantes de su vida; la campaña de corso que emprendería con el glorioso Almirante Brown por las costas del Pacífico y, tras ella el periplo de la fragata "La Argentina".
El gobierno de la Patria con el fin de entorpecer el comercio marítimo español y reducir su poder naval en el Pacífico, dispuso realizar una campaña de corso a cargo del Almirante Brown, con la fragata "Hércules" y el bergantín "Santísima Trinidad" acompañado de la corbeta "Halcón" que fue puesta a las órdenes de Bouchard.
En octubre de 1815 zarparon rumbo a las costas chilenas y apresaron fragatas españolas, luego bloquearon y atacaron el puerto del El Callao, que era la plaza más poderosa que España tenía en América.
En aguas ecuatorianas atacaron fortificaciones cercanas a Guayaquil. Puede afirmarse que la campaña de corso 1815/1816 preparó el camino de la expedición libertadora realizada por el general San Martín.
El 9 de julio de 1817 (primer aniversario de la declaración de la Independencia), la fragata "La Argentina", al mando del Capitán Bouchard, zarpó de la ensenada de Barragán para cumplir un crucero de corso, que había de durar dos años. Navegando por aguas del Atlántico Sur, llegó al Océano Indico recalando en la isla de Madagascar. Allí, mediante el empleo de la fuerza Bouchard impidió el tráfico de esclavos que pretendían realizar tres buques ingleses y uno francés, concretando así los ideales contra la esclavitud surgidos en la Soberana Asamblea General Constituyente de 1813. La lucha contra la esclavitud estaba prevista en las instrucciones que el gobierno había impartido a Bouchard.
Seguidamente navegaron hacia las islas Filipinas con el objeto de atacar el comercio que por esos mares efectuaban buques españoles. Soportaron los estragos del escorbuto, enfermedad que produjo muchas bajas entre los tripulantes, a tal punto que a veces no se contaba con el personal necesario para atender las tareas rutinarias de la navegación. En esa región rechazaron el ataque de cinco buques piratas malayos.
Luego navegaron hacia las islas Hawai donde Bouchard halló la corbeta argentina "Santa Rosa" cuya tripulación se había sublevado.
Conjuntamente con la corbeta "Santa Rosa" atacaron posteriormente Monterrey , situado en la costa de México, y se apoderaron por unos días del fuerte, en el cual tremoló el pabellón celeste y blanco. Precisamente, el 22 de noviembre de 1818, la pequeña flotilla argentina tripulada por el corsario Hipólito Bouchard ataca la costa californiana del Virreinato de Nueva España (hoy México) y se apodera de la bahía de Monterrey, donde ondea la bandera argentina durante tres días.
Hipólito Bouchard, marino de origen francés, nacido en Saint Tropez, pero nacionalizado argentino y con patente de corso otorgado por el gobierno de Buenos Aires, llegó a Monterrey, capital de Alta California. Bouchard estaba al mando de la fragata “Argentina” y su subordinado Peter Corney al mando de la reconquistada corbeta “Chacabuco”, con una desusada tripulación de criollos y polinesios. Luego de una cruenta lucha, Bouchard logró apoderarse de la fortaleza llamada Presidium capturando veinte piezas de artillería. Inmediatamente la bandera argentina fué enarbolada al tope del mastil y Bouchard ordenó una solemne formación de doscientos hombres en la plaza de armas del Presidium para declarar la ocupación de California en nombre de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Días después navegó hacia el sur en la fragata “Argentina” hasta Santa Bárbara. Tras un infructuoso intento de ocupación y posterior intercambio de prisioneros, Bouchard siguió bajando la costa y ocupó San Juan de Capistrano (14 de Diciembre de 1818). Este fue el último lugar ocupado por los marinos criollos que ante la imposibilidad de recibir refuerzos desde Buenos Aires para enfrentar las crecientes fuerzas locales, por decisión de Bouchard, abandonaron California.
Una vez que abandonaron ese lugar se dirigieron a Nicaragua donde atacaron El Realejo, apoderándose de dos naves españolas y destruyeron otras dos.
"Fragata La Argentina"
Navegando a lo largo de las costas americanas en el Pacífico, arribaron a Valparaíso (Chile), el 12 de julio de 1819, dando por finalizado el viaje que les permitió circundar el orbe (primera nave argentina que realizó este hecho).
Dos años duró el crucero de corso de la fragata "La Argentina" y durante su transcurso el Capitán Bouchard y su tripulación sostuvieron trece acciones navales importantes, capturaron o destruyeron veintiséis buques y sometieron a registro cuatro barcos negreros, dos naves inglesas y una de los Estados Unidos.
"Toma de Monterrey"
Cabe señalar que en este crucero tuvo muy destacada actuación un joven de 17 años, que luego sería una de nuestras máximas personalidades navales: el Coronel de Marina Tomás Espora.
Posteriormente Bouchard tomó parte de la Expedición Libertadora de San Martín al Perú y cuando el Libertador creó la escuadra peruana dio a Bouchard el mando de la fragata "Puebla" que era el buque más importante de la nueva escuadra.
Retirado del servicio activo se radicó en Perú fundando un gran ingenio azucarero. En ese establecimiento, llamado La Buena Suerte, murió asesinado por un peón el 4 de enero de 1837.
Armada Argentina
Fuente 2
Este bravo marino nació el 15 de enero de 1780 en la localidad de Bormes, cercana a Saint Tropez (Francia ) y desde muy joven anduvo embarcado en buques pesqueros y mercantes, iniciándose así en la dura vida del mar.
Hipólito Bouchard llegó a Buenos Aires en el año 1809, y al producirse la Revolución de Mayo, se inclinó decididamente por su causa.
El gobierno patrio debe encarar el problema que representa la falta de poder naval para hacer frente a la escuadra española que domina las aguas del Río de la Plata, y es así que a costa de grandes sacrificios logra conformar una pequeña escuadrilla, integrada por tres naves, que es puesta a las órdenes de Azopardo. El cargo de segundo comandante de esa fuerza fue asignado a Hipólito Bouchard y el 2 de marzo de 1811 en San Nicolás de los Arroyos tienen su bautismo de fuego, al enfrentar la escuadrilla realista que manda el Capitán de Navío Jacinto de Romarate. A pesar del valor y coraje de los patriotas, estos sufren una derrota a manos de los españoles.
