Destructores Type 42 británicos en el Conflicto del Atlántico Sur (1982)
Parte 4/7
Viene de Parte 3
Despliegue al Atlántico Sur
Apenas horas después de la invasión argentina de las islas Malvinas (efectuada entre la noche del 1 y la madrugada del 2 de abril), el Grupo de Tareas del Almirante Sir John Forster ‘Sandy’ Woodward, que se encontraba desplegado en el área de Gibraltar con motivo del ejercicio denominado ‘Springtrain’, recibió órdenes de poner proa hacia el Atlántico Sur, sumándose a las fuerzas de la Royal Fleet Auxiliary y submarinos de ataque nucleares (SSNs) que habían sido ya enviados en apoyo del buque de exploración antártica HMS Endurance. Entre las naves que componían este Grupo de Avanzada se encontraban tres destructores Type 42: HMS Sheffield, HMS Coventry y HMS Glasgow, arribando a la isla Ascension (a medio camino entre el Reino Unido y las islas Malvinas) durante la segunda semana de abril. Algunos días después, el grupo liderado por dichas naves zarpa de Ascension rumbo al teatro de operaciones del Atlántico Sur. Para el día 25, el Grupo de Batalla compuesto por los portaaviones HMS Hermes (que relevó al destructor clase ‘County’ HMS Glamorgan como buque insignia de la Task Force) y HMS Invincible, así como naves de escolta, se reunió con el Grupo de Avanzada, a siete días de navegación de la Zona de Exclusión Total (TEZ – Total Exclusion Zone). Ese mismo día, las fuerzas argentinas estacionadas en las islas Georgias del Sur capitularon y rindieron sus posiciones ante los británicos.
Fig.12 – Despliegue británico al teatro de operaciones del Atlántico Sur desde el continente europeo
El 1 de mayo se da inicio a los primeros bombardeos británicos de los aeródromos argentinos de BAM Malvinas (Port Stanley) y BAM Cóndor (Goose Green). Aviones Vulcan de la Royal Air Force (Real Fuerza Aérea Británica) lanzados desde Ascension soltaron bombas sobre la pista de Stanley, apoyados por cazabombarderos Sea Harrier del Fleet Air Arm basados en los portaaviones Hermes e Invincible. Al día siguiente (2 de mayo), fue hundido por un submarino británico el veterano crucero clase ‘Brooklyn’ ARA General Belgrano.
Fig.13 – Mapa de las islas Malvinas/Falklands, indicando accidentes geográficos y locaciones más relevantes durante la campaña del ’82, así como las ubicaciones y fechas de los buques de la clase ‘Sheffield’ averiados y/o hundidos en combate. Se ha respetado la toponimia británica, colocándose entre paréntesis los equivalentes argentinos
Los Type 42 en combate
Alrededor de la media noche del día domingo 2 de mayo, un remolcador de patrullaje argentino clase ‘Sotoyomo’, ARA Alférez Sobral, fue detectado al norte de las islas Malvinas por un helicóptero Westland Sea King del No.826 Squadron, con base en el portaaviones Hermes. Al avistarlo, la nave abrió fuego contra el helicóptero, el cual solicitó entonces apoyo, desplegando entonces los destructores Coventry y Glasgow sus helicópteros Lynx HAS Mk2, armados con misiles Sea Skua. El Lynx del Coventry (XZ242) abrió fuego contra el Sobral, con uno de sus misiles dañando la cobertura de fibra de vidrio del motor e hiriendo a parte de los tripulantes que se encontraban operando una pieza de 20mm. El del Glasgow (XZ247) hizo lo propio, destruyendo completamente el puente y matando al capitán y a siete de la tripulación. Severamente maltrecha, la nave se las arregló para llegar a duras penas a Puerto Deseado, en el continente, dos días después. La Royal Navy reclamaría por error otro buque similar – ARA Comodoro Somellera – como hundido, cuestión que sería rectificada luego del conflicto. A pesar de ello, la operación constituyó un éxito para el debut operacional del misil Sea Skua y la primera acción de combate de los buques de la clase ‘Sheffield’.
Fig.14 – Helicóptero Westland Lynx HAS Mk2 cargado con misiles Sea Skua
La amenaza del Exocet
Argentina había procurado un lote de 14 aviones Dassault Super Étendard de fabricación francesa en 1979 a fin de potenciar su aviación naval de combate. Para noviembre de 1981, cinco aparatos habían arribado a la Base Aeronaval (BAN) Comandante Espora para unirse a la 2º Escuadrilla de Caza y Ataque de la Escuadra Aeronaval Nº 3 (Comando de Aviación Naval, COAN) de la Armada Argentina. La invasión argentina del archipiélago el 2 de abril de 1982 significó de inmediato la cancelación del envío, por parte de Francia, de los aparatos restantes (incluyendo demás insumos y pertrechos bélicos), así como de técnicos de la firma Aérospatiale que, por contrato, debían arribar a Argentina por esas fechas a fin de asegurar el correcto funcionamiento del sistema, pero por sobre todo, de la integración entre la plataforma (el avión Super Étendard) y el misil antibuque AM39 Exocet, que Argentina logró recibir en forma de cinco unidades (junto con los cinco aviones comprados) antes del bloqueo francés solicitado por la Foreign Office (Oficina de Relaciones Exteriores del Reino Unido) al gobierno del Presidente François Mitterrand.
Ante esta situación, debió resolverse, sin asistencia extranjera de ningún tipo, la integración del misil Exocet con el vector de ataque Super Étendard en suelo argentino a fin de poner a punto el sistema de armas para su despliegue en contra de la fuerza de superficie británica. Aunque la Foreign Office se garantizó la cooperación francesa y los organismos de inteligencia del Reino Unido se movieron rápidamente para detectar e inmovilizar cualquier intento de venta de misiles Exocet o componentes asociados a Argentina por parte de terceros, la Royal Navy permanecía consciente de la amenaza que representaban los aviones y misiles en poder de los argentinos – sistema de armas que logró ponerse a punto en tan solo quince días y cuyo despliegue de Comandante Espora a la BAN Río Grande (la base aeronaval más próxima entre el continente y las islas) entre el 19 y 20 de abril alertó a la inteligencia británica de la posibilidad (muy real) de que los misiles argentinos pudiesen haber sido puestos operativos por otros medios, prescindiendo de la (negada) ayuda francesa.
Fig.15 – Misil AM39 Exocet montado en el Super Étendard 3-A-202, pilotado por el Capitán de Corbeta César Augusto Bedacarratz el 4 de mayo para atacar al 'Sheffield'
Exocet es un misil aire-superficie, diseñado para batir blancos navales a una distancia de entre 50 y 70km (dependiendo de la altitud y velocidad de lanzamiento). El misil recibe información de blancos del radar de la plataforma lanzadora, la cual es almacenada en el navegador inercial y utilizada para navegar de forma autónoma hacia la zona del blanco. Lanzado desde una aeronave, es impulsado a una velocidad de Mach 0.93 por un propulsor cohete de combustible sólido (a pesar de ser subsónico, la configuración aerodinámica le permite ser llevado por una aeronave a velocidad supersónica); luego, vuela siguiendo un perfil rozaolas, por debajo de la cobertura del radar, inicialmente a una altitud de crucero de entre 9 y 15 metros sobre la superficie del agua y descendiendo, a una distancia de entre 12 y 15km de su blanco, a entre 8 y 2.5 metros (si las aguas calmas lo permiten), manteniéndose a dicha altitud por medio de un radioaltímetro, momento en el cual se activa la cabeza buscadora radárica que guía al misil de 655 kilos durante su fase terminal. Al llegar al blanco, la cabeza de guerra de 165kg de explosivo de alta potencia es detonada mediante una espoleta de contacto (golpeando el costado del buque) o bien sobre el buque, utilizando la señal del radioaltímetro como sensor de proximidad.
Argentina tenía información de primera mano respecto de las capacidades de los buques de la Task Force, en particular del destructor Type 42 pues, como ya se ha venido mencionando, la Armada Argentina poseía y operaba dos buques del mismo tipo (ARA Hércules y ARA Santísima Trinidad), los cuales fueron extensivamente utilizados por los pilotos argentinos para explorar las debilidades principalmente de los radares de búsqueda aérea, de tiro y de las envolventes de los misiles a bordo de los buques británicos. El Capitán de Fragata Jorge Colombo, Comandante de la 2º Escuadrilla, da cuenta de la rigurosidad y preparación con la que se abordó el tema en las semanas posteriores al despliegue de los Super Étendard al teatro de operaciones: “teniendo en cuenta que teníamos buques argentinos, destructores Tipo 42, que eran exactamente iguales a los buques que teníamos que enfrentar, hicimos un estudio muy detallado de cómo penetrar por debajo de las defensas radar para poder hacer el ataque con los dos elementos más importantes que nos iban a asegurar el triunfo, es decir: la sorpresa y la discreción.”
Fig.16 – ARA 'Hércules', uno de los dos destructores Type 42 argentinos
La táctica desarrollada para el Super Étendard se conoce como “picar el lóbulo”; a medida que el aparato se acerca al buque, comienza a entrar en la zona de detección del radar (cuya forma lobular es bastante particular). Volando a baja cota, puede escapar de la detección manteniéndose dentro de la zona ‘ciega’ del radar (aquella afectada por el clutter de la superficie oceánica). Un sistema de alerta de radar pasivo (RWR) en la cabina le avisa al piloto cuando está siendo detectado, de manera que debe reducir la altitud inmediatamente. Al reducir la altitud cada vez que el aparato “pica” o entra en el área de detección del lóbulo, el mismo puede permanecer fuera de detección durante la mayor parte de la corrida de tiro. Para el operador de radar a bordo del buque, resulta muy difícil detectar la amenaza debido a que la misma solo aparecería por un instante en su pantalla (lo cual podría ser interpretado como un falso retorno o contacto espurio).
