miércoles, 13 de julio de 2016

Conflictos americanos: El incidente de Pacocha

El combate de Pacocha 




Las armadas de América ...del Sur, han escrito páginas de gloria que no son muy bien conocidas y que vale la pena recordar. Uno de esos significativos hechos tuvo como protagonista a la Armada del Perú en la segunda mitad del siglo XIX, cuando derrotó a buques de Su Majestad. 

En ese hecho estuvo involucrado el Huáscar, uno de los buques emblemáticos de su armada clasificado como "blindado de mar" con espolón, que desplaza 1.130 toneladas, de 67 metros de eslora, 11 de manga, artillado con dos cañones Armstrong de 300 libras en una torre "Coles", y otros dos, de 40 libras a las bandas y un Armstrong de 12 libras a popa para tiro en retirada. 
Sucedió que en el año 1877, el capitán de navío en situación de retiro Germán Astete (1), junto a dos oficiales de la marina de guerra peruana, de apellido Carrasco, abordaron al acorazado Huáscar cuando estaba al ancla en el Callao, redujeron a los oficiales y adhirieron a la revolución de Nicolás de Piérola, quien se había alzando en armas contra el presidente constitucional, Mariano Prado. 
El Huáscar se hizo a la mar con el objetivo de llevar a cabo acciones corsarias contra el gobierno y sus aliados, llegando a interceptar buques extranjeros. Fue así que ordenaron detener la marcha y abordaron al John Elder, paquebote de bandera británica perteneciente a la Pacific Steam Navigation Company. Los amotinados quisieron violar la correspondencia oficial que transportaba, pero terminaron por desistir ante la resistencia de su capitán. 



El gobierno organizó de inmediato una división de caza integrada por el blindado Independencia, la corbeta Unión, el monitor Atahualpa y la cañonera Pilcomayo, bajo el mando del Capitán de Fragata Juan Guillermo Moore. 
La situación era muy comprometida para el gobierno, ya que un buque de su bandera, que si bien no respondía a sus mandos legítimos, estaba realizando acciones de guerra contra buques de otras potencias. El Encargado de negocios de la embajada de Su Majestad, James Graham, exigió al presidente Prado que tomara medidas enérgicas, al tiempo que el Almirantazgo decidió poner fin a aquellas acciones que afectaban el comercio. 
El contralmirante de la Royal Navy, Algernon Frederick Rous de Horsey, que estaba destinado en Chile, viajó de urgencia a Lima para participar de la planificación de las acciones navales con el objetivo de perseguir y capturar al Huáscar. El alto jefe expresó con energía y convicción sus intenciones, enviándole al capitán Astete un mensaje en los siguientes términos: 


"Si se repite, señor, un acto similar al cometido contra los vapores John Elder y Santa Rosa, me veré forzado a tomar posesión del barco por la fuerza y retornarlo a las autoridades legales. Acciones de esa naturaleza serán consideradas una causa justa para su captura por parte de las fuerzas navales de su Majestad Real". 

Pero el comandante sublevado no se amilanó ante la amenaza, y le respondió con una carta donde le decía: 


"Las fuerzas bajo mi mando son conscientes de los derechos y obligaciones que la práctica y el código de las naciones establecen en nuestras costas. Están muy lejos de haber violado dichas leyes y la información con respecto a los incidentes ocurridos con el John Elder y el Santa Rosa no es totalmente cierta. En todo caso, apoyado en mi derecho, pero por sobre todo, encima de cualquier interés personal el de la soberanía y la dignidad de la República, rechazo con calma pero firme resolución, no sólo en mi nombre y el de mi tripulación, pero en el nombre del Perú, la amenaza incluida en su carta. Declaro, señor almirante que -Dios no lo permita- si llega el caso que una agresión sea cometida por su comando, cumpliré con mi deber". 

Las cartas estaban echadas y nada haría retroceder a dos hombres de carácter que sabían qué es lo que se juega en el mar y en la guerra. 
La división enviada por el gobierno logró tenderle un cerco al Huáscar, pero éste se opuso a tal designio con una salva de sus cañones, perforando la coraza de Independencia, matándole a dos tripulantes y logrando escabullirse hacia mar abierto. 
Sin embargo, un buque sin puerto es como un alma errante, así que el Huáscar no podía tomar amarras para reaprovisionarse, por lo que no le quedó otra alternativa a los sublevados que buscar el carbón y alimentos haciendo presas. Otros dos mercantes británicos cayeron en sus garras, lo que colmó la paciencia británica y les dió la perfecta excusa para pasar a la acción. 
Fue así que en proximidad de la Bahía de Pacocha, sobre las costas peruanas, la fragata protegida HMS Shah y la corbeta HMS Amethyst lograron alcanzar al Huáscar. La Shah era la capitana y a bordo estaba el contraalmirante Rous de Horsey. Era un buque rápido para la época (16 nudos), desplazaba 6.250 toneladas y su artillería, de diferentes calibres, sumaba 16 bocas de fuego, todas ellas de avancarga, además de torpedos Whitehead. Estaba al mando del capitán Frederick George Denham Bedford. La HMS Amethyst, de 1970 toneladas, contaba con 14 piezas de 64 libras, así como torpedos Spar. 
Conforme a las leyes de la guerra, el almirante envió una lancha al mando de un teniente, exigiendo la inmediata rendición del Huáscar y, a viva voz, le dijo a un oficial que lo observaba desde la borda: 

"Dígale al comandante del Huáscar que he venido a tomar posesión del barco en nombre de la Reina Victoria. Si su bandera no es arriada, me veré forzado a capturarlo por la fuerza", para despues prometer respetar las vidas de los tripulantes y entregarlos en un punto neutral "que podrá ser decidido por su comandante". 


