miércoles, 25 de diciembre de 2019

ARA: La entrega del ARA San Juan y su viaje a MdP

La entrega del ARA San Juan

De Emden a Mar del Plata




Por el CN (RS) Carlos A Zavalla

Prólogo


El propósito de este trabajo es relatar el viaje del Submarino ARA “SAN JUAN” desde Alemania tal cual lo fui escribiendo durante la navegación en un cuaderno, basado en las actividades de abordo, sentimientos y emociones vividas mas que en aspectos técnicos de la navegación que pueden encontrarse en el libro de bitácora y el informe de viaje. A modo de introducción he agregado este prólogo haciendo esfuerzos para no extenderme en las ricas experiencias, anécdotas y vivencias ocurridas durante los casi cuatro años de la construcción y pruebas del buque en los que participé.

En enero de 1982, a los pocos días de entregar el comando del Submarino ARA “SALTA”, viajé a Emden para asumir mis funciones como Comandante del segundo submarino TR 1700 en construcción en el Astillero Thyssen Nordseewerken, el SAN JUAN. El casco del primer buque, el Santa Cruz estaba listo y se estaban montando los equipos en el Halle 25, el galpón donde se completaría la construcción. La del San Juan recién comenzaba en otro galpón, tenía algunas secciones del casco resistente preparadas para comenzar a recibir su estructura interna y pude seguir paso a paso su construcción. En el galpón donde se completaba la construcción se pesaba cada elemento que entraba, absolutamente todo, incluyendo electrodos para soldar, tronillos, etc. El trabajo era muy meticuloso, controlado en lo que a calidad se refiere por el BwB contratado por la Armada bajo supervisión de la Subcomisión Naval en Emden.

Al ser el TR 1700 un prototipo, el peso del buque era un tema de la máxima importancia.

Las actividades incluían pruebas en fábrica de los distintos equipos (FAT), pruebas de puerto (HAT) de dichos equipos ya instalados y pruebas de mar (SAT) que se cumplieron desde el puerto danés de Frederikshavn. El programa de capacitación de las dotaciones comprendía cursos sobre los equipos y sistemas en las fabricas, un curso sobre el buque en puerto y un curso de mar, ambos a cargo de la experimentada dotación de pruebas del astillero.

Afines de 1984, el Santa Cruz zarpó hacia Mar del Plata. El San Juan estaría listo seis meses mas tarde, pero un problema en un motor hizo necesario su recambio, con corte del casco incluido y fue recibido por la Armada a mediados de noviembre del año siguiente. Los problemas que hubo que superar durante la construcción fueron muy complejos y a los de carácter técnico se agregaron los económicos-financieros.

La ceremonia de afirmación del pabellón se cumplió el 18 de noviembre. Habló en nombre de Thyssen su director el Dr Herbert von NITZSH, por la Armada el Jefe de la Comisión Naval en Europa, Capitan de Navío Harry Axel LEIBOVICH.



Luego ordené embarcar a la dotación mientras la banda, a mi pedido, tocaba “Alte Kameraden”, Se izó el pabellón, entonamos el himno nacional, dimos las voces de “Viva la Patria” y pronuncié mi discurso que resumía mis sentimientos y el compromiso que asumíamos. Dije entonces:









“Ya flota a los vientos la enseña celeste y blanca, insignia de justos, emblema de paz, expresando que el Submarino A.R.A. “SAN JUAN” queda consagrado al servicio de la Nación Argentina.

“Culmina así una etapa que reconoce fechas notorias como la puesta de la quilla en marzo de 1982; el bautismo y botadura al año siguiente y el reciente traspaso de la propiedad. Es la historia normal de todo buque, pero la relación de estas fechas con la vida de nuestro país y las dificultadas que han debido superarse para concretar este acto, brindan a esta ceremonia un especial motivo de satisfacción.

“El prolongado tiempo que demanda la construcción de submarinos de avanzada tecnología y su exigente programa de pruebas, nos han permitido exceder el simple marco de las relaciones técnicas con el astillero para integrarnos en la comunidad de nuestra querida ciudad de Emden. Esta comunidad que tanto nos ayudó en los momentos de angustia y dolor de nuestra patria; esta comunidad que nos acogió con cariño y nos permitió refugiarnos en sus costumbres, haciendo mas llevadera la prolongada separación de nuestros familiares y amigos; esta comunidad que abrió sin retaceos sus escuelas a nuestros hijos y los educó con esmero. Y gracias al paso del tiempo hemos comprobado como se fueron eliminando obstáculos, como desaparecía la aparente frialdad en el trato al conocer mas profundamente a este notable pueblo de la Frisia Oriental, tan trabajador, tenaz y sincero.