Fig.17 – Estrategia de ataque desarrollada por el COAN, basada en la propia experiencia con los propios ‘Sheffield’ argentinos (haga clic para ampliar la imagen)
Tecnología y Defensa Naval
sábado, 15 de junio de 2013
viernes, 14 de junio de 2013
Defensa costera: Irán usa misiles chinos para amenazar el estrecho de Ormuz
Artillería costera iraní
Irán insiste en que puede resistir cualquier ataque, y no tendrá problemas para el bloqueo de la exportación de petróleo a través del Estrecho de Ormuz en represalia. Ormuz es donde los barcos salen del Golfo Pérsico y entran en el Océano Índico. Alrededor del 40 por ciento de los envíos de petróleo del mundo pasa a través de estos estrechos, lo que viene a ser de 15 a 20 buques al día (más una docena o más de los no petroleros). El Golfo Pérsico en general, es un canal de agua ocupada. Esto es de 989 kilómetros de longitud, y la profundidad media es de 50 metros (máxima profundidad es de 90 metros). Irán ya cuenta abierta a su capacidad de uso de la tierra misiles anti-buques basados como "artillería costera" para detener el tráfico en el estrecho. Teniendo en cuenta los resultados anteriores por los iraníes, es poco probable.
El problema de Irán es que tienen una pequeña marina de guerra, una fuerza aérea obsoleta y un historial pobre cuando se trata de cerrar el tráfico petrolero en el Golfo Pérsico, y el Estrecho de Ormuz. Lo intentaron una vez antes, en la década de 1980, cuando estaban en guerra con Irak. Las dos naciones comenzaron a atacar el tráfico del otro buque desde el principio, en un intento de cortar las ventas de petróleo del otro (y, por lo tanto, las compras militares). Irán no quiere cerrar el estrecho de Ormuz, porque necesitaba los ingresos del petróleo a más de Irak (que estaba recibiendo miles de millones en ayuda de otros países árabes) lo hizo. Así que cada país se concentró en atacar a la navegación en el Golfo Pérsico. Más de 500 barcos fueron atacados, 61 por ciento de ellos petroleros. Sólo el 23 por ciento de los buques atacados (sobre todo con los tipos de misiles anti-buque que todavía están en uso) fueron hundidos o inmovilizado. Los ataques, utilizando los caza-bombarderos y buques de guerra, sólo alcanzaron el dos por ciento del tráfico marítimo en el Golfo. Irán bajó sus precios del petróleo para cubrir los mayores costos de seguros navales, y en 1986, Rusia y los Estados Unidos intervino para proteger a los iraquíes de Kuwait y de los petroleros (que se toma la mayor parte de los daños).
Los militares iraníes está en peor forma de lo que era hace 25 años, y no duraría mucho tiempo tratando de atacar a los barcos. Eso deja el Estrecho de Ormuz. Esto es realmente un gran canal profundo (unos 30 kilómetros). Normalmente, los barcos se aferran a estrechos (de unos pocos kilómetros de ancho) canales, entrando y saliendo, para evitar colisiones. Durante mucho tiempo se creyó que la principal amenaza iraní sería minas navales. Los estados árabes tienen un montón de equipos de limpieza de minas, y más numerosas fuerzas aéreas y navales que Irán. Además, hay los Estados Unidos y fuerzas de la OTAN en la zona.
Si Irán trató de cerrar el Estrecho de Ormuz, es más probable que el estrecho se mantuviera con petróleo no iraní. Con la pérdida de sus exportaciones de petróleo, Irán encontraría al resto de sus fuerzas militares siendo perseguido y destruidas día a día. No sólo se detendrían las exportaciones de petróleo de Irán, sino también lo serían las importaciones. Irán depende de las importaciones de alimentos (más de 100 000 toneladas a la semana) y de la gasolina para mantener su economía de funcionamiento.
Irán cree que tiene un arma secreta para el cierre del Estrecho de Ormuz. Se trata de cientos de misiles antibuque chinos C-802 montados en camiones, algunos de ellos camiones civiles que, esperan, podrían deslizarse entre los aviones enemigos que los sobrevuelen. Pero los iraníes tienen otros problemas con el C-802.
Hace cuatro años, Hezbollah recibió algunos C-802s y disparó dos de ellos en un buque de guerra israelí. ¿Por qué no fue destruido la corbeta israelí de 1100 toneladas por los 164 kg (360 libras) de ojiva del C-802? Esto se debe a que el misil C-802 golpeó al hangar de helicóptero en el barco israelí. A continuación, el misil sufrió un problema común: la cabeza no pudo explotar. El fuego en el barco israelí fue causado por el misiles de media tonelada estrellándose contra él, y el combustible para cohetes quemados. El otro C-802 disparado, se posó en un barco egipcio cercano, y lo hundió (la ojiva si detonó en este caso). El sistema anti-misil israelí no estaba encendido porque se encontraba interferiendo con la electrónica de aviones de guerra israelíes que operan en la zona. Esto también es un problema creciente en la guerra moderna. Hay muchos aparatos electrónicos de transmisión, que hay más casos de señales, literalmente, quedar cruzados.
Otro problema con el C-802 es que pueden alcanzar objetivos en el horizonte (una veintena de kilómetros de distancia), y para ello, es necesario un avión o un barco en el lugar para proporcionar datos de localización generales para el C-802. Esto no es un gran problema en el Estrecho de Ormuz, excepto en mal tiempo o de noche. El poder aéreo estadounidense cerraría casi todos los radares iraníes, por lo que el C-802s sería ciega mayor parte del tiempo. El resto del Golfo es demasiado amplia para el C-802 sea eficaz.
El C-802 tiene 20 pies de largo, 360 mm, 682 kg (1.500 libras). El buque de guerra israelí (como la mayoría en Occidente) realiza defensas electrónicos contra los misiles anti-buque, así como posee un cañón CIWS Phalanx. Este sistema se supone que es activado cuando es probable que tenga un misil anti-buque disparado al barco. El radar de Phalanx puede detectar misiles a unos 5.000 metros, y el cañón de 20 mm es eficaz a unos 2.000 metros. Con misiles moviéndose a unos 250 metros por segundo, se puede ver por qué el Phalanx se establece en automático. No hay mucho tiempo para la intervención humana.
El C-802 tiene que trabajar con un radar que puede realizar el seguimiento del objetivo. El C-802 aparentemente utiliza radares costeros del gobierno libanés para ello. Los israelíes destruyeron los radares después de que se golpeó el barco, y ningún otro C-802s más fueron lanzados. El C-802 tiene una tecnología de 30 años de edad (análoga al MM38 Exocet), y el control de calidad iraní en sus plantas de armas se sabe que es desigual. Así que un cierto porcentaje de esos misiles fracasarían por una razón u otra. Los iraníes se enteraría de lo efectivo, o no, los EE.UU. es en la detención de los camiones de acercarse a la costa. En resumen, los iraníes, a pesar de su bravuconería, no tienen una cosa segura cuando dicen que van a cerrar el Estrecho de Ormuz.
Strategy Page
miércoles, 5 de junio de 2013
Corbetas: SAAR S-72 (Israel)
Israel presenta el diseño de mini-corbeta de 72m
La versión militar de la mini corbeta SAAR S-72 será capaz de llevar lo último en armamento necesario para una marina de guerra moderno (imagen: Defense Update)
Astillero de Israel presenta el diseño de mini corbeta SAAR 72
Astilleros Israel está ampliando la clase de barcos de misiles SAAR, ampliando la gama de barcos de misiles a los barcos de la clase 'mini corbeta'. La nueva clase se dirige a las crecientes necesidades de Israel y otras naciones de ampliar el control y la soberanía marítima lejos de sus aguas territoriales, informaron en Defense-Update de IMDEX 2013.
La Marina de Israel está obligado a ampliar la seguridad y la responsabilidad en el área mucho más grande, mientras que hacerlo con una flota de envejecidos botes de misiles Saar 4, 4.5 y corbetas 5. Aunque sólo sea para mantener el número de barcos en servicio, la Marina de Israel requerirá varios nuevos buques en los próximos años. Muchos de estos barcos se están volviendo obsoletos - algunos de los barcos más antiguos misiles en el servicio - INS Atzmaut (Independencia) y el INS Nitzahon (Victoria) están llegando a 35 años en el servicio - una era considerado el fin de la vida útil de dichos barcos. Por lo tanto, se requerirán nuevas plataformas en un futuro próximo. A través de los años la Marina adquirió 20 barcos Saar 4/4.5, pero el servicio con problemas de liquidez no podía permitirse el lujo de comprar los buques más grandes, y por lo tanto limita la adquisición de los más grandes Saar 5 corbetas a los tres buques construidos en los EE.UU. financiado por las Ventas Militares al Extranjero (FMS) de Washington.
Saar 72 tiene 72 metros de longitud y 800 toneladas de desplazamiento (imagen: Defense Update)
El nuevo Saar S-72 presentado por Israel Astillero en el evento IMDEX reciente en Singapur se ubica entre los barcos de misiles Saar 4,5 existentes de la Marina, y las corbetas Saar 5. A través de los años Astilleros Israel han construido 33 barcos de misiles de la clase Saar 4 y 4.5, 20 fueron entregados a la Armada de Israel en los últimos años. Con el nuevo mini corbeta el astillero espera ampliar está ofreciendo para satisfacer las necesidades en evolución, de la Armada de Israel, así como de los clientes internacionales en el extranjero.