El almirante británico estaba actuando más en base a una tradición y poderío de la Royal Navy esparcido por otras partes del mundo, que en base a las fuerzas que tenía en ese momento, ya que si bien superaba ampliamente en bocas de fuego a los peruanos, sus buques eran cascos reforzados, no auténticos blindados. 



Nicolás de Piérola se puso las botas, el sable en su cintura y tras decirle a los británicos que se estaban metiendo en los asuntos internos de un país soberano, les informó que la bandera del Huáscar solo sería arriada cuando nadie pudiera sostenerla a bordo. 
"Hombres del Huáscar: Todos a sus puestos. Ahora la revolución de Piérola ha concluido. Ahora somos sólo peruanos ante quienes el destino ha encargado la defensa de nuestra bandera y la de toda América. ¡Viva el Perú!". 
Esa misma tarde, a eso de las tres, el almirante británico puso sus buques en línea de fondo a poco menos de 2.000 yardas y ordenó a las baterías que dispararan una primera andanada. Los proyectiles rebotaban en el blindaje de cinco pulgadas del Huascar, levantando chispas, torciendo algunas chapas, cortando drizas pero si causar ninguna avería, apenas quebrando el asta de popa lo que le hizo creer, por un instante, que el pabellón había sido arriado. 
Por su parte, el Huáscar realizó durante dos horas las maniobras evasivas -a pesar de su menor velocidad, de solo 11 nudos- con sus fuegos, llegando incluso a arremeter con la idea de clavarles el espolón para mandar a pique a sus contrincantes. Los británicos decidieron jugarse la carta que les quedaba y era emplear una nueva arma, con la que se tenía poca experiencia pero que se creía letal para un casco a flote: el torpedo. Así que se lanzó una de aquellas máquinas infernales de hélices contrarrotantes, un Whitehead de la clase Fiume, calibre 350 mm, cuyo motor de tres cilindros le permitía filar 18 nudos en corrida recta y cuya carga explosiva de 12 kg podía ser proyectada hasta una distancia de 600 metros. 
Si bien erró el blanco gracias a la maniobra evasiva del Huáscar, que podía virar 180 grados en apenas dos minutos, consignan las crónicas que fue la primera vez en la historia naval que un torpedo motorizado fue usado en combate. Igualmente, fue tambièn la última vez que buques británicos con casco de madera y cañones de avancarga presentaban batalla. 
Otra anécdota curiosa, que probablemente sea una leyenda, es que "los artilleros del HMS Shah solicitaron la orden por escrito, "pues los peruanos habían demostrado ser unos oponentes galantes y no merecían una suerte tan terrible". 
Del lado de los peruanos la puntería no era mejor, ya que no acertaban una sola andanada de sus piezas de mayor calibre que, de golpear en los cascos ingleses, podrían hacerlos zozobrar en pocos minutos, así que se hizo la noche sin que nadie recibiera el castigo que prometían las armas, excepto un muerto de lado de los peruanos y algunos heridos los británicos. 
Se habían disparados en total del lado inglés 427 tiros, de los cuales medio centenar dió en el Huascar pero gracias a su poderoso blindaje no le causaron daños. 
Al caer la noche y con ello tornarse imposible seguir batallando, cesó la persecución, el Huascar se alejó de la zona y transcurridas 48 horas los revolucionarios se entregaron a las fuerzas consitucionales al comprender que era inútil seguir peleando por una causa que, valga la metáfora, hacía agua por todos lados ya que no habían logrado el apoyo que esperaban. 
Lo cierto es que los buques de Su Majestad habían violado la soberanía del Perú al hacer uso de sus armas dentro de sus aguas territoriales, y nada menos contra un blanco que suponía reprimir una cuestión interna ya que el buque era tripulado por amotinados. 
Los ingleses, aunque se retiraron de las aguas peruanas con el rabo entre las patas y los comandantes en operaciones fueron severamente criticados por su acción, que terminó de hecho en una derrota humillante, el contralmirante Algernon Frederick Rous de Horsey dijo en su informe que "El blindado peruano ejecutó una hermosa acción naval". 



1877 - Combate entre los británicos SHAH y AMETHYST, y el encorazado peruano con torre HUASCAR (a la derecha).


Becquer 

(1) El capitán Astete murió en la batalla de Huamachuco, en 1883, durante 
la Guerra del Pacífico. 
(2) Una más completa historia y profundamente documentada sobre la batalla de Pacocha, escrita por Juan del Campo, puede consultarse aquí

martes, 12 de julio de 2016

Biografías: Tte.Cnel. de Marina Luis Piedrabuena (Argentina)

Tte. Cnel. de Marina Luis Piedrabuena 

Nacimiento 24 de agosto de 1833 
Carmen de Patagones, Argentina 
Fallecimiento 10 de agosto de 1883 
Buenos Aires, Argentina 
Nacionalidad argentina 
Ocupación marino 
Cónyuge Julia Dufour 
Hijos Luis, Ana, María, Celestina, Julia, Elvira. 

