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lunes, 30 de junio de 2014

¿Venezuela sin SSK?

¿Venezuela arriesga a quedarse sin medios submarinos?

ElSnorkel



La última década no ha sido fácil para la Armada Bolivariana de Venezuela. Solo dos de las fragatas Lupo pudieron ser modernizadas, mientras que otras tres llevan años en dique seco sin fecha clara sobre su reincorporación. Por: Andrei Serbin Pont.

La adquisición de las POVZEE(Patrullero Oceánico de Vigilancia de la Zona Económica Exclusiva)  y los BVL(Buque de Vigilancia Litoral) fue un alivio para facilitar las tareas control enaguas territoriales, pero la falta de armamento avanzado en las POVZEE no permite que estas puedan cubrir la ausencia de las Lupoque continúan en dique seco. A esto se suma el Warao, una de las POVZEE, que después de sufrir un sorpresivo accidente antes de cumplir un año de servicio, sigue en reparaciones en Brasil. A su vez, los S-2 Tracker dados de baja en los 90s nunca fueron reemplazados, y la Armada sufre la falta de aeronaves de ala fija de patrullaje marítimo que complementen al puñado de C-212 configurados para estas funciones.
Pero uno de los mayores ausentes ha sido el submarino S-32 Caribe, que desde el 2004 se encuentra en dique seco para una modernización y mantenimiento mayor. En ese año, también ingreso al dique seco el gemelo del S-32, el S-31 Sábalo(ambos Type U209A-1300 de fabricación Alemana) que fue reincorporado al servicio 7 años después, en enero del 2011.  La ausencia de estos submarinos no es menor, ya que la capacidad submarina de una Armada es un elemento clave en sus capacidades de combate.
En el 2000 el Jefe de la Armada Sudafricana afirmo: “Los submarinos y las corbetas son dos caras de la misma moneda, que desempeñan tareas complementarias como medidas disuasivas y defensivas (. . . ) Los submarinos hacen que las armadas pequeñas sean creíbles y nos permiten mantener nuestra fuerza relativamente poco sofisticada. Si yo fuera a perder mi capacidad submarina, tendría que contemplar un rediseño completo de la fuerza.” Considerando los cambios en las hipótesis de conflicto venezolanas dondeEEUU se ha convertido en la principal amenaza convencional, y por lo cual se ha priorizado aumentar las capacidades asimétricas para tratar con dicha amenaza, es al menos extraño que no se le haya dado protagonismo a la flota submarina, no solo por medio de su manutención y modernización, sino también por medio de la  expansión de la misma.
Mucho se rumoreo hace unos años sobre la incorporación de un lote de submarinos rusos Project 636. Las cifras iban de 3 a 9 submarinos, lo que coincidía con viejos planes de la Armada para expandir su flota submarina. Lamentablemente el contrato no se concretó, y la venta fue realizada a Vietnam. Fuera de las opciones rusas, el mercado no ofrece mucho para la Armada de Venezuela. La opción ideal, la alemana, tendría una buena cantidad de elementos fuera del alcance de Venezuela dado los efectos del veto impuesto por los EEUU. Eso dejaría la opción del Scorpene Francés, incorporado por Chile y ganador del PRO-SUB Brasileño, pero esta opción no parece haber resonado en Venezuela a pesar de que otros productos(en especial los aeronáuticos) de procedencia francesa si se han tenido la atención de la FANB, o efectivamente han sido adquiridos.
Por otro lado, mucho se ha discutido de un cambio de doctrina en la Armada, que concuerda con EEUU es la principal amenaza, pero cuyo enfoque doctrinal es muy diferente. Se basa en el concepto cubano de defensa costera, por lo cual los medios navales de superficie son reducidos a tareas de vigilancia de la zona económica exclusiva, los submarinos no ocupan un rol primordial en el orden de batalla y se prioriza la disponibilidad de medios basados en tierra para repeler ataques navales. Estos medios son principalmente artillería costera, tanto artillería de tubo como de  cohetes, así como misiles guiados anti-buque emplazados en diferentes puntos clave de la costa a ser defendida. Apoyando la idea de que esta la línea doctrinal que se está incorporando en Venezuela, ha salido a la luz información del interés de la Armada de Venezuela por la incorporación de lanzadores móviles de misiles BAL-E, que emplean los misiles  Kh-35U Uran (AS-20 Kayak/SS-N-25 Switchblade) de 120 km de alcance para abatir blancos navales. A su vez, entre los equipos a ser entregados por China a la Infantería de Marina Venezolana, se encontraría un vehículo de artillería de cohetes capaz de disparar misiles anti-buque.
Si efectivamente la Armada de Venezuela está en una etapa de transición a la adopción de un modelo de defensa costera como el cubano, veremos que se concretan estas compras mencionadas mientras que los medios convencionales como fragatas, corbetas y submarinos son relegados a tareas secundarias o simplemente no son devueltos a condiciones operativas.
En todo caso, la adopción de este modelo sería preocupante considerando que Venezuela no descarta la hipótesis de conflicto con vecinos, en especial Colombia, escenario en el cual la disponibilidad de medios navales convencionales seria clave para el éxito de las operaciones navales Venezolanas.
La realidad es que hoy Venezuela cuenta con un solo submarino operativo, y el mismo ya está próximo a cumplir 40 años desde su incorporación. La construcción de nuevos submarinos es lenta, y su entrada en servicio también, por lo que es clave que la Armada emprenda próximamente un proceso de licitación para poder complementar temporalmente, y eventualmente sustituir los U209. De lo contrario arriesga a quedarse sin medios submarinos, reduciendo significativamente su capacidad operativa y viéndose obligada a rediseñar enteramente su estructura en términos de combate naval, probablemente basándose en el modelo cubano.

*Analista internacional especializado en política exterior, defensa, seguridad y derechos humanos.

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