Para operaciones de guardacostas y no militares las S-72 es una nueva plataforma que mejor se adapte a la categoría de buques patrulla costa afuera (OPV). Para aplicaciones navales el mismo buque de 800 toneladas se puede acabar como un versátil 'Mini Corbeta'. Ambos son muy aplicables a la guerra asimétrica en el mar, proporcionando espacio suficiente para el mando y control, alojamiento para grupos de trabajo especiales sobre misiones militares terroristas, o el apoyo de respuesta rápida y operaciones de rescate. La gran hangar almacena un helicóptero de tamaño medio y vehículos aéreos no tripulados. La cubierta lateral de 15 metros de largo de vuelo apoya helicópteros de tamaño medio hasta la clase AW139. El buque está configurado con grúa de carga, almacenamiento y despliegue de barcos atracados de caucho / RHIB de o buques de superficie no tripulados.
El hangar almacena un helicóptero de tamaño medio y vehículos aéreos no tripulados. La cubierta de vuelo compatible con helicópteros de tamaño medio. La grúa de carga puede almacenar y desplegar RHIB o de UUV. (Imagen: Defense Update)
En la configuración militar Saar-72 ofrecerá una mejora significativa sobre el actual Saar 4.5 - en el rendimiento y capacidades de combate. Aplicado con un acabado inclinada de furtividad, escapes empotradas y mástil de radar integrado, diseñado para acoger tanto a emisores (radar, EW) y sensores pasivos (ESM), sin interferencias. El buque tiene capacidad para el radar naval avanzada multifase ligero (ALPHA) IAI Elta EL/M-2258 apto para múltiples misiones, diseñada para aguas azules y apoyo a la guerra litoral. Este radar fue seleccionado por la Marina de Israel para la adaptación de los buques, así como por sus nuevos combatientes. El buque puede transportar diferentes armas, incluyendo misiles Tipo IAI Barak 8, varios misiles antibuque y armas de ataque de superficie de precisión. La configuración naval también está equipado con un cañón naval avanzada.
Las embarcaciones tipo Saar 72 están diseñados con amplias habitaciones de 50 miembros de la tripulación, además de 20 alojamientos adicionales para los pasajeros o de tropas especiales. Está equipado para navegar en una misión de 21 días, con un rango de la misión por encima de 3.000 millas náuticas.
Fuentes del astillero israelí dijeron que pueden completar el diseño y la construcción de la nave principal S-72/Saar-72 en un plazo de 30 meses, y producir el seguimiento de los buques en ocho meses. El astillero puede construir el barco de 72 metros »con sus instalaciones actuales, sino para dar cabida a la versión de 85 metros algunas expansiones serán necesarias.
Defense Update
La versión militar de la mini corbeta SAAR S-72 será capaz de llevar lo último en armamento necesario para una marina de guerra moderno (imagen: Defense Update)
Astillero de Israel presenta el diseño de mini corbeta SAAR 72
Astilleros Israel está ampliando la clase de barcos de misiles SAAR, ampliando la gama de barcos de misiles a los barcos de la clase 'mini corbeta'. La nueva clase se dirige a las crecientes necesidades de Israel y otras naciones de ampliar el control y la soberanía marítima lejos de sus aguas territoriales, informaron en Defense-Update de IMDEX 2013.
La Marina de Israel está obligado a ampliar la seguridad y la responsabilidad en el área mucho más grande, mientras que hacerlo con una flota de envejecidos botes de misiles Saar 4, 4.5 y corbetas 5. Aunque sólo sea para mantener el número de barcos en servicio, la Marina de Israel requerirá varios nuevos buques en los próximos años. Muchos de estos barcos se están volviendo obsoletos - algunos de los barcos más antiguos misiles en el servicio - INS Atzmaut (Independencia) y el INS Nitzahon (Victoria) están llegando a 35 años en el servicio - una era considerado el fin de la vida útil de dichos barcos. Por lo tanto, se requerirán nuevas plataformas en un futuro próximo. A través de los años la Marina adquirió 20 barcos Saar 4/4.5, pero el servicio con problemas de liquidez no podía permitirse el lujo de comprar los buques más grandes, y por lo tanto limita la adquisición de los más grandes Saar 5 corbetas a los tres buques construidos en los EE.UU. financiado por las Ventas Militares al Extranjero (FMS) de Washington.
Saar 72 tiene 72 metros de longitud y 800 toneladas de desplazamiento (imagen: Defense Update)
El nuevo Saar S-72 presentado por Israel Astillero en el evento IMDEX reciente en Singapur se ubica entre los barcos de misiles Saar 4,5 existentes de la Marina, y las corbetas Saar 5. A través de los años Astilleros Israel han construido 33 barcos de misiles de la clase Saar 4 y 4.5, 20 fueron entregados a la Armada de Israel en los últimos años. Con el nuevo mini corbeta el astillero espera ampliar está ofreciendo para satisfacer las necesidades en evolución, de la Armada de Israel, así como de los clientes internacionales en el extranjero.
Para operaciones de guardacostas y no militares las S-72 es una nueva plataforma que mejor se adapte a la categoría de buques patrulla costa afuera (OPV). Para aplicaciones navales el mismo buque de 800 toneladas se puede acabar como un versátil 'Mini Corbeta'. Ambos son muy aplicables a la guerra asimétrica en el mar, proporcionando espacio suficiente para el mando y control, alojamiento para grupos de trabajo especiales sobre misiones militares terroristas, o el apoyo de respuesta rápida y operaciones de rescate. La gran hangar almacena un helicóptero de tamaño medio y vehículos aéreos no tripulados. La cubierta lateral de 15 metros de largo de vuelo apoya helicópteros de tamaño medio hasta la clase AW139. El buque está configurado con grúa de carga, almacenamiento y despliegue de barcos atracados de caucho / RHIB de o buques de superficie no tripulados.
El hangar almacena un helicóptero de tamaño medio y vehículos aéreos no tripulados. La cubierta de vuelo compatible con helicópteros de tamaño medio. La grúa de carga puede almacenar y desplegar RHIB o de UUV. (Imagen: Defense Update)
En la configuración militar Saar-72 ofrecerá una mejora significativa sobre el actual Saar 4.5 - en el rendimiento y capacidades de combate. Aplicado con un acabado inclinada de furtividad, escapes empotradas y mástil de radar integrado, diseñado para acoger tanto a emisores (radar, EW) y sensores pasivos (ESM), sin interferencias. El buque tiene capacidad para el radar naval avanzada multifase ligero (ALPHA) IAI Elta EL/M-2258 apto para múltiples misiones, diseñada para aguas azules y apoyo a la guerra litoral. Este radar fue seleccionado por la Marina de Israel para la adaptación de los buques, así como por sus nuevos combatientes. El buque puede transportar diferentes armas, incluyendo misiles Tipo IAI Barak 8, varios misiles antibuque y armas de ataque de superficie de precisión. La configuración naval también está equipado con un cañón naval avanzada.
Las embarcaciones tipo Saar 72 están diseñados con amplias habitaciones de 50 miembros de la tripulación, además de 20 alojamientos adicionales para los pasajeros o de tropas especiales. Está equipado para navegar en una misión de 21 días, con un rango de la misión por encima de 3.000 millas náuticas.
Fuentes del astillero israelí dijeron que pueden completar el diseño y la construcción de la nave principal S-72/Saar-72 en un plazo de 30 meses, y producir el seguimiento de los buques en ocho meses. El astillero puede construir el barco de 72 metros »con sus instalaciones actuales, sino para dar cabida a la versión de 85 metros algunas expansiones serán necesarias.
Defense Update
martes, 4 de junio de 2013
Malvinas: DDG clase Sheffield británicos en Malvinas (2/7)
Destructores Type 42 británicos en el Conflicto del Atlántico Sur (1982)
Parte 2/7
Viene de Parte 1
Nace el Type 42
Fig.3 – Esquema general del destructor Type 42 o clase ‘Sheffield’
A fin de mantener el destructor lo más compacto posible, su armamento debió limitarse drásticamente. Por ello, debió abstenerse de incorporar el sistema Ikara, misil antisubmarino proyectado originalmente para su instalación en el Type 82. Planes para la Royal Navy post-portaaviones inicialmente vislumbraron un casco común que pudiera ser construido tanto en versión Sea Dart como en versión Ikara. Al final resultó más fácil (y económico) reconvertir los cascos de las fragatas de la clase ‘Leander’ para acomodar el sistema Ikara y destinar el Sea Dart a los destructores clase ‘Sheffield’, naciendo así la clase como nave fundamentalmente AAW.
Las naves de la clase que participaron en acciones de combate en el Atlántico Sur fueron construidas en los astilleros Vickers Shipbuilders Ltd, Barrow-in-Furness (HMS Sheffield (D80) y HMS Cardiff (D108)); Cammell Laird & Co, Birkenhead (HMS Coventry (D118)) y Swan Hunters Ltd, Wallsend-on-Tyne (HMS Glasgow (D88)), entre 1971 y 1976. HMS Exeter, el primero de la serie (Batch) 2, fue botado en 1978, siendo aceptadas dichas unidades al servicio entre 1975 (Sheffield) y 1980 (Exeter).
La Armada Argentina (ARA) recibió simultáneamente dos buques de la misma clase (Batch 1): ARA Hércules (buque gemelo del Sheffield construido en el mismo astillero que este, botado en 1972) y ARA Santísima Trinidad (construido en Argentina en los Astilleros y Fábricas Navales del Estado – AFNE (Río Santiago) – en 1974). Virtualmente idénticos a sus pares británicos, su principal diferencia con estos últimos consistía en la instalación, a comienzos de la década de 1980, de lanzadores de misiles superficie-superficie Aérospatiale MM38 Exocet (y consolas asociadas).