Luego de la acción de San Nicolás, Bouchard tuvo una destacadísima actuación enfrentando a las naves españolas que bloqueaban Buenos Aires y al mando de la sumaca "Santo Domingo" las combatió frente a la ciudad en dos encuentros que tuvieron lugar en los meses de julio y agosto de 1811.
El 3 de febrero de 1813 el Regimiento de Granaderos a Caballo al mando del Libertador tiene su glorioso bautismo de fuego y Bouchard es uno de los oficiales que toma parte del combate, en el cual, como es su costumbre, tiene importante actuación.
En el parte que San Martín cursa al gobierno, dice textualmente: "... y una bandera que pongo en manos de V.E. y que arrancó con la vida del abanderado el oficial don Hipólito Bouchard".
En 1815, se inaugura para Bouchard una etapa de las más brillantes de su vida; la campaña de corso que emprendería con el glorioso Almirante Brown por las costas del Pacífico y, tras ella el periplo de la fragata "La Argentina".
El gobierno de la Patria con el fin de entorpecer el comercio marítimo español y reducir su poder naval en el Pacífico, dispuso realizar una campaña de corso a cargo del Almirante Brown, con la fragata "Hércules" y el bergantín "Santísima Trinidad" acompañado de la corbeta "Halcón" que fue puesta a las órdenes de Bouchard.
En octubre de 1815 zarparon rumbo a las costas chilenas y apresaron fragatas españolas, luego bloquearon y atacaron el puerto del El Callao, que era la plaza más poderosa que España tenía en América.
En aguas ecuatorianas atacaron fortificaciones cercanas a Guayaquil. Puede afirmarse que la campaña de corso 1815/1816 preparó el camino de la expedición libertadora realizada por el general San Martín.
El 9 de julio de 1817 (primer aniversario de la declaración de la Independencia), la fragata "La Argentina", al mando del Capitán Bouchard, zarpó de la ensenada de Barragán para cumplir un crucero de corso, que había de durar dos años. Navegando por aguas del Atlántico Sur, llegó al Océano Indico recalando en la isla de Madagascar. Allí, mediante el empleo de la fuerza Bouchard impidió el tráfico de esclavos que pretendían realizar tres buques ingleses y uno francés, concretando así los ideales contra la esclavitud surgidos en la Soberana Asamblea General Constituyente de 1813. La lucha contra la esclavitud estaba prevista en las instrucciones que el gobierno había impartido a Bouchard.
Seguidamente navegaron hacia las islas Filipinas con el objeto de atacar el comercio que por esos mares efectuaban buques españoles. Soportaron los estragos del escorbuto, enfermedad que produjo muchas bajas entre los tripulantes, a tal punto que a veces no se contaba con el personal necesario para atender las tareas rutinarias de la navegación. En esa región rechazaron el ataque de cinco buques piratas malayos.
Luego navegaron hacia las islas Hawai donde Bouchard halló la corbeta argentina "Santa Rosa" cuya tripulación se había sublevado.
Conjuntamente con la corbeta "Santa Rosa" atacaron posteriormente Monterrey , situado en la costa de México, y se apoderaron por unos días del fuerte, en el cual tremoló el pabellón celeste y blanco. Precisamente, el 22 de noviembre de 1818, la pequeña flotilla argentina tripulada por el corsario Hipólito Bouchard ataca la costa californiana del Virreinato de Nueva España (hoy México) y se apodera de la bahía de Monterrey, donde ondea la bandera argentina durante tres días.
Hipólito Bouchard, marino de origen francés, nacido en Saint Tropez, pero nacionalizado argentino y con patente de corso otorgado por el gobierno de Buenos Aires, llegó a Monterrey, capital de Alta California. Bouchard estaba al mando de la fragata “Argentina” y su subordinado Peter Corney al mando de la reconquistada corbeta “Chacabuco”, con una desusada tripulación de criollos y polinesios. Luego de una cruenta lucha, Bouchard logró apoderarse de la fortaleza llamada Presidium capturando veinte piezas de artillería. Inmediatamente la bandera argentina fué enarbolada al tope del mastil y Bouchard ordenó una solemne formación de doscientos hombres en la plaza de armas del Presidium para declarar la ocupación de California en nombre de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Días después navegó hacia el sur en la fragata “Argentina” hasta Santa Bárbara. Tras un infructuoso intento de ocupación y posterior intercambio de prisioneros, Bouchard siguió bajando la costa y ocupó San Juan de Capistrano (14 de Diciembre de 1818). Este fue el último lugar ocupado por los marinos criollos que ante la imposibilidad de recibir refuerzos desde Buenos Aires para enfrentar las crecientes fuerzas locales, por decisión de Bouchard, abandonaron California.
Una vez que abandonaron ese lugar se dirigieron a Nicaragua donde atacaron El Realejo, apoderándose de dos naves españolas y destruyeron otras dos.
"Fragata La Argentina"
Navegando a lo largo de las costas americanas en el Pacífico, arribaron a Valparaíso (Chile), el 12 de julio de 1819, dando por finalizado el viaje que les permitió circundar el orbe (primera nave argentina que realizó este hecho).
Dos años duró el crucero de corso de la fragata "La Argentina" y durante su transcurso el Capitán Bouchard y su tripulación sostuvieron trece acciones navales importantes, capturaron o destruyeron veintiséis buques y sometieron a registro cuatro barcos negreros, dos naves inglesas y una de los Estados Unidos.
"Toma de Monterrey"
Cabe señalar que en este crucero tuvo muy destacada actuación un joven de 17 años, que luego sería una de nuestras máximas personalidades navales: el Coronel de Marina Tomás Espora.
Posteriormente Bouchard tomó parte de la Expedición Libertadora de San Martín al Perú y cuando el Libertador creó la escuadra peruana dio a Bouchard el mando de la fragata "Puebla" que era el buque más importante de la nueva escuadra.
Retirado del servicio activo se radicó en Perú fundando un gran ingenio azucarero. En ese establecimiento, llamado La Buena Suerte, murió asesinado por un peón el 4 de enero de 1837.
Armada Argentina
Fuente 2
domingo, 15 de septiembre de 2013
Introducción: Buques de guerra de litoral
Guerra litoral sus buques y sus medios
Al sobrevenir el fin de la Guerra Fría y la caída de la otrora poderosa URSS, las estrategias y tácticas navales o marítimas al uso sufrieron cambios de cierta importancia, pues las anti-SLOC (Sea Line of Communications) que se habían considerado inmutables hasta aquel momento, cambiaron de la noche a la mañana al desaparecer el poderío submarino ruso y la prevista guerra al tráfico naval en la clásica lucha por el dominio positivo/negativo del mar, como acaeció durante las dos guerras mundiales.