 

Luis Piedrabuena (Carmen de Patagones, 24 de agosto de 1833 - Buenos Aires, 10 de agosto de 1883) fue un militar argentino que llegó al grado de Comandante de la Marina. 

Desde su infancia, junto al puerto y al río Negro, el mar tiene fuerte impronta sobre su carácter. Siendo niño es grumete del capitán de la marina mercante Lemón, y consigue permiso de sus padres para llevarlo en largas zarpadas. 

Historial Naval 

En 1848, con goleta propia, Piedrabuena toca las islas Malvinas para cargar víveres y luego continuar hacia el Cabo de Hornos, llegando al continente antártico cazando ballenas, y regresa luego a su ciudad natal Carmen de Patagones. 
En 1849, Piedrabuena zarpa del puerto de Montevideo a Tierra del Fuego, como oficial, para aprovisionar a los misioneros ingleses. Héroe, rescata en la Isla de los Estados, mar afuera, a catorce náufragos. Esa característica de solidaridad y arrojo lo marcó al marino que fue Piedrabuena. 
En 1850 primer oficial de la goleta "Zerabia". Lleva lanares y vacunos a las Islas Malvinas. Vuelve a llegar a la Antártida. Navega los canales fueguinos, conoce a los pueblos ahonikén (hoy más conocidos como "tehuelches" o "patagones") de la Patagonia, tratando de inculcarles el sentido de la Patria. 
En 1854, Piedrabuena otra vez auxilia a 24 náufragos de un temporal 
En 1855, al mando de la goleta "Manuelita", armada por Smiley, rescata de la muerte en Punta Ninfas a la tripulación de la barca ballenera de EE.UU. "Dolphin" 
En 1859 remonta el río Santa Cruz, llega a una isla a la que denomina "Pavón", la cual le es cedida por el gobierno y en ella instala una factoría y habilita un puesto de apoyo en Puerto Cook (Isla de los Estados), frente a Tierra del Fuego. 
En 1860, cuenta con su propio buque, la goleta "Nancy", que procede a armar para defender el territorio y las costas del sur patagónico, en tanto continúa salvando vidas. 
En 1862, arma en la Isla de los Estados, un pequeño refugio -San Juan de Salvamento- al cuidado de los hombres de su tripulación y alza en él la bandera nacional. 
En 1863, arriba a la Bahía de San Gregorio -en el Estrecho de Magallanes-, y hace amistad con el cacique Biguá transportándolo a Buenos Aires, consiguiendo de las autoridades nacionales designarlo a Biguá Cacique de San Gregorio. Piedrabuena obsequia a Biguá el pabellón de su barco, que ha dejado de llamarse "Nancy" para nombrarlo con el heroico marino criollo: "Espora". Escribe sobre un peñasco del Cabo de Hornos: "Aquí termina el dominio de la República Argentina" (señalando el extremo sur reclamado por Argentina en el Continente de América). 
El 2 de diciembre de 1864, el Gobierno Nacional por defender la soberanía argentina en la Patagonia, le entrega los despachos de "Capitán honorario sin sueldo". Transcurren los años y Piedrabuena sigue su labor de socorrer náufragos dejando a veces abandonados sus intereses comerciales y a la vez inculca a los indios que ellos son hijos de la República Argentina cuya soberanía deben defender. Numerosas navegaciones realiza por las costas de la Patagonia, Malvinas y Tierra del Fuego. 
En 1868, el gobierno le otorga las primeras concesiones de tierra en el Sur, entregando a Piedrabuena las isla Pavón y la isla de los Estados. El 2 de agosto de 1868 contrae enlace con Julia Dufour quien fue su compañera y con la cual tuvo cinco hijos: Luis, Ana, María, Celestina, Julia, Elvira. Una vida llena de sufrimientos hizo que esta valiente mujer falleciera el 6 de agosto de 1878, ella había sido el sostén del caballero de mar que lo ayudó y compartió con el sus ideales, representa a las pioneras argentinas, fue la primera mujer blanca que piso suelo en Santa Cruz. 