Pobres características de navegabilidad (demostradas durante las primeras pruebas de mar) y condiciones de habitabilidad poco apropiadas plagaron a los primeros buques de la clase, cuestiones solucionadas parcialmente con las mejoras introducidas a las naves de la serie (Batch) 2 y luego las Batch 3, construidas a partir de 1978 (cuyas mayores dimensiones en eslora y manga y mayor rigidez de casco mejoraron notablemente sus cualidades de sea-keeping).
Planta propulsora
La potencia es provista por una planta propulsora COGOG (COmbined Gas Or Gas) compuesta por dos turbinas a gas Rolls-Royce Olympus TM3B (cada una proveyendo 50,000hp/37.3MW de potencia constante) y dos Rolls-Royce Tyne RM1C (9,900hp en velocidad de crucero @ 18 nudos) transmitiendo a dos propelas por medio de dos ejes independientes.
Sensores
Con la cancelación del requerimiento para un radar 3D de búsqueda aérea (Type 988 holandés) para los cruceros de la clase ‘Bristol’, debió encontrarse una alternativa a fin de equipar a los más ligeros Type 42. En última instancia, un radar 2D Marconi concebido en la década de 1950 – y modernizado en la década de 1960 – para defensa aérea con base en tierra, designado Type 965M (con su característica antena doble AKE(2) en forma de bedstead o “catre”) fue usado, radar que, dicho sea de paso, ya se encontraba en servicio en toda una generación anterior de buques – tales como los destructores de la clase ‘County’ y las fragatas de la clase ‘Leander’.
Fig.4 – Muy didáctica imagen del 'Sheffield' (D80), el primer buque de la clase, mostrando claramente la antena del radar de búsqueda de largo alcance Type 965M y los dos radomos que alojan los directores de tiro Type 909, además de otros sensores
El Type 965 tenía la importante virtud del largo alcance, gracias al uso de longitudes de onda de baja frecuencia más largas (1.4m aprox.). Sin embargo, adolecía de notables inconvenientes. El tamaño (manga) de la antena seguía siendo considerable. También prescindía de indicación de blancos móviles (MTI – Moving Target Indicator), que permitía distinguir un retorno de radar de un objeto (una aeronave, por ejemplo) del retorno de fondo o clutter (provisto por oleaje o una masa de tierra). MTI era relativamente poco importante en aguas abiertas, pero durante la Guerra de las Malvinas, la ausencia de dicha capacidad hizo muy difícil (y hasta imposible) para los buques británicos detectar a los aviones argentinos sobrevolando tierra antes de emerger sobre el Falkland Sound para realizar sus ataques. El Type 965 fue finalmente abandonado, no precisamente debido a sus inherentes limitaciones (pues para 1982, Marconi ofrecía una versión actualizada – Type 965P – que incorporaba MTI), sino porque, debido al desarrollo de la televisión, no podía ser usado cerca de la costa pues sus emisiones interferían con aquellas de las estaciones de TV. Su reemplazo, el Type 1022, combinó la electrónica del set de búsqueda aérea holandés Signaal (hoy Thales Nederland) LW-08 con una nueva antena desarrollada por Marconi, planeada para un radar más avanzado (que finalmente fue descartado). El Type 1022 fue instalado en los buques de la serie (Batch) 2 en adelante; los de la serie (Batch) 1 permanecieron con sus obsoletos Type 965M cuando cuatro de ellos (HMS Sheffield, HMS Glasgow, HMS Coventry y HMS Cardiff) fueron despachados al Atlántico Sur como parte de la Task Force destinada a recuperar las islas de manos argentinas (solo un destructor Type 42 Batch 2 – HMS Exeter – fue enviado).
Fig.5 – Radar de control de tiro Type 909 visto sin el domo que usualmente lo cubre
La nave posee asimismo un radar de navegación Kelvin-Hughes Type 1006, así como un radar 2D de búsqueda de superficie (y objetivos aéreos a baja cota) Marconi Type 992Q. Cuenta, además, con dos radares de control de tiro Marconi Type 909 montados en radomos ubicados sobre la superestructura de proa y popa del barco. Estos permiten iluminación de onda continua para el misil Sea Dart, así como soluciones de tiro (gun laying) para la pieza Mk8 de 114mm montada en la proa. El Type 909, además de ser una pieza pesada de equipo, demostró ser poco confiable bajo condiciones de combate.
Sonares
Los buques de la clase ‘Sheffield’ fueron equipados con el sonar de detección y clasificación de contactos sumergidos de escaneo lateral Kelvin-Hughes Type 162M, compuesto por transductores lineales a cada lado del casco. Asimismo, incorporaron un sonar de casco Graseby Type 184M para detección de contactos de superficie; montado en un domo debajo de la quilla, cubría un área de detección cercana a los 360 grados (aunque limitada, por el ruido generado por el propio buque, en un sector estrecho hacia la popa del mismo).
Suite de autoprotección, defensa y contramedidas
Para mediados de la década del ’50 ya se habían logrado avances en cuanto a la detección pasiva de ondas de radar. Los detectores de radar ofrecían dos capacidades complementarias: una era la detección de radares de búsqueda naval o de control de tiro de bombarderos aproximándose, mientras que la otra era la detección de radares de superficie, como los que usaría un submarino antes de disparar sus torpedos. La Royal Navy, por las circunstancias previamente discutidas (especialización en ASW), eligió el detector optimizado para submarinos, los cuales por lo general harían un barrido muy breve a fin de localizar su blanco, para luego apagar el radar. Para capturar esa breve y elusiva señal, el receptor tendría que estar operando constantemente en buscar de un blanco en cualquier dirección y en cualquier frecuencia (a diferencia de un radar de un bombardero que trabajaría en un rango de frecuencia estrecho y específico), no obstante sacrificando alcance. Los sistemas británicos fueron designados con la serie ‘UA’. Los avances tecnológicos permitieron, durante la segunda mitad de la década del ’70, diseñar un sistema único integrado capaz de detectar, procesar, clasificar e identificar las señales, comparándolas con una base de datos previamente cargada. El sistema se denominó Abbey Hill (UAA1) y operaba cubriendo el ancho de banda completo hasta banda-J. Fue introducido en la década de 1970 en los destructores Type 42 y las fragatas Type 21 (o clase ‘Amazon’) e incorporaba medición instantánea de frecuencias (FMI).
La suite de alerta de radar UUA1, si bien competente en su detección y clasificación de pulsos de radar enemigos, no se encontraba enlazada al sistema de contramedidas, puntualmente a los dos lanzadores de chaff (laminillas de aluminio destinadas a confundir el buscador radárico de un misil enemigo) Plessey-Vickers Corvus (cada uno de ellos con ocho tubos orientables disparadores de cohetes Plessey Broad Band Chaff (BBC) de 31’’) ubicados sobre cada banda hacia la popa del buque. Estos debían ser no solamente disparados, sino también orientados (en función del ángulo y altura de detonación de los cohetes – cuestión que debía hacerse modificando el tiempo de detonación de la espoleta de cada cohete en cubierta) y recargados manualmente, lo cual representaba tiempo valioso de reacción que se perdía entre la detección de una amenaza y el despliegue de un cúmulo de chaff alrededor del propio buque y además, limitaba la efectividad de la cobertura de chaff, pues el patrón de dispersión de las laminillas de aluminio propiamente tales, en principio, debe hacerse en función a la frecuencia en la que trabaja el radar de un misil enemigo lanzado contra el propio buque; con todo, resultaba más complejo lograr un patrón de dispersión apropiado para el tipo de amenaza con la que se está lidiando en un momento determinado…
Fig.6 – Lanzador de chaff Corvus en proceso de recarga. En la parte superior, lanzador de bengalas
Por razones que no se explican, originalmente la Royal Navy no instaló un sistema de interferencia de radar activo en sus Type 42, a pesar de que justo antes del conflicto le fue ofrecido un sistema de contramedidas electrónicas (ECM) enlazado al sistema de alerta de radar pasivo que podía ser activado automáticamente ante la detección de una amenaza. La falta de ECM así como la falta de automatización de la suite de contramedidas probaría ser una desventaja fatal durante el conflicto de 1982.
Sistema de combate integrado y comunicaciones
El sistema de combate computarizado (que integra la suite de sensores con los sistemas de armas del buque) instalado en los buques de la clase ‘Sheffield’ fue el Plessey-Marconi Action Data Automation Weapons Set – ADAWS – 4. Como con otros sistemas de su tipo, mucho dependía de las características de la computadora principal: Ferranti desarrolló la computadora del sistema de combate, pero el Almirantazgo sirvió como integrador de sistemas, por lo menos hasta las últimas versiones. Una configuración de 24 bits fue elegida (simultáneamente, la Armada de EEUU eligió computadoras de 30 bits). Como con otras aplicaciones informáticas, el tamaño global del sistema se vio reducido y la performance, incrementada. La computadora original británica original – Poseidon (analógica) – fue sucedida por la serie FM1600 (digital) y después, por la F2420 A la última se le acredita seis veces la capacidad de procesamiento de sus predecesores.
