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martes, 27 de septiembre de 2016

Goleta escuela para la PNA

Goleta, un barco del pasado con una idea de futuro

Por Fernando Morales - Infobae
Capitán de Fragata (RN), maquinista naval superior (veterano de guerra de Malvinas), licenciado en Administración Naviera, perito naval, diplomado como oficial del Estado Mayor Especial y vicepresidente de la Liga Naval Argentina


A partir del advenimiento de la revolución industrial, la historia de la navegación comercial y militar abandonó rápidamente la propulsión a vela, que quedó relegada a embarcaciones deportivas, recreativas o destinadas a la formación de marinos militares.

La Fundación Goleta del Bicentenario nació impulsada por miembros de la Armada Argentina conforme a una iniciativa del Poder Ejecutivo a 200 años de la conformación del primer gobierno patrio y logró la rápida adhesión de civiles apasionados por el mar o simplemente visionarios que han descubierto la potencialidad del proyecto.


Una escuela para todos

Así definen los miembros de la fundación el objetivo de construir un Bergantín Goleta, que además de contar con modernos equipos de navegación, sistemas de seguridad y tecnología de diseño, incluya la particularidad de ser propulsado principalmente a vela de modo tal que sus "grumetes" descubran el encanto de la navegación, pero no con fines meramente recreativos. La idea es forjar un aprendizaje en varios aspectos y apostar a la superación y esfuerzo personal, como así también al trabajo en equipo.

"La Escuela Goleta es una escuela de vida y valores". Bajo esta premisa, el proyecto – una vez concluido- pretende reclutar voluntades de jóvenes de todo el país que realicen navegaciones cortas (no más de 4 días) que se irán relevando conforme a que el buque escuela vaya recorriendo distintos puertos del litoral marítimo y fluvial del país.

Educación, responsabilidad social, cultura y cuidado del medio ambiente son cuatro de los pilares fundamentales del proyecto. En un país netamente marítimo como es Argentina, resulta escaso el conocimiento que la sociedad en general tiene sobre la importancia estratégica y económica del mar. Por otra parte los entusiastas miembros de la fundación sostienen cuando hablan de "educación" algo mucho más profundo que el conocimiento geográfico o geopolítico de la Patria. Es "una escuela de valores" en la que los ciclos de embarque inculquen valores fundamentales para la formación de personas de bien.

La Goleta Santa Maria de los Buenos Aires fue diseñada nada menos que por Germán Frers. No cobró nada. Es una embarcación de casco de acero de 54 metros de eslora (largo) y tiene una particularidad: está totalmente ideada para que la puedan tripular personas con capacidades especiales.

Una de las aristas del proyecto es permitir en cada ciclo de navegación que hasta cuatro personas con discapacidad (incluso motora y que los obligue a utilizar silla de ruedas) la cubierta es "corrida", es decir sin obstáculos al paso. La nave cuenta con ascensor y presupone hacer factible la experiencia y aprendizaje a jóvenes que de otra manera jamás tendrían acceso a esta experiencia.



A excepción de los aportes que desde el inicio del proyecto viene realizando el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, todos los aportes dinerarios y en equipamiento han sido integrados por empresarios e individuos del sector privado. Excepción claro está de la mano de obra y recursos técnicos aportados por la Armada Argentina, el astillero provincial Rio Santiago y el lugar de construcción el complejo industrial de ministerio de defensa CINAR.

Aún falta un buen trecho para que la "Santa María" surque los mares, pero la Fundación Goleta hace tiempo que viene realizando actividades de este tipo en los tradicionales veleros de la Armada y en otros clubes náuticos nacionales. Estas prácticas además de ser de utilidad para los jóvenes que las realizan, van permitiendo ajustar los detalles organizativos y administrativos para todo el personal de la fundación con miras al momento en que finalmente la Goleta entre en servicio.

El ingeniero naval Jorge Canoura es tal vez quien ha desarrollado una relación simbiótica con el barco. Está en el proyecto desde que la goleta era un bosquejo en un papel. Además ha participado en la soldadura de cada chapa y cuenta con orgullo los avances realizados hasta el presente los que ubica porcentualmente en un 50% del total previsto.

La Armada Argentina proverá el total de la dotación necesaria para tripular la nave, en un claro ejemplo de integración de la institución naval en planes de neto corte social.

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