 
Capitan Luis Piedrabuena. 
En marzo de 1873, viaja con la goleta "Espora" a la isla de los Estados y allí lo sorprende un terrible temporal que abate la nave contra las rocas, produciéndose la pérdida de la misma. Con los restos de esta nave y luego de una ardua tarea construye el pequeño cúter "Luisito", navegando hacia Punta Arenas. Desde este punto volvieron a la isla de los Estados salvando en esa oportunidad a los náufragos del buque "Eagle" y del "Dr. Hanson". Alemania premió el acto de arrojo y envió a Piedrabuena un magnífico anteojo en un estuche cuya plaqueta rezaba: "Nosotros, Guillermo, por la Gracia de Dios Emperador de Alemania y Rey de Prusia: Consideramos esta caja como recuerdo de gratitud al capitán D. Luis Piedrabuena, del buque argentino "Luisito", por los servicios prestados en el salvamento de la tripulación del Dr. Hanson naufragado en octubre de 1874". 
El 17 de abril de 1878: el gobierno le da los despachos de sargento mayor con grado de teniente coronel. 
En 1882, interviene con la "Cabo de Hornos" en la expedición científica a la Patagonia meridional, del marino italiano Giacomo Bove. El viaje tuvo una duración de ocho meses y reconoció como centro principal de observación la isla de los Estados, que el gobierno había otorgado a Piedrabuena. 
El 8 de noviembre de 1882, el presidente de la Nación Roca, le da el grado efectivo de teniente coronel de la Marina de Guerra. 
El 10 de agosto de 1883 a las 20:45, moría en la Ciudad de Buenos Aires (designada desde 1880 como Capital Federal de la Argentina), rodeado de sus tres hijos, hasta sus últimos días luchó por la soberanía de los mares del Sur, por defender ese territorio que hasta ese entonces no era valorado. Lo sorprende la muerte, aprestándose a efectuar una nueva navegación a la región 
La Isla de los Estados, la Antártida, Río Santa Cruz, Tierra del Fuego, Angosturas del Magallanes, Punta Arenas, Cabo de Hornos, son jalones todos de sus proezas náuticas. 
A este embajador «sui generis» se le daban sólo instrucciones verbales, "pagándole" con honores y concesiones que nada cuestan. Su nombre figura sólo en cuatro decretos oficiales. 
Escribió varias memorias que presentó al Gobierno Nacional y estableció relaciones amistosas con las tribus de la Patagonia, a las cuales trato de inculcar por diversos medios el sentimiento de la nacionalidad. En muchas correrías por los mares del Sud, salvó a centenares de náufragos por lo cual fue objeto de menciones honoríficas y condecoraciones por parte del Gobierno Europeo. El Gobierno de su país premió tan meritorio servicios confiándole el grado de Capitán Honorario y posteriormente el de Teniente Coronel de la Armada poniendo bajo sus órdenes la Corbeta “Cabo de Hornos”. 

Wikipedia

lunes, 11 de julio de 2016

Trimarán para la lucha contra el crimen

Trimarán aerodinámico de lucha contra delitos contra la vida

Una campaña de crowdfunding para diseñar un nuevo barco para misiones de conservación del medio ambiente y ha cumplido su objetivo y algo más.
Seeker


Earthrace
Un nuevo motor que funciona con combustible sostenible será en alta mar en muy poco tiempo, la lucha contra la delincuencia la vida silvestre.

El Earthrace-2, que será capitaneado por eco-guerrero Pete Bethune de Nueva Zelanda, es el objetivo de un proyecto de crowdfunding Kickstarter que, con 60 horas para ir, ya ha superado su objetivo de financiación de $ 50.000.

El buque va a apoyar una tripulación de 26 durante casi un mes en el mar.



Bethune está comprometido con la lucha contra los delitos de vida silvestre, tales como la caza furtiva, la pesca ilegal, el tráfico y la destrucción del hábitat. Él tiene un equipo de personas con entrenamiento militar que han sido fundamentales en el cierre de las operaciones ilegales se centraron en el aleteo de tiburones, la caza, la extracción de oro, la tala, tráfico de vida silvestre y mucho más.

Ellos han documentado algunas de sus bustos en el programa de televisión, "The Operatives", que ha corrido dos temporadas con 18 episodios. Ver video más abajo.




"Hemos trabajado en varios países ahora contra la pesca ilegal por parte de barcos extranjeros, pero el trabajo real en aguas abiertas ha sido limitada debido a que nos faltaba nuestro propio barco de largo alcance", dijo Bethune Gizmag. "Este nuevo buque será utilizado en las patrullas de agua azul, sobre todo ayudar a las unidades locales para atrapar los cazadores furtivos."

En los últimos años, Bethune fue capitán del primer barco Earthrace, que estableció un récord de la vuelta al mundo utilizando únicamente los combustibles renovables. Pero ese barco, cambiado de nombre Andy Gil en 2009, fue destruido en 2010 después de que chocó con un barco ballenero japonés.



Gracias a los fondos de pedal de arranque, Bethune ahora tiene el dinero para encargar diseño de LOMOcean la elaboración de planes para el nuevo buque.

especificaciones generales para la tri-casco wavepiercer han sido detalladas. El barco será de 195 pies de largo, tienen un alcance de 10.000 millas náuticas navegando a una velocidad de 12 nudos, pero tienen una velocidad máxima de 20 a 25 nudos cuando en la persecución. Y al igual que el barco anterior, el Andy Gil, Earthrace-2 se ejecutará en combustible renovable y el deporte un sistema de cometas Skysail de potencia auxiliar.

A pesar de que el tiempo se agota rápidamente, las personas interesadas en donar pueden contribuir con tan poco $ 8. Por eso, usted consigue su nombre en el barco. donaciones más grandes hacen que sea posible abordar el Earthrace-2 cuando su en el puerto e incluso navegar con los miembros de la tripulación.

domingo, 10 de julio de 2016

SGM: Las bases protegidas de U-boots en la Francia Ocupada (1/2)

30 imágenes de las increíbles plumas de los U-Boat - Algunas imágenes no se han visto antes

War History Online
Parte 1


Lorient, U-Boot U-67

Una de las primeras formas de protección para los submarinos eran algunos refugios caras abiertas con bases de madera parciales que se construyeron durante la primera guerra mundial. Estas estructuras fueron construidas en el momento en que las bombas eran lo suficientemente ligero para ser bajado a mano de la cabina del piloto. Por la década de 1940, la calidad de las armas aéreas y los medios para entregar los habían mejorado notablemente.