Fig.7 – CIC del destructor HMS 'Cardiff' (Type 42 Batch 1)
Tecnología y Defensa Naval
Parte 2/7
Viene de Parte 1
Nace el Type 42
Fig.3 – Esquema general del destructor Type 42 o clase ‘Sheffield’
A fin de mantener el destructor lo más compacto posible, su armamento debió limitarse drásticamente. Por ello, debió abstenerse de incorporar el sistema Ikara, misil antisubmarino proyectado originalmente para su instalación en el Type 82. Planes para la Royal Navy post-portaaviones inicialmente vislumbraron un casco común que pudiera ser construido tanto en versión Sea Dart como en versión Ikara. Al final resultó más fácil (y económico) reconvertir los cascos de las fragatas de la clase ‘Leander’ para acomodar el sistema Ikara y destinar el Sea Dart a los destructores clase ‘Sheffield’, naciendo así la clase como nave fundamentalmente AAW.
Las naves de la clase que participaron en acciones de combate en el Atlántico Sur fueron construidas en los astilleros Vickers Shipbuilders Ltd, Barrow-in-Furness (HMS Sheffield (D80) y HMS Cardiff (D108)); Cammell Laird & Co, Birkenhead (HMS Coventry (D118)) y Swan Hunters Ltd, Wallsend-on-Tyne (HMS Glasgow (D88)), entre 1971 y 1976. HMS Exeter, el primero de la serie (Batch) 2, fue botado en 1978, siendo aceptadas dichas unidades al servicio entre 1975 (Sheffield) y 1980 (Exeter).
La Armada Argentina (ARA) recibió simultáneamente dos buques de la misma clase (Batch 1): ARA Hércules (buque gemelo del Sheffield construido en el mismo astillero que este, botado en 1972) y ARA Santísima Trinidad (construido en Argentina en los Astilleros y Fábricas Navales del Estado – AFNE (Río Santiago) – en 1974). Virtualmente idénticos a sus pares británicos, su principal diferencia con estos últimos consistía en la instalación, a comienzos de la década de 1980, de lanzadores de misiles superficie-superficie Aérospatiale MM38 Exocet (y consolas asociadas).
Pobres características de navegabilidad (demostradas durante las primeras pruebas de mar) y condiciones de habitabilidad poco apropiadas plagaron a los primeros buques de la clase, cuestiones solucionadas parcialmente con las mejoras introducidas a las naves de la serie (Batch) 2 y luego las Batch 3, construidas a partir de 1978 (cuyas mayores dimensiones en eslora y manga y mayor rigidez de casco mejoraron notablemente sus cualidades de sea-keeping).
Planta propulsora
La potencia es provista por una planta propulsora COGOG (COmbined Gas Or Gas) compuesta por dos turbinas a gas Rolls-Royce Olympus TM3B (cada una proveyendo 50,000hp/37.3MW de potencia constante) y dos Rolls-Royce Tyne RM1C (9,900hp en velocidad de crucero @ 18 nudos) transmitiendo a dos propelas por medio de dos ejes independientes.
Sensores
Con la cancelación del requerimiento para un radar 3D de búsqueda aérea (Type 988 holandés) para los cruceros de la clase ‘Bristol’, debió encontrarse una alternativa a fin de equipar a los más ligeros Type 42. En última instancia, un radar 2D Marconi concebido en la década de 1950 – y modernizado en la década de 1960 – para defensa aérea con base en tierra, designado Type 965M (con su característica antena doble AKE(2) en forma de bedstead o “catre”) fue usado, radar que, dicho sea de paso, ya se encontraba en servicio en toda una generación anterior de buques – tales como los destructores de la clase ‘County’ y las fragatas de la clase ‘Leander’.
Fig.4 – Muy didáctica imagen del 'Sheffield' (D80), el primer buque de la clase, mostrando claramente la antena del radar de búsqueda de largo alcance Type 965M y los dos radomos que alojan los directores de tiro Type 909, además de otros sensores
El Type 965 tenía la importante virtud del largo alcance, gracias al uso de longitudes de onda de baja frecuencia más largas (1.4m aprox.). Sin embargo, adolecía de notables inconvenientes. El tamaño (manga) de la antena seguía siendo considerable. También prescindía de indicación de blancos móviles (MTI – Moving Target Indicator), que permitía distinguir un retorno de radar de un objeto (una aeronave, por ejemplo) del retorno de fondo o clutter (provisto por oleaje o una masa de tierra). MTI era relativamente poco importante en aguas abiertas, pero durante la Guerra de las Malvinas, la ausencia de dicha capacidad hizo muy difícil (y hasta imposible) para los buques británicos detectar a los aviones argentinos sobrevolando tierra antes de emerger sobre el Falkland Sound para realizar sus ataques. El Type 965 fue finalmente abandonado, no precisamente debido a sus inherentes limitaciones (pues para 1982, Marconi ofrecía una versión actualizada – Type 965P – que incorporaba MTI), sino porque, debido al desarrollo de la televisión, no podía ser usado cerca de la costa pues sus emisiones interferían con aquellas de las estaciones de TV. Su reemplazo, el Type 1022, combinó la electrónica del set de búsqueda aérea holandés Signaal (hoy Thales Nederland) LW-08 con una nueva antena desarrollada por Marconi, planeada para un radar más avanzado (que finalmente fue descartado). El Type 1022 fue instalado en los buques de la serie (Batch) 2 en adelante; los de la serie (Batch) 1 permanecieron con sus obsoletos Type 965M cuando cuatro de ellos (HMS Sheffield, HMS Glasgow, HMS Coventry y HMS Cardiff) fueron despachados al Atlántico Sur como parte de la Task Force destinada a recuperar las islas de manos argentinas (solo un destructor Type 42 Batch 2 – HMS Exeter – fue enviado).
Fig.5 – Radar de control de tiro Type 909 visto sin el domo que usualmente lo cubre
La nave posee asimismo un radar de navegación Kelvin-Hughes Type 1006, así como un radar 2D de búsqueda de superficie (y objetivos aéreos a baja cota) Marconi Type 992Q. Cuenta, además, con dos radares de control de tiro Marconi Type 909 montados en radomos ubicados sobre la superestructura de proa y popa del barco. Estos permiten iluminación de onda continua para el misil Sea Dart, así como soluciones de tiro (gun laying) para la pieza Mk8 de 114mm montada en la proa. El Type 909, además de ser una pieza pesada de equipo, demostró ser poco confiable bajo condiciones de combate.
Sonares
Los buques de la clase ‘Sheffield’ fueron equipados con el sonar de detección y clasificación de contactos sumergidos de escaneo lateral Kelvin-Hughes Type 162M, compuesto por transductores lineales a cada lado del casco. Asimismo, incorporaron un sonar de casco Graseby Type 184M para detección de contactos de superficie; montado en un domo debajo de la quilla, cubría un área de detección cercana a los 360 grados (aunque limitada, por el ruido generado por el propio buque, en un sector estrecho hacia la popa del mismo).
Suite de autoprotección, defensa y contramedidas
Para mediados de la década del ’50 ya se habían logrado avances en cuanto a la detección pasiva de ondas de radar. Los detectores de radar ofrecían dos capacidades complementarias: una era la detección de radares de búsqueda naval o de control de tiro de bombarderos aproximándose, mientras que la otra era la detección de radares de superficie, como los que usaría un submarino antes de disparar sus torpedos. La Royal Navy, por las circunstancias previamente discutidas (especialización en ASW), eligió el detector optimizado para submarinos, los cuales por lo general harían un barrido muy breve a fin de localizar su blanco, para luego apagar el radar. Para capturar esa breve y elusiva señal, el receptor tendría que estar operando constantemente en buscar de un blanco en cualquier dirección y en cualquier frecuencia (a diferencia de un radar de un bombardero que trabajaría en un rango de frecuencia estrecho y específico), no obstante sacrificando alcance. Los sistemas británicos fueron designados con la serie ‘UA’. Los avances tecnológicos permitieron, durante la segunda mitad de la década del ’70, diseñar un sistema único integrado capaz de detectar, procesar, clasificar e identificar las señales, comparándolas con una base de datos previamente cargada. El sistema se denominó Abbey Hill (UAA1) y operaba cubriendo el ancho de banda completo hasta banda-J. Fue introducido en la década de 1970 en los destructores Type 42 y las fragatas Type 21 (o clase ‘Amazon’) e incorporaba medición instantánea de frecuencias (FMI).
La suite de alerta de radar UUA1, si bien competente en su detección y clasificación de pulsos de radar enemigos, no se encontraba enlazada al sistema de contramedidas, puntualmente a los dos lanzadores de chaff (laminillas de aluminio destinadas a confundir el buscador radárico de un misil enemigo) Plessey-Vickers Corvus (cada uno de ellos con ocho tubos orientables disparadores de cohetes Plessey Broad Band Chaff (BBC) de 31’’) ubicados sobre cada banda hacia la popa del buque. Estos debían ser no solamente disparados, sino también orientados (en función del ángulo y altura de detonación de los cohetes – cuestión que debía hacerse modificando el tiempo de detonación de la espoleta de cada cohete en cubierta) y recargados manualmente, lo cual representaba tiempo valioso de reacción que se perdía entre la detección de una amenaza y el despliegue de un cúmulo de chaff alrededor del propio buque y además, limitaba la efectividad de la cobertura de chaff, pues el patrón de dispersión de las laminillas de aluminio propiamente tales, en principio, debe hacerse en función a la frecuencia en la que trabaja el radar de un misil enemigo lanzado contra el propio buque; con todo, resultaba más complejo lograr un patrón de dispersión apropiado para el tipo de amenaza con la que se está lidiando en un momento determinado…
Fig.6 – Lanzador de chaff Corvus en proceso de recarga. En la parte superior, lanzador de bengalas
Por razones que no se explican, originalmente la Royal Navy no instaló un sistema de interferencia de radar activo en sus Type 42, a pesar de que justo antes del conflicto le fue ofrecido un sistema de contramedidas electrónicas (ECM) enlazado al sistema de alerta de radar pasivo que podía ser activado automáticamente ante la detección de una amenaza. La falta de ECM así como la falta de automatización de la suite de contramedidas probaría ser una desventaja fatal durante el conflicto de 1982.
