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martes, 7 de noviembre de 2017

ARA: Adiós a las OPV furtivas francesas

El Biodiesel hunde la venta de OPV franceses a la Armada Argentina


Para Argentina el negocio del biodiesel significa casi mil millones de euros de exportaciones, lo que explica sobradamente porqué el voto negativo de París al final de las sanciones a las exportaciones argentinas de biodiesel a la Unión Europea han enfurecido al gobierno de Buenos Aires, que ha visto en la actitud gala un golpe  directo a la buena relación entre ambas naciones, enfriando notoriamente las relaciones diplomáticas. Según todos los indicios el propio presidente Mauricio Macri ha ordenado congelar el contrato por cuatro patrulleros OPV que, por casi cuatrocientos millones de euros, estaba ya prácticamente  en manos de un astillero galo.



Aunque no se había firmado ningún contrato entre las partes, se había realizado una compulsa de precios entre varios astilleros, de España y Corea entre otros, siendo la oferta francesa (de Naval Group) la más interesante para Argentina por lo completo del paquete,  que incluía cuatro helicópteros,  además de  tener financiación asegurada por el Estado francés.

El interés o casi urgencia francesa por cerrar el acuerdo chocó con la habitual parsimonia de los movimientos del país del Plata,  capaces de poner nervioso al más curtido de los vendedores internacionales de armamento. Mientras transcurría el proceso,  la actitud francesa con respecto a las exportaciones argentinas del biodiesel  cayeron muy mal en Buenos Aires, pese al encuentro de Macri con Emmanuel  Macron en Hamburgo, la negativa de París ante los pedidos de Buenos Aires y un casi seguro voto negativo sobre el ingreso del Mercosur a la Unión Europa en un tratado de libre comercio colmaron la paciencia del primer mandatario argentino.

La visita oficial a París de Macri para el año próximo ha quedado en suspenso, la cancelación  de la compra de los OPV, la cual es solo consecuencia final de una serie de hechos fácticos que París ha provocado en contra de los intereses de Buenos Aires, alteró la situación entre ambas naciones. El canciller Jorge Faurie está intentando restablecer la relación entre ambas naciones,  que ha entrado en un periodo  de congelamiento, con la ayuda del embajador francés en Argentina. Respecto al proceso negociador de los OPV, Buenos Aires ha decidido abrir una licitación internacional para la adquisición de cuatro patrulleros marítimos.

Hasta ahora era simplemente un concurso cerrado de tres oferentes que ofrecían más o menos lo mismo. Mientras las simpatías de la Fuerza Naval argentina era por los productos españoles, que técnicamente cubrían los requerimientos operativos,  el gobierno central había apostado por robustecer la relación con Francia,  considerada como prioritaria para la política exterior de Macri.

Para más, la aparición de un pequeño astillero español, Gondan,  que ofrece patrulleros de altura a precios muy inferiores que la oferta francesa e incluso que la oferta de la misma Navantia, terminó por enrarecer el posible negocio de estos navíos. La llegada de este pequeño productor que asegura tener apoyo del gobierno español, y que expresa que puede construir dos buques en España y transferir la tecnología y capacitación para la producción de otros dos en alguna grada en Argentina,  sirvió para complicar la situación y retrasar cualquier definición.

Aunque con pocos antecedentes de fuste,  con una oferta inferior en casi cien millones de euros a la de los franceses concluyó para entusiasmar a funcionarios de la Casa Rosada en Buenos Aires para desestimar el negocio con los franceses. Han sido semanas de mucha incomunicación entre las partes involucradas e incluso de no atención de llamados telefónicos, lo que fue tomado por los galos como una falta de respeto.

La tensa situación diplomática se ha mantenido en prudente hermetismo, diplomáticos profesionales de ambos cancillerías intentan acercar las partes a la relación cordial de siempre. El golpe de gracia lo dio en el día de ayer el jefe de gabinete del gobierno argentino, Marcos Peña, quien en su informe mensual frente al Congreso Nacional,  les expresó a senadores y diputados que  se preparara un pliego de condiciones para llamar a licitación internacional para la adquisición de los cuatro patrulleros marítimos para la Armada Argentina.

Esta vez, aseguran, será una licitación real y no un mero concurso de precios, lo que habrá una nueva posibilidad a proveedores internacionales para acercar ofertas que deberán incluir indefectiblemente, la construcción de un par de estos navíos en astilleros argentinos. En esta interminable novela por unos buques de poco nivel tecnológico y mucho menos valor combativo, parece difícil de entender la no concreción de este plan hasta el momento, veremos en los próximos meses si la promesa del gobierno de Buenos Aires de dotar a la fuerza naval de unos buques que permitan impedir la depredación de los mares del sur,  se convierta en realidad. (Luis Piñeiro, corresponsal de Grupo Edefa en Buenos Aires) (DEFENSA.COM)

Fundación Nuestro Mar

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