A mediados de la década de 1930 vieron la Oficina de Construcción Naval en Berlín da el problema seria reflexión. Varias facciones de la marina estaban convencidos se requiere protección para el arma de submarinos en expansión. Un bombardeo de la RAF en la capital en 1940, más la ocupación de Francia y de Gran Bretaña negativa a la entrega fue suficiente para desencadenar un programa masivo de construcción de corrales submarinos y los refugios antiaéreos.

En el otoño de 1940, la construcción del búnker "Elbe II" en Hamburgo y "Mar del Norte III" en la isla de Helgoland estaba en marcha. Otros siguieron con rapidez.

Saint Nazaire. Brest,

Brest.

Frankreich, U-Boot en T-Bootbunker

Dentro de un búnker, Francia. Ubicación desconocida

St. Nazaire. Lorient, U-Bootbunker im Bau

Lorient, bajo construction.

Lorient, U-Boot U-67


T-67 entrar en Lorient BunkerFrankreich, U-Boot-Bunker

lugar no identificado en Francia.



Construcción en Bremen.

Plumas de U-Boat en Buchiems 

sábado, 9 de julio de 2016

Guerra contra Brasil: Dos eventos navales memorables

Dos Testimonios del Valor Criollo Durante la Guerra contra el Imperio 

Buceando un poco en la Historia, relataremos hoy dos incursiones de las tantas que fueron llevadas a cabo por las fuerzas al mando del almirante Guillermo Brown, ejemplo de lo difícil que podían resultar los golpes de mano y las incursiones destinadas a desgastar a un enemigo muy superior en número, y en recursos materiales. 

 
Guillermo Brown 

El 10 de diciembre de 1825 el Imperio del Brasil declaraba la guerra a las Provincias Unidas del Río de la Plata, como consecuencia de haber aceptado éstas la declaración de integración, como un territorio más de la Banda Oriental, decisión adoptada por la Asamblea de La Florida en su sesión del 25 de agosto, bajo la presidencia del diputado Juan Fco. De la Robla. La Asamblea nombró a su vez a Juan Antonio Lavalleja Gobernador y Capitán General, y declaró que la Provincia Oriental del Río de la Plata quedaba "...unida á las demás de este nombre en el territorio de Sud America, por ser libre y espontánea voluntad de los pueblos que la componen,..." 

1. Por su parte, el Congreso argentino dictaba el 25 de octubre la ley que aceptaba dicha reincorporación, disponiendo que el Poder Ejecutivo nacional proveyera a su defensa y seguridad, y "...el 4 de noviembre el ministro de relaciones exteriores se dirigía a la cancillería imperial notificándole lo resuelto y la decisión de nuestro gobierno de llenar tan sagrado compromiso por cuantos medios tuviera a su alcance y que si era necesario emplearía la violencia para apresurar la completa liberación del territorio oriental del dominio de las armas imperiales" 

2. Como consecuencia de lo expuesto, el emperador del Brasil Pedro II declaraba la guerra a las Provincias Unidas, y apenas 12 días después el vicealmirante Rodrigo José Ferreira de Lobo inauguraba el bloqueo a la ciudad de Buenos Aires, dando a los buques neutrales un plazo de 14 días para abandonar el fondeadero. Es en éste contexto que se emprendió la tarea de organizar un ejército, en base al de Observación que se encontraba concentrado en la frontera con la Banda Oriental, y al mismo tiempo una escuadra que fuese capaz de dar pelea a la poderosa flota brasileña. 

La Escuadra Nacional 
Si bien se gestionó la compra de 3 buques en Chile, solo llegó al país para cumplir servicios útiles la corbeta "Chacabuco", la que se agregó a la Escuadra cuyo comando se dio al almirante D. Guillermo Brown. 

Cabe acotar que la Comandancia General de Marina era desempeñada por el coronel mayor D. José Matías Zapiola, quien contaba con D. Benito Goyena como Comisario de Marina, siendo estos dos hombres los responsables de haber puesto en pie de guerra esa escuadra mínima pero respetable, ordenando la construcción de 11 lanchas cañoneras y la reparación de las tres únicas embarcaciones que poseía la marina. "Finalmente, la escuadra quedó compuesta por la fragata "25 de Mayo", corbeta "Chacabuco", barca "Congreso Nacional", los bergantines "Independencia" y "República Argentina", sumaca "Uruguay", goletas "Guanaco", "La Pepa", "Río de la Plata" (o "Río"), "Sarandi", "Unión" y "Maldonado" (ex "Leal Paulistana") cañoneras 1 a 13 inclusive y lanchones de guerra Nº1 al Nº8" 3. En apariencia esta modesta fuerza poco podía hacer contra la poderosa escuadra brasileña, que sí podía poner en el Río de la Plata una masa de 50 buques varios de los cuales eran "de la línea". 4 La única ventaja que poseían las Provincias Unidas era la poca profundidad del río, sus engañosos y traicioneros bancos y la falta de fondeaderos abrigados. Esto hacía difícil la utilización por parte de los brasileños de sus mejores unidades, en beneficio de los republicanos. 