Sistema de combate integrado y comunicaciones
El sistema de combate computarizado (que integra la suite de sensores con los sistemas de armas del buque) instalado en los buques de la clase ‘Sheffield’ fue el Plessey-Marconi Action Data Automation Weapons Set – ADAWS – 4. Como con otros sistemas de su tipo, mucho dependía de las características de la computadora principal: Ferranti desarrolló la computadora del sistema de combate, pero el Almirantazgo sirvió como integrador de sistemas, por lo menos hasta las últimas versiones. Una configuración de 24 bits fue elegida (simultáneamente, la Armada de EEUU eligió computadoras de 30 bits). Como con otras aplicaciones informáticas, el tamaño global del sistema se vio reducido y la performance, incrementada. La computadora original británica original – Poseidon (analógica) – fue sucedida por la serie FM1600 (digital) y después, por la F2420 A la última se le acredita seis veces la capacidad de procesamiento de sus predecesores.
Fig.7 – CIC del destructor HMS 'Cardiff' (Type 42 Batch 1)
Tecnología y Defensa Naval
viernes, 31 de mayo de 2013
Malvinas: DDG clase Sheffield británicos en Malvinas (1/7)
Destructores Type 42 británicos en el Conflicto del Atlántico Sur (1982)
Parte 1/7
“En el curso del cumplimiento de sus deberes, dentro de la Zona de Exclusión Total alrededor de las Islas Falklands, HMS Sheffield, un destructor Type 42, fue atacado y alcanzado esta tarde por un misil argentino. El buque sufrió un incendio que se extendió fuera de control; se teme que haya habido bajas, pero no tenemos detalles sobre eso aún. Los familiares serán informados primero tan pronto como recibamos más detalles.”
Ian McDonald, vocero del Ministerio de Defensa (MoD) del Reino Unido
El anuncio, emitido en horas de la tarde del 4 de mayo de 1982 por la señal de la BBC, estremeció al mundo: era la primera vez, desde la Segunda Guerra Mundial, que un buque de guerra británico había sido alcanzado en combate. El estupor generalizado era comprensible: HMS Sheffield, un novísimo destructor Type 42 (comisionado en la Royal Navy – Armada Real Británica – tan solo siete años antes), diseñado específicamente para servir en su función principal como plataforma de guerra antiaérea (AAW – Anti-Air Warfare), había sido alcanzado por un misil aire-superficie AM39 Exocet; sucumbió a los daños y se fue a pique el día 10. 8 días más tarde, HMS Glasgow, buque del mismo tipo, fue impactado por bombas lanzadas por aviones argentinos. El 25 de mayo se perdería un segundo Type 42 – HMS Coventry – también a manos de la aviación de guerra argentina.
Fig.1 – HMS 'Liverpool' (D92), un destructor Type 42 Batch 3, dispara un misil Sea Dart en un ejercicio naval en 2002. La experiencia del conflicto de las Malvinas repercutió en el diseño de esta y otras unidades navales en los años posteriores a 1982
La experiencia de combate de la clase durante el conflicto de las islas Malvinas/Falklands, que enfrentó a Argentina y al Reino Unido de Gran Bretaña entre el 1 de mayo y el 14 de junio de 1982, puso a prueba los paradigmas y modelos teóricos existentes en torno a la doctrina de combate de la Royal Navy; las lecciones aprendidas – a sangre y fuego – en los gélidos mares del Atlántico Sur influirían posteriormente y de forma incuestionable en la construcción de buques de guerra y en la doctrina operacional de Armadas alrededor del mundo. La presente nota tiene como propósito realizar una reflexión, no únicamente en torno a las operaciones de combate propiamente tales como hechos aislados, sino por sobre todo, a las causas que conllevaron a la pérdida de dos modernos buques de guerra (y daños a un tercero) diseñados específicamente para lidiar con la amenaza aérea, entendiendo en tal sentido que existen antecedentes – políticos, económicos, técnicos, etc. – que gestionan la razón de ser, la forma y el propósito de un sistema de armas, lo cual repercute en su desempeño en combate.
Antecedentes: la Royal Navy a comienzos de la década de 1980
Los inicios de la década de 1980 probaron ser tiempos particularmente difíciles para las Fuerzas Armadas del Reino Unido. La crisis económica que asolaba a la nación impulsó una reexaminación del gasto de defensa, cuestión que se enfocó en la Royal Navy. El Ministro de Defensa del gobierno Conservador elegido en 1979, Sir John Nott, cuestionó la naturaleza de su existencia y de costos ante los cuales el Senior Service luchaba para responder en una manera políticamente efectiva. Era el momento más álgido de la Guerra Fría y la doctrina naval británica había sufrido importantes transformaciones, orientando el papel de una fuerza multitareas tradicionalmente flexible al de afrontar, en forma exclusiva, la amenaza proveniente del bloque soviético (la Unión Soviética y los países satélites del Pacto de Varsovia) dentro del campo de la guerra antisubmarina (ASW – Anti-Submarine Warfare), en el marco de una defensa continental europea junto a los demás países aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), desplazando a estrategias de dominio marítimo y mantenimiento de un amplio rango de capacidades – tales como buques de asalto anfibio y portaaviones – que, hasta entonces, habían constituido el distintivo de la época.
Ello, sin embargo, parecía ser consecuente con la realidad de la geopolítica mundial que afectó al Reino Unido en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, cuando, luego de la derrota del fascismo totalitario, la creación de la Organización de Naciones Unidas (ONU) impulsó la descolonización y emancipación de ingentes extensiones de territorio y el fin de imperios extracontinentales construidos por las potencias imperialistas en los siglos pasados. Gran Bretaña ya no constituía el vasto imperio de antaño; ergo, la necesidad de contar con una fuerza de tipo expedicionaria, capaz de proyectar poder naval allende ultramar en defensa de los intereses coloniales británicos, se vio fuertemente disminuida en favor de una estrategia que favoreciese la defensa del Reino Unido y del resto Europa ante la creciente amenaza proveniente de la Unión Soviética. Consecuentemente, durante la década de 1960 y la de 1970, sucesivos gobiernos británicos incurrieron en reestructuraciones y recortes que afectaron los presupuestos de defensa del país, aunque es importante notar que hasta 1979, cuando un gobierno Conservador liderado por la Primer Ministro Margaret Thatcher llega al poder, el presupuesto de defensa británico seguía siendo considerablemente más alto que el de muchas naciones europeas aliadas. Para 1979, sin embargo, una brecha cada vez más extensa se interponía entre lo que el país podía pagar en términos monetarios y lo que efectivamente necesitaba para satisfacer sus necesidades y compromisos de defensa (razón por la cual, entre otras cosas, el Reino Unido comenzó a replegar recursos destinados a la protección de sus territorios soberanos en ultramar – incluyendo las islas Malvinas o Falklands).
En ese sentido, el rol de la Royal Navy – en caso la Guerra Fría estallara en un conflicto entre las superpotencias antagónicas de la época – estaba claro: una estrategia naval construida en torno a las alianzas de la OTAN y la defensa de Europa Occidental. Ello implicaría un énfasis en la protección de convoyes transatlánticos que se consideraban vitales en la guerra proyectada con la URSS. Además de esta necesidad de proteger la cadena de suministros, vital para la estrategia de la OTAN, la Royal Navy habría de ser encargada con la misión (como lo hizo en ambas Guerras Mundiales) de salvaguardar el comercio marítimo que mantenía viva la economía del Reino Unido, tanto en tiempos de paz como de guerra. La Defence Review de 1981 (denominada ‘The United Kingdom Defence Programme: The Way Forward’) impulsada por Nott demandó un re-alineamiento filosófico de la Royal Navy y efectivamente, privó a la misma de sus capacidades de proyección naval y anfibia. Se le asignó la misión principal de fungir como disuasivo estratégico nuclear – una fuerza basada en el empleo de submarinos – y de sus submarinos y naves en el rol ASW en contra de la amenaza soviética.
Así pues, la Royal Navy se transformó en una fuerza altamente especializada y preparada para la lucha antisubmarina pero poco apropiada para algo más, ciertamente no para ejecutar las funciones de una fuerza expedicionaria, como le sería requerido en 1982.
El destructor Type 42
Génesis de la clase
Luego de la cancelación – debido a los excesivos costos – del proyecto CVA-01 y de los destructores Type 82 o clase ‘Bristol’ (de los cuales solo llegó a construirse un ejemplar, HMS Bristol) que habrían de escoltar a los nuevos portaaviones y de la reducción de la fuerza de portaaviones con catapultas capaces de alojar un ala embarcada propiamente dicha para funciones de ataque y defensa de un grupo de tareas naval, surgieron alternativas económicamente más atractivas y apropiadas para la nueva función que la Royal Navy habría de desempeñar.