En cierto modo, cabría maliciar que, al descomponerse el equilibrio bipolar (bloque occidental vs bloque oriental) y quedar poco menos que reducido a uno exclusivamente unipolar (bloque occidental, con un único gallo en el corral, Estados Unidos), toda posible guerra va a quedar reducida a las operaciones strike (ataque de castigo de áreas un tanto lejanas o no). Y en cuanto a lo de multipolar, de la que también se habla, en los momentos actuales más bien debería pensarse en operaciones de castigo realizadas por el gallo del corral contra las gallinas que osen plantarle cara.
Las operaciones Dessert Storm y Dessert Shield contra Irak vinieron a ser la demostración palpable de todo ello. Algo menos la Enduring Freedom(2) y la posterior guerra en Afganistán, que ya veremos cómo y de qué modo la hacen acabar… si es que llegan a hacerlo. Y eso en el caso que no se produzca una desbandada general de los países europeos, puesto que mantener un esfuerzo de guerra de tal calibre parece un contrasentido cuando se están arbitrando unos feroces y generalizados recortes del gasto público. Y por si todo ello aún fuera poco, los propios militares norteamericanos han tomado una cierta postura contestataria que, de momento, ya ha comportado que el mando supremo hasta ahora fuera cesado de modo fulminante.
De cualquier modo, hay que recordar aquella frase de Mafalda: Una pulga no puede hacer descarrilar un tren, pero sí puede dejar al maquinista lleno de ronchas. Y la constante expansión de las ideas y países islámicos –o de los practicantes de aquella religión– muy bien pueden acabar siendo las ronchas y el maquinista de los Estados Unidos o de la Unión Europea, a poco que se descuide. Porque sabido es que, a veces, resulta más fácil –o factible, o viable– matar un elefante que a una pulga.
El problema de “cero bajas”
La opinión pública mundial, y más particularmente la de los Estados Unidos, se vio muy desagradablemente sorprendida por la gran cantidad de bajas a raíz de las diversas guerras y escaramuzas del último cuarto del Siglo XX. Y a ello se sumó la espectacularidad de las repatriaciones de las bajas traídas a bordo de aviones, con los féretros desembarcando bajo la bandera de las barras y estrellas o alguna otra de los países que las sufrieron. Y, encima, puntual y fielmente reflejado y retransmitido por todos los medios.
Todo ello comportó una opinión pública desfavorable, no a la guerra en sí, que también, si no en particular al espectáculo de los muertos repatriados. Y no sólo por los propios muertos, también por las consecuencias políticas de todo tipo que podían comportar hacia los partidos felizmente reinantes. De ahí el recurrir frecuentemente a los llamados body bags, o bolsas de cuerpos, en la práctica un saco de plástico opaco con cremallera en el que se encierra al muerto, que así suele pasar mucho más desapercibido.
Además, al avizorarse que las posibles futuras operaciones iban a ser más bien de orden anfibio y contra escenarios costeros, que no batallas navales clásicas, en las que el papel principal iban a tenerlo tropas terrestres –o anfibias– con el apoyo de ataques de precisión y apoyo aéreo o misilístico, ha relegado a un papel menos protagonista a los grandes buques de combate, ya que se prevé que será más el de la protección de las tropas una vez en territorio hostil, que no el puro combate naval. Y de un modo casi del todo preferente saturar el espacio adversario con misiles diversos, así como bombas emisoras de radiaciones de muy alta frecuencia que destruirán por sí mismas los sensores enemigos.
A ello cabe sumarse el desarrollo de artilugios no tripulados(3), así como un nuevo tipo de naves en las que la dotación es mínima, el armamento muy notable y, por si todo ello fuese aún poco, preparadas para ser dirigidas a distancia desde satélites y artefactos semejantes, con lo que, si no hay combatientes en primera línea, o éstos son mínimos, el problema de las bajas propias se reduce de modo casi total. Y en cuanto al de las ajenas… con ignorarlas se pone punto final al problema. Eso si no se da la situación, siempre posible, del uso masivo de mercenarios y sus compañías privadas de seguridad, con lo cual el problema de los muertos y heridos se traspasa a otra organización, quedando la responsabilidad de los gobiernos involucrados cubierta de modo total y absoluto, ya que estas empresas operan en una especie de limbo legal.
De cualquier modo está apareciendo un nuevo tipo de soldado, cuya tarea no es la de ir pegando tiros, cañonazos, ni lidiar con un pesado equipo en el que cuenta con todo tipo de truculencias jamesbondianas y armas de la máxima sofisticación. La moderna tecnología militar está diseñando el perfil del joven hábil con los videojuegos y la consola, posiblemente salido de Berkeley(4), con melena, un arillo en la nariz y a lo mejor varios piercings, cuya misión será pilotar un UAV, capaz de neutralizar(5) –por ejemplo– a un líder de Al Qaeda mediante un misil lanzado desde un Predator u otro artilugio similar, cuya ubicación acaba de saberse gracias a una indiscreta llamada desde un móvil, mediante una emisión que ha captado un satélite espía, la cual se ha pasado de inmediato al centro de control y de éste al piloto del UAV, acabando el problema con el lanzamiento de un misil que impacta en la casa del cabecilla en cuestión, solucionando el problema de modo casi totalmente aséptico y rápido. Y eso no es fantasía toda vez que ya ha sucedido.
Uno de los gurús de la robótica militar, Peter W. Singer(6), predice que estos nuevos militares van a ser guerreros de cubículo, puesto que realizarán su particular guerra desde una oscura oficina situada a centenares o miles de kilómetros de los blancos, o desde uno de los nuevos buques preparados para ser dirigidos vía satélite, accionados de modo completo y total por un operador que va a ser poco menos que un niñato recién salido del colegio, instituto o universidad, aunque, eso sí, todo un experto en las guerras que se libran con teclados y pantallas. Por el momento se previó que en el pasado 2010 la USAF(7) formaría un número mucho mayor de pilotos y operadores de UAV que de pilotos convencionales. Además, el tiempo, la dificultad de formación y los costos consiguientes de todo ello resultan muchísimo menores y a cambio de una efectividad militar comparable y en ocasiones incluso superior.
