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martes, 12 de noviembre de 2019

ARA; El accidente del ARA Guaraní


El recuerdo del ARA “Guaraní”


En 1958 fue requerido para dar apoyo a un vuelo de emergencia hacia la Antártida, donde un camarada se encontraba en delicado estado de salud sin poder ser trasladado. A su regreso, luego de un fuerte temporal, perdió comunicación para siempre.

El remolcador ARA “Guaraní” se construyó en Estados Unidos durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial. En la post guerra fue adquirido por la Comisión Naval Argentina y alistado en Norfolk, donde afirmó el pabellón nacional el 2 de febrero de 1947.

El 2 de julio del mismo año, lo incorporó a su escuadra la Armada Argentina, llegando al país en octubre de 1947. Una vez en Argentina adoptó el nombre “Guaraní”, que hace referencia a una tribu originaria que se asentó en el noreste del país, Paraguay y parte del sur de Brasil.

Al año siguiente fue destinado a la Zona Naval Marítima y su apostadero natural fue la Base Naval Puerto Belgrano. Se desempeñó como buque auxiliar y en ese rol remolcó y reflotó varias unidades al garete entre 1948 y 1952. En 1954 lo reclasificaron como buque de salvamento y fue asignado a la Estación de Salvamento de Ushuaia.

Entre 1954 y 1957 se desempeñó como buque de salvamento y patrulla en el sur, recorriendo canales fueguinos y la isla de los Estados. En 1958 el remolcador ARA “Guaraní” fue requerido para dar apoyo a un vuelo de emergencia que debió ser desplegado hacia la Antártida, donde un camarada se encontraba en delicado estado de salud y que, sin poder ser trasladado, requería un tratamiento de plasma y medicamentos para poder sobrevivir en el lugar más austral del planeta.

El remolcador completó su tripulación con personal de la Base Naval Ushuaia –ya que parte de la dotación se encontraba de licencia– y zarpó hacia el Pasaje de Drake el 14 de octubre a las 6 de la mañana.

Transcurrida la mañana el viento aumentó su intensidad desde el oeste, generando altas olas y volviendo el aire un ambiente polar. Al día siguiente se realizó el vuelo sobre la base Melchior con éxito en la misión, ya que el avión Douglas DC-4 matrícula CTA-2 de la Aviación Naval arrojó 8 bultos sobre suelo antártico, de los que la dotación antártica recuperó 7.

El “Guaraní” tuvo que capear un fuerte temporal a 10 millas al suroeste de Isla Nueva, donde buscó refugio para reparar una avería en una tapa escotilla, que le generaba un importante ingreso de agua por popa y en sala de máquinas.

Una comunicación posterior, que se interrumpió quedando en silencio perpetuo, es el último contacto del “Guaraní”. Se encontraba a siete millas al sur del Cabo Hall, en la Península Mitre, en la Isla Grande de Tierra del Fuego.

La búsqueda


Inmediatamente se dispuso la búsqueda con dos aviones de la Armada Argentina DC-4, dos Catalinas, un Avro Lincoln de la Fuerza Aérea (B-025) y otro avión de Aerolíneas Argentinas; los destructores ARA “San Luis” y ARA “Cervantes”; el buque de salvamento ARA “Diaguita” y las fragatas chilenas “Covadonga” e “Iquique”. Para complementar el esfuerzo de rastreo en las costas, se desplegaron también patrullas terrestres en busca de sobrevivientes.

En medio de pésimas condiciones climáticas, el 19 de octubre uno de los aviones afectados a la búsqueda transmitió sobre el avistamiento de dos grandes manchas de aceite a unas 220 millas de la zona del accidente. Ese fue el último rastro que dejó la unidad, no se encontraron balsas ni otro vestigio del naufragio.

Homenajes


El 12 de enero de 1959, el Secretario de Estado de Marina dictó una resolución donde requería que todo buque de la Armada Argentina que pasara por el Cabo Buen Suceso, una vez por viaje, debía rendir honores. Formando su tripulación en cubierta y tocando el trompa “oración”, o en su defecto se emplearía el pito marinero. Esta disposición del Secretario de Estado de Marina caducó a los cinco años de la desaparición del “Guaraní”, en 1963.

Al cumplirse el 50º aniversario del hundimiento de la unidad, el 15 de octubre de 2008, la lancha rápida ARA “Intrépida” realizó una ceremonia a bordo. En la misma la dotación y familiares de los camaradas recordados arrojaron ofrendas florales en cercanías del Canal de Beagle.

Ese mismo año, el Correo Argentino presentó una estampilla con la imagen del remolcador en homenaje al 50º aniversario de su naufragio.

Para la misma ocasión, Harvey Bonín –quien fuera parte de la dotación del “Guaraní” hasta 1957– donó una maqueta del buque al Museo Marítimo de Ushuaia, realizada por él mismo.

Hasta nuestros días, como parte de la responsabilidad SAR (Búsqueda y Rescate en inglés), el Área Naval Austral (ANAU) brinda apoyo logístico y de seguridad con unidades navales a los cruces aéreos. Algunos ejemplos son los vuelos de los MI17 y de los Hércules de Fuerza Aérea Argentina hacia la Antártida, a los que uno de los avisos del ANAU apoya desde el Drake.

Asimismo, cuando a fines de julio de 2017 se trasladó a un suboficial accidentado en Orcadas que sufrió fracturas en sus piernas, el aviso ARA “Islas Malvinas” se acercó hasta inmediaciones de la base antártica para brindar apoyo al avión Twin Otter que lo evacuó.

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