Y ese espíritu generoso de cada habitante, se manifestó claramente en los desinteresados consejos de nuestros amigos de la dotación de pruebas; en la hospitalaria camaradería de que gozamos en la Kaserne Karl Von Mueller y en las diversas asociaciones con que llenó sus horas libres en sano esparcimiento nuestra dotación.

El mismo espíritu con que fuimos recibidos por la Armada Alemana en nuestras visitas y navegaciones, en las que resultamos gratificados profesionalmente y de las que extraemos valiosas ideas para nuestro futuro desempeño. Como vemos, esta etapa en la vida del buque no ha sido solo de construcción y pruebas, ya que cultivamos amistades que perdurarán en el recuerdo con la esperanza de un reencuentro.

Por la tranquilidad y seguridad con que hemos gozado de vuestra amistad, y en nombre de toda la dotación, expreso mi agradecimiento.

Fuer diese freunschaft, die wir sehr zu schaetzen wissen, die uns auch sicherheit und geborgenheit hat, moechte ich mich im namen der gesamten besatzung, herzlich bedanken.

Simultáneamente con el comienzo de nuestra despedida, Se inicia una nueva etapa en la vida del buque y resulta oportuno efectuar algunas reflexiones.

NINGÚN BUQUE ES MEJOR QUE SU TRIPULACIÓN ; por eso, este submarino, fruto del ingenio y trabajo de tanta gente, nos impone a sus tripulantes la obligación de superarnos cada día en nuestra actividad y celo profesional.

DOTACIÓN: Se nos ha confiado el mas moderno buque con que cuenta nuestra Armada; de nosotros depende que este buque tenga una vida fecunda y útil para la Armada y el País.

COMPROMETO TODO NUESTRO ESFUERZO para lograrlo y pido al SEÑOR que proteja siempre al Submarino ARA “SAN JUAN” y sus tripulantes y me ayude en las decisiones.





Unos dias después del arribo recibí un telex del Director del astillero Thyssen Nordseewerken;

Al señor Comandante y dotación del Submarino ARA “SAN JUAN”

Con motivo de la exitosa finalización de una travesía extraordinaria para submarinos convencionales le hago llegar las mas cálidas felicitaciones del directorio y personal del astillero Thyssen Nordeewerken.

Su travesía record, que nos enorgullece como constructores de su nave, ha demostrado la calidad y capacidad de su dotación.

Hacemos votos por la constante superación del ARA “SAN JUAN” y por el éxito profesional y personal de sus tripulantes,

Herbert von Nitzsch – Director – Thyssen Nordseewerken

Viajé a Buenos Aires para presentar mi informe al Director General del Material Naval, Contralmirante Julio Gandolfo, autoridad de quien dependía. El almirante mostró un gran interés por el estado del buque y los detalles de la travesía. El programa de construcción de submarinos en el país enfrentaba dificultades y los alemanes estaban compitiendo en Australia para venderles el TR1700 y tropezaban con informes desfavorables sobre el buque originados por sus competidores ingleses que nos habían espiado durante las pruebas de mar. Propuse al Almirante una carta de agradecimiento al Dr. Von Nitzsch que pudiera contribuir a sus esfuerzos en Australia. Dos días mas tarde presenté el proyecto de carta al almirante, mencionando la excelente performance del submarino durante la travesía. La analizamos juntos durante unas dos horas y la envíe una vez aprobada. Lamentablemente, Australia se decidió por el proyecto sueco y no se construyeron mas submarinos del tipo TR1700. Fue un duro golpe para nuestro programa de submarinos. Unos meses mas tarde la carta en cuestión originó un expediente en el que se me hicieron acusaciones, que rebatí fácilmente y me dio la oportunidad de aclarar algunas situaciones por demás desagradables vividas durante los últimos días en Emden.