Los LCS
El concepto del LCS apareció de la mano del secretario de Marina Gordon R. England(8), quién propuso un buque pequeño, rápido, maniobrable y con un costo relativamente bajo, de la familia de los DD(X). Pero dado que la denominación de DD(X) es asimismo la utilizada para los Zumwalt DDG 1000 y éstos, a su vez, son los más directos descendientes del SC-21(9) y del llamado Arsenal, la cosa no sólo no queda demasiado clara, si no que incluso se oscurece. Los LCS de primera generación van a ser buques de arquitectura modular abierta, susceptibles de adoptar configuraciones muy diversas, tales como ASW, guerra de minas; ASuW, inteligencia, vigilancia y reconocimiento, defensa del área metropolitana, interceptación marítima, operaciones especiales y anfibias y, a la vez, capacidad logística.
Por sus propias necesidades, estos buques deberán ser capaces de alterar de un modo rápido y drástico su configuración, aunque la variedad de misiones para las que están proyectados permite –casi obliga– a albergar algún que otro escepticismo al respecto. Se proyectaron dos modelos totalmente distintos, un monocasco de líneas de semiplaneo y alta velocidad, con casco de acero y superestructuras de aluminio; y un trimarán de espectaculares formas y prestaciones construido en aluminio Los prototipos fueron los LCS-1 Freedom y LCS-2 Independence, a los que siguen sendos gemelos (LCS-3 Fort Worth y LCS-4 Coronado), cuya entrada en servicio está programada para 2013.
El LCS-1 fue comisionado el 8 de noviembre de 2008 en Milwaukee (Wisconsin) y es, dentro de su novedad, el más tradicional de los dos tipos, con casco de semiplaneo totalmente en acero, y con el puente en estructura de aluminio. El LCS-2 es de proyecto y apariencia mucho más revolucionario que el otro: un trimarán de proyecto australiano (Austal/Henderson), muy similar al Benchijigua Express de Fred Olsen, que cubre varias rutas en el archipiélago canario. Para su construcción se constituyó una de las habituales empresas conjuntas entre Austal USA y Mobile y se entregó el 16 de enero de 2010 en Mobile (Alabama).
El casco central del LCS-2, con 127,4 m. de eslora, es el principal y tiene un calado casi doble (3,96 m.) que el de los cascos laterales, cuya eslora es del orden del 50 por ciento del principal. Dispone de cuatro aletas estabilizadoras en la obra viva del principal y, por su gran manga (31,6 m.), posee una cubierta de 1.030 m2., capaz de operar con dos helicópteros SH-60 Seahwk o un CH-53 Sea Stallion, más una buena cantidad de UAV de diversos tipos. Posee suficiente superficie y reserva de peso para utilizar un V-22 Osprey y sus líneas de casco le permiten navegar en mares de hasta fuerza 5. Dispone de una capacidad de carga de 11 mil m3., con lo que se pueden realizar diversas misiones sin necesidad de reconfigurar parte alguna del buque. El volumen interior disponible es mayor que el de los más modernos destructores, permitiéndole actuar como plataforma de maniobra y de transporte rápido, disponiendo de una cubierta-hangar interior bajo la principal de 1.410 m2. en el tercio popel que abarca de banda a banda. A popa, el casco dispone de tres medios de botado para RIB: uno a crujía (con rampa) y dos pescantes automáticos en ambas aletas, éstos protegidos por sendas compuertas que los encierran dentro del casco cuando no son necesarios.
En principio se pensó en un alto número de unidades (55), pero, al comprobarse que los costos de estos buques comenzaban a dispararse, se recortó de un modo un tanto drástico y, con ello, la cantidad de contratistas apeándose de la lista de Lockheed Martin por dicho motivo. Y es que los costos de estos buques menores se ha disparado en razón de la multiplicidad de misiones que se les ha ido añadiendo. Por último, digamos que en el principal anuario del ramo (Jane’s Fighting Ships) los LCS están dentro del apartado de fragatas, por lo que no sería nada raro ver que en otros países se les denomina como tales sin más. Y al decir eso pensamos particularmente en las nuevas Aquitaine galas, un tipo de buque que despierta también gran interés y sobre el que convendrá fijar la vista, pues va a ser –parece– algo sumamente jugoso. Asimismo los nuevos BAM españoles también podrían encajar dentro de ese concepto(10).
USS “Elmo Zumwalt” DDG-1000
Otro buque que, aún cuando no sea calificado explícitamente de Littoral Combat Ship, entra dentro de las directrices buscadas, es la nueva clase de destructores DDG-1000 Elmo R. Zumwalt. Ha acabado por ser el colofón de la unión de diversos proyectos, algunos desechados, que han ido variando a lo largo de su vida. Es descendiente directo de los DD(X) (2002), DD-21/SC-21 (1998) y, antes aún, en 1990, Arsenal. Desde la crisis de 1990 entre Irak y Kuwait, la Armada norteamericana vio con gran agrado la idea de un navío pesado de superficie, capaz de lanzar una gran cantidad de mísiles de ataque a tierra, con objeto de quitar todo posible deseo de amedrentar a nadie. De hecho la idea base es disponer de un buque tipo destructor polivalente, con un gran énfasis al ataque a tierra mediante misiles o artillería, aunque llamarlo así, a uno que hace años hubiera sido un crucero pesado por su desplazamiento, no deje de resultar algo osado.
Debido a su posibilidad de ser radiodirigido desde un satélite, se previó que la dotación fuera muy reducida (aunque 142 personas no parezcan una cifra muy baja) y que su armamento sería misilístico, 80 en lanzadores verticales VLS (Vertical Launcher System), ubicados alrededor del casco en silos paralelos a las bandas/aletas/castillo, y dos cañones de 155 mm. LRLAP(11) de proyectiles de ataque a tierra de largo alcance. Las últimas noticias indican que también estará provisto con dos cañones de 57 mm. para defensa inmediata y que, asimismo, dispondrá de torpedos antibuque y antisubmarinos. Los dos de 155 serán de un tipo muy nuevo, con gran longitud de ánima, lo que obliga a utilizar un tipo de montaje de soporte integral para evitar deformaciones de las cañas.
El proyecto estuvo en un tris de abandonarse debido a sus altos costos, del orden de 500 millones de dólares por unidad. Finalmente se salvaron de la quema el prototipo y una pareja más, cancelándose una cantidad que, por no haber sido definida anteriormente con precisión, es difícil de valorar, pero se llegó a hablar de cifras de entre una y cuatro docenas, pero acabó imponiéndose la realidad y los soñadores bajaron de las nubes.