La Royal Navy posterior a la era del portaaviones de catapultas aún tenía que lidiar con ataques aéreos enemigos y desempeñarse simultáneamente en guerra antisubmarina. Para 1966, cuando la fuerza de portaaviones (proyecto CVA-01) fue cancelada, helicópteros con base en portaaviones con sonares calables y armados con cargas de profundidad nucleares (a fin de lidiar con los submarinos de misiles balísticos soviéticos, que habrían de cruzar las aguas del Mar del Norte y el Círculo Polar Ártico a fin de llevar a cabo sus ataques contra blancos en Europa y los Estados Unidos) fueron considerados como alternativa para la tarea en cuestión. La Royal Navy planeaba mover los helicópteros de sus portaaviones proyectados a fin de poder liberar sus cubiertas para acomodar aviones de caza y ataque. Denominó a sus buques portahelicópteros ‘cruceros de escolta’. En las postrimerías de la decisión respecto de los portaaviones, el crucero de escolta sobrevivió porque apoyaba una misión vital de la flota. La defensa aérea de la flota entonces habría de ser encargada en gran parte a los misiles antiaéreos navales – debido a que los ahora llamados ‘portaaviones ligeros’ (reconversión de los cruceros de escolta portahelicópteros) embarcaban una cantidad mínima de novedosos aviones STOVL (Short Take-Off Vertical Landing) poco apropiada para defensa del grupo de tareas – de manera que la fuerza post-portaaviones necesitaba de buques AAW (Anti-Air Warfare).
Tanto para el Type 82 como para los porta-aeronaves de la clase ‘Invincible’ (como fue denominada la nueva generación de portaaviones de escolta ASW) se desarrolló el sistema de defensa aérea GWS30 Sea Dart. Debido a que el Sea Dart no requería de un radar tridimensional, los buques que habrían de llevarlo podían operar efectivamente sin depender de un portaaviones con un radar especial. Más aún, podían desempeñar sus funciones sin necesidad del costoso radar Type 988, proyectado para su instalación en las naves de la clase ‘Bristol’. Por tanto, se desarrolló una nueva clase de buque más pequeña que pudiese satisfacer dicho rol: el destructor Type 42 o clase ‘Sheffield’, armado con el sistema Sea Dart.
Fig.2 – HMS 'Coventry' (D118) durante sus pruebas de mar en 1974
Sigue en Parte 2
Tecnología y Defensa Naval
Parte 1/7
“En el curso del cumplimiento de sus deberes, dentro de la Zona de Exclusión Total alrededor de las Islas Falklands, HMS Sheffield, un destructor Type 42, fue atacado y alcanzado esta tarde por un misil argentino. El buque sufrió un incendio que se extendió fuera de control; se teme que haya habido bajas, pero no tenemos detalles sobre eso aún. Los familiares serán informados primero tan pronto como recibamos más detalles.”
Ian McDonald, vocero del Ministerio de Defensa (MoD) del Reino Unido
El anuncio, emitido en horas de la tarde del 4 de mayo de 1982 por la señal de la BBC, estremeció al mundo: era la primera vez, desde la Segunda Guerra Mundial, que un buque de guerra británico había sido alcanzado en combate. El estupor generalizado era comprensible: HMS Sheffield, un novísimo destructor Type 42 (comisionado en la Royal Navy – Armada Real Británica – tan solo siete años antes), diseñado específicamente para servir en su función principal como plataforma de guerra antiaérea (AAW – Anti-Air Warfare), había sido alcanzado por un misil aire-superficie AM39 Exocet; sucumbió a los daños y se fue a pique el día 10. 8 días más tarde, HMS Glasgow, buque del mismo tipo, fue impactado por bombas lanzadas por aviones argentinos. El 25 de mayo se perdería un segundo Type 42 – HMS Coventry – también a manos de la aviación de guerra argentina.
Fig.1 – HMS 'Liverpool' (D92), un destructor Type 42 Batch 3, dispara un misil Sea Dart en un ejercicio naval en 2002. La experiencia del conflicto de las Malvinas repercutió en el diseño de esta y otras unidades navales en los años posteriores a 1982
La experiencia de combate de la clase durante el conflicto de las islas Malvinas/Falklands, que enfrentó a Argentina y al Reino Unido de Gran Bretaña entre el 1 de mayo y el 14 de junio de 1982, puso a prueba los paradigmas y modelos teóricos existentes en torno a la doctrina de combate de la Royal Navy; las lecciones aprendidas – a sangre y fuego – en los gélidos mares del Atlántico Sur influirían posteriormente y de forma incuestionable en la construcción de buques de guerra y en la doctrina operacional de Armadas alrededor del mundo. La presente nota tiene como propósito realizar una reflexión, no únicamente en torno a las operaciones de combate propiamente tales como hechos aislados, sino por sobre todo, a las causas que conllevaron a la pérdida de dos modernos buques de guerra (y daños a un tercero) diseñados específicamente para lidiar con la amenaza aérea, entendiendo en tal sentido que existen antecedentes – políticos, económicos, técnicos, etc. – que gestionan la razón de ser, la forma y el propósito de un sistema de armas, lo cual repercute en su desempeño en combate.
Antecedentes: la Royal Navy a comienzos de la década de 1980
Los inicios de la década de 1980 probaron ser tiempos particularmente difíciles para las Fuerzas Armadas del Reino Unido. La crisis económica que asolaba a la nación impulsó una reexaminación del gasto de defensa, cuestión que se enfocó en la Royal Navy. El Ministro de Defensa del gobierno Conservador elegido en 1979, Sir John Nott, cuestionó la naturaleza de su existencia y de costos ante los cuales el Senior Service luchaba para responder en una manera políticamente efectiva. Era el momento más álgido de la Guerra Fría y la doctrina naval británica había sufrido importantes transformaciones, orientando el papel de una fuerza multitareas tradicionalmente flexible al de afrontar, en forma exclusiva, la amenaza proveniente del bloque soviético (la Unión Soviética y los países satélites del Pacto de Varsovia) dentro del campo de la guerra antisubmarina (ASW – Anti-Submarine Warfare), en el marco de una defensa continental europea junto a los demás países aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), desplazando a estrategias de dominio marítimo y mantenimiento de un amplio rango de capacidades – tales como buques de asalto anfibio y portaaviones – que, hasta entonces, habían constituido el distintivo de la época.
Ello, sin embargo, parecía ser consecuente con la realidad de la geopolítica mundial que afectó al Reino Unido en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, cuando, luego de la derrota del fascismo totalitario, la creación de la Organización de Naciones Unidas (ONU) impulsó la descolonización y emancipación de ingentes extensiones de territorio y el fin de imperios extracontinentales construidos por las potencias imperialistas en los siglos pasados. Gran Bretaña ya no constituía el vasto imperio de antaño; ergo, la necesidad de contar con una fuerza de tipo expedicionaria, capaz de proyectar poder naval allende ultramar en defensa de los intereses coloniales británicos, se vio fuertemente disminuida en favor de una estrategia que favoreciese la defensa del Reino Unido y del resto Europa ante la creciente amenaza proveniente de la Unión Soviética. Consecuentemente, durante la década de 1960 y la de 1970, sucesivos gobiernos británicos incurrieron en reestructuraciones y recortes que afectaron los presupuestos de defensa del país, aunque es importante notar que hasta 1979, cuando un gobierno Conservador liderado por la Primer Ministro Margaret Thatcher llega al poder, el presupuesto de defensa británico seguía siendo considerablemente más alto que el de muchas naciones europeas aliadas. Para 1979, sin embargo, una brecha cada vez más extensa se interponía entre lo que el país podía pagar en términos monetarios y lo que efectivamente necesitaba para satisfacer sus necesidades y compromisos de defensa (razón por la cual, entre otras cosas, el Reino Unido comenzó a replegar recursos destinados a la protección de sus territorios soberanos en ultramar – incluyendo las islas Malvinas o Falklands).
En ese sentido, el rol de la Royal Navy – en caso la Guerra Fría estallara en un conflicto entre las superpotencias antagónicas de la época – estaba claro: una estrategia naval construida en torno a las alianzas de la OTAN y la defensa de Europa Occidental. Ello implicaría un énfasis en la protección de convoyes transatlánticos que se consideraban vitales en la guerra proyectada con la URSS. Además de esta necesidad de proteger la cadena de suministros, vital para la estrategia de la OTAN, la Royal Navy habría de ser encargada con la misión (como lo hizo en ambas Guerras Mundiales) de salvaguardar el comercio marítimo que mantenía viva la economía del Reino Unido, tanto en tiempos de paz como de guerra. La Defence Review de 1981 (denominada ‘The United Kingdom Defence Programme: The Way Forward’) impulsada por Nott demandó un re-alineamiento filosófico de la Royal Navy y efectivamente, privó a la misma de sus capacidades de proyección naval y anfibia. Se le asignó la misión principal de fungir como disuasivo estratégico nuclear – una fuerza basada en el empleo de submarinos – y de sus submarinos y naves en el rol ASW en contra de la amenaza soviética.
Así pues, la Royal Navy se transformó en una fuerza altamente especializada y preparada para la lucha antisubmarina pero poco apropiada para algo más, ciertamente no para ejecutar las funciones de una fuerza expedicionaria, como le sería requerido en 1982.
El destructor Type 42
Génesis de la clase
Luego de la cancelación – debido a los excesivos costos – del proyecto CVA-01 y de los destructores Type 82 o clase ‘Bristol’ (de los cuales solo llegó a construirse un ejemplar, HMS Bristol) que habrían de escoltar a los nuevos portaaviones y de la reducción de la fuerza de portaaviones con catapultas capaces de alojar un ala embarcada propiamente dicha para funciones de ataque y defensa de un grupo de tareas naval, surgieron alternativas económicamente más atractivas y apropiadas para la nueva función que la Royal Navy habría de desempeñar.