Durante el año 1986 se renovó parte de la dotación y se efectuaron las pruebas operativas del SAN JUAN con lanzamientos de torpedos y minas. También se determinó en forma práctica la fuerza del blanco que representaba el submarino a las emisiones sonar según su presentación, con el mismo método que utilicé cuando fui comandante del SALTA en 1981. Estas determinaciones permitían comparar ambos tipos de buques en su capacidad para evitar la detección sonar y mejorar las probabilidades de penetrar cortinas indetectado. Tras una breve entrada a dique para solucionar el problema del eyector de residuos, pasar el calibre a los tubos lanzatorpedos y recorrer válvulas de casco, el buque fue recibido por el Comando de Operaciones Navales una vez cumplidas satisfactoriamente las pruebas del sistema de control tiro y sistema de armas.

El 4 de febrero de 1987, entregué el Comando del buque al Capitán de Fragata Alberto V. PICO. En mi despedida expresé lo siguiente:

Hace ya seis años que fui designado Comandante de este buque. Quiso el destino que inmediatamente después tomara bajo mi mando, en 1981, otro submarino, el SALTA para cumplir allí uno de los años mas fecundos de mi carrera naval, secundado por quien hoy será mi relevo.

Luego de ese fructífero año – pleno de actividad –durante un lustro he dedicado todos mis desvelos profesionales a este buque y su dotación.

La etapa de construcción y el período de pruebas se ven hoy muy lejanos y casi hemos olvidado los frecuentes sobresaltos que nos ocasionaba la incertidumbre acerca del destino final de nuestra nave. Incertidumbre que hizo retacear la asistencia de autoridades a la ceremonia de afirmación del pabellón, pero no logró desalentarnos en ningún momento.

Durante todo ese período la dotación original dio pruebas de su temple, se sobrepuso a las dificultades y mostró una madurez digna de encomio para alcanzar un adecuado nivel de adiestramiento.

Ello nos permitió afrontar sin dificultades ni averías la primera navegación de adiestramiento en el Mar del Norte bajo duras condiciones climáticas, rodeados siempre por toda suerte de buques y sin ninguna unidad de apoyo.

La confianza en la preparación del buque y su eficiente dotación me permitió realizar la travesía al país barajando los acantilados de Dover, sin recostarnos sobre la costa francesa a pesar de la molesta compañía de unidades británicas, para llegar a este puerto superando todas las contingencias del viaje cumplido en menor tiempo que nuestro antecesor.

Los que aquí se nos unieron se integraron rápidamente y gracias a ello las actividades programadas fueron cumplidas en su totalidad, con sentido de la responsabilidad y sin estridencias.

En la ceremonia de afirmación del pabellón recordé que NINGUN BUQUE ES MEJOR QUE SU TRIPULACIÓN, lo cual nos imponía la obligación de superarnos día a día en nuestra actividad y celo profesional.

Dije también “Se nos ha confiado el mas moderno buque con que cuenta nuestra ARMADA; de nosotros depende que los sacrificios realizados para ello no sean en vano; de nosotros depende que este buque tenga una vida fecunda y útil para la ARMADA y el país” Comprometí entonces todo nuestro esfuerzo para lograrlo.

DOTACIÓN, Tengo el deber y la satisfacción de expresar que han cumplido ustedes con el compromiso asumido.

Deseo destacar la colaboración de nuestro arsenal y el permanente apoyo del astillero constructor y su ingeniero de garantía. Su cordialidad y eficiencia nos recordaron frecuentemente los gratos momentos vividos en su tierra.

He tenido la gracia de comandar dos submarinos, cada cual el mejor del mundo en su tipo en su momento; he tenido el orgullo de ser el primer comandante de este buque que lleva el nombre de mi provincia natal. Luego de 5.500 horas de inmersión como submarinista y de 23.000 millas y mas de 3.000 horas de inmersión como Comandante de submarinos, entrego hoy el comando con la tranquilidad de haber puesto todo mi empeño y experiencia para acrecentar la capacidad para el combate del buque y su tripulación.

La tristeza que me embarga solo se ve compensada por el aprecio que siento por quien hoy toma el mando.

Señor Capitán PICO, le deseo mucha suerte y pido a Dios que proteja siempre al Submarino ARA “SAN JUAN” y sus tripulantes y lo ayude a Usted en las decisiones.

Y partí hacia un nuevo desafío; asumir la jefatura del Area Estrategia de la Escuela de Guerra Naval y profesor de Operaciones de Submarinos y Guerra Antisubmarina.


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