viernes, 11 de diciembre de 2020

Francia planea reemplazar su CVN Charles de Gaulle con un monstruo de 7 mil millones de euros

Francia construirá un portaaviones nuclear de 7.000 millones de euros

La Vanguardia



El presidente Emmanuel Macron (en el centro) observa la maqueta del futuro nuevo portaaviones francés que debe entrar en servicio en el 2038 (REUTERS) Reuters

Eusebio Val
 
Francia prevé construir un nuevo portaaviones de propulsión nuclear para sustituir al actual Charles de Gaulle. Lo ha anunciado este martes el presidente Emmanuel Macron durante una visita a las instalaciones del grupo Framatome -fabricantes de reactores nucleares- en Creusot, en la región de Borgoña. El buque debe estar operativo en el año 2038. Aunque no existe un presupuesto oficial, algunos medios, entre ellos el diario Le Monde, calculan que su coste puede ascender a 7.000 millones de euros.

El futuro portaaviones tendrá 300 metros de eslora y desplazará 75.000 toneladas. Irá dotado de un sistema de catapultas magnéticas, desarrollado por una empresa estadounidense, y podrá llevar hasta una treintena de cazabombarderos Rafale o equivalentes.

El anuncio de Macron ilustra la voluntad francesa de seguir apostando por la energía nuclear y, desde el punto de vista militar, de mantener una disuasión a la altura de grandes potencias como Estados Unidos, Rusia y China. En el seno de las Fuerzas Armadas se había barajado la posibilidad de que el nuevo portaaviones fuera de propulsión convencional (gasóleo), para abaratar costes, pero finalmente Macron ha optado por la nuclear por razones tecnológicas y geoestratégicas.

Macron se aferra a las centrales nucleares por motivos energéticos y ecológicos

El Charles de Gaulle fue sometido hace dos años, a la mitad de su periodo de vida útil, a una renovación y puesta a punto integral que costó 1.300 millones de euros. Se espera que pueda seguir cumpliendo su misión otros veinte años. Sus últimos despliegues han sido en el Mediterráneo oriental y en el océano Índico.

Como ya hizo la semana pasada durante una entrevista con el medio digital Brut, muy popular entre los jóvenes, Macron ha reiterado otra vez su deseo de que Francia no abandone la energía atómica. "Nuestro futuro energético y ecológico pasa por lo nuclear", ha dicho. Según el presidente, el país debe contar con fuentes diversificadas, sin renunciar a las centrales nucleares. Las francesas, en su opinión, son de las más seguras del mundo.

La disuasión nuclear francesa es una herencia del general Charles de Gaulle, que decidió crear la llamada force de frappe, en los años sesenta del siglo pasado, para mantener autonomía geopolítica y no depender del paraguas defensivo del aliado estadounidense. En la actualidad Francia cuenta con unas trescientas cabezas nucleares montadas en misiles de alcance intercontinental, con base en submarinos, en misiles de menor alcance que pueden ser disparados desde cazabombarderos Rafale. Es un arsenal modesto, comparado con el norteamericano o el ruso, aunque suficiente para que Francia mantenga su estatus de potencia global y se haga respetar. Ningún presidente desde De Gaulle ha querido renunciar al arma nuclear.


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