La Acción 
Luego del combate de Punta Colares (enero de 1826) que dejó como principal resultado un sumario solicitado por el almirante Brown a varios jefes en razón de la negación a entrar en combate de éstos y dejándolo sólo frente al enemigo, inició éste su campaña contra la Colonia del Sacramento. Se hizo presente frente a la misma el 26 de febrero con la "25 de Mayo" como buque insignia, acompañada del "Grl. Belgrano", el "Grl. Balcarce" y la "Sarandi". Luego de intimar la rendición, recibió por respuesta del comandante enemigo la siguiente: "El Brigadier de los ejércitos Nacionales e Imperiales y Gobernador de esta plaza, responde en su nombre y en el de toda la guarnición que tiene la honra de mandar a la intimación del señor General en Jefe de la Escuadra de la República Argentina, que la suerte de las armas es la que decide la suerte de las plazas. Saluda al señor General en jefe con toda consideración. Manuel Jorje Rodrigues". 5 

 
Combate de Punta Colares 

Comenzó entonces un violento combate en el que vararon la "Sarandi" y el "Belgrano", habiendo sido muertos el comandante del "Balcarce", sargento mayor de marina Bartolomé Cerretti. Luego de obtener a una nueva intimación de rendición una respuesta similar a la del día 26, Brown planeó entonces una acción típica de la época, un golpe de mano nocturno para el 1 de marzo. 6 

 
Ubicación de los buques 

Habiéndose percatado la Comandancia de Marina del combate que se llevaba a cabo, despachó la goleta hospital "Pepa", junto a las cañoneras Nos. 1, 4, 6, 7, 8 y 12, bajo el comando respectivo de Julio Fonrouge, Carlos Robinson, Jaime Kearnie, Juan Francisco Seguí, José Monti y Antonio Richiteli. El refuerzo de dichas cañoneras le permitió al almirante esbozar un audaz plan, que consistía en incendiar o capturar los buques enemigos fondeados al abrigo de la Colonia, especialmente el bergantín "Real Pedro". Dice al respecto Carranza: "En seguida se dividió esa gente, en la que estaban representados todos los barcos de la insignia, en trozos de abordaje, señalándole distintivo y santo, mientras que a los oficiales se les explicaba individualmente el plan de ataque, según el cual debían gobernar dos de aquéllas, sobre cada barco brasileño, con el propósito de sacarlo a flote o quemarlo, caso de ofrecer dificultades, distribuyéndose al efecto fajinas incendiarias, y camisas y frascos de fuego. Fijada la noche de ese último día para llevar el asalto, luego que llegó el instante decisivo, mandó distribuir el general una ración de grog a los atacantes, y con palabras de aliento les recomendó disciplina y humanidad." 7 

 Desplazamiento de las flotas 


Además de las defensa de la propia fortaleza, al amparo de aquella se encontraban fondeadas el mismo bergantín "Real Pedro", de 16 cañones; un patacho y dos escunas. Habiendo envuelto los toletes de los remos en trapos para no ser oídos, se pusieron en marcha las 6 cañoneras argentinas desde las cercanías de la "25 de Mayo", divididas en dos grupos mandados por Rosales (embarcado en la Nº 1) y Espora (en la Nº 12) los de babor y estribor respectivamente, estando al mando de toda la fuerza éste último. Eran las diez y media de la noche. A eso de las 12, se inició el fuego desde la fortaleza, alertando a su vez a toda la escuadra enemiga. Con muy mala suerte, el viento hizo derivar a 4 de las lanchas sobre las murallas, donde recibían el fuego de las baterías y la metralla del "Tambor" y el "Carmen", fondeados a poca distancia, más la fusilería del 11 de Cazadores. 

Notables muestras de coraje pueden relatarse sobre aquella noche: "El intrépido teniente Robinson, de la núm. 4, de los héroes de 1814 en el Hércules, (sic) envuelto en ese círculo de fuego y de humo, sirve como sus demás compañeros de infortunio, de blanco seguro a la artillería enemiga, que se les enfila con raro acierto. Pero él, fiero y enérgico como la fatalidad, agitando su espada, sin gorra, con el cabello desaliñado y el uniforme salpicado en sangre, con una mano aplicaba la mecha al cañón vengador, en tanto que con la otra atendía a la salvación de la nave confiada a su coraje, cuando un casco de metralla le destroza la pierna! Cae su cuerpo, mas no se entibia su denuedo; y con el gesto, con la acción y la palabra sigue animando a los suyos hasta que una segunda bala corta aquella existencia llamada a brillante destino!" 8 Para esta altura, las cañoneras se encontraban cubiertas de muertos y heridos. Imagine el lector el estar parado soportando una lluvia de balas; a merced de un enemigo superior, viendo caer terriblemente heridos a los propios compañeros, y esperando la esquirla o el proyectil que lo mutilará de por vida, o imaginando las terribles heridas producidas por las astillas de madera producto de los impactos del cañón... o de la metralla disparada a quemarropa. 