Con este buque volverán a aparecer ciertas peculiaridades de arquitectura naval que ya se creían obsoletas, tales son el tumble-home o recogimiento de costado (cubierta de menor manga que la flotación y bandas curvadas, que estuvo muy de moda en los pre Dreadnought franceses de últimos del siglo XIX) y el espolón a proa, aunque en este caso no va a ser un ariete con el que abordar al contrario, sino una peculiaridad de las formas de casco del tipo wave-piercing (perforador de olas). La propulsión es del tipo IPS(12), con dos turbogeneradores y dos auxiliares. Dos motores eléctricos, y dos hélices, con una potencia total de 78 mW. Como podemos apreciar, será uno de los varios buques AES (All Electric Ship) que se están alistando junto al Juan Carlos I español, aunque no tengan nada que ver unos y otro.
Conclusión
Por el momento –un momento de una década salvo retrasos– estos buques van a ser lo más in de la Navy yanqui. Pero hay que tener en cuenta que actualmente sus tropas luchan en Iraq y Afganistán, por lo que todo cambio de escenario que suceda va a comportar posibles cambios también en los proyectos, por lo menos en el Zumwalt, cuya entrada en servicio se prevé para 2014.
Por otra parte, los altísimos costos de buques tan sofisticados, a la vez que la mayor disponibilidad de UAV, así como nuevos modelos más modernos, con unas prestaciones mucho mayores, es posible que hagan recapacitar a los altos mandos de la Navy y éstos acaben llegando a la conclusión que con media docena de aviones sin piloto bien dotados, dirigidos desde una base en un lugar remoto, pueda hacerse similar trabajo, pero con unos costos mucho menores y asimismo sensiblemente menores riesgos personales. Eso en el caso que no dispongan de nuevos satélites –que hay quién dice que ya están ahí arriba– dotados con todo tipo de armamento, en cuyo caso bastaría con una docena de ellos para tener acogotado a todo aquel que osara moverse sin autorización previa.
O sea, que aquella célebre obra de Zum Kriege (De la guerra) del famoso Von Klausewitz, que hasta ahora ha sido algo así como el libro rojo de Mao para todos los militares, es posible devenga en una antigualla, toda vez que él desconocía los satélites, los UAV y toda la panoplia actual de armas, a cual más sofisticada, si bien, a pesar de todo, el fallo sigue produciéndose y siguen pagando el pato o siendo neutralizados a misilazos pobres e indefensos civiles, que sólo y simplemente pasaban por allí.
Cuestión de conceptos
La necesidad de verter a un lenguaje políticamente correcto lo que se ha venido diciendo de forma clara y sencilla, si bien de forma políticamente incorrecto, a la vez que se producían ciertos cambios en las estrategias y tácticas más o menos convencionales, ha comportado en los últimos años la aparición de conceptos un tanto esotéricos cuyos significados precisos a menudo se escapan, no ya a los no iniciados, si no incluso a los entendidos.
Es el caso de, por poner algún ejemplo puntual, daños colaterales, fuego amigo, redespliegue, amenaza asimétrica, técnica avanzada de interrogatorio, etc.; o, como en este caso se trata, guerra litoral y seguridad marítima, hasta el extremo de haber propiciado la aparición de nuevos tipos de buques que han sido concebidos de modo especial para ellas.
En el caso de la guerra litoral, conviene realizar una precisión previa, toda vez que cuando se habla de litoral, al contrario de lo que cabría considerar lógico, además del propio también se refiere al ajeno. Nos ha parecido oportuno hacer esta puntualización, dado que existe una cierta ambigüedad generalizada al respecto(1).
Asimismo, también creemos preciso puntualizar lo que se entiende por litoral, ya que el DRAE (Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua) llama litoral a la orilla o costa del mar, cuando los buques LCS (Littoral Combat Ship) van a actuar un tanto adentrados en las aguas adversarias y con una buena probabilidad de luchar en un margen de distancias del orden de hasta 400 millas (742 km.) o más de sus costas, así como algunas decenas o centenares de km. adentro de la propia faja costera terrestre.
En el caso de seguridad marítima, la ambigüedad resulta aún mayor, pues puede referirse tanto a las rutas de navegación, como a las actividades contra piratas, la guerra antisubmarina ASW (Anti-Submarine Warfare), la antiaérea AAW (Anti-Aircraft Warfare) o, incluso la llamada antibuque de superficie ASuW (Anti-Surface Warfare); y, por supuestísimo, al terrorismo y otros fenómenos similares. Actualmente, una vez acaecidos los hechos de los convoyes de avituallamiento marítimos a Gaza (mayo 2010), acaso podamos considerar en cierto modo aquella operación como una de las posibles versiones de seguridad marítima o guerra litoral.
Por Camil Busquets i Vilanova
(1) Los propios norteamericanos dicen que la guerra litoral es el combate militar en aguas de escasa profundidad. Y de eso hay poco menos que infinitas.
(2) Respectivamente: Tempestad en el Desierto, Escudo del Desierto y Libertad Duradera. Esta última en principio debió haber sido Justicia Infinita, pero hubo un cierto conflicto de criterios con los países islámicos.
(3) Principalmente vehículos aéreos no tripulados UAV (Unmanned Aerial Vehicle).
(4) Se considera la universidad más contestaria y antisistema de los Estados Unidos.
(5) Eufemismo habitual de matar, asesinar, etc.
(6) http://www.pwsinger.com/biography.html
(7) United States Air Force (Fuerza Aérea de Estados Unidos).
(8) Ocupó ese cargo del 24 de mayo de 2001 al 24 de enero de 2003 y del 1 de octubre de ese año al 3 de enero de 2006. También fue secretario de Seguridad Nacional (24 de enero a 1 de octubre de 2003) y secretario de Defensa (4 de enero de 2006 a 11 de febrero de 2009).
(9) 21st Century Surface Combatant (Combatiente de Superficie del Siglo XXI).
(10) En los mentideros del ramo se comenta la posibilidad de utilizar en los BAM un sistema similar al de los antiguos aviones blanco del ET radiodirigidos lanzables desde catapultas con gomas. En los BAM se utilizaría un sistema de recogida a base de un gancho al extremo de las alas.
(11) Long Range Land Attack Proyectile.
(12) Integrated Power System.
