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lunes, 9 de mayo de 2022

Guerra Fría: Maniobra Crazy Ivan

Maniobra submarina Crazy Ivan





La famosa maniobra "Iván el Loco", era un procedimiento que durante la Guerra Fría de los submarinos soviéticos llevaban a cabo dicha maniobra táctica para asegurarse que no están siendo seguidos. Para ello hacen un giro de 90° y hasta de 180° para comprobar que no les persigue ningún submarino estadounidense. Las pantallas del sonar no pueden detectar señales situadas a la popa de la nave, ya que el propio ruido de las hélices apantallarian la presencia un posible perseguidor.

La confrontación entre los submarinos soviéticos y estadounidenses se dio en todos los océanos. El objetivo principal de los submarinos con armamento nuclear era superar a sus perseguidores, ya que no se podía realizar un ataque estratégico si había un submarino enemigo siguiendoles el rastro.
Era difícil ganar en este juego del “gato y el ratón” ya que cada submarino tenía su propia “zona muerta”, esto es, un área detrás de la embarcación en la que el sonar no era capaz de captar sonidos debido al ruido que provocaban los propios mecanismos del aparato. Los estadounidenses se escondían en esta zona cuando perseguían a sus enemigos, y la forma de verificar la ausencia de un perseguidor era realizar la mencionada maniobra táctica conocida como "Iván el Loco". Esta consistía básicamente en que el submarino hiciera bruscos y frecuentes cambios de dirección de su posición bajo el agua para poder detectar objetos que se pudieran encontrar en la “zona muerta” del sonar.

Más de una vez esta maniobra suponía la colisión entre el perseguido y el perseguidor, como ocurrió en entre el submarino soviético K-108 y el estadounidense Tautog (SSN-639) de clase Sturgeon, el 20 de junio de 1970 en el mar de Ojotsk, no lejos de Kamchatka. El Tautog estaba siguiendo al submarino soviético a la menor distancia posible sin que fuera detectado. De repente el K-108 comenzó a hacer una serie de bruscos giros y desapareció de la pantalla del sonar del SSN-639, que no podía detectarlo hasta que el Tautog se chocó de manera inesperada con el submarino soviético. Afortunadamente no hubo víctimas ni daños graves y ambos volvieron a sus respectivas bases navales.


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