Mientras sucedía esto, el "Real Pedro" comenzaba a arder como una pira porque no habiendo podido tomarlo los incursores, estos, luego de vencer un intento de resistencia de sus ocupantes que se convirtió, instantes después, en una declarada fuga "...trataron, aunque infructuosamente, de librarlo de sus amarras y hacerlo flotar. Del Real Pedro sólo flotaba su popa y varias cadenas mantenían amarrado el barco con el muelle y por ambas bandas." 9 Siendo imposible apresarlo, se deciden por prenderle fuego y, luego se dirigieron en apoyo de los que se encontraban varados, a prácticamente un tiro de pistola del muelle. Tan sólo la cañonera Nº 8 pudo ser recuperada, luego de pasársele remolque y haber realizado esta maniobra bajo el intenso cañoneo enemigo. La retirada fue emprendida, quedando bajo las murallas las Nos. 4, 6 y 7, y "Una pila de CUARENTA Y DOS (sic) cadáveres informes, (...) .todos horriblemente desfigurados por los tarros de metralla o la palanqueta, (...) flotan confundidos con la resaca en torno de aquellos despojos sublimes, mientras que doblada cantidad de heridos, mutilados de la manera más cruel, ateridos por el relente de la noche o devorados por la fiebre, angustiaban el alma con sus lamentos." 10 En cuanto a las cifras de las bajas, "La jornada había costado a las dotaciones de la escuadra más de 125 muertos y heridos, además de alrededor de 80 prisioneros que lograron ganar a nado la costa. Los brasileños perdieron, asimismo, según noticias de origen argentino, cerca de 130 hombres, lo que indica que el ataque, aunque desfavorable en sus resultados, había sido encarnizado y sangriento. Entre los oficiales muertos estaban: Robinson, comandante de la cañonera número 4 y los segundos Curry y Cavaría de la 4 y 6. Gravemente heridos: Kearnie, comandante de la número 6; Turner, segundo de la número 7 y herido el propio Rosales de la 1." 11 

El Abordaje de la Emperatriz 
Hacia el mes de abril se encontraba la escuadra republicana en demanda del puerto de Montevideo, con el fin de realizar un nuevo ataque furtivo procurando mejor suerte. El día 26 de abril llamó Brown a reunión de los comandantes en la capitana, a fin de deliberar; eran éstos: Tomás Espora de la "25 de Mayo", Juan King de la "Congreso", Guillermo Bathurst del "Independencia", Guillermo Clark de la "República", Nicolás Jorge del "Balcarce", José M. Pinedo de la "Sarandi" y Leonardo Rosales del "Río". "Instalados que fueron en la cámara de la capitana, tomando la palabra, manifestó el almirante: Que supuesto no se tenían noticias de los bloqueadores, a los que daba por Maldonado, era de opinión se tentara un nuevo golpe de mano sobre Montevideo, con el fin de apresar a la fragata Nictheroy, surta en sus aguas, cual se comprobó en el serio reconocimiento del 11 de ese mes, operación que compensaría con ventajas, las fatigas y azares del crucero. Aceptado en general dicho temperamento, se despidió Brown de sus subalternos, luego de apurar con ellos, por el acierto de la empresa concertada, una copa de madeira, su vino favorito, dando previamente un viva a la patria." 12 

 
Abordaje de la Emperatriz 

Se organizaron entonces los trozos de abordaje, y se estableció el santo y seña, que sería "Santa María". Habiéndose aproximado los buques al fondeadero, poco antes de las 12 de la noche se dio el siguiente diálogo: preguntó Brown al pasar junto a la popa de una gran fragata: What vessel is that? (Qué buque es ése?), y obtuvo como respuesta: That is nothing to you? (Qué le importa?) Es de imaginar la tensión del momento, los buques pasando silenciosamente, los hombres ocultos para no ser vistos, preservando las mechas humeantes que despedían un fantasmagórico fulgor, todos apretando las empuñaduras de sus espadas, los rostros adustos, tratando de discernir en la oscuridad a los enemigos. "Eran las doce de la noche cuando esto sucedía, y cantó un gallo, mientras ladraba un perro, trepado en las cacholas de la fragata desconocida, sorprendido quizá (nos refería el coronel Toll en 1863), por el murmullo o el eco de las voces que repercutían en el silencio, indicios que hicieron exclamar a Espora, paseándose en tren de pelea y con esa agitación nerviosa que le era congénita en tales casos: "Juro que esta fragata es brasileña, porque ningún buque inglés consiente perros ni gallos a su bordo, ni que sus centinelas omitan dar el grito de alarma al que se acerque". El almirante, un tanto convencido por la actitud vehemente de su capitán de bandera, interroga de nuevo, y ya no obtuvo respuesta. La 25 de Mayo, prolongando por babor la doble cintura de cañones de su rival, rebasa su proa, vira resueltamente a estribor y atravesándose por una de sus aletas, dispara sobre ella su andanada, rompiendo a la vez un fuego nutrido de mosquetería." 13 

Es así que se inició el combate, a pesar de que en el buque enemigo se había conseguido dar la silenciosa alerta unos minutos antes y hacer el zafarrancho. Se trataba de la fragata brasileña "Emperatriz", de 52 cañones y 400 hombres de dotación. La indiscutible capacidad de nuestro almirante mantuvo a la "25 de Mayo" por la aleta de babor y la de estribor, es decir, en los sectores de popa, de manera que el enemigo no pudiese abrir fuego con toda la artillería de su banda, disparándole a su vez sobre el espejo de popa, parte más débil de todos los buques de la época a razón de sus cristaleras (presentes en ésa ubicación y que estaban destinadas a la comodidad del comandante y oficiales). Mientras tanto, el "Independencia" de Bathurst cañoneaba por proa. El destino impidió a Brown abordar la "Emperatriz", puesto que el "Independencia" se interpuso en el instante en que iba a apoyar el bauprés sobre la banda del enemigo. Sobre el combés de su buque, moría heroicamente el comandante del buque brasileño, el capitán de fragata Luis Barroso Pereira...; la pronta reacción del buque enemigo habla bien de la preparación que esa dotación tenía... El combate finalizó con la señal de retirada hecha por Brown, puesto que la escuadra enemiga, ya alertada, se aprestaba a contrarrestar el ataque, el que por otra parte había perdido ya toda posibilidad de obtener un éxito. 