Defensa
Al sobrevenir el fin de la Guerra Fría y la caída de la otrora poderosa URSS, las estrategias y tácticas navales o marítimas al uso sufrieron cambios de cierta importancia, pues las anti-SLOC (Sea Line of Communications) que se habían considerado inmutables hasta aquel momento, cambiaron de la noche a la mañana al desaparecer el poderío submarino ruso y la prevista guerra al tráfico naval en la clásica lucha por el dominio positivo/negativo del mar, como acaeció durante las dos guerras mundiales.
En cierto modo, cabría maliciar que, al descomponerse el equilibrio bipolar (bloque occidental vs bloque oriental) y quedar poco menos que reducido a uno exclusivamente unipolar (bloque occidental, con un único gallo en el corral, Estados Unidos), toda posible guerra va a quedar reducida a las operaciones strike (ataque de castigo de áreas un tanto lejanas o no). Y en cuanto a lo de multipolar, de la que también se habla, en los momentos actuales más bien debería pensarse en operaciones de castigo realizadas por el gallo del corral contra las gallinas que osen plantarle cara.
Las operaciones Dessert Storm y Dessert Shield contra Irak vinieron a ser la demostración palpable de todo ello. Algo menos la Enduring Freedom(2) y la posterior guerra en Afganistán, que ya veremos cómo y de qué modo la hacen acabar… si es que llegan a hacerlo. Y eso en el caso que no se produzca una desbandada general de los países europeos, puesto que mantener un esfuerzo de guerra de tal calibre parece un contrasentido cuando se están arbitrando unos feroces y generalizados recortes del gasto público. Y por si todo ello aún fuera poco, los propios militares norteamericanos han tomado una cierta postura contestataria que, de momento, ya ha comportado que el mando supremo hasta ahora fuera cesado de modo fulminante.
De cualquier modo, hay que recordar aquella frase de Mafalda: Una pulga no puede hacer descarrilar un tren, pero sí puede dejar al maquinista lleno de ronchas. Y la constante expansión de las ideas y países islámicos –o de los practicantes de aquella religión– muy bien pueden acabar siendo las ronchas y el maquinista de los Estados Unidos o de la Unión Europea, a poco que se descuide. Porque sabido es que, a veces, resulta más fácil –o factible, o viable– matar un elefante que a una pulga.
El problema de “cero bajas”
La opinión pública mundial, y más particularmente la de los Estados Unidos, se vio muy desagradablemente sorprendida por la gran cantidad de bajas a raíz de las diversas guerras y escaramuzas del último cuarto del Siglo XX. Y a ello se sumó la espectacularidad de las repatriaciones de las bajas traídas a bordo de aviones, con los féretros desembarcando bajo la bandera de las barras y estrellas o alguna otra de los países que las sufrieron. Y, encima, puntual y fielmente reflejado y retransmitido por todos los medios.
Todo ello comportó una opinión pública desfavorable, no a la guerra en sí, que también, si no en particular al espectáculo de los muertos repatriados. Y no sólo por los propios muertos, también por las consecuencias políticas de todo tipo que podían comportar hacia los partidos felizmente reinantes. De ahí el recurrir frecuentemente a los llamados body bags, o bolsas de cuerpos, en la práctica un saco de plástico opaco con cremallera en el que se encierra al muerto, que así suele pasar mucho más desapercibido.
Además, al avizorarse que las posibles futuras operaciones iban a ser más bien de orden anfibio y contra escenarios costeros, que no batallas navales clásicas, en las que el papel principal iban a tenerlo tropas terrestres –o anfibias– con el apoyo de ataques de precisión y apoyo aéreo o misilístico, ha relegado a un papel menos protagonista a los grandes buques de combate, ya que se prevé que será más el de la protección de las tropas una vez en territorio hostil, que no el puro combate naval. Y de un modo casi del todo preferente saturar el espacio adversario con misiles diversos, así como bombas emisoras de radiaciones de muy alta frecuencia que destruirán por sí mismas los sensores enemigos.
A ello cabe sumarse el desarrollo de artilugios no tripulados(3), así como un nuevo tipo de naves en las que la dotación es mínima, el armamento muy notable y, por si todo ello fuese aún poco, preparadas para ser dirigidas a distancia desde satélites y artefactos semejantes, con lo que, si no hay combatientes en primera línea, o éstos son mínimos, el problema de las bajas propias se reduce de modo casi total. Y en cuanto al de las ajenas… con ignorarlas se pone punto final al problema. Eso si no se da la situación, siempre posible, del uso masivo de mercenarios y sus compañías privadas de seguridad, con lo cual el problema de los muertos y heridos se traspasa a otra organización, quedando la responsabilidad de los gobiernos involucrados cubierta de modo total y absoluto, ya que estas empresas operan en una especie de limbo legal.
De cualquier modo está apareciendo un nuevo tipo de soldado, cuya tarea no es la de ir pegando tiros, cañonazos, ni lidiar con un pesado equipo en el que cuenta con todo tipo de truculencias jamesbondianas y armas de la máxima sofisticación. La moderna tecnología militar está diseñando el perfil del joven hábil con los videojuegos y la consola, posiblemente salido de Berkeley(4), con melena, un arillo en la nariz y a lo mejor varios piercings, cuya misión será pilotar un UAV, capaz de neutralizar(5) –por ejemplo– a un líder de Al Qaeda mediante un misil lanzado desde un Predator u otro artilugio similar, cuya ubicación acaba de saberse gracias a una indiscreta llamada desde un móvil, mediante una emisión que ha captado un satélite espía, la cual se ha pasado de inmediato al centro de control y de éste al piloto del UAV, acabando el problema con el lanzamiento de un misil que impacta en la casa del cabecilla en cuestión, solucionando el problema de modo casi totalmente aséptico y rápido. Y eso no es fantasía toda vez que ya ha sucedido.
Uno de los gurús de la robótica militar, Peter W. Singer(6), predice que estos nuevos militares van a ser guerreros de cubículo, puesto que realizarán su particular guerra desde una oscura oficina situada a centenares o miles de kilómetros de los blancos, o desde uno de los nuevos buques preparados para ser dirigidos vía satélite, accionados de modo completo y total por un operador que va a ser poco menos que un niñato recién salido del colegio, instituto o universidad, aunque, eso sí, todo un experto en las guerras que se libran con teclados y pantallas. Por el momento se previó que en el pasado 2010 la USAF(7) formaría un número mucho mayor de pilotos y operadores de UAV que de pilotos convencionales. Además, el tiempo, la dificultad de formación y los costos consiguientes de todo ello resultan muchísimo menores y a cambio de una efectividad militar comparable y en ocasiones incluso superior.