La Royal Navy posterior a la era del portaaviones de catapultas aún tenía que lidiar con ataques aéreos enemigos y desempeñarse simultáneamente en guerra antisubmarina. Para 1966, cuando la fuerza de portaaviones (proyecto CVA-01) fue cancelada, helicópteros con base en portaaviones con sonares calables y armados con cargas de profundidad nucleares (a fin de lidiar con los submarinos de misiles balísticos soviéticos, que habrían de cruzar las aguas del Mar del Norte y el Círculo Polar Ártico a fin de llevar a cabo sus ataques contra blancos en Europa y los Estados Unidos) fueron considerados como alternativa para la tarea en cuestión. La Royal Navy planeaba mover los helicópteros de sus portaaviones proyectados a fin de poder liberar sus cubiertas para acomodar aviones de caza y ataque. Denominó a sus buques portahelicópteros ‘cruceros de escolta’. En las postrimerías de la decisión respecto de los portaaviones, el crucero de escolta sobrevivió porque apoyaba una misión vital de la flota. La defensa aérea de la flota entonces habría de ser encargada en gran parte a los misiles antiaéreos navales – debido a que los ahora llamados ‘portaaviones ligeros’ (reconversión de los cruceros de escolta portahelicópteros) embarcaban una cantidad mínima de novedosos aviones STOVL (Short Take-Off Vertical Landing) poco apropiada para defensa del grupo de tareas – de manera que la fuerza post-portaaviones necesitaba de buques AAW (Anti-Air Warfare).
Tanto para el Type 82 como para los porta-aeronaves de la clase ‘Invincible’ (como fue denominada la nueva generación de portaaviones de escolta ASW) se desarrolló el sistema de defensa aérea GWS30 Sea Dart. Debido a que el Sea Dart no requería de un radar tridimensional, los buques que habrían de llevarlo podían operar efectivamente sin depender de un portaaviones con un radar especial. Más aún, podían desempeñar sus funciones sin necesidad del costoso radar Type 988, proyectado para su instalación en las naves de la clase ‘Bristol’. Por tanto, se desarrolló una nueva clase de buque más pequeña que pudiese satisfacer dicho rol: el destructor Type 42 o clase ‘Sheffield’, armado con el sistema Sea Dart.
Fig.2 – HMS 'Coventry' (D118) durante sus pruebas de mar en 1974
Sigue en Parte 2
Tecnología y Defensa Naval
miércoles, 29 de mayo de 2013
Uboot: Tipo III (Alemania)
Tipo III |
Similar al tipo IA pero con espacio adicional a popa para almacenar torpedos. Podía almacenar un total de 21 torpedos o 42 minas TMA. Tenia 5 tubos lanzatorpedos (4 a proa y 1 a popa), dos cañones de 105mm/45 (uno a proa de la torre de mando y otro a popa). No se garantizó ningún tipo de contrato para este tipo.
Tipo III (modificación de 1934) |
Originalmente se le conoció como Tipo VII, también similar al Tipo IA pero con un casco 7,5 metros mas largo para dar cabida a 30 minas TMA 9 45 TMB. Si no hubiera llevado torpedos, podría haber transportado 54 minas TMA o 75 TMB.
Los compartimentos de las minas irían detrás de los tubos lanzatorpedos de proa o delante de los de popa, esto obligaría a trasladar la torre de mando (situada adelantada con respecto al centro de gravedad) a una posición un poco mas retrasada de este. Esto también conllevaría el intercambio de la sala de control con el compartimiento de baterías posterior. Tendría un efecto beneficioso para la estabilidad y permitiría la instalación de un cañón a popa de la torreta.
Otra opción consistía en la adición de dos hangares presurizados que contenían dos lanchas de 10 Tm. y 12,5m. de longitud. Esto implicaría que solo tendría 8 torpedos de reserva y 48 minas TMA. Posteriormente el proyecto fue abandonado debido a que su uso no parecía muy probable y también debido a dificultades prácticas a la hora de lanzar y recuperar las lanchas.
Especificaciones | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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miércoles, 22 de mayo de 2013
Comunicaciones navales: Saab - Integrated Communication Systems (Suecia)
Saab - Integrated Communication Systems
Saab ofrece sistemas de información y comunicación militar del estado de la técnica. Saab desarrolla, fabrica, instala y proporciona soporte de por vida a nuestro Sistema Integrado de Comunicación naval (ICS) gama, para los buques que van desde pequeñas lanchas patrulleras a las grandes fragatas, incluyendo comandantes Equipo Especial.
La terminal de usuario multi-función de TSS 2000 es una estación de abonado táctica configurable con 16 líneas de comunicación simultáneos, operación dividida oído y el acceso a los derechos individuales de cada usuario.
SOLUCIONES DE COMUNICACIÓN DESPLEGABLES
Centros de información navales y soluciones de comunicaciones de despliegue también se encuentran en operación. La línea de productos 2000 INFOCOM ICS está diseñada para satisfacer las necesidades de comunicación de operaciones a lo largo de la próxima década.
Saab es independiente de cualquier fabricante de equipos de comunicaciones y ofrece integración total de cualquier tipo de equipo - incluyendo HF, VHF, UHF o radios SATCOM, módems y dispositivos de cifrado - según la OTAN u otras normas pertinentes, teniendo en ICS muy flexibles y rentables soluciones.
SISTEMA DE COMUNICACIÓN DIGITAL ICS 2000
El ICS 2000 es un sistema de comunicación digital económico y flexible que integra equipos de voz y comunicación de datos con terminales de usuario. El ICS 2000 se basa en el interruptor de comunicación digital a prueba de fallos Saab, DCS 2000. Todas las conexiones al DCS 2000 a los cables de fibra óptica.
El ICS 2000 puede ser configurado para el funcionamiento en un solo interruptor, interruptor de arquitectura distribuida para la supervivencia, y la separación física de procesamiento de la información de color rojo y negro.
Saab ofrece sistemas de comunicación integrados para comunicaciones tácticas navales.
INTERRUPTOR COMUNICACIÓN DIGITAL DCS 2000
La DCS 2000 está especialmente diseñado para manejar la integración de los distintos tipos de comunicación. Comunicaciones externas previstas incluyen tierra, las líneas analógicas y digitales HF, VHF o UHF radio de comunicación, la comunicación por satélite, teléfono submarino, equipo de codificación, y.
La DCS 2000 también ofrece comunicaciones internas, incluidas las redes de conferencias, líneas directas (uno a uno), circuitos de pedidos (uno-a-muchos), sistemas de megafonía, alarmas y llamadas telefónicas.
Estaciones de abonado inalámbrica y TÁCTICO
Los operadores de voz de comunicación se proporcionan con la estación de abonado con conexión de cable (WSS) 2000 estaciones de abonado, con la selección de una o dos líneas de comunicación simultáneos, o la estación de suscriptor táctico (TSS) 2000, que proporciona operación de división del oído, 14 líneas simultáneas y una pantalla gráfica en una unidad configurable por software. Soluciones más flexibles y económicos también pueden ser proporcionados.
El interruptor de comunicación digital modular DCS 2000 para los requisitos de comunicaciones militares.
SISTEMA DE GESTIÓN DE LA COMUNICACIÓN
La configuración del sistema y de configuración es proporcionada por el Sistema de Gestión de la Comunicación (CMS) de software de aplicación en una plataforma MS Windows ®. Esta GUI es Windows ® estilo-guía obediente, y establece nuevos estándares para la gestión de la comunicación fácil de usar.
El complementario ACP-127 Sistema de tratamiento de mensajes (MHS) de software de aplicación proporciona una herramienta fácil de usar sistema de mensajes de gestión basado en Windows ®.
DIGITAL INTEGRADO DE SISTEMAS DE COMUNICACIÓN
Saab ha suministrado ICSs digitales con cables de fibra óptica de más de 68 buques de la marina, los sitios en tierra y unidades de despliegue en todo el mundo. Estos proyectos ICS son:
Flexibles de buques de apoyo: Saab suministra la comunicación interna, comunicación externa, gestión de la radio (incluyendo ALE), la gestión de frecuencias y los sistemas de tratamiento de mensajes (incluyendo Automatic Repeat Request o ARQ)
Naves de ataque rápido: Saab proporciona comunicación interna, comunicación externa y la gestión de la radio
Visby corbetas sigilo: Saab suministra sistemas de comunicación interna y de megafonía, así como un sistema de gestión avanzada de radio
Hamina rápido ataque embarcación: Saab ha facilitado las comunicaciones internas, incluidos los sistemas de telefonía y sistemas de megafonía
Barcos cañoneros: Saab suministra la comunicación interna, comunicación externa y la gestión de la radio
Petroleros auxiliares: Saab suministra el sistema de comunicación interna, incluida la interconexión de ambos el sistema telefónico y el sistema de megafonía
MLU clase Niels Juel: Saab ha facilitado la comunicación interna, comunicación externa, la gestión de la radio y los sistemas de tratamiento de mensajes
Despliegue de comunicaciones de misiles superficie-aire (SAM): Saab, como contratista principal, ha suministrado 10 unidades de comunicaciones SAM, incluyendo ATM conmutación de voz y comunicación de datos
Centros de información naval y de Fuerza Aérea: Saab suministran los sistemas de comunicación de voz completa con paneles táctiles de control e interfaces de infraestructura completa, que cubre las combinaciones de cables analógicos y conexiones troncales SDH, ATM o VOIP digitales
CERTIFICACIÓN ISO 9001
Saab suministra una gama ICS de alta calidad asequible que cuenta con moderna tecnología compatible con los estándares de la OTAN para las comunicaciones seguras. Nuestro sistema de garantía de calidad se califica según AQAP 110/150, así como la norma ISO 9001.
El sistema de gestión de la comunicación GUI.
Naval Technology
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