Fueron estas acciones navales, más allá de sus resultados, de aquellas que se condensan en "...dramas solemnes y horribles, que tienen por teatro la inclemencia y la soledad desconsoladora de los elementos, en que los testigos son actores sobre un piso que vacila o víctimas no pocas veces de heridas tan atroces e incomparables, que se dirían abiertas con armas de gigantes, y de que el choque de dos regimientos que se entreveran a la bayoneta, es apenas una imagen, [y] lleva el nombre de abordaje entre los marinos...!" 


1 Anjel Justiniano Carranza, "Campañas Navales de la República Argentina", Talleres de Guillermo Kraft Ltda., Buenos Aires, 2º edición, 1962; volumen IV, anexo documental, página 146. 
2 Ídem, volumen II, tomo IV, página 248. 
3 Arguindeguy, Pablo E. CL, y Rodríguez, Horacio CL; "Buques de la Armada Argentina 1810-1852 sus comandos y operaciones", Buenos Aires, Instituto Nacional Browniano, 1999, página 421.- 
4 Se denomina buque "de la línea" al navío de guerra por excelencia, de 64 cañones o más; que sólo estaba al alcance de las pocas potencias navales de la época. Su nombre proviene de la línea de batalla que formaban las flotas al enfrentarse, se desprende que los buques en condiciones de actuar en ésta línea eran los más capaces y poderosos de una flota. 
5 Carranza, Anjel J.; op. cit., página 280. 
6 Este tipo de acciones eran las más habituales, especialmente dentro de la Armada Real. "... las grandes batallas marítimas constituyeron solamente una pequeña parte en el servicio de la marina; la gran mayoría de los combates más encarnizados tuvieron lugar en acciones más pequeñas, a menudo entre buques individuales, en "acciones de bote" y desembarcos, en los que las tripulaciones de los navíos de la Marina Real, atacaban buques franceses en puerto y en las instalaciones de la costa" (Haythornthaite, Philip; "Nelson's Navy", Armys and Battles, Osprey Military, Londres, 1993; página 4). Según A. J. Carranza, se convenían en este tipo de acciones las señales de inteligencia, y se distribuía al personal de los trozos machetes, hachas, arpeos, granadas, se les ordenaba ponerse una camiseta blanca sobre el uniforme para poder distinguirse en la oscuridad. Acompañaban a los incursores herreros para cortar los cables de cadena, carpinteros que clavaran las escotillas, gavieros que largasen el paño, timoneles, etc.- 
7 Carranza, A., op. cit., pág. 283. 
8 Ídem, página 284. 
9 Ratto, Héctor R.; "Historia del Almirante Brown"; Instituto de Publicaciones Navales, Buenos Aires, 2000, pág. 162. 
10 Carranza, A. J.; op. cit., pág. 285. 
11 Ratto, Héctor R.; op. cit., pág. 163. 
12 Carranza, A. J.; op. cit., pág. 298. 
13 Ídem ant., pág. 300. 
14 Íbidem, pág. 297.

viernes, 8 de julio de 2016

Guerras Napoleónicas: El asesinato de un niño prisionero

¿Esconde la leyenda del mono ahorcado en Hartlepool algo peor?
Por Javier Sanz — Historias de la Historia


En el pueblo costero de Hartlepool, en el noreste de Inglaterra, perdura una leyenda de hace dos siglos sobre un mono que fue ahorcado por los pescadores del pueblo al considerarlo un espía francés. A comienzos del siglo XIX, en el transcurso de las Guerras Napoleónicas, los pueblos costeros ingleses vigilaban sus aguas ante la posible invasión francesa. Una tormenta desvió de su rumbo un barco de guerra con pabellón francés, haciéndolo llegar hasta la costa de Hartlepool. Los lugareños, expectantes, contemplaban aquella lucha desigual hasta que el buque perdió el mástil y se partió en dos. A la orilla llegaban los restos del naufragio: cajas de suministros, el mástil… y un mono empapado con el uniforme francés sobre una tabla.

En aquello días, ante el acoso de Napoleón, los ingleses vivían en estado de psicosis permanente: se mostraban desconfiados, por todos los sitios veían espías… hasta un simple mono supuso un peligro para los habitantes de Hartlepool. Se acusó al pobre mono, que no era otra cosa que la mascota del barco, de espía y en la misma orilla se le juzgó y sentenció a la horca. Se clavó el mástil del barco en la arena y se ahorcó al mono.



Lo que podría haber quedado en un episodio de maltrato animal y, sobre todo, de estupidez humana podría esconder algo peor… el ahorcamiento de un niño. La leyenda ha llegado hasta nuestros días como el ahorcamiento de un mono (monkey en inglés) pero en la tripulación de los buques de guerra había otro tipo de monkey… los powder monkey: eran niños o adolescentes que se encargaban de llevar la pólvora (powder) de la bodega a los artilleros. Quizás en algún momento, a lo largo de estos dos siglos, alguien interesado en que Hartlepool no fuese protagonista de aquella atrocidad, decidió cambiar al powder monkey por un monkey.

Es mejor quedar como estúpidos (ahorcar un mono por espía) que como inhumanos (ahorcar un niño).


Podwer monkey