Los LCS
El concepto del LCS apareció de la mano del secretario de Marina Gordon R. England(8), quién propuso un buque pequeño, rápido, maniobrable y con un costo relativamente bajo, de la familia de los DD(X). Pero dado que la denominación de DD(X) es asimismo la utilizada para los Zumwalt DDG 1000 y éstos, a su vez, son los más directos descendientes del SC-21(9) y del llamado Arsenal, la cosa no sólo no queda demasiado clara, si no que incluso se oscurece. Los LCS de primera generación van a ser buques de arquitectura modular abierta, susceptibles de adoptar configuraciones muy diversas, tales como ASW, guerra de minas; ASuW, inteligencia, vigilancia y reconocimiento, defensa del área metropolitana, interceptación marítima, operaciones especiales y anfibias y, a la vez, capacidad logística.
Por sus propias necesidades, estos buques deberán ser capaces de alterar de un modo rápido y drástico su configuración, aunque la variedad de misiones para las que están proyectados permite –casi obliga– a albergar algún que otro escepticismo al respecto. Se proyectaron dos modelos totalmente distintos, un monocasco de líneas de semiplaneo y alta velocidad, con casco de acero y superestructuras de aluminio; y un trimarán de espectaculares formas y prestaciones construido en aluminio Los prototipos fueron los LCS-1 Freedom y LCS-2 Independence, a los que siguen sendos gemelos (LCS-3 Fort Worth y LCS-4 Coronado), cuya entrada en servicio está programada para 2013.
El LCS-1 fue comisionado el 8 de noviembre de 2008 en Milwaukee (Wisconsin) y es, dentro de su novedad, el más tradicional de los dos tipos, con casco de semiplaneo totalmente en acero, y con el puente en estructura de aluminio. El LCS-2 es de proyecto y apariencia mucho más revolucionario que el otro: un trimarán de proyecto australiano (Austal/Henderson), muy similar al Benchijigua Express de Fred Olsen, que cubre varias rutas en el archipiélago canario. Para su construcción se constituyó una de las habituales empresas conjuntas entre Austal USA y Mobile y se entregó el 16 de enero de 2010 en Mobile (Alabama).
El casco central del LCS-2, con 127,4 m. de eslora, es el principal y tiene un calado casi doble (3,96 m.) que el de los cascos laterales, cuya eslora es del orden del 50 por ciento del principal. Dispone de cuatro aletas estabilizadoras en la obra viva del principal y, por su gran manga (31,6 m.), posee una cubierta de 1.030 m2., capaz de operar con dos helicópteros SH-60 Seahwk o un CH-53 Sea Stallion, más una buena cantidad de UAV de diversos tipos. Posee suficiente superficie y reserva de peso para utilizar un V-22 Osprey y sus líneas de casco le permiten navegar en mares de hasta fuerza 5. Dispone de una capacidad de carga de 11 mil m3., con lo que se pueden realizar diversas misiones sin necesidad de reconfigurar parte alguna del buque. El volumen interior disponible es mayor que el de los más modernos destructores, permitiéndole actuar como plataforma de maniobra y de transporte rápido, disponiendo de una cubierta-hangar interior bajo la principal de 1.410 m2. en el tercio popel que abarca de banda a banda. A popa, el casco dispone de tres medios de botado para RIB: uno a crujía (con rampa) y dos pescantes automáticos en ambas aletas, éstos protegidos por sendas compuertas que los encierran dentro del casco cuando no son necesarios.
En principio se pensó en un alto número de unidades (55), pero, al comprobarse que los costos de estos buques comenzaban a dispararse, se recortó de un modo un tanto drástico y, con ello, la cantidad de contratistas apeándose de la lista de Lockheed Martin por dicho motivo. Y es que los costos de estos buques menores se ha disparado en razón de la multiplicidad de misiones que se les ha ido añadiendo. Por último, digamos que en el principal anuario del ramo (Jane’s Fighting Ships) los LCS están dentro del apartado de fragatas, por lo que no sería nada raro ver que en otros países se les denomina como tales sin más. Y al decir eso pensamos particularmente en las nuevas Aquitaine galas, un tipo de buque que despierta también gran interés y sobre el que convendrá fijar la vista, pues va a ser –parece– algo sumamente jugoso. Asimismo los nuevos BAM españoles también podrían encajar dentro de ese concepto(10).
USS “Elmo Zumwalt” DDG-1000
Otro buque que, aún cuando no sea calificado explícitamente de Littoral Combat Ship, entra dentro de las directrices buscadas, es la nueva clase de destructores DDG-1000 Elmo R. Zumwalt. Ha acabado por ser el colofón de la unión de diversos proyectos, algunos desechados, que han ido variando a lo largo de su vida. Es descendiente directo de los DD(X) (2002), DD-21/SC-21 (1998) y, antes aún, en 1990, Arsenal. Desde la crisis de 1990 entre Irak y Kuwait, la Armada norteamericana vio con gran agrado la idea de un navío pesado de superficie, capaz de lanzar una gran cantidad de mísiles de ataque a tierra, con objeto de quitar todo posible deseo de amedrentar a nadie. De hecho la idea base es disponer de un buque tipo destructor polivalente, con un gran énfasis al ataque a tierra mediante misiles o artillería, aunque llamarlo así, a uno que hace años hubiera sido un crucero pesado por su desplazamiento, no deje de resultar algo osado.
Debido a su posibilidad de ser radiodirigido desde un satélite, se previó que la dotación fuera muy reducida (aunque 142 personas no parezcan una cifra muy baja) y que su armamento sería misilístico, 80 en lanzadores verticales VLS (Vertical Launcher System), ubicados alrededor del casco en silos paralelos a las bandas/aletas/castillo, y dos cañones de 155 mm. LRLAP(11) de proyectiles de ataque a tierra de largo alcance. Las últimas noticias indican que también estará provisto con dos cañones de 57 mm. para defensa inmediata y que, asimismo, dispondrá de torpedos antibuque y antisubmarinos. Los dos de 155 serán de un tipo muy nuevo, con gran longitud de ánima, lo que obliga a utilizar un tipo de montaje de soporte integral para evitar deformaciones de las cañas.
El proyecto estuvo en un tris de abandonarse debido a sus altos costos, del orden de 500 millones de dólares por unidad. Finalmente se salvaron de la quema el prototipo y una pareja más, cancelándose una cantidad que, por no haber sido definida anteriormente con precisión, es difícil de valorar, pero se llegó a hablar de cifras de entre una y cuatro docenas, pero acabó imponiéndose la realidad y los soñadores bajaron de las nubes.
Con este buque volverán a aparecer ciertas peculiaridades de arquitectura naval que ya se creían obsoletas, tales son el tumble-home o recogimiento de costado (cubierta de menor manga que la flotación y bandas curvadas, que estuvo muy de moda en los pre Dreadnought franceses de últimos del siglo XIX) y el espolón a proa, aunque en este caso no va a ser un ariete con el que abordar al contrario, sino una peculiaridad de las formas de casco del tipo wave-piercing (perforador de olas). La propulsión es del tipo IPS(12), con dos turbogeneradores y dos auxiliares. Dos motores eléctricos, y dos hélices, con una potencia total de 78 mW. Como podemos apreciar, será uno de los varios buques AES (All Electric Ship) que se están alistando junto al Juan Carlos I español, aunque no tengan nada que ver unos y otro.
Conclusión
Por el momento –un momento de una década salvo retrasos– estos buques van a ser lo más in de la Navy yanqui. Pero hay que tener en cuenta que actualmente sus tropas luchan en Iraq y Afganistán, por lo que todo cambio de escenario que suceda va a comportar posibles cambios también en los proyectos, por lo menos en el Zumwalt, cuya entrada en servicio se prevé para 2014.
Por otra parte, los altísimos costos de buques tan sofisticados, a la vez que la mayor disponibilidad de UAV, así como nuevos modelos más modernos, con unas prestaciones mucho mayores, es posible que hagan recapacitar a los altos mandos de la Navy y éstos acaben llegando a la conclusión que con media docena de aviones sin piloto bien dotados, dirigidos desde una base en un lugar remoto, pueda hacerse similar trabajo, pero con unos costos mucho menores y asimismo sensiblemente menores riesgos personales. Eso en el caso que no dispongan de nuevos satélites –que hay quién dice que ya están ahí arriba– dotados con todo tipo de armamento, en cuyo caso bastaría con una docena de ellos para tener acogotado a todo aquel que osara moverse sin autorización previa.
O sea, que aquella célebre obra de Zum Kriege (De la guerra) del famoso Von Klausewitz, que hasta ahora ha sido algo así como el libro rojo de Mao para todos los militares, es posible devenga en una antigualla, toda vez que él desconocía los satélites, los UAV y toda la panoplia actual de armas, a cual más sofisticada, si bien, a pesar de todo, el fallo sigue produciéndose y siguen pagando el pato o siendo neutralizados a misilazos pobres e indefensos civiles, que sólo y simplemente pasaban por allí.
Cuestión de conceptos
La necesidad de verter a un lenguaje políticamente correcto lo que se ha venido diciendo de forma clara y sencilla, si bien de forma políticamente incorrecto, a la vez que se producían ciertos cambios en las estrategias y tácticas más o menos convencionales, ha comportado en los últimos años la aparición de conceptos un tanto esotéricos cuyos significados precisos a menudo se escapan, no ya a los no iniciados, si no incluso a los entendidos.
Es el caso de, por poner algún ejemplo puntual, daños colaterales, fuego amigo, redespliegue, amenaza asimétrica, técnica avanzada de interrogatorio, etc.; o, como en este caso se trata, guerra litoral y seguridad marítima, hasta el extremo de haber propiciado la aparición de nuevos tipos de buques que han sido concebidos de modo especial para ellas.
En el caso de la guerra litoral, conviene realizar una precisión previa, toda vez que cuando se habla de litoral, al contrario de lo que cabría considerar lógico, además del propio también se refiere al ajeno. Nos ha parecido oportuno hacer esta puntualización, dado que existe una cierta ambigüedad generalizada al respecto(1).
Asimismo, también creemos preciso puntualizar lo que se entiende por litoral, ya que el DRAE (Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua) llama litoral a la orilla o costa del mar, cuando los buques LCS (Littoral Combat Ship) van a actuar un tanto adentrados en las aguas adversarias y con una buena probabilidad de luchar en un margen de distancias del orden de hasta 400 millas (742 km.) o más de sus costas, así como algunas decenas o centenares de km. adentro de la propia faja costera terrestre.
En el caso de seguridad marítima, la ambigüedad resulta aún mayor, pues puede referirse tanto a las rutas de navegación, como a las actividades contra piratas, la guerra antisubmarina ASW (Anti-Submarine Warfare), la antiaérea AAW (Anti-Aircraft Warfare) o, incluso la llamada antibuque de superficie ASuW (Anti-Surface Warfare); y, por supuestísimo, al terrorismo y otros fenómenos similares. Actualmente, una vez acaecidos los hechos de los convoyes de avituallamiento marítimos a Gaza (mayo 2010), acaso podamos considerar en cierto modo aquella operación como una de las posibles versiones de seguridad marítima o guerra litoral.
Por Camil Busquets i Vilanova
(1) Los propios norteamericanos dicen que la guerra litoral es el combate militar en aguas de escasa profundidad. Y de eso hay poco menos que infinitas.
(2) Respectivamente: Tempestad en el Desierto, Escudo del Desierto y Libertad Duradera. Esta última en principio debió haber sido Justicia Infinita, pero hubo un cierto conflicto de criterios con los países islámicos.
(3) Principalmente vehículos aéreos no tripulados UAV (Unmanned Aerial Vehicle).
(4) Se considera la universidad más contestaria y antisistema de los Estados Unidos.
(5) Eufemismo habitual de matar, asesinar, etc.
(6) http://www.pwsinger.com/biography.html
(7) United States Air Force (Fuerza Aérea de Estados Unidos).
(8) Ocupó ese cargo del 24 de mayo de 2001 al 24 de enero de 2003 y del 1 de octubre de ese año al 3 de enero de 2006. También fue secretario de Seguridad Nacional (24 de enero a 1 de octubre de 2003) y secretario de Defensa (4 de enero de 2006 a 11 de febrero de 2009).
(9) 21st Century Surface Combatant (Combatiente de Superficie del Siglo XXI).
(10) En los mentideros del ramo se comenta la posibilidad de utilizar en los BAM un sistema similar al de los antiguos aviones blanco del ET radiodirigidos lanzables desde catapultas con gomas. En los BAM se utilizaría un sistema de recogida a base de un gancho al extremo de las alas.
(11) Long Range Land Attack Proyectile.
(12) Integrated Power System.
Defensa
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